Desgenerados
Nadie podría imaginar que los dos héroes más grandes de Japón en su intimidad eran en realidad unos degenerados en su máximo esplendor.
La moralidad con la cual eran siempre representados en los medios simplemente desaparecía cada que estaban solo los dos, si por ellos fuera estarían cogiendo todo el tiempo.
Esa adicción al sexo empezó desde que estaban en secundaria, si bien no tenían la mejor relación en ese entonces pero una cosa llevo a otra y ambos terminaron teniendo sexo por primera vez en la azotea de la escuela y ahí un nuevo mundo lleno de sensaciones que nunca antes habían sentido se abrio.
Desde ese momento la curiosidad los inundó, cada que podían tenían pequeños encuentros dónde descubrían lo que era el placer... Una vez entraron a la UA todo se volvió más fácil pues como nadie los conocía podían empezar una nueva vida estudiantil, aprovecharon el ser amigos de la infancia para explicar su cercanía, Bakugo también se presentó como un maníaco de la limpieza pues desde el día uno desinfecto todo su cuarto, la sala de convivencia, cocina y baños, por eso a nadie se le hacía raro que lavar todas las mañanas sus sábanas y que obligará a todo el que pudiera a hacer lo mismo incluyendo a Izuku, también ambos eran conocidos por se unos nerds que se la pasaban estudiando y entrenando todo el tiempo, al ser los mejores de la clase se podía entender por qué se la pasaban estudiando juntos...
Todo esa fachada que crearon funcionó tan bien pues gracias a eso podían coger todo lo que quisieran sin levantar sospechas, aunque en algún punto todos empezaron a pensar que ellos 2 eran novios, nunca lo negaron pero tampoco lo afirmaron.
Sus vidas siguieron hasta convertirse en los mejores héroes de todo el país, su imagen era tan intachable ante la sociedad pues siempre estaban peleando contra grandes villanos.
Los rondines nocturnos siempre eran los favoritos de ambos pues al ser más tranquilo tenían bastantes oportunidades de poder escaparse un rato...
- ¡Joder Zuzu, que apretado estás!- en esos momentos Bakugo estaba en un punto máximo de exitacion pues una de sus fantasías estaba siendo cumplida...
Ambos estaban en plena ronda de vigilancia cuando a Bakugo le dieron ganas de coger a Izuku así que importandole poco el lugar en donde estaban lo tiró al suelo y empezo a dilatarlo para después entrar en el.
Izuku solo se dejó ser pues nunca le negaría tener sexo a Katsuki sin importar el lugar en donde estuvieron, los dos estaban en ese momentos tirados en la calle con sus trajes de héroes a medio quitar, parecían dos animales apareándose a esas alturas a ambos les valía si eran vistos pues Izuku estaba gimiendo sin parar en cada fuerte estocada que le era Dada su conciencia había desaparecido ahora solo era un cuerpo que sentía placer lo único que había en su mente era tener sexo mucho sexo salvaje.
Por su lado Bakugo estaba en un trance como si estuviera poseído, su pelvis no se detenía bajo ninguna circunstancia pues el placer que estaba recibiendo por aquel agujero y escuchar los gloriosos gemidos de Zuzu solo aturdían más sus sentidos, solo buscaba su propio placer una ronda no sería suficiente ni dos ni tres a ese punto podría coger toda la noche sin problema no le importaría si el peliverde se desmayara pues el seguiría arremetiendo en contra de su culo...
A veces se preguntaban cómo es que nunca los han descubierto pues si bien era la primera vez que tenían sexo en plena calle con sus trajes de héroes y en pleno servicio, no era la primera vez que cogian en lugares cuestionables... Una vez lo hicieron en un baño de alguna primaria dónde fueron a dar una conferencia, en pleno viaje en avión, en un hospital y en un sin fin de lugares, sin duda tenían una suerte envidiable
Katsudeku
Pro heros
Sad
Perdóname
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— Deberías empezar a moverte.
— Lo sé... — Izuku suspiró con desgano.— pero dame un último beso.— pidió caprichoso, poniendo ojitos de súplica a su esposo.
Katsuki rodó los ojos, se supone que el último beso que se darían, había sido el vigésimo antes de éste.
De igual forma concedió al pedido, pero... puta madre, el peliverde estaba besando con ganas.
— Izuku.— reprendió de forma ronca. Sabía lo que estaba tratando de hacer su idiota pecoso.
Lo estaba provocando.
— Shh, Kacchan, no finjas que odias lo que estoy haciendo.
Maldito nerd.
Claro que no lo odiaba, por algo lo había hecho su esposo hacía ya cinco años.
Izuku se agazapó sobre su rubio, siguiendo con su cometido de besarlo de forma ardiente y éste de forma inevitable empezó a mover sus propios labios con entusiasmo.
Por un demonio.
¿Que alguien le explicara, por qué este idiota le encantaba tanto?
Las manos ansiosas de Izuku recorrían la ancha espalda del contrario, aprentando la piel en el transcurso. El héroe de verde cabellera, aferraba el cuerpo de su esposo con fuerza al propio, mientras las lenguas húmedas de ambos jugueteaban dentro de sus bocas.
— Es-pera idiota.— Katsuki trataba de frenar la pasión del otro, con la poca fuerza de voluntad que él mismo poseía.
— ¿No quieres, mi amor?.— susurró suave, dejando pequeños besos en el mentón del rubio.
Y si, Katsuki quería, siempre quería, pero Izuku debía irse.
¿Cómo es que su cabeza de nerd no lo entendía?
— Nerd, ya es tarde... — gruñó.
El peliverde decidió ignorar el innecesario recordatorio en relación al tiempo, para con gusto descender su boca desde el mentón al cuello de Katsuki, besando, lamiendo y chupando en el camino hasta llegar más abajo.
— Tu amiguito está despierto, amor.— ronroneó maravillado, lamiéndose los labios. El peliverde, aunque no lo pareciera, era muy pícaro en el sexo.
— Por la mierda Deku.— Katsuki regañó y luego cubrió sus ojos con uno de sus antebrazos, sabía lo que Izuku estaba por hacer y la anticipación le tenía muy caliente, podía sentir lo dura que la tenía.
Era un tarado.
Mire que dejarse llevar por las sensuales provocaciones del nerd bastardo.
Izuku comenzó a olfatear su hombría, paseando con movimientos melosos su nariz por la rígida y dura extensión de carne y Katsuki, él no entendía como esa acción tan vulgar podía excitarlo y hacerlo adorarle con tanta enjundia.
Luego, deslizó su húmeda lengua desde la base hasta la punta, dibujando con la misma, pequeños círculos en el glande. Katsuki disfrutaba del momento, sobre todo cuando su amado nerd engulló por completo su falo, friccionando con los labios para darle un placer majestuoso.
— ¡Dios, se siente bien!— jadeó el susodicho al sentir la humedad y fricción en su verga.
Izuku se comió el trozo de carne con dedicación desesperada, quería que Kacchan lo extrañara con razón justa.
— Si bebé, lo haces rico.— gimió ronco apretando los ojos y echando la cabeza hacia atrás. Se mordió los labios con fuerza para evitar hacer mucho alboroto.
Le encantaba de sobremanera lo que Izuku le estaba haciendo sentir y éste,
se regocijaba con orgullo al escuchar
los jadeos desesperados de su rubio, quien no paraba de retorcerse bajo su dominio.
Bendito afortunado el peliverde, en tener
a alguien tan precioso como Katsuki a su lado, sólo para él, o por lo menos de esa forma.
Pues Katsuki no le pertenecía al cien por ciento.
Ahora debía compartirlo.
— ¿Qué pasa amor, no te gusta?— Izuku detuvo la felacion para preguntar.— Estas callado.
El rubio sintió la vena de la sien saltarle en rabia ante la idiotez escuchada.
— Sabes perfectamente por qué estoy tan callado.— gruñó avergonzado. Izuku rió.— Sigue nerd, acaba con esto.— el mencionado obedeció al instante.
Al retomar sus faenas, Izuku pudo sentir las manos de Kacchan en su cabeza y como enredaba los dedos en su cabello. Se preparó mentalmente para lo que venía, pues el rubio, harto de la tortuosa lentitud de su mamada, decidió apurar las cosas.
Tomó la cabeza rizada y comenzó a mover con energía las caderas, follando la dulce boquita de su esposo.
— Si nerd. Que rico uuuhm.— trataba de susurrar lo más bajo que podía, mientras que Izuku como todo un campeón de las mamadas, contenía las arcadas que le invadían.
Pronto, sintió la tensión del cuerpo bajo el suyo y el viscoso e insípido líquido llenando su boca y bajar por su garganta.
Respiraciones aceleradas y risas por parte de Izuku.
Kacchan había culminado.
— No quiero irme Kacchan.
— ¿En qué contexto?— el rubio preguntó burlón e Izuku le apretó las bolas por menso.
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— ¿Tienes todo? — el rubio le preguntó a su pecoso, quien cabizbajo y desganado cerraba la maleta con sus pertenencias.
— Ka–cchan.— casi sollozó con lamento.
El rubio se palmeó la frente. Ahí íbamos de nuevo.
— Maldita sea Deku, pareces un niño.
Izuku hizo un puchero ante las frías palabras del otro. — son cuatro meses.— hipó.
— ¿Y? — escupió Katsuki con desinterés.
Izuku jadeó ante la falta de empatía de su pareja.
— Los voy a extrañar mucho, es la primera vez que me voy desde que ella…
El rubio se acercó hasta él y lo abrazó.
— No te preocupes tonto, estará bien conmigo.
Caminó abrazando al peliverde hasta llevarlo al genkan.
Katsuki en serio necesitaba que el maldito Deku se fuera.
— Pero, pero… — Katsuki harto, apretujó los mofletes de Izuku en una pinza dolorosa.
— Deku de mierda, escúchame bien, necesito que te largues ahora, de lo contrario, si ella despierta y ve cuando tengas que irte, no habrá juguete en el mundo que logre callarla al contemplar la escena.
— Pero… ¡¡¡Waaaaachan!!!— comenzó a llorar el Símbolo de la Paz.
El desconsuelo caía como cascada sobre sus pecosos y sonrojados cachetes.
Katsuki se encabronó.
— Deku, te juro por lo más sagrado, que si no sales por la maldita puerta en los próximos cinco segundos, te voy a explotar el culo y no de la manera que te gusta.
— Pe-pero Kacchan, no quiero irme.
El rubio, tomó con tosquedad la maleta del peliverde y la plantó con fuerza en su pecho, Izuku le miró con suplica pero ya estaba listo y en su traje de héroe para marcharse por cuatro meses a una misión en China.
— ¿Papi?
Una suave e infantil voz, resonó como una clara sentencia de muerte para Izuku.
Una pequeña niña rubia y de pecosas mejillas se asomaba llorosa al genkan.
— ¡Te voy a matar! — amenazó Katsuki con voz aterradora, mirando a su esposo.
E Izuku activo el one for all para salir corriendo como si hubiese visto el diablo.
Salió por la puerta, llorando y pidiendo perdón a su hija por ser un mal padre que la abandona a su suerte.
— ¡Papi Izu!.— lloraba la infante quien corrió como pudo para alcanzar a su peliverde padre. — ¡Papi No!.— gritaba triste, con la única intención de ser oída por el ingrato que huyó como alma que
se lleva el diablo.
— Ven amor.— Katsuki fue hasta ella y la alzó desde la cintura aferrándola a sus brazos. — Ese idiota, le dije que se fuera antes.— refunfuñó con el corazón partido al ver el sufrimiento de su mocosa.
— Papi Kacchan, ¡no!— regañó ella al escuchar como su papi malo insultaba a su papi bueno.
Así lo veía ella, papi Kacchan era malo porque decía groserías, en cambio papi Izu no.
— Esta bien Ritsu, perdóname.— Katsuki pidió a su pequeña y llorosa mocosa.
Ella asintió con una sonrisa, pero luego volvió a sollozar.— Papi Izuuu.— llamó, estirando sus manitas en dirección a la salida por donde huyó corriendo el héroe.
Katsuki estaba enojado, cuando el idiota volviera, iba a castigarlo.
Aclaración
~~~~~~~~~
Ritsu fue concebida mediante un quirk.
Hermano de Ochaco
Todo el mundo piensa que Ochaco e Izuku están saliendo.
Tenko conoce a sus hermanos homosexuales y algunas cosas cambiaron mientras estaba en la universidad.
Sabe que Ochaco e Izuku se pelearon, pero quiere saber por qué.
(Vengo a entregarles esta joyita bakudeku con diferencia de edad)
...
Habían sido amigos durante más tiempo que la mayoría en la escuela secundaria. Ochaco e Izuku a menudo se podían encontrar juntos después de la escuela, especialmente durante los fines de semana.
Debido a esto, la mayoría asumió que estaban saliendo.
Excluyendo a la familia de Izuku, especialmente a su hermano mayor Tenko, era uno de los pocos de confianza que sabía que era tan gay como parece. Simplemente nunca sintió la necesidad de anunciar su sexualidad, era asunto suyo y de nadie más.
Era viernes por la noche y los hermanos se estaban poniendo al día ya que Tenko estaba de visita desde la universidad. Finalmente había llegado el momento de sincerarse sobre su novio secreto y cómo había terminado teniendo un altercado muy público con la chica que la gente suponía que amaba.
"Así que hermanito, explícame otra vez cómo terminaste peleando con ella y terminaste exponiéndote al mismo tiempo, cuéntamelo desde el principio".
Izuku suspiró bebiendo su sidra afrutada. "He sido amigo de ochaco desde la secundaria. Todo el mundo piensa que estamos saliendo. Porque paso mis fines de semana en su casa…"
"Está bien. La recuerdo vagamente. ¿Creo que sé que tiene un hermano mayor o algo así?" Izuku miró a Bluenette poniendo los ojos en blanco.
Por supuesto que él realmente no la recordaba. No era tan sorprendente cuando Tenko pasaba la mayor parte de su tiempo con sus propios amigos o estudiando para ingresar a su universidad actual. Además, ella no era la persona en la que su cerebro se fijaba y a menudo también se desviaba cuando soñaba despierto.
"Ella es parte del equipo de porristas. La mejor de su clase y la reina del baile de graduación, ya sabes, una verdadera mierda de chica popular". Izuku se encogió de hombros y continuó mientras Tenko asentía.
"Cuando estudiamos química. Ella se desabrocha la blusa..." Tenko se atragantó con su whisky. Miró a su hermano parpadeando, seguramente no se esperaba eso.
"¿Esperar lo?" Tenko gruñó. "¡¿No se ha dado cuenta de que no te gustan las mujeres?! ¡¿Como si ella no viera cuando tus ojos se dirigen a alguien que crees que está empacando?!" Tenko preguntó literalmente asombrado de que el llamado mejor amigo de su hermano fuera tan ajeno.
Su hermano pequeño era tan sutil en su atracción por los hombres como un mazo por el hielo.
"Nop" Izuku hizo estallar la p sacudiendo la cabeza. Tomó un sorbo de su sidra antes de que pensamientos sobre cabello rubio y ojos rojos entraran en su mente. Se contuvo de quejarse mientras sus últimas escapadas explícitas pasaban por sus recuerdos. Estaba tan deprimido por él.
"Ya sabes, Tenten... ¿He estado pensando en el amor?" Tenko levantó una ceja mientras se servía otro vaso de whisky "¿amor? Bien…. "Es lindo, Zu, pero ¿qué tiene eso que ver con que tú y Ochaco se pelearan?" Bendito sea su hermano mayor, estaba genuinamente confundido.
Izuku se rió entre dientes ante la confusión de su hermano. "Ella no es la razón por la que he estado pensando en el amor..." se mordió el labio inferior jugando con la etiqueta de su botella de sidra.
El líquido rubí casi se olvidó. Casi. ¿Cómo podría serlo cuando le recordaba esos ojos carmín cuando se ciernen sobre él?
"Cada fin de semana, cuando pasamos un rato en su casa... pierdo la calma cuando él está cerca" Tenko había llevado el líquido ámbar a sus labios pero se detuvo mientras su cerebro procesaba la información. Tenko parpadeó un par de veces y finalmente tomó un sorbo de su bebida.
"Esperar. ¡¿Qué carajo Zu?!" Dejó el vaso mientras miraba a su hermano pequeño.
Si lo mirabas, podías ver que su mente se dirigía a alguien mientras sus ojos parecían nublados por la lujuria. Siendo el hermano mayor responsable pero entrometido, lo golpearon con una almohada. Necesitaba los detalles, ¿vale? La escuela de negocios era aburrida cuando se trataba de teatro. Iba a vivir indirectamente a través de su hermano.
"Oi, estaba hablando contigo, imbécil" Izuku saltó cuando la almohada lo golpeó en la cara y rápidamente se rió. Casi soltó "¡Estoy enamorado del hermano de Ochaco! Amo a Katsuki Bakugo"
Tenko se detuvo por un momento una vez más tratando de procesar la información que su hermano le arrojó. ¿Por qué recordó el nombre? Era familiar por qué. Entonces se dio cuenta.
Bakugou. Katsuki Bakugo. La heredera de una de las mayores firmas de moda del país.
Maldita sea. Manera de poner los estándares altos, hermanito.
Bakugo estuvo en algunas de sus clases. Top de los rankings académicos de las universidades. Recordó los chismes del campus cuando el soltero número uno anunció que estaba saliendo con alguien.
"Zu tu-" fue interrumpido cuando el teléfono de Izuku vibró con un mensaje de texto. Miró el nombre antes de que su hermano tomara el dispositivo y respondiera el mensaje.
Daddy Katsuki
Habría escupido su bebida si hubiera tomado un sorbo. Ese nombre de contacto iba a perseguir sus sueños, lo juró. No quería saber cómo llamaba a su compañero de clase en privado... aunque eso le daba material de burla para el exaltado residente.
Tenko no dijo nada más mientras se aclaraba la garganta para llamar la atención de sus hermanos hacia su conversación. "¿Entonces este argumento?"
Izuku respondió el mensaje, colgó su teléfono y continuó: "Ella me pidió que me quedara un fin de semana. Eso hizo hablar a los chismosos porque toda la escuela cree que vamos a llegar a la primera base".
Izuku sintió náuseas ante la perspectiva. Las mujeres simplemente no lo hacían por él.
Especialmente Ochaco Bakugo.
"Entonces ella regresa de su reunión de porristas, ¿verdad? N no me dijo muy fuerte en público asegurándose que las malas lenguas se enteraran que íbamos a estudiar biología porque ella quiere mostrarme y cito 'Cómo sacar una A'"
El rostro de Izuku frunció el ceño ante la idea.
Tenko estaba asimilando toda la información.
Tenía una sensación de hacia dónde iba esto, pero quería que su hermano confirmara ahora lo que estaba reconstruyendo. Que él era la razón por la que Bakugo ya no era soltero.
"No son sus labios los que quiero besar…" Tenko se rió de eso.
"Ella no es la razón de los moretones alrededor de mi cuello. O que cada fin de semana me escapo…" Tenko intentó procesar que su hermano se estaba escabullendo. El chico dorado, su hermano pequeño escapándose y probablemente para encontrarse con el niño bakugo mayor.
Claramente su hermano ya no era un bebé.
Su hermano claramente estaba teniendo una relación muy explícita con su compañero de clase. No necesitaba saber que las pocas marcas de mordiscos en el cuello de su hermano eran del tipo.
"Y la verdad es que no es Ochaco que me desnudé…" El teléfono de Izuku vibró con otro mensaje. Esta vez pudo ver que lo que estaba adjunto era una imagen. Tenko necesitó todo su autocontrol para no vomitar ante la posible idea de que su hermano acaba de recibir un desnudo del tipo con el que a veces comparte un libro de texto.
"¿Entonces la pelea?" Izuku se rió entre dientes "¡bien! Entonces ella quería pasar el rato y yo le decía que estaba ocupado".
Tenko asintió resoplando ahora sabiendo a qué se refería su hermano con ocupado. Oh, estaba ocupado. Ocupado cuando le volaron la espalda.
"En la cantina ella prácticamente me gritó que la estaba evitando, y que cuando salíamos era como si ni siquiera le estuviera prestando atención" Izuku suspiró antes de encogerse de hombros.
"Ella trató de decirme que mi atención sólo debería estar en ella y que no iba a ser su novio si seguía actuando así". Ambos chicos se rieron ante la clara ilusión que la chica tenía sobre su amistad.
"Entonces le dije muy públicamente 'Chaco, aquí está la verdad y no quiero parecer maleducado'. No eres tú en mi mente. Quiero ser mejores amigos, pero no quiero fingir. La forma en que me he comportado es un crimen". Tenko en realidad estaba enganchado a la interpretación del argumento de su hermano.
"Señalé claramente que era gay... TenTen, llevaba falda y medias de rejilla. ¡¿Habrías pensado que tal vez eso habría indicado algo?!" Izuku lanzó sus manos al aire frustrado. "Así que, lo más inexpresivo que pude, apareció en su cara, lenta pero claramente confirmó que había estado saliendo y que estaba enamorado de su hermano".
Tenko se rió de la audacia de la niña y las pelotas de su hermano pequeño al decirle eso.
"Luego me llamó puta o lo que sea, pero se calló rápidamente cuando su hermano entró en la habitación mientras me recogía para pasar la noche en su apartamento" Tenko estaba jadeando. Esto fue hermoso, realmente hermoso.
"Kats le dijo que era una mocosa delirante si pensaba que tenía una oportunidad y no podía decir que yo era claramente gay y gay para él, y que ni siquiera se había dado cuenta de que habían sido pareja durante más de un año en este momento".
En este punto, Tenko estaba luchando por respirar por lo mucho que esto le hacía reír.
Dios, no podía esperar para decirles a sus primos Touya y Shoto cuándo sería la próxima vez que fuera a jugar al póquer con Touyas.
Izuku se sonrojó nuevamente mordisqueándose el labio inferior recordando lo que había pasado esa noche. "Me levantó con fuerza y me echó sobre su hombro para salir de la habitación. Simplemente se aseguró de que toda la escuela no viera mis nalgas y gritaba que la vería en la cena familiar ese fin de semana".
Tenko estaba un poco desanimado y divertido a partes iguales.
Estaba orgulloso de que su hermano se enfrentara a sí mismo, lo que probablemente se debía a que su exaltado novio había fortalecido su confianza, pero estaba disgustado de que su hermano ya no fuera inocente y tuviera un novio durante más de un año. Aunque sí, Izuku tenía 18 años y estaba en su último año de secundaria, ¡todavía era su hermano pequeño!
Tenko casi sufre un latigazo por la velocidad de su hermano cuando pasó de estar sentado en el sofá y se levantó y sonó una bocina afuera. Izuku casi salió corriendo por la puerta. Tenko observó desde la ventana cómo su hermano corría hacia dicho novio y comenzaban a frotarse en seco en la acera contra el auto antes de entrar.
Cristo, esos perros de caza. Necesitaban relajarse honestamente. Escuchó a su madre subir las escaleras arrastrando los pies.
"¿Oye mamá? Todavía guardamos lejía debajo del fregadero, ¿verdad?" Le gritó a su mamá queriendo borrar lo que había visto de su cerebro.
CUARTO DE LOS ¿DESEOS?
Izuku se impulso hacia adelante, logrando ponerse de rodillas y aunque tal vez es incómodo que sus piernas naturalmente se colocaron a los costados de su colega héroe. Pero no lo mal entiendan, lo que pasa es que no había más lugar donde acomodarse. Lo que empezó como un cuarto de 3 x 3 metros estaba reduciéndose por culpa del villano que los encerró en ese lugar.
Aunque claro nunca podía faltar la histeria de Bakugo, al darse cuenta del movimiento que hizo Izuku entró en pánico.
—Pero ¿¡Por qué mierdas giras para ese lado!?
—¡No es como si quisiera mostrarte mi cuerpo, Kaachan! — Le reclama.
—Pues eso parece.
—Pues no. Está pared es la única que no hemos revisado — Concluye el héroe pecoso pero al igual que las otras tres no había nada — ¿Qué fue lo que dijo ese villano? ¿qué este es un cuarto de los deseos?
—Yo no sabía que tu deseo era hacerte atún conmigo, Deku. — No desaprovecho para burlarse Dynamight.
—Si quisiese morir aplastado hubiese preferido que fuera con Shoto, créeme, al menos él me estuviera ayudando o si no mantuviera su boca cerrada. — Menciona con seriedad.
—Que humor.
Izuku lo voltea a observar de reojo con una mirada juzgadora, o sea, quejándose de su humor cuando sabemos cómo es Bakugo Katsuki.
Deku soltó un pesado suspiro y volvió a girar pero ahora para sentarse frente a frente junto al rubio manteniendo las piernas abiertas a la misma altura que él.
—Mi deseo más grande fue convertirme en héroe, ya lo logré, tambien mantener la calma en Japón así que este deseo no es mío. Dilo ¿cuál fue tu deseo? Moriremos aplastados si no dices que es no vamos a poder resolverlo.
Bakugo se puso de mil colores no quería decirlo efectivamente no quería decirlo pero la mirada decidida y se podría decir que firme esta sobre él por completo.
—No te lo voy a decir.
—Egoista. No pienso morir aquí contigo, dilo.
—No.
—¡Katsuki!
—¿Cómo puedo decirlo cuando te involucra a tí?
—¿De que hablas?
—Desde la UA, cuando te cambiaron al grupo B por mi culpa — suelta la bomba de información, lo que provoca un silencio incómodo —de repente me empecé a sentir mal, traté de hacerme más cercano porque sabía muy bien que la había cagado y todos estos años siempre lo he tratado de remediar. Tengo bastante tiempo tratando de ser cercano a ti y no lo he conseguido y ese es mi más grande deseo de que seamos cercanos como cuando éramos amigos de infancia y ahora estamos cerca corporalmente pero años luz de retomar esta amistad.
—Bruto, te perdoné por esa acción desde hace mucho. Claro que estuviste mal haber mentido y haberme puesto esa coartada para culparme de algo que yo no hice y que casi me expulsaran. Pero hice muy buenos amigos, jamás pensé que me haría mejor amigo de Monoma pero supongo que atraigo a personas de feo carácter, mi don mi maldición. — Concluyen ambos con una risa.
La calidez de ambos corazones provocó que poco a poco las paredes se fueran convirtiendo en cenizas, liberándose por fin de ese quirk, porque Bakugo Katsuki es muy avaricioso pero nunca lo fue con el corazón, a pesar que ama demasiado a Izuku, su deseo jamás sería que le correspondiera sus sentimientos ya que hizo tantas estupideces que ahora no tiene cara para exigirle que sea suyo pero tal vez esta amistad podría ser eterna.
Plan
Katsuki se encontraba en su bar favorito bebiendo, intentando ahogar sus penas al haber terminado una relación de prácticamente cinco años, cinco años tirado a la basura porque su novia Ochako era una zorra de primera que no podía estar con las piernas cerradas.
Se sentía traicionado y humillado por muchas razones, no solo su novia lo había engañado con muchas personas, sino que le había dicho que lo había hecho porque él era malo en la cama.
Nunca en ningún momento alguno de sus amantes anteriores le había dicho eso, pero ahora venía esta chica a decirle semejante disparate.
Tomó su vaso levantándose para tomar del vaso y darse cuenta de que ya no tenía nada, llamó al barman para pedirle esta vez que le diera una botella de whisky.
Un peliverde lo observó con una sonrisa para luego acercarse a él.
—No deberías beber tanto, creo que te hace falta compañía. —dijo con una brillante sonrisa, Katsuki levantó su mirada para echar a la persona que lo estaba interrumpiendo con su autodestrucción por la bebida, pero toda palabra mordaz murió en sus labios al ver de quién se trataba.
Su cabello era de un color verde como si de un paisaje se tratara, rizado, con unos impresionantes ojos jades tan deslumbrantes que hasta podían llegar a ser cejadores para él, con toques azulados, jamás en su vida había visto unos ojos tan bellos y quedar hipnotizado, al bajar su mirada y observarlo con descaro pudo ver el espectacular cuerpo que tenía el peliverde, su camisa era negra resaltando su piel blanca y lechosa, muy ceñida para su gusto, pero que a él le quedaba espectacular y unos pantalones azules que resaltaban su cintura y gran trasero.
El peliverde tomó su vaso quitándoselo para luego tomar de él, una pequeña gota se fue resbalando por la comisura de sus labios, al verlo lo limpio con su pulgar como si estuviera en automático.
—Gracias —dijo con suave voz el peliverde pasando su lengua por sus labios.
Katsuki en ese momento sintió una punzada en su entrepierna, jamás en su vida un hombre le había parecido atractivo y mucho menos había sentido una atracción instantánea.
—Me llamo Izuku. — dijo levantando su mano, la cual fue recibida por el otro.
—Katsuki —dijo con voz rasposa por tanto llorar por su ex de la cual ya ni se acordaba.
—Me gusta tú cabello cenizo. —dijo levantando la mano para acariciar su cabello varias veces para luego bajarla en su mejilla y llegar hasta sus labios, los cuales solo rozó un poco. Se acercó hasta su oído para susurrarle como si de un secreto se tratara. —También me gustan tus ojos. — se acercó tanto hasta su oreja que Katsuki pudo sentir el cálido aliento en él y los suaves labios del peliverde haciéndolo estremecer.
Se alejó de él como si huyera del mismo fuego, al hacer eso el peliverde se asustó para luego empezar a reír.
Katsuki se quedó de nuevo hipnotizado por Izuku, el cual al notarlo se volvió acercar a él, colocó su mano en su pecho —No tienes por qué temer, no es que te vaya a morder... a menos que eso quieras. — al decir eso sus labios estaban tan cerca de los de Katsuki el cual solo suspiraba como si deseara ese suave toque, pero aún no se atrevía a hacer un movimiento y eso Izuku lo noto, ya que se alejó de él. —Creo que tal vez mi presencia no te es muy grata. —dijo con fingido pensar, pero eso Katsuki no lo notaba. Se levantó de su asiento y cuando el cenizo lo iba a detener apareció otra persona sujetando al peliverde.
—¿Dónde has estado Izuku? —preguntó un chico de ojos heterocromaticos, el cual sujetaba a Izuku de su brazo.
—Eso no es de tu incumbencia Shoto —al decir eso el peliverde se soltó del agarre del otro intentando alejarse, pero Shoto no estaba dispuesto a dejarlo ir.
—Todo lo que sea contigo tiene que ver conmigo —esta vez sujeto a Izuku de su cintura, el cual se enojó.
—Ya basta, Shoto, deja de comportarte como un idiota y déjame en paz. — intentó empujarlo, pero Shoto sujetó su muñeca apegándolo a su cuerpo para intentar besarlo.
—Tú eres mío Izuku y...—toda palabra murió al sentir como un puñetazo fue directo a su pómulo.
Izuku y todos los demás se quedaron de piedra al ver a Shoto tirado en el suelo.
—Él te dijo que lo soltaras, Idiota —Hablaba Katsuki con los dientes apretados y sus manos hechas en un puño listo para darle otro derechazo si era necesario.
Shoto se había quedado tirado en el suelo inconsciente mientras Izuku se acercaba al cenizo que parecía que se iba a caer.
Katsuki sujeto el rostro del peliverde para luego besarlo, el pecoso le correspondió el beso y rodeo su cuello con sus brazos.
Al separarse, Katsuki pago la botella de whisky, llevándola junto con Izuku, el cual no se quejaba para nada.
Al llegar a su auto se recostó en el asiento.
—Izuku yo... —Katsuki ya no pudo seguir hablando al sentir sus labios aprisionados por la boca del peliverde, el cual se subió a su regazo.
El cenizo sujeto al peliverde de su cintura mientras sus manos bajaban hasta su trasero, el cual apretaba con fuerza.
Izuku se quitó su playera dejando a la vista su marcado cuerpo mientras el cenizo se disponía a besar su cuello y bajar hasta sus pezones, los cuales succionaba con fuerza.
—Idiota —grito el pecoso al haber sentido una mordida por parte del cenizo, el cual lo volvió a besar mientras su mano se colaba en los pantalones del peliverde para desabrochar su pantalón y meter su mano en su bóxer. —Ahhh Katsuki nnh
Katsuki sonrió al escucharlo gemir y metió su otra mano para llegar hasta la entrada de Izuku, pudo sentir una descarga eléctrica al sentir como un dedo se adentraba dentro de él.
—Katsuki —lo llamaba entre jadeos por sentir su entrada ser expandida por esos largos dedos, los cuales entraban con dificultad por la ropa aún puesta.
—Quítatelo —habló el cenizo refiriéndose a su pantalón, el cual se quitó arrojándolo a los haciendo de atrás del auto, para luego inclinar el asiento hasta dejarlo recostado. Katsuki se desabrochó sus pantalones dejando a la vista su gran pene en el cual escupió al no tener lubricante, pero no iba a ir a una tienda ahora solo para ir a comprar eso y unos condones, ya era demasiado tarde para ello.
Izuku levantó sus caderas un poco para alinear el pene del cenizo con su entrada soltando un fuerte jadeo al sentirlo entrar en él.
—Tan grande ahh ahh —decía sin aliento, Katsuki lo sujeto de su cintura para levantarlo y luego emplearlo con fuerza en su pene. —ahhh — su espalda se arqueó mientras sus ojos casi se quedaban en blanco, el pene de Katsuki era grande y grueso, estirándose y llegando a lo más profundo de su ser.
Katsuki movía sus caderas con fuerza al querer entrar más en Izuku, la sensación de estar dentro de él era como estar en el maldito infierno por lo caliente que era.
Lo follo una y otra vez mientras sus bolas presionaban hasta el culo del peliverde, el cual solo gemía, lo sujetó del cuello para besarle los labios y morder, la verdad es que lo hacía porque sentía un gran placer y también porque deseaba marcarlo como suyo.
Una estocada más fue suficiente para Izuku, el cual se vino manchando su abdomen mientras él sentía la presión en su pene para venirse dentro de él.
Izuku se recostó encima de su pecho sin importarle el ensuciarse más con su propio semen.
Katsuki escuchaba el suave compás de la respiración de Izuku, el cual al parecer se había quedado dormido. El cenizo los limpio con su camisa para luego vestir al peliverde y llevarlo a su casa, lo metió a la tina con agua caliente y le puso una de sus pijamas dejando sus celulares en su mesita de noche.
El primero en despertarse fue Izuku, el cual estaba acurrucado en los brazos del cenizo que aún se encontraba dormido, lo observó con una sonrisa en sus labios, se levantó con cuidado al sentir una punzada en su espalda para tomar su celular.
Pudo ver un mensaje de un número no registrado.
"Dime que el plan salió como querías y que no me patearon el trasero por gusto" —río al ver el mensaje para luego responder.
"Tanto que hasta no creo poder caminar bien en unos días, Gracias, Shoto"
"OH, realmente se le notaba que te iba a partir en dos, con ese gran paquete que se cargaba jajaja. Para eso estamos los amigos, ahora te toca cumplir la parte del trato y ayudarme a tener a mi amor Kiri"
"Por supuesto." — escribió dejando el celular a un lado para volverse acostar junto a su cenizo.
