Capítulo 12
Azize se miró al espejo antes de salir de la habitación, afortunadamente había podido descansar bien y tal como había pensado la noche anterior, sentía que hoy era otro día…
Seguramente se daría la ocasión de poder hablar con Cevdet, pero la incomodidad había cedido un poco… ella podía comprender que estaba en un lugar complicado si la relación entre Cevdet y Yusuf había sido siempre así…
Bajó las escaleras buscándolo, pero solo se encontró con Gül, que terminaba de acomodar la mesa para el desayuno. Se dio cuenta de que había una taza de café sucia y un plato y unos cubiertos. Se mordió el labio y miró a la mujer que se alzó de hombros…
-Se fue temprano… dijo que necesitaba toma aire…- dijo la mujer y Azize achicó los ojos y suspiró.
-Entiendo…- dijo y miró hacia todos lados- ¿hay posibilidad de pedir un taxi? Me imagino que se habrá llevado el auto…
-Así es…- dijo la mujer y se dirigió al teléfono fijo que había al lado del refrigerador.
Le indicó que el taxi llegaría en media hora y Azize se apresuró a desayunar algo, no tenía demasiada hambre, pero sabía que por un rato no podría comer nada…
-Azize…- dijo la mujer cuando ella se despidió- no es que sea asunto mío, pero ¿acaso quiere que le diga algo al coronel cuando vuelva?
-Te lo agradezco, Gül… dile que salí a tomar aire…- le dijo y alzó las cejas, dándole a entender que ella también quería privacidad.
-Bien… se lo diré…
-Solo si te lo pregunta…
-Azize…
-Dime…- dijo sabiendo que la mujer tenía intenciones de sondearla.
-No debería preguntar esto, pero realmente los aprecio a ambos y…
-Dime, Gül…
-¿Pasó algo? Cuando me fui creí que al volver tendría lindas noticias de ambos… no me malinterprete… conozco al coronel desde hace muchos años y nunca lo vi así…
-A veces es más difícil de lo que parece… pero no estás equivocada… supongo que podremos hablar… claramente no hoy… o no ahora…- dijo y sacudió la cabeza antes de irse.
Gül se quedó mirándola y también sacudió la cabeza. No entendía bien qué ocurría, pero seguramente tenía que ver con ese hombre, Yusuf… lo había visto llegar la noche anterior…
Azize se subió al taxi y apagó su móvil. Decidió ir a hablar con el señor Ozkan, era lo más productivo que se le ocurría hacer, para no perder el tiempo paseando, otra de las cosas que la seducía también…
Cuando llegó el hombre salió contento a recibirla.
-Creí que el coronel vendría con usted…- le dijo cuando la hizo pasar y sentar en el sillón más cómodo de su casa…
-Yo también… pero está muy ocupado con el documental… entonces se me ocurrió venir y hablar con usted…
-¿En qué puedo ayudarla?- preguntó el hombre y Azize sonrió.
-Señor Ozkan… hemos decidido que su historia, la de su familia, sea el eje central del documental…
-¿Sí?- preguntó el hombre algo confundido.
-Bueno… documentales sobre la época de la formación de la república hay muchos… así que hemos decidido contarlo desde una perspectiva más humana… y la historia de su familia nos llegó al corazón… leímos esas cartas… vimos los recuerdos que usted compartió y que ha atesorado durante tanto tiempo y…
-Yo… estoy feliz de que cuenten la historia de mi familia…- dijo con los ojos húmedos…
-Hay algo de lo que me gustaría hablarle…
-La escucho…
-Con el coronel pensamos que sería mucho más importante y definitivo que usted mismo contara una parte de la historia…
-Señora… yo no soy actor…
-Yo tampoco y sin embargo apareceré leyendo las cartas junto al coronel…
-¿Entonces?
-Señor Ozkan… he visto sus ojos cuando nos contaba la historia… yo me emocioné, el coronel también… sería muy importante que usted pudiera contar la historia tal como lo hizo con nosotros para que todos pudieran escucharla…
-¿Usted cree que yo podría hacerlo?
-Absolutamente…- dijo y palmeó su hombro con suavidad cuando él asintió, de alguna manera sintiéndose comprometido con el proyecto.
Azize salió un rato después, muy feliz de la casa del señor Ozkan y llamó a un taxi para volver a la casa.
Cuando llegó, vio que el auto estaba y sintió que su corazón se aceleraba.
Entró y encontró a Gül terminando de preparar el almuerzo…
-El coronel volvió… pero decidió bajar a la playa… lo noté algo cansado…
-¿Preguntó dónde estaba yo?
-No…- dijo con algo de tristeza la mujer.
-Bien…- dijo ella y subió las escaleras.
Entró a su habitación y se sentó sobre la cama. evidentemente algo ocurría pero ella no podía saber qué era, aunque se imaginaba que tendría que ver con lo que había ocurrido la noche anterior.
Se puso un saco sobre los hombros y decidió ir a buscarlo. Sucediera lo que sucediera, seguramente podrían hablarlo…
Lo vio a lo lejos, cuando bajó, con los pies en el agua, los pantalones algo arremangados para que no se le mojaran y sonrió.
Él se sentía viejo, pero no lo era… solo debía apegarse un poco más a la alegría que habían compartido días atrás…
Caminó hasta que llegó donde él estaba y se acomodó a su lado…
-Realmente vives en un paraíso…- dijo ella y él no la miró, continuó observando el horizonte.
-Así es… si algo hice bien en esta vida fue venir a vivir aquí…- su voz sonaba calma, segura.
-Y yo te agradezco por compartirlo conmigo ahora…
-No tienes que hacerlo…- dijo y ella se apoyó contra él, su cabeza descansando en su hombro.
Se produjo un largo silencio, por momentos confortables, en otros no tanto, hasta que ella se separó de él y lo miró.
-¿Estás bien? ¿quieres que hablemos?
-No se si quiero hacerlo… solo quiero decirte que lamento haberte hecho pasar un mal momento…
-Sí, yo también lamento estar en medio de problemas que no son míos…
-Precisamente por eso no vale la pena hablar… pero por favor acepta mis disculpas…
-Aceptadas… pero te vuelvo a preguntar… ¿estás bien?
-Azize…- dijo y giró para mirarla por primera vez.
-¿Qué te pasa, Cevdet?
-Toda la vida he tenido conflictos con Yusuf… somos distintos, él compite conmigo y yo, lejos de alejarme y no darle oportunidad, le he seguido el juego este tiempo…
-Puede pasar… no tienen por qué llevarse bien… quiero decir… no es una obligación hacerlo…
-No… es cierto… pero ayer me puse mal… porque comprendí que él está interesado en ti, no lo oculta… y no puedo culparlo…- dijo y ella bajó la vista, luego de lanzar una risita nerviosa.
-¿Y si eso fuera así? ¿cuál es el problema?
-Quise marcar territorio… pero me di cuenta de que nosotros… ¿qué es lo que tenemos?… quiero decir… hemos compartido mucho… me encanta estar contigo… pero no tenemos un título…
-¿Tú crees que lo necesitamos?
-No es eso… pero imagínate… él diciéndome que te robaría el otro día, anoche que quería invitarte a no se donde y yo, ¿qué podía decirle?... ¿no te lleves a la mujer con quien estoy teniendo algo que aún no tiene título?
-Cevdet…
-Es así… además… ¿quién me dijo a mí que tú prefieres estar conmigo y no con Yusuf, que es más joven, exitoso y con dinero?
Azize quiso reír a carcajadas, pero se reprimió…
-¿Acaso no me conoces nada? Escúchame… ninguna persona y en esto incluyo a Yusuf, cambiará lo que siento… esto es nuevo, eso es verdad… quizás no tenga un nombre aún, o no lo tengamos nosotros… pero no le restes importancia a lo que sentimos… no te atrevas…- le dijo y él se perdió en sus ojos.
-¿Dónde estuviste hoy? Cuando llegué no estabas…- quiso cambiar de tema él.
-¿Qué hay de ti? Te fuiste temprano…
-Necesitaba aire…
-Pues… yo también… - ella no estaba ofendida, pero no quería contarle nada hasta sentir que él era totalmente sincero.
-¿No me dirás?
Comienza tú…
-Fui a la productora… allí estaba Yusuf también… solo… hablamos del proyecto… me preguntó por ti… le dije que te habías quedado haciendo algo más…
-De hecho, lo hice… hablé con el señor Ozkan…
-¿Lo hiciste?
-Así es… quedó convencido… lo hará…- dijo y sonrió al ver la cara de sorpresa de él.
-Mi vida…- dijo él y ella alzó las cejas.
-¿Qué? - dijo ella al ver que él demoraba en continuar.
-Eres increíble… podrías haberte enojado y con razón, porque no estaba hoy… porque no te di explicaciones y me fui… y sin embargo…
-Cevdet… realmente no sabía que te sucedía… pero decidí que no quería perder tiempo, hacerme preguntas sin respuesta… e intenté hacer algo productivo…
-Amo eso de ti… esa sensación de seguridad que tienes… que infundes…
-¿Solo eso?
-Amo muchas otras cosas, además…
-¿Me amas a mí? - preguntó ella y él asintió, pero se quedó sin palabras…
Preguntas incómodas que tienen respuestas simples. Seguiré pronto con esta historia. Nos vemos en el próximo capítulo! Gracias por leer!
