La comitiva que estaba de camino de regreso a Konoha, escoltando dos familias civiles con intenciones de reubicación en la aldea , había sido asaltada por una banda de carroñeros liderados por uno o dos nukenin.
Intel había determinado que la fuerza de los asaltantes no parecía una gran amenaza, pero dado que los shinobis consistían en un genin de la familia Hyuga, que apenas se había graduado de la academia unos pocos meses atrás, una chunnin sensei que llevaba años sin hacer trabajo activo y cerca de diez civiles, eso dejaba en una posición de desventaja a Iruka Umino, quien había optado por una estrategia defensiva, utilizando un sello para ocultarlos en el nacimiento de una montaña, dentro de una cueva.
Shikamaru explicó todos los detalles que pudieron extraer de la situación. La cantidad de oxígeno disponible limitaba el tiempo de resguardo, y el chakra de Iruka si bien eficiente, era limitado.
Enviaron un grupo de cazadores ANBU de rescate, aún así cuando Tenzo usó a sus ninjas más veloces, la distancia y el tiempo no estaban de su lado.
Kakashi observaba el mapa desplegado en la mesa, como si al mirarlo lograse achicar las distancias. Era una maldita misión clase C, cómo había podido pasar eso.
-¡Rokudaime-sama! - Escuchó la voz de una mujer llamarlo, Kotetsu e Izumo habían aparecido escoltando a Hinata Uzumaki, que a pesar de lo abultado de su vientre se había movido con gran velocidad por la torre.
-Hinata-san, ¿qué haces aquí?- Inquirió Shizune, mirando con preocupación el estado de la kunoichi. Tan cerca de la fecha de parto, había prescripto reposo a la hereda Hyuga.
-Naruto! Naruto está cerca... Kakashi-san...
Hinata todavía agitada, se acercó hasta el mapa señalando un punto, a pocos kilómetros de distancia desde dónde habían recibido la última ubicación de Iruka y los demás.
-Me envió un mensaje hace unas horas, está volviendo de su última misión y decidió adelantarse por... el bebé y eso.- Señaló a su barriga.
Izumo se apresuró a acercarle una silla, para que la esposa del futuro Hokage pudiera sentarse. Ella le sonrió en agradecimiento.
-Sakura... Sakura viene del norte, aquí.- Shizune señaló otro punto en el plano.- Sasuke está con ella. ¡Kakashi!
-Es más fácil interceptarlos a ellos para que cambien su rumbo y lleguen antes que el escuadrón de rescate.
-Naruto ha estado trabajando muy duro para aprender el Hiraishin no jutsu,- confesó Hinata. - Debería ser el primero en recibir el mensaje.
-Ese idiota, le dije que era peligroso.- Masculló Shikamaru por lo bajo, pero Hinata le palmeo la mano, su expresión de confianza lo relajó un poco.
-Que intercepten a Naruto primero. - Ordenó Kakashi, la sala había quedado quieta bajo el tono comandante del líder. -Gracias Hinata.
La kunoichi asintió, una sonrisa preocupada en su rostro. Shizune se ofreció a acompañarla de regreso a su casa, pero ella decidió quedarse, Iruka-sensei era su familia, así también como el pequeño Kimori Hyuga, hijo menor de uno de sus primos.
Kotetsu e Izumo desaparecieron para volver al poco rato con una bandeja con té, para la kunoichi y los demás nerviosos en la sala. Podía ver por el movimiento de dedos en Shikamaru, que moría de ganas de prender un cigarrillo.
Kakashi decidió que ésta era la peor parte de ser Hokage.
En otros tiempos habría salido él mismo a rescatar a Iruka, en otra situación no se tendría que quedar ahí, en esa habitación esperando con sus asistentes y kunoichis embarazadas. Él mismo traería sano y salvo a Iruka y mataría con sus manos a cualquiera que lo intentase impedir.
Cuando uno de los guardias le acercó la taza de té, la tomó por inercia. Sin poder quitarle la vista al líquido, un pensamiento intrusivo entró en su mente.
¿Y si no llegaban a tiempo?
Si Naruto no llegaba a tiempo, si los ANBU no eran lo suficientemente veloces. Si en realidad Sakura y Sasuke estaban a mayor distancia de la que Shizune calculaba. El chakra de Iruka se acabaría.
La falta de oxigeno se llevaría primero a los civiles, pero los shinobis no tardarían en sucumbir.
Iruka podía morirse esa misma noche.
Después de múltiples invasiones, sobrevivir a una guerra, Iruka podía morirse de la forma más estúpidamente heroica. Salvando unos civiles, uno de sus alumnos y una colega, porque Kakashi había firmado pasivamente la órden de la misión para sacarlo de su vista y evitar la tentación.
Por su debilidad y estupidez, Iruka podía morir esa noche. Su chakra se agitó y la taza de té estalló en su mano.
-Voy a ir a buscarlo.- Murmuró, sin enfocar la vista en nadie específicamente. La puerta era lo único que lograba ver con claridad.
-Kakashi-san, la misión pasó de clase C a B, sin embargo, hemos enviado a un escuadrón ANBU con el respaldo de tres de los shinobis más fuertes de toda la aldea. Tranquilízate. - Pidió Shikamaru, descruzándose de brazos y mirándolo con cautela. - Si además el Hokage abandona la Aldea quedaríamos en un estado vulnerable.
Por supuesto que su asistente tenía razón, pero eso le importaba muy poco. Se descubrió pensando que preferiría ver a Konoha en llamas antes de perder a Iruka.
-Voy a traerlo yo mismo... él, el no se va a morir esta noche.
Su chakra se agitó más y antes de abandonar el cuarto tenía a Genma, Tenzo y un tercer ANBU sugentandolo por el cuerpo. Shizune se había ubicado bloqueando la puerta y Shikamazu delante de Hinata, en actitud protectora.
-Senpai.- Murmuró Tenzo a su oído.- Tienes que permanecer aquí, la aldea te necesita.
-Iruka me necesita.- Replicó, con veneno en la voz.
Estaba empezando a alterar a los demás en la sala, podía notarlo por la expresión de preocupación en los presentes. A su lado, Tenzo se mantenía aún tranquilo.
-Piensa en lo que él preferiría en estos momentos.
Aquella frase lo contuvo. Se imaginó el rostro de Umino Iruka, esa sonrisa y esos ojos brillantes que con voluntad lo retaban a ser la mejor versión de él mismo. Iruka no querría verlo abandonar su aldea, ni dejar desprotegida a su gente amada.
Se le aflojaron las piernas y cuando sus ANBU lo soltaron, terminó de caer de rodillas en al suelo.
-Oh...¡Oh por Dios! - Exclamó Shizune, Kakashi levantó los ojos y vio todas las miradas en él. Su expresión de preocupación había mutado a una de sorpresa.
-No puedo creer esto...- masculló Shikamaru, frotándose los ojos sonando frustrado.
-¿Por qué nunca se lo dijiste, imbécil?
Genma estaba rompiendo al menos tres reglas del escuadrón ANBU al levantar la voz, gritar y llamarle imbécil al Hokage en frente de su capitán. A nadie le importó en ese momento, porque todos parecían tener la misma pregunta en su cabeza.
Hinata se llevó la mano al pecho y pareció darse cuenta de lo que sucedía.
-¿Por qué nunca le dijiste que lo amas? - Volvió a preguntar Genma, que estaba al borde de cumplir su promesa y darle una paliza al Rokudaime frente a todos los demás.
Kakashi abrió los ojos, shockeado por escuchar aquella pregunta. Parecía tan simple y sin embargo en su cabeza de genio se había complicado tanto durante esos años. Al punto de que ahora, todavía tenía una excusa más.
-El Hokage no puede tener ese tipo de relación con un ninja en actividad. - Recitó mecánicamente las palabras de Shizune y su maestra.
La médica apretó los puños y negó con fuerza
.
-¡Esto es distinto!
-Un Hokage puede enamorarse y casarse con un shinobi de Konoha, ¿no se supone que eres un genio, Rokudaime-sama?- podía notar la ironía en las palabras de Shikamaru.
Su expresión de sorpresa solo pareció frustrar más a los presentes.
-Kushina-san era una shinobi, también lo soy Kakashi-san, no pienso dejar de serlo incluso cuando nazca mi bebé. - Mencionó Hinata, con una sonrisa sonrojada y acariciándose el borde de la panza, en un acto reflejo.
Kakashi proceso sus palabras mientras se ponía de pie.
-Soy un idiota. - Sentenció, y escuchó un sonido de aprobación por parte del ANBU con máscara de oso.
