59 (60) Fantasmas Oculto
I. Campanas del Juicio.
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Con esas últimas palabras los entrenadores mandaron a sus pokemon a atacarles, varios de ellos actuaron por instinto y se abalanzaron contra ellos. Aunque todos ellos pararon en seco al estar unos metros más cerca de ellos, y sus rostros cambiaron a unos llenos de temor y miedo dando un paso atrás.
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El pequeño niño quedó sorprendido, todos los pokemon quedaron estáticos y algunos incluso retrocedieron. Por lo que el niño cerrando su ojo izquierdo y usando el ojo con flama morada pudo ver el motivo de ello. Una gran y extraña barrera en forma de burbuja con pinchos les rodeaba, y una gran sonrisa salía del rostro del pequeño con presenciarla.
– De verdad que me asombra, Monsieur Destiny. Sabía de sus misteriosas habilidades por los rumores que había oído, pero jamás pensé en lo hermosa y lúgubre aura que desprenden. Entonces así es como se siente el aura pura de otro tipo siniestro. –
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El pequeño disfrutaba con una gran sonrisa aquella sensación que desprendía aquella barrera, aunque también notó que se empezaba a encoger.
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– Que lástima, dura muy poco y debe costar tanto el mantenerlo. Pero veamos qué otras cosas puede hacer alguien al nivel de un campeón. –
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Un seviper con sigilo se deslizó por el suelo y saltando para dar un mordisco con un Colmillo Veneno, pero Destiny sin verlo disparó otra de sus balas atravesando el cráneo del pokemon convirtiéndose en forma energía y regresando a su pokeball.
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Aun así no era más que una distracción y es que a la dirección opuesta un Hariyama estiró su brazo y trató de aplastarlos con la palma de su mano aunque ambos solo saltaron a un lado y Destiny solo guardó su arma y metió las manos en los bolsillos de su saco.
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Hariyama lanzaba ráfagas de golpes a lo a bocajarro mientras que Destiny y Light esquivaban con elegancia y un tanto de fastidio, de igual manera los movimientos de Hariyama se hacían más predecibles mientras más a bocajarros lanzaba con desesperación.
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Alguien de gran tamaño como ese Hariyama gastaba mucha energía sólo moviéndose de un lado a otro persiguiendo al escurridizo sujeto en traje de gala, incluso Destiny podía notar el miedo en sus ojos al lanzar cada ataque esperando dar en el blanco y acabar con todo eso.
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– Cálmate, ¿Quieres? –
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Sonó una campana.
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Entre esquivar uno y otro ataque Destiny sacaba algo del bolsillo interno de su bolso y de un momento a otro el Hariyama aún en carrera paró en seco, sus ojos se perdieron y de repente cayó de espalda enfrente de Destiny antes de volverse en energía y regresar a la pokeball.
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– Guau... Usas otra arma, alguna más silenciosa o una para corta distancia. – El pequeño abría los ojos bastante sorprendidos, ni si quiera pudo ver lo que había pasado y no había oído el disparo de su arma, simplemente cayó sin saber el por qué. Por eso mismo el pequeño estaba aún más emocionado e impresionado. – Quiero verlo, quiero probar que no fue suerte. –
– De verdad no soportó a quienes pierden la calma. –
– ¡Burai! –
– ¡...! –
Dos bolas volaron a gran velocidad contra él, Umbreon al notarla iba a protegerlo pero con un "No" en la mente de Destiny como respuesta hizo que se detuviera y le dejara encargarse de ello. Las bolas sombras siguieron su curso hasta casi impactar con él, hasta que volviendo a meter su mano en el bolsillo de su saco.
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– Que remedio. –
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Sonó dos veces una campana.
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En un haz de luz todo se iluminó, y cuando se dispersó dicho destello más bolas sombras desaparecieron, y Destiny volvió a meter la mano en su saco de gala, aunque fijó su mirada en la dirección que habían venido y solo pudo ver un par de sombras desaparecer.
– (Tipo fantasma... Y tiene un ataque especial alto.) – Pensó Destiny al tener que estirar su muñeca mientras buscaba indicios de esos pokemon sin quitar la vista de los demás que le rodeaban. – (Tu izquierda.) –
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Umbreon acató y dio un salto hacia atrás esquivando un Cuchillada de lo que Destiny pudo identificar como un Persian muy extraño, con un rostro más redondo y una piel más azul grisácea el cual tenía un objeto equipado que Destiny reconoció como una Lupa.
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Ese extraño persian trató de atacarle con Garras Furia contra el Umbreon que al estar muy cerca y no pudiendo retroceder apenas pudo esquivar los cincos intentos.
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No tardó en intentarlo otra vez y cargando sus garras con energía transparente iba a impactarle, pero de un momento a otro Destiny y Umbreon cambiaron de lugares con el otro.
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Sonó cinco veces una campana.
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El extraño persian quedó dudoso con una extraña sensación en el cuerpo tras haberle atacado, era como si estuviera débil con el toque de algo frío y no entendía el motivo por el que la energía en sus garras se había ido.
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Umbreon apareció a tirarle contra la pared con un Juego Sucio protegiendo a su entrenador, aunque dos bolas sombras igual iban contra ellos.
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– Ahí están. –
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Sonó dos veces una campana.
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Las bolas sombras cambiaron de dirección de vuelta a donde vinieron a una mayor velocidad e impactaron en dos edificios haciendo daños leves al sitio, aunque luego de eso un par de Gengars cayeron al suelo antes de regresar a sus pokeballs.
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– Dos Gengar, que típico... – dijo Destiny de manera sería. – Para que traer un tipo débil al nuestro si conoce... Claro, distracción. –
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Una gran onda de sonido iba directo hacía ellos sin darle la oportunidad de esquivarla, no tenía nada con el que esquivar algo como el mismo sonido. Solo pudo crear la burbuja con picos alrededor de Light y él, y ver como ese ataque hacía ondas en la barrera mientras se reducía levemente.
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Cuando pudo ver el lugar de donde venía notó un... ¿Wigglytuff? Bueno, parecía normal viniendo de una Señorita Aromaflor que estaba cerca de ella, pero igual debía salir de ahí, o ese Vozarrón terminaría ocasionándole una desventaja.
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Tanto Destiny como Light se movieron al unísono a un lado y Umbreon pudo soltar una mini bola sombra que iba directo a la frente de Wigglytuff, los agudos oídos de Umbreon buscaban venganza por aquel gritó tan horrible.
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Un Bastiodon se puso enfrente de él mientras usaba Defensa Férrea y todo su cuerpo se cubría de otra capa de metal. El recibir el disparó lo hizo retroceder un poco, pero Wigglituff estaba a salvo y siguió atacando con el molesto Vozarrón.
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Light volvió adentro de la barrera de Destiny mientras evitando el ataque de dos Garra Brutas de un par de Zangoose que se le habían abalanzado encima. A la perspectiva de Destiny, estar rodeado era una desventaja que se podía considerar un tanto problemática, por lo que debía de salir de esa situación cuanto antes.
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– Light. –
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"A mí señal"
Umbreon salió de la barrera como si nada por detrás de Destiny, y con agilidad esquivó a dos estorbos de tipo agua que no aguantaron dos bolas sombras.
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El niño con aquella flama esbozó una sonrisa al ver lo veloz que se movía aquella sombra con anillos amarillos y ojos fieros con el color de la sangre mientras este se encargaba de otro.
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Fue una maravilla para él presenciar un gran salto lleno de gracia utilizando a un Machamp como plataforma luego de fusilarlo con una bola sombra justo en el corazón, y verlo soltar un gruñido o una clase de bufo en pleno aire viendo al Rey de la Pista.
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– Eso es... – Fue lo único que pudo susurrar al ver la escena enfrente de él, y es que Destiny logró salir de esa situación.
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En apenas unos tres segundos Destiny había quitado la barrera y dado un paso atrás, con la mira de su revolver en su propio Umbreon dejó en suspenso al niño pequeño al ver como la bala salió disparada hacía él.
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Todo para ver como Umbreon, que ya estaba rodeado del aura de tipo siniestro recibió el disparo, pero la bala rebotó perfectamente contra su piel como si esta se tratase de acero blindado.
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La bala rebotó y salió disparada con una nueva trayectoria golpeando justo en la cien a aquel Wigglytuff terminó por atravesarle la cabeza de un lado y saliendo por el otro.
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Eso no fue todo, ya que Umbreon cayó en picada creando una gran Bola Sombra que duplicaba su tamaño e incrustándosela en el lomo de Bastiodon, Umbreon dio un salto hacia atrás y cayó suavemente en el suelo antes que la Bola Sombra explotara levantando una cortina de humo.
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Momento donde los Zangoose intentaron aprovechar y cortar en dos al Umbreon mientras estaba distraído, cosa que no paso ya que con una voltereta hacía atrás Umbreon imitó el movimiento de su entrenador, y en medio del aire lanzó dos bolas sombras al suelo donde estaban en pleno giro. Esto provocó una explosión lo suficientemente fuerte para dejarle a los dos zangoose fuera de combate.
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– Vaya... –
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La mirada del Wigglytuff se perdió en el vacío, pero momentos antes de que se volviera energía, el pequeño niño con la flama en su ojo notó la cara de horror y sufrimiento que tuvo Wigglituff momentos antes de volverse energía.
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– ¡Incroyable! – El grito del niño llamó la atención de Destiny mientras este veía como algunos pokemon retrocedían al ver lo que él era capaz. – Los rumores que había oído de ti si son ciertos, pero es más sorprendente verlo por fin en persona. –
–... (Ya recolecte un poco de energía, pero no es suficiente aún.) – pensaba Destiny de manera tranquila mientras sacaba su revolver del estuche. – Vamos, dices que esto es por mí y hasta ahora solo mandas aperitivos para Light. Decías que ellos eran de lo mejor y hasta ahora no he visto mucha diferencia con algún otro aspirante (Hace tiempo que no llegamos a utilizarlas, pero creo que es la única manera de frenar su camino de una vez. Tampoco es que tenga otra oportunidad como esta, pero... ¿Eso es lo que está buscando?) –
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"Le das demasiadas vueltas al asunto, si lo tenemos enfrente de nosotros jugueteando no podría simplemente..."
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– (Aunque tentador, no podemos hacerlo.) – le regresó el mensaje Destiny con una sonrisa mientras veía a cada persona y su lamentable estado, cada uno parecía apenas poder mantenerse de pie y otros incluso otros no parecían comer en semanas. – (No es buena fama el que empecemos un Jeu de chasse con gente inocente, trata de contenerte un poco más que la mayoría son civiles). –
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"Bah... Huesitos tan débiles para mis dientes, y yo soy el que tiene que meterse eata basura a la boca"
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– (Supongo que hoy es el día, pero necesitamos recolectar un poco más de energía.) –
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– Vaya... En verdad... mes plus sinceres excuses, Monsieur Destiny. No esperaba esa respuesta y para serle sincero, me encuentro... Como se dice... Deprimido por ello. – decía el pequeño niño perdiendo la mirada en el vacío y quedando como otro zombi mas del grupo.
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Un entrenador guay salió del grupo de personas y poseía en su ojo derecho la flama de color morado. – Muchos de ellos han esperado esta oportunidad, el sueño que todos aspiran a tener e incluso harían lo imperdonable para ello. Eso era lo que quería la Fundación ¿no? Tener a miles bajo su sistema y la misma búsqueda absurda de ser el mejor. –
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–... (¿Qué?) – Destiny se quedó en silencio fijándose en el nuevo entrenador y preocupándose por las venas negras que crecían debajo de su ojo, pasaban por su mejilla empezando casi a pasar por el cuello y expandirse. – No sé a qué te refieres. (¿Puede cambiar de cuerpo a voluntad? Y el parasito se extiende muy rápido cada vez que cambia... Esto no estaba en el reporte de Ma'am Kyoko.) –
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– ¿No? Es curioso, sabiendo que como el Rey de la Pista, la mayor competencia internacional, usted es el símbolo insignia de la Unión internacional en búsqueda de la Paz y la armonía que une a varias naciones. Representas todo lo que está mal de él... –
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El entrenador de Elite cayó de repente al suelo y segundos después se levantó con la mirada pérdida, mientras que la misma risa en un tono de voz diferente. Al voltear Destiny fijó sus ojos y vio que ahora la flama morada se encontraba en el ojo derecho de una Señorita AromaFlor.
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– Como eran los dichos que tanto he visto en estas cabezas: ¿Atraparlos a Todos? ¿Ser el mejor? Ya son tantos que no veo cual es la diferencia entre uno y otro. Solo he podido saber que todos son igual de ciegos a la verdad. –
– ... –
– Usualmente esto habría asustado a cualquier otro, pero usted también lo entiende. – decía la Señorita Aroma mientras que Destiny se quedó completamente callado sin ver a los ojos. – Tanto sus ojos como el mío ven la verdad, la que nadie quiere ver, la que todos ocultan debajo de la realidad. –
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–... – Destiny guardó silencio sin voltear a verle, inclusive Umbreon veía el suelo con la mirada perdida.
– Tantas personas pintaron este mundo, cada uno dejó una marca. Esas marcas en el lienzo blanco dejan manchas y cada una hace que la siguiente cambie de color. – decía la Señorita poniendo una expresión tierna y sonrojándose levemente mientras ponía su mano en la mejilla. – El lienzo esta sobresaturado, la idea de la Liga resultó ser colocar una lona encima, ponerla en una esquina y pintar en un nuevo lienzo. –
– ... –
– El lienzo sigue escurriendo, la pintura gotea en la madera haciéndose un charco y crece hasta tocar los pies del pintor. Tarde o temprano, los pies del pintor crean pisadas de esas marcas y manchan el resto del cuarto. – Decía aquella mujer viendo el suelo y la expresión de su rostro cambio a una leve sonrisa, – Cada paso que doy en ese cuarto es para arreglar lo que hizo ese pintor, no importa llenarme las manos de la pintura de antiguas manchas hechas para arreglar el error de ese pintor. –
– ... –
– Como sabrán. Yo no estoy en contra de tu maestro, ni de tu familia. Creía haber sido claro con el mensaje: "No somos enemigos, solo limpiamos los restos". –
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Destiny esbozo una leve sonrisa ante esa hipocresía.
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– ¿Me puedes repetir entonces por qué estoy rodeado? – decía Destiny viendo a su alrededor. – Para ser alguien tan elocuente, te contradices a ti mismo en tus ideas. –
– Vaya... ¿En serio? – La Señorita Aroma cayó al suelo inconsciente luego de decir eso, y una voz masculina y gruesa empezó a hablar. Destiny identificó rápido de donde venía y notó a un karateka de edad mayor notando la flama morada en su ojo y las venas negras esparciéndose por debajo del cuello y pasando por el hombro. – ¿Podrías explicarme dónde? –
– Me tratas con respeto, dices que somos iguales y que me necesitas. Pero a la vez insultas a ese "pintor" que ha traído paz ha años de sufrimiento y dolor por esas "marcas" que dices. – Destiny tomó su fedora y bajo un poco la parte de adelante. – De cualquier forma, no estoy aquí para estrechar relaciones con terroristas, menos cuando tienes a tantas personas de rehén. –
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Una sensación abrumadora rodeo el ambiente. Como si todo se viera un poco más oscuro, se sintió un leve escalofrió como a las altas horas de la noche.
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– Vaya... Supongo que aún no este convencido, supongo que aún llevas mucha presión encima. En momentos que me encuentro abrumado me gusta un jugar un rato más. – dijo aquella voz antes de que el sujeto cayera al suelo y una voz más joven y suave se escuchará. Ahora el nuevo cuerpo era un Entrenador Guay. – Juguemos un poco más, y no te preocupes que estos cuerpos pueden aguantar un poco más de juego rudo. –
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El disparó de una Bola Sombra junto al sonido de una explosión llamó la atención de Destiny y notó como la silueta, de lo que podía deducir era un Empoleon regresaba a su forma energía y salía disparada en una dirección.
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Aun así, otros dos pokemon lanzaron un gran chorro de agua a alta presión que obligó a Light a ponerse enfrente de su entrenador y soltando la luz de sus anillos la barrera en forma de burbuja morada con picos los rodeó a los dos.
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Dentro de dicha burbuja podía escuchar como el agua la golpeaba y esta lentamente reducía su tamaño hasta que el ataque cesó, y a lo lejos podía identificar a esos dos pokemon como un Vaporeon y un Feraligart.
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– Vaya, esto es una sorpresa. No paso lo mismo como las Bolas Sombras. – decía el Entrenador Guay viendo la barrera disminuyendo. – Tampoco lo pudiste esquivar, por eso usas el escudo. –
– ... –
– Fue muy rápido para responder las Bolas Sombras y Garras Furia de Persian, pero no pudo hacer lo mismo con Hidrobombas. Eso me hace preguntarme el por qué. – decía el Entrenador de Elite con un tono sarcástico poniendo su mano en su mentón mientras se sentaba en un banquillo y cruzaba las piernas.
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– ¿Será que usted puede repeler... No, repeler no, anular los ataques en base a la energía? ¿No puede "anular" los ataques hechos con elementos naturales como el fuego, el agua o incluso la planta? –
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El Entrenador de Elite vio a donde Magmortar y Electivire habían atacado "acorralando" a Destiny con sus ataques y notó que donde el suelo seguía intacto tenía una forma constante de un círculo.
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Así supo que en ese momento uso la barrera para protegerse y que luego de que Umbreon se lanzara a atacar la burbuja perdió mucho tamaño y el suelo parecía menos afectado mientras más se acercaba al centro y con ello a Destiny.
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– También puedo notar que esa burbuja tiene algo... Interesante, aparte de emites la misma esencia o tipo de aura que mi persona. – decía el Entrenador Guay analizando y notando que Destiny no parecía hacerle caso alguno. – Impenetrable ante el exterior, capaz de repeler ataques de gran nivel en escala humana como los de estas personas, aunque si pareces poder oírme. –
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– Tu silencio… solo ahorras palabras al contador, pero es un poco tarde para cubrir las técnicas que el pintor traspasó al siguiente en su cadena. – Destiny volteó levemente a verle aclarándole que si lo podía escuchar. – Ya conozco la notable ventaja del escudo y a la vez su notable debilidad. –
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– Pero me gustaría comprobarlo. –
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Con un chasquido de los dedos, un Exploud dio un paso hacia adelante e inhalando una gran cantidad de aire alertó a Umbreon y a Destiny que deshicieron la barrera y saltaron para evitarlo.
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– Predecible. –
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Fue muy tarde para actuar cuando se dio cuenta que las nubes grises se habían vuelto negras antes de que todo el lugar se iluminara y gran trueno descendiera desde el cielo hacía ellos.
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No hubo choque y el mismo rayo de luz amarillo que descendió volvió al cielo en un color morado y disperso las nubes en una onda eléctrica que regresó por unos segundos el cielo azul, aunque fuera un pequeño tramo de cielo.
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Umbreon se había vuelto a rodear con la barrera pero apenas llegaba a rodearle unos centímetros a su alrededor, mientras que Destiny había quedado estático en plena pose que podía confundirse como la de película de samuráis, con la excepción de que en su mano no llevaba una katanna o algo parecido, sino un pedazo de metal que el mismo Entrenador de Elite se sorprendió de ver.
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En su mano tenía una simple cuchara torcida. Esa era su magistral arma.
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– Esto... Vaya, eso no lo esperaba. –
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Todos los pokemon quedaron sorprendidos al ver lo que había pasado, hasta que el sonido de varias Bolas Sombras golpeó a un grupo compuesto por un Magnezone, Magneton, Luxray, Magnetric y algunas de sus pre evoluciones que volvieron a su forma energía y luego de vuelta a su pokeball.
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– Con lo que vi podría decir que lo reflejó a la perfección, pero si fuera así entonces sería tipo eléctrico y no siniestro. ¿Me equivocó, Monsieur Destiny? –
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– ¿Entonces no hay respuesta? Es una pena, ya que no se si impresionarme por cómo se deshizo de cinco Truenos en cadena con tanta facilidad, o que lo haya hecho con una cuchara torcida. –
– ... –
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Un Breloom harto de esperar y temer se abalanzó para acabar con todo eso y salió disparo contra el Umbreon. Cortó la distancia en un segundo y antes que Umbreon pudiera reaccionar a tiempo y lo recibió en todo el rostro. Destiny solo bajo la cabeza ante ello, mientras que el Breloom también se encontraba sorprendido de haber dado en el blanco. Destiny vio cómo su Umbreon logró levantarse con esfuerzo y agitando la cabeza para volver en si notó al Breloom enfrente de él. Por lo que soltando una aura morada a su alrededor se lanzó contra él y lo mandó a volar directo a su pokeball.
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– Bueno, yo esperaba ver que era lo que pasa con esa barrera cuando se hace tan pequeña. – decía el entrenador Guay. – Si se rompería y lo dejaría vulnerable o si ocurría algo más. Aun así el saber que los ataques, con lo que ustedes dicen, ¿prioridad? Tiene límite de tiempo, de espacio y al parecer no puede usarlo contra la prioridad, es muy interesante. Aunque también me gustaría probar algo ma... –
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Del lugar donde estaban Destiny desapareció y notó como Umbreon luego de aquel ataque había ido en contra de ellos y en una respiración acabó con varios pokemon con el mismo Juego Sucio. Para la sorpresa del entrenador notó que el Umbreon corrió por la pared y llegando a la cornisa del edificio notó que ahí estaba Destiny.
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Sin vacilar algunos pokemon lanzaron ataques contra ellos dos, pero Light fue más rápido poniendo la barrera protegiéndolos de ataques de todo tipo. En esas fracciones de segundo Destiny guardaba la cuchara torcida en su bolsillo mientras todos los pokemon lo veían sin ningún rasguño luego de eso, mientras que toda la cornisa apenas se sostenía.
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– (Light.) – Destiny levantó la parte de arriba de una fedora y fijando en su vista al frente. – (¿Tu qué opinas al respecto?) –
–... – Umbreon guardó silencio ante lo que se refería viendo el suelo. – Bura... –
– (Si, pensamos en lo mismo). –
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"Quiero un Mundo donde no haya más dolor y conflicto, en el que pueda levantar la vista al cielo y saber que los que vengan después de mí no tendrán que tener la sangre de otros en sus manos."
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Palabras vinieron a su mente.
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Light tardó unos segundos en quitar la barrera dándole el tiempo a Destiny en pensar lo que debían hacer, pero solo podía leer en su cabeza las palabras del mencionado "pintor" en su cabeza
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Era como si no estuviera pasando nada, simplemente recordaba esas palabras en su cabeza y ni siquiera su expresión cambiaba con ello, solo estaba recordando las palabras del "pintor".
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"Uno donde en vez de dolor haya sonrisas, uno en el qué no se deba pelear si no es necesario, uno donde tengan el derecho y el beneficio de elegir su propio camino, y ver el Amanecer en el Nuevo Mundo. Por ello es que luchó con todo lo que tengo y entregare todo lo que soy para que los que vengan después de mí vean ese mismo Amanecer."
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– Me has preguntado bastante desde que llegue aquí, pero no me has dicho lo más importante. – Decía Destiny desde la cima del edificio mientras que de su bolsillo sacaba una moneda de plata y la levantaba ante la vista de todos. – Dime la verdad absoluta...
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... ¿Crees en el Destino? –