Bunny

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–Muy bien chicos, para año nuevo la heroínas Mirko quiere que cinco de ustedes haga una sesión de fotos vestido de conejo junto a ella.

Fue el anuncio que dio Aizawa a su grupo al entrar a su aula, los chicos quedaron encantados, por lo que al instante se hizo un alboroto con los más revoltosos pidiendo ser seleccionados.

–¡Silencio!– gritó el maestro al escuchar el gritoneo de sus alumnos al no ponerse de acuerdo –se sortearán los cinco lugares.

Así pues, comenzó a rasgar pequeños papelitos de su libreta y haciendolos bolita, escribiendo solo en cinco de ellos la palabra "seleccionado" y luego pasaron uno por uno al escritorio para escoger su papelito.

–¡Si! Me toco ir con Mirko– celebró Uraraka y Kirishima al unísono.

Shoto y Jiro soltaron un suspiro e Izuku sonrió complacido, podría preguntarle muchas cosas a la heroína y apuntarlo en su libreta de análisis de héroes.

–Bien, mañana viene al terminar las clases.

Después del anuncio, la jornada escolar siguió cono de costumbre...

[•••]

–¿E-este es el traje que va-vamos a usar?– preguntó totalmente sonrojada la pelimorada.

–Por supuesto que si. Es una copia de mi traje de heroina– ánimo Mirko con seguridad.

La mujer había llegado vestida con un lindo kimono blanco con diseños similares a su traje de heroína y para los chicos, una copia del traje que usaba en su trabajo.

–Wow este traje te da mucha libertad de movimiento– comenta Kirishima emocionado mientras abría las piernas, las flexionaba, estiraba y tiraba patadas al aire.

–¡Aparte se mira muy bonito!– se le une Ochako.

–No lo se, es un poco revelador– Jiro no esta acostumbrada a mostrar tanto, por lo que la vergüenza la ha invadido por completo y se abraza así misma en busca de cubrirse un poco, cosa que obviamente es inútil.

–Me da mucha movilidad en las piernas, es realmente practico ¿no crees Todoroki-kun?– cuestiona Izuku y el mencionado solo asiente.

Para ser sinceros, a Shoto le está ahorcando la entrepierna esa cosa.

–Muy bien muchachos ¡comencemos!

Mirko le dio inicio a la sesión de fotos, donde la mayoría se miraba posar con seguridad, a excepción de Jiro y Shoto, la primera por que era algo tímida, sin embargo, al pasar el rato fue tomando más confianza y el li do sonrojo en su rostro solo la hacía ver más adorable. El segundo por que la única pose que sabía hacer era quesarse parado como poste.

–Lo hicieron bien chicos, eso es todo– Mirko finalizó después de unas horas, las fotografías se publicarían a inicios del año, así que la heroína se despidió agradeciendo la participación de todos.

–Muy bien chicos, vayan a los vestidores para que se puedan cambiar– dice Aizawa.

Y así, el grupo de muchachos camino apresurado al lugar donde se cambiarían, a excepción de Izuku, que se quedó un rato con Mirko para interrogarlo sobre sus técnicas y Don.

–¡Ey Bakugo! ¿Que haces aquí?– preguntó Kirishima con una sonrisa cuando miró al rubio en los vestidores.

–Vine a recoger unas cosas... ¿por qué estás vestido así? Paresces una put*– menciona con burla.

–¿Eso quiere decir que yo también?– pregunta Shoto inocente, adentrándose también a los vestidores.

–Si el saco te queda– responde Katsuki.

–No digas eso Bro. Mirko nos hizo usar su traje y de hecho, es bastante cómodo y práctico– informa Kirishima haciendo sentadillas.

–¿Todos? ¿Deku también?

–¿Que yo que?– menciona Deku llegando al lugar, cuando Bakugo volteó a verlo casi se le cae la baba.

Las piernas de Izuku se apreciaban perfectamente sin esa molesta tela de su traje de Héroe. Sus muslos gruesos chocaban cada vez que daba un paso y su trasero rebotaba también, dios, tenía ganas de darle una fuerte nalgada.

–Oh nada Midobro. Le contábamos a Blasty de lo práctico que este traje– resume Kirishima mientras se termina de vestir.

–Tienes razón, Kirishima-kun. Tal vez lo implemente en mi traje– bromea el pecoso mientras se acerca a su loker.

–Te esperamos en los dormitorios, Midoriya– Shoto se a terminado de vestir al igual que Kirishima, por lo que ambos se adelantan y Deku solo mueve su mano en señal de despedida, dándose media vuelta después.

–Con que, implementarlo en tu traje ¿eh?– la voz de Katsuki se escuchaba a centímetros de su oído, sus grandes manos se posaron en la cadera del pecoso, haciéndolo soltar un respingo.

–Kacchan...

–Lo que quieres es provocarme ¿cierto?– interroga besando el hombro de Izuku.

El par de jóvenes llevaba saliendo en secreto varios meses, habían decidido no decirle a sus amigos hasta que estuvieran listos, pues no sabían como informarles.

–No quiero eso, Kacchan... Mirko nos hizo usarlo en la sesión de fotos.

–Y a ti te encanta venir a menearte de esa manera frente a mi ¿no es así?– vuelve a preguntar, esta vez restregando el bulto en sus pantalones sueltos en el trasero del pecoso.

Recorre el cuello de Deku hasta llegar a sus mejillas, lo toma del pues del rostro y lo hace boltear, para después capturar sus labios en un beso hambriento, Katsuki succiona lu labio inferior, muerde de vez en cuando e Izuku jadea ante tal acción, puede sentir también las manos de su novio recorer su cintura y bajar hasta sus muslos, los cuales aprieta con brusquedad.

–Kacchan~

Gime bajito y Katsuki sonríe ante la imagen frente a él; un Izuku totalmente sonrojado y con la respiración agitada, entonces su miembro ya erect0 palpita en su prisión. Baja su pantalón con rapidez y lo coloca entre los muslos de Izuku.

–¿Que estás-

–No te muevas, quiero frotarlo– susurra en su oído, ronco y seductor. Deku no hace más que asentir y cerrar un poco más sus piernas como le indico Kacchan somo con sus manos.

Entonces el rubio se comienza a mover, movimientos lentos que comienzan a estimular a Izuku también, quien tiene pegado el pecho en los lockers e inte tanto aferrarse con sus manos al metal.

–Deku~

Gime el más alto al oído del mencionado, haciéndolo estremecer e inclinarse un poco más hacia su amado, provocando que este aumente el ritmo de las embestidas.

–Dios, este traje hace que tu cul0 se mire mil veces mejor~

Katsuki confiesa mientras le da una nalgada a Izuku, dejando su mano marcada en el lugar y sacandole un delicioso gemido, que trajo como consecuencia el aumento de velocidad de las embestidas.

–Kacchan~ Kacchan mételo por favor ah~

Suplica el pecoso mirando a su amnte sobre su hombro, con esa mirada inocente y la boca un poco abierta, soltando pequeños jadeos que solo lograban calentar más y más a su pareja.

–Maldición, Deku. Un día de estos me vas a matar– confieza y accede a la petición de su novio, necesita prepararlo primero, por lo que se pone de rodillas hasta que su cara queda frente al cul0 de Izuku.

–Espera, Kacchan no me refería ah~

Jadea al sentir a las manos de su novio separar sus nalgas, hacer a un lado para poca tela que cubría esa parte y escupir en su entrada, sus dedos también han comenzado a juguetear en la zona, haciéndolo estremecer.

–Tengo que prepararte, Idiota. No esperes que lo meta así nada más– en seguida, la lengua de Katsuki comenzó a pasearse por la entrada rosada de Izuku, pasándola de manera circular e intentando abrirla con sus dedos.

–Ah~ Kacchan, espera mhg~

Sin embargo, el mencionado esta totalmente concentrado en su trabajo, mientras le indicaba a Izuku abrir más sus piernas y este acababa sus órdenes, Kacchan acariciaba sus piernas, desde sus pantorrillas hasta sus muslos, donde se pasó a su miembro, el cual comenzó a acariciar con delicadeza, dándole atención solo a la punta con su pulgar.

–Kacchan, si haces eso voy ah~ voy ah~

Y entonces el mencionado se detuvo antes de que Izuku llegara a su orgasm0.

–Todavía no, maldit0 Deku– se puso de pie y le dio la vuelta a Izuku, tomándolo de sus muslos y levantandolo, haciéndole enredar sus piernas en su cintura –sujetate.

Menciona y Deku le obedece, abrazándolo por el cuello mientras Katsuki va entrando lentamente en él. Lo escucha gemir más fuerte, lo siente apretarse, cosa que lo hace jadear ronco, siente los dedos de Izuku enredarse en su pelo y él comienza a besar su cuello para relajarlo, cosa que parece funcionar.

Aprovecha el momento para empalarlo de una, haciendo que Izuku gima más fuerte y termine corriendose.

–Eres un maldito precos– menciona el más alto con burla.

–Es tu culpa, tonto.

Bakugo río y comenzó a moverse con lentitud, sacandole pequeños jadeos a Izuku, quien se encontraba con los ojos cerrados, intentado contener su voz.

–Hey Izuku~ mírame a los ojos cuando te estoy f0lland0– ordena al momento de acelerar las embestidas.

En consecuencia, Izuku abre los ojos, topandose con la mirada rojiza de Katsuki, una expresión exitada; el sudor comenzando a bajar de su frente y un leve sonrojo en sus mejillas. Le encantaba.

Su trasero comenzaba a tornarse de un ligero tono carmín debido a las embestidas, cada vez que rebotaba las b0las de Katsuki lo azotaban de una manera que le encantaba y le hacía gemir cada vez más fuerte. Su cuerpo se comenzó a estremecer, su vientre cosquilleaba, lo sentía cerca de nuevo.

–Kacchan~ Kacchan~

Gemia el nombre de su pareja, entre palabras incuerente, pues no podía formar una oración coherente debido al placer que estaba sintiendo.

–Deku~ voy a-

–Hazlo dentro, te quiero dentro~

Katsuki no tardó en acatar la petición de su novio, un par de embestidas profundas y se corrió en su interior, haciéndolo gemir alto mientras se aferraba a su espalda. Después, poco a poco Kacchan fue saliendo de su interior, llevándolo hasta una banca cercana, donde tomó asiento y dejó a Izuku sobre sus piernas, una vez ahí, tomó su miembro y comenzó a acariciarlo, pues Izuku aún no se había corrido.

–Kacchan, espera. Estoy sensible... yo mhg~

Sus palabras fueron ignoradas, pues el antes mencionado comenzó a besar su cuello mientras Katsuki le m*stur_baba rápidamente, las piernas de Izuku comenzaron a temblar, múltiples espasmos comenzaron a recorer su cuerpo y echando su cabeza para atrás, gimió más alto que antes, mientras se corría en la mano de Kacchan.

–Buen chico. Vamos a limpiarte.

꧁•٭𝙴𝚌𝚕𝚒𝚙𝚜𝚎٭•꧂


Sociedad avanzada

—Ah...Aah...¡Más duro Kacchan!—. Jadeaba Izuku rebotando sobre la enorme polla de Katsuki.

—Mio...Mi omega...Desde hoy y para siempre mio—.

(...)

La sociedad había avanzado mucho a lo largo de los años y con ello los nacimientos de alfas y omegas habían ido disminuyendo, nadie sabía muy bien por que pero cada vez era menos frecuente estos géneros.

Después de largas investigaciones, un grupo de médicos llegó a la conclusión de que la disminución se debía a que ya no eran tan comunes las uniones entre alfas y omegas. Con el apareamiento de estas castas era casi dado por hecho que los cachorros nacidos de ellos serían igual que sus padres.

Fue por ello que el gobierno había decidido impulsar la unión de alfas y omegas, sin importar su primer género, su estatus social e incluso sin importar su edad.

En la sociedad actual era común ver a este tipo de parejas con grandes diferencias de edades y para ese punto nadie lo veía como algo malo, todos querían que la sociedad siguiera evolucionando.

La única regla para iniciar un apareamiento era que ya fuera el alfa o el omega menor debía haber presentado su primer celo, desde allí en adelante era apto para aparearse con su género contrario.

Aquella era la razón por la que Katsuki Bakugo, el héroe profesional N3 de 23 años y uno de los alfas más codiciados estaba soltero, y es que la única persona a la que estaba esperando aún era demasiado pequeño y el rubio esperaba por que se presentará para hacerlo suyo.

Desde pequeño cuando apenas tenía 9 años supo cuál era su destino, su pequeño vecino había nacido y su madre lo llevó al hospital para llevarle un regalo, al llegar allí su tía Inko le había pasado al pequeño para que tomara y una vez con el niño en sus brazos supo que ellos estarían unidos para toda la vida.

Katsuki siempre había cuidado del pequeño Izuku y tenía claro que como él sería un alfa, el peliverde sería un omega y ese omega iba a ser suyo a como dé lugar.

Para ese momento el rubio tenía todo listo para que cuando el pecoso se presentara ir a buscarlo, casarse y aparearse con él. Tenía en uno de los cajones de su escritorio de la agencia el formulario con todos los datos de los dos, solo con las firmas lactantes, un armario con mantas cojines y demás para que Izuku hiciera su nido en casa y por supuesto siempre estaba comprando diversas ropas y comidas, además de las que le mandaba a su casa como cortejo.

Por suerte para Katsuki los padres de ambos estaban de acuerdo en que si el peliverde era un omega, se aparearan, Mitsuki y Masaru amaban a Izuku e Inko siempre había confiado en el rubio para cuidar de su hijo, por ello cuando recibió la llamada de su madre no le importo estar en medio de una patrulla con Shoto y contestar el teléfono.

—Vieja—. Contestó.

—Hola mamá ¿cómo estás?¿Cómo ha ido tu día...

—Oh cállate y dime para qué me llamas, estoy ocupado—.

—Mierda eres un malcriado—. Escuchó a su madre quejarse de su propia crianza. —Entonces no tendrás tiempo para venir por Izuku—. Estaba claro que la vieja se estaba burlando de él.

—¿Izuku? ¿qué pasa con él?¿está bien?—. El pequeño pecoso siempre sería una preocupación para él y el más importante en sus prioridades.

—Inko acaba de avisar que su primer celo terminó...—. Katsuki se quedó en silencio esperando, rogando, implorando a todos los Dioses que su sueño se haga realidad. —Y un un lindo omega...—. Su madre seguía hablando desde el otro lado de la línea, pero el rubio ya no escuchaba nada.

No le importó ni la patrulla ni el teléfono, le dijo a su madre que iba para allá y después a Shoto que debía irse y con sus explosiones emprendió camino a la agencia, se dio una ducha meticulosa pero rápida, quería oler bien para su omega, pero la necesidad de ir en su busca podía más, se cambio y con una gorra y una mascarilla salió de la agencia para no ser molestado por nadie.

Llegó en tiempo récord a su casa donde ya lo esperaban listos sus padres, juntos se dirigieron a solo unas cuantas casas de distancia y tocaron. Inko sabía perfectamente porque los tres Bakugo estaban en la puerta de su casa, así que los hizo pasar y les ofreció una taza de té.

Con solo dar un paso dentro de la casa Katsuki ya podía oler las deliciosas feromonas de Izuku, que lo llamaban desde su habitación, el aroma a manzanas combinaba a la perfección con el suyo a canela, eran el uno para el otro, y a Katsuki ya no le importaba para nada el haber esperado tanto tiempo por el hermoso omega que bajaba las escaleras mirándolo con un lindo sonrojo.

El rubio lo veía con bastante regularidad, cuando iba a ver a sus padres o cuando le llevaba regalos, pero ahora después de su primer celo, era... El ser más hermoso del mundo, tan delicado y pequeño, sus curvas se habían acentuado, su cabello se veía más sedoso, sus ojos aun más brillantes que la última vez que lo vio y sus feromonas que iban directamente hacía él.

Katsuki no podía dejar de mirarlo, desde ese día ese omega sería suyo, lo marcaría y lo criaría para formar su familia llenos de cachorros.

—Ho-hola Kacchan—. Dijo tímidamente el peliverde al llegar a la sala.

—Hola Zuzu—. Su voz se había vuelto completamente grave ante la presencia de su omega.

—Será mejor que comencemos—. Dijo la rubia mayor y dieron inicio a los acuerdos para su apareamiento.

Por suerte al ser sus familia tan cercanas no hubieron demasiadas diferencias, cuando se produce una unión de ese tipo el alfa pasaba a ser el tutor legal del omega y él sería el que tomara todas las decisiones por Izuku a partir de ese momento pero Katsuki estaba totalmente a favor de que el omega siguiera asistiendo a clases con normalidad y lo apoyaría en lo que quisiera estudiar en la universidad, ya que Izuku no tenía don.

Además tendría el permiso completo para visitar a su madre cuando quisiera o que está lo visitara en su casa, Katsuki nunca le pondría límites a su precioso Izuku en ese sentido, aunque conocía a varios alfas que usaban ese derecho, él no lo haría jamás.

El único pedido que había hecho el alfa, fue que se casaran en ese momento y que el pecoso se fuera a vivir con él, cosa que tanto Inko como Izuku aceptaron.

De inmediato Katsuki dejó el formulario de matrimonio encima de la mesa y lo firmó esperando que los dos peliverdes también lo hicieran. Cuando estuvo todo listo un emocionado peliverde subió corriendo las escaleras para preparar un par de bolsos para llevarse a casa del alfa. Quedaron de acuerdo en que pronto volverían por el resto.

Mientras esperaba a que el pecoso estuviera listo y sus padres conversaban felices por la nueva unión, una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

Izuku era suyo, para siempre.

Al llegar a su hogar dejó las maletas en la entrada mientras el pecoso deambulaba por el lugar saltando como un pequeño conejito, mirando, curioseando y admirando el lujoso apartamento. Por su puesto Katsuki era el héroe N3 de Japón, no le ofrecería nada menos que lo mejor a su omega.

—Oh por Dios Kacchan este lugar es asombroso—. Dijo el peliverde desde el gran ventanal con vistas a toda la ciudad.

—Desde hoy todo esto es tuyo bebé, y todo lo que quieras—. Se paró detrás del peliverde girándolo desde los hombros, era tan pequeño en comparación a él. —Pero tu cariño, eres mio—. Izuku lo miró con una de las sonrisas más brillantes que le conocía.

—Siempre he sido tuyo Kacchan—. Dijo con un sonrojo hasta las orejas.

—Ven aquí bebé—. El rubio le tendió una mano y lo guió hasta el enorme sofá en medio de la sala.

Katsuki se sentó y atrajo al pecoso para que se sentara a horcajadas sobre su regazo, a penas y espero a que este se acomodó para abrazarlo y oler su delicioso aroma desde su origen en su cuello. Era tan pequeño que con uno de sus musculosos brazos podía rodear su cintura, estaba llegando al cielo.

Abrió la boca y chupo directamente de la fuente haciendo gemir a Izuku, estaba decidido nunca más soltaría a su ahora esposo era perfecto, cabía a la perfección en sus brazos, olía delicioso y era tan sensible que lo haría retorcerse del placer.

El primer beso fue espectacular, lleno de sensaciones pero tenían que separarse o Katsuki no podría quitarle la ropa, ayudó al tembloroso omega a ponerse de pie y de un solo tirón le arrebató los pantalones y la ropa interior, una vez fuera las molestas prendas lo vio claramente, Izuku tenía un lindo coño, del que escurría su deliciosa esencia, llamándolo a tomarla con su boca hasta saciar su sed.

—Fuuck—. Aquella maldición salió más como un gemido.

No tenía la menor idea de que deku tuviera un coño resbaladizo en vez de un pequeño miembro, bueno no podía sorprenderse, eso era algo común para los omegas. Pero ahora que lo veía quería hacer de todo con esa pequeña hendidura, chuparla, morderla, beber de ella, enterrar su polla hasta el fondo, mierda se iba a correr en sus pantalones como un maldito adolescente.

—¿Kacchan?—. El pequeño omega lo miraba un tanto avergonzado por su penetrante evaluación.

—Eres hermoso, prometo que después te lameré hasta dejarte completamente limpio, pero ahora de verdad necesito entrar en ti, ven aquí—. Dijo abriéndose el pantalón y bajándolo junto a sus boxer hasta sus muslos, mostrando su enorme miembro totalmente duro.

Izuku volvió a su regazo y sus intimidades se rozaron haciéndolos gemir a ambos, Katsuki de verdad no podía esperar así que metió una de sus manos entre ellos y comenzó a preparar al omega, si, estaba muy cachondo pero por ningún motivo dañaría a su hermoso omega.

Izuku se aferraba fuertemente de sus hombros, totalmente perdido en su placer, jadeando y moviendo sus cadera follándose los dedos del rubio, que estaba maravillado, si ya creía que el pecoso era precioso ahora esa palabra se quedaba corta. Era un ángel que cayó para hacer realidad todas sus fantasías.

—Mng...Kacchan más...—. Katsuki jugaba con su pequeña protuberancia, burlándose entre toques. —Por favor...

—¿Qué quieres?¿Mi polla?—. Izuku asintió sonrojado moviendo sus caderas para frotar su coño con su miembro. —Pequeña mierdecilla necesitada—.

Obviamente Katsuki tampoco podía esperar así que acomodo al omega que se subió para quedar justo sobre la punta de su polla, mientras el rubio lo tomaba por la cintura para guiarlo el pecoso jugó con la punta sin entrar del todo y sonrió.

—Kacchan también es mío—. Dijo y se enterró por completo hasta que sus pelvis chocaron. —Ahhg... sii...—. Gimió arqueando su espalda pero Katsuki lo atrajo hacía él.

El rubio también jadeo como si fuera esa fuera su primera vez e intentó controlarse, el interior de Izuku era cálido, apretado y resbaladizo, allí adentro si estaba en el cielo, o quizás en el infierno, porque ese coño era un pecado andante.

Tomó a Izuku de la cintura y se enterró más en él, una y otra vez, sin parar, sin piedad, era un héroe profesional y tenía la resistencia de uno, podría estar todo el día bombeando el coño de Izuku.

El pecoso jadeaba, se contorsionaba y movía sus caderas en busca de más, se estaban volviendo locos. Katsuki lamió la saliva que corría por su mandíbula y lo atrapó en un beso húmedo, sin dejar de mover sus caderas.

Joder mantendría a su omega desnudo para siempre en casa, así podría tomarlo en cualquier momento que quisiera.

—Más...Más duro...¡me voy a co-correr!—. Izuku saltaba sobre su polla al mismo tiempo que él se enterraba.

El rubio podía sentir como su nudo comenzaba a formarse, se corría en cualquier segundo. Volvió a meter su mano entre ellos para estimular el punto dulce de Izuku y como si fuera un botón de encendido sintió como este se corría, sus paredes palpitaban y lo ordeñaban en busca de su semilla.

Aquello solo provocó que su propio orgasmo se liberara y enterrara su miembro hasta que su nudo hinchado quedó atrapado en su interior y grandes cantidades de semen llenaron el interior del pecoso.

Mientras todo eso ocurría ambos lobos interiores tomaron el control de sus cuerpos y marcaron a su pareja, mordiendo su glándula principal en sus cuellos y uniéndolos para siempre como compañeros.

—Mmmh—. Izuku estaba ronroneando satisfecho en su pecho bajando aún de su potente orgasmo. —Kacchan es mi alfa ahora, estoy tan feliz—. Katsuki sonrió ante la posesividad de Izuku.

—Yo también estoy feliz Zuzu, ahora tendrás a mis cachorros y tendremos una enorme familia—. Dijo acariciando su hinchado vientre lleno de semen.

Izuku asintió sonriendo, feliz y de acuerdo a los planes de su alfa, él también había soñado ser el omega de Katsuki durante toda su vida.

Se acercó y besó al rubio como una promesa para todo lo que estaba por venir.

Marionetta


••Infierno rojo••

La vida está llena de injusticias, es una mierda, aunque a veces es bromista, trae cosas inesperadas y eso la hace muy bella.

Aquello sucedió de una forma extraña, el camino estuvo lleno de baches, pero al fin se hizo realidad. Le dió un anillo de diamantes un día, tiempo después le compró un vestido blanco y lo llevó al altar. Su ahora suegra había llorado a mares el día que le anunciaron su matrimonio, su suegro estaba hirviendo de ira, aunque ninguno podía hacer nada al respecto.

No cuando el honorable oficial de policía Hisashi Midoriya estaba metido hasta el cuello en sus negocios sucios, tanto que un mal paso o alguna palabra mal escogida le costaría la vida a él y a Inko. Entonces, cuando su pequeño e inocente Izuku dió el sí a esa primera cita su futuro quedó sellado.

Nunca pensó que habría en él un rastro de bondad. Fue un asesino desde que tenía edad para sostener un arma. En él no había espacio para la piedad, esa era su realidad, matar o morir.

Su madre, Mitsuki Bakugo, fue la líder criminal más temida de Japón, cuando ella fue asesinada él tomó el lugar que le correspondía, se convirtió en un monstruo que derramaba sangre a su paso, era el rey asesino, el yakuza más temido de oriente: Katsuki Bakugo.

Él que vivía con las manos perpetuamente manchadas de sangre, ahora sostenía con dulzura un rostro angelical. Del único en el mundo que lo miraba de una forma tan bella, que lo hacía pensar por momentos que la vida no era una completa mierda.

Izuku, su esposo, sostuvo sus manos con ternura, regalándole una sonrisa que brillaba como el halo de un ángel.

—Te amo, Kacchan.

—No me basta solo con decirte que yo también te amo —respondió serio.

—Entonces no lo digas, ven y muéstrame.

El yakuza obedeció, se inclinó sobre su esposo y lo besó con ternura, de forma delicada y dulce, sintiendo que podía fundirse con ese momento. Su esposo lo envolvió entre sus brazos y Katsuki se aventuró a colarse entre sus piernas.

—Espera… déjame descansar un momento, Kacchan…

—Ya descansaste suficiente, amor —respondió el yakuza, besando su cuello. Dejó a un lado su romanticismo para volver a sumirse en su lujuria.

—No, me duele…

—¿Una vez más y ya? —pidió Katsuki.

Izuku lo miró, divirtiéndose un poco con la forma en que ese hombre peligroso y sádico le suplicaba, cuando fácilmente podría someterlo. Aunque no lo diría esa era una de las cualidades que amaba de su Kacchan.

—Está bien, una vez y ya, pero luego vamos a dormir —cedió finalmente.

Su esposo lo besó suavemente, para luego agradecerle. Apenas tuvo tiempo de tomar aire antes que Katsuki comenzará la quinta ronda de la noche, aunque conociéndose mutuamente sabían que su noche pasional estaba muy lejos de terminar.

Aún con todo lo que los rodeaba y con el peligro al que estaban expuestos, solo una cosa era segura, aunque Katsuki perdiera los brazos en el camino, jamás dejaría que lastimaran al amor de su vida, a su esposo que por amor se quedó con él en ese infierno rojo.


Mirando tu trasero

"Deku es perfecto, Deku es jodidamente perfecto, Malditaseas nerd de mierda ¿Como es que eres tan malditamente perfecto?"

Esos eran los pensamientos que inundaban una y otra vez a Bakugou mientras veía la retaguardia de su compañero, quién estaba mirando al frente en una posición que para el peliceniza era muy sugerente.

- Muy bien Kacchan, pronto será nuestro turno ¿Estas listo? - Pregunto Izuku aún mirando al frente- ¿Kacchan?

"Cuando toda está mierda termine tú y todo tu malditamente perfecto cuerpo serán míos Nerd de mierda o si, y vaya que voy a joder..."

- ¿Kacchan que estás...?

Izuku se volteó a ver que rayos estaba haciendo Katsuki que no le daba respondió, más no se sorprendió por lo que hacía el cenizo.

Le estaba mirando el trasero y no era la primera vez que pasaba.

- ¡Bakugou Katsuki! -Izuku giro por completo su cuerpo y se cruzo de brazos molestó-

- Acabas de joderme la vista maldito Deku -gruño el ceniza- Voltea a ver otra vez la batalla de los extras, anda.

- ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me mires el trasero durante las prácticas? -Bakugou giro los ojos ante ese comentario, habían sido demasiadas- ¿Cuántas?

- Bien, no voy a verte el culo otra vez -refunfuño mientras Izuku ponía de nuevo la vista en la lucha frente a él-

"Solo espera que lleguemos a mi habitación Nerd de mierda, que voy a joder tu hermoso cu..."

Una fuerza que lo golpeó en el pecho lo saco de sus pensamientos impuros con el cuerpo del pecoso.

- ¡¿Que rayos te dije?!

Izuku lo había atacado con un Smash.


Fotos

El teléfono de Izuku cayó al piso, había resbalado de sus manos como si se tratara de mantequilla, pero es que su nerviosismo provocaba que sus manos se volvieran extremadamente torpes, como en ese momento en la oficina de la agencia.

—Oh yo lo recojo…

—¡NO!—. Gritó el pecoso antes de que Ochako pudiera recoger el teléfono del suelo.

La castaña lo miró extrañada mientras el peliverde se agachaba tomaba el aparato y lo pegaba a su pecho rojo desde el cuello hasta las orejas.

—¿Todo bien?—. Preguntó la chica castaña mirándolo de arriba a abajo aun sin entender qué le ocurría a su amigo.

—Si!... Eeh yo…—. El pecoso miraba a todos lados buscando una salida. —¡Iré al baño!—. Gritó demasiado fuerte y salió corriendo.

Izuku corrió por los pasillos de la agencia hasta poder encerrarse en uno de los cubículos del baño más cercano y suspiro intentando tranquilizarse, su corazón latía a mil por horas y aun estaba muy sonrojado.

Después de unas cuantas respiraciones por fin tuvo el valor de mirar su celular otra vez. Al desbloquearlo inmediatamente pudo ver la imagen que lo había puesto tan nervioso.

Era una fotografía de su esposo, Kacchan le había mandado una foto desde el baño de su su apartamento compartido sin camisa con los pantalones abiertos y su enorme amigo ansioso por salir de sus boxer con un solo mensaje.

"Esta polla te espera a la noche, más te vale tener el culo preparado"

Izuku no podía creer que Katsuki le mandara ese tipo de cosas a su teléfono sabiendo que estaba en la agencia y al medio día. Pero por más que le daba vergüenza se la quedó mirando demasiado tiempo, admirando el cuerpo de su esposo y poniéndose medio duro.

Cuando se dio cuenta de eso, se abanicó el rostro con una mano e intentó eliminar todo los pensamientos no aptos para menores de su cabeza.

No lo iba a negar, le encantaba la idea de lo que le esperaba a la noche, pero aún le quedaban varias horas de turno y como el héroe que era no podía hacer sus patrullas medio duro, así que le mandó un par de mensajes rápido a Katsuki.

"Kacchan no puede correrse hasta que esté dentro de mi"

"Debes cumplir tu promesa"

Y sin esperar respuesta salió del baño para seguir con sus quehaceres heroicos.


• Attention • #bakudeku #bkdk

...

"Tú solo quieres atención, no quieres mi corazón"

Cuando Katsuki lo vio bailar en medio de la pista, vistiendo un pantalón ceñido a los gluteos y un top negro con mallas supo que estaba jodido.

El solo verlo moverse lentamente y con seducción le erizaba la piel, verlo pasar sus manos por sus caderas y pecho mientras se contornea le hacia endurecer la entrepierna.

Ese chico era un Karma andante y el estaba dispuesto a cumplir con las penitencias.

Se acercó a él para invitarlo a bailar y, tal vez, si ese chico quería, poder pasar un buen rato en su departamento.

Cuando lo vio a los ojos sintió que fue hechizado por el magnetismo y poder que esas bellas esmeraldas tenían, noto también unas curiosas pecas que le robaron el aliento junto a su enrulado cabello.

El no hizo de rogar por mucho tiempo, le permitió a su lado y poder tocar la piel expuesta de su cintura, ante el toque sintió al chico erizarse y respingar.

Sonrió "tan sensible", penso extasiado.

Junto su cara al cuello expuesto e inhalo con fuerzas el olor suave del perfume en su piel.

— Ah...

Ante el sonido que salio de la boca del peliverde su polla salto.

Suspiro tratando de calmarse, fallando en vano cuando el chico restrego su voluminoso trasero contra si dura polla, aplastandola entre esos grandes montículos.

— ¿Te gustaría ir a un sitio más privado? — pregunto respirando para no follarselo en ese sitio sobre cualquier pared.

Sin embargo, el peliverde lo miro de reojo antes de sonreír y decir — Me llamo Deku, y me gusta el voyerismo.

Oh mierda.

Katsuki ya no se iba a contener.

(...)

Pov Eijirou.

Cuando Katsuki me conto que había conocido al "amor de su vida" en una disco y que después de una noche apasionante habían empezado a salir, le pedí y básicamente le rogué que me mostrará al menos una foto del susodicho.

Katsuki no se hizo de rogar, después de todo no tenía nada de que avergonzarse de él peliverde.

Mire la foto con cara de poker, definitivamente había esperado por este momento toda una vida.

— ¿No crees que es adorable, Kirishima? Míralo, es tan tierno, tiene una carita pecosa y dulce — Katsuki se oía bien ilusionado.

Sabrá Dios que habrá hecho ese chico para tener al perro infiel más grande de la ciudad comiendo de la palma de su mano.

— Yo pienso que tiene cara de que te va a dejar llorando y temblando y de que te hará sentir igual que como se sintieron tus ex novias — sonreí y le di una palmada en la espalda — Suerte con tu Karma, te va a pegar duro.

Katsuki me miró con fastidio — Cállate ¿Quieres? Deku no es así, no me arruines el día.

Negué con la cabeza sin dejar de sonreír.

— Lo que tu digas, hermano.

— Como sea, ya me voy, Izuku y yo tenemos una cita.

'Ay, Bakugou, no sabes lo que te espera' Pensé mientras lo veía irse muy contento.

(...)

Pov Izuku

Un año después.

Pase la hoja de la revista desinteressadamente mientras seguía escuchando a Kacchan llorar en el sofá de él frente.

— Joder, Deku, al menos explicame que jodida mierda es esta.

Volteé los ojos con cansancio y continue ojeando los productos de limpieza facial.

— No entiendo que quieres que expliques, Kacchan, es obvio.

— Joder — lo observé vomitar a un lado del sillón y arrugue el gesto.

Que puto asco.

— Vas a tener que limpiar eso — le dije, sin importarme ni un poco su rostro pálido — Además, no fue la gran cosa, solo me acosté con el una vez, y ya te había dicho que no revisaras mi celular, es tu culpa por buscar lo que no se te ha perdido.

Katsuki soltó una risa llorosa ¿Este hombre podía ser más dramatico?

— Lo siento ¿ok? ¿Ya estas contento? Me disculpe

— Joder, Deku ¿Acaso hice algo mal? ¿Porque...?

— No hagas preguntas cuya respuesta no quieres.

— Iré a buscar el balde para limpiar esto — me dijo levantándose del sofá con lentitud.

— Ah, y preparame un té, oírte llorar me dio dolor de cabeza, que horror.

— Si, Deku...

Lo observé limpiar todo con calma, aveces lo escuchaba sonarse la nariz y sollozar bajito.

Después de tomar mi té me fui a la habitación a dormir, Kacchan ya estaba ahí, envuelto en sus cobijas y dándome la espalda.

Me acerque a él desde atrás y lo abracé — Date la vuelta, Kacchan, se que estas despierto — se giro y quedamos cara a cara, acaricie su rostro con suavidad y le di un piquito — Te amo mucho, Kacchan.

— Por favor no vuelvas a hacer eso... por favor, Izuku.

— Shhh, tranquilo — lo consolé al verlo lagrimear de nuevo — No volverá a pasar, mi vida.

— ¿Lo prometes?

Sonreí — Lo prometo.

(...)

Pov Kirishima.

— Y volvió a pasar.

Katsuki asintió lentamente, mi mejor amigo se veía miserable y deplorable.

— No es el mejor momento, pero... te lo dije.

— Lo sé.

Me sente a su lado y le ofrecí una cerveza del mini bar — Escucha, se que la estas pasando mal, hermano, y no me gusta verte así, osea si porque te lo mereces, pero igual me dueles.

—¿Qué se supone que haga Eijirou? ¿Debería ir a buscarlo? ¿Pedirle otra oportunidad? Se que las cosas pueden mejorar... puedo hacerlo mejor...

— Basta, Katsuki — le dije, haciendo que me mirara — Izuku te dejo, nada de lo que hagas va a funcionar, ya llevas cuanto tiempo en ese jala y aprieta ¿Dos años?

Vi a Katsuki asentir con lentitud.

Vaya, no podía reconocer a mi mejor amigo, supongo que lo reconstruyeron.

— Es hora de que vayas a terapia, ya tuviste tu evento canónico y pagaste tu Karma, ya es momento de que subas.

— Pero Izuku dijo...

— Apartir de ahora no piense en él, esta muy feliz sin ti, tu también debes ser feliz sin él ¿ok?

— ¿ok?

— ¡Ánimo! Ya veras que saldremos de esta.

Fin.