Don Chuma deja de fumar

Don Chuma, el compadre de Condorito, era un fumador empedernido desde que tenía memoria.

Un día, él empezó a sentir dolores de cabeza, le costaba dormir y sentía que su pecho no paraba de arder.

Condorito le recomendó a don Chuma ir a la consulta de un neumólogo. Y resultó que aquel neumólogo era el mismo doctor Matamala, a quien Condorito fue a su consulta médica varias veces en el pasado.

Cuando don Chuma le contó su problema de salud al doctor Matamala, éste le preguntó:

- Dígame, don Chuma, ¿con qué frecuencia usted fuma?

- Yo fumo por lo menos un cigarrillo al día, doctor – respondió don Chuma.

- Don Chuma – dijo el doctor Matamala – Yo en su lugar no fumaría nunca más. Si esto sigue así, usted corre el riesgo de padecer cáncer pulmonar. Al principio, usted tendría tos persistente que puede ser con sangre, le costaría respirar, se sentiría cansado todo el tiempo y perdería peso. Pero si el cáncer pulmonar se agrava, puede que usted pierda definitivamente la voz por cuánto estén afectadas sus cuerdas vocales.

- ¿Y cuánto tiempo resistiría yo si tuviera cáncer pulmonar?

- La mayoría de las personas que han padecido cáncer pulmonar en promedio han vivido 5 años, a menos que fallezcan antes de ese período.

- Eso mismo me dijo mi compadre Condorito. Él me aconsejó que viniera a consultarle a usted, doctor.

- Lo bueno es que se detectó el problema en sus pulmones a tiempo, don Chuma. Para que usted se cure, lo ideal es realizarle tratamiento a su cuerpo. Tomará un tiempo, pero si usted coopera, podrá vivir más años sin volver a fumar.

- Está bien, doctor. Si eso es lo que necesito para poder sanar mis pulmones y no morir tempranamente, que así sea – aceptó don Chuma.

- Me alegra que usted piense seriamente en luchar por su salud, don Chuma. Pero recuerde que usted no está solo en esto. El apoyo de su compadre Condorito, familia y amigos lo fortalecerá para este largo camino que deberá batallar – aseguró el doctor Matamala.

Y así don Chuma, con el apoyo de Condorito, su familia y amigos, fue varias veces al hospital de Pelotillehue para tratarse adecuadamente. Le tomó algunos meses, pero sus pulmones quedaron sanos, sin riesgo de que se formara algún tumor por cáncer pulmonar, y Don Chuma nunca más volvió a fumar ni un cigarrillo en su vida.

Nota: Si Condorito logró dejar de fumar, para no darle un mal ejemplo a los niños, ¿por qué don Chuma no tenía la suficiente fuerza de voluntad para abandonar el vicio de fumar?