POV; Yuuma Isogai.

Mi espalda dolía y mi cerebro parecía que se quemaría debido al inmenso calor que nos daba de lleno.

Las últimas horas estuvimos realizando trabajos de cultivó.

Por ello las herramientas que nos habían otorgado.

"Esto es horrible."

La ropa que llevaba sólo hacía de las cosas aún peor.

Extrañaba estar en casa.

Yo había decidido venir a este reino para sacar algo de dinero consiguiendo un trabajo bien pagado para después enviárselo a mi familia. Y con ello, poder ayudarlos de alguna forma.

Ya que lamentablemente, todos los trabajos que por ahora se hallaban en el Klero estaban escaseando, además de que eran muy mal pagados.

Mamá había perdido su empleo, y mis hermanos son bastante pequeños como para poder trabajar.

Sólo nos quedaba papá, pero a él tampoco le iba muy bien.

Nos encontrábamos en plena temporada de calor.

Puestos justo en medio del sol, hacía que nuestra piel ardiera como si estuviera envuelta en llamas.

—¡Woah! Así que son ellos.— Con volumen lo suficientemente alto para darse a entender, una voz en la lejanía hizo que todos dirigiéramos la mirada hacía donde se hallaba.

Se trataba de un joven junto a una chica de verdosos cabellos.

Ambos nos miraban como si fuésemos algún tipo de animal siendo exhibido.

Ellos manejaban un carruaje bastante refinado y parecía ser lujoso.

Tal parecía que habían detenido su camino sólo para vernos.

[…]

POV; Normal.

Sin pensarlo, Karma sacó su cabeza por una de las ventanas.

Frunció su ceño al ver la razón del por qué se habían detenido repentinamente.

—Maehara, avanza de una maldita vez.— Karma los llamo molestó.

Sobretodo, a aquel joven de cabellos naranjas. Ya que este era el encargado de manejar el carruaje.

—¿He? Lo siento mucho, en verdad, no era mi intención hacer una parada tan repentina.— Tras disculparse, tomó lugar una vez más junto a la chica que los acompañaba.

Karma volvió a acomodarse en su lugar, no sin antes, ver de reojo a todas las personas que se hallaban trabajando tan arduamente a costa de sus deseos.

"Es repulsivo, padre."

El sólo pensar en aquella palabra, —Padre.— Hacía que se sintiera patético.

POV; Akabane Karma.

No quisiera admitirlo, mucho menos, aceptarlo como única verdad y realidad.

No quería seguir llamando "Padre" A aquel rey que se beneficiaba a costa de la desdicha de otros.

Pero sólo, me era imposible.

"Sólo unos meses más; Y todo esto acabará."

Cuando yo ocupará el cargó de mi padre, me centraría principalmente en crear una sociedad justa y libre de humillación.

Ese sería mi primer centro de atención.

No quería que esto continuará así.

[…]

Una vez llegamos a mi hogar, el cual era precisamente dentro del castillo. Dejamos el carruaje y me dirigí junto a Kayano y Maehara hacía la entrada principal.

Sin embargo, en el transcurso; Vimos a algunos guardias llevando varias maletas.

"Esto nunca es bueno."

Me dirigí a ellos con paso decidido.

Atrás de mí, Hiroto y Kayano habían decidido seguirme.

—¿Qué harán con todo esto?— Le pregunté a uno de ellos una vez que estuve cerca.

—El rey a dicho que nos deshagamos de todo.

—¿Y a dónde lo llevan?

—A quemar.

Eran las órdenes absolutas de mi padre. Las creía injustas.

Él no podía solamente desecharse de todo esto como si no tuviera nada de valor.

Y tal vez así sea, sólo para él.

Fruncí mi ceño en completa molestia.

—No, no pueden hacer eso.— Aclaré mi garganta mientras arrebataba las bolsas que el guardia llevaba en las manos.

Él me miró confundido.

—Deja, Karma. Tú no puedes hacer nada. Es mejor que se deshagan de toda esa basura.— Y justamente en el peor momento, tuve la oportunidad de escuchar a mis espaldas aquella voz que deseaba no escuchar ni una sola vez más.

POV; Normal.

Antes de dar medía vuelta para hacerle frente a su padre, Karma alargó un suspiró para darse valor a si mismo.

—Claro que puedo hacer algo.

Fijó sus ojos en los de su padre.

Ambos tenían exactamente la misma mirada, penetrante y sería.

—¿En verdad? Pues me gustaría verlo.— Su padre dio una medía sonrisa que simulaba ser comprensiva. Cerró un momento sus ojos para luego hablar —; Dime, ¿Qué harás entonces?

Karma haría todo por enfrentar a su padre y hacerle ver que las cosas que estaba haciendo estaban mal.

Pero, aquello que pensaba era un poco más allá de lo que él podría hacer.

Aún así, suspiró una vez más.

Le dio la espalda a su padre y miró a los guardias que ahora se hallaban de pié mirando al rey y a su hijo.

—¡Todos...!— Dudo un momento en hablar. Mantuvo sus palabras en su garganta tras bajar su mirada. —. ¡Lleven todo a mi habitación! ¡El equipaje, todo debe de estar en mi cuarto en menos de una hora!

Aquella repentina orden tomó por sorpresa a los guardias, quienes rápidamente asintieron y comenzaron a ordenarse para dejar todo en la habitación del joven pelirrojo.

Su padre soltó una carcajada. Su hijo siempre lo sorprendía, y está vez, no había sido la excepción.

—Esperó que puedas cargar con todo ello. Veré cuánto duras en esa etapa de rebeldía.

Sin siquiera dignarse a mirarlo, su padre dio medía vuelta para volver a los asuntos más importantes.

"No me subestimes, padre."

El rostro de Kayano y Hiroto eran todo un remolino de confusión.

Ambos sabían que Karma era una persona que actuaba por impulso, pero nunca se hubieran imaginado que él llegaría a tales extremos.

Su deseó por llevarle la contraria a su padre era realmente fuerte, pensaron ambos jóvenes tras mirarse.

[…]

POV; Kaede Kayano.

No cabía duda de que Karma era una persona difícil de comprender.

Pero así era.

Y era algo que me agradaba mucho de él.

Uno nunca sabía el por qué de sus acciones, pero era lindo el verlo actuar tan impulsivamente.

[…]

Aquella noche, después de despedirme de Hiroto al acabar mi día de trabajo, decidí tomar un desvío cuando me encontraba de caminó a mi hogar.

La luna era lo único que alumbraba para aquellos momentos.

"Creó que está noche también deberé de llevar pan para cenar."

Cerré un momento mis ojos, amaba aquellos momentos de simple soledad que diariamente recibía cada que acababa mi jornada de trabajó...

Hace tiempo, yo había escuchando una leyenda; Un príncipe y una princesa, amor y odio, rencor y frustración.

Pero que al final, se llenaban de un final feliz que duraba para siempre.

"Yo deseó algo así."

Y mirando a la luna, siempre me preguntaba si de verdad algún día tendría la oportunidad de vivir un amor duradero.