Hola a todos, gracias por sus comentarios y por leer. Me temo que dos capítulos por mes está siendo demasiado dóificil así que volveremos a uno por mes. Debo hacer informes semanales en el colegio y como se me llevan las ganas de escribir.
Este capítulo fue difícil de escribir, como que no se siente como yo, pero tal vez estoy loca.
Publico hoy en honor al cumpleaños de Hermione :D

Criztal Moon: No te imaginas lo mucho que me motiva, los leo siempre que voy a sentarme a escribir para darme animos. Bueno déjame decirte que has logrado varias inferencias, sobre todo lo que tiene que ver con que algo pasó en la biblioteca en el verano y que ambos lo han olvidado. Espero que disfutes este capítulo. No pasa mucho, pero vamos avanzando.

DarthLeia19: jajaja. por lo general no soy fan de los slow burn, pero mirame aquí escribiendo un super extra slow burn. Lamento la espera. En este tampoco pasa mucho, pero van teniendo progreso.

ariadne cullen: No sé si esto es lo que esperabas de la carta de Ginny. No creo que este sea el medio por el cual Ginny pueda obtener mucha información de Hermione, pero espero que lo disfrutes y que me digas qué piensas.

Dafne Snape: Bienvenidad y gracias por comentar. De verdad me hace muy feliz. Buenos sobre Ron, sí se trata de un imperio, ahora sobre quién... Severus está vivo hay un personaje que canonicamente muere pero va a ser responsable de este ataque. ¿Se te ocurre quién? y más importante aun ¿Cuál fue la orden que le dio a Ron? Es muy chistoso porque justamente Hermione se pregunta cómo es que el no se ha dado cuenta si la lee tan bien. Ese "te leo" fue como recibir un abrazo. Besos

Capítulo 17

Hermione se sorprendió al encontrar a Cerveza descansando sobre el escritorio de su profesor. No esperaba que Ginny respondiera tan pronto. Tomó entre sus manos el sobre que había bajo las patas de la lechuza.

-Te daré algo de comer cuando las aguas estén más tranquilas- le dijo refiriéndose al temperamento del pocionista. En la cara del sobre decía Leer a solas. Su labio inferior quedó atrapado entre sus incisivos. ¿Y si era un vociferador? Abrió el sobre con cuidado y respiró tranquilamente cuando notó que contenía un pergamino común y corriente, bastante más extenso que el último que recibió y no estavo muy segura de si era o no una buena señal.

****
¿ERA NECESARIA LA EXPLOSIÓN? ¿NO SE TE OCURRIÓ PONER UNA ADVERTENCIA? MERLÍN, HERMIONE, CASI ME DA UN INFARTO.

Ahora sí,

Querida, Hermione -.-"

Voy a empezar con lo más cotidiano.

Mamá y papá envían saludos y están felices de que el incidente con la poción vaya por buen camino. No te preocupes, no les dije exactamente de qué se trataba, pero algo tuve que decirles después de que casi nos matarás a todos del susto. Cuando mamá vio tu letra en el sobre, lo único que le impidió quitarme el pergamino de las manos fue ver que lo habías protegido. (Te doy puntos por eso). Ni hablar de lo difícil que fue que creyeran que solo decías que estabas bien, tuve que inventar que te estabas quejando del profesor Snape y que por eso tenías tanta seguridad. Ahora bien, sobre Ron, no merece mi tinta, si dices que no es momento, entonces no lo es. Tú sabrás cuando.

A lo importante…
¿No se te ocurrió que hubiera querido leerla un par de veces más? Había tantos detalles importantes, pero del shock solo me quedó la premisa "debo confesarle a Snape que estoy enamorada de él o moriré". ¿CÓMO VAS A SOLTAR ESA BOMBA? (literal y metafórica -.-". Honestamente, Hermione, lo que más molesta me tiene es no poder volver a leer tu carta, hasta pienso que me lo imaginé todo.) ¿CÓMO VAS A ESPERAR QUE SE ME QUEDE TODA LA INFORMACIÓN A LA PRIMERA?

Ya estoy tranquila otra vez…

Primero, deja de ser tan autodestructiva. Eres bellísima y Snape podrá ser muchas cosas, pero no es ciego. A menos que tantos vapores de pociones le envenenaran el cerebro y le distorsionaran la percepción de la realidad, el hombre no tendría oportunidad de objetivamente, si fuera honesto consigo mismo, negar que, en efecto, eres una mujer hermosa. Además, es un hombre, malhumorado y todos los defectos que quieras, pero hombre a fin de cuentas. Antes de que digas nada, no te estoy diciendo esto porque sea tu amiga y quiera reconfortarte, sino porque es la verdad y tienes que escucharla, o leerla, de alguien más porque tú no te lo vas a decir.

Ahora (inserte gran suspiro), eso por sí solo no es suficiente. Él no parece un hombre de los que solo se fija en la apariencia y seguramente necesita sentirse atraído intelectualmente y, aunque te falte mucho por aprender, creo que el hecho de seas una "insufrible sabelotodo" les puede abrir una gran cantidad de temas de conversación, solo si haces las preguntas correctas, claro.

En definitiva, si tu vida está en riesgo, no es algo que puedas quedarte esperando a que se te pase o que él haga algún avance (como si fuera posible que el hombre se permitiera ir en búsqueda de un poquito de felicidad). Seguramente está tan acostumbrado a sentirse miserable que no lo intentaría. Además, ¿qué te hace pensar que no tiene algunas de las inseguridades que tú tienes? Sobre su edad y que seas su estudiante, también tiene espejo ¿sabes? Debe estar advertido de que no es el hombre más atractivo del mundo, ni por error, aunque fuera el único hombre sobre la tierra seguiría siendo difícil afirmar que tiene algún encanto. Pero, cada quien decide lo que pone en su plato… Mi punto aquí es que tienes que hacer algo.

Creo que me pediste algunas ideas, pero ¿cómo saberlo -.-"?

Creo que tienes que seducirlo. No va a ser fácil. Sí, ya sé que ya sabes eso. Miralo de esta manera. Vas a seducirlo, pero el objetivo no es seducirlo. No de manera directa, o sea, si lo logras en el proceso, pues mejor. La idea es que puedas notar en sus reacciones si él tiene algún interés hacia a ti para que te llenes de confianza y te decidas a decirle lo que sientes. Y si, por el contrario, te convences de que no te ve de esa manera, puedes prepararte para lo peor y te sentirás más preparada para que te diga que "no" a su manera.

No paro de pensar en lo que yo haría si estuviera en tu lugar, pero creo que no es el enfoque adecuado, creo que mis formas lo incomodarían y solo se alejaría o atacaría. Por eso, no puede ser a mi manera, sino a la tuya. Debe ser como quien no quiere la cosa. No sé si me entiendes. Piensa en la delicadeza de las veelas. El único ejemplo en el que puedo pensar es Fleur, la forma en que inclina su cuerpo al hablar, los movimientos de sus manos y la forma de buscar contacto, tú sabes de qué hablo... Esto de la sutileza es un arte que claramente no poseo. Mi recomendación es que hagas tu mejor intento desde esta estrategia.

Ahora, si te sientes un poco más… intrépida… Te hice un regalo, en realidad era para Harry, pero él ya tiene varios de estos así que creo que tú le darás un mejor uso.

En el sobre donde venía el pergamino hay una pluma de Cerveza. Asegúrate de estar a solas antes de transfigurarla en tu én, te dejé otra nota ahí con mi idea.

Quiero que me mantengas informada y sin explosiones la próxima vez. Creo que con que solo sea legible para mí, es suficiente.

Sé que no soy de mucha ayuda, pero quiero añadir que creo que el profesor Snape podría ser el hombre adecuado para ti, dudo que alguien de nuestra edad logre estimularte mentalmente a ese nivel.

Para ser honesta, estás en un punto donde no es seguro que te matará primero: si la poción, el desamor, el rechazo o el profesor Snape. Sin embargo, confío en que si alguien puede ayudarte, ese es él. No quiero que mueras. Dile eso, que no quiero que mueras.

Te extraño,

G

****
Hermione terminó de leer la carta de su amiga. Una sonrisa se le dibujó en el rostro. Tener a Ginny apoyándola la llenó de valor. No se le había ocurrido pensar que el profesor Snape podría tener inseguridades como ella. Su amiga tenía razón y de hecho, tal vez para él era un poco más complejo. A los ojos de la sociedad, y con su reputación, podría especularse abuso de poder de su parte durante los años que ella fue su alumna y era menor.

Hermione sabía que no era fea, pero no era precisamente una belleza. Dejó salir un suspiro resignado. En el remoto caso de que su profesor pudiera encontrar que físicamente era lo suficientemente tentadora para dejar de verla como la insoportable alumna sabelotodo mejor amiga de Harry Potter y empezara a considerarla una mujer, estaba segura de que el hombre sería capaz de lanzarse varias maldiciones a sí mismo para castigarse por tal perversión. Dejó salir otro suspiro. Sin importar el punto desde el que observara el panorama, este se ponía cada vez más gris.

"¿Un regalo para Harry al que ella podría darle un mejor uso?" pensó mirando la pluma al fondo del sobre. Era hora de volver a la habitación privada del pocionista. Se mordió la piel interna de la mejilla.

****
Una vez el sonido de los pasos se hizo lejano y desapareció, estuvo listo para encargarse de la situación. Abrió los ojos y se sentó recostándose en la cabecera de la cama. Una dolorosa y familiar sensación en su entrepierna le advertía que debía moverse cuidadosamente. Estaba seguro de que su alumna no lo había notado, lo cual era, en definitiva, un ligero alivio. Sin embargo, no dejaba de repetirse a sí mismo que sentirse de esa manera por su alumna 19 años más joven que él, era lo único que le faltaba a su lista de crímenes para convertirse en la persona más despreciable que conocía, superando a la sádica de Bellatrix, al manipulador de Dumbledore y al genocida de Voldemort.

Dejó salir un suspiro y emprendió el camino al baño. Tal como el día anterior, por muchos intentos que hiciera, su cuerpo no le mostró clemencia, sabía muy bien lo que quería y le exigió dejar volar su imaginación. La escena del casi beso que había ocurrido hace unas horas lo inundó. Los rizos de la castaña que caían sobre su rostro, los labios rosados y húmedos, el aroma dulce de la miel y la tentación de los frutos rojos embriagando su agudo sentido del olfato.

****
Después de que ella tocara, él le concedió le concedió la entrada. Los elfos ya habían traído el desayuno. Cerveza graznó desde el despacho y Hermione tomó un trozo apropiado de jamón y lo levito hasta el lugar donde reposaba la lechuza.

-¿Noticias de Ginevra?- la ceja levantada de su profesor le llamó la atención.

-Sí, señor. Se siente aliviada de que usted me esté ayudando- mintió descaradamente mirando a la comida para disimular

-¿Aliviada?- levantó un ceja en señal de incredulidad. Él podía leerla tan bien ¿cómo era que no se había dado cuenta de sus sentimientos?

-Bueno, dice que no sabe si puede estar segura de que usted no vaya a matarme primero que la poción- ella soltó una risita nerviosa y él la estudió frunciendo el entrecejo- también me pidió que le dijera que ella no quiera que yo muera. Aunque, dijo que confía en que si alguien puede ayudarme, ese es usted. - Definitivamente eso de poner cargas y responsabilidades sobre sus hombros era intrincado en la casa de los leones.

- Sí, eso suena más verosímil- él también rió entre dientes- yo tampoco quiero que muera, señorita Granger- su voz salió tan parca que fueron los gritos de las divisiones las que le hicieron entender el sentido de las palabras que acaba de escuchar.

Tomó una respiración profunda y cerró los ojos. Se pellizcó el tabique y su cuerpo se inclinó hacia adelante "paren", pidió. La presión en el lóbulo frontal la hizo soltar un quejido. -Paren- su voz sonaba suplicante.

-¿Granger?- el pocionista se precipitó hacia la joven cuando la escuchó quejarse. Se sentó junto a ella en el mueble de dos puestos y la empujó hacia atrás para que se recostara en el espaldar.

Cuando el cabello dejó de hacer sombra en su rostro, Severus notó el hilo rojo corriendo desde su nariz hasta la mandíbula. Había un gesto de dolor marcado en sus facciones y sus ojos estaban apretados. La respiración empezó a agitarse. Inclinó la cabeza hacia el lado donde la sangre estaba saliendo y la limpió con una servilleta. "¿Qué está pasando?" Se preguntó.

-Paren, haz que pare- la Gryffindor gemía suplicante. El dolor que podía percibir lo llenaba de angustia. La aprisionó en un abrazo contra su pecho. "Paren" repitió en su mente suplicando para que lo que estuviera pasando se detuviera. Sintió el cuerpo de la joven relajarse.

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Sentí las divisiones revolotear en mi interior, primero fue como una caricia, una ilusión, una celebración y me hizo reír. Luego la sensación cambió y ahora estaba quemándome, congelándome, mareándome, ahogándome. Empecé a agitarme. Los estantes de la biblioteca empezaron a temblar y la luz dentro de la sección prohibida titilaba, no podía verlo, pero podía sentirlo. "Paren" les pedí. "No somos nosotras" respondieron. "¿Qué está pasando?" Sentía que mi cabeza iba a explotar. "Paren". La de los ojos felinos apareció frente a mí "haz que pare" le supliqué. La de los ojos dilatados también apareció. La naríz les estaba sangrando, la mía también. "Tienes que volver" me dijeron "el cuerpo no sobrevivirá si no regresas".

-¿Granger?- Era la voz del profesor snape. Sentí su aroma y sus brazos a mi alrededor

-Profesor- dije con mi respiración aun agitada. Lo sentí empujarme suavemente fuera de su agarre y recostarme en el espaldar del mueble.

-¿Qué pasó?- preguntó, sonaba tranquilo y calmado

-No sabemos- respondí. Empecé a llorar - No sé ni por qué lloro- me reí con las lágrimas cayendo. Llevé las manos a mi pecho- Es... esta sensación- jadeé- como si algo faltara, un vacío, un agujero, un vértigo, como un duelo constante- abrí mis ojos, él me miraba fijamente, no pude distinguir sus gestos porque lo veía borroso. Mi boca se hizo un puchero en un intento de parar de llorar. Lo que sucedió después me tomó por sorpresa.

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Mis brazos actuaron sin detenerse a pensar por un instante y cuando abrió los ojos la atraje hacia mi pecho en un abrazo. Esta vez era yo quien lo necesitaba. Necesitaba la ilusión de que podía protegerla, de que podía consolarla, de que no la perdería. Sus brazos me rodearon por la cintura.

-Debe comer, Granger- le dije cuando su respiración se reguló. Ella asintió contra mi pecho.

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No hablaron de lo sucedido. Tampoco volvieron a dormir juntos y él apenas si la miraba. Ninguno de los dos parecía tener idea de lo que había provocado ese episodio y hablar de ello solo les haría perder la esperanza. Así que, se dedicaron a continuar con el plan para regresar las memorias a los padres de la joven Gryffindor.

Para el 18 de diciembre, ya habían construido los hilos de recuerdos. El pocionista le había ayudado a duplicar el que ella había creado para entregar con mayor facilidad uno a cada uno. Además, la poción estaba a la mitad y era momento de salir a buscar las raíces de pino y congelarlas sin dejarlas morir para que almacenara la virtud de origen.

-¿Ya terminó?- la voz grave de él, la hizo sobresaltarse. Ella asintió. Tenía puestas varias capas de ropa para salir a buscar al bosque. Eran las 3 de la mañana.- Bien, ¿recuerda todo lo que le dije?

-Sí. Tenemos que llegar al claro de los pinos antes del amanecer para solicitar a la naturaleza que nos permita cortar una de las raíces. Lo que no entiendo es ¿por qué no usamos un hechizo térmico?- le dije cerrando el abrigo de piel de dragón que él había encogido para mí. Dejó salir un gran suspiro.

-Lo usaremos, Granger- él cerró su propio abrigo y deslizó mi varita en su manga- Lo que tal vez no sepa, es que lo hechizos térmicos son una ilusión, engañan la percepción del cuerpo y usualmente se usan en condiciones en las que la temperatura, si bien es molesta, no causará la muerte. Este no es el caso- yo asentí.

-No lo sabía- admití

-Que no la haga sentir menos- dijo y me sonrojé- no muchos magos han experimentado el hechizo en tales condiciones. Es por eso que también debemos protegernos del frío de manera física. Si el frío llegara a ser demasiado, el hechizo no permitirá que el cuerpo lo advierta y fácilmente podría morir de hipotermia- Yo asentí. Tenía mucho sentido. El hechizo de calefacción o el de enfriamiento funcionaban como una descarga muy efímera que sí afectan el cuerpo, no solo desde la percepción sino desde lo real, pero no puedes usarlos muy seguido precisamente por lo mismo. Por eso, se usaba el térmico con mayor frecuencia.

-Creo que ya podemos irnos- él se acercó a mí y acomodó mi gorro para que cubriera bien mis orejas. Tomó una de las bufandas que tenía sobre sus hombros y la puso sobre los míos.

-Cubra su boca- fue como si me hablara en otra idioma, puse mis manos sobre mi boca y frunció el entrecejo

-¿Qué?- pregunté. Bajó mis manos con una de las suyas. No hubo resistencia de mi parte. Le dio una vuelta a la bufanda y acomodó una parte sobre mi cara de tal forma que cubría mi nariz y mi boca. Él se dio la vuelta e hizo lo mismo con la suya y caminó hacia su despacho.

Lo seguí sintiendo mi cara arder. Según la recomendación de Ginny era yo quién debía ponerlo en este tipo de situaciones de contacto para ver cómo reaccionaba, pero no estaba funcionando. El hombre es un experto oclumante y a penas si la determinaba desde el último episodio. Fueron solo un par de días, no debía exagerar, pero ahora él dormía en su despacho y le había puesto un hechizo de monitoreo para ir a verla en caso de que sus signos vitales resultaran alarmantes. Eso, y que mientras preparaban la primera parte de la poción no la dejaba acercarse. Siempre se movía a hacer otra cosa o le decía a ella que hiciera algo al otro lado de la mesa. No lo hacía de manera hiriente como de costumbre, fue la delicada indiferencia lo que la llevó a decidirse a abrir el dichoso regalo de Ginny.

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(La noche anterior)

Hermione entró en el baño con la pluma de cerveza en el bolsillo. El ave se había ido después de comer el pedazo de jamón. No tenía muy claro si antes o después del episodio, lo importante era que se había ido y eso significaba que cuando necesitara enviar la carta de actualización a Ginny, iba a tener que pedir la lechuza de su maestro.

-"Finite incantatem"- dejó salir un suspiro de alivio cuando la varita del pocionista le concedió el hechizo. Una caja roja con un listón verde de 16 cm x 26 cm x 5 cm aproximadamente apareció frente a ella. Tomó la tarjeta y empezó a leer.

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Feliz Navidad, Mione

Veo que te decidiste. Y me alegra.
Aunque eres una digna, testaruda y valiente Gryffindor, siempre te ha faltado un poco de osadía en este aspecto. Y creo que tiene que ver con la imagen que tienes de ti misma.

El primer paso es que te decidas a usar mi regalo, que te sientas cómoda con él. Mi consejo es que lo abras en el baño y por lo menos lo intentes…

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Bueno ya estaba en el baño. Seguramente su amiga no imaginaba que, de hecho, ese era el único lugar en el ciertamente podía estar a solas todo el tiempo que necesitara, más o menos. Hermione abrió la caja y se ruborizó al identificar el contenido. "Un regalo para Harry". Ahora tenía sentido.

El conjunto de lencería de un intenso verde bosque se burlaba de ella. Tomó el bralette con su mano libre. Era hermoso. La parte de las tiras era de un encaje suave y la parte de las copas era translúcida con algunas hojas bordadas en un tono más oscuro de verde. El patrón se repetía de forma similar en las bragas tipo tanga, con el encaje en la parte que va alrededor de las caderas y el borde. El resto era translúcido con las hojas bordadas.

Tragó en seco. "Sí, creo que podría usarlo. Aunque no puedo seguir el hilo de tu pensamiento, Ginny." Pensó Hermione antes de retomar la lectura de las instrucciones.

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Mi consejo es que lo abras en el baño y por lo menos lo intentes. Quiero que te mires al espejo y reconozcas lo hermosa y sensual que eres, Hermione. Tienes que sentirte cómoda y segura con esa premisa antes del siguiente paso.

No enloquezcas
No entres en pánico

Lo que quiero que hagas es que dejes que él te vea con mi regalo. No estoy diciendo que deba ser lo único que tengas puesto cuando te vea. Aunque, eso lo dejo a tu criterio. Recuerda lo que te dije de la sutileza. Tal vez puedas abrir unos botones e inclinarte… No lo sé. Él debe verte muy segura y cómoda con tu cuerpo. La situación que debes generar tiene que hacerlo sentir como que no estás advertida de que estás expuesta, que él está invadiendo tu intimidad y que puedas percatarte de cómo reacciona, qué te dice, cómo te lo dice, por qué te lo dice, si no te dice nada, si su mirada viaja a tu escote, en fin, el punto es que para que puedas tener una mirada sobre todo esto debes olvidar un poco el pudor.
Disfruta mi regalo, no importa si no tienes en cuenta mi sugerencia. Es para ti, disfruta de ti.

Espero verte pronto.

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Hermione miró la lencería, miró la nota y se miró a sí misma en el espejo. ¿Estaba loca por tomar en serio las recomendaciones de su amiga? - Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas- le dijo a su reflejo y empezó a ía unos pequeños problemas en el plan de Ginny. Ella sugería que provocara situaciones que ya había ocurrido de alguna manera y él no se había inmutado. Aunque, era posible que si hubiera pasado algo, pero que ella no lo hubiera notado por su propia emocionalidad y ahí, en ese punto, es donde el intento valía la pena.

Entró en la ducha y dejó que el agua limpiara los residuos de vapor de la poción que se había pegado a su piel, le pidió que se llevara sus inseguridades y que la cubriera con un manto de sensualidad. Un hechizo de secado rápido, una respiración profunda y se midió la lencería.

Al mirarse en el espejo se sonrojó, se le veía todo, ninguna de las hojas pasaba ni por casualidad sobre sus pezones; abajo las cosas tampoco estaban más cubiertas. "Disfruta de ti" dejó salir un bufido. "Trata de ver algo bueno, Hermione" se regañó. El color le quedaba bien, aunque era oscuro le parecía que la hacía ver delicada, pero de una manera más femenina y menos infantil y sí un poco sensual. Pasó una de sus manos por su pecho, la tela era cómoda y fresca, era suave al tacto. Nuevamente se fijó en el color y se preguntó si Ginny había escogido el verde porque sabía que a ella le gustaba o porque quería que hiciera referencia a la casa del pocionista.

Se miró nuevamente al espejo y decidió que no le molestaba como se veía, pero ¿podría juntar el valor para dejar que él la viera? Sintió que se ruborizaba nuevamente ¿Qué pasaría si decidiera ir a buscarlo al despacho? Se mordió el labio inferior hasta que su boca parecía una línea. "¿Quieres que lo haga?" Hermione no necesitaba ver a su contraparte para saber que era la de los ojos dilatados. Su corazón se aceleró y vio su rostro enrojecer en el espejo. Entre la vergüenza y el temor lograron desestabilizar su respiración. ¿Qué pasaría si ella tomaba la vigilia? "ES MUY PRONTO PARA MORIR" gritó en respuesta dentro de su cabeza. "No tiene que ser lo único que tenga puesto" se recordó.

-¿Se encuentra bien, Granger?- preguntó el pocionista del otro lado de la puerta. Ella se tiró contra la madera con fuerza temiendo que él abriera creyendo que estaba en peligro.

-SÍ- gritó

-¿Y qué le pasa a sus signos vitales?- preguntó gruñendo

-Ja… jabón en los ojos- respondió apresuradamente mirando a su reflejo y subiendo los hombros. Escuchó los pasos alejarse y su voz murmurar lo que seguramente era una maldición. Se deslizó hacia el suelo con la espalda en la puerta y dejó salir un gran suspiro de alivio.

Cuando recuperó el aliento se quitó la lencería y se puso su pijama. Era hora de dormir, al día siguiente irían a buscar las raíces y decidió que podía ponerse la lencería, dar el paso pequeño, disfrutar de sí misma y luego vería si daba el siguiente.

****
Flashback

Después de salir del baño de prefectos y ver el estado de la joven leona emprendió su camino hacia la oficina de la directora. Ella lo dejó pasar, pero no levantó la vista del pergamino que estaba escribiendo.

-¿Cómo puedo ayudarte, Severus?- el pocionista podía percibir el disgusto entre líneas.

-Me puedes explicar ¿qué haces Granger aquí?- gruñó una vez estuvo frente al escritorio. Ella lo miró con la cejas levantadas.

-No veo el porqué tendría que decirte, Severus. Sin embargo, La señorita Granger acaba de llegar. Además, se ofreció a ayudar en las reparaciones y le dije que podía acompañarte en la organización de la biblioteca, ella dijo que conocía el sistema de Irma, así que espero que te comportes.- La directora volvió a mirar al pergamino e ignoró la cara de pocos amigos que le dedicaba el pocionista.- Puedes retirarte.

Fin del flashback

****
Después de caminar hasta el punto de aparición severus los apareció directamente en un claro de pinos al borde del bosque prohibido. -Mi varita, Granger- Ella sacó la varita de su bota y se la entregó. Lo observó cerrar los ojos, pareció concentrarse unos segundos y al volver a abrirlos sopló la punta de la varita. Una burbuja verde, como su lencería, salió de la varita llenando de calidez el aire, la vió aterrizó en el suelo y desaparecer bajo bajo tierra. Hermione pudo sentir la vibración bajo sus píes. Se moría de ganas de preguntar al respecto.-El pedido está hecho- él le tendió la varita de regreso y sacó la de ella de su manga- Lumos- dijo él y le hizo una señal para que ella hiciera lo mismo.

-¿Qué sigue ahora?

-La raíz o raíces que podamos tomar se levantarán de manera vertical, tenemos que separarnos para abarcar el territorio, el pedido no va a extenderse más allá de 5 metros a la redonda- ella asintió. No parecía mucho por revisar, pero el claro tenía alrededor de 50 metros de diámetro. Tendrían que revisar desde el borde 5 metros bosque adentro alrededor de esos 30 metros. Empezó a caminar en dirección a los árboles- Granger- La llamó

-¿Señor?- dijo deteniéndose y volviendo a mirarlo

-El suelo no es muy estable en este sector ya que solía ser parte del lago negro- ella abrió los ojos en señal de sorpresa

-Eso no está en "Hogwarts: una historia"- salió de su boca sin pensar y se arrepintió en ese instante. Una mirada de burla se reflejó en su maestro

-No es algo que quieren que se sepa- bufó- Él lago solía extenderse hasta esta zona y modificaciones realizadas por los 4 fundadores de hogwarts lograron reducir el tamaño en pro de los terrenos y la vegetación, sin embargo los años han causado que la naturaleza reclame territorio. Es una lucha por la supremacía- "¿Por qué él sabía todo eso?" Severus se sintió incómodo por la forma en que ella lo miraba. Parecía estarle dedicando la misma mirada de adoración que le daba a un libro nuevo, como si quisiera devorarlo. Él gruñó. Pésima comparación y elección de palabras.- El punto es que han empezado a crearse conductos subterráneos que conducen al lago negro, tenga cuidado en donde pisa.- ella sintió.

Caminaron al borde del claro y tomaron direcciones opuestas esperando encontrarse al dar la vuelta o que el otro lanzara luces para indicar que había encontrado la raíz. Hermione caminó sujetando la bufanda a su boca con la mano izquierda, en la otra sostenía en alto la varita de su profesor con la punta brillando para mostrarle el camino. Avanzaba cuidadosamente por si alguna criatura aparecía de manera inesperada o si notaba algo raro en el suelo.

-La raíz buscará la superficie- dijo rozando sus labios contra la bufanda. El olor a manzana verde y canela no la dejaban concentrarse del todo. Sabía que el aire estaba frío y que tenía que seguirla sosteniendo "proteger el cuerpo porque el hechizo no lo hará" se recordaba. -¿Cómo se supone que se ve una raíz saliendo verticalmente a la superficie?- preguntó a la nada.

El sol empezó a iluminar el bosque y el hechizo de la linterna dejó de ser necesario. Habían estado caminando ya casi dos horas y ninguno había encontrado nada. Alrededor de 20 minutos más de caminata, la vio. La raíz se elevaba no más de 5 centímetros del suelo. Estaba a 15 metros, lanzó dos rafagas de chispas verdes al cielo para indicar su ubicación y el hallazgo. Guardó la varita en la bota y salió corriendo en dirección a la raíz.

La emoción se llevó toda su concentración y vigilancia. No fue consciente de la delicada capa de hielo que pisó hasta que se rompió bajo sus pies. La salpicadura de su cuerpo contra el agua hizo eco en compañía de su grito. La ropa empezó a absorber una cantidad absurda de agua y se hizo tan pesada que empezó a hundirse. Hermione sintió sus pezones erizados por el frío, era una reacción primitiva que el hechizo térmico no podía contrarrestar. Intentó buscar la varita en su bota, pero el abrigo que su profesor había encogido para ella volvió a su tamaño. El frío era tan exagerado que había roto el encantamiento.

Trató de impulsarse con sus piernas para mantenerse a flote, aunque ya se había hundido completamente varias veces. ¿Dónde estaba su maestro? Las divisiones revoloteaban en su mente, animándome a mantenerse a flote, le aseguraron que ninguna tomaría la vigilia en esas condiciones. -PROFESOR- gritó cuando logró salir a tomar aire nuevamente.- SNAPE- gritó angustiada.

A la dificultad de mantenerse a flote por el peso de la ropa se unió la sensación de cuerdas alrededor de sus piernas que la jalaron hacia lo profundo. Gritó, inútilmente bajo el agua, desperdiciando el aire que había logrado tomar. Consciente de la situación luchó por sacar las manos de las mangas del abrigo, no tuvo éxito. "Accio varita" Tampoco funcionó, para empezar, ni siquiera era su varita.

****
Severus sabía que encontraría la raíz tarde o temprano y se tomó con calma la búsqueda por su lado. Se encontró con otros ingredientes valiosos para pociones y se detuvo a tomarlos. Después de casi 3 horas vio las chispas verdes en el cielo y sonrió. Él acaba de recoger la raíz que estaban buscando. Sabía que esa era una posibilidad. Rara vez el bosque era tacaño y respondía con solo un ingrediente de lo que pedía. Seguramente la joven iba a estar muy emocionada de realizar el procedimiento de extracción.

La sonrisa se le borró rápidamente cuando escuchó el grito de la joven en compañía de una salpicadura de agua. Se apareció lo más cerca que pudo del lugar donde habían salido las chispas y con largos pasos se adentró en el bosque esperando encontrarla rápidamente. Aparecerse directamente no era una opción segura, se supone que ella tendría cuidado…

-PROFESOR- La escuchó gritar y corrió siguiendo el sonido de su voz. "Mierda". - SNAPE- la escuchó claramente y al girar el rostro pudo ver la salpicadura del agua. Se aproximó veloz, pero cuidadosamente. A nadie ayudaría que él cayera al agua también.

-Accio abrigo de Granger- con suerte el llamado al abrigo la traería a la superficie. Estaba tardando más de lo esperado. Algo estaba mal. Algo la había atrapado. "No, no, no" -Accio varita- su varita tardó menos de un minuto en salir. No era una buena señal. Si ella la hubiera estado empuñando hubiera ayudado a traerla a la superficie. Gruñó. Canalizo energía a través de ambas varitas con los ojos cerrados apuntando al agua.- Miserere- Severus sintió la vibración bajo sus pies tras su pedido al agua por compadecerse de su prisionera- Accio abrigo de Granger.- Dejó salir un suspiro de alivio cuando vio el cuerpo de la joven subir.

La sacó del agua y la recostó en el suelo. Tenía los labios azules y no respiraba. Conocía algunos hechizos de resucitación a pesar de no ser un sanador, sin embargo sabía que liberan cierta cantidad de carga eléctrica, la cual no es compatible con el agua. Se pasó la mano por el rostro. La puso de costado y dio golpes en la espalda. Lanzó un hechizo diagnóstico y supo que podía lanzar uno calentador, volvió a ponerla boca arriba y acudió a uno de los pocos conocimientos muggle sobre primeros auxilios RCP. El pulso se había detenido unos segundo antes del hechizo diagnóstico.

Un hechizo calentador más, tragó en secó. Miró los labios de la chica. Gruñó. Se inclinó y le dio respiración. El hechizo térmico le impidió notar el calor en su rostro e hizo su mejor esfuerzo por ignorar el hormigueo en su interior y se limpió la boca. Volvió al rcp. Repitió el proceso un par de veces más hasta que la chica escupió el agua y su corazón comenzó a bombear sangre otra vez.- Gracias, Merlín- susurró. Otro hechizo de diagnóstico. -Argh, si no es una cosa es otra- la tomó en sus brazos y usó el broche para aparecerse fuera del baño de maestros.- Fiebre de bowtruckle- la puerta se abrió para él. - Llena a la mitad de agua tibia sin arreglos- los grifos siguieron su orden.

La joven estaba viva, pero podría entrar en un shock de congelamiento si no aumentaba su temperatura. No podía usar más hechizos calentadores sin producir daño. Quito el hechizo térmico de su cuerpo y del de su alumna. La sentó en una silla y empezó a quitar las prendas de ella con movimientos de varita mientras vigilaba el termostato por el rabillo del ojo. Primero las botas y los calcetines, bufanda, guantes, abrigos. Hizo lo mismo con sus prendas hasta quedar con su ropas de maestro. Miró los pies y las manos de la joven, estaban azules, no era bueno, pero tampoco malo, aun estaba a tiempo..

Ella se había puesto un suéter gris y unos jean, estaban empapados, pero podían esperar. La tomó nuevamente en sus brazos y se metió con ella a la bañera. La sostuvo para que solo su rostro permaneciera fuera del agua. Un movimiento de varita y fuera jeans. No era suficiente, podía sentir el frío impregnado en el suéter. Un movimiento más de varita.- Estúpida Gryffindor- gruñó mirándola. La blusa blanca que había bajo el suéter ahora era transparente. Severus miró hacia el techo en un intento de alejar de su mente la imagen del cuerpo de su alumna. "¿Qué llevaba puesto? ¿Acaso era verde Slytherin?" "Como si eso importara". Sacudió la cabeza de un lado a otro. "Piensa en otra cosa" se regañó. "Sus pezones parecían flores con las hojas alrededor"- ARGH- gruñó y respiró profundo.

Miró el rostro de la joven, había recuperado un color saludable. Un hechizo diagnóstico más reveló que el cuerpo estaba tomando temperatura normal. Miró rápidamente las manos y los pies. Ya estaban mucho mejor. Ahora ella tenía que despertar.

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-Granger- escuchó a lo lejos. Había sonido de agua salpicando y recordó que había caído al lago. Hizo un par de movimientos bruscos y se soltó del agarre del pocionista. Tardó unos segundo en comprender dónde estaba después de abrir los ojos.

-Profesor- dijo sosteniéndose con los pies en el fondo.

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¿Creen que hermione podrá seguir el siguiente paso del plan de Ginny al encontrarse en esta situación?