Solo diré que una vez vi esta ship en Ao3 y me cautivó... El ship. _

Esto es versiones humana. ( Anthor).

Espero que disfruten el One Shot.

Actualmente el más largo que he hecho para este libro.


Rocky caminaba por las estrechas calles de la ciudad, vestido con su uniforme de empleado de la basura. Aunque su trabajo podría no parecer glamoroso, él lo tomaba en serio. Era un hombre de principios y, para él, mantener las calles limpias era una forma de hacer que la ciudad fuera un lugar mejor para todos.

Liberty, por otro lado, era una justiciera urbana. Vestida con un traje rojo y dorado, y con una máscara que cubría la mitad de su rostro, patrullaba las calles por las noches en busca de delincuentes y maleantes. Se había ganado una reputación como una defensora de los débiles y una luchadora por la justicia.

Una tarde, mientras Rocky estaba trabajando en su rutina diaria de recolección de basura, vio algo extraño en un callejón oscuro. Parecía ser una figura sospechosa acechando en las sombras. Sin pensarlo dos veces, Rocky decidió investigar. No sabía que estaba a punto de cruzarse con Liberty.

Las sombras de la ciudad envolvían a Rocky mientras murmuraba para sí mismo, inquieto por la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Su instinto lo impulsaba a explorar más a fondo.

Con paso sigiloso, Rocky se adentró en el callejón, donde un inesperado espectáculo se desplegaba frente a él. Allí, bajo la lúgubre luz de un farol, Liberty, una figura enmascarada vestida en atuendo rojo y dorado, se alzaba con determinación frente a un grupo de matones que acosaban sin piedad a un anciano desamparado.

Liberty, con voz firme, alzó su voz desafiante para detener la injusticia que tenía lugar.

"¡Dejen en paz a este hombre! Ustedes no tienen ningún derecho de tratarlo así", proclamó con autoridad, mientras su mirada desafiante enfrentaba a los matones que la rodeaban.

Los matones se quedaron momentáneamente atónitos por la llegada de Liberty, pero rápidamente se recuperaron y rodearon a la justiciera con malicia en sus ojos.

El primer matón, con una sonrisa burlona, lanzó su desafío.

"¿Quién te crees que eres?"

Liberty, imperturbable bajo su máscara, respondió con firmeza. "Soy alguien dispuesta a proteger a los desamparados".

Rocky, observando cómo la situación se volvía cada vez más tensa, tomó una decisión inesperada y pronunció sus palabras con determinación. ¡Hey! ¡Dejen de hostigar a esta mujer y al anciano!

Los matones se volvieron hacia Rocky, sorprendidos por su intervención. Uno de ellos, el más grande y musculoso, se acercó a Rocky con una mirada desafiante.

El segundo matón, con un tono burlón, se dirigió a Rocky: "¿Y quién eres tú, hombre de la basura?"

Rocky respondió sin que un ápice de inseguridad se reflejara en su expresión. "Cierto, soy un trabajador de la recolección de residuos, pero también represento a aquel que no permitirá que el acoso perviva en las calles de esta ciudad".

La confrontación entre Rocky, Liberty y los matones se volvió tensa, pero la presencia decidida de Rocky parecía haber detenido momentáneamente a los matones. Liberty, bajo su máscara, le dio una mirada de agradecimiento a Rocky, que él no pudo ver.

"Gracias por tu ayuda". Dijo Liberty

"No hay de qué. Alguien tiene que hacer algo". Contestó Rocky con determinación.

Los matones finalmente se retiraron, dándose cuenta de que no podían competir contra dos personas dispuestas a defender a otros. Liberty se volvió hacia Rocky y le extendió la mano.

Liberty, con una sonrisa oculta tras su enigmática máscara, se presentó con un aire de misterio en su voz.

"Yo soy Liberty."

Rocky, con un apretón firme en su mano, respondió con determinación, "Rocky, el basurero."

A pesar de que la mano de Liberty estaba gélida debido a su traje, la calidez de su sonrisa logró traspasar la barrera de la tela. En ese momento, Rocky sintió una conexión instantánea con esta enigmática defensora de la justicia.

Liberty, intrigada, rompió el silencio, "¿Por qué decidiste intervenir, Rocky?"

Rocky, encogiéndose de hombros con modestia, respondió, "No puedo evitarlo. No soporto ver a la gente siendo tratada injustamente. Además, mantener las calles limpias es mi labor, ¿no es así?"

Asintiendo con aprobación, Liberty comentó, "Estoy de acuerdo. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para hacer de esta ciudad un lugar mejor. Gracias por ser uno de los buenos."

Rocky respondió con una sonrisa sincera, "No hay de qué, Liberty. ¿Y tú? ¿Por qué haces lo que haces?"

Liberty, perdida en sus pensamientos, compartió sus motivos con seriedad, "Porque creo en la justicia y en hacer lo correcto. La ciudad necesita a alguien que esté dispuesto a luchar por aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos."

A medida que continuaban hablando, Rocky y Liberty descubrieron que compartían valores similares y una pasión por hacer de su ciudad un lugar más seguro y justo. Pasaron horas en ese callejón, discutiendo sus vidas y sueños, sin darse cuenta de que el tiempo pasaba volando.

Rocky, con la mirada fija en su reloj, se percató del paso del tiempo. El deber llamaba, interrumpiendo un encuentro que había resultado revelador.

"¡Vaya! Debo volver al trabajo", anunció, con una pizca de pesar en su voz. "Ha sido genial conocerte, Liberty."

Liberty, la enigmática figura con un aura de justicia, respondió con una sonrisa que iluminó la oscuridad circundante. "Ha sido un placer, Rocky. Si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en buscarme."

Rocky expresó su agradecimiento de manera sincera. "Lo tendré en cuenta. Cuídate, Liberty."

Con una sonrisa y un asentimiento, Liberty se dio la vuelta y desapareció en la noche. Rocky regresó a su trabajo, pero su mente estaba llena de pensamientos sobre la enigmática justiciera que había conocido.

Con el tiempo, Rocky y Liberty comenzaron a encontrarse deliberadamente en sus rondas nocturnas y conversaban en las sombras de la ciudad. Sus conversaciones se convirtieron en una parte importante de sus vidas, y compartían sus éxitos y desafíos personales.

"Rocky", susurró, "he estado investigando una banda de delincuentes que campa a sus anchas por esta zona. Necesito desesperadamente tu colaboración para recopilar información sobre ellos."

"Por supuesto, Liberty", afirmó. "No escatimaré esfuerzos para ayudarte en esta tarea. ¿Qué es lo que necesitas que haga?"

A medida que trabajaban juntos para abordar el problema de la banda criminal, Rocky y Liberty se volvieron más cercanos. Pasaron noches enteras persiguiendo pistas y compartiendo secretos. Aunque sus vidas eran muy diferentes, encontraron una conexión profunda en su compromiso con la justicia.

Rocky, con la mirada fija en Liberty, compartió un pensamiento que había estado madurando en su mente.

"Liberty," comenzó Rocky, su voz llevando un tono de reflexión, "he estado considerando algo últimamente. ¿Qué opinas sobre la idea de colaborar de manera más formal?"

La intriga brilló en los ojos de Liberty mientras le preguntaba: "¿A qué te refieres, Rocky?"

La seriedad cubrió el rostro de Rocky mientras continuaba, "Imagina que unamos nuestras fuerzas de manera más coordinada. Desde mi posición en la recolección de basura, puedo proporcionarte información valiosa. Podríamos planificar nuestras operaciones de una manera más estratégica y eficiente."

Liberty reflexionó sobre la propuesta de Rocky. La idea de trabajar juntos de manera más formal le intrigaba y emocionaba a la vez.

"Rocky", susurró finalmente, su voz llena de ponderación, "creo que esta idea podría ser excepcional. Unidos, podríamos convertirnos en un faro de justicia en esta ciudad. Pero debemos recordar la importancia de ocultar nuestras identidades."

Rocky asintió en acuerdo, su mirada reflejando una determinación igual de profunda. "Tienes razón, Liberty. Podemos establecer un sistema de comunicación cifrada y elegir lugares secretos para nuestros encuentros."

Así comenzó una nueva fase en la relación entre Rocky y Liberty. Trabajaron juntos para establecer un sistema de comunicación cifrado y se reunieron regularmente para planificar sus operaciones conjuntas. Rocky utilizaba su conocimiento de las rutas de recolección de basura para recopilar información valiosa sobre las actividades de los criminales en la ciudad, mientras que Liberty utilizaba sus habilidades de combate y su determinación para enfrentarse a los delincuentes.

A medida que pasaba el tiempo, Rocky y Liberty desarrollaron una confianza profunda el uno en el otro. Compartieron secretos que nunca habían compartido con nadie más y se apoyaron mutuamente en los momentos difíciles. Aunque sus identidades seguían siendo un misterio el uno para el otro, la conexión que habían construido trascendía las máscaras y los uniformes.

Una noche, después de una exitosa operación para desmantelar una banda de contrabandistas, Rocky y Liberty se encontraron en el lugar de siempre, bajo la luz tenue de una farola.

Bajo la luna que iluminaba la ciudad, Rocky, vestido humildemente con su gorro de basurero, miró a Liberty con una sonrisa llena de complicidad.

"Liberty, hemos alcanzado mucho juntos", dijo Rocky, sus ojos reflejando la gratitud que sentía por su compañera en esta incansable batalla por la justicia.

Liberty, con la mirada perdida en el horizonte urbano, respondió con voz suave. "Sí, Rocky, hemos recorrido un largo camino. Tu apoyo ha sido fundamental en esta lucha".

Sin embargo, en ese momento, Rocky parecía distinto, más serio de lo habitual. Liberty, intrigada por su expresión, le preguntó con curiosidad: "¿Hay algo que quieras decirme, Rocky?"

El hombre detrás del gorro de basurero, generalmente tan valiente, parecía nervioso mientras confesaba sus sentimientos: "Liberty, desde hace tiempo he querido decirte algo... Algo que me ha estado rondando el corazón".

Liberty, sintiendo su corazón latir con anticipación, lo miró fijamente y preguntó con curiosidad: "¿Qué es, Rocky?"

Con una voz llena de emoción, Rocky confesó su secreto más profundo: "Te amo, Liberty. No importa quién seas detrás de esa máscara, me he enamorado de la persona que eres cuando luchas incansablemente por la justicia".

Un silencio tenso llenó el aire mientras Liberty asimilaba las palabras de Rocky. Sus corazones latían al unísono en medio de la noche, en un momento que podría cambiar sus vidas para siempre.

Liberty se quedó en silencio por un momento, sorprendida por la confesión de Rocky. Luego, lentamente, retiró su máscara, revelando su rostro.

"¿Rocky, qué te parezco?", susurró con una cadencia que dejó al basurero intrigado y cautivado.

Rocky se encontraba asombrado, su corazón latía con fuerza, y sus ojos brillaban de emoción mientras la máscara de Liberty se desvanecía, revelando el rostro que había permanecido oculto. Era una belleza que sobresalía, pero lo que lo atrapó profundamente no fue solo su aspecto, sino la valentía que había detrás de esa mirada y la pasión ardiente que compartían por la justicia.

Con una voz emocionada y sincera, Rocky respondió: "Liberty, no puedo creerlo. Eres hermosa".

La sonrisa de Liberty se iluminó en la oscuridad de la noche mientras respondía: "Tú también eres increíble, Rocky". La complicidad entre ellos crecía, y en ese momento, su conexión se fortaleció aún más. Era un encuentro que trascendía las máscaras y los uniformes, una unión marcada por la belleza de sus almas y su dedicación inquebrantable a la causa de la justicia.

Se acercaron uno al otro y se besaron bajo la luz de la farola. Fue un beso lleno de amor y la promesa de un futuro juntos.

A partir de ese momento, Rocky y Emily continuaron trabajando juntos para hacer de la ciudad un lugar mejor. Pero ahora lo hacían no solo como aliados en la lucha contra el crimen, sino como pareja, compartiendo sus vidas y su amor por la justicia.