Simplemente con él
FAIRY TAIL © HIRO MASHIMA
Sinopsis: Quizás no era la opción más adecuada dormirse en medio de un prado después de una misión, pero la sola idea de hacerlo junto a Natsu era maravillosa.
Simplemente con él
Lucy dejó escapar un pequeño bufido mientras su larga coleta se movía al ritmo del viento. Volvió a posar su mirada en el mapa y soltó otro suspiro, algo que no pasó desapercibido para la persona frente a ella.
—Luce, ¿te encuentras bien? —la pregunta de Natsu estaba llena de preocupación genuina. Aunque su compañera de equipo solía quejarse de las largas caminatas, algo parecía diferente esta vez—. Luce...
—Solo estoy agotada. Eso es todo, Nat —respondió ella, usando su apodo cariñoso. Si él la llamaba Luce, ella podía llamarlo Nat—. ¿Crees que falta mucho para llegar al próximo pueblo?
Natsu parpadeó con sorpresa.
—Tienes el mapa, ¿no deberías saberlo?
La maga simplemente suspiró.
—Lo sé, pero quizás podrías haber olido algo delicioso que nos indicará que estamos cerca —señaló y luego volvió a mirar el mapa—. Supongo que está desactualizado o algo, porque no entiendo por qué nos está llevando tanto tiempo llegar.
—Tal vez estás agotada —argumentó Natsu, acortando la distancia entre él y la chica. Sin rodeos, puso su mano en la frente de ella—. No tienes fiebre, pero estás muy sonrojada —dijo, poniendo su mano en su propia frente como referencia.
«¿Por qué siempre tienes que acercarte tanto?», pensó Lucy para sí, sintiéndose avergonzada «Natsu solo se preocupa por comer y pelear. Deberías haberlo aprendido ya».
El escaso respeto de Natsu por su espacio personal solía confundirla y hacerla imaginar cosas que no existían.
Mientras se regañaba mentalmente, Lucy no notó cómo el mago la observaba y tejía sus propios pensamientos.
Desde una perspectiva más simple, Lucy debía estar agotada por la misión, y Natsu no la culpaba. Se habían enfrentado a varios osos invasores que amenazaban a los mercaderes del pueblo. Gracias a la deducción de ella, quien sugirió debilitar a los osos matando el árbol que les daba fuerza y resistencia inusual, lograron completar la misión y obtener una buena recompensa.
Pero eso había implicado una persecución hasta llegar al bosque y atraer suficientes osos para derrotarlos de un solo golpe.
Natsu admiraba cómo Lucy podía mantenerse en pie después de no tomar un descanso en el pueblo y regresar al gremio. Siendo honesto, la admiraba por otras razones, pero en ese momento no lograba ponerlas en palabras, lo que lo confundía.
—Lucy, ¿por qué no nos acostamos?
—Espera, ¿qué? —preguntó la maga y notó que Natsu estaba hablando en serio. Su expresión lo dejaba claro—. ¿Estás hablando en serio?
—Sí, hablo en serio —dijo Natsu, agarrando a Lucy por los hombros y frunciendo el ceño—. Si nos acostamos, estoy seguro de que recuperarás energía —y después de decir eso, le dedicó una sonrisa.
Lucy se quedó inmóvil. Uno. Dos. Tres segundos. Observó la cálida sonrisa de Natsu, hablando como si su pregunta no tuviera segundas intenciones.
—¡¿Por qué quieres dormir en medio del bosque?! —exclamó Lucy, indignada, y se cruzó de brazos. Natsu la miró con confusión—. ¿Qué?
—Es solo que no entiendo por qué te molesta mi idea. Me preocupo por ti —señaló él, soltando las manos de Lucy para darles un suave apretón—. No quiero que te pase algo, Luce.
Lucy contuvo la respiración, sorprendida. Una parte de ella todavía veía un poco loco acostarse por ahí para recuperar energía. Pero otra parte le decía que parecía estúpido no aprovechar el gesto de Natsu y poder compartir un momento a solas con él, algo más allá de las misiones que hacían con frecuencia.
—Entiendo —respondió entonces, con una pequeña sonrisa mientras miraba sus manos entrelazadas—. ¿Cuál es tu plan?
Natsu le explicó con simplicidad que había olfateado lo que parecía ser un prado de flores donde el césped sería más cómodo para recostarse. Al avanzar, encontraron la zona y él la arrastró hasta el lugar que consideró adecuado.
—Quítate el calzado. Será mejor para descansar los pies —explicó, dejando sus sandalias a un lado. De un movimiento, se dejó caer sobre el césped—. ¡Vamos, Luce! Quiero dormir.
Ella observó su rostro, que reflejaba una expresión juguetona.
—Se supone que la cansada soy yo.
—Si me quedo despierto, me aburriré —se defendió Natsu y atrajo a Lucy cuando ella intentó acostarse manteniendo una distancia—. No te alejes mucho, incluso en verano, el viento sopla.
—No quiero invadir tu espacio personal —declaró Lucy, tratando de controlar el sonrojo en su rostro.
—Dormir lejos de Luce es aburrido —le contestó él e inmediatamente cerró los ojos. Segundos después, comenzó a roncar.
—¿Cómo puede quedarse dormido tan rápido? —se preguntó la chica cuando notó el ritmo constante del pecho de su compañero. Esperó unos momentos, por si era una broma—. Oh, Natsu. No tiene remedio —susurró con resignación y se acomodó mejor junto a él.
Mientras el sueño se llevaba a Lucy, observó al mago. Podría haber insistido en llevarla o correr sin descanso para evitar que ella se agotara aún más, pero en esta ocasión había optado por una salida más tranquila, donde ambos pudieran estar juntos.
—Creo que acostarse así no es tan malo si es con él —murmuró y decidió tomarse la libertad de apoyar la cabeza en el pecho de Natsu, dejándose llevar por el ritmo de su corazón.
Sin que se diera cuenta, Natsu esbozó una sonrisa ante la acción, inclinó un poco su cabeza para reposar su mentón en la cabellera rubia y se durmió al lado de la persona que más le importaba.
Nota de la autora: Cuando estaba en la secundaria como estudiante y en mis dos primeros años de universidad escribía mucho de Fairy Tail. Ahora no sé si vuelva a hacerlo, pero al menos me gustaría traer todos mis escritos de la época.
Esta historia corta respondía al día 3 de la Nalu Week 2020: Hora de acostarse/Bedtime.
Ciao.
