N/A: Hola!

Con este capítulo iniciamos una racha de 3 capítulos en la que éstos serán más largos de lo que han sido los capítulos anteriores en promedio. Me pregunto porqué será…

Midori: Oh, muchas gracias por tus palabras. Me hace muy feliz que estés disfrutando de la historia :') y pues sí CoS vino a rompernos el corazón en cuanto al EdWin y nos dejaron esperando por más material de ellos y en su lugar nos quisieron matar nuestras ilusiones :( pero bueno aquí en los fanfics nos desquitamos jaja aunque aún hay que ver cómo les va a ir a Ed y Winry en esta historia porque hay más involucrados por ahí... Respondiendo a tu pregunta, tras la primera desaparición de Ed, Winry se dedicó 100% al automail (ignorando a los pretendientes que le empezaban a salir en esa época) con la esperanza de cumplir la promesa que le había hecho a Al al final de 03. Después de la segunda desaparición de Ed siguió muy dedicada a su trabajo pero también influyó mucho en ella la muerte de su abuela sólo que aún no se ha visto realmente hasta qué punto. Pero si en estos últimos 3 años hubo alguien... hmm mejor te dejaré leer el cap ;)


Después de una agradable comida en un pequeño café cercano al Comando Central, Riza le aseguró a Winry que, al terminar el turno de ese día, ella y Roy pasarían a la casa de Rose para hablar con Al. A pesar de que Winry confiaba plenamente en ella, no quería arriesgarse a que el nombre de Ed se llegara a difundir en la milicia hasta que ellos dos fueran a verlo por lo que había optado por usar una pequeña mentira al contarle que Al estaba de vuelta y que quería compartir con Roy parte de su investigación. Algo en la mirada de Riza le hizo darse cuenta de que la mujer no estaba del todo convencida de su mentira pero por alguna razón Riza no le hizo el menor comentario que le hiciera ver que sabía que había algo más en su petición.

Con la certeza de que Roy y Riza verían a Ed ese mismo día, Winry se dirigió a un mercado de la zona para adquirir algunos ingredientes. Desde que se habían conocido, Rose siempre había sido una mujer amable y ahora había ayudado de sobremanera en la recuperación de Ed por lo que quería agradecerle cocinando al menos por ese día ya que Rose también la había invitado a comer continuamente en estos días. Era lo menos que podía hacer para agradecer sus atenciones puesto que, si Ed no presentaba ninguna complicación durante la noche, muy probablemente ella estaría comprando su boleto de vuelta a Ciudad del Este mañana.

Winry suspiró y miró el cielo por unos segundos antes de continuar su camino. Estaba sumamente feliz de que Ed estuviera de vuelta y que se estuviera recuperando de maravilla considerando el estado en el que lo había visto pero, por más que quisiera, no podía detener su vida por él. Su clientela en Ciudad del Este iba creciendo y finalmente estaba logrando que el apellido Rockbell fuera conocido fuera de Resembool y Rush Valley razón por la que no podía seguir alejándose de sus labores como lo estaba haciendo últimamente. Ed era un amigo muy preciado pero en esta ocasión no podía estar con él todo el tiempo como antes lo había hecho cuando los Elric le permitían ser, por unos momentos, parte de su vida. Además… temía que el continuar con su presencia continua terminaría por desenterrar los sentimientos que había albergado por él por varios años y que se había esforzado por dejarlos ir.

Una vez que hubo realizado sus compras, Winry encaminó sus pasos a la casa de Rose y en cuanto estuvo ahí le dio las noticias a Ed mientras revisaba cómo estaba reaccionando su cuerpo a sus nuevos automail. Cuando estuvo satisfecha con los resultados de la revisión, se dirigió a la cocina para comenzar a preparar la comida antes de que Rose y Eddie regresaran de la escuela. Para su sorpresa, Ed se ofreció a ayudarla. Tras unas bromas entre ellos en los que se ponía en duda la habilidad de Ed en la cocina, Winry accedió a su oferta y pasaron un rato agradable y divertido cocinando y recordando algunas anécdotas de su niñez mientras comenzaban a compartir, casi sin darse cuenta, algunas de las experiencias que habían vivido en los años que habían estado separados. No eran experiencias tan significativas en su vida pero era sin duda un paso importante entre ellos el comenzar a hablar con un poco más de detalle de esa época de sus vidas a comparación de los fragmentos que habían compartido previamente.

Cuando estaban terminando de cocinar, sin darse cuenta de ello, Winry se quedó observando a Ed mientras el joven se concentraba en llevar el tazón de la sopa hacia la mesa sin derramar ni una gota. Aunque ya llevaba varios días viéndolo, Winry no podía evitar seguir sintiéndose maravillada de tener al rubio de vuelta en su vida. Eso sin mencionar que el cambio entre el primer día y el ahora era gratamente sorprendente dado que Ed había recuperado el color natural de su piel y su cuerpo había comenzado a embarnecer ocultando las marcadas líneas de algunos de sus huesos que ella había llegado a notar en la primera ocasión. También su cabello había recuperado el brillo perdido y la cara de concentración que tenía en esos momentos le hacía recordar a Ed en su adolescencia, a la vez que la hacía darse cuenta de lo mucho que el joven había crecido y madurado. Aunque debía admitir que para ella Ed siempre había sido un chico atractivo, ahora esa madurez era más palpable en su persona lo que resaltaba su atractivo, lo cual se veía aún más acentuado con la casi imperceptible gravedad extra que había adquirido su voz, el brillo que había regresado a su mirada y la forma en la que actualmente se desenvolvía en el día a día.

Como si sintiera su mirada, cuando Ed depositó el tazón en la mesa, levantó su mirada rápidamente topándose directamente con los curiosos ojos azules que lo miraban atentamente. Tan pronto como su mirada se conectó con la de Winry, Ed pudo percibir un sutil estremecimiento de parte de la rubia por lo que no pudo evitar una sonrisa. Este gesto propició un ligero sonrojo en las mejillas de Winry que el joven pudo alcanzar a ver antes de que la rubia se diera media vuelta para ocultar su sonrojo, fingiendo contar los platos que iba a utilizar para servir toda la comida.

Envalentonado por la actitud de la rubia, Ed dijo. "¿Hey, Win?"

"¿Sí?" Preguntó Winry sin voltear a verlo.

"¿Por qué me estabas mirando?"

"No te estaba mirando."

"¿Ah sí?" Winry no respondió y trató de ocultarse adentrándose más en la cocina, ocasión que Ed aprovechó para acercarse lo más silenciosamente posible. Al tenerla nuevamente en su campo de visión, volvió a hablar. "¿Win?"

"Ya te dije que no te estaba viendo. Sólo estaba vigilando que no fueras a tirar la sopa."

Notando que las puntas de las orejas de Winry estaban comenzando a enrojecerse, Ed se acercó y se colocó al lado de ella, colocando a su vez su brazo izquierdo en la encimera que estaba frente a ellos. "¿En serio?" Dijo con voz suave.

Winry volteó a verlo más que nada por la cercanía con la que habían terminado. "E-en serio." Tartamudeó ella mientras trataba de dar un paso hacia atrás pero siendo detenida casi de inmediato por la mano de automail que Ed colocó en su cintura.

"A mí me pareció otra cosa." Dijo Ed sin poder contener más el sonrojo que estaba apareciendo en sus propias mejillas ante el atrevimiento con el que se estaba desenvolviendo y por la cercanía que tenía en esos momentos con Winry.

Un ruido se escuchó desde la entrada de la casa seguido casi de inmediato por el ligero rechinido que hacía la puerta principal al ser abierta.

Winry desvió su mirada de los ojos de Ed hacia sus labios para después volver a hacer contacto con los orbes dorados. "Rose y Eddie están aquí." Se lamió las labios inconscientemente. "Será mejor que sirvamos la comida." Dijo aunque no se movió ni un centímetro de su posición.

"Sí." Respondió Ed pero en lugar de apartarse comenzó a inclinarse hacia ella hasta que pudo sentir el roce de la respiración de la rubia en su rostro.

"¡Ed!" Antes de que Ed pudiera apartarse de Winry ante la voz de Eddie, el niño se aferró a su cintura. "¿Ahora podremos ir a la biblioteca juntos?"

Aturdido ante la inesperada interrupción, Ed se quedó en su mismo lugar mientras que Winry se ocupaba de separarse, con algo de trabajo por la escasa distancia entre ambos, de él para acercarse a la encimera sobre la que estaban los platos.

"¿Ed?" Insistió Eddie ante la falta de respuesta.

Aunque Ed quiso suspirar por el intento de beso frustrado, se contuvo y le sonrió a Eddie. "Paciencia, Eddie. La biblioteca no se va a ir a ningún lado."

"Pero ya tienes tu otra pierna."

Ed rió ligeramente forzándose a olvidarse de lo que estuvo a punto de pasar entre él y Winry. "Al se va a sorprender cuando descubra que hay alguien más impaciente que yo."

"Pero quiero ir contigo." Dijo Eddie con un ligero tono de berrinche.

"Eddie, recuerda que los pacientes de automail necesitan de un tiempo para adaptarse a sus nuevos miembros." Intervinó Winry con voz amable. "Además, ¿qué modales son esos, señorito? ¿No me vas a saludar?" Agregó con tono de falsa molestia mientras se llevaba las manos a la cadera.

"Ups." Eddie se separó del rubio y corrió a abrazar a Winry. "Hola, tía Winry. Estoy en casa." Dijo con una enorme sonrisa.

Winry rió y se agachó para abrazarlo completamente. "Así está mejor. Ahora, jovencito, ve a lavarte las manos para que podamos comer. Espero que aún te guste cómo cocino." Dijo para después darle un toquecito en la nariz con un dedo.

"¿Habrá un pay de manzana como cuando cumplí 5?" Preguntó Eddie ilusionado mirando a los lados en busca del postre.

"Lo siento, no tuve tiempo en esta ocasión pero te traeré uno en mi próxima visita ¿de acuerdo?"

"2."

"Tal vez." Dijo Winry con una sonrisa. "Ahora ve." Dijo mientras se levantaba para que el niño saliera de la habitación corriendo.

Al incorporarse se encontró con la intensa y atenta mirada de Ed. Sin duda alguna quería comentar acerca de lo ocurrido e incluso continuarlo pero la presencia de Rose volvió a interrumpir sus intenciones.

"Hola." Rose los saludó amablemente a ambos. "Qué bueno verte nuevamente con dos piernas, Ed." Le dijo al rubio con una sonrisa, la cual el rubio correspondió. "Pero, Winry, debes estar agotada. No debiste molestarte con la comida."

Winry movió una mano dimisivamente frente a ella. "Nada de eso. Ya he abusado demasiado de tu hospitalidad, Rose. Es lo menos que podía hacer." Dijo con una sonrisa.

"Oh, Winry, pero sabes que eres más que bienvenida aquí. No te hubieras molestado."

"No te preocupes, además tuve algo de ayuda." Dijo señalando con la cabeza a Ed.

"Ed, tú tampoco debiste esforzarte. Aún estás en recuperación."

Ed se encogió de hombros y sonrió. "Ahora que tengo mis automail de vuelta no te será tan fácil mantenerme en cama." Dijo con una ligera risa.

"Cielos. Con ustedes no se puede. " Rió Rose.

"Bueno…" Ed se rascó una mejilla. "Aunque debo disculparme porque me tomé ciertas libertades. Tendré visitas aquí más tarde, ¿eso está bien?"

"Por supuesto. Esta es tu casa." Sonrojándose un poco por la implicación que sus palabras pudieran tener, se volteó hacia Winry y agregó. "Y también tuya, Winry. Sé que no nos hemos visto tan seguido desde que Eddie y yo vivimos en Resembool pero sabes que estoy más que agradecida contigo y con tu abuela que en paz descanse."

"No tienes nada que agradecer, Rose. La abuela y yo disfrutamos mucho de su compañía y estoy segura de que mi abuela quería llorar cuando tuvo que despedirse de Eddie aunque dijera que era el humo de su pipa." Dijo con una sonrisa nostálgica.

"Habrán sido sólo unos meses pero sin duda la pasé muy bien con ustedes. Y estoy segura de que para Eddie fue igual."

"Eddie es un amor." Dijo Winry con una sonrisa. "Casi no he podido visitarlos desde que se fueron de Resembool y aún así me sigue viendo como su tía."

"Estoy segura de que siempre será así. Eddie les tomó mucho cariño a Al y a ti y siempre se pone muy contento cuando nos visitan. Bueno, aunque ahora que lo pienso, creo que también debería haberme dado un tiempo para que fuéramos a verte." Dijo Rose con una expresión ligeramente avergonzada al no haber pensado en ir a verla antes.

"Pueden ir cuando gusten." Le dijo Winry con una sonrisa tranquilizadora. "Igual también debería visitarlos más seguido pero de repente siento que el tiempo no me rinde." Suspiró. "Por eso ni siquiera pude venir a los últimos cumpleaños de Eddie."

Rose le sonrió. "Entiendo. A veces el trabajo no da tiempo para mucho. Además no te preocupes por los cumpleaños, Eddie se pone muy contento con tus llamadas y los regalos que le envías." Dijo mientras se acercaba a Winry para ayudarla con la comida. "Pero en fin, ¿hay algo en lo que pueda ayudarte?"

"No te preocupes, Rose. Esto ya está prácticamente terminado. ¿Por qué no se ocupan Ed y tú de terminar de llevar las otras cosas a la mesa?" Dijo Winry mientras revolvía el guiso de la cazuela con una cuchara de madera antes de ir a comprobar que el pollo del sartén estuviera completamente cocido.

"Claro. Muchas gracias, Winry."

Rose tomó un par de vasos y salió de la cocina para llevarlos al comedor. Ed hizo lo mismo con la cajita donde se encontraban los cubiertos pero se detuvo en su lugar para mirar fijamente a Winry. La rubia hizo contacto con su mirada pero rápidamente se giró en dirección a la estufa decidida a ignorar cualquier intento de conversación proveniente del joven. Ed siguió mirándola por un par de segundos pero decidió no forzar más la situación y salió de la habitación para seguir a Rose para gran alivio de Winry.

Cuando Winry escuchó que Ed y Rose estaban comenzando a platicar en el comedor, dejó escapar un suspiro, apagó la estufa y se llevó un puño a la frente. Idiota, ¿qué estás haciendo? Cerró los ojos por un momento mientras se concentraba en regularizar completamente su respiración que había comenzado a agitarse con la cercanía del rubio. Definitivamente tengo que irme ya.

Con esa nueva resolución en su mente, Winry se esforzó en apartar los pensamientos respecto a los momentos previos con Ed y se decidió a disfrutar de la compañía de Rose y Eddie durante la comida antes de ir a comprar su boleto para el día siguiente.


Durante la comida Ed pudo notar que Winry había vuelto a comportarse ligeramente distante con él, enfocando toda su atención en Rose y Eddie. Esta situación lo hizo sentirse culpable por el atrevimiento con el que se había estado desenvolviendo con ella lo que a su vez lo mantuvo un tanto silencioso en ese tiempo. Al concluir la comida, reaccionó y pensó en ofrecerle una disculpa a Winry pero antes de que pudiera siquiera pedirle un momento para hablar, la rubia se excusó ante todos diciendo que tenía un asunto que atender por lo que saldría por un par de horas.

Entre la incertidumbre ante el aparente rechazo que su acercamiento había causado en Winry y la emocionada charla que Eddie quería mantener con él, Ed no sintió el tiempo y sin darse cuenta pronto tuvo otro par más de rostros conocidos en el hogar de Rose.

"Acero."

Ed levantó su mirada de la hoja sobre la que estaba escribiendo algunos conceptos para Eddie para que pudiera estudiarlos más tarde. "Oh, qué tal." Saludó casualmente cuando se fijó en la expresión sorprendida de Roy y la expresión un tanto más reservada pero curiosa de parte de Riza.

"¿Qué tal?" Preguntó desconcertado Roy. Suspiró pesadamente antes de continuar. "¿Es en serio? ¿Es lo mejor que tienes que decir después de todos estos años de creer que no volverías?"

Ed rodó los ojos. "¿Qué es lo que esperas que te diga? ¿Te extrañé mucho, bastardo? ¡Ja! Ya quisieras."

Roy no pudo evitar sonreír. "Bueno, al menos no queda duda de que realmente eres tú."

"Eso suena a que me extrañaste." Dijo Ed con tono bromista y con una ligera sonrisa. Jamás se lo diría pero mentiría si dijera que no llegó a extrañar al menos en una ocasión a su fastidioso comandante en jefe y a los miembros de la unidad.

"Más bien diría que estoy sumamente interesado en saber cómo lograste volver siendo tú el que nos terminó delegando a Alphonse y a mí la tarea de destruir el portal." Concluyó Roy con un ligero tono de reproche al final.

Ed suspiró. "Era lo mejor." Intentando ganar un par de minutos antes de tener que responder las preguntas de Roy, Ed se inclinó ligeramente en el sillón para poder ver mejor a Riza. "Hawkeye, qué bueno verte." Dijo con una sonrisa.

Riza correspondió la sonrisa. "Edward, bienvenido de vuelta. No sabes lo felices que estamos de saber que pudiste regresar con bien."

Roy enarcó una ceja ante su inclusión en el comentario de la rubia.

"No te dejes engañar por las manías de este hombre. Roy y yo llevamos un tiempo investigando cualquier pista que pudiera ayudar a Al a dar contigo." Continuó Riza.

"¡Riza! Eso no se dice."

Ed rió. "Se los agradezco." Dijo con sinceridad. "Aunque no puedo creerlo, Hawkeye ¿cómo pudiste caer en las garras de un tipo como él?"

Roy llevó su mano a los hombros de Riza y la atrajo hacia sí. "Se nota que no sabes lo que es el amor verdadero."

Ed no pudo evitar una pequeña mueca al sentir una punzada ante las palabras de Roy al ser recordado de sus errores en ese departamento.

Haciendo uso de su buena observación y perspicacia, Riza se dio cuenta de que las palabras de Roy habían tenido cierto impacto en Ed por lo que tomó la palabra. "A veces yo también me preguntó cómo pasó esto." Bromeó mientras señalaba con su cabeza el anillo que reposaba en su dedo anular.

"Hey." Se quejó Roy.

Antes de que pudieran retomar la conversación, Rose ingresó a la sala trayendo una bandeja con tazas de humeante té casi al mismo tiempo que Eddie volvía de una visita al baño.

Tras unos momentos de charla conjunta, Rose tomó a Eddie de la mano y se lo llevó a su habitación con la excusa de revisar juntos sus deberes del día pero con la clara intención de darles la oportunidad de hablar tranquilamente sin interrupciones de su energético hijo.

Cuando volvieron a quedarse los tres solos, Ed se tensó al no estar precisamente deseoso de compartir detalles de su vida en los últimos años pero, afortunadamente, Roy y Riza no lo forzaron a hablar si no que mantuvieron un ritmo de charla agradable en la que prácticamente le dieron la batuta a él para que el propio Ed fuera el que decidiera qué es lo que quería contar, por lo que el rubio únicamente les mencionó que él había estado investigando y viajando (sin dar detalles de los elementos de su investigación) y mencionándoles que Gluttony había estado involucrado inesperadamente en su regreso asegurándoles que el homúnculo había sido finalmente destruido.

Dándose cuenta de que probablemente no recibirían más detalles de parte del rubio, Roy preguntó. "He de suponer que tus recuerdos del otro lado llegaron completamente intactos a Amestris, ¿cierto?"

Ed se quedó callado unos segundos antes de responder. "Sí."

Roy se llevó una mano a la barbilla, pensativo. "El conocimiento que traes contigo es sumamente peligroso."

El rubio se puso a la defensiva. "¿A qué quieres llegar?"

Roy llevó sus manos frente a sí en un gesto tranquilizador. "Calma, no te estoy amenazando. Al contrario, me parece perfecto que mantengas la mayor parte de la información para ti. Entre menos información se sepa del otro mundo mejor."

Riza continuó con la idea de Roy. "Después de la invasión hubo gente que comenzó a preguntarse cuál había sido el medio que esas personas habían utilizado para llegar a Amestris trayendo consigo tecnología avanzada con ellos." Suspiró. "Algunos lo fueron olvidando con el pasar del tiempo pero aún hasta el día de hoy hemos tenido que investigar y detener a un par de personas por investigaciones sospechosas relacionadas con el Portal."

Ed hizo una mueca. "Cielos…" Se pasó una mano en el rostro. "Realmente esperaba que el alboroto que causé ya hubiera sido controlado." Dijo con tono culpable.

Roy le dio unas palmaditas en la pierna. "Hey, al menos tú y Al ayudaron a detener a los invasores y los portales de ambos lados han sido destruidos. Mientras no me digas que eras amigo de esa mujer loca podremos llevar la fiesta en paz." Dijo con tono tranquilizador pero con un ligero tono de broma al final.

Ed inhaló un par de veces tratando de apartar la culpabilidad de su mente. "Jamás podría ser amigo de gente como ella." Su mirada se ensombreció por unos instantes.

Notando el sutil cambio en la actitud de Ed, Riza le dedicó una sonrisa tratando de cerrar el tema. "Bien, creemos en ti, Edward. Estábamos seguros de que no podías haberte relacionado en términos amigables con una persona como ella." Hizo una pausa antes de ponerse de pie. "Como te dijo Roy, no te forzaremos a hablar de cosas que no quieras compartir. Puedes contar con que haremos hasta lo imposible para evitar que la verdadera causa de tu desaparición y regreso sea difundida."

"Gracias, Hawkeye." Dijo Ed con una sonrisa de gratitud.

Roy tosió un par de veces para atraer la atención del rubio. "Lo dejé pasar antes pero tengo que intervenir. Recuerda que ahora es Mustang."

"Mierda." Dijo Ed con tono un tanto avergonzado puesto que llevaba todo ese rato llamándola por su apellido de soltera.

"No te preocupes, Edward. ¿Qué te parece si para evitar confusiones mejor me llamas Riza?"

Ed se rascó el cuello. "Será un poco raro llamarte así pero creo que puedo hacerlo. Gracias, Riza."

"No hay de qué. Iré a hacer un par de llamadas y volveré en unos minutos." Dijo Riza antes de salir de la sala para ir a buscar a Rose para pedirle permiso para usar su teléfono.

Cuando Riza se alejó, Ed retomó la plática. "¿Por qué no me sorprende que sea Riza la que tenga que hacerse cargo de todo este asunto?"

"Quizás porque ahora es ella quien está al frente de nuestra unidad. El título de Teniente Coronel no lo tiene de en balde." Respondió Roy sin inmutarse.

Ed rodó los ojos. "Obvio que eso lo sé, ya me contaron que ahora ella es tu superiora, Mayor Mustang." Dijo con un ligero tono de burla para molestar al pelinegro. "Ya era tiempo de que hubiera algo de justicia."

Roy lo miró con el ceño ligeramente fruncido. "¿A qué te refieres?"

"Por favor, sé sincero contigo mismo por una vez. Todos los que hemos trabajado contigo somos más que conscientes de que la que siempre ha hecho todo el trabajo en la unidad es Hawkeye."

"Riza Mustang." Dijo Roy entre dientes queriendo recordarle a Ed que Riza era su esposa.

Ed movió su mano izquierda de forma dimisiva. "Sí, sí, Riza Mustang como sea. El punto es que te estás negando a aceptar la realidad."

Roy enarcó una ceja. "Si estás queriendo llegar a lo que me estoy imaginando-"

Ed lo interrumpió. "Oh, vamos, siempre has sido todo un holgazán y parece que finalmente la milicia le está haciendo justicia a Riza dejando que sea ella la que mande tanto en el trabajo como en casa." Concluyó Ed sin poder contener su risa al final.

"¡Mentira! No se llega a Coronel siendo tan joven nada más porque sí. Se necesita mucha dedicación y esfuerzo para lograrlo." Dijo Roy inflando su pecho de orgullo.

"Digamos que te creo con eso de que llegaste legalmente a ser Coronel, Mayor Mustang." Dijo Ed con una sonrisa traviesa. "El punto es que desde que te conozco siempre has sido un holgazán hecho y derecho."

"Y tú siempre te has esforzado en ser todo un dolor en el trasero en cada ocasión que estamos en la misma habitación." Roy refunfuñó.

Ed rió. "Y eso que todavía no he acabado…" Su sonrisa se ensanchó. "¿Cómo está eso de que el gran Alquimista de Fuego tuvo que andar de rogón para lograr casarse?"

Roy no pudo evitar sonrojarse mientras resoplaba. "¿Cómo se te ocurre pensar eso?"

"No es que lo piense. Sé de buena fuente que es verdad, eso sin mencionar que tu expresión es confirmación más que suficiente." Respondió Ed con una risa.

El sonrojo de Roy se intensificó. "Más bien no sabes interpretar lo que te dijeron. Estás confundiendo un elegante y tierno cortejo con algo tan simple como el rogarle a alguien."

"Sí, sí lo que tú digas." Respondió Ed entre risas.

"Tú qué vas a saber, mocoso." Refunfuñó Roy.

"Te recuerdo que ya tengo 23." Dijo Ed mientras se limpiaba una lágrima del ojo.

"¿Y? El que estés siendo atendido por dos bellas señoritas no significa que sepas algo de temas amorosos. Conociéndote tu pequeño cerebro ni siquiera se ha percatado de que son mujeres." Dijo Roy con una sonrisa engreída mientras su rostro comenzaba a recuperar su color natural.

Ed frunció el ceño y desvió la mirada al lado opuesto a donde se encontraba Roy.

La reacción del rubio no pasó desapercibida para Roy. "Ed, no me digas que tienes los ojos puestos en tu anfitriona."

Ed mantuvo su mirada desviada.

"¿O acaso se trata de tu mecánica?"

Ed se mantuvo callado.

Roy exhaló pesadamente. "Eres insufrible. Si no quieres hablar está bien, sólo espero que tomes en cuenta mi consejo: Primero arregla tu vida y date el tiempo de ver qué tanto han cambiado las cosas en tu ausencia porque probablemente te lleves un par de sorpresas cuando empieces a aventurarte al exterior." Llevó una mano al hombro del joven. "Constantemente disfrutas antagonizarme siempre que puedes pero quiero que sepas que en mí tienes un amigo. Ya sea que quieras aceptarlo o no." Concluyó Roy con una sonrisa.

"Parece que una de las sorpresas a las que te refieres es que te has vuelto cursi ¿no?" Bromeó Ed aunque una pequeña sonrisa sincera se hizo presente en su rostro.

"Yo le diría madurez, algo que aparentemente aún te hace falta."

"Ja ja ja, me matas de risa, bastardo." Dijo Ed sarcásticamente.

Antes de que el par pudiera comenzar a discutir, Riza regresó a la habitación.

"Bien, creo que ya tenemos vía libre para reintroducirte a la vida pública."

Ed suspiró. "Supongo que para hacerlo tendré que hacerlo bajo el mando de la milicia ¿no es así?"

Riza le ofreció una sonrisa de disculpa. "Así es. Cuando desapareciste por primera vez eras oficialmente un miembro de la milicia por lo que con el pasar del tiempo se te declaró 'Perdido en Acción'. Era eso o declararte como un desertor y si eso hubiera pasado estarías en grave peligro desde el momento en el que regresaste a Amestris."

"Además…" Roy continuó el relato. "Tuviste la ventaja de que las personas que te vieron durante la invasión de Amestris sólo fuimos Al, Winry, Sheska y yo. Hubo más testigos que creyeron haberte visto pero al no poder confirmarlo con certeza por haberte visto a varios metros de distancia sus testimonios fueron descartados y tu estatus de desaparecido ha permanecido intacto desde que se te otorgó."

"Ya veo… Esperen, pero entonces ¿cómo voy a justificar mi regreso? Dudo mucho que me dejen reincorporarme sin preguntarme dónde demonios me metí todo este tiempo."

"En efecto, pero tu coartada se está construyendo en estos mismos momentos." Contestó Riza provocando una ceja enarcada en Ed. "Roy y yo seguimos trabajando en la misma unidad por lo que contamos con el apoyo de todos los chicos para reforzar la versión que le daremos a los superiores." Le entregó una hoja de papel a Ed donde podían apreciarse algunas notas escritas por ella, seguramente durante las llamadas que acababa de hacer. "El día 28 de marzo de 1915 el Mayor Edward Elric fue enviado a una misión encubierta a nuestro país vecino Aerugo. El objetivo era reunir información confidencial sobre sus tácticas militares para prepararnos ante la guerra que se rumoreaba deseaban llevar a cabo. La importancia de dicha misión se vio reforzada cuando, aprovechándose de la confusión y el estado vulnerable de Amestris ante la extraña invasión recibida, Aerugo hizo su movida y nos atacó tan solo 3 semanas después del incidente." Los ojos de Ed se agrandaron ante la sorpresa de ese nuevo suceso que nadie se había tomado la molestia de mencionarle. Ante esto, Riza levantó una mano pidiéndole que la dejara terminar. "El ataque proveniente de Aerugo fue todo un fracaso gracias a que se pudieron tomar medidas precautorias y la frontera fue reforzada durante las 24 horas previas a la invasión. Todo gracias al oportuno informe proporcionado por el alquimista de Acero. Desafortunadamente, el hacer llegar esa información tuvo un alto costo en el joven Edward Elric, quien fue herido de gravedad provocando que no pudiera regresar al país hasta el día de hoy. "

"Wow un momento, no hay manera en que puedan darme esa coartada. ¡Ni siquiera sabía que Aerugo nos había atacado! ¿Cómo van a hacer creer a todos que yo estuve involucrado en un suceso tan importante? ¿Además no terminaría robándome el crédito de alguien más?"

Roy tomó la palabra. "Como Riza te dijo, los elementos de tu coartada están siendo acomodados en estos precisos momentos. Respecto a nuestro valioso informante, no tienes que preocuparte, esa persona se ha mantenido en el anonimato todo este tiempo y estoy seguro de que estará más que dispuesta a apoyarnos en cuanto hable con ella."

"¿Cómo puedes estar tan seguro?"

"Fácil." Bajó el volumen de su voz antes de volver a hablar. "Se trata de mi madre y ella siempre está dispuesta a apoyar las buenas causas."

Ed quiso preguntar más acerca de la madre de Mustang pero el pelinegro le indicó con su mirada que no lo hiciera. Si hasta apenas Ed se había enterado que la madre de Mustang estaba involucrada en cuestiones de espionaje eso quería decir que era un secreto que pocos conocían y, aunque no lo admitía, era agradable que se le hiciera partícipe de un secreto tan importante.

Carraspeando un par de veces, el rubio habló. "Ok no preguntaré más acerca de esos detalles pero sigo sin sentirme cómodo con la idea de atribuirme un mérito ajeno."

"No haremos un gran alarde de eso, simplemente lo usaremos como coartada pero estoy seguro que podremos mantener ese detalle como información confidencial por lo que sólo unos cuantos soldados estarán al tanto de ello. Para la población en general sólo se les hará saber que regresaste de una misión encubierta." Hizo una ligera pausa. "¿Recuerdas nuestra última charla antes de que desaparecieras por primera vez?" No le dio tiempo al rubio de responder. "Me hablaste de cómo había muchas cosas sucediendo a nuestro alrededor que terminaban siendo más importantes que nuestros propios sueños. Desde ese entonces e incluso antes de eso entendías la importancia del tener que hacer sacrificios en beneficio de los demás." Colocó un par de dedos en el parche que reposaba sobre su ojo. "Cada uno paga un precio por intentar hacer la diferencia. A mí me costó trabajo aceptar por completo el precio a pagar por mis acciones." Desvió su mirada hacia Riza y le dedicó una sonrisa afectuosa. "Pero hubo gente que me hizo ver que no tenía que dejarme abrumar completamente por ello y que no tenía que rehusarme a darme la oportunidad de pensar en mí." Devolvió su mirada a Ed. "Eso mismo quiero que tú entiendas. Pagaste un precio muy alto al estar todos estos años lejos de todo lo que te era conocido sin tener la certeza de poder volver. Así que ahora date la oportunidad de realmente disfrutar el hecho de estar de vuelta en Amestris."

Ed agachó un poco la mirada.

Riza tomó la palabra. "Sé que nunca fuiste precisamente un fan de ser parte de la milicia pero esta es la mejor opción que podemos ofrecerte. Podrás escapar represalias al descartar la posibilidad de haber desertado sólo que será necesario que te reincorpores a la milicia por un tiempo."

Ed suspiró. "¿Cuánto tiempo?"

"Por ser un alquimista estatal y por la importancia de la misión en la que estuviste involucrado..." Ed resopló pero Riza lo ignoró y siguió hablando. "Probablemente podrás ser libre en 7 años."

Ed se puso de pie abruptamente sintiendo un tirón recorrer la parte superior de la pierna donde se encontraba su automail pero lo ignoró. "¡¿7 años?! ¡De ninguna maldita manera!"

Riza suspiró. "Escúchame, Ed, sé que no es tu opción ideal pero es la mejor que tienes en estos momentos. Aunque ha mejorado, la milicia aún sigue siendo muy rígida en algunos aspectos por lo que es altamente probable que quieran que permanezcas con nosotros en Amestris los 7 años que estuviste ausente."

Ed respiró profundamente un par de veces tratando de tranquilizarse. No quería desquitar su enojo con Hawkeye. "¿De verdad es la única opción?"

Riza le sonrió con un poco de tristeza. "Lo lamento, pero es lo mejor que puedo ofrecerte."

Ed se dejó caer pesadamente en el sillón, frunciendo el ceño y sin decir palabra alguna.

"Y eso que todavía no has escuchado que vas a tener que usar uniforme cuando te reincorpores." Comentó Roy.

Ed lo fulminó con la mirada.

Riza ignoró el combate de miradas de los hombres y retomó la palabra. "Efectivamente vas a tener que usar un uniforme ya que la mejor manera de sacarte lo más rápido posible del ejército va a ser que te conviertas en un activo sobresaliente de la milicia."

"Van a mandarme a matar sujetos "problemáticos" para el país, ¿cierto?"

Riza se quedó sin palabras por un momento debido al contrastante cambio en el comportamiento de Ed ante la posibilidad de tener que matar. Mientras que su versión infantil y adolescente se había negado rotundamente en numerosas ocasiones ante la mera idea de la posibilidad de tener que hacerlo, ahora el joven que tenía frente a sí parecía no querer hacerlo pero su lenguaje corporal dejaba entrever que lo haría si fuera necesario, no porque quisiera hacerlo sino porque se sentía cansado y resignado. Ciertamente había percibido un poco de ese comportamiento de parte de Edward la última vez que lo había visto antes del enfrentamiento de Roy con Bradley (incluso Roy le había llegado a hablar de ello en alguna ocasión ya que él también pudo percibir ese cambio en el chico) pero el presenciar esa faceta de Ed en primera fila y observar al mismo tiempo su lenguaje corporal era algo para lo que Riza no estaba completamente preparada sobre todo al considerar que había conocido a Edward cuando apenas era un niño de 12 años.

Carraspeando un poco para ayudarse a sí misma a salir de su ensimismamiento, Riza continuó. "Nada de eso." La postura de Ed se relajó casi imperceptiblemente. "Tal vez te parezca difícil de creer pero el país está mejorando." Le sonrió. "Obviamente sigue habiendo criminales y bandos rebeldes por aquí y por allá pero nada que requiera medidas drásticas. Para ganarte el favor de los altos mandos, tendrás que continuar atendiendo las misiones en las que se te encomiende participar además de que sería altamente recomendable que retomaras tus habilidades de investigador para justificar tu título de alquimista estatal. Estas son cosas que ya venías haciendo hace años así que lo que va a cambiar es que vas a tener que apoyar en labores de supervisión de cadetes, revisiones a soldados y, por supuesto, el papeleo que llegue a tu unidad designada."

Ed se permitió una sonrisa. "Que seguramente es la oficina donde están tú y Mustang ¿no?"

"Por supuesto."

"No íbamos a dejar que te nos escaparas tan fácilmente." Agregó Roy con un ligero tono bromista.

"Por todas las responsabilidades que se te darán no podemos permitir que se te dé un trato preferencial en lo que respecta al uniforme. Así que lo siento, Ed, pero es lo que hay." Concluyó Riza con una sonrisa de disculpa.

Ed se llevó las manos a los bolsillos de su pantalón y se deslizó un par de centímetros en el sillón mientras suspiraba. "Bueno… supongo que no hay opción."

"No puedo asegurarte nada, Ed, pero cabe la posibilidad de que si tu rendimiento es excelente podamos reducir tu tiempo en la milicia a 5 años. Incluso, siendo extremadamente optimistas, podríamos sacarte de ahí en 3 años, pero es muy pronto como para asegurarte algo."

"¿En serio?"

"No puedo asegurarlo pero la posibilidad está ahí." Concluyó Riza.

La posibilidad animó a Ed. "¡Fantástico! Entonces haré todo lo necesario para que los imbéciles del alto mando me dejen en paz."

Roy sonrió de manera engreída. "Perfecto entonces más te vale que te consigas un traje de gala para…" Hizo un conteo mental rápido. "dentro de 9 días."

"¿Qué?"

Riza asintió aprobando la idea de Roy. "La gala anual será la oportunidad perfecta para reintroducir al Alquimista de Acero a la vida pública."

"Tienen que estar bromeando…" Ante el silencio de ambos, Ed suspiró. "Grandioso…" Dijo malhumorado.

"Vamos, Ed, no seas tan aguafiestas. Además deberías verle el lado bueno a un evento de esa magnitud. Tienes la oportunidad perfecta para invitar a la adorable señorita Thomas como tu cita."

Ed balbuceó por unos segundos. "¿Pero por qué?"

"Generalmente se espera que los invitados acudan con una cita." Dijo Riza en tono serio.

"¡Pero ni siquiera estoy saliendo con alguien!"

Roy rió. "¿Es en serio, Ed? ¿Estuviste todo este tiempo viviendo bajo el mismo techo que la señorita Thomas y no te armaste de valor para siquiera coquetearle? Ahora es cuando tienes que disfrutar la vida. ¡Qué desperdicio que tengas a una señorita tan atractiva a tu lado y no hagas ni el más mínimo esfuerzo por aprovechar la oportunidad!."

Riza le dio un codazo y una mirada fría que hicieron que Roy tosiera un par de veces mientras que Ed se sonrojaba aunque por razones contrarias a las que Roy pudiera imaginar dado que por su mente cruzó la idea de cómo se vería Winry en un vestido de gala.

Riza volvió a su expresión calmada cuando se dirigió a Ed. "Si deseas venir solo también es una opción aunque en realidad son pocas personas que tienden a venir sin acompañante. Incluso puedes ir con Rose en plan de amigos, nadie te prohíbe hacerlo. Piénsalo." Dijo la rubia con una sonrisa amable.

Ed resopló para aligerar el calor que se había hecho presente en sus mejillas. "De acuerdo. Ya veré qué haré."

Los tres siguieron platicando por un rato más siendo el tema principal la gala anual. Tras darle todos los detalles necesarios a Ed, Roy y Riza se despidieron de él, para sorpresa del rubio, con un abrazo que el joven regresó de manera titubeante al no haber compartido ese gesto previamente con ellos.

Al notar que la ligera tensión de Ed al ser abrazado inesperadamente por ellos seguía ahí cuando Riza lo abrazó, Roy no pudo evitar bromear un poco con él. "Hey, trata a mi esposa con cuidado, mocoso."

Ed se sonrojó ligeramente. "¡Es lo que hago!"

Riza rodó sus ojos sabiendo lo mucho que ese par disfrutaba molestarse mutuamente antes de separarse de Ed. "No le hagas caso, Edward. Sólo está un poco paranoico."

"No estoy paranoico, amor. Es normal que me preocupe por ti, sobre todo ahora." Dijo Roy con una sonrisa.

Al notar que Riza correspondía la sonrisa de su esposo, Ed enarcó una ceja y preguntó. "¿Me estoy perdiendo de algo?"

Riza suspiró pero mantuvo su sonrisa. "Se supone que íbamos a esperar unas semanas más antes de anunciarlo pero alguien parece no conocer la discreción."

Roy se encogió de hombros. "Vamos, Riza, Ed es un lento para estas cosas. Bien podemos decirle junto a los demás."

Ed frunció el ceño. "¿Qué dijiste, Mayor Rogón?"

Riza intervino antes de que Roy pudiera responder. "No le hagas caso a sus tonterías, Edward." Volvió a sonreír. "Lo que sucede es que en algunos meses seremos padres."

Ed se quedó con la boca ligeramente abierta mientras bajaba momentáneamente su mirada hacia el vientre aún plano de Riza para después preguntar. "¿Entonces estás…?"

Riza asintió con la cabeza. "Así es. La próxima semana haré los dos meses."

Ed se quedó procesando la información por algunos segundos (segundos que Roy aprovechó para colocar su brazo alrededor de los hombros de la rubia) antes de responder. "Pues vaya, esto sí no lo vi venir. Pero muchas felicidades, Riza. Espero que el bebé se parezca completamente a ti y no al idiota de su padre." Le dijo con una sonrisa sincera.

Roy frunció el ceño y Riza soltó una risita antes de responder. "Gracias, Edward."

"Y tú…" Ed enfocó su mirada en Roy para después sonreír traviesamente y decir. "Cielos, como que regresaste medio urgido del Norte ¿no?"

Roy no pudo evitar su sonrojo "Para tu información ya cumplimos dos años de casados." Dijo él.

Ed rió y regresó su mirada a Riza. "Eso demuestra que definitivamente tienes una paciencia increíble, Riza."

Ella rió brevemente antes de responder. "Puede ser…" Le dirigió una mirada cariñosa a Roy antes de regresarla al joven. "Pero ya que me aventuré en este camino debo decir que no me arrepiento para nada."

Roy besó su cabeza. "Ni yo."

Ed tosió un par de veces antes de hablar. "En fin, muchas felicidades para los dos." Dijo procurando esta vez sonreírles a ambos. "Me alegra saber que la vida los está tratando bien. Se lo merecen."

"Gracias, Ed." Le dijo Roy con una sonrisa sincera.

"Y, aunque no sea lo que esperabas, créenos que será todo un placer volver a trabajar contigo y que haremos todo lo posible para que te sientas a gusto." Dijo Riza.

"Gracias, Riza." Le dijo Ed con una sonrisa.

"Aunque he de decir que quizás una bella dama podría hacer más amenos tus días y ayudarte a acoplarte más rápido a tu nueva vida." Le dijo Roy en un ligero tono de burla para molestarlo.

"Roy…" Lo regañó Riza ligeramente.

Roy pensó en reírse un poco pero al notar la expresión pensativa de Ed ante sus palabras decidió no comentar más al respecto por lo que el matrimonio terminó de despedirse y se retiró del hogar de Rose.

Rose y Eddie regresaron a la sala para poder despedirse de Roy y Riza por lo que los tres se decidieron a preparar una cena ligera (a Eddie se le asignaron tareas sencillas lejos de la estufa para no excluirlo de la actividad). Rose apenas había comenzado a freír algunas verduras que servirían como guarnición cuando Winry regresó a la casa pidiendo hacerle una revisión de automail a Ed para comprobar que todo siguiera bien.

Ed se sorprendió ante la insistencia repentina de Winry por hacerle una revisión tan rápido pero no lo demostró y la siguió a la habitación de huéspedes puesto que se había decidido a invitar a Winry a la gala y esa era la oportunidad perfecta para hacerlo.

Tras unos minutos de silenciosa revisión en la que Ed se recostó en la cama mientras que la rubia se sentó en un banquito al lado de la misma, Ed decidió romper el silencio. "Gracias por hacer que vinieran a verme."

Winry le dirigió una breve sonrisa antes de regresar la mirada a su labor con el automail de su pierna. "No hay de qué. Espero que hayan encontrado una manera de ayudarte."

"Así es…" Hizo una pausa esperando que Winry le preguntara más al respecto pero, ante el silencio de la rubia, Ed decidió continuar. "Tendré que volver al ejército por un tiempo pero creo que había sido demasiado optimista de mi parte el pensar que no tendría que volver a poner un pie en el Comando."

Winry levantó su mirada para toparse directamente con los orbes dorados de Ed. "Lo siento, Ed. Supongo que eso es lo último que querías ahora." Dijo con sinceridad.

Ed se encogió de hombros y le sonrió. "Bueno, no hay de otra. Al fin y al cabo ¿cuándo he obtenido lo que deseaba de la manera esperada?"

"¿Seguro que estás bien?" Preguntó Winry con preocupación.

"Claro, si pude soportar estar en el ejército siendo un mocoso de 12 ahora esto será pan comido." Respondió Ed sin dejar de sonreír.

Winry le correspondió la sonrisa. "Si necesitas algo no dudes en pedírmelo ¿sí? Además no olvides tus sesiones de mantenimiento. Recuerda que tus puertos son nuevos por lo que cada mes tenemos que revisarlos para asegurarnos de que tu cuerpo los ha aceptado por completo. Y nada de peros, eh. Al fin y al cabo ya no tendrás que ir hasta Resembool cuando necesites de alguna reparación."

"No me importaría la distancia con tal de poder verte." Dijo Ed viéndola fijamente.

Las mejillas de Winry se sonrojaron sutilmente por lo que bajó su mirada hacia el automail del rubio para disimularlo. Tras una ligera pausa dijo con un ligero deje de amargura que no pudo ocultar. "Quién sabe. Hace años parecía que vernos a la abuela y a mí en Resembool era lo que menos querías hacer."

Ed se estremeció internamente ante el tono de Winry, aunque no podía culparla puesto que no había sido capaz de demostrarles a ella y a Pinako lo mucho que significaban en su vida. "Lo siento."

Winry suspiró. "No tienes que disculparte. Olvida lo que dije." Antes de que Ed pudiera hablar, Winry volvió a subir su mirada con una ligera sonrisa en su rostro. "Sólo espero que ahora que regreses al ejército realmente seas cuidadoso con tus automail y me llames tan pronto como necesites algo de ayuda ¿de acuerdo?"

"Claro, lo haré."

Winry trató de enfocarse nuevamente en su labor pero Ed detuvo su mano donde sostenía la llave con la suya forzándola a regresar su atención a él.

"En realidad, hay algo en lo que me gustaría que me ayudaras ahora." Dijo el rubio sin soltar la mano de Winry.

Winry enarcó una ceja. "¿Ah sí?"

"Verás… Mustang y Riza ya tienen planeado mi "triunfal" regreso a la vida pública, sólo que ese regreso involucra la estúpida gala anual de la milicia."

"Ah." Fue lo único que Winry pudo atinar a decir mientras bajaba levemente su mirada. Al estar sosteniendo su mano con la suya, Ed pudo sentir que un ligero estremecimiento pasaba por el cuerpo de la joven ante las palabras que acababa de decirle.

Ed tragó saliva sintiéndose repentinamente nervioso tanto por lo que quería decir como la duda que le causaba las reacciones de Winry. "Me dijeron que era recomendable que llevara una acompañante así que…" Con mano ligeramente temblorosa, llevó su mano de automail a la barbilla de la joven para hacerla verlo a los ojos. "¿Irías conmigo?"

Los ojos de Winry se agrandaron ligeramente y pocos segundos después se apartó de ambas manos de Ed, dirigiendo su azulada mirada al suelo. "No, Ed. No puedo."

Ed sintió una punzada en su corazón ante la negativa pero trató de salvar la situación con una risa nerviosa. "Bueno… ¿sabes? No es como que tengas que ir como mi cita, estaba pensando en ir en plan de amigos."

Winry inhaló profundamente antes de volver a verlo con una sonrisa triste en sus labios. "Lo siento, Ed, no puedo ir contigo."

"Oh." Fue todo lo que pudo decir el joven sin poder ocultar la decepción y tristeza que su rechazo le provocaba.

"Es que…" Winry apretó sus manos en puños sobre sus rodillas. "ya tengo con quien ir."

"Oh." Repitió Ed mientras terminaba de procesar sus palabras. "Espera. ¿Qué? ¿De por sí pensabas ir a un evento de la milicia?" Preguntó con sorpresa.

Winry se encogió de hombros. "Supongo."

"¿Entonces por qué no vas conmigo?"

"Ya te lo dije. Voy a ir con alguien más."

"¿Alguien de la unidad? ¿El teniente Brosh? ¿Armstrong?" Ante la negativa de Winry con la cabeza, Ed continuó. "No entiendo, ¿entonces con quién demonios vas a ir?"

Los ojos de Winry brillaron con molestia. "¿Acaso es tan difícil de creer que alguien me haya invitado a un baile?"

"Sí." Dijo Ed sin pensar.

Molesta, Winry se puso de pie y se dirigió a su bolso comenzando a rebuscar en él.

Dándose cuenta de su error, Ed comenzó a tartamudear. "Espera, no… no me refería a eso… es que… yo creí que… bueno… que había la posibilidad… de que tú y yo…"

El rubio se vio interrumpido por el regreso frente a él de Winry, quien se sentó en la cama junto a él colocando un collar a la altura del rostro del joven.

Ed se quedó viendo el collar distraídamente por unos segundos antes de hablar. "No entiendo. ¿Qué significa esto?"

La molestia parecía haberse evaporado del rostro de Winry dejándola con una expresión que Ed no supo descifrar. Después de morderse el labio inferior por un momento, la rubia respondió. "Lo creas o no ya tengo con quien ir y ese alguien es mi prometido."

Ed sintió como si las palabras de Winry le sacaran el aire del cuerpo mientras finalmente veía el desconocido collar con atención. Anteriormente no se había equivocado al darse cuenta de que había tres dijes en él. El primero era una 'W' estilizada con toques plateados y dorados y con una pequeña piedrecilla aquí y allá, el segundo tenía forma de una llave en color plateado y el que se encontraba en medio de los dos en realidad no era un dije sino que se trataba de un anillo plateado con una piedra preciosa rosada sobresaliendo notoriamente de la parte superior formando lo que sin duda alguna era un anillo de compromiso.


N/A2: Así es, creo que ya se estaba viendo venir pero aquí está completamente confirmado. No sólo tenemos un triángulo amoroso sino que en realidad esto es un cuadrado haha. Esa pequeña 'x' al principio de las parejas del summary no estaba de más. Aunque la idea inicial era hacer un triángulo amoroso la verdad es que no tardó mucho en que se uniera un integrante más. Ahora tocará ver qué efectos tendrá esto…

Y bien eso es todo por ahora. Nos vemos en el próximo capítulo en el podremos ver más de la reacción de Ed y el comienzo de la noche de Gala ;)

Muchas gracias por leer!

Golden