Me deseas

Todos en la UA sabían de la amistad y rivalidad que tenían Izuku con Bakugo, poco sabían después de que presentaron su kosei Katsuki intimidó por años a Izuku...

Pero después de su último enfrentamiento donde sacaron sus sentimientos y se podría decir que limaron un poco sus problemas.

Comenzó obligatoriamente la interacción entre ellos, leves acercamientos, miradas que tenían él uno sobre él otro.

Las pequeñas pláticas normales, los sonrojos de Izuku cuando lo miraba Katsuki.

~Sus pecas resaltan más cuando sus mejillas se tiñen de rojo, sus ojos color esmeralda tiene un bri... Creo que lo estoy mirando mucho a mierda que me pasa?~ pensó Katsuki y se volteo.

— Que pasa Kacchan todo está bien?— tocó el hombro de él peli cenizo ya que estaba sentados en el sofá.

— No Deku nada, mierda me voy a mi habitación.- se levantó de golpe pues sus mejillas estaban completamente de color rojo, su corazón no dejo de palpitar desenfrenado por el contacto que tuvo Izuku con él y una leve erección se fue formando en sus pantalones.

— Quizás sea porque no lo he hecho aún por eso, mi mente me está jugando mal- se acostó en su cama pensó que quizás durmiendo se bajaría su erección y dejarían de pensar en el pecoso.

Pasaron dos días y Katsuki se daba cuenta que le ponía demasiada atención a las acciones que tenía su compañero en castigo, lo medito tantas veces pensando que era algo pasajero hasta ese día que inevitablemente "por accidente" arrojó una cubeta de agua al patio donde se encontraba el pecoso.

Quedó con la boca abierta al ver ese perfecto cuerpo tallado por los mismos dioses, sus pectorales se mercaban perfectamente sus músculos de sus brazos.

Izuku levantó su cabeza tomo con sus manos su cabello lo echó para atrás y veía como la atenta mirada de Katsuki no se le despejaba.

— Te gusta lo que ves? — se atrevió a preguntar.

Katsuki reaccionó limpio con su mano la saliva que se deslizaba por la comisura de su boca, se sorprendió que Izuku se empezará a quitar la camiseta, sus ojos se agrandaron y de golpe sintió un calor recorrerle el cuerpo.

Se dio la media vuelta para salir corriendo de ahí, Izuku sabía que si no lo enfrentaba ahora no lo podía ser jamás, activo el one for all para correr un poco más rápido.

Lo detuvo pero inmediatamente Katsuki le soltó una explosión.

— Me dirás lo que tienes ahora, no me importa si me mandas a volar con tus explosiones regresaré de la misma muerte para saber la verdad — Izuku tomo más fuerte el brazo de Katsuki y poco a poco lo arrinconaba a la pared.

— No tengo nada, maldición ¡Deku suéltame ahora!- Katsuki evitaba ser acorralado pero el peli verde no cedía para dejarlo escapar.

— No te pasa nada?— por fin llegaron a la pared — se que últimamente me haz estado mirado de más, no lanzaste el agua sin fijarte se que lo hiciste para mojarme... Si querías que me quitará la playera solo me hubieras pedido.- se lo dijo Izuku acercándose más al cuerpo del peli cenizo...

— Quita... Quítate de encima estúpido nerd — la respiración de Katsuki se cortaba por la sensación electrificanté que le daba el cuerpo ajeno.

— Se lo que te hago sentir — tomo la polla de Katsuki en su manos — tú cuerpo reacciona ante mi... Esto no lo vas a negar, se que lo que sientes por qué yo también lo siento — tomo la otra mano de Katsuki y lo atrajo a su palpitante miembro que se encontraba ya despierto debajo de su shorts.- Me deseas como yo a ti, esto me lo demuestra.

Sin avisarle el peliverde tomo a Katsuki en un beso apasionado, no quería reaccionar pero ahí se encontraba dejándose llevar por los instintos de cualquier adolescente hormonal.


Experiencia

— ¿Qué? — le sorprendió lo que le dijo Katsuki mientras se acercaba peligrosamente a su cuerpo, el cazador estaba siendo cazado.

Lo tomo de las piernas para que pecoso las abriera lentamente. — Esto también será mío.

Izuku se perdió en la mirada de su novio, las caricias que estaban empezando a recorrer su cuerpo eran gloriosas, cerraba sus ojos y suspiraba, el tacto de Katsuki se sentía también, comenzó a besarlo mientras con una de sus manos pellizcaba los pezones de Izuku.

Mientras él peli verde con su mano derecha comenzó a masturbar el miembro de su novio, jadeos y pequeños gruñidos recibía del peli cenizo, la sensación de sus cuerpos era más sensible que al principio era algo que se volverían adictos de inmediato.

— ~Aaah Kacchan… — Izuku empezó a ser masturbado por el peli cenizo, su espalda la arqueo un poco por la sobre estimulación que estaba teniendo.

Se acercó lentamente a su oreja, dejando besos húmedos por todos lados, también dejando marcas como lo hizo Izuku. — Eres mío Zuzu, completamente mío.

Izuku solo podía asentir lo único que salía de su boca eran gemidos.

Bajó por todo su cuerpo, quería probar cada parte de igual manera que hizo el pecoso en su cuerpo, hasta que esté lo detuvo.

— Espera... Yo te necesito ya... No puedo con esto que siento… — cada palabra que salía de Izuku no podía contener un gemido en el proceso, pues Katsuki no dejaba de masturbar su falo.

— Pero tengo que prepararte igual que tú lo hiciste… — Katsuki seguía dándole besos en su cuerpo.

— Si te soy muy sincero, pensé que no me dejarías hacértelo a ti, así que me prepare antes de venir aquí, así que puedes hacerlo — Izuku se sonrojó, por lo que acaba de confesarle a su novio.

— Eres Aaah... Perfecto amor… — beso, sus labios. Izuku le pasó un condón y el lubricante.

— Recuerda echar una buena cantidad Kacchan.

— No eres el único que investigó — metió dos dedos de una sola estocada. — Es cierto, ya estás preparado para recibirme — sus pecas de Izuku resaltan por el sonrojo... — Eres un nerd demasiado pervertido y bien preparado... Me encanta — se le dibujó una sonrisa en el rostro.

Colocó el condón en su miembro para empezar a alinearlo en su entrada del peli verde...

— ~Mmm Kacchan... Duele un… un poco — Katsuki se detuvo a la mitad de su labor, pues solo le faltaba un poco para estar completamente dentro del pecoso.

Beso sus labios con mucha pasión para que no le doliera hasta que se acostumbrara a su tamaño...

Empezó a moverse lentamente mientras Izuku le quitaba jadeos y el peli verde comenzaba a rasguñar aquella espalda, las embestidas subieron de nivel más duras, más certeras a su punto dulce de Izuku.

— ~ Ahh Kacchan me vengo — empezó a abrazar a Katsuki mientras empezaba a sentir su orgasmo cada vez más cerca... — ~ Mmngh aaah — su gemido fue glorioso a los oídos de Katsuki, ver descender las lágrimas del pecoso era una vista tan bella, besos sus mejillas mientras salía del peli verde...

Lo volteo para ponerlo en cuatro, pero tomó las manos del peli verde y la puso en su propia espalda… — Esto aún no ha terminado — alineó de nuevo su miembro para volver a meterse en Izuku, él peli verde al encontrarse inmóvil, trataba de zafarse, pero el agarre del rubio era más fuerte, las embestidas no paraban, eran bruscas, pero daban en su lugar.

— ~ Mmng Zuzu me aprietas delicioso — Izuku se sentía atrapado entre la excitación y la forma como presionaba su cuerpo, sin querer empezó a liberar un poco de one for All en sus muñecas, teniendo la fuerza necesaria para zafarse.

Los látigos negros salieron, pensó Katsuki que lo querían atacar mientras lo subían a la cama y ahora a él lo dejaban inmóvil, quiso cerrar las piernas, pero el látigo negro no dejaba moverse ni un poco... Subió el peli verde de nuevo a la cama...

Katsuki cerró sus ojos, pues pensó que Izuku volvería a estar dentro de él y cuál fue su sorpresa que él mismo se empezó a empalar.

Subía y bajaba por el miembro del peli cenizo, haciéndolo gemir una y otra vez por la sensación.

Al abrir sus ojos vio la coquetería de su pareja, la forma que se tocaba el mismo sus pezones, cómo se masturbaba era una bella vista...

Sus ojos se cerraban más por el fuerte orgasmo que se venía, empezó apretar el miembro aun dentro de él, lo que a Katsuki le gustaba, pues daba más estimulación a su miembro.

La forma perfecta de como entraba y salía del pecoso, una vista que le hacía salivar más al peli cenizo...

— Zuzu más rápido quiero terminar contigo, bebé — el pecoso acato, la orden dejaría que viera más.

Subió sus piernas de tal forma como si estuviera sentado enfrente de él, abrió las piernas, hizo su espalda más hacia atrás.

A Katsuki se le salió la saliva por ver cómo su miembro era comido por ese buen culo...

La imagen mental que grabó Katsuki para su vida, ni las más locas de sus ideas lo traen a este momento.

— ~ aaaa Mmng Zuzu... Kacchan — gimieron ambos al mismo tiempo cuando su orgasmo abrasador les llegó.

Sus respiraciones eran erráticas, desaparecieron los látigos cuando Izuku tuvo su orgasmo.

— Vamos a bañarnos para regresar a la academia y dormir un poco — Izuku asintió, le dolían las caderas, pero había valido la pena cada instante.

Tomaron una ducha un poco larga bañándose el uno al otro, recibiendo mimos, besos cálidos, expresaban su amor...

Salieron de bañarse y cuando Katsuki estaba secando el cabello del peli verde se decidió a preguntar.

— Zuzu sé que has investigado, vi las cosas que tienes por accidente en tú cuarto y no sé me gustaría probar todas tus fantasías que investigas, por mi no hay problema — que bueno que no lo estaba viendo porque el sonrojo que tenía era asombroso.

—¿Estás seguro Kacchan? — preguntó con emoción.

—Si bebé haré todo lo que quieras.

— Entonces iremos a comprar esas cosas en nuestro descanso, te parece mi amor — Izuku estaba realmente emocionado por lo que le dijo su novio experimentaría con todo...

Regresaron a la academia y nadie se percató de su salida, cómo no querían separarse se fueron a dormir al cuarto del peli verde para descansar.


#BKDK #bkdkEngaño turno de Deku

Katsuki era una persona extremadamente observadora. Muchos no se paraban a pensar en eso, dado que estaban más centrados en lo gritón y abrasivo que era.

Pero lo era, y eso le convertía en un héroe excelente.

Así que, por supuesto, se dio cuenta cuando Izuku empezó a actuar... raro.

Al principio estaba convencido de que sólo estaba pensando demasiado las cosas. Que Izuku salía corriendo por las mañanas sin un beso de buenos días o de despedida porque tenía cosas importantes relacionadas con ser héroe.

Sólo se preocupó un poco cuando Izuku empezó a llegar tarde a casa. Katsuki había intentado muchas veces esperarle, pero entre los turnos de madrugada y los días agotadores, siempre se quedaba dormido.

Sólo se despertó un poco al ver que Izuku intentaba meterse en la cama sin hacer ruido.

Una sensación de pavor empezó a crecer cuando Izuku miraba constantemente su teléfono cuando por fin tenían tiempo para estar juntos.

Katsuki lo ignoró. Izuku nunca le engañaría. ¿Verdad? Porque el nerd siempre le estaba diciendo lo mucho que le quería. A pesar de todos los defectos de Katsuki.

La ansiedad empezó a robarle el aliento de los pulmones cuando Izuku se mostraba muy cauteloso durante las cenas. Parecía distante y pensaba en otras cosas. No le hablaba a Katsuki como lo haría normalmente.

Pero Izuku no rechazaba los mimos a la hora de dormir. ¿Se lo estaba imaginando Katsuki?

Sus amigos empezaron a notar lo nervioso y pálido que parecía Katsuki. Le preguntaron qué le pasaba. El rubio les contestó como siempre. No pasaba nada. Todo iba bien.

Todo estaba bien, ¿verdad?

Izuku todavía lo amaba.

¿Verdad?

Katsuki tuvo la idea de sorprender a Izuku en su agencia, puesto que ya casi nunca quedaban para comer. Había llegado a la puerta del despacho de Izuku cuando oyó a su marido hablando por teléfono.

"¿Quieres que quedemos ahora mismo?" preguntó Izuku.

Se quedó helado, con el corazón destrozado.

Esto... no podía estar pasando.

Izuku se rió. "No, mi marido está en el trabajo. El apartamento debería estar vacío".

No... por favor.

"Aunque mi pausa para comer no es tiempo suficiente, voy a terminar por hoy".

Katsuki quería vomitar.

"No, no lo sabe. Vale genial, nos vemos en un rato".

Katsuki salió corriendo del edificio, con un ataque de pánico creciendo en sus pulmones. Corrió y corrió y corrió. Se encontró en casa de sus padres. Su madre abrió la puerta de un tirón, agitada, con un gruñido en los labios... pero se quedó helada cuando vio la expresión de su hijo.

Lo abrazó, le echó el pelo hacia atrás como cuando era pequeño, mientras Katsuki lloraba y sollozaba hasta que se puso a toser.

No le dijo lo que Izuku estaba haciendo. No le dijo lo que había oído.

Porque amaba a Izuku, y se lo merecía después de lo que le había hecho.

Si Izuku aún lo quería... se quedaría. Fingiría no saberlo.

Al final, Katsuki se agotó y se quedó dormido. Se despertó cuando afuera estaba oscuro y su teléfono vibraba constantemente. Era Izuku.

"¡¿K-Kacchan?!" Izuku sonaba preocupado. "¡¿Dónde estás?!"

Katsuki se tragó el nudo que tenía en la garganta. "Fui a ver a mis padres, estaré en casa en un rato".

Se tomó su tiempo para volver a su apartamento, arrastrando los pies. Cuando llego a la puerta, suspiro pesadamente...listo para actuar normal.

Antes de que pudiera meter la llave, la puerta se abrió de golpe.

La cara frenética de Izuku lo saludó. "¿Kacchan? ¡Dios mío! Estaba tan preocupada. Nadie sabía adónde habías ido ni qué había pasado. Yo incluso... ¿Kacchan? ¿Por qué lloras?"

No pudo hacerlo. "Por favor, no me dejes. Sé que me estás engañando. ¡No me importa! S-sólo por favor, ¡no me dejes!"

Izuku se resistió. "¿¡QUÉ!?"

Katsuki volvía a agitarse. "Sé que soy difícil y no tan cariñoso. Es que... no quiero que te vayas. Te he oído hablar por teléfono en tu despacho".

Izuku parpadeó, abriendo y cerrando la boca. Luego cerró la mandíbula de golpe y miró con odio.

A Katsuki se le murió el alma. Por supuesto que Izuku no querría quedarse...

"¡Katsuki Bakugou-Midoriya! Cómo te atreves a pensar que te engañaría!".

Katsuki se tambaleó. "¡¿Tú... lo niegas?! ¡Apenas me has mirado! ¡Ni me has hablado en dos meses! No paras de hablar por teléfono".

Izuku gritó con frustración. "¡HABLANDO CON UN ESPECIALISTA EN ADOPCIONES!"

Katsuki se detuvo. El apartamento estaba silencioso como el infierno, hasta que oyó un gemido procedente de su dormitorio.

Izuku corrió hacia allí, y Katsuki le siguió un segundo después.

Allí, en su habitación, había un bebé Pitbull.

Izuku consoló al pequeño cachorro, que probablemente estaba confundido y asustado. Katsuki recordaba haber mencionado de adolescente, y de forma aleatoria a lo largo de los años, que siempre había querido tener un Pitbull. Pero eran difíciles de conseguir y carísimos.

"Sabes que se me da fatal guardar secretos". Izuku murmuró con tristeza. "Me puse en contacto con una agencia de adopción, e intenté mantenerlo todo en secreto".

Katsuki temblaba, con el pecho encogido.

Izuku frunció el ceño. "La especialista estaba haciendo todo lo posible para que fuera una sorpresa".

Los ojos de Katsuki se llenaron de lágrimas.

"No me dijo cuándo dejaría al cachorro... para que no te hiciera sospechar por accidente". Izuku rió entre dientes. "Aunque... supongo que no estaba haciendo un buen trabajo".

Katsuki soltó un sollozo. "¿Tú... aún me quieres?".

Izuku le miró. "Kacchan, prefiero morir a siquiera PENSAR en serte infiel. Te quiero más que a la vida misma. Si tuviera que elegir entre One For All y tú... me quedaría sin Quirk en segundos. ¿Por qué piensas eso?"

Katsuki lloró. "Porque no te merezco".

El rostro de Izuku se contrajo en una expresión de dolor y tiró de Katsuki en un fuerte abrazo. "Lo he estropeado todo, ¿eh?".

"¡No! ¡Yo lo he estropeado todo!" soltó Katsuki. "¡¿Por qué iba a pensar que harías algo tan horrible?!".

"Porque obviamente no te he estado amando en toda su extensión".

Katsuki golpeó a Izuku en el pecho, pero ambos soltaron carcajadas acuosas. Izuku abrazó a Katsuki mientras se le secaban las lágrimas. "Siento que tuvieras miedo. Siento que hayas tenido que pasar por eso".

"Te amo... estúpido nerd".

El cachorro ladró con su pequeño ladrido.

"Uy", Izuku soltó una risita. "Alguien se siente excluido".

Izuku soltó a Katsuki para levantar al cachorro marrón oscuro y tendérselo a su marido. "¡Bueno, feliz aniversario, Kacchan!".

A Katsuki se le cayó la cara de vergüenza. De tanto preocuparse... se había olvidado de lo que se avecinaba. "¡Mierda!"

FIN


Desde pequeño

#NatyBemon

#Drabble

#MHA #BNHA #BakuDeku

—¡Kacchan! Basta, deja de mañociarme.

—¿De que estás hablando? — Responde tranquilo —Solo es un pequeño abrazo.

Sus manos viajaron bajo la playera del peliverde, tocando su suave piel sintiendo un leve temblor de ese cuerpo ajeno acostumbrado a su toque.

Izuku y Katsuki han sido vecinos toda la vida, el pecoso fue testigo cuando los padres del rubio se mudaron, el vientre de Mitsuki estaba un poco abultado y el chico se hizo apegado a ella todo su embarazo, cuando nació Katsuki quedó cautivado.

Su madre se había divorciado, tenía medios hermanos por su padre pero en realidad dejo su responsabilidad con él. Así que el pequeño Kaachan era lo más cercano a un hermano, tenia la oportunidad de ser el hermano mayor.

Convivieron toda la vida, Izuku era la única persona que podía contra el malhumorado Katsuki, desde bebe fue quisquilloso y gruñón, cuando empezó a caminar y a hablar fue la perdición para su madre, tanto que cuando no la obedecía hablaba con Izuku para que fuera a rependerlo.

El pecoso adoraba al pequeño, solo iba a cargarlo, mimarlo y explicarle los motivos del porque su madre lo regañaba, que algo tenía que mejorar.

Pero en la adolescencia del ojirojo todo cambio, sus hormonas alborotadas hicieron que se confesara y aunque Izuku lo rechazó, no se había rendido, ya le había robado algunos besos, acaricias y se moría por hacerlo suyo, buscaría la manera de conseguirlo.


Obsesionado

Advertencia de contenido sensible.

•••••

Katsuki está obsesionado con Izuku.

Desde la preparatoria ha estado observandole.

Su rutina, los amigos que tiene, su hábitos, sus gustos, pero sobretodo las personas con las que ha estado en alguna relación sentimental.

A su parecer, ningún imbécil con el que ha estado ha sido digno de él.

Aunque ya esperado pacientemente, a media carrera en la Universidad, porque sí, lo siguió, ya tenía suficiente de que todos los bastardos ineptos tuvieran una oportunidad con Izuku, menos él.

—¿Pero qué dices, Kacchan? Tu eres mi mejor amigo. — fueron las palabras con las que Izuku firmó su propia sentencia.

Desde que se conocieron, Katsuki se ha esforzado por ser ese «amigo» leal, incondicional para él con el único propósito de que lo note, de que se de cuenta que él es su mejor partido, que él si podía convertirse en el amor de su vida, sin embargo...

Al obtener un resultado demasiado alejado de lo esperado, Katsuki tiene que recurrir al súbito plan b.

Pero bueno, gracias a eso ahora tenía al chico que le gustaba a su lado, o más bien, encadenado a su lado.

Ambos estaban recostados sobre la enorme cama del rubio. Sus padres le habían conseguido un buen departamento cerca de la Universidad, completamente amueblado y le surtían la despensa cada mes.

No le hacía falta nada pero parecía que Izuku era infeliz pese a todo eso.

—'Zuzu, ¿Eres feliz? — preguntó, mientras respetaba su cuerpo al de Izuku.

Sus cuerpos encajaban a la perfección.

—L-lo soy, Kacchan... — musitó, un pequeño temblor no abandonaba su cuerpo.

—¿De verdad? ¿no te hace falta algo? — insistió con tono amable, pero eso solo asustaba más a Izuku.

Ya no iba a la universidad.

Desde que Katsuki lo raptó tuvo que tomar una licencia de seis meses.

Katsuki había hecho lo mismo para vigilarlo día y noche.

Tenía miedo, mucho miedo.

—P-para nada, Kacchan. Soy muy feliz contigo aquí, a mi lado. — dijo, conteniendo el impulso de pedirle por segunda vez su libertad.

Pues en la primera ocasión que lo hizo, había terminado con una cadena sujetando su muñeca y uno de sus tobillos.

Oh, y había sido «tomado» tan violentamente que no pudo sentarse por un par de días.

Desde ese día supo que le convenía portarse bien, ser complaciente porque solo así Katsuki no lo lastimaba.

—Eso me gusta. — dijo, abrazándose aún más a él.

Izuku sudo frío al sentir algo duro contra su espalda baja.

—¿Sabes de qué tengo ganas? — preguntó, Izuku paso saliva con dificultad. — De hacerte el amor. — murmuró, y el cuerpo de Izuku tembló aún más.

Cuando sintió las grandes manos de Katsuki colarse bajo su camiseta, la única prenda que cubría su cuerpo, y frotar su piel se maldijo por enésima vez al ver lo sensible que su cuerpo se había vuelto a sus caricias.

Suave o rudo, no importaba como lo tocara su cuerpo reacciona al instante, la erección sobresaliendo bajo la tela de la camisa era la prueba de ello.

Izuku se mordió los labios cuando un par de sus dedos, Katsuki pellizcó su pezón hasta hacerlo endurecer mientras su boca comenzaba a besarle el cuello.

—Eres tan bonito, 'Zuzu. Me encantas... Amo tenerte completamente para mí. — decía, lamiendo y chupando cada porción de piel para hacerle marcas nuevas sobre las viejas.

Izuku comenzó a retorcerse por su toque, jadeos bajitos salían de su boca más y más seguido.

Katsuki detuvo toda acción cuando su mano se deslizo hasta la entrepierna de Izuku y se percató que ya la tenía dura y goteando presemen.

Sonrió, girando el cuerpo de su bonito novio hasta que lo puso de espalda contra la mullida cama, él posicionandose entre sus piernas al tiempo que se deshacía de su propia camisa para dejar al descubierto su bien trabajado y arañado cuerpo.

—¿Puedo entrar solo así? — Inquirió — tu agujero aún debe sentirse suave porque lo hicimos anoche. — dijo.

Izuku le miraba fijo, con algo de duda asintió lentamente.

La sonrisa de Katsuki solo se pronunció.

Bajando sus pantalones de pijama libero su erección.

Masturbándose un poco cuando lo hizo, dos de sus dedos se deslizaron en el agujero de Izuku.

Gimió.

Efectivamente aún se encontraba suave.

No iba a requerir más que un poco de lubricante para entrar, pero al ver el frasco vacío decidió que sería mejor utilizar un poco de saliva, solo por esta vez.

Sujetandolo de los muslos, elevó sus caderas, lo suficiente para que quedaron cerca de su cara.

Izuku respingo al darse cuenta de lo que haría.

—N-no, Kacchan... E-está sucio... — comenzó a balbucear pero Katsuki lo ignoró.

Con trabajo de lengua y algo de succión por parte de sus labios, Katsuki lo besó ahí, su agujero ya estaba suave pero necesitaba lubricarlo.

Así que haciendo uso de sus habilidades en el sexo oral que solo aprendió con el fin de poder darle un mejor placer a Izuku, se sintió satisfecho al hacer de un desastre sensual de gemidos con cada uno de sus movimientos durante los siguientes minutos.

Cuando los muslo de Izuku se apretaron a su alrededor se detuvo.

Quería hacerlo venir pero no con su boca, sino con su polla.

Recostandolo de nuevo correctamente sobre la cama, tiro de una almohada y se la puso bajo las caderas. Debía seguir un poco cansado por la agitada noche donde dejaron de hacerlo hasta que el peliverde se desmayó, así que eso le daría el soporte que él deseaba sin obligarlo a hacer un esfuerzo más allá que el de mantener sus lindas piernas abiertas para él.

Izuku tenía la respiración agitada, solo se fue pausando hasta que lo vio sujetar de vuelta su enorme y dura polla para alinearla contra su agujero.

Respiro hondo.

Ya lo habían hecho varias veces pero la polla de Katsuki era demasiado grande, aún no podía acostumbrarse a su tamaño.

Así que cuando sintió la punta ir contra su agujero, Izuku dejo de respirar para sentir menos el dolor cuando Katsuki entró en él con una dura y certera penetrándolo.

Gimió fuertemente, y el arrebató del primer orgasmo, al menos para Izuku, había sucedido.

Katsuki se pasó una mano por el cabello, mordiéndose el labio y sonriendo ampliamente.

—Tan jodidamente lindo. — susurró con voz baja, ronca.

Colocando la pierna libre de Izuku sobre su hombro, la otra la mantuvo sujetada contra la cama.

Su mano libre cerrándose alrededor del menudo cuello de Izuku que se fue apretando poco a poco conforme Katsuki tomaba un ritmo en sus penetraciones.

Primero suaves, hasta que eventualmente se volvieron agresivas, sin una pizca de compasión al caer rendido ante el lascivo sonido de sus pieles chocando brutalmente.

Sus dedos hundiéndose en la blanquecina piel de su cuello comenzaban a cortarle la respiración.

Izuku simplemente se dejó hacer.

Pues aunque la situación fuese así, no podía ignorar la respuesta de su cuerpo aún cuando en sus adentros además de tener la polla de Katsuki revolviendole las entrañas, una voragine de sentimientos que iban desde el miedo, pasando por la confusión y la decepción hasta llegar al rencor, lo hacían sentir fuera de sí hasta que el abrazador orgasmo y el peso muerto de Katsuki sobre él lo trajeran de vuelta a su asquerosa realidad en la que quien fuera una vez su mejor amigo estaba obsesionado con él, y era incapaz de liberarse de ello.

Miya


Pacto de cumpleaños

#bkdk #dkbk #demonioxhumano

-Hola Inko - se escucha la profunda y a la vez chillona voz de su amiga rubia, quien desde hace ya muchos años la visita para hacerle algo de compañía -

-Hola Mitsuki, que gusto que pases a verme, hace ya unos meses que no te veía - la energía característica de la peliverde se hace presente, aunque decae un poco ante la cara de su amiga - ¿Ha pasado algo? - el pesado suspiro de la otra la alerta un poco -

-Me temo que está vez no vengo a hacerte una visita muy cordial - se sienta bajo la sombra del árbol más frondoso del jardín de Inko, quien ama cuidar de sus plantas - ¿Recuerdas que el primer día que me presenté frente a ti te conté el porqué de mi visita? - intenta recordar, pero es un recuerdo que tiene enterrado en lo más profundo, ya que después de años de amistad con la chica lo mandó al fondo de su mente. Cuando logra recuperar el recuerdo se lleva las manos a la boca -

-No te lo puedes llevar, es mi bebé - las lagrimas comienzan a surcar el regordete rostro. Cuando le hizo la primera visita, le contó que es una demonio, que la visitaba porque el abuelo de la peliverde había hecho un trato con su padre "Él salvaba la vida de su hijo enfermo, pero él tenia que entregarle a uno de sus bisnietos en su cumpleaños numero 19" nunca le dijo cual sería el fin de ello, simplemente le dijo que tenía que entregarlo, el hombre ya desesperado por ver a su hijo moribundo aceptó el trato así que al nacer la peliverde Mitsuki se dio a la tarea de cuidarla ya que sería quien daría a luz al niño que saldaría la deuda. -

-Tengo que hacerlo querida, un trato con un demonio no se puede romper, si él no va conmigo una maldición caerá sobre ustedes, aunque me agrades no podría hacer nada contra ello, la fuerza oscura es más grande que todos nosotros - su voz suena afligida, ella realmente considera a la mujer como su mejor amiga, durante años encontró en ella lo que nunca hizo en otra demonio, cariño sincero y desinteresado -

-Él es demasiado dulce e inocente para arder en el infierno - se abraza a la rubia, quien la consuela sobándole la espalda a ritmo lento. -

-Iré con usted - ambas mujeres se sobresaltan al escuchar la tímida voz del chico, quien ha estado escondido entre las plantas escuchando toda la escalofriante conversación -

-Izuku no - su madre lo aferra en un abrazo casi constrictor, no está lista para perder a su único hijo - No puedes dejarme -

-No puedo permitir que la desgracia caiga sobre ti mamá, afrontaré las consecuencias de lo que sea que haya hecho mi abuelo - la rubia sonríe orgullosa, definitivamente su padre siempre supo elegir bien -

-Es hora de irnos querido Izuku - le extiende la mano, dudoso aún por todo lo que está pasando la toma mientras le da un beso en la frente a su madre -

-Te amo mamá, cuídate mucho - se separa de ella para caminar hasta la rubia, quien a abierto un portal hacia lo más profundo del mundo oscuro - Espero volver a verte - susurra dándole una ultima mirada al mar de lagrimas en el que se ha convertido justo antes de pasar hacia el mundo oscuro -

Lo guía por los pasillos del enorme castillo, mostrándole y señalándole que lugar es cada uno por el que pasan, se sorprende al ver lo parecido que es todo con el mundo de arriba, con la única diferencia que las personas no tienen la apariencia de los humanos, si no, que son de diferentes colores de piel, de ojos e incluso algunos parecen tener formas extrañas, a cualquiera le desagradarían, pero él se siente intrigado sobre ellos.

-¿Cuál es el motivo de traerme hasta aquí? - se atreve a preguntar después de un rato -

-Mi padre te eligió desde mucho antes de nacer como pareja para uno de mis hijos - se detiene en seco, en completo shock, estaba creído que lo encadenarían en una celda hasta morir o algo por el estilo -

-¿Pa.. pareja? - la mujer asiente con una sonrisa, no sé cansa de ver las reacciones de los humanos, se esperan todo, menos ser elegidos como la pareja predilecta de un demonio -

-Así es, nosotros no podemos reproducirnos entre demonios, solo podemos hacerlo con humanos, entonces desde hace siglos mi padre va por el mundo recorriéndolo en busca de los mejores genes y atributos para nuestra decendencia, él puede ver a través del tiempo, así es como decide quien es el elegido, en este caso fuiste tú - habla con tanta naturalidad que el peliverde nota que ya es algo usual para ellos -

-¿Cuantos hijos tienes? - su sonrisa se ensancha -

-Muchos cariño, te sorprenderías, pero ahora solo tengo uno sin emparejar, él ha esperado por siglos a que su abuelo eligiera a alguien para él, siempre le dijo que al ser el heredero al trono necesitaba un buen compañero - le toma la mano -Por fin la espera ha terminado, eres el elegido dulce Izuku - se siente mareado, eso es demasiada información para un simple humano como él - Te llevaré a preparar, se conocerán en la ceremonia, la cual será su unión y también festejaremos tu cumpleaños -

Lo lleva hasta un cuarto donde varias chicas lo esperan para darle un baño relajante y hacerle un fácil para después vestirlo con una bata blanca con botones en el frente. Se encuentra completamente nervioso, nunca creyó que en su cumpleaños numero 19 iba a ser entregado a un demonio que se convertiría en su pareja de por vida, se siente como en un extraño sueño, el pánico comienza a apoderarse de él, intenta controlarlo por el bien de su madre.

-No temas - una chica con la pierl y cabello rosa le sonríe al entrar y oler su miedo, es una cualidad que tienen los demonios, pueden oler las emociones de los humanos - Mi hermano es mal humorado, gritón y grosero, pero sabrá darse cuenta que si el abuelo te eligió fue porque eres su complemento perfecto - se acerca hasta él para acariciarle la mejilla con cariño - serás un excelente rey consorte, puedo oler la pureza en ti, serás el perfecto equilibrio de mi hermano - el chico se sonroja mientras la pelirosa sale del mismo modo en el que entro -

Unos minutos después un chico pelirrojo con la piel endurecida va por él para llevarlo a la sala de ceremonias, donde ve a muchos demonios con diferentes aspectos reunidos.

-No temas pequeño humano, solo intenta relajarte - lo lleva hasta el centro del lugar, donde hay una mesa con un demonio mayor al otro lado que es quien oficiará la ceremonia y un chico con una bata y capa completamente negra cubriéndola, justo el contraste a como él va vestido. No puede verle la cara, de hecho, no puede ver nada de su piel, el pelirrojo lo deja parado a un lado del otro chico, quien no lo mira aún.

-Estamos reunidos está noche para efectuar la unión de las almas de el humano Izuku Midoriya y el demonio sucesor al trono del mundo oscuro, Katsuki Bakugo - el peliverde abraza el nombre del demonio, le parece un nombre muy bonito a pesar de que su miedo sigue ahí- Empezaremos la ceremonia, por favor Izuku y Katsuki pónganse frente a frente, es hora de que se conozcan - el primero en girar es el demonio, quien aún se encuentra algo molesto con su madre por obligarlo a hacer esto, él nunca quiso ser emparejado y mucho menos con un frágil humano, sin embargo, no podía ignorar sus tradiciones si quería ser el gobernante supremo, ya que de no unirse al humano elegido, entonces el poder pasaría a otro de sus hermanos aunque este no haya sido elegido como sucesor desde antes de nacer, como Katsuki lo fue -

Lo que ve lo deja realmente impactado, es el humano más bello que sus ojos han visto, huele la pureza en él, su bondad y también un poco de miedo, su rostro parece más el de un ángel con sus pecas adornando sus mejillas y sus ojos jade mirando a la nada con el suspenso tatuado en ellos. "Maldito viejo, bien que sabes como elegir a nuestro gusto" siempre creyó que elegiría a una chica para él, eso sería lo más normal, pero al parecer su viejo abuelo los conocía demasiado bien a cada uno de ellos.

El peliverde se gira lentamente con miedo a lo que pueda encontrar, los demonios tienen fama de malos, así que no puede dejar los sentimientos negativos de lado por lo menos no por ahora. Su mirada choca con los intensos ojos carmesí de Katsuki, quien ahora lo mira intensamente atento a cada una de sus reacciones. Su primera impresión es positiva, la piel negra como la noche del demonio con los toques naranja traslucido de sus venas hacen que su estomago comience a revolotear, es el ser más hermoso que ha visto, le encanta lo exótico de su ser, por inercia y sin pensarlo se acerca un poco hasta él para quitar la capa de su cabeza dejando al descubierto su cenizo cabello, luego lleva una de sus manos hasta su rostro para sentir la suave y a la vez áspera consistencia de su piel, recorre con uno de sus dedos las líneas naranjas, empapándose de cada una de las facciones del hermoso y exótico demonio, llegando hasta su cuello donde las venas están mas remarcadas.

-Eres muy hermoso - susurra las palabras con el tono de voz más bajo que alguna vez ha usado, pero gracias al oído desarrollado del rubio, logra escucharlo -

-¿De verdad crees que lo soy? - Su apariencia demoniaca siempre ha causado miedo entre los humanos, no pensó que hubiera alguno capaz de verlo como algo hermoso, esa es una de las razones por las que jamás deseo en el emparejamiento con humanos-

-Definitivamente, tienes una belleza exótica que me hace querer saber más - ambos se pierden un momento en los ojos del otro, aceptando al contrario como su pareja -

-Ya que se han conocido y se han aceptado, debemos continuar con el ritual - ambos salen de su trance un poco sonrojados pues habían olvidado que están rodeados de cientos de demonios, porque claro, todos debían estar presentes en la unión de su futuro rey - Katsuki, toma el cuchillo frente a ti, derrama tu sangre en el contenedor, luego desabotona la bata de tu compañero y a partir de ahí sabes que hacer - el peliverde se sonroja ante la mención del desabotonamiento de su ropa -

-Tranquilo, todo estará bien - toma el cuchillo, corta en su muñeca mientras derrama una generosa cantidad de sangre en el contenedor, desabrocha la blanca bata dejando al descubierto el pecho y abdomen del contrario, dejándolo prácticamente solo en bóxer, en esa parte del ritual todos incluso el demonio mayor, permanecen con los ojos cerrados cantando una alabanza a la oscuridad para que la unión se lleve de manera satisfactoria. Se acerca con el bote de sangre, introduce un dedo en este y hace algunos símbolos extraños en la frente, pecho y abdomen del chico- Yo, Katsuki Bakugo, te entrego mi sangre para unirme a ti en cuerpo y alma, jurando protegerte por la eternidad - Después de eso le entrega un contenedor vacío y el mismo cuchillo que ha usado, pues debe hacer el mismo ritual, con la mano temblorosa pero decidido hace el corte en su muñeca derramando la sangre en donde corresponde, luego se acerca con timidez al demonio para desabotonar su bata negra, aguantando la respiración al ver el perfecto y musculoso cuerpo bajo esta - Deja de comerme con la mirada Deku, mejor apresúrate, mientras más rápido acabemos aquí, mas rápido consumaremos la unión - logra hacer que el humano se ponga rojo de la vergüenza mientras él le sonríe abiertamente, la primera sonrisa que le regala a alguien -

-Yo, Izuku Midoriya, te entrego mi sangre para unirme a ti en cuerpo y alma, jurando amarte por la eternidad - las ultimas palabras logran cortarle la respiración al rubio, un humano acaba de prometerlo amor eterno mientras con su dedo dibuja en su cuerpo los mismos símbolos que él ha hecho. Terminando el ultimo símbolo, Katsuki se acerca hasta él para cerrar su bata para que no sea visto semidesnudo por otros demonios, pues hay algunos súcubos e íncubos entre el publico y no quiere asesinar a nadie por desear a su ahora pareja. Al mirar su muñeca nota que aún está sangrando así que la lleva hasta su boca para succionar un poco de la deliciosa sangre terminando por sellar la herida con su saliva - Gracias Kacchan - un apenado Izuku se repega más a su cuerpo al sentirse un poco más seguro en su compañía ahora que sus almas se han unido -

-La unión ha sido completada con éxito, ahora sus almas están conectadas - todos aplauden a los chicos que ahora son una pareja - Felicidades, pueden besarse -

El cenizo decidido se acerca hasta el peliverde, lo toma de la cintura para acercarlo a su cuerpo, toma con una de sus negras manos su barbilla para después darle un beso arrebatador que le arranca incluso un gemido mientras todos los presentes gritan y vitorean.

Todos los demonios comienzan a retirarse pues saben que una vez completada la unión ahora deben consumarla, entregándose en cuerpo el uno al otro.

-Ahora debo llevarte a mi habitación y hacerte mío Izuku, ya tendremos tiempo para conocernos bien después - le susurra al odio mientras lo repega a su fornido cuerpo para que sienta lo ansioso que está - Sé que hoy es tu cumpleaños, así que te daré un muy buen regalo - el peliverde se sonroja mientras posiciona sus manos en el pronunciado pecho del demonio -

-Estoy listo Kacchan - Definitivamente será un cumpleaños diferente, pero pinta para ser el mejor de su existencia -

(...)

Los nervios recorren cada una de sus terminaciones mientras caminan a paso lento por los pasillos del enorme castillo, cada uno de sus pasos resuena con eco gracias a lo ansiosos que están por llegar. Cuando el peliverde cree que perderá los nervios por el sonido, por fin el demonio de piel negra se detiene frente a una puerta.

-Esta será nuestra habitación a partir de ahora Deku - le regala una sonrisa tranquilizadora mientras abre la puerta dejándolo pasar primero, con pasos temblorosos comienza a traspasar la puerta, quedándose estático cuando el mayor se posiciona detrás de él para susurrarle al oído - Aquí es el lugar donde cada noche te haré mío - se acerca más a su oído hasta morderle ligeramente el lóbulo de la oreja, provocando que el amiguito de Izuku comience a despertar, ahora que están solos no va a negar que a pesar de estar muy nervioso, también está deseoso de ser tomado por el precioso rubio - Vamos cariño - lo toma ligeramente de la mano después de cerrar por completo la puerta -

-Kacchan - está demasiado nervioso - yo... - se acerca hasta la cama para sentarse en ella con la mirada carmesí atenta a cada uno de sus movimientos - nunca... - comienza a juguetear con sus manos -

-¿Tú nunca qué Deku? - se quita la capucha negra para quedar casi desnudo frente a su ahora esposo, sabe que eso lo pondrá más nervioso, cosa que le gusta -

-Yo... - suspira dándose valor para decirlo - Yonunca hetenido relaciones - lo dice todo junto y de carrerilla, por un momento cree que el rubio no lo ha entendido, pero esté le sonríe con suficiencia, se acerca hasta la cama poniendo una rodilla justo al lado de donde está sentado, repega su pecho contra la cara contraria para susurrarle sobre el cabello, pues le encanta sentirlo temblar -

-Lo sé cariño, los demonios podemos oler sentimientos y otras cuestiones en los humanos - aspira el aroma directo de su cabello - Pude oler tu pureza desde que entraste en la habitación llena de demonios - el peliverde no puede evitar sonrojarse por completo mientras el cálido aliento le pone la piel de gallina - En mis muchos milenios de vida nunca me había topado con tanta pureza - comienza a quitar la capa blanca que aún cubre el pecoso cuerpo dejando que sus dedos rosen a propósito la suavidad y calidez de la piel - esta noche te haré el amor - ya con más descaro recorre la piel de sus muslos con las yemas de sus dedos, le encanta la suavidad del precioso humano - ya tendremos tiempo para que te folle duro - siente un escalofrío en su espina dorsal, esa voz con esas palabras le hacen comenzar a desear que lo haga -

Lo hace levantarse un poco para quitar su bóxer quedando enamorado del pecoso miembro que lo observa levantado en los más alto, se saborea los labios, le parece un delicioso manjar. Hace que se vuelva a sentar en la cama, luego se arrodilla frente a él agarrándose ligeramente de sus muslos.

-Siéntete orgulloso Deku, tienes al rey demonio a tus pies - no lo deja contestar, toma su miembro con ambas manos para masajearlo de arriba hacia abajo con mucha lentitud, acerca su rostro mientras el pecoso aferra las sábanas negras de la cama, nunca se había siquiera tocado él mismo, así que las sensaciones son nuevas para él sacándole un fuerte gemido con cada toque -

-Kac... chan - un suspiro entrecortado es lo que sale de sus labios entre abiertos mientras disfruta de la habilidosa lengua del demonio, quien tuvo mucho tiempo para aprender a complacer a su compañero de vida. La pasa por toda la extremidad, humedeciendo con su saliva, la cual contiene un veneno letal, pero que al pecoso por ya estar unidos no le hace daño, al contrario le provoca aún más placer -

-Eso pequeño, gime mi nombre - toma un poco de su saliva para humedecer uno de sus dedos, debe prepararlo antes de tomarlo, pues como ya le dijo antes, quiere hacerle el amor, que realmente lo disfrute, tendrán muchos milenios por delante juntos para tener sexo desenfrenado y probar cada una de las posiciones existentes e incluso de inventar algunas nuevas -

El gordo y negro dedo del demonio se topa con un poco de resistencia al principio, logrando pasarla cuando con su mano libre acaricia los testículos, las pequeñas embestidas le producen una enorme sensación de placer, no creyó que existiera esa cantidad de placer en la tierra, aunque estrictamente hablando, no está en la tierra, está en el infierno. De haber sabido que se encontraría con tan perfecto demonio hubiese comenzado a pecar para ser mandado ahí.

-Huelo tus pensamientos pecaminosos Deku - al sacar el miembro de su boca introduce un segundo dedo, haciendo que con solo ese movimiento Izuku termine bañándole la cara con el liquido blanco que sale de su miembro - Mierda - le sonríe al chico que sonrojado lo mira, sabe que debería estar arrepentido de haber manchado la cara de su ahora esposo, pero no lo está, el placer es demasiado, aún más porque a pesar de tener contracciones orgásmicas, los dedos en su interior siguen moviéndose mientras sus paredes se aprietan a su alrededor -

-Lo.. siento.. Kacchan ... - suspira, siente que un segundo orgasmo puede llegar en cualquier momento, las sensaciones son demasiado intensas y eso que solo tiene dos dedos dentro -

-Tranquilo cariño, es normal que aún no puedas controlarlo, nunca lo habías hecho, haremos que lo domines con la práctica - se acerca hasta su rostro para besarlo con intensidad, un tercer dedo es introducido, ya casi está listo para recibirlo, se siente demasiado ansioso. -

En el proceso de seguirlo preparando mientras lo besa, comienza a quitarse la ropa interior, que es lo único que le queda puesto, al sentir el movimiento el pecoso se separa un poco, quiere ver su masculinidad en todo su esplendor, sus ojos se abren como platos cuando lo ve, largo, gordo, venoso e imponente levantado por completo. Los dedos del cenizo sienten la contracción que sufre el interior del pecoso ante la vista de su muy bien dotado miembro y es que ¿Cómo no?, es el rey de la oscuridad, obviamente tenía que tener una muy buena herramienta entre sus jugosas piernas.

-Tranquilo cariño te prometo que te va a gustar tanto que hasta te vas a encariñar con él - saca los dedos de su interior para llevarlos hasta su propio miembro, regresando de nuevo a estar de pie frente a la cama mientras el pecoso se sienta de nuevo en la orilla, lo pone frente a su rostro, quiere que lo aprecie bien, que se aprenda la posición de cada una de las venas naranjas en él, cada lunar dorado y la forma exacta que tiene, pues de ahora en adelante es solo suyo y para su placer -

-Es... - se siente tímido y a la vez está excitado, el pedazo de carne que tiene en frente le hace salivar la boca, no tiene punto de comparación, el único miembro que ha visto es el propio, pero definitivamente el de Katsuki lo califica como perfecto, cree que incluso lo ve brillar ligeramente y no se equivoca, el cuerpo de algunos demonios tiene ligeros destellos - precioso - su contestación le da ternura, pues de todas las palabras existentes eligió esa -

-Pues el precioso te hará gritar de placer - toma el valor para llevar sus manos hasta él, quiere saber como se siente al tacto, un pequeño choque le llega a los dedos con el contacto, está caliente, casi ardiendo mientras siente la dura piel, contraria a la de los humanos, la piel demoniaca es dura y ligeramente áspera - ¿Te gusta... Deku? - su voz se entrecorta, el placer que le provoca es amplio, no se compara ni siquiera un poco a todas las experiencias anteriores, las otras fueron solo polvos, muchos polvos de una sola vez, pero ser tocado por el elegido como su compañero ideal después de haber sido unidos, es un cumulo de sensaciones placenteras, que se incrementa con cada toque - Aaggh -

-Me encanta Kacchan - el placer le ha nublado la razón, la pena y la timidez ya no existen en su cuerpo, solo el deseo por ser poseído por el futuro rey demonio. Acerca de a poco su rostro, quiere olerlo, lamerlo, disfrutar su textura y su sabor, primero pasa su lengua como si de una paleta se tratase, recibiendo el fuerte olor a caramelo quemado, seguido del sabor a chocolate amargo, su favorito, la textura es un poco rugosa, no es tan suave como la piel humana, pero no le importa, al contrario, le encanta. Ya con más comienza comienza a meter el enorme miembro en su boca, se detiene cuando siente arcadas por tenerlo muy profundo en su garganta y eso que solo es casi la mitad - agh -

-No vayas a... lastimarte Deku... debes acostumbrarte primero - se retira de a poco, el placer es inmenso, pero no quiere lastimarlo solo por ser desesperado y volverse un salvaje, que es lo que le provoca el tentador chico. "Maldita sea, es demasiado erótico" ese pensamiento pasa por su cabeza antes de sentir como la húmeda lengua se desvía hasta sus enormes testículo, estimulándolo más - Mierda, necesito estar dentro de ti ya - en un rápido movimiento lo toma en brazos, haciendo que enrede las piernas alrededor de su cintura mientras sus miembros chocan haciéndolos gemir a ambos - Entraré con cuidado, te haré el amor y te encantará - el pecoso solo puede asentir mientras su mirada choca con la carmesí, en ella se puede apreciar perfectamente el fuego de la lujuria y el deseo -

Lo recarga en la pared de la habitación haciendo que su espalda choque con la fría roca negra, lo toma por los muslos para abrirlo aún más, necesitará acceso completo a su entrada, deja un camino de besos desde su pezón hasta su cuello, el lóbulo de su oreja y luego va hasta sus labios, besándolos con pasión, invadiendo su boca en un beso húmedo donde la saliva sale por la comisura de sus bocas, lentamente comienza a empujar en el interior cálido, gimiendo con cada centímetro dentro, sabe que no lo va a tomar por completo la primera vez, es demasiado grande y lo lastimaría, aunque eso no va a evitar que sienta el más grande placer de toda su existencia.

-Kacchan - un ligero quejido de dolor con una lagrima solitaria rodando por la pecosa mejilla lo hace detenerse, se queda quieto esperando a que se acostumbre a la intromisión, besa su rostro para relajarlo, cuando siente que lo ha hecho es el mismo peliverde quien comienza a mover sus caderas buscando la fricción del vaivén de caderas -

-Shhh, todo estará bien cariño - ya nublados por el placer comienzan un ritmo más acelerado pero aún sin lastimarlo, disfrutándolo ambos, sus pieles se erizan con los choques electrizantes que los recorren, buscan sus bocas una vez más, quieren ahogar los gemidos, aunque saben que es imposible pues el ritmo aumenta cada vez más -

-Ahh... Ahh... más... rápido... - obedece a su rey consorte aumentando la velocidad y el ritmo, sintiendo como el contrario está por terminar, sus paredes comienzan a contraerse hasta que siente el espeso liquido blanco entre sus abdómenes - Aaaaaaaaahg - aprieta los dedos de los pies, se aferra a la espalda ancha enterrando sus uñas con fuerza provocando algunas heridas sangrantes que le dan aún más placer al demonio, no va a negar que le encanta el salvajismo -

-Lo siento Deku, aún tengo energía para darte un tercer orgasmo - el rostro del pecoso está en éxtasis, sus ojos están en blanco mientras sigue aferrado a la espalda, su miembro comienza a cobrar vida de nuevo pues Katsuki lo ha empezado a masturbar con una de sus manos mientras que con su boca atiende a sus pezones -

Lo lleva hasta la cama sin salir de él y con su miembro más caliente que antes, lo gira en sus brazos para dejarlo a cuatro patas sobre la cama mientras él se encuentra penetrándolo desde atrás parado completamente en el piso, con una mano sostiene su cadera mientras la otra va hasta su cabello, pega su pecho al colchón con sabanas negras, sabe que en esa posición podrá llegar más profundo, se retira un poco hacía atrás y cuando ve al pecoso regresar en si después de la bruma post orgásmica lo penetra de una sola estocada llegando hasta su punto dulce, haciendo que sus ojos regresen al blanco mientras el pre semen comienza a asomarse manchando la oscura sábana. Se aferra a ellas, muerde una almohada que tiene en frente, el placer es demasiado, no soportará mucho las brutales pero placenteras estocadas profundas, después de un rato de estar así, el eco de una nalgada resuena por toda la habitación, siente el ardor, luego su orgasmo manchar de blanco lo negro y las contracciones de la enorme polla dentro de él, el líquido espeso y caliente lo llena por completo, puede sentirlo en su interior, es demasiado caliente para ignorarlo, por su parte, Katsuki lo sostiene fuerte de las caderas pegando su pecho hasta su espalda y mordiendo ligeramente su hombro, el orgasmo que lo embarga es arrebatador, siente que puede llenarlo por completo solo con ello.

-Mier... da.. Deku.. que bien te sientes - ambos caen en la cama, el cenizo intenta sostener su peso para no aplastarlo -

Izuku se desmaya del placer, es por ello que el cenizo sale con cuidado de su interior sintiendo y viendo como su semilla escurre desde su entrada, sonríe con suficiencia, el futuro heredero ya está en proceso, está seguro que con eso ha sido suficiente para engendrarlo. Con mucho cuidado y mimo lo limpia dentro de lo posible, lo acomoda en el centro de la cama para recostarse con él, quedándose profundamente dormidos.

Cuando el peliverde despierta siente unos fuertes brazos aprisionarlo, levanta el rostro y sonríe al ver al demonio con el rostro tan relajado, lleva su mano hasta su mejilla recorriendo cada una de sus facciones, sus labios, su mentón, sus oídos, su nariz, y por ultimo sus cejas, hasta que ve las pestañas comenzar a revolotear anunciando que lo ha despertado.

-Lo siento Kacchan, no quería despertarte - una adormilada sonrisa se asoma -

-Llevo un rato despierto, es agradable sentir tu suave tacto, no creí que un humano podría hacerme sentir de este modo - lo jala hasta abrazarlo, se recuerda mentalmente de agradecerle a su abuelo por tan buena elección -

Los meses pasan bastante rápido para ambos, aprender a ser buenos gobernantes los mantiene ocupados casi en su mayoría, cuando no están en eso, están dándose duro como conejos, pues desde que Izuku descubrió el placer de ser poseído por el demonio se ha vuelto adicto a ello, pidiéndole que lo tome en cualquier parte que se le antoje.

Tres meses después de su llegada al reino oscuro comienza a sentirse un poco mal, se llena de mareos, nauseas e incluso ha devuelto la comida una vez, no entiende porque se siente así de repente si había estado muy bien. Cuando se lo dice al cenizo este sonríe con ilusión en el rostro mientras lo carga para besarlo.

-Estoy 99% seguro que estás embarazado - queda en shock, ¿él? ¿embarazado?, pero si es un hombre - Sé lo que estás pensando, al ser elegido y unirte a mi tu cuerpo se adaptó a nuestras necesidades, la principal para los futuros reyes es un heredero - Las lagrimas comienzan a salir de sus ojos, ¿Será papá? ¿O debe decir mamá?, como se diga, pero se siente muy feliz de poder tener esa dicha -

El embarazo se confirma unos días después, dejando a ambos muy felices. De nuevo el tiempo se les va volando, la heredera nace seis meses después, siendo una pequeña con piel negra como la de su padre, pero con las pecas de Izuku, mientras su cabello es una perfecta combinación de ambos. Ambos padres son felices de tener a su pequeña con ellos, los primeros meses los mantiene completamente entretenidos y ocupados.

Al cumplir los tres meses de nacida y con el cumpleaños del pecoso cerca, la nostalgia le pega de lleno, mientras da un paseo por el jardín de su suegra, ve las rosas rojas, las favoritas de su madre, sabe que esas de ahí son nacidas de algún botón que la amorosa peliverde le regaló a Mitsuki hace algún tiempo. Las lagrimas comienzan a llenar su rostro, extraña demasiado a su madre, se sienta en una banca que ahí hay, mira a su pequeña quien ya comienza a tener transformaciones a su forma humana, como su padre en algunas ocasiones lo hace, solo que la pequeña aún no puede controlarlas, así que ahora luce muy tierna con su forma humana pero con unos pequeños cuernitos negros con naranja, una cola del mismo color y las pequeñas pero filosas garras en sus manitas.

-Me encantaría que conocieras a tu abuela, sé que te amaría sobre todas las cosas mi pequeña Katsumi - le da un beso en la frente, haciendo que cierre sus ojitos rojizos con jade al sentir la paz que su progenitor transmite, pues al ser mitad demonio puede sentirlo -

-Eso se puede arreglar Deku - la profunda voz lo sobresalta por un momento, hasta que se posiciona a su lado para acariciar la regordeta mejilla de su pequeña -Sólo tenías que pedirlo cariño - le da un beso en la frente - Mañana mismo iremos a visitarla - El pecoso rostro se ilumina con ilusión, su madre es el único elemento que le falta para sentirse completo -

-¿De verdad Kacchan? - su voz suena esperanzada, asiente para verlo derramar lagrimas pero ahora de felicidad -

-Si cariño, tu solo pide y te lo concederé - El peliverde sabe que su esposo es un despiadado demonio, pero debe serlo para cumplir con su función, está bien con ello, sobre todo porque sabe que con ellos, su familia, es una persona completamente distinta, es un mar azucarado de dulzor -

La peliverde se encuentra en su jardín, está sentada en la mesa de picnic donde cada año celebraba a su pequeño con un pastel de su super héroe favorito, sabe que este año no estará ahí, pero quiere seguir con su tradición, su instinto maternal no la deja creer que su hijo está sufriendo o muerto, se obliga a pensar que es feliz en el lugar a donde su amiga Mitsuki lo ha llevado, solo eso le trae un poco de consuelo a su solitaria vida.

-Feliz cumpleaños mi niño- las lagrimas de tristeza comienzan a fluir bañando sus regordetas mejillas - Pide un deseo antes de soplar a la vela - le sigue hablando a la nada mientras enciende la vela con un diseño del número 20 de ella -

-Tener a mi familia completa - se sobresalta al escuchar la dulce voz de su tierno hijo, se gira a gran velocidad casi callando de su asiento -

-¿Izuku?- cree que lo está alucinando, tal vez la soledad y el dolor ya han rebasado su límite-

-Si mamá, soy yo - corre hasta él envolviendo en sus brazos, con el temor de que sea arrebatado de su lado una vez más-

-¿eres real? ¿Me estoy volviendo loco- la ternura lo invade sonriendo con algunas lagrimas no derramadas en sus ojos-

-Soy real mamá- la mantiene abrazada mientras ve como Katsuki se acerca en su forma humana con su pequeña en brazos, quien está a medio transformar como ya es su costumbre - Vine porque quiero que conozcas a alguien o bueno, son dos personas - la mujer se separa con curiosidad, escuchar el corazón sano de su hijo la ha relajado -

-Buenas tardes Inko - los ojos se le abren como platos al ver al hombre idéntico a su amiga, el cual trae a una bebé en brazos, desvía su mirada a esta, quedando aun más sorprendida al ver el parecido con su pequeño - mi nombre es Katsuki, soy el hijo de Mitsuki y ahora esposo de Izuku - eso si que no se lo esperaba dejando libre un gran "oh" -

-Lo sé mamá, yo también me sorprendí -Toma a la pequeña en brazos haciéndola reír, su risa les causa ternura a los tres adultos - resulta que fuí elegido como esposo de Kacchan, por eso me llevó su madre- acerca a la pequeña hasta su madre- ella es Katsumi, es nuestra pequeña - los ojos de la pequeña brillan de emoción al ver a su abuela, inconscientemente sabe quien es. -

-Pero... ¿Cómo?- con mucho cuidado la toma entre sus temblorosos brazos, es su nieta, ya es abuela. Al ver sus cuernitos en vez de asustarse se enternece, le parece la criatura más tierna que ha visto- Hola pequeña preciosa, soy tu abuela Inko - la voz se le quiebra mientras más lágrimas se derraman, ahora por la felicidad que siente- te juro que te amaré incondicionalmente-

Ambos padres sonríen, saben que la familia ahora está completa.

-Es una larga historia mamá, te la contarémos mientras celebramos - ve llegar a Mitsuki con Masaru y algunos de sus hijos en su forma humana, no puede odiarla, pues sin ella saberlo le dio felicidad a su hijo y gracias a eso le regalaron a la preciosa niña en sus brazos -

-Es hora de celebrar - la rubia le sonríe conciliadora, sabe que su amiga no le guarda rencor. -

A partir de ese momento las visitas son constantes, la pequeña Katsumi crece rodeada de toda su familia, de mucho amor y de ver a sus padres amarse cada día mientras gobiernan con justicia y mano dura el reino oscuro, manteniendo todo en un perfecto equilibrio.

Fin.