Ranma ½ no me pertenece.

Gato

Todo esto ya era tan normal. Ranma había caído por descuidado a la casa de una vecina. Eso no era gran problema, de no ser porque allí vivían 15 gatos. Akane desde el otro lado de la pared solo pudo escuchar a los gatos maullar y a Ranma gritar y como era de esperarse, poco después salió de la casa convertido en un gato. La miraba curioso desde el muro de piedra.

—Ranma—llamó Akane, al humano se le iluminaron los ojos como a un felino cuando veía a su humano favorito.

Bajó aprisa a encontrarse con Akane. Ella lo atrajo poco a poco hasta que llegaron al dojo Tendo. La chica se puso de rodillas para que Ranma se acostara sobre su regazo. Acarició suavemente su cabello, lo que hacia que Ranma cerrara plácidamente los ojos. El joven prácticamente estaba ronroneando con las caricias que le daban. Se estiró suavemente y alzó la cabeza.

—¡Nya! —le dijo a Akane dulcemente.

—A veces me gustaría que fueras así de dulce conmigo cuando estás en tus cinco sentidos.

—¿Nya? —fue su respuesta, antes de repetir la acción de posar sus labios sobre los de ella.

Akane se ruborizó un poco, pero Ranma gato siempre hacía eso.

Suspiró mientras el lindo gatito en su regazo se recostaba a dormir.