Ser la novia de Inuyasha Taisho es lo mejor que me ha pasado en la vida, lo amo demasiado, es mi mundo entero, no sé qué aria sin él. Nos conocimos en el instituto, nos hicimos grandes amigos y con el tiempo nos enamoramos, en nuestro último año, él me pidió que fuera su novia, aún recuerdo que salte a sus brazos y los bese, sentí mariposas en el estómago y una corriente eléctrica que me recorrió todo el cuerpo, después llegó el momento de ir a la universidad, seguíamos juntos y muy enamorados, cuando nos graduamos nada cambio. Hoy es nuestro octavo aniversario.
Me miro en el espejo, llevo un vestido rojo ajustado en la parte de arriba y suelto en la parte de abajo, me llega hasta las rodillas y unos tacones negros, mi bolsa a juego con mis tacones, mis labios los pinte de color rojo, mi cabello lo llevo recogido en una coleta alta. Me gusta cómo me veo, le daré una sorpresa, voy a ir a su empresa para invitarlo a comer, reserve mesa en el restaurant más caro de la cuidad.
Manejo 30 minutos y al fin llego, camino por los pasillos con seguridad, todos los empleados saben que soy la novia de su jefe, por lo tanto, puedo venir cuando quiera, a la hora que quiera.
Estoy frente a la puerta de su oficina, la cual me apresuro a tocar, escucho del otro lado un "adelante" sonrió, su voz, es perfecta, tan masculina, no pierdo más tiempo y abro la puerta, está en su escritorio, levanta la mirada de su computadora, sus ojos encuentran los míos, su mirada recorre mi cuerpo, sus hermosos ojos dorados se abren al igual que su boca y sus ojos conectan con los míos, me sonríe, de esa manera que solo él puede hacer y siento las mariposas en mi estómago, como me pasa cada vez que me mira, me besa y me abraza.
-No sabía que venias, estas muy guapa, como siempre.
-Quería darte una sorpresa, y también invitarte a comer- A medida que le hablo me acerco a él, le toco su mejilla, el corre su silla hacia atrás, de modo que me puedo sentar en sus piernas, no aguanto más y los beso con ansias, él me corresponde de inmediato con las mismas ganas, sus manos están en mi cintura, siento una corriente eléctrica que recorre mi cuerpo, mis manos se encuentran en su cabello dorado, nos separamos por falta de aire, soy la primera en abrir los ojos, cuando nuestras miradas se encuentran, sonreímos.
-Te amo- Me acomodo mejor en sus piernas, sus brazos aún están en mi cintura, escondo mi cara en la curvatura de su cuello.
-Yo también te amo,Kikyo.
-Vamos a cenar.
Quiero salir pronto de esta empresa, sé que Inuyasha , ha tenido unas semanas complejas, su secretaria renuncio y le ha costado encontrar a la persona indicada.
El restaurant, no está muy lejos de la oficina, por lo tanto, decidimos ir caminando. Siempre vamos de la mano, hay mujeres que lo miran, es atractivo lo sé, pero también sé que el solo tiene ojos para mí al igual que yo solo tengo ojos para él.
- ¿Qué tal hoy? Algunas de las entrevistadas cumplen con los requisitos.
-No, mañana site a otras mujeres, espero que ahora encuentre a la indicada para el puesto.
-Espero que sí, sé que necesitas ayuda. - No me gusta verlo tan cansado.
Llegamos a nuestro destino, nos dirigen a nuestra mesa, nos traen nuestra comida, de repente veo que Inuyasha se pone nervioso ¿Cómo lo sé? Mueve sus manos y sus pies, le sonrío para que se relaje.
-Kikyo yo...llevamos mucho tiempo juntos, primero fuimos grandes amigos, después novios, el paso de los años solo ha hecho que mi amor por ti crezca...sabes que eres mi vida entera y...bueno yo
-¿Tú? - Mi corazón late de prisa, siento que en cualquier momento se me sale del pecho, ahora estoy nerviosa yo también.
Inuyasha se para de su asiento y viene a mi lado, mete su mano a su bolsillo y saca una cajita, se arrodilla y siento que me voy a desmayar por eso está nervioso, me va a pedir matrimonio.
- Kikyo, eres la mujer de mi vida ¿te casarías conmigo? - En ese momento abre la cajita y en su interior hay un hermoso anillo de diamantes.
-Yo...Inuyasha-Lagrimas de felicidad invaden mis ojos- ¡Si! Y mil beses si- Nos ponemos de pie al mismo tiempo y nos abrasamos con fuerza, nos besamos, quiero congelar este momento para siempre, me voy a casar con el hombre de mi vida ¿Qué puede salir mal?
Después de la cena, fui a buscar mi auto y volví a casa, el pobre de mi novio tuvo que volver a su empresa a seguir trabajando, es difícil ser el jefe y no tener secretaria.
Me pongo mi pijama, y me acuesto a dormir, feliz, soy muy feliz y nadie me puede quitar mi felicidad.
A la mañana siguiente me arreglo lo más rápido posible, hoy no tengo que trabajar, pero Inuyasha sí, quiero ir a verlo, no soporto estar sin él.
En los pasillos me encuentro con mi cuñado, Sesshomaru, me dirige una mirada fría, no nos llevamos bien, al principio lo intente, pero nada resulto, él es tan...no sé cómo describirlo. Me saca de mis casillas, las chispas saltan cuando estamos juntos. No me saluda, como era de esperar.
-Idiota- el digo
-Arrogante.
-Imbécil.
-Pasada de moda.
-¿Pasada de moda? ¿Ensero? - Ruedo los ojos y sigo mi camino, no tiene sentido pelear con él como si fuéramos niños pequeños.
Al fin llego a mi destino, entro sin tocar, y él no está solo como pensé, una chica está sentada en la silla frente a su escritorio, ella se voltea, tiene los ojos de color café, piel blanca y cabello azabache, me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa, después miro a mi novio, está más guapo que de costumbre.
-Kikyo...te presento a Kagome Higurashi, mi nueva secretaria-Se que Inuyasha me está ocultando algo, lo conozco, mejor que nadie, sus ojos van de Kagome y vuelve a mí, yo la miro...su cara...me es familiar, Pero ¿dónde la he visto antes? Se ve más joven que yo, por lo tanto, no fuimos compañeras de instituto y tampoco de la universidad. Busco en mis recuerdos, pero nada.
-Encantada de conocerte, soy Kikyo la prometida de Inuyasha.- Estiro mi mano, la cual ella la toma.
-El placer es mío señorita Kikyo.
Quiero añadir algo más, pero Inuyasha me interrumpe.
-Kagome como te mencionaba antes, tu escritorio es el que está junto al mío, pediré que te traigan todo lo que necesites cuanto antes...
Me desconecto de su conversación, sé que están hablando de temas de trabajo, pero aun así no dejo de sentirme como una intrusa, miro a Inuyasha, y él me la devuelve como de costumbre, yo le doy una débil sonrisa antes de salir de su oficina.
Espero en el pasillo, veo que pasan dos que están hablando, desde mi lugar puedo escuchar su conversación.
- El jefe tiene nueva secretaria.
-Si y es muy guapa.
-Lo malo que él tiene novia.
¿Qué les pasa a estas chicas? Cuando pasan al frente de mí, sus caras se vuelven completamente rojas por la vergüenza al reconocerme, les doy una mala mirada y niego con la cabeza, ellas pasan lo más rápido posible.
Inuyasha sale de su oficina, no puedo evitar la sonrisa que aparece en mi rostro, pero se desvanece cuando sale con Kagome, le está mostrando la empresa, pero sus ojos no se separan de ella y ese brillo...nunca antes lo había visto en sus ojos ¿Qué está pasando? Me siento un poco...celosa, quiero ir donde ello y tirarle los pelos a esa chica.
Ahora sé que hacer, le are la vida imposible a esa mujer, la alejare del lado de MI PROMITIDO a como de lugar.
