Aquí les va un one shot de los 3 años.

Espero lo disfruten.

Si se hace popular, podría alargarlo.

Fanfic registrado.
No puedes reproducir la historia sin darme créditos.
Número de registro: 2309205360970.


Los 3 años.


La historia de Bulma y Vegeta comenzó en un momento de gran tensión en el mundo de Dragon Ball Z. La Tierra estaba en perfecto estado, pero la amenaza de los androides acechaba en el horizonte. Trunks del futuro había llegado con un sombrío mensaje: dentro de tres años, los androides llegarían para destruir la Tierra.

En la Corporación Cápsula, a Bulma no le quedó de otra más que esperar a que sus amigos se volvieran más fuertes y pudieran vencer a los androides. Mientras tanto, Vegetas estaba obsesionado con su objetivo de convertirse en Super Saiyajin para estar listo para la batalla que se avecinaba.

Bulma permitió que Vegeta se quedara en la Corporación Cápsula para aprovechar su tecnología avanzada y ayudarle en su entrenamiento. Aparte de que era mejor tenerlo vigilado porque no sabía de lo que príncipe podría ser capaz.

Sus interacciones eran tensas al principio, sin embargo, a Vegeta le agradaba que la peliazul no se amedrentara por su forma de ser, al contrario, pronto comenzaron a compartir más tiempo juntos.

Las noches en la Corporación Cápsula eran particularmente inquietantes. Después de agotadoras sesiones de entrenamiento, Vegeta regresaba a su habitación con el ceño fruncido y la ropa empapada de sudor. Bulma, preocupada por su bienestar, a menudo le preparaba una taza de té para relajarlo, cosa que le extrañaba al príncipe, pero lo permitía porque era una atención que jamás en la vida había disfrutado, su pasado estaba lleno de matanzas y guerra, solo sangre y maltratos.

Una noche, mientras estaban en la cocina, Bulma miró a Vegeta y le dijo suavemente: "Sabes, Vegeta, aunque tienes una actitud de indiferencia total, estoy agradecida de tenerte aquí. Tu determinación me inspira".

Vegeta, la miró directamente y asintió. Aunque no sabía cómo expresar sus sentimientos, sabía que había encontrado en Bulma algo más que una aliada en la batalla. Para no incomodarse, simplemente no se cuestionó lo que sentía por la chica.

A medida que pasaba el tiempo, Bulma y Vegeta encontraron un equilibrio en su convivencia. Ella seguía trabajando, junto con su padre, en la tecnología que podría ayudar a Vegeta a derrotar a los androides, y él continuaba con su entrenamiento intensivo.

Una noche, después de una cena relajada, Bulma se quedó despierta en su habitación, pensando en la compleja relación que había desarrollado con Vegeta. En la habitación contigua, Vegeta también estaba despierto, empezando a reflexionar sobre Bulma. Le parecía inteligente y sumamente atractiva.

En silencio, se levantó de su cama y se dirigió al pasillo. Cuando Bulma abrió la puerta de su habitación, se encontraron en silencio durante un momento antes de que Vegeta se acercara y la besara con pasión.

Esa fue la primera noche que compartieron juntos, una noche que marcó el comienzo de una relación más que profunda y complicada. Aunque las palabras no se dijeron, sus acciones hablaban por sí mismas.

Los días en la Corporación Cápsula se convirtieron en una mezcla de entrenamiento, construcción de relaciones y momentos robados de intimidad. A medida que pasaba el tiempo, su vínculo se fortalecía. A pesar de las diferencias en sus personalidades y objetivos, su amor se volvió un elemento inesperadamente importante en sus vidas, demostrando que incluso en un mundo lleno de batallas épicas, el corazón encuentra su camino de la manera más inesperada.


Eso fue todo por ahora.

Recuerden que pueden saber más de mi en: El harén del Príncipe Vegeta.

Abrazo.