-Hyodo Issei ha muerto-

Si.

Hyodo Issei, el director general de Shocker y cofundador de Chaldea ha muerto. Tal vez era un hecho de celebración; no, Waver en realidad no dudaba de que más de un grupo estuviera celebrando la muerte de su estupido aprendiz.

Hyodo Issei ha muerto...

Waver Velvet saborea la declaración en su mente, la repite, la intenta asumir: Porque eso es un hecho tácito. Él lo sabe, lo sabe porque lo vé, lo vé en el cuerpo que está parado frente a él, en el "funeral" que fue "obligado" asistir por una carta entregada tras su muerte. Tomando otra bocanada de su cigarro disfruto del efecto de la nicotina en su sistema, la relajación de su mente lo ayudó a lidiar con lo absurdo de la situación.

Al parecer no había sido el único en recibir una carta; Cuales, Flat, Svin y los otros miembros de su "grupo" se pusieron en contacto entre sí al saber su contenido.

Cerrando sus ojos, prendió otro cigarrillo. Esperando el efecto relajante de la nicotina busco un recuerdo en particular.

Si, podía recordarlo.

Un intruso repentinamente golpeó la puerta de mi estudio. Pedí que se identificara más se mantuvo callada mientras seguía golpeteando la cuerpa de roble. La situación no mostró avance alguno, con su paciencia colmandoce y ninguno estando dispuesto a ceder, ella tomó medidas drásticas.

Cuatro disparos resonaron en el departamento de Hechicería Moderna, la puerta de roble volvió a ser empujada, más los hechizos de refuerzo y las barreras aplicados en ella soportaron los disparos a la perrilla.

Por segunda vez, un acontecimiento me estremeció. Una explosión resonó en todo la facultad, la puerta de roble había sufrido demasiados daños, pero me compro el tiempo suficiente para prepararme.

Estaba demasiado acostumbrado a estas situaciones, los intentos de asesinato estaban adjuntos al cargo.

No era un peleador pero podía sobrevivir el tiempo suficiente hasta que la ayuda llegará.

El botón de pánico debajo del escritorio había sido tocado, tome la Glock 17 que guarda en el fondo falso del primer cajón. Sin demora, tomó los narcóticos que se guardaban junto a la Glock. Sentí como mis sentidos se afilaban al límite. El retroceso me destrozaria y me enviará al hospital, pero valía la pena si seguía con vida. Abrí la ventana detrás de mí y espere el ingreso de mi agresor. Debía confirmar su apariencia antes de escapar.

Resultaba muy molesto no tener alguna pista sobre su afiliación.

Tome una bocanada de aire, mis pulmones se llenaron. Libere el aire de forma lenta, debía sobrevivir los próximos tres minutos.

Nada más importaba, al menos eso creí hasta que la puerta de roble fue abierta.

Con una perfecta patada circular la perilla de la puerta se rompió.

Vistiendo su indiscutible traje de sacerdotisa, el "demonio" hizo su presencia. Su cabello grisáceo ondulado se agitó con su patada, habiendo cumplido su cometido; bajo su pierna y con golpeteos sacudió el polvo que se asentó en las dos capas de su falda. El disgusto se mostró en su rostro, la parte blanquecina de su prenda se había ensuciado demasiado pero no podía hacer más.

Sin tomarle importancia al lord de la torre que estaba presente, se arregló el cabello y acomodó la boina que tenía.

Tomando un comportamiento aceptable, miró con sus ojos dorados a Waver.

Un suspiro de alivio se le escapó sin darse cuenta; alejándose del marco de la ventana, guardó la Glock 17 en el cajón del escritorio.

Intentando recobrar su anterior serenidad, se sentó en su asiento reclinable sin dejar de darle una mirada desaprobatoria a su "invitada".

Manteniendo su comportamiento habitual, sin miramientos y no dando ninguna disculpa le entregó un conjunto de cartas.

Pronunciando pocas palabras para explicar su contenido y sin darme tiempo de cuestionar, salió de mi estudio con la misma rapidez con la que entró.

Guarde las cartas dentro de mi escritorio, un dolor de cabeza se estaba formando en mi. Si ella era el mensajero significaba que las cartas no eran cualquier cosa.

Los guardias llegaron cumplido los tres minutos, al verlos me sentí aliviado, el retroceso de los narcóticos se estaba mostrando, mi pulso cardiaco estaba en descenso y mi temperatura corporal bajó a un nivel aceptable donde no moriría.

Ya podía escuchar a Reines decirme inutil.

Abrí mis ojos y miré nuevamente a mi difunto alumno.

¿Que tenías planeado con enviar las cartas?¿Por qué querías que nos reunieramos una última vez de esta manera?

Ah, no tenía sentido seguir preguntándome lo mismo. Al final, si la informacion que nos diste es correcta, terminaste condenanto tu descanzo eterno grandisimo idiota.

"ughh" Sin darme cuenta había apretado el cigarrillo, una leve quemadura apareció en mi mano derecha.

Incluso si era de esta forma, poder despedirte me libraría de una carga pesada, como tu maestro tuve que haberme dado cuenta de tus planes, todas las pistas estaban sobre la mesa y aun así no pude resolver el problema.

La caja, la araña, el blanco, los bloqueos, la moon-cell, las estrellas, aristóteles, los exteriores, las grietas y los invasores fueron los puntos generales que logré juntar, pero no puede encontrar pistas sobre quiénes más participaron en este retorcido juego.

Si seguía tu sugerencia enviada en la carta, podrías saber la verdad que envuelve a nuestro "mundo", lograria encajar todas las piezas que junte. Pero, ¿sería capaz de soportarlo? Conocer la "verdad" podría terminar destrozandonos a todos.

"tsk" Un chasquido resono en la recamara, Olga tenía toda la información que requería para poder comprender el porqué de tus decisiones, saber las condiciones de tu contrato.

De cualquier modo, cuando todos nos reunimos para discutir sobre el contenido de nuestras cartas me sorprendió que le enviaras una carta a ella.

Cuando decidiste cortar cualquier conexión con la torre tras la muerte de ********, ella se paró frente a ti e impidió su paso. Tu señora, la mujer a la cual le dedicaste tus servicios, retuvo tu camino.

Fue la única que intentó detenerte, posiblemente comprendió que algo no estaba bien en ti. Ja, ja, ja, eso era una verdad inamovible. En ese momento no quedaba ser humano que comprendiera la matriz de tus pensamientos mejor que ella, guiándose sólo de su intuición te pregunto que habías hecho, con quien habías formado un trato.

La afirmación en su momento nos sorprendió, sus palabras no mostraron duda alguna. Su confianza me hizo dudar de mis conjeturas, habías abandonado tu ******* a los 18 años por la vida de **********, no sabíamos con exactitud que sucedió pero ese dia hubo un replanteamiento de tus objetivos.

Acorralandote y sin darte opción tuviste una última conversación con tu señora, su contenido me resulta desconocido.

Solo puedo afirmar que no llegaron a un acuerdo. La irritación se mostraba en el rostro de *******, algo que me dejó perplejo al compararlo con su usual impasibilidad.

Al final la pérdida de tu ******** no era el único motivo de tu partida, de forma imprudente aceptaste un trabajo imposible, aun cuando todas las posibilidades estaban en tu contra buscarte reencontrarse con ella al cumplir tu trabajo.

Antes de darme cuenta había consumido tres cigarros, cuánto tiempo estaba mirando el pasado.

Ah, no importaba.

Abrí mis ojos y mire con detenimiento tu figura.

Te encontrabas en un sarcofago de vidrio posicionado frente a mi y ligeramente inclinado hacia atrás. Dejando tu cuerpo ser visto con facilidad.

vestías tu caracteristica gabardina larga de exterior negro con un fondo rojo en su interior, cortes pequeños se mostraban en las a lo largo de la tela que cubria tu brazo, dejaba a la vista tatuajes negros en tu brazo derecho y en tu brazo izquierdo solo se notaba la textura de maderosa que adquirio tu piel, sin embargo lo chamuscado que estaba la gabardina mostro junto a la perdida de la frma de sus bordes demostraba su desgaste.

Por otro lado, los cortes presentes no fueron cualquier cosa si dañaron la gabardina, incluso la camisa había sido traspasada exponiendo tu piel.

Ahora, aun estando muerto no dejaba de sorprenderme tu imprudencia, si mi vista no me fallaba los tatuajes representaban una matriz para contener la "inversión". No, creo que lo más acertado tomando en cuenta la versión anterior que tenías de la matriz sería que estaba diseñado para liberar de forma controlada la "inversión" y utilizar de forma prolongada la segunda etapa.

La cabeza me dolía por fruncir tanto el ceño, inscribir una matriz en un "cuerpo" era un hecho inaudito en la mayoría de los casos,las condiciones que se necesitan eran muy particulares, sin la constitución física adecuada, un sistema nervioso lo suficientemente receptivo al ingreso de una "extensión" y sobre todo la correcta sincronización de la matriz con el alma del portador no podría lograrse la implantación.

Eso si solo habláramos de las matrices estándares.

En tu caso utilizabas una especializada para la "contención" de la" inversión", no obstante la versión que tenias inicialmente era primitiva si la comparábamos con las utilizadas en las familias especializadas en hechicería de bestias(beast magecraft) que de forma constante entre cada generación realizaban mejorar en su rendimiento al disminuir la carga que ejerce en el alma y estabilizaban los efectos secundarios en los portadores como la pérdida del sentido del "yo", la paranoia constante, la tendencia hacia la depresión o los cambios abruptos de ánimo como la bipolaridad.

El proceso de trasplante podría parecerse al de una cresta pero sus efectos eran diferentes, más los efectos secundarios al final no lograron afectarte, ese "demonio" se encargaría de mantener bajo control los efectos benignos.

El único limitante que tenias seria cuanto mejoras de la matriz podría soportar tu cuerpo físico y la carga que el "vínculo" aplicaba en tu alma.

"Ella" no habría permitido que te sometieras sin supervisión a la actualización de tu matriz, posiblemente Bi ji supervisó el proceso.

No podía pensar que permitieras que alguien más haya manipulado tu alma y las conexiones establecidas que la ataban, un simple error en la configuración del vínculo o la alteración de los enlaces ya establecidos ocasiona una sobrecarga de información en tu alma conduciendo al colapso.

Los Spiritrons que conforman tu alma se dispersarián al instante haciendo imposible cualquier tipo de resurrección convencional.

De una u otra forma pude procesar tus acciones imprudentes, no era lo más arriesgado que habías hecho durante mi tutela, quedaba muy debajo en peligrosidad si consideramos la insensatez que cometiste durante el atentado dirigido hacia la "puerta" que resguarda la corona británica.

Estaba divagando demasiado últimamente, no lograba mantener mi mente enfocada durante estos últimos meses, ¿tal vez era un problema de edad? Me niego a creer que parecía un anciano, nuestra diferencia de edad no era demasiada; tu deberias está cumpliendo 37 años el día de hoy.

Hay estaba otra vez, mi mente volvió a divagar. De cualquier modo me sorprende que aún tengas tu gabardina.

No pude ponerme en contacto con ella pero si también la invitaste a reunirse una última vez se sorprenderá por saber que aun tienes su último regalo, para ella resultó difícil conseguir los suficientes santos sudarios necesarios para confeccionarte tu gabardina.

Conociéndote lo utilizaste solo en momentos de necesidad al considerarlo un regalo irremplazable dado por tu sempai. Además debajo de tu desgastada gabardina se encontraba un chaleco negro sobre una camisa de vestir a blanca junto a pantalones negros y zapatos marrón oscuro ligeramente rasgados.

Encontrarte vistiendo la vieja vestimenta que usabas en tus días como enforcer en ves tu uniforme militar junto a tu armadura me sorprendió, pero lo que sí estaba más allá de mi fue saber que aun tenias contigo "eso".

Tres objetos fueron distintivos en tu vestimenta, la cinta de algodón rojo con patrones dorados atada en tu mano derecha se encontraba igual que tu gabardina, desgastada y algo desecha. Pequeños filamentos rojos y dorados se desprendían de su forma, indicando su ya largo tiempo de uso.

Pese a ser solo un trozo de tela vieja, lo has tenido por los últimos 20 años.

El que se encuentre aún atado significa que mantuviste hasta el final tu promesa con ******.

Podía recordar la primera vez que te vi usandola, inicialmente estaba atando tu largo cabello castaño en una cola de caballo.

Siendo el último regalo que recibiste de tu hermano era natural que siempre intentaras llevarlo contigo. Incluso gastaste grandes sumas de dinero intentando convertirlo en un mystic code en un intento de preservarlo mas tiempo.

Con el tiempo dejaste de atarlo a tu cabello, en cambio lo ataste en tu mano derecha.

El repentino cambio despertó mi curiosidad, cuando te pregunte por el motivo te avergonzaste y evitaste el tema. Con paso apresurado abandonaste la sala de conferencia.

Cuando cerraste la puerta una risilla se me escapó, saber que aun cuando tu sueño te alejaría de la vida común, él que lograras sentir una emoción como la vergüenza o el que tus expresiones pudieran mostrarse con claridad aligeraron la carga de mi corazón.

Ahh, los años nos afectaron a ambos.

Creciste y decidiste prescindir de ti mismo por el cumplimiento de tu sueño, ¿mis enseñanzas te ayudaron?¿Fuiste feliz conviviendo con nosotros?¿Tienes algún arrepentimiento?.

Lo más irónico de todo es como estas ahora, encontrarte reposado sobre una cama de camelias blancas manchadas de un tono carmesí en sus puntas, como si estuviera derramando lágrimas de sangre por tu estado representa tu forma de vida.

Tu piel bronceada mostraba un tono ligeramente pálido, pero aun daba la impresión de que te encontrabas en un profundo sueño.

Aun cuando tu muerte fue prematura, la expresión que portabas mostraba una calma inusual, como si aun tras dar todo de ti para cumplir tu deseo no fue suficiente, estás satisfecho con el resultado.

Oh mi tonto alumno, mirar tu rostro solo me demostro mi propia incapacidad como maestro.

mas de la mitad estaba cubierto de protuberancias que se asemejaban en apariencia a la corteza de un arbol, si miraba con detenimiento fractales de color aberrojo recorrian la superficie arbolea como si de raices se trataran. Si hubiera sido solo eso podría haberlo soportado, pero toda parte visible de tu cuerpo se encontraba en el mismo estado; tus manos y el cuello no fueron la excepción.

-Estupido- Teniendo tu cabello blanquecino atado en una trenza corta que se apoyaba en el lado izquierdo de tu cuello se encontraba un accesorio dorado que sujetaba el final de tu trenza.

Inconscientemente apreté mi cigarrillo y mi expresión se agrio.

Incluso hasta el final lograras la manera de sacarme de mis casillas.

Realmente te gusta hacerme sentir frustrado, había tenido suficiente al soportar las insensateces que cometidas en conjunto con Flat, pero te superaste otra vez.

El adorno para el cabello que te di en tu cumpleaños pensé que lo habías perdido.

No importaba, no te daría el gusto de verme llorar.

Aun cuando cuando perdí las ganas de mirarte el rostro no pude evitar dar le un vistazo a lo más distintivo en tu vestimenta.

Una pequeña esmeralda colgaba de tu cuello por una corbata de bolo, rodeado de un marco de oro la gema se encontraba rasgada y agrietada, se notaba que ciertas partes se habían perdido resultando en la pérdida de su forma original; más no fueron suficientes para no darse una idea de su original apariencia.

Esa gema fue el primer regalo que recibiste de ella, la persona que entregó todo de si para ti. Alguien tan terco y exasperante como tú que buscaba un buen "final" para los dos.

Nunca me dijiste como la terminaste perdiendo, puede que la única persona que lo supiera ya no esté presente. Lo único que pude confirmar fue el cambio que sufriste.

Ella te entregó su cuerpo, su propia vida y cada persona podía saberlo al mirar tus distintivos ojos dorados.

Waver mira otra vez a su alumno, pero se siente extraño. Reflexiona, en realidad no lo hace pero lo intenta, debe pensar algo coherente, debe haber algo coherente en medio de la turbia neblina de sentimientos que su cuerpo retiene... Pero no hay nada, sólo un apodo singular en una noche en la que estuvo particularmente volátil. Fuera de eso no hay nada: No hay antecedentes entre ellos, no hay parentesco directo entre ellos, solo una relación extraña de maestro-alumno, ¿pero habría más?, ¿No? Debería recordar algo así...

Pero nada se le viene a la mente. Sólo el cuerpo mórbidamente pálido que se encuentra frente allí, el cual tampoco tiene nada, sólo es el cascarón de lo que alguna vez fue; superficial y vacío, aún así logra impactar de una forma íntima...

-Hyodo Issei esta muerto-

La declaración despeja su mente, toda la turbulencia de pensamientos se liberan dejando solo un residuo.

Podía recordarlo con claridad, la última vez que todos nos habíamos reunido contigo no como enemigos o representando del papel que decidimos asumir, sino actuando como las personas que éramos antes de la guerra, fue hace 4 años.

Incluso si nuestro reencuentro fue breve, verte mostrar vulnerabilidad durante el funeral de Grey nos recordó a todos el tipo de persona que eras.

Aun si te dolía, junto a la compañía de tu hija pudiste enterrar por tus propias manos a tu esposa.

Me pregunto si dejar que Grey te acompañará fue la decisión correcta.

No, incluso si hubiera estirado mi mano para detenerla ella hubiera hecho todo lo posible para acompañarte.

Grey había crecido mucho por tu influencia, ya no era la misma joven granjera que recogí por un sentimiento egoísta y arbitrario.

Había dejado de cubrir su rostro y me mostró quién quería ser, ya no tenía la duda de perseguir sus deseos.

Parándose firme a tu lado,dejó mi mano y decidió acompañarte en tu último trabajo.

Si, tras un tiempo de tu partido y habiendo declarado tu objetivo al mundo volviste a verme una sola vez.

Apareciste en mi estudio de noche e hiciste una declaración.

-Le pido la mano de Grey en matrimonio-

Me quedé estupefacto por tus palabras, tu ignoraste mi reacción y seguiste pidiéndome la mano de Grey.

Inconscientemente reforcé mi puño y golpeé con todas mis fuerzas tu inutil cabeza.

No te resististe, más bien permitiste que mi golpe encajara perfectamente en tu rostro para no dañar mi mano.

Yo primero te reclame por pedir tales casos que no me corresponde, luego dijiste que para Grey era una figura paterna. Me negué aceptarlo y te incrimine por tu falta de sentido común por aparecer en mi estudio de la nada y por no informarnos sobre tu objetivo.

Al final terminamos insultándonos el uno al otro toda la noche.

Si recuerdo bien, algo que nunca te enteraste fue la visita que Grey me dio en compañía de su hija.

Fue extraño para mi que la niña corriera hacia mi y me llamara abuelo.

Hablamos esa tarde sobre que había sido de nuestras vidas, yo le conté sobre cómo iba mi matrimonio con reinos y la crianza de mi hijo mayor.

El por suerte no heredó nada de mi mas haya de mi apariencia. Ella se reia por mis palabras y contaba su experiencia criando a su hija, sobre todo hizo hincapié en lo mucho que terminaste engriendo a tu hija y el cómo eras sobreprotector al verla interactuar con otros niños.

Te excuzabas diciendo que uno de esos niños podría ser igual que tú y que podría conducir a la niña por mal camino.

Cada vez que hablaba de ti, una sonrisa se le escaba de los labios, incluso cuando expresaba sus quejas sobre tu comportamiento imprudente se notaba el cariño que su voz contenía.

Al final puedo estar seguro de algo.

Gracias.

Gracias por dejarme ver una sonrisa de plena felicidad en Grey.