Capítulo IV:
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BLOSSOM
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Los labios más venenosos.
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― Ah, Naruto―
Sakura gimió muy fuerte cuando el rubio le metió la lengua en la vagina, se retorció en la cama llevándose la mano a la boca evitando gemir más alto. El rubio la miro sonrojado y sonrió de lado cuando metió dos dedos dentro de ella y comenzó a masturbarla despacito.
―Grita todo lo que quieras― Le susurro al oído y la apretó entre su pecho y el colchón ―Mis padres aún no llegan―
Estaban en la habitación del Uzumaki. Serian cerca de la cuatro de la tarde, las clases habían acabado hacia un par de horas y el rubio la había convencido de ir a su casa a hacer la tarea. No demoraron ni media hora en dejar los libros y comenzar a besarse.
La pelirrosa sonrió mordiéndose el labio inferior excitada, cerró los ojos y sintió como sus dedos entraban más profundo dentro de ella acariciándola por dentro.
―Naruto― Lo llamo, el rubio la miro a los ojos sin dejar de masturbarla.
Ambos estaban a medio desvestir, la pelirrosa tenía la camisa escolar abierta dejando a la vista el sostén color blanco, la falda subida hasta la cintura y la ropa interior estaba tirada cerca de la puerta junto a la camisa del rubio, lo único que vestía Naruto eran los pantalones del uniforme escolar.
―Hazme el amor― Gimió.
El rubio asintió. Iba a ser su primera vez. Naruto no era virgen, Sakura tampoco ya había estado con Sasuke pero sería la primera vez de ambos juntos.
Sakura lo miro a los ojos mientras pasaba su mano por el pecho masculino, bajo hasta el inicio de sus pantalones desbrochando el cinturón y bajándole la cremallera.
―Me gustas mucho― Le confesó el rubio besando su cuello.
Sakura metió su mano en el bóxer acariciando su miembro y lo masturbo unos minutos haciendo que la verga se le pusiera más dura de lo que ya estaba.
―Ah, Sakura― Gimió en su oído apretando su muñeca y evitando que continuará ―Te la quiero meter―
―Si―
No tuvo qué escuchar nada más, se terminó de quitar los pantalones y se acomodó entre sus piernas, Naruto la penetro tan despacio que Sakura creyó en cualquier momento se desmayaría de tanto placer. Le quitó la camisa escolar y apretó uno de sus senos con la mano mientras aumentaba el vaivén de sus embestidas.
―¿Te gusta?― Le susurro al oído y apretó con fuerza su seno haciéndola gritar.
―Ah, si. Si― Gimió ahogado.
El rubio la beso con ternura, ella enredo sus piernas en su cintura alentándolo a penetrarla con más fuerza.
―Tu también me gustas mucho, Naruto―
El rubio sonrió acariciando su nariz con la suya despacito, la sintió temblar bajo su cuerpo y le eyaculo dentro a los pocos segundos.
―Sakura― La llamo, la pelirrosa lo miro aún agitada debajo de él ―Te quiero―
Sakura sonrió. Era la primera vez que Naruto se lo decía y era la primera vez en su vida qué Sakura estaba segura que era verdad.
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―Sakura―
La pelirrosa lo miro enojada continuando su camino por el corredor escolar. Naruto la había llamado todo el fin de semana sin éxito, la Haruno no respondió ninguno de sus mensajes o llamadas.
―Por favor. Tienes que escucharme― Rogo siguiéndole el paso.
―Te dije que no quiero hablar contigo― Chillo enojada encarándolo, tenía los ojos rojos e hinchados, la mejillas sonrojadas y la piel muy pálida ―Se termino, Naruto―
El rubio la vio dar media vuelta alejándose de él y sintió las miradas curiosas y burlonas de sus compañeros de clases pero lo que le hizo hervir la sangre fue la sonrisa de Sasuke desde el otro lado del corredor escolar.
Ese hijo de puta.
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―¿Qué quieres?― Hablo de mala gana aún de pie en la puerta de su casa.
Dudo en abrir la puerta, creyó que sería Naruto pero al abrirla era Sasuke.
―Tranquila, mi amor― Comentó burlón ―¿Puedo pasar?― Preguntó con fingida inocencia.
La pelirrosa negó recordando como había acabado la última vez que lo dejo entrar a su casa. El Uchiha frunció el ceño, odiaba cuando Sakura se hacía la difícil.
―Te dije que Naruto no te convenía― Hablo ya convencido que la pelirrosa no iba a dejarlo pasar.
―¿Y eso qué?― Hablo más segura ―¿Crees por qué Naruto resultó ser un idiota como tú iba a volver contigo?― Le preguntó enojada apretando la puerta a medio cerrar.
Sasuke frunció el ceño, sabía que la pelirrosa estaba sola, a esa hora de la tarde su madre estaba trabajando. Podría apretarla del cuello y obligarla a ingresar pero no, Sasuke quería que fuera ella quien volviera con él.
―Se que sigues enojada por eso― Comentó sin darle interés al motivo por el cual terminaron ―Pero ya es momento de dejarlo atrás―
―Me atacaste― Chillo enojada.
Sasuke apretó los puños ya más furioso, empujó la puerta de golpe haciendo que la pelirrosa retrocediera unos pasos ingresando a la casa. Sakura lo miro asustada cuando él la tomo del cuello estampándola contra la pared y sino fuera porque eran las cinco de la tarde y de seguro los vecinos andaban en la vuelta, le quitaría la ropa interior y se la cogería ahí mismo, después de todo le gustaba que Sakura usará solo remerones sueltos para andar dentro de su casa, eso le hacía más fácil la tarea.
―Déjame― Le pidió cuando sintió como la apretó contra la pared presionando sus senos con su pecho.
Aún tenía una mano en su cuello, la otra la bajo a su cintura subiéndole el remeron para acariciarle las piernas desnudas. El Uchiha sonrió de lado, inhalo muy fuerte su perfume y se inclinó a rozar sus labios.
―Nadie mas que yo puede hacerte temblar―
Sakura gimió llorosa intentando esconder el miedo que sentía, respiro más tranquila cuando él la soltó y se alejo unos pasos.
―Nos vemos mañana en clase―
Sakura cerró la puerta de prisa, se apoyo en la misma ya cerrada y se sentó en el suelo echa un ovillo. Todo lo que vivió hace unos meses antes de terminar con él volvió a su cabeza.
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―Sasuke, basta―
El Uchiha apretó el móvil con bronca, la miro dolido y la empujó con tanta fuerza sobre la cama que Sakura rebotó sobre el colchón gritando asustada.
―No quiero― Chillo cuando él se subió encima de su cuerpo.
Serian cerca de las tres de la mañana, estaban encerrados en la habitación del pelinegro. Habían regresado hacia unos veinte minutos de la fiesta de cumpleaños de Suigetsu, fiesta en la cual Sasuke se la pasó diciéndole que se veía como una prostituta por el vestido que había elegido y le había quitado el móvil al tercer mensaje que recibió de Ino.
―¿Crees que a mi me importa que quieras? ― Siseó en su oído y Sakura sintió como se excitaba entre sus piernas ―Eres mi novia. No te puedes negar― Se burlo bajándose la cremallera del pantalón.
Sakura se retorció bajo su cuerpo en un vano intento de escapar.
―¿Hace cuanto que Ino te aconseja dejarme? ― Le preguntó corriendo sus ropa interior con los dedos y recordó los mensajes que la rubia le había enviado a su novia hacia unas horas.
―No, Sasuke. Déjame― Chillo y el Uchiha apoyo su mano sobre su boca evitando que siguiera gritando.
―No grites. Mis padres están dormidos― Hablo serio y comenzó a penetrarla con rabia ―Te pusiste este vestido para eso ¿No?― Se burlo embistiéndola con fuerza y sintió como temblaba bajo su cuerpo ― ¿O querías calentar a mis amigos?― Preguntó apretando los dientes.
Sakura solo giro la cabeza guardando silencio. Hacía más de un año que eran novios, hacía unos meses que conocía a la familia de Sasuke y no quería que la vieran así. Ebria, semi desnuda y siendo abusaba por su hijo menor.
―No quiero que vuelvas a hablar de mi con Ino― Hablo serio ―¿Entendiste? ―
Sakura asintió.
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A la mañana siguiente Ino paso por ella para ir al Colegio. Le sonrió dándole ánimos e intento pasar la mayor parte del día con ella. Sakura lo agradeció, ya no solo debía evitar a Sasuke sino que ahora también debía evitar a Naruto.
―¿Y si escuchas su versión?― Le preguntó Ino a su lado.
Sakura la miro con el ceño fruncido mientras revolvía su comida sin muchas ganas.
―¿Y qué me va a decir?― Murmuró desilusionada ―¿Qué volvió dos años después a ganar la apuesta?― Hablo con ironía y cruzó miradas con Naruto que estaba a unas mesas de ella.
El rubio clavo sus ojos azules en ella y a Sakura le hirvió la sangre cuando vio a Shion, una de las porristas acercarse a él y sentarse a su lado.
―¿Y esta? ― Comentó celosa.
Ino y Karin se miraron de reojo. Era bien sabido por todo el escuadrón de porristas que la rubia estaba muy interesada en el Uzumaki y no le había gustado para nada cuando lo vio a los besos con la Haruno.
―Ay, Naruto ― Susurro con pena sentándose a su lado, observó de reojo como Sakura fruncía el ceño enojada ―Sasuke es un idiota ― Dijo Shion acercándose más al rubio en aquella mesa de la cafetería.
Naruto apretó los puños enojado y sintió la mano de la rubia sobre la suya.
―Si necesitas distraerte, cuanta conmigo ― Susurro coqueta.
―Gracias, Shion ― Murmuro sin notar el tono sugerente en que la rubia se ofreció a darle apoyo.
Naruto solo quería hablar con Sakura y explicarle que él no tenía nada que ver en esa apuesta y que esas últimas semanas a su lado habían sido las mejores de su vida.
Naruto solo quería decirle que realmente la quería. No. Que realmente la amaba. Que eso debió haberle dicho la primera vez que hicieron el amor. Que estaba enamorado de ella.
Pero todas las ganas que tenían de hablarle y obligarla a escucharlo se esfumaron cuando la vio subir al coche de Sasuke esa tarde.
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