¡Aquí está! Tal y como prometí, esta es la segunda vez que hago un OS futa de SonoHana, y dependiendo de lo que dicte el destino, probablemente no vaya a ser la última, ya veremos. Un saludo para ustedes, hermosos/as lectores/as, y ahora sí, empecemos.
Incondicional ante la condición
Había sido una gira más larga de lo habitual, pero Sara estaba bastante animada ante la idea de que estaba por regresar a casa y que estaría en breve entre los brazos de su querida prima. También extrañaba estar en contacto directo con sus amigas en la escuela, pero definitivamente a quien más extrañaba era a Kaede. Su cuerpo y mente clamaban por ella desde hacía un buen tiempo, y por eso le hacía feliz el poder verla de nuevo. Tocarla, besarla y disfrutar de todas las maneras que se les ocurriesen era lo que necesitaba, y con urgencia.
Una vez que Sara llega a casa de Kaede, lo primero que hace es correr en dirección de la habitación de su prima que, en términos prácticos, también era la suya. Aquel día era domingo, así que no había ninguna razón para que Kaede estuviese metida en la escuela, aunque sí que podría estar estudiando, puesto que es una persona bastante responsable. Definitivamente era de esas cosas que Sara tanto admiraba de ella. Todo en Kaede se le hacía genial y admirable.
─ Kaede-chan, adivina qué traje…
─ ¿S-Sara? ─ para sorpresa de la nombrada, Kaede se encontraba acostada y cubierta hasta el cuello con las sábanas ─ Me has sorprendido con tu llegada, Sara.
─ ¿Estás enferma, Kaede-chan? No es normal que estés acostada cuando apenas es mediodía ─ dice Sara algo extrañada y viendo a Kaede manteniéndose cubierta ─. Como sea, si de verdad te sientes mal, entonces puedo aprovechar ahora mismo para ponerme el cosplay de enfermera que…
─ E-estoy bien, Sara ─ la interrumpe Kaede de manera algo brusca ─. S-sólo… estoy un poco cansada, sí. Es que toda esta semana me he estado esforzando mucho.
─ Pero tú siempre te esfuerzas mucho y jamás te había visto tirada en la cama por eso ─ Sara ladea la cabeza, no muy convencida por el alegato de su prima ─. Hummm… Algo me dice que me estás escondiendo cosas ¿Será que acaso tienes algo que no quieres que vea?
─ ¡Hya! ─ Kaede se aferra a las sábanas, aunque Sara todavía no hacía nada ─. Estoy bien, Sara. Tú vete a tu habitación, descansa y dedícate a hacer tus deberes.
─ ¿De qué hablas, Kaede-chan? Así me estás preocupando todavía más. Al menos dime lo que pasa para así quedarme tranquila ─ Sara empieza a forcejear con las sábanas.
─ ¡He dicho que estoy bien! ─ Kaede se aferraba a las sábanas con todas sus fuerzas, consiguiendo que Sara no lograse destaparla.
Durante cerca de un minuto las primas se ponen a forcejear, siendo obviamente Kaede quien le ganaba el pulso a Sara, si de hecho la modelo en ningún momento consigue tan siquiera descubrirle un pie a Kaede sin importar cómo ni cuántas veces lo intentase, pero eso no la detenía en su insistencia por saber qué rayos pasaba con su prima.
Al final Sara termina por resbalar y cae sobre Kaede, a lo que la ésta se apresura para sostenerla por acto reflejo. Afortunadamente la cosa no pasó de ser un simple susto momentáneo (estaban sobre la cama, así que igual la cosa no iba a escalar más allá de eso), pero Sara al apoyarse empieza a sentir algo a la altura de la entrepierna de su prima, y a Kaede le surge una sombra azul en el rostro.
─ ¿Qué es esto? Kaede-chan ─ Sara aprieta levemente aquello que estaba agarrando, y Kaede soltaba leves gemidos, casi imperceptibles ─, ¿acaso compraste una linterna nueva y pretendías esconderla? ¿Para qué harías eso?
─ E-e-e-ehhhh… S-Sara... ─ Kaede no tenía idea de qué responder, además que sudaba a mares.
─ Estás bastante rara, Kaede-chan. Una simple linterna no debería ser motivo para… ─ Sara aprovecha el aturdimiento temporal de Kaede para apartar rápidamente las sábanas, y entonces se encuentra con la supuesta "linterna" levantando el pantalón del pijama de Kaede ─ ¿Y esto?
─ ¡No mires! ─ Kaede recupera rápidamente la sábana y se vuelve a tapar ─ No mires esa cosa tan horrible. No debería tener eso…
─ ¿De qué estás hablando, Kaede-chan? ─ Sara ahora sí se estaba preocupando en serio ─ ¿Qué es lo que tienes realmente? Quiero saber.
─ N-no es nada. Por favor no preguntes ─ gimotea Kaede mientras cerraba los ojos con fuerza, como si así pudiera disolver todos sus problemas.
─ Sí es algo, Kaede-chan, y por eso me quedo aquí para saber ─ Sara toma con ambas manos el rostro de Kaede para hacer que la mire a los ojos ─. Mi príncipe siempre está ahí cuando me hace falta, y ahora que parece tener un problema quiero estar ahí para lo que mi príncipe me necesite. Estaré contigo sin importar qué, Kaede-chan.
─ Sara… ─ a Kaede se le humedecen los ojos, pero evita llorar lo más que puede ─ No sé qué hacer con lo que tengo. Desde hace unos días me salió, se siente raro y cuesta mucho apaciguarlo.
─ ¿Qué es realmente, Kaede-chan? ─ Sara tenía miedo, pero como puede se mantiene firme ─ Por favor dímelo. Prometo no huir ni despreciarte, sea lo que sea. Vamos a enfrentarlo juntas.
Aunque Kaede sabía que Sara estaba hablando con la mano en el corazón, igual seguía teniendo miedo. Los labios le temblaban de forma notoria, y realmente estaba insegura de revelar la verdad a su prima, pero Sara insistiría hasta que le muestre lo que le ocultaba, así que Kaede toma aire lentamente mientras se repetía mentalmente que todo estaría bien (aunque seguía sin convencerse realmente de ello) y se quita la mitad inferior del pijama, ropa interior incluida, y Sara puede ver que Kaede tenía un pene, y que encima estaba en estado erecto frente al rostro de la castaña. Kaede cierra fuertemente los ojos, temerosa de lo que Sara pudiese gritar, o que como mínimo soltase algunas palabras cargadas con asco.
─ ¿Eso es lo que te preocupa tanto, Kaede-chan?
─ ¿Eh? ─ Kaede abre los ojos anonadada y mira a su prima ─ ¿Acaso no ves lo que tengo? ¿No te parece demasiado extraño?
─ Un poco sí que lo es, pero no lo veo tan grave. Me asustaste demasiado para lo que realmente era el problema, Kaede-chan ─ dice Sara antes de esbozar una sonrisita que termina asustando a Kaede ─. Eso es como algunos doujins que tienen mis compañeras.
─ ¿En tu salón cuelan material pornográfico de ese tipo? ─ Kaede abre los ojos con horror.
─ Ah, allí también un poco, pero me refería a mis compañeras de trabajo ─ dice Sara divertida, lo cual no ayuda a que Kaede se tranquilice ─. Vamos, Kaede-chan. No es algo tan malo. No es como que te hayas convertido en un monstruo, o que ahora seas una criminal peligrosa simplemente porque te haya salido eso.
─ P-pero igual sigue siendo raro ─ Kaede intenta ponerse de nuevo las prendas que recién se había quitado, pero Sara la detiene antes de que lo lograse ─ ¿Qué estás haciendo, Sara?
─ Te dije que iba a aceptar lo que sea que me fueras a decir, Kaede-chan, y eso es lo que haré.
─ ¿Qué quieres decir? ─ Kaede en realidad ya deducía lo que aquello significaba, pero se negaba a creerlo.
─ De cualquier modo no es algo tan malo. De hecho, podría ser la oportunidad para que sigamos uniéndonos de maneras completamente nuevas. Míralo de esa manera y no como algo malo, y entonces puede que hasta se vuelva divertido ─ remata Sara con una risita antes de agacharse.
─ E-espera, Sara…
─ No te preocupes, Kaede-chan. Me aseguraré de que se te vaya todo el pesar que tengas. Ya lo verás.
Antes de que Kaede pudiese responder sentía que la punta de su miembro estaba dentro de la boca de su prima. Sara empieza suave, besando y lamiendo la punta para que así tanto ella como Kaede se fuesen acostumbrando, y luego de eso, de manera lenta, va avanzando, engullendo tanto del pene de Kaede como fuese capaz. Ese órgano intruso de Kaede era grande, más de lo que la propia Kaede consideraba que fuese normal, y además Sara era claramente demasiado inexperta como para llegar a meter toda la longitud en su boca. Pero eso no importaba en lo más mínimo. Era Sara quien le estaba haciendo eso, y por sí solo ya era suficiente para hacer que Kaede sintiese que estaba recibiendo la mejor felación que haya sido realizada en la historia. De manera algo tímida termina usando sus manos para peinar hacia atrás el cabello de Sara para que no la fuese a estorbar.
─ N-nhaaaahhhh. S-Sara… Eres… demasiado buena…
─ ¿De verdad? ─ Sara saca el miembro de Kaede de su boca, pero igual usaba su mano para seguir estimulando a su prima ─ Y eso que es la primera vez que lo hago. Pensaba que me iba a salir bastante mal…
─ P-pues para mí se siente genial… ─ Kaede gime con fuerza cuando siente que Sara volvía a lamer su pene.
Sara retoma su labor, y aunque sus acciones resultaban igual de torpes que antes, para Kaede llegaba a sentirse todavía mejor. Era increíble cómo el mero hecho de saber que Sara lamía su pene era suficiente para disfrutarlo. Sara realmente se esforzaba para que su acción fuese la mejor posible, y Kaede sentía que iba a perder la cabeza de continuar así.
A mitad del proceso Kaede se quita la otra mitad de su ropa. Sentía que había mucho calor acumulado y quería dejar salir todo aquello, aunque luego de desnudarse completamente estuvo pellizcándose el pezón derecho con la mano correspondiente, mientras que con la otra seguía acomodándole el cabello a Sara.
─ E-esto es demasiado. Estoy muy sensible… ─ decía apenasKaede mientras trataba de contener sus gemidos, y Sara no se detenía ─ M-me vengo… Me voy a venir, Sara…
Sara podía sentir que Kaede estaba cerca del clímax. El miembro de Kaede estaba palpitando furiosamente dentro de su boca, además que parecía sentirse más caliente que antes. Pero eso no importaba, pues Sara continúa como si nada. Pretendía hacer que Kaede se corriera dentro de su boca, y finalmente llega a ocurrir mientras Kaede dejaba salir un grito repleto de placer. Era increíble. Sara nunca antes había hecho algo así, y por eso mismo le costaba mantener la compostura mientras sentía cómo Kaede soltaba toda su descarga dentro de su boca. Era difícil, sí, pero estaba disfrutándolo. Era más divertido de lo que esperaba, y la semilla soltada por su prima le estaba pareciendo deliciosa, si bien le costaba mucho tragarla, aunque al final lo logra.
Kaede por su lado se deja caer en la cama mientras respira de manera agitada. Con un brazo su cubría parcialmente la vista, aunque no tiene mucho tiempo para quedarse así, pues Sara procede a desnudarse por completo, sorprendiendo a Kaede.
─ ¿Q-qué piensas hacer, Sara?
─ Pues que quiero coger contigo, Kaede-chan ─ responde Sara de manera bastante suelta, dejando perpleja a su prima.
─ Pero esta sería tu primera vez, Sara ¿De verdad estás segura…?
─ Kaede-chan, no miento cuando digo que he perdido la cuenta de todas las veces que lo he hecho contigo ─ responde Sara con determinación mientras usa sus dedos para abrir su vagina ─. Hace muchísimo tiempo que estoy lista para hacerlo contigo, sea cual sea la manera en que lo tengamos que hacer. No hay manera de que me retracte de tomar esta decisión.
─ Sara… ─ Kaede sentía que su erección volvía a tomar fuerza y que se estaba sintiendo bastante excitada ─ D-de acuerdo. De todos modos procuraré ser gentil contigo, y no dudes en avisarme si te duele cuando lo introduzca.
─ Eres tú, Kaede-chan. No veo probable que me duela mucho porque sé que vas a tener mucho cuidado conmigo ─ Sara besa la punta de la nariz de Kaede ─. Con mi príncipe no haya nada que deba temer.
Kaede traga con bastante dificultad. Podía ver que Sara acercaba su intimidad a su miembro, el cual parecía palpitar de felicidad por ello. Todo lo que podía hacer era ser cuidadosa, aunque sentía que la cabeza se le nublaba por lo que Sara acababa de hacerle. Necesitaba centrarse lo más posible para que esta nueva "primera vez" de Sara no le supusiese un trago amargo. De manera lenta va entrando en la vagina de Sara, y al ir avanzando encuentra el himen de la castaña. Aún con todas las veces que había usado sus dedos para complacerla, jamás había ocurrido que rompiese aquella barrera que, en cierto modo, mantenía a Sara como una chica pura. Puede ver que Sara toma aire y luego asiente. Estaba lista para que lo hiciese.
Y pasó. Kaede empuja de golpe todo su pene hasta llegar al fondo de Sara, la cual grita al sentir cómo su virginidad era tomada justamente por la chica a la que tantas veces se había entregado de manera gustosa. Aunque un par de lárgimas se asomaban por los ojos de Sara, también era notoria su sonrisa de felicidad al ver que, una vez más, se había confirmado que pertenecía a Kaede y a nadie más. Y Kaede misma lo sabía, al tiempo que compartía ese sentimiento de pertenecer únicamente a Sara.
─ ¿Todavía duele, Sara? ─ dice Kaede mientras limpiaba las lágrimas de su prima.
─ Ya me estoy sintiendo mejor, Kaede-chan ─ Sara baja la mirada notando el pequeño rastro de sangre que salía de dentro de ella ─. No ha sido tan terrible como parecía, jeje. Creo que puedes moverte, Kaede-chan. No hay problema.
─ D-de acuerdo. Recuerda decirme si te duele o te molesta de alguna manera.
─ Así será, Kaede-chan.
Ya estando todo aclarado, Kaede empieza a moverse mientras sostiene las caderas de Sara. Aquello se estaba sintiendo maravillosamente bien, y los gemidos de Sara delataban fácilmente que ella pensaba igual. Los movimientos, que al principio eran lentos y pausados, pronto van adquiriendo velocidad. Una vez que le agarraban el ritmo nada las detenía para querer disfrutar todavía más. Sara se abraza al cuello de Kaede y, sin dejar de gemir una y otra vez, la besa apasionadamente. Kaede estaba sorprendida de que aquello pudiera sentirse tan bien. Hasta hace poco estaba plenamente segura de que su pene iba a ser un impedimento más que otra cosa para tan siquiera estar al lado de Sara, pero ahora le estaba sacando provecho a apenas minutos de que Sara se diera cuenta de aquella curiosa incorporación.
─ ¡Ahhh! Es grande. Se siente bien… ─ soltaba Sara mientras sigue abrazada al cuello de Kaede ─ No esperaba que se sintiera tan bien ¡Síiii! Tan duro… Kaede-chan, eres la mejor…
─ Sara… Sara…
Sin detener en lo más mínimo el ritmo, Kaede afianza más su agarre a las caderas de Sara para acostarla en la cama, de modo que ahora Kaede estaba encima de ella, haciéndose completamente con el ritmo. Las piernas de Sara se enrollan alrededor de las caderas de Kaede para que no fuese a salir de su interior, daba igual lo que ocurriese. Kaede se pone entonces a usar sus dedos para jugar con los pezones de Sara, haciendo que sus gemidos se tornasen más fuertes que antes.
─ ¡Sorprendente! ¡Uuuuhhhh! ¡Ahh! Esto se siente cada vez mejor… Sigue así, Kaede-chan. Cógeme hasta el final. Quiero… ¡Aaaahhhh! Quiero que me des todo… Yo también te daré todo de mí…
─ Sara… Estás bastante apretada… Es tan cálido y húmedo…
Una vez más se besan, y Kaede se movía a toda velocidad para complacer tanto a Sara como a sí misma. Su prima al final tenía razón. Por más que fuese raro que tuviese un pene con ella, lo que tenía que hacer era sacarle provecho para así coger con Sara de maneras completamente nuevas. Y ahora estaba poniendo en marcha aquello, y lo gozaba.
─ ¡Sara! ¡Ahhh! Me voy a venir, Sara…
─ Adentro, Kaede-chan. Suéltalo adentro…
No había espacio para razonar en ese momento. Las palabras de Sara dejaron bastante en claro a Kaede lo que tenía que hacer, por lo que hace acopio de fuerzas para continuar sus embestidas hasta que ambas alcanzan el orgasmo. Kaede podía sentir cómo soltaba se semilla dentro de Sara. No podía negar que se había sentido demasiado bien, pero en ese momento se estaba preocupando.
─ N-no puede ser… ¡Con esto puede que te haya dejado embarazada, Sara! No puede ser ─ Kaede empezaba a mostrar arrepentimiento ─. E-es demasiado pronto todavía…
─ No importa, Kaede-chan ─ Sara gentilmente toma el rostro de Kaede con ambas manos y la hace mirarla a los ojos ─. Si realmente quedo embarazada, por mí estaría perfecto, pues sé que sería de ti que lo esté. Que mis hijos sean los tuyos también me hace feliz.
─ Normalmente tendría que decirte que somos chicas y sólo podríamos tener hijas, Sara, pero esto que tengo realmente no sé ya...
Kaede todavía no había sacado su pene del interior de Sara, aunque esta tampoco la dejaba sacarlo al mantener las piernas enrolladas alrededor de la cadera de su prima. Era como si quisiese que dicho embarazo tuviese lugar, aunque al rato finalmente la suelta, de modo que Kaede puede levantarse y contemplar lo que había hecho. Sara yacía sobre su cama, dando una visión bastante erótica, más allá de que era posible ver un rastro de sangre saliendo de la vagina de Sara junto al semen de Kaede.
─ Esto definitivamente me ha dejado a cuadros. No sé qué hacer a partir de ahora…
─ Si quieres te puedo dar una idea ─ dice Sara todavía en la cama y jadeando con una sonrisa en el rostro ─ ¿Qué tal si vamos al baño y continuamos?
─ ¿Ehhh? ¿Todavía quieres más, Sara?
Sara deja salir una risita y se lame los labios. Kaede para ese punto no necesitaba otra respuesta.
Baño
─ ¡Ahhh! ¡Ahhhh! ¡Tan bueno! Sigue así, Kaede-chaaaaan…
Sara se apoyaba de manos a la pared del baño luego de haber lavado su cuerpo, y Kaede estaba detrás de ella, sosteniendo las caderas de Sara moviéndose con bastante animosidad. Sentir las nalgas de Sara chocar una y otra vez contra su pelvis era como rozar la gloria. Aquello sólo alcanzaba a sentirse todavía mejor, y ninguna de las dos iba a parar para este punto.
─ Está tan profundo dentro de mí… Es enorme y caliente, Kaede-chan.
─ Tú también estás bastante caliente, Sara.
Kaede entonces apoya su cuerpo encima del de Sara, haciéndola sentir con su espalda como se presionaban los enormes y deliciosos pechos de Kaede. Aquello estaba cada vez mejor, y aunque seguramente tendría que lavarse de nuevo después sudar e intercambiar fluidos, a Sara no podía importarle menos. Sólo quería que Kaede siguiese penetrándola hasta que la hiciese venir con fuerza.
─ Me vengo, Kaede-chan. Estoy por llegar… ¡Me vengooooo!
─ ¡Saraaaaaa!
Otra vez Kaede había soltado su descarga dentro de Sara, la cual no deja pasar mucho tiempo antes de sacar el pene de Kaede de dentro de su vagina para pasar ahora a usar sus pechos. No eran definitivamente ni comparables con los de Kaede, pero sorprendentemente era suficiente para envolver el miembro de Kaede y ofrecerle un servicio que la mayor disfruta mucho.
─ Sara, esto se siente espectacular ─ dice Kaede mirando a Sara presionar sus tetas para continuar con su paizuri ─. No sé si sea capaz de aguantar mucho tiempo así.
─ No tienes que aguantar nada, Kaede-chan ─ dice Sara divertida ─. Si tienes ganas de venirte, simplemente hazlo. Estoy dispuesta a recibir tu semen.
─ Sara. Oh, Sara… ─ Kaede no puede evitar mover sus caderas contra las tetas de Sara ─ Este sentimiento dudo muchísimo que pueda tenerlo con tanta intensidad con nadie más que no seas tú, Sara.
─ Lo sé, y me hace feliz saberlo, Kaede-chan.
─ Ahhh… ¡Ahí va! ¡Aaaagghhhh!
Kaede se viene de nuevo, acabando sobre el rostro y el busto de Sara. Kaede tiene problemas para enfocar bien a Sara en ese momento, pues el placer que sentía le estaba nublando ligeramente la vista. Sara estaba prácticamente en las mismas condiciones, pero eso no significaba que las dos fuesen a parar. Todavía tenían energía para más.
Sara hace que Kaede se siente en el suelo, y Sara sienta a horcajadas sobre ella mientras introducía nuevamente el pene de Sara en su vagina, la cual parecía recibir aquello con bastante alegría. Se sentía como si ambas intimidades quisiesen quedarse unidas por siempre, y las propias Kaede y Sara a ratos pensaban lo mismo.
Sara se mueve por su cuenta, mientras que Kaede tiene que quedarse mirando hasta el final, aunque sus manos estaban sobre los muslos de la castaña. Los gemidos retumbaban incesantemente en el interior del baño, incitando a ambas primas a seguir con mayores bríos. Era un círculo vicioso el que estaban protagonizando, y les gustaba.
─ Sara… Se siente demasiado bien… Quiero hacer esto contigo por siempre…
─ Yo también, Kaede-chan. Mi cuerpo sólo se sentirá bien si está al lado del tuyo… ¡Ahhh!
Ambas se besan bastantes más veces, sus lenguas se enrollaban mutuamente de manera apasionada y caótica a partes iguales. Kaede sentía que su pene estallaría en cualquier momento, así que sin pensar en nada agarra el trasero de Sara y lo apretaba con animosidad.
─ E-este es mi límite, Sara… ─ Kaede hace una pausa para besar nuevamente a su prima ─ No aguanto más. Me vengo, me vengo… ¡ME VENGO! ¡HAAAHHHH!
─ Haa… Sí… Hazlo dentro, Kaede-chan… Quiero que lo dejes salir dentro de mí… Hazlo, Kaede-chan. Kaede-chan, Kaede-chan ¡ME VENGOOOOO!
Tanto Sara como Kaede sentían que hervían por dentro a causa del placer. Kaede deja salir su semilla dentro de Sara, y luego de eso se deja caer en el húmero y frío del suelo del baño. Estaba agotada. Tal parecía que, si bien tenía sus ventajas el tener un pene, también la agotaba rápidamente. Pensó que a lo mejor era que no estaba acostumbrada a ello.
─ Eso estuvo fabuloso, Kaede-chan ─ Sara se negaba a sacar el miembro de Kaede de su interior, aunque sí comprendía que Kaede no podía más y no trata de moverse ─. He tenido mi primera vez contigo... otra vez, jeje.
─ S-Sara… ─ Kaede observa sonriente a su prima y la abraza ─ Gracias por aceptar este cambio tan inesperado que tuve.
─ Este y todos los cambios que puedas tener los aceptaré, Kaede-chan ─ Sara la besa y permite que su prima acariciase su cabello.
Tenían pendiente bañarse, pues hasta ese momento sólo le habían dado lugar al sexo en su estancia en el baño, pero Kaede y Sara no tenían prisa. Querían permitirse descansar y besarse de vez en cuando antes de eso, además que estaban bastante a gusto allí en ese momento.
Al día siguiente
El despertador de Kaede estaba sonando, a lo que su dueña desactiva aquel sonido en señal de que ya estaba despierta. A su lado estaba Sara durmiendo desnuda y abrazada al cuerpo de ella (para variar), pero eso definitivamente no representaba ninguna molestia, sino todo lo contrario.
Aprovechando aquella situación tan particular en Kaede, ella y Sara volvieron a tener sexo muchas veces el día anterior, probando casi siempre nuevas posiciones para así explotar todas las posibilidades que ofrecía el miembro de Kaede, y la última de aquellas veces fue justo antes de dormir. Y ahora, cuando Kaede se sentaba para estirarse (aunque Sara siguiese abrazada a s cintura) nota algo curioso.
─ ¿Eh? No está ─ Kaede ve que su entrepierna había vuelto a la normalidad. Ya no había presencia de ningún órgano que fuese masculino ─ ¿Acaso fue un sueño? No creo, pero no esto no es normal.
─ Hum… Kaede-chan ─ Sara se despierta y se estira también ─ ¿Pasa algo, Kaede-chan? ¿Acaso estás con ganas de más acción? Jejeje. Es lunes, pero no me importaría que te vengas dentro de mí un par de veces…
─ ¿Tú sí te acuerdas, Sara? ─ la interrumpe Kaede sorprendida.
─ ¿Eh? Pues sí ¿Por qué no debería recordarlo? Estabas temerosa, te dije que no pasaba nada, y entonces tuvimos toneladas de sexo y acabaste dentro de mí incontables veces…
─ No tienes que dar tantos detalles, Sara ─ Kaede se muestra bastante avergonzada ─. Entonces sí tenía esa cosa, pero ya no está.
─ ¿Eh? ¿Cómo que ya no está? ─ Sara voltea de pronto a Kaede y le abre las piernas notando que ya no tenía ningún pene ─ ¡Es verdad! Es bastante extraño, pero igual no podemos negar que nos divertimos a pesar de todo, jeje.
─ S-sí, tienes razón ─ admite Kaede sonrojada, aunque pronto se avergüenza al ver que Sara no la suelta ni la deja acomodarse ─. Sara, ¿podrías soltarme un momento? Es vergonzoso que te me quedes mirando así.
─ Sólo estaba pensando en algo, Kaede-chan ─ los ojos de Sara mostraban un brillo que aterraba a Kaede ─. Tal vez no tengas esa cosa, pero igual tu vagina está ahí, siempre lo estuvo, y me siento culpable por dejarla completamente de lado en todo el día de ayer.
─ No pasa nada, Sara. Igual se sintió bien lo que hicimos.
─ ¡Insisto! Ahora vamos a aprovechar que todavía es temprano para compensar esa desatención. No quiero ir a la escuela cargando con el arrepentimiento de no darle a tu vagina la atención que se merece ─ Sara abre todavía más las piernas de Kaede y acerca su rostro ─. Itadakimasu.
─ S-Sara, detente. Es muy temprano… ¡Ahhh! ¡Saraaaa!
Fin
Y así doy por finalizado este OS que había prometido que lo subiría este mes. Felicitaciones a Saori-nee por casi acertar (dijiste que iba a ser YuunaxNanami o KaedexSara. Sólo por eso digo que fue un casi xD). Y como bien dije aquella vez, efectivamente Kaede y Sara son mis protagonistas favoritas de la saga de Sono Hanabira. Obviamente no fueron las primeras que vi, pues como muchas otras personas en su momento, conocí la saga gracias a la OVA MaixReo, y tiempo después quise incursionar en los juegos, bastante interesado por expandir aquella vista tan atractiva y bonita, y como quería andar en orden, lógicamente el primer título que conocí fue el que marcó el debut de Yuuna y Nanami. Un titulazo, me encantó mucho. Nanami me pareció un cielo, y Yuuna fue una verdadera caja de sorpresas. Pero si bien fue una primera experiencia bastante disfrutable y memorable, sinceramente no estaba preparado para conocer el que es hasta ahora mi título favorito, que es el de My Dear Prince. Kaede y Sara son sinceramente mis waifus favoritas dentro del mundo de los videojuegos y las novelas visuales, y este título puntual de Sono Hanabira lo tengo en altísima estima como uno de mis juegos favoritos, y no digo directamente MI FAVORITO únicamente porque existe Resident Evil 3 Nemesis. Pero haciendo a un lado el célebre juego de Capcom, definitivamente el primer Sono Hanabira de Kaede y Sara es un juego que adoro de manera bastante especial, y eso que de entrada Sono Hanabira es una saga que me encanta. En pocos días traigo el tercer DLC de Bonitos regalos. Y mientras tanto se cuidan, me dicen si les gustó o no (no acepto quejas por el futanari, que ya advertí que lo tendría), y nos vemos pronto.
Hasta otra
