Naruto observó el nerviosismo de la mujer frente a él con desconcierto. La había conocido lo suficiente en su tiempo de casados para saber que esto era lo más lejos posible de su personalidad.

Sí, sabía que en su mayoría era una máscara bien colocada como la que él usó en su infancia. Era difícil no darse cuenta cuando uno mismo llevó una por casi las mismas razones. Era por eso que, a pesar de los dolores de cabeza que provocaba, no la regañaba o le decía algo la mayoría de las veces. Incluso si era un mecanismo de autodefensa, había límites que no permitiría que pasase.

El hecho de que su máscara estuviera casi rota completamente en ese momento encendieron más de unas pocas alarmas. Sabía que la razón no era no haberle dado un regalo. Algo tan simple no podría haber llevado a eso. Aún así, tal vez fue el catalizador.

-Si esto es por no darme un regalo, ya puedes dejar tus nervios. He recibido bastantes esta noche. No recibir uno tuyo no me va a traumatizar - bromeó un poco para aligerar el ambiente.

Ella le mandó una pálida sonrisa. Había visto su intento de animarla y se lo agradecía incluso si no funcionó.

-No estés tan seguro. Tengo un regalo para ti que muy bien podría traumatizarte - intentó bromear en respuesta.

-Oh. ¿Qué regalo vas a darme que podría traumarizarme?, ¿una sesión de tortura tal vez? - siguió el juego con una sonrisa astuta.

-Oh. No me tientes. Nadie hace una sesión de tortura como yo - se jactó la pelimorada bastante más animada.

-Eso he oído. Particularmente, temo más a Ibiki y sus juegos mentales - la provocó.

-Oh, pequeño - le sonrió con un brillo travieso en sus ojos - Tal vez tenga que mostrártelo en un futuro cercano. No puedo permitir que mi propio marido no crea que soy la mejor en lo que hago.

El rubio se rió entre dientes.

-Tal vez más adelante. Actualmente estoy muy ocupado. Juro que el papeleo se multiplica a veces - murmuró lo último por lo bajo.

La ojicastaña se rió en toda regla.

-Eso mismo dice Ibiki a veces.

-Sí. Me lo puedo imaginar - comentó el ojiazul un poco pensativo - Ahora que estás más relajada, ¿qué es lo que te pasa? Sé que no es el tema del regalo.

El buen humor de la jonin especial se agrió antes de suspirar.

-Sí. Como dije, tengo un regalo para ti. Pero no es uno convencional - el Uzumaki se mantuvo callado para no hacerla sentir presionada - Creo que ya sabes de mi máscara - él asintió - Supongo que también conoces mi pasado - otro asentimiento - Bueno. Hay varias cosas que no salen en los registros sobre mí. Cosas que me guardé para mí y no compartí con nadie.

-Anko, no tienes que decirme nada si no quieres. Entiendo que tu pasado no fue fácil y no voy a obligarte a hablar de ello - le dijo seriamente.

-Lo sé. Pero quiero hacerlo. Además de que no tengo otro regalo para ti.

Una pequeña risa salió de ambos por ese último comentario. En cierta forma se sentía como la continuación de su pequeño juego anterior.

Suspiró e intentó ponerse cómoda antes de empezar a hablar.

-Como habrás leído en mi registro, soy huérfana. Mis padres murieron en una escaramuza al principio de la tercera guerra shinobi. Dado que mis padres eran shinobis, decidí seguir su mismo camino. Entré a la academia y capté la atención de quien después fue mi jonin sensei, ese bastardo - soltó un suspiro - Al principio todo fue bien. Nuestro trabajo en equipo era decente y el entrenamiento, aunque infernal la mayor parte del tiempo, dió buenos resultados. La gente nos aclamaba a mis compañeros y a mí por ser sus alumnos. En ese entonces incluso tuve fanboys - se rió un poco con ironía antes de ponerse seria - Ya conoces lo que pasó después. Orochi teme se volvió traidor, yo como tonta lo seguí, me marcó, me abandonó, volví a la aldea y, si no fuera por el sandaime, me habrían encerrado o ejecutado - soltó otro suspiro - Me dolió mucho ver cómo cambiaron las cosas. Las personas que una vez me alabaron empezaron a susurrar insultos. La mayoría de personas que consideraba mis amigos me despreciaron y se alejaron de mí. Solo Kurenai y Yugao siguieron a mi lado. Mi mundo se desmoronó. En esos momentos incluso me planteé suicidarme. Sería tan fácil. Solo tendría que clavarme un kunai en el corazón. Un solo instante y ya no habría más dolor - contó con una mirada lejana - Realmente había tocado fondo y no veía una salida a mi situación. Entonces vino Ibiki. En ese entonces era el recién nombrado jefe de T&I. Él vio mi potencial como interrogadora y me reclutó. Aunque no me lo ha dicho, sé que mucha gente se opuso a eso y estuvo en peligro de perder su puesto. Nunca podré agradecerle lo suficiente por lo que hizo. Entrar a trabajar en T&I me dió la oportunidad de poner mi vida en regla. Por supuesto en el proceso tuve que construirme una máscara para protegerme de las personas que me despreciaban, pero con ello pude salir adelante. La asesoría mental con Inoichi también ayudó.

-Lamento escuchar tu difícil situación. Desgraciadamente, la gente tiende a temer lo que no comprende. Y el temor muchas veces los lleva al odio - repitió las palabras que una vez le dijo su figura de abuelo.

-Triste pero cierto - asintió la invocadora de serpientes a sabiendas.

-Sí - sonrió con tristeza - En fin - negó con la cabeza - Lo bueno es que las cosas tienden a mejorar con el tiempo. Aunque en tu caso fue porque el miedo superó al odio - le mandó una mirada significativa.

-Oye. Tú fuiste el que quiso dárselo de gallito. Yo solo cumplí con mi papel - se excusó.

-Ya, claro. ¿Y me negarás que disfrutaste haciéndolo? - inquirió con un tono mordaz.

-Nop. Fue muy divertido - admitió sin pena.

El jinchuriki puso los ojos en blanco. La pelimorada era incorregible. Con o sin máscara.

La amante del dango se rió de buen humor al imaginar lo que estaba pensando.

-Bueno. Creo que he tenido suficiente por una noche. Mañana tengo que volver a la oficina. Buenas noches, Anko.

-Oh, ¿ya te vas?, ¿no quieres quedarte un ratito más? - le preguntó en un tono coqueto y travieso.

Le recorrió un escalofrío al escucharla. Intuía lo que quería decir y pasaba.

-Lo siento, Anko. Realmente estoy cansado - fingió un bostezo - Tal vez en otra ocasión.

Tuvo que contenerse para no correr hacia la puerta y en su lugar caminar tranquilamente.

-Ah ah ah - negó la ojicastaña interponiéndose en su camino - Es tu cumpleaños y hay que celebrarlo. No todos los años se cumple 14 años.

-Sí. Ya lo celebré. ¿No te acuerdas de la fiesta que tuvimos en el jardín trasero? - se hizo el tonto.

-Oh. Me acuerdo. Y también recuerdo que te debo un regalo - su sonrisa y el brillo travieso en sus ojos aumentó.

-No. Ya me has dado un regalo. Un regalo muy bonito. No puedo agradecerte lo suficiente por confiar en mí con tu historia. En fin, que sueñes bonito.

Intentó otra vez alcanzar la puerta, solo para que se lo impidiera otra vez.

-No creo que sea suficiente. Y la noche es joven - se relamió los labios.

Otro escalofrío le recorrió. O salía de ahí rápidamente o estaba jodido, literalmente.

-Te estás comportando como una pedófila - le dijo esperando así escapar.

-Puf. Lo suficientemente mayor para matar, lo suficientemente mayor para beber, apostar y follar.

-Sigo teniendo 14 y tú 24 - refutó cada vez más nervioso.

-¿Y? Ambos somos legalmente adultos y estamos casados. Francamente, Naruto kun, deberías agradecer tener a una mujer con cuerpo de diosa como yo como esposa. Muchos hombres matarían por estar en tu lugar. Más aún con lo que planeo hacer a continuación.

El godaime tragó saliva nerviosamente. Su última jugada no le había salido nada bien. Necesitaba idear otra estrategia y rápido.

Antes de que pudiera tomar la vía rápida y lanzarse por la ventana, la jonin especial lo atrapó con su técnica de manos de serpientes ocultas en las sombras.

-Ah ah ah. No te escaparás de mí tan fácilmente, Naruto kun.

El hokage volvió a tragar saliva y se resignó. Le esperaba una noche movidita.


Hola, espero que os haya gustado el capítulo. Al igual que en capítulo 41, me he tomado la libertad de rellenar los agujeros en blanco en el pasado de Anko. También he terminado con el posible comienzo de una violación conyugal. En fin, seguro Naruto saldrá bien al final, siempre lo hace.

Comentarios a las reseñas:

darkness of enigma: sí, ya se ha abierto, aunque tal vez Naruto habría apreciado un final diferente. En cuanto a Yugao y Yakumo, tal vez. Me estoy planteando si hacer algunos capítulos sobre el día a día del matrimonio Uzumaki con Koyuki y Kurotsuchi o saltar al final del los exámenes chunin de Iwa o saltarme eso también y ponernos en camino de ir a Kiri. En la primera podrían aparecer ambas, en la segunda solo Yugao y en la tercera ninguna.

GamerBlood: gracias, me alegra que te haya gustado. Lo de Iruka fue en su 13 cumpleaños. Al menos así lo entendí y lo puse en la historia.

Votaciones:

1º. Chica de Konoha:

Yakumo Kurama: 12

Yugao Uzuki: 13

Hana Inuzuka: 7

Kurenai Yuhi: 5

Tenten: 1

Shizune: 1

Shiho: 0

Tsubuki: 0

2º. Shizuka:

Sí: 9

No: 4