— Yo, soy el Señor de los Dragones… — Persona normal hablando.
[Yo, soy el Señor de los Dragones…] Seres Sellados hablando.
—ʺAsí que este es el poder de los Dragonesʺ — Persona normal pensando.
Capítulo 4: Descanso obligatorio
El tiempo desde que se inició la guerra transcurrió sin detenerse, pasando 70 años rápidamente sin que la lucha entre las Facciones se detuvieran en ningún momento.
En ese tiempo algunos participantes empezaron a ganar cierta fama en el campo de batalla, pues su sola presencia inclinaba la balanza en favor de la Facción a la que pertenecían o marcaba una gran diferencia en el flujo de la batalla.
Sin embargo, de entre todos solo un numero selecto tenían del poder de conquistar por completo cada campo de batalla que pisaban.
En la Facción del cielo estaban:
Metatron, La voz de Dios.
Se puede ver a cierto Arcángel diezmar a sus enemigos fácilmente con sus lanzas de luz arrojadas de forma impecable, sin mencionar que usaba técnicas de luz bastante avanzadas creando ataques únicos en su tipo.
Prueba de eso era como formó un enorme número de pequeñas esferas de luz, las cuales se movían por todo el campo de batalla atravesando a Caídos y Demonios por igual, teniendo la ventaja de que sus movimiento eran erráticos y por lo tanto era un ataque impredecible al grado de ser casi ineludible además de su amplio rango.
Uriel, El fuego de Dios.
Este Arcángel usaba un tipo único de fuego sagrado para quemar a sus oponentes.
Ahora mismo se veía rodeado de enemigos de dos Facciones, pero con fluidos movimientos manipulaba el fuego como una extensión más de su cuerpo, creando un flujo de fuego que podía usar de forma ofensiva y defensiva haciéndolo intocable.
Gabriel, El Ángel más bello del Cielo y el más amado por Dios.
Si bien sus técnicas no eran tan llamativas y su apodo fue extendido por sus propios compañeros de Facción, aún era alguien que no querías cruzar en el campo de batalla.
Varios enemigos caían ante sus puños y su lanza de luz, la cual movía de forma fluida y delicada o salvaje y arrolladora, lo cual era dependiendo de su estado de ánimo, el cual se relacionaba con su rivalidad con cierto Demonio de cabello carmesí.
Y Michael, El Ángel más cercano a Dios.
Su manejo de hechizos sacros era del más alto nivel, al grado de poder emplear algunos ataques del mismo Elohim.
Por parte de la Facción de los Ángeles Caídos estaban:
Kokabiel, El Ángel de las Estrellas.
Una lluvia de lanzas de luz que parecían estrellas fugaces evidenciaba su claro poder, además de su gran habilidad y precisión al grado de no fallar ningún objetivo.
Baraquiel, El relámpago Santo.
Se puede ver como este Caído nivel Cadre emplea su espada de luz para diezmar a sus enemigos, para luego extender su mano y que de esta surgiera una poderosa oleada de rayos que electrocutaba a sus enemigos hasta la muerte.
Penemue, La lanza carmesí
La Cadre manejaba perfectamente su lanza de luz dura mientras atravesaba docenas de demonios, creando una segunda lanza y para luego manejarlas de forma magistral o en algunos casos haciendo llover tales armas a velocidades increíbles.
Su técnica era similar pero totalmente diferente a la de Kokabiel en este ataque, siendo que ella se diferenciaba por ser la única en lograr solidificar su lanza a tal punto que parecía una lanza de verdad, con grabados a lo largo del eje como si fuera un artículo hecho a mano, pero conservando su poder de luz en contra de los Demonios.
Azazel, El primer Caído.
Basta decir que su manejo del poder sacro y su conocimiento de hechizos estaban al nivel de Michael.
Por ultimo estaba la Facción Demoniaca, de los cuales más destacaban:
Zeoticus Gremory y Sigmund Sitri, la combinación Blue-Crimson.
Se puede ver como dos rayos de luz, carmesí y azul surcaban el campo de batalla a la par diezmando enemigos sin descanso a su paso, siendo que ambos compañeros se apoyaban mutuamente cambiando de oponente de forma inesperada o complementando los hechizos usados entre ellos en una dupla perfecta.
Reynard Phoenix, el Inmortal.
Este demonio logró dominar su fuego al punto de convertir partes de su cuerpo en tal elemento, usando esta habilidad para evitar ser golpeado por las lanzas de luz del enemigo cuando fuera necesario o fuera un ataque inevitable, eliminando parcialmente su debilidad a elementos santos al no poder ser tocado por estos.
Zekram Bael, el Señor de la Ruina.
Su manejo del Poder de la Destrucción era excepcional entre su Clan.
Se puede ver cómo era rodeado de ángeles y Caídos, pero expulsando su aura lograba evaporar a sus enemigos sin problemas.
Y por supuesto, Naruto Gremory.
Este era un caso especial por ser un Demonio joven, pues aparte de él, los Demonios más jóvenes ya habían cumplido al menos un siglo de vida siendo algunos Demonios la excepción, como su padre qué solo tenía 25 años cuando fue llamado por sus líderes.
Zeoticus, Sigmund y Reynard eran los jefes de Clan más jóvenes de todos, pero al haber recibido una educación completa por parte de los anteriores patriarcas fueron llamados a combatir en favor de su Facción.
Actualmente Naruto ostentaba el título del Demonio más joven convocado en la guerra, pues solo tenía 17 años cuando se unió al frente de batalla y aunque los planes eran colocarlo unos años en las reservas, fueron atacados por oponentes de alto rango en ambas Facciones enemigas donde demostró su fuerza y habilidades que lo consolidaron como una fuerza a temer en la Facción Demoniaca.
Así fue reconocido por los Maou, logrando una actuación por demás notable en su primera incursión en las líneas delanteras al enfrentar él solo a los líderes de la Facción del Cielo y de los Ángeles Caídos.
Desde ese momento su forma de pelear se destacó cómo única, con unas pocas variaciones cuando usaba solo sus manos en combate cuerpo a cuerpo sin ningún hechizo mágico, o cuando se le veía usando algún arma, en cuyo caso era siempre una lanza o una espada de una mano acompañada de un escudo.
Sin embargo lo que en verdad lo distinguía de otros Demonios era su variedad de técnicas, algo que lo hacían muy peligroso para sus enemigos, sobre todo el grado de dominio que tenía sobre estas al usar cada técnica en más de una forma, dándole acceso a un arsenal ilimitado de recursos en batalla así como estilos y combinaciones.
Una de las cosas más emblemáticas que lo destacaban en el campo de batalla en estos últimos años, era que de una u otra forma, mientras diezmaba a sus enemigos siempre era frenado por Penemue y Gabriel, enfrascándose en una batalla a tres bandas, donde al final se formaba una alianza entre estas dos para combatir a Naruto llevando el combate a un punto muerto.
En estos casos el peli-rojo solía retirarse de la batalla mientras dibujaba una sonrisa complicada debajo de su casco.
Esto frustraba a Penemue y en cierto grado a Gabriel, pues ellas sabían que él no las enfrentaba con la intención de matar.
Sin embargo, ambas agradecían de qué al menos dejara de esparcir la sangre de sus camaradas en el campo de batalla y les dedicara toda su atención cuando se encontraban frente a frente.
Lo cual ocurría actualmente.
¡CLANG!
Un choque entre una espada y una lanza de luz resonó en el campo de batalla.
Naruto seguía usando su armadura creada por Kili, siendo que la espada que sostenía así como el escudo eran adiciones que se hicieron después.
Aunque solía usarlas muy poco.
Un joven Caído cayó sobre su trasero mientras sudaba frío, pues fue salvado de una muerte segura por su líder.
— ¡Kuh! — Gruñó Penemue mientras ejercía presión sobre su oponente.
— Tuviste suerte chico, si no fuera por Penemue seguiría mi camino de sangre y muerte — Expuso Naruto con tono fácil.
El pobre Caído solo tembló ante el tono casual que usó el infame Demonio.
Que su casco cubriera su rostro solo aumentaba el terror pues su imaginación volaba tratando de imaginar la expresión indiferente que podría portar.
— Que esperas, regresa con tu unidad y abandonen esta área — Ordenó la Cadre sin dejar de mirar a su oponente.
— ¡H-Hai! — Exclamó el soldado mientras se ponía de pie.
Sus piernas temblaban por el terror, siendo que no ayudaba el sentir como la presión de poder aumentaba alrededor de esos dos monstruos.
Aun así se obligó a moverse y cumplir las órdenes dadas por su superior.
— ¡Retirada! ¡Código Carmesí! — Exclamó el Caído a todo pulmón.
Los Caídos rápidamente invocaron círculos de tele-transportación para retirarse del campo de batalla.
Su unidad de trescientos hombres fue reducida a solo treinta y siete en tan solo un par de minutos por ese sujeto, lo que lo hizo apretar los puños mientras veía a su Líder contener al peli-rojo.
Sin embargo se obligó a calmarse y suspirando negó con la cabeza, pues como segundo al mando y en ausencia de su comandante él debía de informar las bajas a su Líder cuanto antes.
Sin más se retiró.
Desde la distancia, Azazel permanecía flotando a una gran altura, observando el campo de batalla y las vidas que eran arrebatadas por la Guerra.
— Lord Azazel, la décimo tercera brigada fue casi aniquilada… Naruto Gremory apareció y si no fuera por Penemue-sama no estaría yo aquí — Oyó decir a alguien a su espalda.
Cerró los ojos, para luego soltar un suspiro.
Entonces se volteó hacia el origen de la voz.
— ¿Cómo te llamas soldado? — Preguntó el Líder de Grigori con seriedad.
— Donashiku, señor — Respondió el joven enderezando su postura.
Azazel asintió para acercarse a él y poner una mano sobre su hombro.
— Regresa al cuartel chico, hoy tuviste mucha suerte — Trató de consolar a su subordinado.
El joven Caído tembló levemente, pero recomponiéndose asintió, para luego desaparecer.
Azazel soltó un pequeño suspiro, mientras una alabarda de luz se formaba en su mano y en un movimiento perezoso desviaba un ataque furtivo de energía demoniaca a su persona.
— Tal parece que pude llamar tu atención, Azazel — Dijo el recién llegado con tono tranquilo.
El Caído se volteó hacia el origen de tal voz, encontrándose con un peli-plata, cuyo dedo humeaba después de disparar un pequeño rayo de energía.
— Luci… — Fue lo único que Azazel pronunció.
— Me preguntaba cuando harías tu movimiento pequeño Demonio, pero ahora que te has dado a conocer supongo que puedo unirme a esta reunión — Dijo otra voz salida de la nada.
Azazel y Lucifer voltearon hacia donde se escuchó la voz, cuando dos rayos de energía sacra los golpeó, pero estos solo chocaron con barreras esféricas traslucidas a su alrededor.
— Viejo/ Anciano — Dijeron estos al ver a Elohim materializarse desde la nada.
Los tres Líderes se miraron fijamente, aumentando la tensión en el sitio.
Por suerte estaban en un punto alejado del campo de batalla, específicamente a una gran altura por encima de los tres bandos combatientes.
Entonces Lucifer decidió romper el silencio.
— Parece que mi chico lo volvió a hacer, aunque esta vez con Grigori — Se jactó el Maou cruzándose de brazos mientras dibujaba una sonrisa petulante.
Los otros dos líderes solo chasquearon la lengua en descontento, pues el peli-rojo les había causado varios problemas en los últimos enfrentamientos al grado de aniquilar grupos enteros de Caídos o Ángeles.
Esto los obligó a crear al Código Carmesí en Grigori y la orden de Huir a la vista para el Cielo.
Solo Cadres y Serafines tenían permiso para enfrentarlo, siendo seguido de muy cerca por Gabriel y Penemue, quienes resultaban ser su antítesis en cierta medida, ya que solía dejarse engatusar por ellas en combate permitiendo el escape de sus fuerzas.
Para ellos era obvio que lo hacía a propósito, por lo que si bien les aliviaba el ahorro de sus hombres, también los frustraba ante la inherente burla que este gesto representaba.
Era como un depredador que jugaba con su presa.
Una explosión a lo lejos, notándose el poder sacro y el demoniaco chocar violentamente debido a tres presencias poderosas, para que luego viniera la calma.
Ambos Líderes volvieron a chasquear la lengua al sentir una de las tres presencias retirarse del campo de batalla.
— Ahhh, ese chico lo vuelve a hacer — Se quejó el Maou con un suspiro.
Esta era una de las razones por la que el joven Demonio no tenía un título, pues aparte de su primer encuentro con los Líderes de Grigori y el Cielo, además de detener a dos Facciones completas él solo, no había hecho ninguna acción digna de mención.
De hecho, solo tuvo un par más de enfrentamientos con Azazel y Elohim que no duraron mucho, pues este se retiró después de intercambiar un par de golpes, algo que no fue muy significativo en su propia Facción.
Si bien estaban las medidas echas por Grigori y el Cielo para evitar bajas por su mano, no era algo por lo que pudiera ganarse más reputación en esta Guerra ya que los estragos que ocasionaba en ambas Facciones se limitaban a escuadrones de Clase baja, Ángeles y Caídos de tres pares de alas hacia abajo.
Era como si se hubiera estancado.
— En fin, creo que ninguno de nosotros está de humor para un enfrentamiento en estos momentos, así que paso a retirarme — Dijo Lucifer mientras invocaba un círculo de tele-transporte.
Azazel y Elohim no respondieron, simplemente invocaron sus propios círculos y con ello, los tres Líderes abandonaron el frente de batalla.
Campamento Demoniaco
Naruto se encontraba en su tienda descansando y prueba de ello era su vestimenta, pues llevaba pantalones negros, así como una yukata y botas de combate como algo ligero para vestir en vez de su armadura.
A pesar de haber pasado los años, su apariencia actual era de un hombre joven de 24 años, pues a diferencia de su padre, él no tenía vello facial.
Su cuerpo era más robusto, con su cabello habiendo crecido otro poco más, llegando hasta la parte trasera de sus pantorrillas.
— Otro día y las bajas aumentan en los tres bandos — Murmuró con desgana recostado en su cama.
Sabía lo que le esperaba en la Guerra desde que decidió participar, pero aun así se ya se sentía levemente afectado después de todo este tiempo.
Si bien no le importaba arrebatar una vida, aun así solía poner una expresión melancólica cada que veía los cadáveres esparcidos por el campo de batalla, sobre todo los que abundaban por donde había pasado repartiendo fuego y muerte.
Una de las razones por las cuales ha podido sobreponerse a todo ha sido las constantes conversaciones con su madre, a la cual llamaba por círculo de comunicación cada cierto tiempo para quitarle las preocupaciones por su bienestar.
Algo que alegraba y entristecía a Venelana al mismo tiempo, pues si bien podía ver a su hijo sano y salvo, también notaba como este había crecido lejos de su hogar y lejos de ella, consolándose al ver como el peli-rojo nunca ha perdido ese brillo cálido en su mirada cada vez que hablaba con él.
Otra razón sería la de que los únicos escuadrones que había eliminado eran los que tenían emociones más oscuras entre los Ángeles y Caídos.
Este era un rasgo propio, pero podía sentir las emociones más oscuras y por ello decidía sus batallas así como las bajas que haría para aligerar un poco su pesado corazón, pues era algo reconfortante el saber que ahorraba en cierta medida vidas que ellos arrebatarían en su busca de venganza o en su camino de odio.
Entonces sus pensamientos se desviaron a Penemue y Gabriel.
Daba gracias a que esas dos siempre lo vigilaran, ya que así podía frenarse a sí mismo y concentrarse en la amenaza más grande del campo de batalla que eran ellas.
Sin embargo, sus luchas ya no eran tan extendidas como antes y después de cruzar golpes un par de veces con ellas, prefería retirarse de la batalla.
También le divertía un poco ver las expresiones confundidas o frustradas de ambas Líderes cuando se retiraba.
Por ello su reputación entre los Demonios era alta, pero no tan destacable.
Era respetado, sí, pero la mayoría de Demonios de Clase Alta y Suprema aun lo veían como un niño.
No era algo que lo molestara, ya que no le importaba mucho.
— Naruto-dono, los Maou solicitan su presencia — Oyó decir fuera de su tienda.
— Entendido — Respondió mientras se reincorporaba.
Saliendo de su tienda, el peli-rojo llegó a la tienda principal, donde podía sentir la presencia de los Cuatro Maou, además de los Generales, Comandantes y Demonios de más alto rango.
El peli-rojo no quiso hacer esperar a sus superiores por lo que sin dudar entró en la tienda, para luego arrodillarse frente a sus Líderes.
— He acudido a su llamado — Dijo con tono respetuoso.
— Naruto Gremory, levanta la mirada — Ordenó Beelzebu con tono serio.
El peli-rojo así lo hizo.
— He discutido esto con los otro Maou, llegando a la conclusión de que serás retirado del campo de batalla — Inició Lucifer con expresión seria.
Cualquier Demonio se abría sorprendido ante estas palabras, como lo mostraban los presentes ante tal noticia, pero el peli-rojo guardó silencio unos momentos con la mirada baja, para luego asentir a sí mismo y luego levantar la mirada nuevamente.
— ¿Cuánto tiempo? — Preguntó con tono calmo.
Los Maou alzaron una ceja ante la actitud del chico, esperando algún reclamo o una reacción más exaltada que esto, pero el joven frente a ellos no era el típico Demonio, por lo que internamente complacidos se relajaron.
— Tendrás un descanso de seis meses para despejar tu mente y corazón… lo pensamos bien y en base a tu desempeño actual nos dimos cuenta de que te hemos tratado como a un soldado regular o uno de nuestros Generales gracias a tus logros, pero en el fondo sigues siendo un Demonio joven — Empezó a hablar Lucifer con tono serio.
— Es lógico pensar que tanta muerte y el peligro constante de perder la vida han puesto una enorme presión sobre ti, por ello es necesario un respiro de todo este aire impregnado de muerte — Continuó esta vez Asmodeus.
— Tómatelo con calma, visita lugares, estudia un poco o simplemente holgazanea este tiempo, una vez que estés recuperado tomarás el mando de mi segundo Regimiento, esta es una orden y no aceptaré ninguna negativa — Expresó esta vez Leviathan con tono de mando.
Los Demonios mayores se sorprendieron, pues el segundo Regimiento de Leviathan era una de sus mayores fuerzas, que lo pusiera a cargo era algo increíble pero que no se le permitiera negarse era otra cosa aún más resaltante.
Algunos sintieron un poco de celos y envidia, pues este chico a tan corta edad ya era reconocido por sus líderes.
El peli-rojo abrió levemente sus ojos para luego guardar silencio por un momento, no obstante fue solo un breve lapso de tiempo, así que alzando la mirada este asintió resueltamente.
— Si esa es una orden de los Maou, entonces aceptaré con gusto — Respondió Naruto con tono serio.
— Excelente, entonces recoge tus cosas y puedes retirarte — Dijo Lucifer en tono un poco más relajado.
El peli-rojo se levantó y haciendo una reverencia se retiró.
Desde su lugar Zeoticus lo miró marcharse con preocupación.
— Él estará bien, es un joven bastante fuerte — Dijo Asmodeus en tono calmo.
— Lo sé, gracias por hacer esto — Dijo el peli-rojo haciendo una reverencia.
— No lo menciones, ese chico será alguien grande… — Dijo Lucifer con un brillo de sumo interés en sus ojos.
Los otros Maou ya sabían que el chico había llamado la atención de Lucifer, pues su forma de pensar era muy parecida a la de él, además de que el Maou vio un gran potencial en el peli-rojo por lo que ya podían imaginarlo siendo su mano derecha o su consejero en un futuro, una vez que esta guerra terminara.
Reynard y Zeldris mostraron su apoyo poniendo una mano sobre su hombro, mientras Sigmund se acomodaba las gafas y le asentía muy a su estilo de pocas palabras.
Esto tranquilizó bastante a Zeoticus.
Con Naruto
Naruto no tardó más de veinte minutos en recoger sus cosas y almacenar su armadura en una dimensión de bolsillo, para luego tele-transportarse al mundo humano usando un círculo mágico.
Mundo humano
El peli-rojo había aparecido sobre un risco a la orilla del mar, el cual siempre fue su punto de partida para recorrer el mundo en el pasado.
La vista del extenso mar lo llenó mientras respiraba el aire fresco de la libertad.
— Mmm~ a donde puedo ir — Pensó en voz alta una vez exhaló.
Jamás pensó que los Maou le darían unos días de vacaciones, pero no se quejaba.
Al contrario, lo veía como una gran oportunidad de recorrer el mundo, o al menos poder ver una fracción de sus misterios en estos meses.
— ¡Mokubunshin! (Clon de Madera) — Exclamó haciendo un sello de mano.
De su cuerpo madera surgió, misma que tomó la forma del peli-rojo, creando con éxito tres clones de madera.
— Con esto podré disfrutar un poco más mi viaje, además de que si algo le sucede a mi clon este dejara un sello del Hiraishin al ser destruido, así podré hacerme cargo si es que las circunstancias llaman mi atención — Pensó en voz alta el original.
— Con eso dicho entonces me dirigiré al norte — Dijo uno de los clones mientras extendía sus alas y se alejaba volando.
— Yo iré al este — Dijo el otro mientras empezaba a caminar tranquilamente tierra adentro.
— Creo que tomaré el sur — Dijo otro mientras desaparecía en un parpadeo de velocidad.
— Entonces yo cruzaré el mar, algo me dice que encontraré algo interesante si me muevo en esa dirección — Dijo el original mientras caía al agua, para luego empezar a correr por la superficie con su control de Chakra.
Varios días después
El Naruto original caminaba tranquilamente sobre el agua en dirección incierta.
Hace un par de horas había dejado la isla donde descansó y emprendió de nuevo su viaje, ansiando encontrar algo interesante que ver, pero lamentablemente no había tenido suerte aún.
Entonces el peli-rojo se detuvo cuando una sombra lo cubrió, para luego girar su cabeza y levantar la mirada, encontrándose con un barco pasando a su lado.
Levantando un poco más la mirada, se encontró mirándose a los ojos con otro peli-rojo, solo que este tenía una cicatriz cruzando su ojo izquierdo.
Ambos se miraron con cierta sorpresa, pues para el hombre del barco era sorprendente ver a alguien caminar sobre el agua de forma tan casual, mientras para Naruto era impresionante el aura que rodeaba a este hombre, comparándolo con el nivel de poder de los Cadres que ha enfrentado.
Los acompañantes del hombre miraron el enfrentamiento de miradas con la tensión creciendo a cada instante.
Diez minutos después
— ¡Jajajaja! ¡Sí que eres alguien interesante, Naruto! — Se reía el hombre peli-rojo mientras bebía una copa de sake.
— ¡Tú tampoco te quedas atrás Shanks! — Respondió el Gremory bebiendo lo mismo.
Para los acompañantes del hombre, no fue tan sorpresivo el que su Capitán invitara a este misterioso hombre a bordo de su barco, sobre todo porque confiaban en su juicio.
Pero aun así lo que más los sorprendía era el tono rojo de su cabello, pues era muy parecido al de su Capitán.
Además de que solo bastaron unas palabras para que ambos hicieran click y se comportaran como viejos amigos.
Por parte de Shanks eso se debía a su Kenbunshoku no Haki y ellos lo sabían, por eso confiaban en su Capitán.
En cambio, Naruto usaba su habilidad para leer los sentimientos de la persona y por ello no detectó nada raro en el hombre frente a él, al contrario, supo rápidamente que ambos compartían la curiosidad y entusiasmo de descubrir algo nuevo y divertido.
Solo bastaron con decir pocas palabras sobre ellos mismos y ahora se encontraban festejando a lo grande.
— Pero en serio, que tus superiores te den vacaciones por holgazanear en el campo de batalla es lo más hilarante que he escuchado — Decía Shanks con una gran sonrisa divertida.
El peli-rojo soltó un suspiro después de dar un trago a su bebida.
— Si lo dices así, suena más raro de lo que es… pero supongo que es mejor para mí, así puedo recorrer el mundo y ver lo vasto que es — Dijo con una pequeña sonrisa satisfecha.
Shanks sonrió un poco más ante la respuesta del Gremory.
Entonces de repente se le vino una idea.
— Oye oye, ¿no quieres ser mi Nakama? — Preguntó de repente el peli-rojo de la cicatriz.
Esto tomó desprevenido al otro peli-rojo, quien lo miró con duda.
Beck Beckman solo negó ante las payasadas de su Capitán.
Los demás miraron con curiosidad la respuesta del peli-rojo, quien se veía un poco dubitativo.
— ¿Cuál es tu motivo para preguntarme eso? — Preguntó con algo de seriedad.
El ambiente serio reinó en el barco después de esa pregunta, con los tripulantes esperando ver como terminaría esta conversación.
La mayoría creía que podría rechazar la oferta, pues el peli-rojo se veía que era de buena familia a juzgar por sus ropas, sin mencionar que al ser miembro de la tripulación de Akagami no Shanks sería perseguido por el Gobierno y solo pocos aceptan esas consecuencias.
Otros se guardaban su opinión, pues podía pasar cualquier cosa.
Entonces pudieron ver como su Capitán se ponía serio.
— Bueno, sé que eres alguien que busca la libertad y tienes una moral fuerte pero flexible, además de que puedo sentir perfectamente el poder que escondes… en pocas palabras, puedo decir que encajarías perfectamente con todos nosotros en este barco — Terminó de decir con una gran sonrisa.
El peli-rojo meditó las palabras de Shanks por unos momentos, para después mirarlo nuevamente.
— Solo estaré seis meses por aquí, después debo volver — Dijo con seriedad.
El peli-rojo de la cicatriz se encogió de hombros.
— Entonces hagamos que estos seis meses valgan la pena — Respondió con facilidad.
El silencio reinó por unos segundos.
— ¡Buajajaja! — Hasta que Naruto estalló con una risa estridente.
Shanks permaneció en silencio sin borrar su sonrisa, mientras los demás se sorprendían por la reacción del hombre frente a su Capitán, aunque algunos se molestaron ante la falta de respeto.
Pasado un minuto este se calmó y miró al peli-rojo de la cicatriz con una gran sonrisa mientras extendía su mano.
— Entonces será un honor subir a bordo… Capitán — Respondió Naruto.
— ¡Jajajaja! Tiempos divertidos se acercan — Dijo Shanks aceptando el apretón de manos.
Los demás vitorearon de inmediato, después de todo hace mucho que no se unía un nuevo miembro, sobre todo invitado directamente por su Capitán.
Ese fue el inicio de una gran aventura, lo cual era exactamente lo que había estado buscando, por lo que luego de celebrar el peli-rojo fue conociendo a los demás integrantes de la banda, además de empezar a conocer más de su nuevo amigo.
— Entonces, ¿A dónde vamos? — Preguntó Naruto mientras estaba en la proa del barco mirando el mar frente a él.
— Iremos a Shin Sekai (Nuevo Mundo) — Respondió Shanks, que estaba de pie a su lado.
— ¿ Shin Sekai? — Preguntó en voz alta Naruto mientras lo miraba con una ceja alzada.
Entonces Shanks le contó acerca de un suceso que marcó el comienzo de la gran Era Pirata.
Lo primero fue el descubrimiento de una isla, misma donde convergían las corrientes de todo el mundo, creando lo que podría llamarse un rio ascendente a través de la montaña que llamaron Reverse Mountain, mismo que al otro lado ocultaba un mundo diferente, lleno de misterios y tesoros por descubrir.
Eso lo hizo mirarlo con escepticismo, pero no obstante, Naruto tuvo que reconsiderar su opinión cuando vio lo imposible.
— Vaya, no mentías — Dijo mientras su mirada recorría la enorme montaña con un rio ascendente en el centro.
Este llegaba hasta la cima, misma que estaba oculta por las nubes.
— Tuve algunos asuntos que atender de este lado de la línea roja, de hecho íbamos de regreso a Shin Sekai cuando nos encontramos contigo — Dijo Shanks mientras sonreía divertido ante la expresión del peli-rojo Gremory.
— ¿Línea roja? — Preguntó Naruto mirándolo con duda.
Entonces Akagami señaló unas formaciones rocosas parecidas a muros a los lados de la isla, pero estos no eran tan extensos y solo se extendían al menos unos cien metros, como si estuvieran incompletos.
— De este lado no se nota, pero del otro, allí puede verse el muro completo — Dijo Akagami con expresión más seria.
Esa explicación no hizo más que llenar de intriga al peli-rojo Gremory, el cual ansiaba pisar este nuevo mundo.
— Será mejor prepararnos, ese rio es un poco… agitado — Dijo Shanks mientras caminaba de regreso al interior del barco.
Naruto no dijo nada, perdido en el entusiasmo de descubrir algo nuevo, sobre todo cuando su intuición le dijo que habría muchas cosas interesantes en ese lugar.
Así el barco de Akagami se dirigió a Reverse Mountain donde una nueva aventura lo esperaba.
Con el clon número 1
Este había volado gran parte del día cruzando ríos y un par de cadenas montañosas, para que después aterrizara en un denso bosque con enormes árboles, pues su Senjutsu sintió una concentración de presencias notables en el centro de dicho bosque, por lo que al momento de tocar tierra este usó un poco de magia para cambiar sus ropas.
Ahora llevaba ropas sencillas, siendo una yukata con pantalones negros y botas de cuero café oscuro, así como protectores de manos hechas de cuero, con una capa blanca sobre sus hombros que cubría parte de su boca, así como un sombrero de paja.
Prácticamente parecía un viajero.
Así caminó por casi una hora siguiendo una especie de sendero, mientras la oscuridad reinaba ya que los rayos del sol eran cubiertos por la copa de los árboles, notando varias presencias moverse a través del bosque en forma ordenada, lo que indicaba alguna patrulla que para su suerte pasó lejos de su posición.
— "Parece ser que los residentes de este bosque encontraron un lugar donde sentirse seguros" — Pensó para sí mismo.
Estaba seguro que el lugar era como una especie de fortaleza impenetrable para ellos.
Luego notó un par de lobos acechándolo en la oscuridad, pero no obstante rápidamente retrocedieron para huir cuando él miró en su dirección.
— "Interesante" — Pensó al ver esto.
Esto era porque esos lobos tenían un pequeño indicio de energía mágica, por lo que posiblemente fueran algún tipo de bestia mágica menor.
Fue entonces que un escalofrío recorrió su piel, lo cual lo hizo detenerse de golpe y entrecerrar los ojos.
No lo había notado antes, pero al ver aquellos lobos lo hizo prestar más atención hacia su entorno y por ello apenas se había dado cuenta.
— "Estoy dentro de una barrera, además de una muy poderosa…" — Pensó con suma seriedad.
Si no fuera porque usaba Senjutsu pasivamente para camuflar su presencia, pudo haber alertado al dueño de la barrera.
Entonces enfocó sus sentidos y luego usó pulso de Chakra para analizar la barrera.
— Mmm~ ya veo, solo permite seres de bajo nivel, además de que usa una fuerte compulsión para alejar a ciertas razas, sin mencionar que al ser detectado solo una vez, marcará al intruso y señalará su posición incluso si este borra su presencia para esconderse… no sentí nada fuera de lo normal, por lo que posiblemente sea indetectable para otros además del dueño — Analizó con tranquilidad, aunque igual sentía admiración por el nivel de complejidad en dicha barrera.
Si no fuera porque suele esconder su presencia con Senjutsu automáticamente cuando viaja por el mundo humano hubiera sido detectado, sin mencionar que su sensibilidad mágica era aumentada al usar Senjutsu, aunque esta vez se había relajado de más y por ello lo notó bastante tarde.
Ahora tenía curiosidad de saber el origen de esta barrera, pues al estudiarla un poco más reveló que era una barrera espacial, pues su interior se expandía tanto como para albergar un par de continentes.
Cabe decir que también pudo crear un mapa mental de la zona, logrando identificar varias grandes ciudades en su interior, siendo que solo una de ellas tenía una acumulación de energía bastante notoria y que despertó enormemente su curiosidad.
Pero sacudiendo su cabeza optó por seguir su camino y no apresurarse, después de todo aún tenía bastante tiempo para explorar este lugar tan interesante.
Así fue que después de caminar por treinta minutos esquivando patrullas divisó murallas hechas de piedra blanca, los cuales eran vigilados por personas armadas con lanzas y escudos, además de armaduras con elegantes grabados.
— "¿Humanos?, no… elfos" — Pensó al ver los rasgos del par de hombres jóvenes que lo miraban con expresiones sorprendidas mientras se acercaba a la entrada.
Hace mucho que no veía a esta raza, no desde que rescató a Kili en aquella ocasión, por lo que sus expectativas crecieron.
Así siguió avanzando hasta quedar frente a la enorme puerta, mientras los guardias se acercaban con cautela, con otros guardias arriba de la muralla vigilando sus movimientos.
— ¿Qué es lo que desea, forastero? — Preguntó uno de los Elfos en tono cortés.
Sus ojos se entrecerraron al sentir con su habilidad empática el desprecio y sospecha en el corazón del Elfo, sin embargo, también sintió como algo le impedía ser abiertamente hostil, algo que lo hizo alzar una ceja con curiosidad.
Sin embargo empujó esa duda al fondo de su mente y se dispuso a mostrarse humilde, además de exponer su intención sincera.
— Soy un viajero que entró en este bosque, pero como ve está anocheciendo y solo busco un lugar donde pasar la noche — Dijo el peli-rojo en tono respetuoso.
Los guardias lo miraron con sospecha por un momento, para luego mirar hacia otro Elfo, el cual tenía un orbe de cristal en su mano, quien les asintió con rostro de seriedad.
— Está bien, se te dejará entrar, pero al salir el sol te marcharás inmediatamente — Dijo el guardia que había hablado desde el principio.
— Tiene mi palabra, noble Elfo — Agradeció el peli-rojo con tono respetuoso.
Así, se le permitió el paso, quedando sorprendido ante las construcciones hechas de piedra blanca y oro que se mezclaban con árboles enormes, sin mencionar el enorme árbol al centro de esta gran ciudad.
Él podía sentir claramente la enorme concentración de energía natural que este emanaba, misma que rodeaba la ciudad y reforzaba la cúpula de magia protectora que detectó al entrar.
— Bienvenido al Reino de Alf, forastero — Dijo el otro guardia con una sonrisa orgullosa y tono petulante al ver la expresión sorprendida de Naruto.
Por su parte, el peli-rojo solo gimió internamente.
Sin duda estos Elfos se parecían mucho a los Demonios Nobles que había tenido la desgracia de conocer.
— "Tranquilo Naruto, solo espera hasta la salida del sol y te largas de este lugar" — Pensó con exasperación.
De repente dejó de tener ganas de explorar este lugar.
Así fue a buscar una posada, o algún lugar donde poder pasar la noche, ignorando la mirada llena de sospecha y desdén de cada Elfo que encontraba.
Con el clon número 2
Caminando con tranquilidad, el segundo Clon tardó menos de un día en llegar a un pueblo, donde rentó una habitación en una posada para pasar la noche.
Este proceso se repitió durante varios días, hasta que pasaron dos semanas y ahora la nieve empezaba a caer, por lo que posiblemente estaba cerca de las tierras nórdicas, aunque no estaba seguro de que parte exactamente.
Solo esperaba que los demás tuvieran mejor suerte que él.
Entonces alzó la mirada, para ver como un enorme castillo bastante lúgubre se podía ver a la distancia, mientras los árboles empezaban a notarse muertos desde hace tiempo.
Sin embargo, lo que realmente llamó su atención fue el aura fría y carente de vida que se asentaba en este lugar, siendo su origen el castillo frente a él.
— Ahora, esto si es interesante — Dijo en voz alta recuperando su sonrisa.
Con el clon número 3
Corriendo a gran velocidad, este atravesó selvas y ríos, para que después de dos días de recorrido cuando estaba anocheciendo llegara a un pueblo, el cual estaba siendo atacado por lo que parecían ser barbaros, por lo que sin pensar realmente invocó su armadura, así como su espada y su escudo, para después aniquilar la fuerza invasora con facilidad.
Normalmente no se involucraría en disputas humanas, pero esta vez hizo una excepción porque realmente le desagradaba este tipo de cosas, por ello no pudo simplemente quedarse a ver el derramamiento de sangre innecesario si él podía hacer algo, sin mencionar que le recordaba mucho a las incursiones de Ángeles Caídos en los territorios Demoniacos hace años.
Además de que también podrían proporcionarle un lugar donde pasar la noche, por lo que minimizando sus habilidades a nivel humano diezmó a los invasores con facilidad.
Los aldeanos sobrevivientes salieron de sus escondites cuando el misterioso caballero eliminó a sus invasores, acercándose a su salvador con cierta cautela, no sabiendo cuales eran sus intenciones.
El primero en llegar a su lado era el alcalde del pueblo, el cual tragó saliva al ver la imponente armadura que presumía ser de la más alta calidad, solo igualada por ciertos caballeros que acompañaban a su Rey.
— G-Gracias por su ayuda, noble Caballero… ¿hay algo en que podamos ayudarlo? — Preguntó el anciano con cierta aprehensión.
Entonces el Caballero enfundó su espada en una ranura que tenía su escudo, para luego colocárselo en la espalda.
Luego se retiró el casco, mientras su largo cabello carmesí caía por su espada al estar libre, mostrando su joven rostro a los habitantes del pueblo, tranquilizando a la mayoría cuando este les sonrió con tranquilidad.
— Solo un lugar donde pasar la noche — Respondió con voz amable.
Esto causó que todos pudieran soltar un suspiro de alivio, pues la persona frente a ellos podría terminar sin dificultad lo que sus invasores intentaron, pero no obstante habló con cortesía y modales.
— ¿S-Solo eso? — Preguntó el anciano aun nervioso.
El peli-rojo asintió.
Fue en ese momento que la tensión desapareció por completo, mientras los aldeanos empezaban a reconocer su situación actual, por lo que empezaron a mover los cuerpos de sus muertos, los que para su suerte no eran muchos esta vez, lo que les dio algo de consuelo.
Aun así, tuvieron la pérdida de algunos hombres valientes que trataron de detener a los invasores para que los demás escaparan.
El peli-rojo miró como estos eran llorados por sus familias, lo que lo hizo fruncir el ceño ligeramente.
— Soy Roderich, alcalde de este pueblo, ¿Cuál es su nombre noble Caballero? — Preguntó el anciano ya más tranquilo.
— Naruto Gremory — Respondió con tranquilidad el peli-rojo.
El anciano asintió, mientras le hacía señas a una mujer mayor, la cual se acercó a ambos.
— Rosemary, ¿podrías guiarlo hacia mi casa?, tengo una habitación disponible para que pueda descansar — Pidió el anciano con tono educado.
— Como ordene Sir Roderich — Respondió la mujer.
Entonces esta se giró hacia el peli-rojo.
— Sígame por favor — Pidió para recibir un asentimiento de Naruto.
— Gracias por la ayuda contra los Sajones — Agradeció nuevamente Roderich.
— No se preocupe — Respondió Naruto con una pequeña sonrisa.
El anciano lo miró retirarse detrás de Rosemary, para que luego soltara un hondo suspiro.
Él era un Caballero retirado, por ello y gracias a la educación que recibió de joven es que tenía el puesto de Alcalde de este pueblo, pero por su edad y una lesión de hace años ya no podía tomar las armas, por ello solo podía ver con impotencia como su pueblo era atacado por esos salvajes.
Sin embargo, parece que los cielos escucharon sus suplicas y un poderoso Caballero apareció, diezmando las fuerzas invasoras con técnicas impecables, sin mencionar su gran fuerza y agilidad que demostró a pesar de llevar su armadura.
Él no conocía a nadie que tuviera tal movilidad, al menos nadie que no fuera un Caballero de la mesa redonda.
Roderich solo pudo soltar otro suspiro, mientras los aldeanos componían lo mejor que pudieran sus casas para poder pasar la noche.
El próximo día podrían deshacerse de los cuerpos, además de darle un entierro digno a sus propios muertos.
La presencia del Caballero peli-rojo les permitiría conciliar algo de sueño y descansar esta noche, pues los hacía sentir más seguros, sobre todo al ver que incluso después de esa batalla no se veía ni siquiera un poco agitado.
Sin más este se retiró hacia su casa, la cual por suerte no recibió daños.
Con el Naruto original
Después de un viaje turbulento por fin llegaron al otro lado de Reverse Mountain, dónde Naruto pudo ver un amplio mar, el cual según Shanks contenían una fauna e islas muy diferentes, siendo un ejemplo de ello los llamados Reyes Marinos, monstruos gigantescos de las profundidades y que tuvo el privilegio de ver por un instante...
Antes de que Shanks los ahuyentara con una sola mirada.
Cabe decir que la presión que sintió surgir del cuerpo de su ahora Capitán era algo que jamás había sentido, sin mencionar que incluso pudo paralizarlo brevemente y eso era decir mucho para un humano, pero por ahora guardaría sus preguntas para después.
Por otra parte, después de ver la llamada Línea Roja el peli-rojo Gremory sospechó que probablemente ese lugar era una especie de portal a un plano diferente, pues había cosas que le hacían sospechar, sobre todo la forma en que estaba organizado este extenso mundo de agua según la explicación recibida de Shanks.
Primero estaba el llamado Gobierno Mundial, el cual se encargaba de aplicar su justicia para proteger este mundo, aunque según la descripción dada por el peli-rojo era más el mantener este mundo bajo sus reglas.
También se mencionó el gran tesoro que dejó Gold Rogers, el Rey de los piratas y su antiguo capitán, algo que desató la llamada Nueva Era Pirata.
Luego habló de los Yonkou (Cuatro emperadores) que gobernaban parte de este mundo, teniendo territorios conquistados, aunque solo dos de ellos fueran los que dieran protección y no explotaran esos lugares.
Otro punto importante eran las habilidades que se usaban en estos mares, sobre todo las llamadas Akuma no Mi (Frutas del Diablo), frutas que otorgaban al consumidor habilidades únicas, con el precio de no poder nadar y perder sus poderes al contacto con el agua de mar.
Esto le confirmó su teoría anterior, pues la vez pasada que estuvo en el mundo humano, jamás llegó a escuchar sobre esto, sobre todo el Gobierno Mundial, siendo que según Shanks ellos llevaban tiempo en el poder, pero a pesar de eso no tenían poder ni presencia en los mares normales.
El peli-rojo lo atribuyó a que en estos mares ellos tenían poder, mientras en el mundo humano no podían dar rienda suelta a sus ambiciones debido principalmente al mundo sobrenatural, por lo que posiblemente quien esté detrás de este nuevo mundo sepa sobre esto y por ello al descubrir este lugar se apoderó de él.
Lo que no contaba era que no todos se inclinarían ante él, por lo que surgieron los piratas.
También pensó que ningún ser sobrenatural sabía acerca de esto por varias razones, una de ellas era la Gran Guerra de las Tres Facciones, pues Elohim estaba más preocupado por los Demonios y los Ángeles Caídos como para mirar el mundo humano en estos momentos, siendo que sabía que el sistema del cielo se encargaba de los milagros y las oraciones, así que este podía prescindir de vigilar a los humanos mientras durara la guerra.
Luego la información siguió, con Naruto quedando intrigado acerca de las habilidades de las Akuma no Mi y de cómo se clasificaban en tipos, ya sea Paramecia, Zoan y Logia.
Estas últimas llamaron su atención ya que convertían al usuario en un elemento, haciéndolos inmunes al daño físico, con unas pocas excepciones debido a alguna debilidad elemental o ser un usuario de Haki.
Haki, esto fue lo que más le llamó la atención al peli-rojo, deseando poder aprender a usar este poder, siendo que la descripción de cada tipo de Haki le mostró lo útil que era, algo que le comentó a Shanks, lo que hizo que este dibujara una enorme sonrisa.
— Estas de suerte, ya que nuestro estilo de combate se especializa en Haki, por lo que si lo deseas podemos enseñarte — Propuso Akagami con facilidad.
Naruto aceptó, por lo que se llegó a un acuerdo de que estos seis meses él aprendería lo básico de cada Haki que pudiera poseer.
Después de esa última conversación y durante los siguientes días, la tripulación siguió cruzando este mar, con el peli-rojo Gremory aprendiendo en que consistían los tres tipos de Haki.
Kenbunshoku no Haki, el cual te permitía sentir todas las cosas, usado para leer los movimientos del oponente y dándole al usuario habilidades pre cognitivas, siendo que dominarlo en un nivel alto podría permitirle ver unos segundos en el futuro.
Esto era muy parecido al Sennin Mode en cierta medida, pero aun así lo vio muy útil.
Bosoushoku no Haki, el poder de crear una armadura para resistir ataques anulando en gran medida el daño, si no en su totalidad dependiendo del nivel de habilidad, siendo también que si la armadura es lo suficientemente fuerte podría ser usada para atacar y aumentar el poder destructivo de los ataques.
Otra característica era el de poder tocar a los usuarios de Logia.
Para Naruto este poder era bastante interesante, pues si en algún momento le tocaba un enemigo problemático del tipo intangible, esta habilidad le permitiría tocarlo.
Finalmente estaba el Haoushoku no Haki, siendo este el más raro, siendo solo poseído por quienes están destinados a grandes cosas que puedan afectar el mundo en gran medida.
El poder de intimidar, de usar el espíritu para aplastar la voluntad del oponente, como un Rey debe de ser.
Ahora sabía que era lo que Shanks usó para ahuyentar a ese Rey marino.
Con todo dicho, eso fue lo que aprendió de este poder llamado Haki, de los cuales para sorpresa de Shanks, Naruto poseía los tres tipos, lo que hizo que este dibujara una sonrisa emocionada ante un nuevo compañero de prácticas a parte de Mihawk.
Si, Akagami sabía que Naruto alcanzaría un alto nivel de poder, algo que también le daría beneficios a él.
Y así pasó el tiempo, mientras Shanks le mostraba las bases de cada tipo de Haki, con el peli-rojo Gremory aprendiéndolo rápidamente, al menos el uso del Kenbunshoku no Haki debido a su similitud con el Senjutsu en algunos puntos.
La concentración y como refinar sus sentidos fue extremadamente fácil, por lo que lo dominó en poco tiempo, dejando sin palabras por un momento a Akagami.
— Realmente me sorprendes Naruto, lograste entender y aplicar el conocimiento que te di, por lo que puedo decir tienes un buen dominio del Kenbunshoku no Haki a pesar de despertarlo recientemente — Dijo Shanks después de dar un silbido de sorpresa.
— Estoy acostumbrado a meditar, además de enfocarme en mis sentidos y no depender de la vista siempre, por eso no se me hizo tan difícil — Fue la breve respuesta de Naruto mientras sonreía ligeramente.
Los miembros de la tripulación también mostraban expresiones llenas de asombro, pues Naruto hizo algo que nadie más había hecho hasta ahora, al menos que ellos conocieran o hayan visto en persona.
— Bueno, supongo que te dejaré dominarlos por ti mismo en otro momento, ahora procederemos al Bosoushoku no Haki — Dijo Shanks sin borrar su sonrisa satisfecha.
Naruto asintió con un brillo entusiasmado en sus ojos, pues el nuevo conocimiento y las nuevas técnicas siempre eran bienvenidas en su libro.
Clon número 1
Cierto Clon peli-rojo con un rostro inexpresivo se hallaba de pie en una gran sala, donde un gran número de Elfos estaba reunido, ataviados con elegantes y lujosas vestimentas, mientras tenían reacciones mixtas pues algunos lo miraban con neutralidad positiva mientras otros trasmitían una pizca de desdén en su mirada.
Pero los dejó de lado para concentrarse en otra cosa.
Eso era la pareja de Elfos frente a él, los cuales estaban sentados en un ornamentado trono, con la Elfa mirándolo de forma analítica y seria, mientras el Elfo lo miraba con una expresión sumamente seria y digna.
¿Pero cómo llegamos a esto?
Dos horas antes
Después de recorrer las calles de la ciudad Elfica, el peli-rojo se dispuso a buscar un lugar donde pasar la noche, pues ya estaba oscureciendo.
Se había quitado el sombrero y solo llevaba su capa.
En su camino él podía sentir la mirada de los Elfos sobre sí mismo, con algunos mirándolo con cautela, otros con cierto desprecio, otros simplemente lo ignoraban mientras algunos soldados que se encontraba en su camino no le quitaban la mirada de encima, pues estos vigilaban cada uno de sus movimientos.
Como Demonio, él podía sentir claramente el orgullo y soberbia que albergaban todos los presentes, algo que le hizo recordar un poco a los Demonios de clase alta que tuvo la desgracia de conocer.
Solo los más jóvenes lo miraban con curiosidad e interés.
Pero ignorando esto, encontró lo que seguramente era una posada, por lo que sin perder tiempo entró en esta.
— ¿Qué es lo que deseas, forastero? — Preguntó el Elfo en el mostrador con gran desconfianza cuando notó que el peli-rojo no era un Elfo.
Naruto lo miró por un momento mientras concentraba una pequeña cantidad de Chakra en sus ojos, para que luego el Elfo adquiriera una mirada ligeramente perdida.
Cabe decir que en ese momento se sintió observado, algo que lo hizo alzar una ceja, pues parecía que el causante de esa sensación lo estaba juzgando.
— ¿Podrías tener la amabilidad de contestar algunas preguntas? — Preguntó el peli-rojo en tono educado y cortés ignorando la sensación de antes.
El Elfo asintió, por lo que el peli-rojo aprovechó a informarse sobre este sitio.
Así el peli-rojo averiguó que a diferencia de los Elfos que conoció en el pasado, estos Elfos albergaban un sentimiento de superioridad hacia otras razas, sin mencionar que la familia real así como la mayoría de nobles del Reino eran altos Elfos, los más distinguidos entre su raza.
Estos eran venerados por los Elfos normales, casi rayando en el fanatismo, sobre todo a los miembros de la familia real.
Esto se debía a que ellos tenían mejor sintonía con la naturaleza, así como ser bendecidos por la misma magia, al grado de poseerla a pesar de no contar con la bendición de un Dios, la cual dotaba de varias habilidades cuando un mortal la recibía.
Bueno, esto era algo de sentido común así que no preguntó más al respecto.
También averiguó que el Reino de Alf, estaba protegido por su árbol sagrado, el cual les daba protección contra las bestias del bosque, así como un impulso en sus actitudes mágicas innatas, sin mencionar la barrera que protegía la ciudad.
Otras razas mencionadas eran Humanos, Hobitts, Enanos, Hombres-bestia, Amazonas, Renards y Espíritus, los cuales favorecían mucho a los Elfos y Altos Elfos por su conexión con la naturaleza, dándoles habilidades ligadas a ellos.
Todo esto era muy interesante para el peli-rojo, así que satisfecho por la explicación, pidió una habitación para pasar la noche.
El Elfo le entregó una llave, mientras Naruto dejaba unas joyas como pago y subía las escaleras para ir a su habitación.
— "Parece que ellos son débiles al Genjutsu, sobre todo si uso Senjutsu Chakra" — Pensó mientras entraba a su habitación.
Era de suponer que al usar la energía de la naturaleza, el Elfo no pudiera darse cuenta de que cayó presa de su ilusión, a diferencia de si hubiera usado magia u otros medios, donde el Elfo hubiera sentido la perturbación en sus sentidos.
Naruto ahora sabía que era lo que sintió con su Senjutsu, siendo este el Espíritu del Árbol sagrado el que lo observaba desde que entró en la ciudad, siendo la explicación del Elfo lo que ayudó a unir los puntos, además de deducir que posiblemente era un Espíritu de alto nivel.
Este había notado como hipnotizó al Elfo, pero al no sentir malas intenciones la barrera no reaccionó de inmediato mientras juzgaba sus intenciones.
Cabe decir que podía sentir el interés del Árbol sagrado sobre él, incluso podía sentir espíritus menores, los cuales parecían rodearlo y tocar el poco Senjutsu Chakra que había en su cuerpo con ligera fascinación, pues su conexión con la naturaleza era más fuerte que la del Elfo que lo atendió.
Quizás también esto explicaba porque los Elfos no eran abiertamente hostiles con él, pues por lo que podía entender parecía que el Espíritu influía mucho en ellos, por ello intervino a su favor al haber captado su interés, probablemente desde que entró en el bosque.
Dejando eso de lado, también se preguntaba cómo podría él compararse con un Alto Elfo si usaba su Sennin Modo, pero eso quedaría sin respuesta, pues a primera hora de la mañana se iría de este lugar, incluso si se sintió un poco curioso acerca del Espíritu del Árbol.
Con eso en mente, el peli-rojo se quitó la capa y la colgó, para luego acostarse en la cama y cerrar los ojos con las manos detrás de la cabeza para descansar un poco.
Estuvo en esa posición al menos diez minutos, antes de que lo sintiera.
Una firma mágica que hace tiempo no sentía, siendo específicos, desde que era niño.
— Un Dragón — Murmuró sin abrir los ojos.
Al parecer los Espíritus también lo sintieron, porque se mostraron perturbados, algo que los Elfos notaron porque rápidamente empezaban a movilizarse.
El peli-rojo le dio crédito a los Elfos, pues podía sentir como los escuadrones se movían en preparación para interceptar al invasor, incluso sintió la acumulación de magia que el Árbol sagrado que luego se distribuyó por la barrera, fortaleciéndola.
Los Elfos civiles habían sido retirados hacia el interior de la ciudad, específicamente hacia las murallas del Castillo de la familia real, donde se podía sentir un gran número de Elfos preparándose para la batalla, siendo que estos eran más fuertes en comparación con los que estaban en las murallas esperando al atacante.
Sin embargo, el peli-rojo podía darse cuenta.
— Habrá muchas bajas — Murmuró con calma sin abrir los ojos.
Entonces se escuchó una explosión, mientras la noche se iluminaba con el fuego que había golpeado la barrera y que sacudió la ciudad entera.
Soltando un suspiro, Naruto se levantó y tomando su capa salió de la posada, notando las calles desiertas, además de que fuego y humo se elevaban desde las puertas de la ciudad.
Podía ver a algunos Elfos combatiendo el fuego, pero luego otra ráfaga ígnea impactaba en la barrera, provocando que el incendio se extendiera poco a poco hasta alcanzar un par de casas, así como algunos cultivos y gran parte del bosque exterior.
Si bien la barrera los protegía del ataque, aun así el fuego natural avanzaba por la hierba seca y se adentraba en las murallas.
Luego notó como varios soldados en lo alto de las murallas disparaban un aluvión de flechas contra un objetivo volador, sin ocasionar muchos daños que digamos, al menos hasta que agregaron magia a las flechas fue que el dragón se defendió con un aleteo, neutralizando el ataque.
— Gale Blast — Exclamaban unos al usar magia de viento.
— Flare Burn — Fue el turno de otros al usar magia de fuego.
Sin embargo, el daño era nulo cuando el atacante esquivaba los ataques o los neutralizaba con un aleteo.
Gracias a su vista de Demonio pudor ver que era un dragón color verde, con púas en su espalda y una cola que terminaba en una especie de tridente.
Su tamaño era de al menos diez metros de largo.
En sí no era notable, ni muy fuerte, pero para estos Elfos era un enemigo difícil.
Su nivel de amenaza era parecida a la de Smog, aunque este tenía una presencia mágica más fuerte.
— ¡Ataquen! ¡No permitan que siga atacando la barrera! — Gritó un Elfo.
Al parecer, este era el comandante del escuadrón que defendía la muralla de la ciudad.
— ¡La Reina viene en camino! — Exclamó de la nada otro Elfo.
El peli-rojo pudo ver claramente como el ánimo creció en el grupo después de oír esas palabras, mientras empezaban a atacar con todo al monstruo invasor, el cual seguía atacando la barrera con sus flamas.
De un salto, Naruto se posicionó sobre uno de los edificios más altos para poder ver lo que ocurría, viendo como llegaba un enorme grupo de lo que podría llamarse Caballeros Elfos a caballo, destacando fácilmente dos de ellos, pues sus armaduras eran las más ornamentadas de todas, además de que su sintonía con el poder espiritual era por demás mayor a cualquier otro Elfo en la ciudad.
Parecía que el Dragón lo había notado, pues rápidamente empezó a reunir energía mágica que concentró en sus pulmones, mientras pequeñas llamas escapaban entre sus dientes.
Naruto vio como los dos Elfos que destacaban se dividían, con uno detrás de las tropas, encantando con su magia las armas, flechas y potenciando a los otros Elfos que desataban sus ataques sobre el Dragón.
El otro Elfo había invocado dos círculos mágicos, de los cuales surgían rayos de magia concentrada que el Dragón esquivó con facilidad gracias a la distancia a la que se encontraba.
Luego el Dragón desató su ataque, impactando la barrera y provocando que esta se llenara de grietas, por las cuales empezaban a filtrarse lenguas de fuego, ocasionando que los Elfos se alarmaran y que el Espíritu del Árbol se agitara notablemente.
— ¡Via Shilheim! — Exclamó el Elfo al frente de batalla.
Naruto podía sentir como su magia era sobre alimentada por el Espíritu del Árbol, misma que se dividía entre fortalecer la barrera de la ciudad y la barrera levantada por ese Elfo.
¡CRASH!
La barrera fue perforada, ocasionando que los pequeños espíritus que percibía a su alrededor se agitaran temerosos.
Los Elfos chillaron, con el fuego de Dragón bañándolos de lleno, siendo que aún estaban con vida debido al Elfo que alzó la barrera mágica.
— Mmm… esa barrera no resistirá mucho — Murmuró Naruto con cierta seriedad.
El Elfo cayó sobre una rodilla, mientras forzaba toda su magia para alimentar la barrera que protegía a los demás Elfos a su alrededor.
— ¡Selka! — Exclamó el otro Elfo que destacaba con voz llena de miedo y pánico.
— ¡Protejan a la Reina! — Exclamaron los Elfos que eran protegidos por la barrera.
Seguido a eso, el peli-rojo observó como todos se pusieron al frente como un escudo, para que luego hubiera una explosión de fuego en el lugar.
¡BOOOMMM!
Una brisa caliente llegó hasta donde estaba el peli-rojo, mientras seguía observando tranquilamente lo que ocurría.
Naruto alzó una ceja con admiración, después de todo, entre la gran nube de cenizas ardientes él podía sentir a todos los Elfos vivos.
Al último momento, la Reina detonó la barrera para dispersar el fuego que amenazaba sus vidas.
Incluso el Dragón dejó de escupir sus llamas al ser tomado por sorpresa.
Cuando la nube de humo se dispersó, podía verse a varios Elfos derrumbados en el suelo, con una única figura sobre sus rodillas mientras respiraba con dificultad.
Había perdido su casco, siendo ahora visible su largo cabello verde.
— ¡Recuperen a los heridos, la Reina es prioridad! — Ordenó otro Elfo, posiblemente el comandante.
Pero entonces se sintió como el Dragón volvía a reunir energía mágica preparando otro ataque.
Esto hizo que los Elfos entraran en pánico, pues dudaban mucho poder sobrevivir al fuego de Dragón, sobre todo porque la barrera que protegía el Reino se recuperaba muy lentamente y no alcanzaría a cerrarse a tiempo.
Naruto sintió como un pequeño espíritu revoloteaba a su alrededor con pánico para entonces quedar frente a él y zumbar ligeramente.
— ¿Quieres que los ayude? — Preguntó en voz alta sin dejar de ver la escena.
Él podía ver como los Elfos perdían poco a poco la esperanza.
El pequeño espíritu trasmitió su afirmación, e incluso sintió como el Espíritu del Árbol sagrado dirigió su mirada esperanzada hacia él ante la conversación que sostenía con el pequeño espíritu, sobre todo cuando instintivamente pequeñas marcas rojas aparecieron en la esquina de sus ojos.
Esto era porque su conexión con la naturaleza había aumentado para acceder a una cantidad más grande de Chakra Senjutsu de la que usaba pasivamente, con el aumento siendo solo suficiente para enfrentar al Dragón, además de que ahora podía ver al pequeño espíritu junto a él.
Esto era debido a que su habilidad empática le trasmitió todos los sentimientos de temor y cierta desesperación de todos los espíritus, siendo comparado con los sentimientos de un pequeño niño indefenso y temeroso, algo que por supuesto lo hizo reaccionar instintivamente.
Como Sennin su conexión con la naturaleza era absoluto, por lo que al sentir la amenaza de que este bosque lleno de vida fuera reducido a cenizas supo que no podía quedarse viendo sin hacer nada.
Entonces vio como un nuevo ataque de fuego era desatado sobre los indefensos Elfos.
— Muy bien, déjamelo a mí — Dijo antes de saltar del lugar donde estaba y desaparecer en el aire.
Mientras tanto, la Elfa llamada Selka y Reina de los Elfos del Reino de Alf, luchaba por recuperar el aliento después de usar toda su magia para bloquear el ataque de aliento que el Dragón usó anteriormente.
Fue entonces que sintió como este reunía una gran cantidad de magia nuevamente, por lo que esta alzó la mirada con expresión llena de incredulidad y miedo.
Le había tomado todo su poder bloquear el ataque anterior, sin mencionar que incluso siendo potenciada por la magia de su esposo y el impulso del Árbol sagrado apenas logró salvar a sus subordinados, los cuales permanecían fuera de combate a su alrededor luego de protegerla con sus cuerpos ataviados en armaduras con protecciones mágicas, razón por la cual no estaban tan heridos después del poderoso ataque ígneo.
Pero ahora, podía sentir como el Dragón reunía nuevamente energía mágica en mayor cantidad comparada al ataque anterior, por lo que solo pudo mirar con resignación como el fuego llenaba su visión después de que esta atravesara el agujero en la barrera del Reino.
— "Parece que este es el final del Reino de Alf… Riveria, espero que tengas una vida feliz y plena" — Pensó en sus últimos momentos, alegre de que su hija se haya marchado para no compartir el mismo destino que ellos.
Ella notó como todo sonido desaparecía de sus oídos, incluido su nombre, el cual había salido de labios de los soldados y su esposo en un grito lleno de impotencia desde la distancia, por lo que cerró sus ojos cuando el calor llego a su piel convencida de que el Reino de Alf desaparecería entre fuego y cenizas.
Pero entonces sintió como una presencia apareció repentinamente a su lado, por lo que abrió sus ojos y miró a su derecha, encontrándose con un joven peli-rojo ataviado con una capa blanca sobre sus hombros, el cual empezó a mover sus manos con gran velocidad formando varias señas.
— ¡Suiton: Suijinchu! (Elemento Agua: Pilar de Agua) — Exclamó en voz alta.
Seguidamente sus mejillas se abultaron, para después soltar de su boca una enorme cantidad de agua que creó una explosión acuática ascendente, misma que interceptó y extinguió el ataque de fuego del Dragón, el cual retrocedió en el aire con sorpresa ante el inesperado suceso.
Luego Selka observó como el joven sin dejar de expulsar agua de su boca empezaba a realizar varias señales de manos nuevamente.
— ¡Suiton: Suiryudan! (Elemento Agua: Dragón Misil de Agua) — Volvió a exclamar el peli-rojo.
La Elfa observó fascinada como el chorro de agua que los había protegido fluía furiosamente mientras tomaba la forma de un Dragón de agua, mismo que ascendió con las fauces abiertas contra su homólogo de carne y hueso, el cual tomado por sorpresa nuevamente fue alcanzado por el ataque acuático y arrastrado varios metros en el aire para luego liberarse al extender sus alas.
Los Elfos que observaban a la distancia soltaron suspiros de alivio al ver a su Reina viva, sin embargo no bajaron la guardia y dividieron su atención entre el hombre desconocido y la amenaza que era el Dragón.
Si no se movieron fue para analizar mejor la situación y esperar la oportunidad de rescatar a su Reina sana y salva.
Incluso apretaban los puños mientras controlaban su ansiedad al ver a su Reina expuesta ante este desconocido, el cual podría ser una amenaza también.
Por otra parte, el Dragón aleteaba para mantenerse en el aire mientras miraba fijamente al peli-rojo, para luego olfatear, algo que lo hizo mirarlo con una mirada aguda.
— Tu… huelo la sangre de los míos sobre ti… — Fue lo dicho por el Dragón con voz gruesa e imponente.
Cabe decir que todos los Elfos se quedaron helados al escuchar al Dragón hablar.
En cambio, el peli-rojo se limitó a dibujar una pequeña sonrisa bajo su capa, para luego relajar su postura de forma visible.
— Oh ¿eso? No es algo realmente remarcable, después de todo el Dragón que enfrenté era bastante débil… — Fue lo dicho por Naruto en tono relajado.
Después de todo, Smog fue derrotado por un humano sin poder, siendo la intervención del propio Naruto nada más que mejorar el proyectil que el pescador usó para matar al Dragón, algo que le dio el derecho de reclamar su cuerpo como trofeo y la magia que contenía la sangre del Dragón al reconocerlo como su asesino.
Aunque sus efectos al bañarse en esa sangre no se pudieron comparar en nada con los otorgados a Sigfried, el cual recibió un cuerpo invulnerable por la sangre de Fafnir, siendo porque este era un Dragón de la categoría Rey.
Pero regresando a la actual situación, Selka abrió los ojos al escucharlo decir qué posiblemente mató a un Dragón, una insinuación que cobró más fuerza porque este hombre no mostraba temor alguno ante un monstruo con inteligencia, algo que jamás se había oído en ningún lugar y que lo hacía inmensamente peligroso, pues tenía un poder aterrador y también sabía cómo usarlo.
Sin duda sería un monstruo nivel siete u ocho, algo fuera de las posibilidades de su gente, cuya magia y ventaja de terreno los ponía al nivel de un aventurero nivel dos o tres, siendo su principal ventaja sus números.
Pero ante este enemigo no eran nada, sin embargo ahora surgía alguien con la capacidad de enfrentarlo y si lo dicho por él era real, entonces posiblemente él era capaz de acabar con la amenaza a su Reino.
Eso fue suficiente para que la Reina tomara una decisión, por lo que respirando hondo se preparó para hacer su petición.
Sin embargo, apenas iba a abrir la boca cuando una pequeña esfera de luz verdosa llegó y se posó en el hombro del joven, dejándola sin habla al reconocer que era un espíritu.
— Un espíritu del viento — Susurró con cierta impresión.
Para ella era impactante ver como el espíritu se había acercado confiadamente a esta persona.
Entonces escuchó como el espíritu empezaba a decir algunas cosas hacia el peli-rojo, algo que la sorprendió enormemente y al mismo tiempo la hizo sonreír con amargura al escuchar el tono preocupado del pequeño espíritu, pues nadie aparte de ella podía ver y sobre todo escuchar a los espíritus, por lo que se dispuso a trasmitir las palabras que escuchó y que se alineaban con su propia petición.
Fue entonces que sucedió algo que la dejó completamente sin palabras.
El peli-rojo giró la cabeza hacia su hombro donde se posó el espíritu y sus ojos se volvieron suaves.
— No te preocupes, no será ningún problema deshacerme de este pequeño Dragón, tampoco dejaré que cause daños al bosque así ustedes no perderán su hogar y podrán seguir viviendo en paz — Dijo con voz cálida y tranquila.
La pequeña bola de luz se movió como si tratara de confirmar esas palabras, trasmitiendo palabras que solo Selka escuchó, pero que hicieron asentir al peli-rojo.
— Te lo aseguro, ahora observa como me hago cargo — Respondió con plena confianza.
Selka no podía creer que este hombre pudiera interactuar con los espíritus, sorprendiéndose aún más cuando sintió al gran espíritu del Árbol sagrado trasmitir su alivio, mismo que llenó a cada Elfo, los cuales no podían explicar esa sensación de seguridad que surgía de pronto en sus corazones.
— No te sobreestimes, humano… tus ataques no podrán alcanzarme ni dañar mis escamas — Declaró el Dragón mientras empezaba a reunir nuevamente energía mágica.
Este estaba confiado debido a la dureza de sus escamas, además de que estaba muy por encima de ellos en el aire, por lo que sin ninguna preocupación decidió terminar todo con su más poderoso ataque de fuego.
El peli-rojo entrecerró sus ojos para luego abrirlos de golpe mientras plantaba sus pies con firmeza en el suelo, con su puño izquierdo a la altura de su cintura y su puño derecho levantado hacia el cielo.
— ¡Ahhh! — Fue el grito de batalla que escapó de sus labios.
Entonces la pose de Naruto cambió perfilándose de lado mientras abría las piernas y bajando su centro de gravedad, al tiempo que colocaba el puño derecho a la altura de su cintura y subía su puño izquierdo defensivamente mientras reunía Chakra Senjutsu, por lo cual empezaba a rodearse de un aura dorada.
Mientras tanto, el pequeño espíritu en sus hombros empezaba a revolotear a su alrededor con entusiasmo, pues este había sentido como también la magia ambiental era atraída por el peli-rojo, algo que no solo fascinó al pequeño espíritu, sino a todos los espíritus del bosque.
Selka abrió los ojos cuando sintió como este hombre se conectaba directamente con la naturaleza y empezaba a tomar su poder, e incluso el espíritu del gran Árbol sagrado vibró con efusividad cuando el peli-rojo sin saberlo se conectó a él, por lo cual sin dudar este le dio su bendición por lo que Naruto agregó el poder del Árbol sagrado al Chakra Senjutsu que estaba reuniendo.
La Alta Elfa tenía una expresión de estupefacción cuando sintió la bendición siendo otorgada al peli-rojo, el cual no mostró cambios en su postura cuando sintió el cambio en su cuerpo más allá de apretar más su puño.
Él entendía perfectamente la postura de los Espíritus ante el invasor, por lo que no cuestionó la nueva conexión.
Así fue que Naruto afiló su mirada para después soltar su golpe al aire directo hacia el Dragón.
— ¡Golpe del Rey Bestia! — Exclamó en voz alta.
Los Elfos miraron con incredulidad como la gran concentración de energía mágica superior a cualquier Alto Elfo se reunía y salía desde su puño, tomando la forma de la cabeza de un León con sus garras al frente.
¡GRRR!
Se oyó un rugido imponente cuando la gran bestia de energía mostró sus colmillos, al tiempo que el Dragón abría los ojos por la rapidez del ataque, pero no pudo reaccionar debido a que aún estaba reuniendo energía mágica y recibió el ataque directamente.
— ¡Gahhrrgg! — Rugió de dolor cuando el golpe pasó a través de él como un fantasma mientras sangre salía de su hocico, sintiendo sus órganos internos recibiendo un gran daño.
En consecuencia, al abrir el hocico por el dolor el ataque que estaba cargando salió despedido en otra dirección, siendo que en vez de fuego, era un tipo de energía brillante color azul eléctrico.
Solo Naruto lo reconoció como plasma.
Este hizo un boquete a través de las copas de los árboles para luego recorrer una gran distancia antes de golpear una montaña a las afueras del bosque, donde solo se vio un destello, para que luego se viera un cráter humeante al rojo vivo a la distancia, incluso los árboles circundantes al punto de impacto fueron incinerados por el ataque.
Cabe decir que gracias al enorme agujero que causó el ataque, ahora se podía ver el cielo estrellado, así como la cima de montaña que fue alcanzada por el ataque, causando escalofríos en los todos los Elfos presentes.
Si ese ataque los hubiera impactado, una gran parte del Reino Alf hubiera desaparecido.
Luego los Elfos regresaron su mirada al Dragón, solo para dibujar expresiones estupefactas al ver como este a pesar de no lucir heridas visibles, tenía su garra en su pecho mientras sangre salía de su hocico evidenciando el enorme daño que recibió, por lo que luego dirigieron su mirada nuevamente al peli-rojo, el cual no despegaba la mirada seria de su enemigo en el cielo.
Esto era porque el peli-rojo ya estaba realizando su próximo movimiento, siendo que su cuerpo fue rodeado por una capa de rayos, los cuales causaron un hormigueo en la piel de la Elfa, pues ella era la más cercana a él.
— Raiton no Yoroi (Armadura de Rayo) — Murmuró para luego desaparecer con un sonido de estática.
Esto no hizo más que aumentar el asombro de los Elfos, los cuales por inercia y un gran presentimiento miraron hacia el Dragón en las alturas, viendo como el peli-rojo rodeado de rayos aparecía sobre este.
El Dragón sintió la presencia de su oponente aparecer cerca de él, por lo que alzó la mirada solo para que sus pupilas se dilataran y una sensación de temor lo llenara, pues podía sentir el peso de la fría mirada del peli-rojo sobre él mientras preparaba su próximo golpe.
— ¡ Raigyaku Suihei Chop! (Golpe de Opresión Horizontal) — Exclamó mientras se dejaba caer sobre su presa.
El Dragón intentó defenderse, o al menos alejarse, pero el dolor dentro de su cuerpo lo paralizó por un momento y eso fue suficiente para Naruto.
El peli-rojo conectó un poderoso golpe de Karate en la cabeza del Dragón, mismo que ocasionó un sonoro crujido seguido de un gemido de la bestia, misma que empezó a caer con el cuerpo flácido y los ojos en blanco.
¡PAM!
Un estruendo y un leve temblor fueron provocados por el cuerpo del Dragón impactando el suelo después de desplomarse, con el peli-rojo cayendo suavemente frente al cuerpo.
Cabe decir que al estar de espaldas y que el viento soplara agitando su capa, con esa cubierta de rayos rodeándolo, fue una imagen que se grabó en los Elfos presentes y que los hizo sentir una admiración naciente por Naruto.
Entonces la capa de rayos desapareció, por lo que este soltó un suspiro antes de sonreír ligeramente.
Si bien no fue un reto, al menos lo hizo usar técnicas que casi no ocupa en el campo de batalla, sin mencionar los elementos usados.
En la Guerra de las Tres Facciones, solo ha usado Katon, Fuuton y Doton, mientras que ahora usó Raiton y Suiton.
Sin embargo su mente se centró en otra cosa.
— Supongo que puedo renunciar al cadáver si puedo marcharme ahora — Murmuró para sí mismo mientras se disponía a irse.
Naruto no quería entrometerse más en los asuntos de estos Elfos, sin mencionar que realmente no deseaba tener que ver nada con ellos, pero parecía que el destino tenía otros planes para él, pues su retirada se vio obstaculizado por cierta Elfo, misma que se paró frente a él con una mirada seria.
— Alto ahí joven… — Dijo mientras lo miraba con seriedad.
Ahora que el peligro pasó ella pudo analizar a su salvador.
Cabello rojo carmesí que caía fluidamente por su espalda hasta llegar a sus pantorrillas, ojos heterocromáticos, siendo el derecho azul y el izquierdo color morado amatista, así como vestimentas sencillas de un aventurero viajero y esa capa que cubría la parte baja de su cara.
Ella estaba acompañada de varios Elfos los cuales la flanqueaban con un perímetro defensivo.
Naruto la estudió por un segundo, viendo su cabello color verde jade al igual que sus ojos, rostro de facciones finas y hermosas mientras lo miraba con seriedad regia.
Sin embargo, a pesar de esto fue el pequeño espíritu en el hombro de la Elfa el cual realmente llamó su atención.
— Ya veo, supongo que fue ese pequeño — Murmuró para sí mismo.
— Si, él me informó de tus intenciones de irte, por eso debo pedirte que desistas de marcharte y nos acompañes — Pidió la Elfa con tono firme y cortes.
Ambos se miraron unos segundos, para que luego Naruto abriera su boca debajo de su capa.
Actualmente
Y por esa razón se encontraba en el Castillo real de Alf, frente a los Reyes de dicho Reino cuando aceptó la petición de la Reina, más que nada por curiosidad cuando sintió el cambio en como los Elfos lo miraban.
— Mi nombre es Larfal Ljos Alf, Rey del Reino del Bosque Alf — Se presentó el Elfo en voz alta.
Su cabello era blanco, sin mencionar que a pesar de lucir joven, su mirada trasmitía cierta sabiduría que solo los años podían conceder.
— Yo soy Selka Ljos Alf, Reina del Reino del Bosque Alf… ¿podrías presentarte joven? — Fue el turno de la Reina con tono cortes y educado.
El peli-rojo soltó un pequeño suspiro, para después enderezarse y realizar una pequeña inclinación elegante, misma que sorprendió a casi todos los presentes por el porte majestuoso que trasmitía ese gesto.
Cabe decir que en el camino se había quitado su capa, por lo que su joven rostro era visible para todos los presentes.
— Mi nombre es Naruto Gremory, un simple viajero, su majestad — Dijo en tono formal y educado.
Esto fue del agrado de varios de los presentes, mientras otros resoplaban altaneros, siendo Elfos que no presenciaron la batalla.
— Primeramente, debo agradecerte por salvar a mi esposa… — Fueron las palabras del Rey en tono serio y audible para todos los presentes.
Cabe decir que su mirada se había ablandado notablemente al mencionar esto.
— Seguidamente te agradeceré por salvar mi Reino de esta amenaza, por lo que puedes pedir cualquier cosa y siempre cuando esté en mi poder te lo concederé — Dijo con tono totalmente serio.
Los Elfos presentes, o al menos gran parte de ellos quedaron sin aliento ante las palabras de su Rey, siendo los que presenciaron los actos del peli-rojo los que aceptaron más fácilmente lo dicho por Larfal, mientras los otros aún se mostraban incrédulos.
El peli-rojo los observó por unos momentos, para después soltar un suspiro y negar suavemente.
— No es necesaria una recompensa, la única razón por la que derribé al Dragón fue por un pedido que no podía dejar pasar — Dijo con tono respetuoso.
Esto hizo que el salón se llenara de murmullos, pues no esperaban que el peli-rojo rechazara la recompensa dada por el mismo Rey, sin mencionar que este había dicho que podía concederle cualquier cosa dentro de su poder, algo que nunca ha sucedido en la historia.
Sobre todo porque era un humano.
Larfal cerró los ojos ante la respuesta del joven, internamente aliviado de que no se aprovechara de la deuda que tenían con él, pues prácticamente había salvado el Reino de Alf y a sus habitantes, por lo que su orgullo le exigía recompensar a este humano con lo mejor que pudiera otorgarle.
— Ya veo… al parecer aún hay Aventureros que hacen actos heroicos sin esperar nada a cambio — Dijo para sí mismo, aunque todos pudieron escucharlo.
Ante esto, Naruto alzó ligeramente una ceja, pues era la primera vez que escuchaba el término 'Aventurero', pero haciendo a un lado su creciente curiosidad decidió guardar silencio.
Sin embargo, Selka había notado este gesto al estar mirándolo con atención, por lo que se sintió intrigada y quiso rápidamente saciar su curiosidad.
— Dime joven, ¿qué nivel eres y cuál es tu Deidad patrona? Aunque por como eliminaste a ese Dragón puedo decir que eres al menos nivel 6 a finales de camino — Dijo Selka con tono curioso mientras analizaba el rostro del chico.
Fue sutil, pero ella pudo percibir un brillo lleno de curiosidad en los ojos del chico ante su pregunta, por lo que una idea iba tomando forma en su mente, aunque si era sincera consigo misma, era una idea por demás descabellada.
— Eso es algo que yo también quiero saber — Dijo una voz desconocida.
Ambos Reyes se pusieron de pie al instante, con los demás Elfos poniéndose alertas ante el posible intruso en el Castillo.
Naruto ni siquiera parpadeó cuando desde el suelo junto a él, una gran cantidad de energía surgió desde el suelo, misma que empezó a tomar forma humanoide.
Ante la mirada de todos, una hermosa mujer de cabello verde, así como una blusa manga larga color blanco con verde y un vestido azul había parecido desde el suelo, mientras una capa de energía verde la rodeaba.
Tenía ojos azules con marcas verdes en la esquina de sus ojos, mirada amable y unas cuantas enredaderas rodeándola mientras hojas y pétalos de flores flotaban a su alrededor.
— No tienen por qué temer, jamás les haría daño — Dijo en tono suave mientras miraba a ambos Reyes.
Estos tenían los ojos bien abiertos, pero fue Selka la que la miraba completamente estupefacta.
— Parece que me reconoces, pequeña Selka — Dijo con una sonrisa cálida mientras miraba a la Alta Elfa.
La Reina solo pudo asentir completamente aturdida, para confusión de los demás Elfos, los cuales se mostraban alertas ante cualquier movimiento hostil contra sus líderes.
— Eres el Espíritu del Árbol sagrado del bosque Alf… un Alto Espíritu de la naturaleza, una Driada — Fue lo dicho por Naruto con facilidad.
Esto causó un enorme revuelo entre los Elfos, los cuales quedaron petrificados por un instante, para luego arrodillarse ante ella con total respeto.
Después de todo, era el Espíritu Guardián que los ha estado protegiendo desde el origen del Reino.
— Lo esperaba de Selka, pues ella ya me había visto en contables ocasiones, pero que tu pudieras hacerlo me demuestra que no eres alguien normal — Expresó la Driada sin borrar su expresión amable.
Esto sacó de su aturdimiento a los Reyes y demás Elfos, los cuales aun de rodillas alzaron la mirada sorprendidos, mientras Selka y Larfal tomaban asiento nuevamente con expresiones llenas de perplejidad.
Por su parte, el peli-rojo se limitó cerrar los ojos y guardar silencio.
— Es tal y como Naruto-dono lo ha dicho, soy una Driada que ha protegido el bosque desde sus inicios, mi nombre es Treyni — Se presentó mientras hacía una leve reverencia hacia los presentes.
Los Elfos la miraban con sumo respeto y adoración, pues como habitantes del bosque les era imposible ignorar esa conexión con el Alto Espíritu.
— Entonces, ¿podrías responder las preguntas? — Habló nuevamente la Driada, esta vez dirigiéndose a Naruto.
Este guardó silencio por unos segundos más, para luego abrir los ojos y mirarla con seriedad antes de responder.
— Lamento sonar ignorante, pero es la primera vez que escucho sobre los llamados Aventureros… sin mencionar que tampoco he conocido a ninguna Deidad en toda mi vida — Fue la respuesta breve el peli-rojo en tono cortes.
Un breve lapso de silencio reinó después de esas palabras, con la Driada parpadeando sorprendida.
— No mientes — Dijo Treyni con expresión incrédula.
Esto hizo que el lugar quedara en total silencio, para que luego reinara el caos.
Cabe decir que esto era por la forma en que el peli-rojo acabó con esa bestia, siendo que un humano normal no tendría el poder suficiente para lograr tal hazaña, incluso razas longevas o con grandes habilidades no podrían hacerlo.
Solo los Aventureros eran capaces de superar sus límites naturales y obtener el poder suficiente para haber logrado lo que Naruto hizo.
— ¡Silencio! — Se escuchó la fuerte voz de Larfal.
Tras ese potente grito, el silencio volvió a reinar, mientras todos los presentes miraban al peli-rojo, algunos con incredulidad y otros como buscando algún indicio de que estuviera mintiendo, lo que era poco probable, pues el gran Espíritu lo había dicho y su sistema de detección de mentiras estaba ligado a la protección de su Árbol Sagrado.
En pocas palabras, un humano normal había acabado fácilmente con un monstruo nivel 7, algo aterrador para pensar.
— Dices no ser un aventurero, pero esas habilidades no son algo común… no pediré tantas explicaciones en consideración de habernos salvado, pero no obstante debo saber si mi pueblo puede ser amenazado en un futuro por alguien con habilidades como las tuyas — Dijo Larfal con tono serio que ocultaba su creciente preocupación.
Esto hizo que todos los Elfos presentes abrieran los ojos, pues de haber más humanos con ese tipo de poder sin la bendición de un Dios era por demás preocupante.
— Ya veo, entiendo y agradezco su consideración a mi privacidad, en cuanto a sus preocupaciones, debo decirle que mis habilidades son únicas en el mundo, siendo mis descendientes los únicos con posibilidades de heredarlas — Explicó con calma Naruto.
Los Reyes miraron a la Driada por inercia, la cual asintió con rostro serio, lo cual hizo que la pareja soltara un hondo suspiro de alivio, mismo que los demás Elfos notaron, por lo cual también se sintieron más tranquilos.
Por su parte, el peli-rojo estaba tranquilo pues él no había mentido en ningún momento, ya que sus habilidades Shinobi eran únicas debido a que él era el único en este mundo con red de Chakra, sin mencionar que su Senjutsu era muy diferente al usado por los Yokai.
Eso significaba que no habría nadie que lo igualara en ese ámbito.
— Entiendo, eso me llena de tranquilidad… — Fue lo dicho por Larfal en tono aliviado.
— Ya veo, ahora que analizó bien la bendición que te di puedo notar la falta de un Falna — Dijo Treyni con tono sorprendido y a la vez fascinado.
Cabe decir que este comentario llamó la atención de todos, dejando con expresiones estupefactas a los Elfos al saber este dato.
Ya sabiendo esto de antemano, la Reina estaba cavilando la información obtenida hasta ahora, mientras una idea empezaba a formarse en su mente, pero no obstante lo dicho por la Driada la sacó de sus pensamientos al tiempo que una pregunta surgía en su mente en ese momento.
— Si puedo saber Treyni-sama, ¿Por qué le dio su bendición a este joven? — Preguntó Selka con gran duda en su tono de voz.
Esta pregunta hizo que todo el mundo mirara a la Driada en espera de su respuesta con expresiones ansiosas, pues recibir la bendición del Espíritu del Árbol sagrado era algo que solo la Familia Real pudo obtener para su línea familiar en la fundación del Reino de Alf.
— Bueno, sentí su conexión con la naturaleza y como tomaba el poder de esta para atacar al Dragón, sin embargo noté que no sería suficiente para derrotarlo, por lo que al darle mi bendición aumentaba las posibilidades de eliminarlo con un solo ataque, pero al parecer tampoco fue suficiente — Explicó el Espíritu rascándose ligeramente la mejilla.
Esto hizo que los Elfos estuvieran satisfechos con la respuesta, pues era evidente que el Espíritu Guardián del Reino tomaría cualquier oportunidad para garantizar la supervivencia del bosque, lo que incluía bendecir a un humano.
También entendieron el gesto un tanto nervioso del Espíritu, pues a pesar de darle su bendición, el problema fue resuelto con las propias habilidades del peli-rojo sin tanto problema.
— Entiendo, supongo que era de esperarse — Dijo para sí misma la Reyna.
Para ella no era difícil darse cuenta que esa era la mejor opción en ese momento, sobre todo al recordar como ese chico pudo bloquear el ataque de ese Dragón, por lo que las posibilidades de victoria eran altas y el espíritu no hizo más que aumentar esas posibilidades.
— Disculpe, si no es mucha molestia, ¿podría decirme que es un aventurero? — Fue lo dicho por el peli-rojo.
Esto sacó de sus pensamientos a Selka, así como captó la atención de los Elfos presentes, pues lo que Naruto preguntaba era de conocimiento común, al menos para ellos.
— Los Aventureros son aquellos que reciben el Falna, lo que es la bendición de un Dios para combatir a los monstruos y ganar experiencia para subir de nivel — Empezó a decir Larfal con tono serio.
— Con el Falna ellos ganan habilidades y en algunos casos, magia… al matar monstruos ganaran excelia, que al llegar a cierta cantidad les permitirá subir de nivel después de realizar una hazaña digna — Dijo esta vez Selka para complementar la explicación de su esposo.
— Mmm~ — Murmuró Naruto mientras asimilaba la información.
— Los Dioses bajaron a Gekai, sellando su poder para poder vivir entre los seres de este mundo… ellos eligen humanos para otorgarles su Falna creando lo que ellos llaman Familias… Zeus, Hera, Poseidón y Loki son algunos de ellos — Fue el turno de Treyni.
Nadie lo notó, pero ambos Reyes reaccionaron un poco ante el nombre del último Dios nombrado por la Driada, con Selka bajando la mirada levemente, mientras Larfal fruncía un poco el ceño al recordar algo.
Por su parte, Naruto solo los miró fijamente, para luego soltar un hondo suspiro mientras se cruzaba de brazos y asentía para sí mismo.
— Ya veo — Dijo con total entendimiento.
Esto explicaba un poco la barrera, además de revelar que esta área estaba en territorio Griego si la mención de esos Dioses indicaba algo, sin mencionar que el panteón Olímpico no estaba aliado con nadie por lo que posiblemente Zeus era el creador de esta barrera.
Aunque la mención del Dios Asgardiano de las mentiras lo intrigó un poco, pero conociendo la reputación de ese Dios no le pareció tan descabellado que fuera parte de esto, fuera lo que fuera.
Además de confirmarle que si no fuera por su Senjutsu pasivo, entonces tendría un montón de Dioses tras de él.
Aunque al ser solo un Clon no era algo que lo preocupara, ya que solo debía disiparse para salir de cualquier problema.
Sin embargo, esto también lo hizo tener un poco más de precaución a la hora de usar su poder mágico o demoniaco dentro de la barrera, por lo que pensó en limitarse solo a habilidades de Chakra.
— ¿Piensas unirte a algún Dios? — Preguntó Selka de la nada.
Esta pregunta saco al peli-rojo de sus pensamientos, quien la miró un tanto interrogante al grado de alzar una ceja, algo que ella y los demás Elfos notaron, por lo que un leve sonrojo adornó las mejillas de la Elfa al malinterpretar el gesto de Naruto.
— Coff coff Aunque creo que con tus habilidades no es necesario — Dijo mientras disimulaba su vergüenza.
— "Esa pregunta me tomó por sorpresa, pero creo debería haberla visto venir" — Fueron los pensamientos de Naruto en ese momento.
— También podrías quedarte a entrenar, yo podría ayudarte a aumentar tu conexión con la naturaleza y los espíritus, ya que noté que la cantidad de energía que puedes tomar de esta es bastante limitada — Agregó esta vez la Driada con tono serio.
Naruto solo alzó una ceja ante las palabras de la Driada.
— Lo noté cuando atacaste al Dragón, incluso con mi bendición alcanzaste solo cierto nivel de conexión con la naturaleza — Fue lo dicho por una seria Treyni.
Esto hizo que el peli-rojo reprimiera una pequeña sonrisa, pues él ni siquiera entró en Sennin Modo para esa pelea al arañar solo la superficie de su poder, tomando solo lo necesario para aturdir y dañar un poco al Dragón, algo que estaba causando un malentendido, por lo que estaba siendo subestimado en este momento.
Aunque gracias a la nueva conexión, él podía sentir el toque de preocupación por su bienestar de la Driada, suponiendo que el pensar en perder a un humano con tal afinidad por la naturaleza era algo que realmente la afectaba.
Esto por supuesto se ganó gran aprecio a sus ojos.
— Si aceptas la invitación, entonces eres bienvenido a quedarte como invitado de honor en nuestro Reino, incluso prepararé una habitación exclusiva en el Castillo — Fue el turno de Larfal viendo la oportunidad de compensar al peli-rojo.
Esto hizo que los demás Elfos quedaran con la boca abierta, pues era una invitación del Espíritu Guardián y del Rey de Alf, algo que se consideraba exclusivo incluso para los Elfos Nobles.
Sin embargo, ocurrió algo que ninguno esperaba.
— Lo lamento, pero debo negarme ya que debo continuar mi viaje — Fue la respuesta de Naruto.
La negativa del peli-rojo dejó en un silencio estupefacto a los demás Elfos, siendo que los Reyes parpadearon confundidos por un momento, para luego abrir los ojos sorprendidos ante la negativa del joven.
— ¿Puedo saber tus motivos? — Preguntó la Driada con curiosidad.
— Actualmente me encuentro en un viaje para aligerar mi corazón de varias cargas que me afligen, por lo que no puedo quedarme — Explicó Naruto brevemente.
Esto hizo que varios Elfos adquirieran expresiones sorprendidas, mientras la simpatía empezaba a crecer en ellos, al tiempo que ambos Reyes se ponían serios de golpe al notar cierto cansancio en el tono de voz del peli-rojo.
Por su parte, Treyni solo pudo dibujar una sonrisa triste ante la respuesta, sobre todo cuando a través de la conexión con Naruto pudo sentir su cansancio emocional y estrés mental en cierta medida.
— Ya veo, es una lástima — Dijo el espíritu con tono decaído.
— Si esa es tu respuesta lo entendemos, pero al menos descansa el resto de la noche en una de nuestras habitaciones — Dijo Selka mientras alzaba una mano.
Entonces una sirvienta hizo acto de presencia para después acercarse al peli-rojo.
— Por favor, acompáñeme — Pronunció con tono respetuoso.
Naruto la miró por unos momentos, para luego mirar a ambos Reyes y hacer una pequeña reverencia.
— Entonces aceptaré su oferta — Dijo para luego empezar a retirarse detrás de la sirvienta.
Los Elfos solo lo vieron perderse en los pasillos laterales, para luego empezar a murmurar entre ellos.
Sin embargo, estos rápidamente guardaron silencio cuando escucharon un hondo suspiro viniendo de la Driada, para que luego la vieran hacer un puchero y cruzarse de brazos, ocasionando gotas en la nuca de todos los presentes.
— ¿Sucede algo Treyni-sama? — Preguntó Larfal superando su impresión inicial.
— Su conexión con la naturaleza está casi a la par de ustedes después de recibir mi bendición, es obvio que me gustaría que se quedara en este bosque, incluso si hubiera la posibilidad de que conociera a la princesa, ya que podría mejorar el linaje de Alf — Fue lo dicho por el espíritu.
Cabe decir que los Elfos lo pensaron por unos momentos, por lo que si bien no les gustaba del todo la idea de que un humano se juntara con su amada princesa, también debían de aceptar que la Driada tenía razón, mientras recordaban el porte y los modales mostrados por el joven, lo que acalló bastante la aversión a la idea de que el peli-rojo fuera un candidato a pretendiente de la princesa Riveria.
También influía mucho que era una idea propuesta por su Espíritu guardián.
Por otra parte, Larfal entrecerró los ojos tan solo de pensar en entregar la mano de su querida hija, incluso siendo el peli-rojo el salvador de su reino.
En cambio Selka no pudo evitar parpadear, para luego imaginarse a pequeños peli-rojos de ojos verdes corriendo por el Castillo, algo que casi la hizo chillar de emoción.
Sin embargo tuvo que calmarse, recordando que su hija probablemente enfurecería si hicieran las cosas sin su consentimiento, como sucedió hace poco y que la empujaron a unirse a un Dios para salir del Reino al mundo exterior.
— No es necesario que lo piensen, solo era una remota posibilidad, yo misma me niego a la idea de forzar algo entre ellos — Fueron las palabras de Treyni al ver la expresión seria de Larfal y la complicada de Selka.
Esto por supuesto los tranquilizó, puesto que si era el pedido del espíritu, ellos no podrían negarse a ello.
— Eso me tranquiliza bastante… hoy ha sido un día difícil, será mejor que vallamos a descansar, pueden retirarse — Dijo el Rey mientras se ponía de pie y miraba a los Nobles.
Estos asintieron con seriedad, mientras otros temblaban levemente recordando cómo casi eran aniquilados al ser parte del escuadrón personal de ambos Reyes, participando en la batalla contra el Dragón.
— Yo también me marcharé, debo recuperar las energías que utilicé para reforzar la barrera — Dijo Treyni antes de desaparecer en el suelo.
En el lugar solo quedaron los Reyes de Alf, para que luego Larfal caminara hacia su Reina, cayendo de rodillas frente a ella y luego la abrazara, quedando su cuerpo recostado sobre su regazo mientras temblaba visiblemente.
Selka soltó un suspiro tembloroso, para luego acariciar el cabello de Larfal.
Ya estando solos, la gravedad de lo ocurrido por fin los había golpeado, entendiendo nuevamente que el Reino de Alf y su bosque pudieron haber desaparecido esta noche, si no fuera por ese joven que se había retirado minutos antes.
— Casi te pierdo — Murmuró el Elfo con voz derrotada.
— Lo sé cariño… yo también creí que moriría y en esos momentos pensé en Riveria, lo único que podía desear era que tuviera una vida plena — Dijo Selka mientras sonreía de forma triste.
Ante las palabras de su Reina, el Rey Elfo soltó un resoplido poco digno, pero que denotaba un poco de gracia.
— Pensar que su rebelión pudo haberle salvado la vida, aunque ella fuera la última Alto Elfo del bosque Alf en el mundo… me alegra que ese no sea el caso — Dijo el Rey mientras se ponía de pie nuevamente.
Selka lo vio reajustar sus ropas, provocando una pequeña risa en ella.
El Rey tuvo un leve sonrojo, pero no obstante permaneció serio para luego extender su mano, misma que su esposa tomó.
Así ambos caminaron por los pasillos hacia sus aposentos.
— Sabes, he pensado un poco en lo dicho por Treyni-sama… y de echo me sentiría un poco más segura si nuestra hija quedara bajo el cuidado de Naruto-dono — Mencionó de la nada Selka con tono serio.
Larfal casi se tropieza ante lo dicho por su Reina, por lo que al recuperarse de la sorpresa este la miró con estupefacción.
— Por favor, no bromees con eso — Dijo el Rey con ligero pánico.
— Fufufufu imagínate, pequeños Elfos de cabello rojo y ojos verdes corriendo por el Castillo — Dijo Selka con una sonrisa burlona, disfrutando de la expresión horrorizada de su esposo.
Pero luego lo vio recuperarse y poner una expresión pensativa, asentir para sí mismo con una expresión seria, para luego soltar un suspiro tembloroso y comenzar a caminar de nuevo.
— Supongo que puedo darle una oportunidad… pero será cosa del destino si es que ambos se encuentran y algo surge entre ellos, solo de esa forma podré aceptar esa unión — Declaró en voz alta el Rey.
Había aprendido en cierta medida de sus errores, por ello no forzaría a su hija nuevamente con un compromiso sin su consentimiento.
Por su parte, Selka se mostró estupefacta, para luego salir de su aturdimiento y alcanzar a su esposo con preocupación visible en su rostro.
— ¿Te encuentras bien cariño? — Preguntó la Elfa en tono preocupado.
Esto era porque ella jamás esperó esa respuesta de su esposo.
El Rey no respondió, sino que se detuvo frente a una puerta mientras tenía una expresión un poco complicada.
Selka no dijo nada, entendiendo en parte el origen de la expresión de su esposo, el cual abrió la puerta, para mostrar una habitación lujosamente amueblada, con varios libreros llenos de libros, siendo que lo más llamativo eran unos pedazos de papel pegados en un muro.
Al ver esto, Larfal adquirió una expresión melancólica, recordando que él era el responsable de eso, siendo que él había destruido el mapa mundial que su hija había creado con mucho esfuerzo, siendo esto el detonante de que Riveria haya decidido irse del Bosque.
Por un momento pensó que su intención era justificada, pues si los Altos Elfos y el bosque sagrado se extinguían, los Elfos perderían algo en lo que confiar, así como le sucedió a los Pallums cuando supieron que su venerada Fianna no existía.
Después de todo, ellos como Altos Elfos eran ídolos de adoración para los Elfos, lo cual evitaba que estos fueran corrompidos por los Dioses.
Sin embargo, al final lo pensó bien y dejar que Riveria saliera al exterior podría llenar de expectativas a los Elfos del mundo, algo que aumentaría la influencia de los Altos Elfos entre su gente.
Salió de sus pensamientos para luego avanzar hacia la cómoda al lado de la cama de su hija, de donde tomó un objeto muy específico que él le había entregado, algo que molestó a Riveria, pero ahora estaba seguro que quizás las cosas serian diferentes esta vez.
Desde la puerta, su esposa lo observó regresar mientras alzaba una ceja ante las acciones de su esposo.
— Creo que es un buen regalo de despedida para nuestro salvador — Dijo al momento de cerrar la puerta.
Selka dibujó una pequeña sonrisa ante los ojos decididos de Larfal, pues ella entendía perfectamente que su orgullo como Elfo le exigía compensar los actos del chico peli-rojo con algo del mismo valor, al mismo tiempo que se aseguraba de que su hija estuviera completamente segura.
— Estoy de acuerdo esposo mío — Fue el comentario de Selka mientras retomaban el camino a sus aposentos.
Con Naruto
El peli-rojo se hallaba acostado en una cama con los ojos cerrados.
La habitación que le fue dada era sumamente lujosa, además de que la cama era bastante cómoda, algo que de alguna forma le recordó su propia habitación en el castillo Gremory.
Como Clon no necesitaba el sueño, por lo que en realidad se hallaba meditando en cierta forma para recuperar algo de su Chakra.
Por lo que al haber disminuido su percepción no notó como una pequeña luz verde se posaba en su pecho, para después apagarse, siendo esta luz el mismo espíritu que le había pedido ayuda y que había quedado fascinado con su Chakra Senjutsu, muy diferente a la magia ambiental impulsada por Treyni gracias a la barrera.
Así, sin notar la presencia extra, el Clon permaneció ajeno a todo el resto de la noche.
A la mañana siguiente
Ambos Reyes, junto a una pequeña comitiva de Elfos nobles se encontraban en las puertas de la ciudad junto a cierto peli-rojo, pues era hora de marcharse.
— Eres bienvenido en cualquier momento, como te lo hemos dicho, tienes nuestra más sincera gratitud — Pronunció Larfal con tono serio y sincero.
Sin embargo, era la pequeña sonrisa lo que realmente llamaba la atención de los demás Elfos, algo que dejaría sin habla a su hija Riveria si lo viera, sobre todo porque era dedicada a un humano.
El peli-rojo asintió, teniendo nuevamente su capa blanca de viaje y un bolso de viaje sobre su hombro.
— Gracias por su oferta, me aseguraré de pasar a saludar en un futuro cercano — Respondió Naruto con tono amable.
Para el heredero Gremory, era un soplo de aire fresco la nueva actitud de estos Elfos, aunque tuvo que hacer una gran proeza ante sus ojos para recibir este trato.
— "Bueno, supongo que puedo llamar a esto un logro en sí…" — Pensó para sí mismo con cierta diversión.
Al menos ahora tenía una imagen de cómo sería un cambio de actitud de su propia raza.
— Entonces me voy — Pronunció mientras asentía con educación.
Pero antes de darse la vuelta Larfal dio un paso al frente.
— Antes de que te vayas, recibe esto de mi parte — Dijo mientras sostenía algo en sus manos.
Naruto regreso su vista al Alto Elfo, viendo como este sostenía una pequeña cadena plateada, misma que contenía un anillo hecho de oro con una joya verde y varios grabados.
El peli-rojo retiró su vista del obsequio y regresó su mirada al Elfo mientras alzaba una ceja con duda.
— Es un presente de parte nuestra, al mismo tiempo cada Elfo que lo vea sabrá que tienes nuestra plena confianza — Dijo esta vez Selka, mientras tomaba la cadena de manos de su esposo.
Luego ella procedió a colocarlo en el cuello de Naruto, para que el anillo quedara a la vista de todos.
Cabe decir que el contingente de Elfos que miraron esto estaba con la boca abierta, mientras los que observaban a la distancia y eran solo ciudadanos Elfos mostraban asombro ante la cercanía mostrada por los Reyes del bosque Alf hacia un humano.
La Reina dio un paso hacia atrás, mientras sonreía con suavidad, al tiempo que Larfal asentía satisfecho.
— Entonces cuidaré bien de él — Dijo Naruto mientras miraba el hermoso anillo y luego los miraba de nuevo para luego suavizar su mirada seria.
Luego Larfal sacó una pequeña bolsa extendiéndosela al peli-rojo.
— Esto es sangre de Dragón, sus propiedades pueden crear elixires muy poderosos — Dijo el Rey con seriedad.
Naruto había renunciado al cadáver del Dragón para que usaran sus materiales para ellos mismos, sin embargo ambos Reyes pensaron que se merecía al menos una parte de este, por lo que eligieron algo que fuera realmente útil y que lo ayudaría en el futuro.
— Ya veo, entonces aceptaré su amabilidad — Pronunció tomando la bolsa, donde en su interior descansabas varios viales llenos de Sangre de Dragón.
Larfal y Selka asintieron satisfechos.
Seguido de esto, el peli-rojo empezó a caminar por el camino que lo llevaría fuera de este bosque, sin embargo al haber recorrido varios metros su mirada recayó en la sección del bosque quemada que todavía humeaba, además del enorme boquete que el último ataque del Dragón dejó y que ahora permitía ver el cielo azul.
Esto lo hizo detener sus pasos, además de lucir una mirada indescifrable.
— No te preocupes, si bien tardará algunos años, el bosque se recuperará — Dijo una voz a su lado.
Naruto no reaccionó, pero los demás Elfos sí, cuando una figura femenina surgió desde el suelo junto a él, mostrando a Treyni en todo su esplendor.
Los civiles y algunos soldados jadearon al ver a la Driada, sin mencionar que podían sentir a flor de piel su conexión con el Árbol Sagrado, por lo que la miraron con reverencia.
Por su parte, la Driada miraba con cierta melancolía las cenizas que quedaron de una gran extensión de bosque, misma que aun humeaba después de que los Elfos trabajaron gran parte de la noche en extinguir las llamas que aún permanecían después del ataque.
— ¿Lo dices por la magia residual que impregna la tierra? — Habló Naruto en voz alta.
Treyni ni siquiera se mostró sorprendida de que el peli-rojo lo haya notado.
Ella solo podía ver que las llamas habían alcanzado incluso algunos campos de cultivo cercanos al sitio del ataque.
— Si, esta es demasiado corrosiva que incluso yo tardaré años en limpiarlo lo suficiente para que el bosque vuelva a crecer — Se lamentó en cierta forma la Driada.
Sin embargo, ella hizo a un lado esos sentimientos y se acercó al peli-rojo, luego tomó una de sus manos donde colocó una pulsera dorada con una joya verde que brillaba notablemente incluso siendo de día, para curiosidad de Naruto.
No obstante, rápidamente notó lo que sucedía y miró al a Driada con duda.
— Después de lo que hiciste quiso acompañarte, dijo que quiere ver el mundo en el exterior — Fue lo dicho por Treyni con una pequeña sonrisa.
Naruto solo pudo cerrar los ojos y dibujar una pequeña sonrisa, pues dentro de la joya podía sentir al pequeño espíritu que le pidió ayuda y que lo acompañó desde su estancia en la posada, cuando todos esos pequeños espíritus lo rodearon llenos de curiosidad.
Bien podía considerarlo un nuevo compañero de viaje.
— Ya veo, cuidaré bien de él — Respondió Naruto mientras la miraba con suavidad.
Luego miró nuevamente los daños y una sonrisa traviesa surgió debajo de su capa de viaje.
— "Supongo que gracias la barrera puedo ir con todo… aunque en realidad no es necesario, pero ver sus expresiones después de esto valdrá la pena" — Pensó mientras se preparaba.
Entonces Teyni notó como la mirada del peli-rojo cambió por completo, afilándose de un momento a otro.
— Senpou (Arte Sabio) — Murmuró Naruto.
En ese momento las marcas rojas aparecieron en la esquina de sus ojos y se extendieron hacia su mandíbula, al tiempo que estos cambiaban de ser heretocromáticos a ser de color rojo con la pupila levemente rasgada.
Treyni notó el cambio en el aura del peli-rojo, solo para abrir los ojos con asombro al sentir como este volvía a conectarse con la naturaleza absorbiendo su poder, sin embargo los niveles de poder y armonía con la naturaleza no podía compararse a los de la noche anterior.
Es más, en estos momentos ella se sentía pequeña en presencia del peli-rojo, mientras el poder de este saturaba por completo todo el bosque de Alf.
Un jadeo indicó que ella no era la única en sentirlo.
Todos los Elfos tenían expresiones incrédulas ante la sensación de pesadez a flor de piel, siendo ambos Reyes los que al tener mejor conexión con la naturaleza podían sentir claramente el enorme poder que el peli-rojo estaba reuniendo.
Entonces Naruto junto sus manos e hizo un sello de mano.
Luego la tierra empezó a temblar, al tiempo que desde el suelo surgían ramas y raíces, así como tallos y troncos.
— ¡Mokuton Hijutsu: Jukai Kotan! (Jutsu Secreto del Elemento Madera: Nacimiento de un Mundo de Árboles) — Exclamó Naruto mientras cambiaba de sello de mano y luego extendía ambos brazos hacia el frente.
Con esa acción y ante la mirada estupefacta de todos los Elfos, además de una perpleja Driada, un bosque surgió frente a sus ojos justo donde solo habían cenizas anteriormente, incluso el agujero sobre sus cabezas fue cubierto de nuevo por ramas y hojas.
Naruto había inyectado una cantidad sustancial de Chakra Yang para combatir los restos de maná dejados por el fuego de Dragón, llenando de vitalidad no solo la sección de bosque restaurada, si no todo el bosque en general.
El cambio fue inmediato, pues Treyni pudo sentir como su poder aumentaba en respuesta al nuevo nivel de vitalidad dentro de sus dominios, lo que se trasmitía hacia los Elfos, con ambos Reyes abriendo los ojos al sentir el flujo de magia llenando sus reservas rápidamente.
Cuando todo terminó, por inercia miraron al responsable de eso, el cual relajó su postura para luego mirarlos.
— Nos veremos después — Fue lo único que dijo mientras hacia un sello de mano y desaparecía en una nube de humo.
El silencio reinó después de que Naruto hubo desaparecido.
Clon número 2
El peli-rojo había entrado en el Castillo, notando lo lúgubre que era, además del polvo y las telarañas que cubría todo.
Pero a pesar de eso, el poder era palpable, sin mencionar la poderosa barrera que lo cubría y que gracias a su Senjutsu se las arregló para no perturbarla y alertar al dueño del Castillo, por lo que ahora mismo se dirigía hacia la parte más profunda, donde podía sentir una cierta perturbación que lo llenó de curiosidad.
— Ahora, esto es interesante — Mencionó cuando llegó al origen de la perturbación.
Detrás de la última puerta del castillo, había un pozo muy profundo, en cuyas paredes se hallaban unas escaleras que bajaban hacia el fondo en un patrón de espiral, mientras desde el pozo surgían llamaradas de energía verde en intervalos.
Cabe mencionar, que podía sentir cierta familiaridad en la firma de energía que impregnaba este lugar, además de intuir a donde llegaría al bajar por las escaleras.
— Jamás pensé ver una entrada al Inframundo desde el mundo humano — Dijo para sí mismo, para luego empezar a bajar con paso tranquilo.
Una pequeña sonrisa trasmitía su estado emocionado.
Pero a medio camino se detuvo, parpadeando ante los recuerdos del Clon en el bosque de los Elfos, para luego encogerse de hombros y seguir bajando, esperando tener una aventura parecida si no es que mejor que el Clon disipado.
Con el clon numero 3
Este Clon había sido despertado temprano por el alcalde del pueblo, el cual le había informado que la comitiva enviada por parte del Rey había llegado, por lo que rápidamente fue guiado por el anciano hacia un grupo de personas que aun montaban sus caballos.
Lo que no esperaba era que el mismo Rey hubiera venido en persona.
Cabello rubio y ojos verdes brillantes, vestimentas azules y sobre estas una armadura de placas plateadas cubriendo su pecho y sus caderas, así como guanteletes hasta los codos y una capa sobre sus hombros.
Fácilmente resaltaba de entre los demás Caballeros presentes, sin mencionar su fuerte presencia mágica.
Cabe decir que desde el primer momento supo que la situación no era normal, sobre todo cuando miraba con detenimiento los rasgos finos y delicados de su rostro.
— Usted debe ser Sir Naruto, mi nombre es Arthur Pendragon, Rey de Gran Bretaña, primeramente debo agradecerle por defender este pueblo y sus habitantes, si no fuera por usted, entonces hubiéramos encontrado solo cenizas y restos — Pronunció el Rey en tono regio y respetuoso mientras bajaba levemente la cabeza.
Los demás caballeros lo miraban fijamente, por lo que Naruto puso una mano en su pecho y se inclinó de forma cortés en respuesta.
— Solo hice lo que era correcto, su majestad — Respondió en tono humilde.
Esto se ganó miradas aprobatorias, sobre todo del caballero de armadura violeta.
— Un rasgo honorable para un Caballero — Mencionó Arthur con un asentimiento.
Entonces uno de sus acompañantes se acercó al Rey y le susurró algo.
Este era un hombre de largo cabello blanco y ojos violeta vestido con túnicas, el cual sostenía un bastón en manos.
El Rey cerró sus ojos de forma solemne, para luego mirar al hombre y asentir.
— "Un mago" — Pensó el peli-rojo de forma tranquila.
La energía mágica del hombre era por demás mucho más fuerte que la de todos los presentes, excepto el Rey, aunque era más controlada que la de este.
Luego vio al Rey descender de su montura junto al mago, para luego mirarlo y señalar hacia un lugar apartado de todos a cierta distancia.
— ¿Podría concederme unas palabras a solas, Sir Naruto? — Preguntó en tono cortés el Rey.
El peli-rojo se limitó a sonreír con gracia.
— Sería grosero de mi parte negarme a una petición del Rey, por supuesto su majestad, hablemos — respondió en tono cortés, pero sin borrar su sonrisa.
El mago al lado del Rey tenía una sonrisa parecida.
Así el trío se alejó una buena distancia del grupo y de los pobladores, para que su conversación no fuera escuchada.
El peli-rojo detuvo sus pasos cuando el otro dúo se detuvo y se dio la vuelta para mirarlo.
Ambos bandos se miraron por unos segundos, entonces el Rey habló.
— Cuando escuché que este pueblo fue atacado, no esperé que al acudir yo mismo me encontraría que los atacantes fueron derrotados por un Demonio, salvando vidas y mostrándose humilde — Dijo el Rey con tono serio e inflexible.
— Si bien no mal recuerdo, en estos momentos los Demonios están en guerra con los Ángeles y los Ángeles Caídos — Mencionó el mago con una mano en su mentón.
Naruto solo alzó una ceja con duda, aunque no debería de sorprenderse si el dúo frente a él tenía conexiones con el mundo sobrenatural.
— No te sorprendas, el Dios bíblico me pidió participar en su Guerra como representante de la humanidad… sin embargo tuve que rechazarlo ya que en esos momentos mi Reino me necesitaba más — Explicó el Rey con tono tranquilo.
Naruto sonrió al imaginar la expresión de Elohim al ser rechazado, pero no obstante se centró en su actual situación.
— Entonces, ¿Cuáles son tus intenciones aquí? — Preguntó sin rodeos Arthur.
El peli-rojo se limitó a encogerse de hombros.
— ¿Me creerías si te dijera que me encuentro de vacaciones? — Respondió Naruto en tono fácil.
El dúo frente a él lo miró ligeramente incrédulo, al menos hasta que el Rey abrió sus ojos al notarlo.
— No mientes… — Pronunció con expresión perpleja.
— No necesito hacerlo — Respondió el peli-rojo con tranquilidad.
El Rey y el mago se miraron brevemente, en una conversación silenciosa.
— "¿Es peligroso?" — Fue la pregunta en los ojos verdes del Rey.
— "Cualquiera con poder puede ser peligroso, la pregunta aquí sería si te quieres arriesgar" — Fue la respuesta en los ojos del mago.
Por su parte Naruto solo observó en silencio, mientras se preparaba para disiparse en caso de que fuera atacado, ya que por alguna razón no quería crear una mala imagen de él frente a este Rey.
Entonces vio como el mago soltaba una risa divertida, mientras el Rey entrecerraba los ojos para luego soltar un suspiro y mirarlo nuevamente.
— Sir Naruto, ¿aceptaría ser un miembro de la mesa redonda? — Preguntó con seriedad Arthur.
Cabe decir que el peli-rojo no se esperaba esa pregunta, pues la miró con sorpresa evidente en su rostro que solo hizo que el mago riera divertido.
— "Ten a tus amigo cerca, pero a tus enemigos aún más cerca" — Eran sus pensamientos actuales.
Según lo dicho por Sir Roderich, el jefe del pueblo, el peli-rojo tenía gran habilidad con la espada, siendo comparable a la de los Caballeros del a mesa redonda, por lo que tenerlo como aliado podría ser una buena idea.
Si bien tenía un poco de desconfianza, sabía que ninguno de sus Caballeros podría ser influenciado por el peli-rojo, pues tenían cierta resistencia mágica, sin mencionar que cualquier anomalía podría ser detectada por su mago de la corte.
El peli-rojo miró al Rey, mientras debatía mentalmente si aceptar la propuesta, para luego abrir los ojos brevemente por lo que dibujando una ligera sonrisa procedió a arrodillarse mientras ponía una mano en su pecho.
— Estoy a tu servicio, su majestad — Fue lo dicho por Naruto.
La razón de esto era que había recibido los recuerdos de uno de los clones, por lo que decidió aceptar la propuesta en base a esto.
Además de que tenía la curiosidad de porqué el Rey Arthur se refería sí mismo como un hombre, cuando en realidad podía verse que en realidad era una mujer.
— Agradezco que aceptaras, es momento de volver y dar la noticia a los demás, vamos Merlín, Sir Naruto — Dijo el Rey mientras regresaban con los demás.
El peli-rojo cruzó miradas con el llamado Merlín, el cual le sonrió de forma traviesa antes de seguir a su Rey, con el peli-rojo detrás de ellos mientras esperaba tener momentos interesantes, lo cual sus instintos le decía que habría de sobra.
Con el original
Su estadía con la tripulación de Shanks era interesante por decir algo.
Saber de este nuevo mundo, sin mencionar el nivel de poder que un humano podía adquirir con entrenamientos exhaustivos y sin depender de magia, arma Sacra o algún [Sacred Gear, lo cual era algo que jamás hubiera creído de no haberlo presenciado.
Y ahora según su Capitán tendrían una reunión con unos de los Yonkou y una de las existencias más fuertes.
Shirohige (Barbablanca), Edward Newgate.
Un hombre que en palabras de Shanks era una leyenda viviente en el Nuevo Mundo, además de poseer una Akuma no Mi que le permitían crear terremotos.
Naruto tenía mucho interés en este personaje, así como en el espadachín más fuerte del mundo.
Taka no me (Ojos de Halcón) Dracule Mihawk.
No podía esperar en conocerlos.
Bueno, por fin pude terminar este capítulo.
Lamento la espera, pero he estado ocupado y termino agotado física y mentalmente, por lo que no pude actualizar antes cuando ya casi terminaba este capítulo.
Como pueden ver, hay un ligero crossover con tres series, donde tomaré algunos personajes para que sean de la nobleza de Naruto, además de que aprenderá algunas habilidades más.
Si quieren saber, los crossover son con Danmachi, One Piece y Fate.
Hay otro cross, aunque no sé si lo hayan notado.
Mi siguiente fic será Dragón Heroico, seguido de Nueva vida.
Sin más que decir me despido.
Kami fuera.
