Tras el corte certero que junto a Sasuke le hicimos en el abdomen a Obito, pudimos sacarles los Bijuu, más no pudimos arrancárselos de manera definitiva, era como aquella vez cuando con Kurama luchamos en mi mente y ese tira y afloja comenzó, mientras tirábamos Sasuke y yo, con las 9 colas de Kurama, pero a 2 de las bestias no podía conectarlas, eran Hat-chan y al Ichibi, en eso Gaara y Killer Bee aparecieron y me ayudaron a tirar, eso mientras en un espacio mental yo y Obito nos conectamos, y comenzamos a conversar, vi su historia de vida, de ser un niño con el mismo sueño mío, el ser Hokage, ayudar a la Aldea de la Hoja, ser un Shinobi de élite, nos parecíamos casi como si mi Historia ya él la hubiera vivido, tenía de amigo-rival a Kakashi-sensei, estaba solo desde hace tiempo, hasta tenía un amor que no le correspondía, Rin... la misma chica que habían mencionado antes, vi reflejada mi vida en la de él, ese amor casi imposible que tenía me pego, me vi como él, buscando la atención de esa chica, claro, Rin no era ni parecida a Sakura, ni física ni sentimentalmente, más bien era más como mi Hinata, bondadosa, tierna, preocupada, fuerte, difícil era no enamorarse de ella la verdad, su vida era solitaria, pero era feliz, vio luz en sus amigos, igual que yo, dijo sus objetivos y luchó siempre por cumplirlos, vivió la guerra, la maldita guerra, se enamoró tanto de aquella chica que volcó todo su mundo hacia ella y no lo culpo, yo también prácticamente lo estoy haciendo hacia Hinata, la guerra estalló y se sacrificó para salvar a su amigo, su sensei, y su amada Rin, luego Madara lo salvó de morir, y lo ocupó como su peón, en ese maldito plan del Tsukuyomi Infinito, no lo vi convencido al principio, sentía que seguía siendo el Obito de la aldea de la hoja, el que seguía soñando ser Hokage, hasta que esa fatídica noche ocurrió, en plena guerra, una batalla surgió, y Obito vio lo que jamás pensó ver, Kakashi-sensei atravesando el corazón de Rin con su Raikiri, su vida cambió en aquel momento, el mundo se volvió un infierno y comprendí su dolor, pues la imagen de Sasuke haciendo lo mismo con Hinata seguramente no la soportaría, buscaría quizás la misma salida que él, pero, hay una diferencia entre él y yo, que él se dejó vencer por el odio yo no podría permitirme eso, después de todo el camino recorrido, le debo mucho a todos quienes sacrificaron cosas tan importantes como sus propias vidas, pero sin duda entiendo su dolor.
Luego estamos solo él y yo, veo que al igual que yo vi su historia, él ve la mía y veo arrepentimiento en sus ojos, a lo que le extiendo mi mano y le pido que me acompañe, que deje de mentirse a sí mismo, ya que puedo ver como en su mente, comienzan a aparecer imágenes de él como Hokage, sobrellevando la muerte de Rin, pero avanzando, no escapando.
-No me he arrepentido del camino que he tomado- me escupe a modo de reclamo mientras toma mi cuello asfixiándome.
-Si no estás arrepentido... entonces deja de imaginarte como Hokage- le replico empuñando mi mano y lanzándole un puñetazo que logra tumbarlo y hacerlo retroceder.
Luego de eso se rompe ese espacio mental, vuelvo al mundo real, y veo que todos los Shinobis se unen, tirando los Chakras de los Bijuu, con gran esfuerzo logramos sacarlos a todos, Obito deja de ser el Jinchuriki y cae desplomado al suelo, gritos y vítores se oyen a mi espalda, luego pasan a ser gritos pidiendo la muerte del sujeto, el primero en correr hacia Obito fue Sasuke, corrí tras de él y antes de llegar ante Obito aparece súbitamente Kakashi-sensei pidiéndole a Sasuke que le permita a él acabar con Obito como compañero de equipo, veo que mi sensei está dispuesto a asesinar a Obito iba a detenerlo cuando Mi Oto-San frena la mano empujada con un Kunai de Kakashi-sensei, aliviado veo que mi padre no estaba en plan de asesinar sin más a Obito, está bien, nos hizo la vida imposible y es el causante de mucho dolor y muerte, pero... para terminar la cadena del odio, no se puede simplemente matar y tratar de olvidar, sino que tratar de perdonar también nos hace humanos y es uno de los caminos para ganar La Paz.
El trabajo aún no ha terminado, aún queda el maldito árbol y me apresuro junto a Sasuke a derribarlo, ya con eso solo quedaría sellar a Madara y la guerra por fin ha de terminar, preparo mi mejor Rasen Shuriken para destrozar este estúpido árbol, y a punto de hacerlo, veo que a Obito una parte de su cuerpo se cubre de negro y comienza a hacer una postura de manos que logro reconocer pero con una variación, es el Rinne Tensei no Jutsu, pero ¿por qué está haciendo eso ahora?, llevo mi mirada hacia Madara quien ríe de manera macabra, diciendo que ha renacido, diablos, lo que faltaba, el maldito zombi ahora está vivo y lo que es peor, al ser un humano nuevamente puede volverse Jinchuriki del Juubi según sus propias palabras, voy en su búsqueda, no puedo permitir que haga eso, en un movimiento rápido Madara invoca otra vez a la maldita Gedou Mazo y otra vez esas molestas cadenas moradas salen de su boca incrustándose en los bijuu y los vuelve a arrastrar hacia sus fauces, ahora también una cadena envuelve el cuello de Kurama y del Hat-chan, luchamos para que no nos lleve, siento como poco a poco pierdo fuerza y prácticamente la vida, hasta que Kurama es arrancando de mi ser, siento como mi corazón se detiene unos segundos, siento que la vida se me escapa entre las manos, en el aire mi mirada vuelve en si un instante y la fijo en la razón de mi existir, Hinata, veo que me ve con preocupación, sonrío levemente al ver que ella está bien, hasta que siento una cálida superficie arenosa la cual evita que azote el cuerpo contra el suelo, seguro es la arena de Gaara, ya que antes de desfallecer escuche como me llamaba.
Todo se oscurece, siento frío, mis ojos están cerrados, pero siento la voz de Gaara pidiéndome que siga con él, sé que voy a morir, me quitaron la conexión que tenía con Kurama, soy un Jinchuriki, sé que mis posibilidades son mínimas, así que, ¿qué más daba si era egoísta?, así que con las últimas fuerzas que me quedaban le rogué:
-Gaa... Gaara, llev... llévame... con... Hin... Hinata por... por favor...- le implore, quería verla por última vez, quería pedirle perdón, porque no quería fallarle, quería decirle lo que sentía, no quería dejar este mundo sin decírselo.
-No puedo, debo llevarte con tu padre y con la quinta Hokage para que te salven, No voy a dejar que mueras amigo mío.- me dijo tratando de hacerme mantener las esperanzas.
-Cumple... cumple... me... este favor... te lo... ruego... Gaara. - le volví a suplicar.
-Demonios- recibí como respuesta y con rapidez se fue hacia mi amada.
Por suerte estaba cerca de Sakura y de Tsunade, oigo levemente como Gaara le pide a la abuela que lo acompañe y que me atienda, a lo que ella dice que no puede ya que no le queda más Chakra, pero aconseja que Sakura nos acompañe, ella se sorprende al verme en tal estado, pregunta que paso a lo que Gaara dice que luego le explicara.
-Hin... Hina... Hinata...- balbuceo débilmente, llamando a mi amada.
-NARUTO-KUN- grita mi princesa, miedo mezclado con desesperación es lo que siento al oír su voz con esa angustia, sé que lágrimas estarán brotando de sus ojos, ella se acerca a mí y con su suave contacto logra hacer que una leve sonrisa escape de mis labios.
-¡No hay tiempo! Vamos, ustedes 2.- ordena Gaara
-Hai- responden al unísono tanto Sakura como mi amada.
-Diablos, sus latidos son cada vez débiles... y más lentos... tendré que bombearle el corazón yo misma- dice mi amiga.
-Naruto-kun... no, no te mueras por favor... Sakura... que puedo hacer para ayudarte... cualquier cosa- ruega mi princesa de ojitos aperlados.
-Dame tu mano, y traspásame Chakra tiene que ser constante- ordena mi amiga.
-Gaara... ¿cuánto falta para llegar con el padre de Naruto? - pregunta Sakura con un enorme deje de preocupación en su voz.
-Falta muy poco- dice Gaara.
-Hay que hacerle RCP. Hinata... dale respiración boca a boca mientras yo bombeo su corazón... ¿lista? - grita mi amiga.
- ¡HAI! - Responde mi Ángel. Qué lástima que nuestro primer contacto sea así, aun no entiendo como sigo consciente, pero siento como sus labios rozan los míos y su respiración choca e impulsa la mía hacia dentro de mi ser.
Cada bocanada de oxígeno que me entrega es como si me estuviera entregando vida misma, me siento débil, pero es realmente impresionante como me revitaliza cada sorbo de aire que ella me regala con desesperación. Escucho a Gaara decir que habíamos llegado con papá, lo oigo muy preocupado, a lo que Gaara le ordena que me dé la otra mitad de Kurama que reside dentro de él. Él obedece y está por hacerlo, cuando escucho la voz de Madara.
Oigo gritos, y golpes, no logro distinguir que sucedía, solo podía sentir como Hinata me entregaba aire tras aire tras aire, de pronto siento como nos teletransportamos Hinata, Sakura y yo, no sé dónde diablos estoy, pero siento el cálido toque de mi amada aún sobre mi pecho, ahora es otro toque el que siento sobre mi estómago, es un Chakra familiar, es Kurama, quien poco a poco entra en mí, de pronto, mi mente viaja a un lugar que jamás había estado, quizás... ahora si estaba muerto... de pronto una voz seca y desgastada me interrumpe en mi introspección, allí un anciano flotaba sobre el agua, ¿qué diablos era ese anciano? Tenía el Rinnegan, pero, ¿tenía cuernos? Luego de observarlo me decido a preguntar:
-Quien trajo la Paz y el orden soy, Hagoromo es mi nombre- me menciona analizándome con sus ojos.
¿Pero qué debo decir? No entendí nada de lo que me comentaba, tenía una forma de hablar demasiado extraña.
-Anciano... disculpa, pero...- antes de seguir me interrumpe explicándome que su manera de hablar era normal para él, pero que con el paso de los años las cosas cambiaron y por eso yo no le entendía, ¿me hablo de ser un anacronismo o que se yo? No entendía nada de lo que decía aquel anciano, hasta extraterrestre lo llamé, a lo que él solo me dijo que con eso me había pasado... si bien me dijo que no estaba muerto, no tenía tiempo para perderlo con él, si estaba vivo, debía volver al campo de batalla, Hinata, Sakura, Sasuke y todos corrían peligro. A lo que el anciano cambia su forma de hablar tan rara por una más coloquial y ahora si logro entenderlo, afortunadamente, así que decidí ir al grano:
-Anciano, ¿quién eres? ¿Conoces este lugar? Si es así, ¿podrías indicarme cómo salir de aquí? Debo volver, necesito salvar a mi amada y a mis amigos, estamos en una guerra y.… mi...-
-No preguntes tantas cosas a la vez, yo estoy muerto y vengo del pasado, me llamo Hagoromo y soy el creador del Ninshu, me conocen como "El Sabio de los 6 Caminos"- me interrumpe reclamando mis numerosas preguntas y me explica quién es.
Así que él es el tipo del que hablaba El sabio pervertido y Nagato, vaya... que gran sorpresa, quise preguntarle cómo salir de aquí otra vez pero me interrumpió golpeando el bastón en el agua, de pronto mi reflejo se transformó en lo que el llamo su hijo, Ashura... y dijo que yo le recordaba a ese sujeto y que debía confiarle algo, seguía sin entender nada, volví a sugerir que me ayudara a salir, pero me respondió que no sabía cómo salir y que el salir de allí no dependía de mi o de él, sino que de los demás, es decir Sakura y Hinata, bueno, no podría pedir mejor opción para que me cuidaran que ellas dos, me dijo que apresurarse no valía la pena y comenzó a explicarme el origen de todo.
Su madre Kaguya, una diosa, quien creó el propio Chakra, poseía el Byakugan y el Sharingan poderosa, vino desde la luna y pasó de ser una diosa benevolente y pacífica a una Tirana quien creó el árbol divino para esclavizar a los humanos, los Zetsu blancos fueron humanos quienes pasaron demasiado tiempo en dicho árbol, él y su hermano la sellaron ya que destruirla no pudieron, luego Hagoromo se quedó en la tierra y Hamura se fue a la luna a custodiar a Kaguya, Hagoromo tuvo 2 hijos, Indra y Ashura, El anciano repartió su poder en 2, eso quebró la relación entre dichos hermanos con Indra buscando más y más poder, mientras Ashura queriendo compartir dicho poder con los aldeanos, luego me explica que Indra y Ashura han reencarnado muchas veces, en el primer Hokage y Madara por ejemplo y el caso más reciente, Sasuke y yo heredamos dichos Chakras, Sasuke con Indra y Yo con Ashura.
Me explica que el plan de Madara es meter a todos en un sueño infinito, pero que ignora que al hacer eso condenará a la raza humana a ser frutos de Chakra y Zetsu blancos, ya que el árbol solo sabe alimentarse de Chakra y eso debía detenerse a como dé lugar o la resurrección de Kaguya sería prácticamente inminente, aparecen todos los bijuu rodeándonos al anciano y a mí, veo a Kurama y una sonrisa se me forma en la cara, todos se juntan y el sabio proclama que la profecía del niño que se haría amigo de las bestias con cola y que traería un gran cambio al mundo, debía cumplirse, vio como el mundo se hizo un desastre y aún podía darnos la oportunidad de cambiarlo, le agradecí por ello a lo que solo dijo que no debía agradecerle, me hizo una pregunta:
-Naruto, ¿Qué quieres? ¿Como deseas que termine esta batalla?, quiero saber qué es lo que realmente piensas. - me pregunta con atención.
-Yo... la verdad, aunque me parezca a ese tal Ashura, yo solo soy un mocoso que poco entiende de las cosas, pero una cosa es segura, se lo que es el valor de la amistad y el amor, y quiero proteger eso a toda costa, a mis amigos. y sobre todo a Hinata... es lo que más quiero proteger- dije seguro, pensando en el amor que ella me ha brindado y que lo que más quiero es poder disfrutar de ese maravilloso sentimiento.
- ¿Esa es tu respuesta? - dice secamente.
- ¡Si, dattebayo! -
-Bien... ahora levanta tu brazo dominante, antes cometí el error de solo dejarle a Ashura el peso de solucionarlo todo, esta vez, Naruto y Sasuke, ustedes serán los que decidirán como se solucionará esta lucha que lleva tantos siglos. -
-Aunque a Sasuke y a mí no nos unan lazos sanguíneos, nos une un lazo de amistad más poderoso aún, sé que podremos entendernos y llegar a lo que es la verdadera paz, después de todo... somos muy buenos amigos- digo sonriendo -Se que es un idiota que está perdido en su camino de venganza y soledad autoimpuesta, pero si hay alguien con quien deba decidir el futuro del mundo, me alegra que sea mi mejor amigo.- digo rebosante de confianza, el anciano toca mi mano y siento como su energía se transfiere hacia mí, así que supongo que hizo lo que dijo, darme parte de su poder, la otra la ha de haber recibido Sasuke.
Poco a poco las bestias se acomodan detrás de mí, dejando en primer lugar a Kurama, lentamente me alejó de ese espacio mental y voy recobrando mis sentidos, lo primero es el olfato, una mezcla de olores inundan mis fosas nasales, un aroma delicado predomina en el lugar, es floral, es maravilloso, sé que lo he sentido antes, luego es el tacto quien vuelve, se siente cálido, un suave contacto siento en mi pecho aunque siento mojado una parte de mi torso en mi rostro un cálido y hermoso tacto se deposita allí, lo he sentido antes también, el gusto vuelve y un dulce sabor me ha quedado en mi boca, luego es la audición, escucho voces distantes:
"¿Obito... Naruto... estará bien?"
"Yo le traspase los Bijuu a Naruto, eso debería bastar, pero él debía de morir ya que le arrancaron su bijuu"
"Naruto-kun... por favor... vuelve... me prometiste que volverías a recuperar tu banda... y sé que me cumplirás tu promesa"
Poco a poco siento la voz de mi amada, que me ruega que vuelva y cumpla mis promesas, no puedo sino más que obedecer, así que batallo con mis ojos para que una vez más se abran y me permitan verla, esto me cuesta pero luego de un esfuerzo, logro abrir mis ojos y agradezco a Kami-sama que lo primero que vieron fue su rostro, su maravilloso y precioso rostro, sus aperlados ojos cristalinos, sus mejillas teñidas de un tenue color carmesí, sus labios delicados entre abiertos demostrando la sorpresa que le da verme recobrar el sentido.
-NARUTO-KUN- Grita y me abraza con fuerza.
-Jejeje estoy de vuelta... Mi Hinata- respondo su abrazo escondiendo mi cabeza en su cuello, disfruto de unos leves segundos de su cálido abrazo, calmo su llanto que se hace tenue al paso del tiempo, nos separamos, veo mi banda, y le digo a Hinata viéndola directo a los ojos:
-Espera un poquito más... solo un poquito más...- le ruego que tenga paciencia.
-Hai... lo más importante es que estas bien Naruto-kun- me dice tierna y tímidamente, con esa mezcla perfecta que solo ella tiene.
- Sakura... yo... Gracias por salvarme la vida- digo sinceramente a lo que ella solo suelta lágrimas y un de nada.
-Obito... yo...- quise hablar, pero me interrumpió.
-No te atrevas a agradecerme nada... hice lo que tenía que hacer... y ya... ahora es tu turno...- dice dándome la espalda.
-Si, tienes razón, ¿podrías por favor devolverme a nuestra dimensión a mí, a Hinata y a Sakura? - le pido de favor.
-Con el Chakra que tengo solo puedo devolverte a ti y a alguien más- dice sospechosamente.
-Bien, vayan ustedes 2- dice Sakura, -Yo esperaré a que mi Chakra también se recupere- continua mi amiga.
-Bien, entonces... a mí y a Hinata- digo y tomo su delicada pero firme mano, ella se sonroja, pero está decidida, mira hacia el frente y se prepara para la transportación.
De la nada Obito nos mira y nos envía nuevamente a la dimensión donde está la guerra, caemos un poco desplazado del árbol, veo que hubo una batalla, humo por doquier y Madara hecho un desastre, ¿quién habrá sido? No hay tiempo para eso ya que veo que mi padre junto a Cejotas, Gaara y Kakashi-sensei, están tirados en el suelo, debía apoyarlos rápidamente, aún tomado de la mano de mi amada, corrí junto a ella cuando llegamos con Gaara le pedí a Hinata que se quedara detrás con ellos, ella accedió y antes de que me fuera tomo mi rostro y me dijo:
-Te estaré esperando... siempre... no lo olvides- soltó sin nerviosismo, pero con una ternura absoluta, me derretirá si sigue así, solo la miro disfrutando por segundos de su hermoso mirar, y pronto le respondo:
-He llegado hasta aquí... con eso muy en mente y créeme en los momentos más difíciles, ha sido mi mayor motivación- le respondí decidido -Y esta no será la excepción, Volveré pronto Hinata- termine diciéndole para luego sin previo aviso volver a besarle su mejilla, Solo Kami-sama sabe cómo eso me ayudó para enfrentar lo que se venía.
Me separé de ella y corrí hacia Madara, antes de llegar ante él vi que quería disparar una de esas bolas negras hacia el Cejotas-sensei así que antes de siquiera tocara a Gai-sensei, pateé con fuerza la bola casi estampándosela en la cara, para luego ir donde el Cejotas-sensei y antes de que su Chakra en su corazón desapareciera puse mi mano en su pecho y le entregué parte de mi Chakra y así detuve su fuga de Chakra por así decirlo.
Pronto me lance sobre Madara, este solo atino a escapar de mí, ya que Gai lo había dejado bastante a mal traer, le pedí Chakra a Son y con un enorme Rasen Shuriken hecho de lava, lo lancé directo al tronco del gran árbol que estaba enfrente de mí, lo corté pero mi sorpresa fue grande cuando Madara absorbió ese enorme árbol, veo como se recupera de las heridas que Gai-sensei le propinó, y en un movimiento muy rápido, se lanza en contra de Kakashi-sensei y le arranca su ojo o más bien el ojo que pertenecía a Obito, en un momento, llego hasta mi sensei, y veo que sufre, pronto Hinata también se une y trata de atenderlo antes de poder hacer algo aparecen Madara, Sakura y Obito, este estaba dominado por el Zetsu Negro, Madara logro conseguir los 2 Rinnegan, ahora estábamos en serios problemas, nos lanzó todo su poder, invocando jodidos meteoritos enormes, parecía una maldita película de horror, debía proteger a la alianza, así que hice algunos clones que nos protegieran, lanzando Rasen Shuriken directos a los meteoritos, mientras Sasuke hacia lo suyo con su Susano, Sakura atendía a Kakashi-sensei y Hinata ayudaba con mucho esmero, les pido que me den espacio, pongo mi mano en el ojo de mi Sensei, convocó Chakra de mi cuerpo, y sin saber cómo logre curar su herida y regresarle su ojo, tanto Hinata como Sakura me miran sorprendidas, Sakura me bombardea con preguntas de como diablos hice eso, yo no sé cómo contestarle, en eso Sasuke grita que no miráramos la luna, me descuide y Madara había invocado el Tsukuyomi Infinito, no podía ser, la resurrección de Kaguya estaba demasiado cerca, veo como del árbol las raíces comienzan a elevarse en un movimiento rápido, Sasuke baja con su Susano y nos cubre por completo, reclamo que la alianza sigue allá a fuera, a lo que él me dice que no podemos hacer nada y que tenemos un objetivo que cumplir, tenía razón, pero demonios, dejarlos así a su suerte, no es justo. De pronto mi mirada fue hacia Hinata, corrí como si mi vida dependiera de ello, me cegué solo en protegerla y sin perder un segundo fui y la abrace con firmeza, la protegí de la luz que venía desde afuera, ella me abrazó fuerte, desde meses que soñaba estar así con ella, pero claro, no en esta situación, minutos pasaban y pasaban, poco a poco la luz se fue debilitando, y la noche volvía a dominar el ambiente. Nos separamos algo sonrojados.
- ¿Estas bien Hina-chan? - pregunté amablemente.
-Si, gracias a ti Naruto-kun y a Sasuke-san, nos salvaron, pero los demás...- me dijo con esa amabilidad característica de ella, me ablando el corazón, siempre pensando en los demás y su seguridad.
-Hina... la batalla que se avecina será muy peligrosa, quédate con Kakashi-sensei y Sakura por favor, no desconfío de tu fuerza, solo que lo que viene está en un nivel que tengo suerte de comprender, No quiero perderte... así que por favor quédate con ellos- dije protectoramente, ella se sonrojo y asintió con su cabeza, la volví a abrazar hasta que Sasuke dejó de cubrirnos con su Susano.
Allí estaba Madara junto a Obito y Zetsu negro, el maldito de Madara sonreía triunfante, aunque sorprendido ya que vio que Sasuke nos logró proteger en un movimiento que nadie esperó El Zetsu negro lo traicionó, de la nada Madara comenzó a engordar e hincharse como una bola enorme de energía y Chakra, todos saltamos hacia atrás de él y con una mano de energía atraje el cuerpo de Obito hacia nuestra ubicación, pronto de aquella bola grotesca de Chakra se formó la silueta de una mujer, era hermosa, tenía los ojos con el Byakugan y en su frente el Sharingan y tenía unos cuernos largos que parecían orejas, Demonios, era la mujer que el viejo de los caminos mencionó, era Kaguya...
