Kemonomimi


One Piece pertenece a Eiichiro Oda


Día 2: Kemonomimi


Kemonomimi se utiliza para describir personajes de manga/anime humanoides con características físicas animales (patas, orejas, cola).


Isuka iba a disfrutar de su día libre.

En medio de su persecución a los piratas Spade, recibió una llamada de una base cercana pidiendo refuerzos para luchar contra unos piratas que atacaban un pueblo. Y aunque la alférez siempre perseguía sus objetivos, en este caso, los piratas Spade, jamás abandonaba a sus camaradas, y menos a los civiles que necesitaban ayuda. Ese era el motivo por el que se hizo marine. Y el juramento que hacían cuando entraban en el cuerpo.

Cuando todos los piratas fueron detenidos y atendieron las heridas de los marines, el doctor le recomendó a Isuka tomarse unos días de descanso, que empezaba a mostrar síntomas de cansancio extremo y estrés. Si seguía así, iba a enfermar. En un principio, se negó, pero sus hombres le recomendaron descansar. Le recordaron que antes de ser marine y alférez, era una persona. Y ellos empezaban a preocuparse por su salud, que su obsesión en capturar a Puño de Fuego no era sana. Isuka siempre pensaba en el bienestar de sus camaradas, ella no los veía como simples subordinados, los veía como compañeros. Y algunos los conocía desde hacía muchos años, cuando eran grumetes. Una líder cansada mentalmente, podría poner en peligro a su tripulación… Decidió hacer caso a sus hombres y a las recomendaciones del doctor.

En un principio, había pensado pasar su día libre en otra isla, no quería abusar de los aldeanos de la ciudad que atacaron los piratas. Algunas casas y tiendas habían sido quemadas. Pero los pueblerinos le pidieron a Isuka y al resto de su grupo que se quedara el tiempo que quisieran, como muestra de agradecimiento.

Y así estaba ahora. Paseando por la ciudad. Lo que más le gustaba de la Grand Line era que todas las islas eran diferentes. Y no se refería al clima. Los edificios, la ropa de la gente, la cultura… Todo en cada isla era único.

Mientras veía los diferentes edificios, puestos y tiendas se fijó en un escaparate. Era una tienda de disfraces. No pudo evitar quedarse mirándola. Recordaba pocas cosas de sus padres. Habían pasado tantos años desde su muerte… Pero aún dolía… Había olvidado sus caras… Sus voces… Pero sí recordaba sus risas… Y lo mucho que su madre amaba los disfraces… Tenían un armario lleno de disfraces con sus complementos dentro de un baúl en el desván de su casa. Lástima que todo eso se perdió durante el incendio que los mató…

Entonces, vio una diadema con unas orejas de gato. Sonrió. De pequeña tenía unas iguales, que también se quemaron durante el incendio. Fue en ese momento, que fue a la base de la Marina más cercana para pedir que la dejaran ingresar como marine. Y aunque estaba orgullosa de serlo, a veces deseaba que su infancia no hubiera terminado tan rápido.

Entró en la tienda.

….

— Quizás la han llamado de alguna base, Ace, no siempre nos podrá perseguir. — le comentó Masked Deuce, su mano derecha.

— Pero entonces, nuestro viaje ya no será lo mismo si ella no nos persigue. — se quejó el capitán de los piratas Spade.

Pasaron delante de una tienda de disfraces y vieron a una chica pelirroja probarse una diadema con unas orejas de gato.

Ace se quedó mirando a esa chica, la había reconocido pese a no llevar su uniforme de marine. Isuka estaba sonriente y tenía las mejillas sonrosadas. Se la veía con un brillo alegre en sus ojos… Feliz… Como si estuviera en paz consigo misma… Le gustaba ese lado tierno de Isuka… Pero, también su lado tenaz, que se veía cuando lo perseguía…

….

Isuka había vuelto a su infancia cuando se probó la diadema con orejas de gato. Le recordó a cuando su madre y ella subían al desván de su casa a probarse disfraces. El favorito de Isuka siempre fue el gato. Le encantaban los felinos. No, no sentía debilidad por Kotatsu, el lince de los piratas Spade.

Se giró para verse al espejo y vio a un chico con la camisa abierta, el pelo negro y un sombrero naranja vaquero con dos caras sonrientes, una alegre y una triste. ¡¿No podía ser?! Miró hacia el escaparate y… Efectivamente, eran Puño de Fuego y Masked Deuce.

Se sonrojó.

Se quitó la diadema, pagó y salió de la tienda.

— ¡Puño de Fuego! ¡Masked! ¡¿Qué hacéis aquí?! — preguntó sorprendida.

— Lo siento mucho. No era nuestra intención espiarte. — Ace se inclinó.

— ¿Qué hacéis en este pueblo? — preguntó la marine ignorando las disculpas de Ace.

— Ace vio que no nos perseguías y vino a buscarte. — contestó Deuce.

Ace se puso colorado.

— No te extrañaba… Solo me sorprendió que no nos persiguieras… Tú misma dijiste que me capturarías… — se defendió.

— Los marines de esta base me pidieron que los ayudáramos para derrotar a los piratas que atacaron este pueblo.

— Ahora entiendo porque una parte del pueblo está en ruinas… — pensó Deuce en voz alta.

Isuka asintió.

— Además, estoy en mi día libre… — la marine iba a añadir que el doctor le había recomendado tomar unos días de descansos, pero se detuvo a tiempo. No quería dar ese tipo de información a sus enemigos…

— ¡Oh! ¿Y esas vendas? — Ace señaló el brazo izquierdo de Isuka, donde tenía vendado el antebrazo.

— Como he dicho antes, los marines de la base nos han pedido refuerzos a mi tripulación para derrotar a los piratas. Y es normal terminar herido en una batalla. — explicó Isuka a Ace como si el chico fuera tonto.

— Entonces, supongo que me permitirás invitarte a una copa. — Ace se acercó a ella y le tomó el brazo que no estaba vendado. — Estás en tu día libre y estás herida. Además, sé que jamás lucharías dentro de una población, y menos si hace poco han sido atacados. — sonrió el capitán de los piratas Spade.

La marine se dejó llevar sin oponer resistencia.

— Pero solo lo hago para que la gente vea que eres inofensivo.

Ace ensanchó su sonrisa y emprendieron su marcha a la taberna.


Me alegro de poder traer algo un poquito más alegre que el anterior capítulo.

Espero que os guste

Hasta la próxima