— NOTAS DE LA TRADUCTORA —
La historia pertenece a: PimpedOutGreenEars.
Phineas and Ferb pertenece a: Dan Povenmire y Jeff Swampy Marsh.
Apartamento vacío
Capítulo 28. No quiero a nadie más
…
Miércoles, 5 de marzo.
Baljeet suspiro cuando entró en la escuela. Normalmente Buford y el entrarían juntos, el más grande se encontraría con él en una calle de su casa para que los padres del hindú no lo vieran. pero por hoy su amigo tenía una cita con el dentista.
A pesar de eso, estaba feliz de que el matón no pudiera caminar con él.
Por lo regular, estaría triste por la ausencia de Buford, pero después de la noticia que recibió la noche anterior; su amigo era la última persona que quería ver.
Baljeet fue a su casillero y luego a la clase de Escritura Creativa. Fue una de las únicas clases de Inglés que no fue impartida por la Sra. Clearwater. En cambio, fue enseñado por la Sra. Franklin; una mujer emotiva.
Odiaba a la clase debido al hecho de que gran parte de ella era subjetiva, pero al mismo tiempo era un desafío.
La Sra. Franklin entró en la habitación justo cuando sonaba el timbre con una pila de papeles en las manos.
—Muy bien, todos ya conocen el procedimiento. Saquen sus historias cortas. Recuerden escribir cualquier pensamiento útil que tengan —dijo antes de sentarse en su escritorio.
Durante los últimos dos días simplemente había estado repasando los cuentos de los demás y tomando notas sobre ellos. Estarían dando un taller la próxima semana, así que la Sra. Franklin quería asegurarse de que todos tuvieran mucho que decir.
Baljeet ya había revisado todo el trabajo de sus compañeros de clase en busca de errores ortográficos y gramaticales; ahora estaba luchando por criticar ideas. Encontró la tarea imposible. Era fácil determinar si un ensayo era bueno, pero un cuento era una bestia muy diferente.
Fueron días estresantes sin poder decir algo sobre las historias de sus compañeros. Por supuesto, ahora eso no importaba tanto.
Sacó su pila de historias de una carpeta naranja antes de colocarlas frente al escritorio. Intentó concentrarse, pero solo logró escribir unas pocas oraciones antes de que su mente volviera a lo mismo de la noche anterior.
Mishti iba a venir a su casa durante las vacaciones de primavera.
Buford se iba a enojar.
Y él no estaba seguro de que hacer al respecto.
Mishti es una buena amiga. De hecho, había sido la primera amiga que tuvo. Era divertida, excelente futbolista y una de las personas mas inteligentes que ha conocido. Ella siempre ha tenido un lugar especial en su corazón.
Por supuesto, Buford también lo tenía. Tal vez un lugar mucho más grande.
La primera vez que Baljeet se dio cuenta de que estaba viendo a Buford de una manera más que amistosa, estaba en sexto grado. La tierra no se detuvo cuando se dio cuenta, solo fue una lenta acumulación de sentimientos que ya no podía ignorar.
Fue frustrante y vergonzoso al principio.
Buford era su amigo más cercano, incluso más cercano que Phineas e Isabella. Entonces cuando comenzó a desarrollar sentimientos más allá de eso, fue preocupante. No solo eso, sino que Baljeet estaba seguro de que sus padres no aprobarían que le gustaran los chicos; y mucho menos Buford, a quien sus padres habían comenzado a despreciar.
Desde entonces trato de no decir nada o incluso insinuarlo. Hubo momentos que cometió un pequeño desliz y había hecho algo fuera de lo común, pero Buford nunca mencionó nada. Eso suponiendo que lo hubiera notado.
No fue hasta séptimo grado que el más grande dio la primera señal de que él podría sentir lo mismo.
Baljeet había estado siendo intimidado por otro chico en la clase de gimnasia. Buford no estaba en su clase ese año, así que como el chico hindú no le dijo nada; no tenía idea de lo que estaba sucediendo. La intimidación había durado algunas semanas antes de que Buford apareciera un día en el vestuario del gimnasio.
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«—¡Muy bien, todos fuera! —grito mientras irrumpía en el vestuario.
Baljeet acababa de cambiarse de ropa y había planeado salir corriendo antes de que Samuel Clark pudiera decir o hacer algo; pero al ver a Buford, se congeló.
—¡Tú no, Clark! —exige cuando todos los jóvenes comenzaron a salir de la habitación con miedo.
Samuel asintió mientras se paraba frente a Buford y esperaba que todos se fueran. Baljeet estaba a punto de irse antes de que su amigo lo mirara.
—Tu tampoco, Jeet —dijo con fuerza, parando en seco al más pequeño.
Después de que el último chico se fue, Samuel habló.
—¿De qué trata esto? —pregunto en un tono irritado. Era un poco más grande que Buford, pero no lo suficiente como para resultar intimidante.
—Buford cree que sabes de que se trata —espetó mientras se acercaba al otro chico.
—¿Así, y eso es? —preguntó Samuel, sin inmutarse ni un poco cuando el otro se acercó.
—Baljeet es mi nerd —gruño, su cara estaba a solo una o dos pulgadas de la de Samuel—. El "Código Bully" dice que no puedes tocarlo.
—¿Me veo como si me importara lo que dice el "Código Bully"? Si quiero molestarlo, lo haré —dijo con el ceño fruncido—. ¿Qué vas hacer al respecto?
—Esto.
Responde antes de lanzar un derechazo al ojo izquierdo de Samuel, haciendo que este retrocediera y mirara al contrario con los ojos muy abiertos.
—¿Qué te sucede? ¡Solo estaba jugando con él! —grito, indignado. Nunca espero que el otro bravucón hiciera las cosas físicas.
—Te pasaran cosas malas si descubro que estas "jugando" con Baljeet otra vez —gruñó.
—Bien, lo dejaré en paz —prometió mientras retrocedía, mirando en dirección a Baljeet.
—No es broma, ahora sal de aquí —ordenó.
Samuel se apresuró a obedecer.
Cuando se fue, Buford se volvió hacia Baljeet.
—¿Por qué no me dijiste que te estaba acosando?
—Yo… no quería molestarte con eso —confesó.
—¿Molestarme? —pregunto confundido.
—No fue gran cosa —mencionó. Aunque se sentía aliviado de que Samuel ya no lo molestara más.
—¿Cómo puedes decir eso? —su voz sonaba enojada y herida.
Baljeet no sabía que responder, así que solo espero a que Buford procediera.
—Eres mi nerd y yo soy tu matón. Así es como siempre ha sido y como siempre se supone que debe de ser. Solo tú y yo —dijo con frialdad, pero con una pizca de dolor—. ¿Ya no quieres eso o algo así?
Cuando Buford hizo la pregunta, Baljeet pudo oír la preocupación en su voz y ver el medio en sus ojos. Era extraño ver a su amigo vulnerable, aunque solo fuera un poco.
Sacudió rápidamente la cabeza—. ¡Por supuesto que todavía quiero eso!
—Bien —dijo Buford con brusquedad mientras ponía una mano en el hombro de Baljeet—. Porque no quiero a nadie más.
—Yo tampoco quiero a nadie más —el moreno estuvo de acuerdo mientras miraba a los ojos del otro.
Y por un segundo juro que Buford iba a besarlo, pero luego el matón desvió la mirada con rapidez.
—Mejor… —empezó a soltar su hombro—. Me tengo que ir. Nos vemos, Jeet…»
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Después de eso, Baljeet y Buford solo continuaron acercándose. Más cerca de lo que los amigos deberían de estar.
Baljeet era muy cercano a Phineas y el pelirrojo era bastante cariñoso, pero…
No fue Phineas quien abrazó a Baljeet cuando estaban solos. No fue Phineas quien dejó que Baljeet apoyara la cabeza en su pecho. No fue Phineas quien lo acompañaba de la escuela a casa todos los días.
Siempre fue Buford.
Buford nunca le había dicho a Baljeet que le gustaba; y viceversa, pero a pesar de eso se entendían entre ellos.
En algún momento se había vuelto obvio que sentían lo mismo.
Por supuesto que nunca habían hecho nada acerca de esos sentimientos mutuos. Había demasiados obstáculos en el camino. Uno eran los padres de Baljeet y el segundo el simple miedo al que dirá la gente.
Luego estaba el mayor obstáculo del que Baljeet no se había enterado hasta los catorce años.
Era un estudiante de primer año en ese momento y, por alguna razón, Buford y él habían estado en una gran pelea. No podía recordar con exactitud el porque de la riña; después de un tiempo, todas sus peleas siempre iban de la mano. Todo lo que Baljeet recordaba era que había estado tan enojado con Buford que cuando Ginger lo invitó a salir, el dijo que si.
Solo salió con ella durante aproximadamente una semana, una semana en la al final de ella sus padres decidieron hablar con él. No sabia de que se trataba, pero en ese momento temió que fuera una charla sexual innecesaria. Ya había decidido que iba a romper con ella; así que tal charla no era necesaria.
No pudo estar más equivocado.
Fue la primera vez que le decían que se suponía que se casaría con Mishti.
Su familia y la de Mishti siempre habían estado unidas, y aparentemente habían estado hablando de que los dos se casarían desde sus nacimientos. Después de todo, los matrimonios arreglados no eran tan raros en la India.
No estaba escrito en piedra, pero en definitiva ambas familias lo querían.
La forma en que los padres de Baljeet se lo explicaron fue que no tenía que casarse con ella, pero los haría felices si lo hacía. Los dos fueron buen partido. Ambos provenían de buenas familias indias, por lo que siempre podrían mantener su cultura incluso si vivieran en Estados Unidos. Además, los dos se llevaban muy bien.
Luego le comentaron que si Mishti y él no se hubieran llevado bien, ya habrían roto el compromiso. Pero tal como estaban las cosas, los dos se llevaban perfectamente. Ante los ojos de los adultos, eran el uno para el otro.
Baljeet había sido capaz de asimilarlo todo sin decir mucho. Guardó silencio hasta que sus padres se durmieran. Cuando sucedió, hizo algo que nunca pensó en hacer en su vida…
Se escapó.
Llegó a la casa de Buford en solo unos minutos y despertó al matón llamando a su ventana. Tuvieron una breve discusión sobre la repentina aparición de Baljeet ya que todavía estaban peleados, pero Buford no tardó en darse cuenta del aura triste que emanaba de su amigo.
Baljeet entró en la habitación y comenzó a explicarlo todo. Sobre como no quería estar saliendo con Ginger, sobre como ya ni siquiera estaba enojado con Buford, y luego sobre como técnicamente estaba comprometido con Mishti.
Los dos jóvenes pasaron toda la noche abrazados en la de Buford. Hablaron un poco sobre el tema, pero no mucho. Era demasiado nuevo para ambos, por lo que la mayoría del tiempo se quedaron en silencio.
Incluso ahora a Baljeet le resultaba difícil hablar con Buford sobre el plan de matrimonio.
Buford siempre estaba tan enojado por eso.
Buford aun no entendía porque Baljeet no podía decirle a sus padres que no quería casarse con ella.
Buford no entendía lo importante que era para los padres de Baljeet.
Buford no entendía que Baljeet no quería decepcionar a sus padres.
También estaban los celos abrumadores que Buford parecía mostrar cada vez que Mishti estaba de visita. Desde que se enteró del arreglo, la odiaba a pesar de que ella no lo sabía más que Baljeet. Al menos eso es lo que creía. En realidad, nunca se lo pregunto.
Sin importar que, Buford siempre se enojaba cada que Baljeet mencionaba la llegada de Mishti. Entonces fue por eso que Baljeet iba a hacer algo que no solía hacer.
Iba a mentirle a Buford.
Al menos durante el mayor tiempo posible.
No tenía intención de decirle a su bravucón que su prometida vendría a la ciudad.
