Estando listos salieron del lugar para tener su noche de celebración. El pelicenizo manejó unos cuantos minutos hasta llegar a una taberna llena de motociclistas y estacionó el vehículo. Bajaron y se encaminaron dentro del lugar.
Una mesera bastante llamativa los guió hasta una mesa completamente desocupada.
-¿Les sirvo algo de comer y beber?
-Serían dos platos de costillas, uno en BBQ y otro con salsa de cayena y carolina reapper-la chica estaba algo sorprendida porque eran las más picantes y nadie había soportado su picor pero aún así las anotó
-Dos jarras de cerveza clara por favor-terminó la orden la chica al lado del pelicenizo
La mesera se retira dejando que los jóvenes retomaran su plática.
Llevó la orden al cocinero y a pesar de que también quedó incrédulo con lo pedido, siguió preparando el encargo.
Luego de varios minutos, la mesera tuvo que colocarse un cubrebocas doble debido al olor tan picante del plato, les entregó y salió casi huyendo pidiendo por la pobre alma entre ambos que se atreviera a comerse esas costillas sin salir de aquí en una camilla de hospital.
El chico tomó una de las costillas picantes y la mordió sin miedo alguno. La chica también agarró una y la probó sin siquiera poner alguna cara de sufrimiento o de estar sudando frío.
Siguieron comiendo como si nada lo cual dejó perplejos al cocinero y a la mesera de que aún no hayan terminado desmayados.
-Pensé que habías dicho que estas costillas picaban-comentó con aburrimiento la peliverde terminando su último bocado
-Dijeron que estas habían mandado a no cuantos extras al hospital debido al exceso de picor e irritación del carolina reapper-dejó la última costilla limpia en el plato mientras bebe su cerveza
-Al menos tienen buen sabor
-Puede ser
Mientras continuaban conversando, el cocinero llamó al dueño del lugar para contarle lo sucedido.
Inmediatamente se presentó en el lugar y al revisar las cámaras de lo acontecido, efectivamente esos dos jóvenes las comían como si fueran dulces.
Se acercaron a los chicos para otorgarles una ración de bebida y comida gratis por un año, pero en vez de eso usaron ese beneficio solo por hoy para todos los presentes.
Cabe resaltar que los demás les aplaudieron y vitorearon porque hoy todo sería gratis para todos.
Después de esa graciosa escena, ambos terminaron su salida en la cima de la colina donde podían ver toda la ciudad y el gran cielo estrellado.
-No vas a creerme, pero me alegra no haber tenido por hoy sexo desenfrenado-confiesa la ojiverde mirando las estrellas
-Igual yo, la verdad necesitaba volver a verte luego de varios años separados-observa con ahínco a la chica la cual desvía su mirada hacia los ojos rubíes del cenizo
-En verdad te extrañé demasiado
-Igual yo, cada día era eterno sin ti
Ambos se acercaron lentamente hasta besarse de manera apasionada.
Continuaron abrazados observando el cielo y disfrutando el momento juntos.
