Los personajes no me pertenecen, son de Rumiko Takahashi.

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¡¡ADVERTENCIA!!

No es una historia para menores. Tiene asesinatos, sexo y gore. Lo he advertido, quien no le guste que lo deje. Quien lo. lea que sepa que no será algo de todo agradable.

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Esta historia no es para menores, la clasificaré para adultos, habrá sexo, y meteré algo de gore. Quien no encuentre valor para leerla, que no la lea, quien no le guste el tema que la deje, tengo y tendré otras historias más aptas para todos los públicos. Esta historia es un experimento, meterme en una historia más oscura.

Es un universo alterno.


1ª. Hacía Halloween

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...

Akane salió de la escuela, debía comprarse un disfraz para la noche de Halloween.

Llegó a la tienda y la miró, el aspecto de esa tienda la intimidada, algo le dijo que no entrará, que diese medía vuelta y se fuese a otra tienda, pero respiró, cogió valor, era la senseí en el dojo de su padre, debía demostrar que no era una miedosa, como decía Ranma, su ayudante en el dojo.

Iba a entrar en la tienda, la había encontrado gracias a un folleto que encontró en el interior de uno de sus libros? No supo quien se lo dejó. Allí vendían productos y maquillaje para disfrazarse durante esa fiesta.

Desde fuera miró la tienda, era tenebrosa, una tienda decorada para asustar, las vitrinas estaban decoradas con calaveras, tibias, huesos y murciélagos, telarañas, y cosas que asustaron a la joven.

Detrás de ella se puso un compañero de otro curso, Akane no lo detectó, hasta que el chico le tocó las caderas.

Akane, saltó y chilló asustada y se giró y le pegó con la cartera en la cara, entonces identificó al joven.

- ¡Ryoga!,¿Te has propuesto matarme de un susto?

Ryoga la miró y contestó.

-No, no te mataré de miedo, ¿Que haces aquí?

Akane miró la tienda.

-Yuka me ha invitado a su fiesta de Halloween, y tengo un folleto que dice que es la mejor tienda para encontrar disfraces y maquillajes para esa fiesta.

-Si, es una buena tienda, yo he comprado algunas veces en ella, tienen un buen surtido- miró a la joven y vio su miedo- ¡Te da miedo entrar! - preguntó Ryoga, la joven no supo si preguntaba, afirmaba o ambas cosas.

Akane negó con la cabeza, Ryoga era un buen chico, simpático, agradable y nunca se reiría de ella, pero no admitiría antes él, ni ante nadie, que esa tienda la asustaba.

- ¡No sólo que parece cara!! No sé si podré comprar un buen disfraz.

Ryoga se rió,

-No tengas miedo, ya te lo he dicho, soy habitual en esa tienda, es bastante barata y por ir conmigo te harán una rebaja.

Akane miró al chico ilusionada.

- ¿Harías eso por mí? - preguntó la chica ilusionada?,- ¡No sé cómo agradecértelo!

Ryoga la miró y sonrió.

-Ya encontraremos alguna forma de devolverme el favor- lo pensó- Hay un dulce que me gustaría probar. Tiene la pinta de ser muy bueno. Me podrías invitar a catarlo.

Ella asintió con la cabeza.

-Te llevaré donde venden ese dulce y te pagaré una ración o dos.

-Con una tengo bastante- dijo el joven.

Y los dos se encaminaron a la tienda.

Si por fuera la tienda era tenebrosa por el interior era peor, la luz tenue, con telarañas, parecía que no habían quitado el polvo en años, salvo él de las vitrinas y colgadores de las cosas que vendían, todo ello daba a la tienda un aspecto lúgubre.

Akane sintió miedo, la tienda estaba decorada con todo tipo de disfraces y utensilios para una fiesta de Halloween. También había calaveras y esqueletos.

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Akane acompañada por Ryoga, se acercaron a una vitrina, y miraron un esqueleto.

- ¡Parece tan real! - dijo la joven con miedo- esta bien hecho.

-Es mi última creación, el cliente que me lo pidió es muy exigente. He tardado un año en completar esta creación, la noche de Halloween vendrán a por ella. - El vendedor salió de la nada, era un joven muy delgado y pálido, con ojeras. Parecía que era parte de los objetos a vender.

Akane dio un salto y un grito, ese extraño joven la asustó, con el corazón veloz a mil miró al vendedor, Ryoga a su lado sonrió. Akane conocía a ese chico, Gonsokugi era compañero en el Furinkan. Ryoga sabía que ese chico era muy bueno en su labor en ese local. Gonsokugi por su aspecto parecía estar siempre en Halloween.

Akane miró al vendedor, y con algo de miedo preguntó.

- ¿Por ella?, ¿Ese esqueleto es de una mujer?

-Si, lo es- dijo Gonsokugi- se nota en varias cosas, por ejemplo, la pelvis, la femenina es más pequeña, menos profunda y más ancha y la cavidad es en forma más circula, hay otra cosa como el cráneo y las extremidades…- Ryoga lo paró, creyó que Akane no quería saber eso -Mi comprador me lo trajo, lo tenía muy mal conservado, he tardado un año en repararlo. Pero lo he dejado como nuevo, sabe que son objetos delicados, debería tener más cuidado.

Akane se alejó de ese esqueleto, vio varios más, todos muy bien hechos, tanto que parecían reales. No vio como Ryoga miraba de forma extraña ese esqueleto, una mezcla de añoranza, ni lo vio suspirar, tampoco vio como el chico tocaba esa vitrina.

-No entiendo, como alguien puede desear tener el gusto de tener un esqueleto tan real. Mi médico tiene uno, se nota que es de plástico, pero es quiropráctico y necesita estudiarlo para saber las dolencias de los demás.

-Mis clientes son muy exigentes, todos estos esqueletos son encargos, tienen dueño y no están a la venta- Gonsokugi miró a la chica- si usted lo desea cuando muera puede cedernos su esqueleto, las cenizas con el resto de su cuerpo serían darás a su familia, y sus huesos serán vendidos a quien usted deseé, también trabajamos con esqueletos de vivos.

Akane miró a esa joven asustada, esa idea era perturbadora, quien podía desear su esqueleto.

-Hay gente que deja sus cuerpos para investigación medica- le dijo Ryoga- también hay médicos que reclaman esqueletos reales para experimentar con ellos.

Akane recordó las leyendas de médicos profanando tumbas para obtener cadáveres con quien experimentar. Pero eso fue en la antigüedad.

La chica tuvo un escalofrío, su sexto sentido le dijo que se fuese de esa tienda y no volviese más, que la olvidase, pero entonces lo vio.

Allí en perchero había el disfraz perfecto, él que le sentaría de maravilla, y cuando se dio cuenta lo estaba cogiendo y mirando.

Era de color negro, con ciertas transparencias en las piernas, brazos y estómago. La falda larga y con ciertos cortes en forma de triángulo, y un corte en ambos lados de la cadera. Una capa a la espalda de un negro traslucido, una capucha negra.

Akane se enamoró de ese traje, debía ser suyo. Miró el precio y sonrió.

-Buena elección, es un buen traje- dijo el vendedor- ese traje lleva una máscara, unas medías, guantes, unos zapatos y le puedo dejar a buen precio el maquillaje adecuado y la ropa íntima que va a juego con ese vestido.

Akane se sintió excitada debía probarse ese vestido ya, incluso la ropa interior. Algo le decía que se lo pusiera.

- ¿Tienes un sitio donde probármelo?, necesito ver como me sienta.

Ryoga miró el vestido, estaba claro que no le gustaba. A él le gustaba otro.

-No me gusta- y cogió uno de color rojo sangre- este te estará mejor.

Akane miró ese vestido y sus complementos, eran tan siniestro como el escogido por ella, pero a la vez sexy y atrevido, pero no tanto como él que ella escogió.

-Lo siento Ryoga, ese disfraz es muy bello, pero este que cogido yo, me gusta más.

Ryoga se giró ocultando su frustración, para él la chica estaría más bella con el vestido rojo.

-Si quiere ponerse ese disfraz allí al fondo hay una habitación donde ponérselo.

La chica fue a la habitación y se fue desnudando, notaba que su ropa le molestaba, necesitaba quitársela y ponerse ese disfraz.

Al estar desnuda se miró al espejo y sonrió con tristeza, era guapa, tenía un buen cuerpo, aunque un poquito gorda. Tenía los pechos grandes, pero no tan grandes como Shampoo y Ukyo, sus rivales en todo. Pero a pesar de todo no tenía grandes amigos, nadie hablaba con ella salvo Ryoga y ese tonto de Ranma, ese idiota que siempre la insultaba.

Miró el vestido y sonrió con esperanza.

-Espero que ese vestido me ayude a conseguir pareja, todos los chicos se fijarán en mí.

Y se empezó a poner ese vestido. Esas atrevidas braguitas negras, muy transparente. Cogió los sujetadores, tan atrevidos y transparentes como el tanga, se miró al espejo. Esa ropa íntima apena tapaba nada, pero se sentía muy bien con ella. No sentía vergüenza de llevarla, se puso las medías.

-Ojalá tuviese una cámara de fotos para hacerme un par de fotos- y fue entonces cuando recordó que tenía la cámara de fotos que le dio Nabiki. - me haré unas fotos más atrevidas de la que me habrá hecho jamás Nabiki.

Y se fotografió en el espejo.

-Después debo hacerme fotos desnudas, y depilarme la vagina. Hasta hora he sido tonta, parecía una monja, esa Akane ha desaparecido- y se rió, no notó que esa risa tenía algo de siniestro y de demente.

Se puso el disfraz y se miró al espejo.

No se reconoció estaba muy guapa y sexy

Akane sonrió, si en esa fiesta había chicos, con un poco de suerte, habría uno disponible con quien hablar, con quien entablar una conversación, se sentó delante del tocador y se maquilló la cara, ese maquillaje le dejó la cara muy pálida, se pintó los ojos y labios de color negro.

Se volvió a mirar al espejo y se vio muy guapa y sexy, seguro que encontraría novio.

-Me da igual el aspecto de él, sólo quiero que alguien se fije en mi.

Se puso las lentillas que volvieron sus ojos marrones en rojos. Miró la máscara y se la puso y después la capucha.

Se miró al espejo y sonrió con dulzura.

-Esta no es la sonrisa para este disfraz- dijo la joven y puso una sonrisa malvada y sus ojos se volvieron también malvados, y en un tono nada dulce y con deje siniestro- esta es la sonrisa adecuada para este disfraz y está es la mirada que debo poner. - y se rió con maldad.

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Salió disfrazada para que la viesen Ryoga y el vendedor.

Vio al vendedor y a Ryoga, y a Ranma, ese repelente compañero suyo, que su padre había contratado como ayudante suyo en el dojo que ella llevaba como sensei.

Los tres se quedaron mirándola callados, con los ojos muy abiertos, debía estar muy guapa para que esos tres chicos tuvieran esas reacciones. Pero mientras Ryoga y Gonsokugi la miraron con asombro, Ranma cambió y esbozó una sonrisa burlona. Akane supo que ese iba a reír de ella.

Nada más verlo sintió ganas de lanzarse al cuello y morderle la yugular, pero a la vez sintió deseo que ese chico la viese vestida así, era algo extraño, por primera sintió un placer casi sexual hacía ese chico, lo deseó, sintió que el calor de su cuerpo subía.

Ranma la miró y bufó.

-Akane, aunque te pongas ese vestido, aunque te maquilles, seguirás siendo fea, gordita, y no teniendo pecho- dijo Ranma con una sonrisa traviesa en sus labios.

Toda la atracción que había sentido Akane hacía el chico habían desaparecido. Ese chico era tan insensible, siempre riéndose de ella, tanto en la escuela como en el dojo. La joven se enojó y se acercó al chico.

-Eres un… un idiota Ranma, no podías decirme algo majo alguna vez. - dijo furiosa- no sé por que te hago caso.

-Por qué… Eres… tontita- dijo Ranma canturreando.

Eso enfureció más a Akane, sintió una furia incontrolable hacía ese joven y a la vez un placer sexual, pelearse con Ranma le estaba resultando tan excitante, notaba que iba a mojar las braguitas. Empezaba a tener ganas de lanzarse sobre el chico besarlo y violarlo, pero en lugar de eso se siguió peleando con el chico.

-Eres idiota, eres un afeminado, un raro, un… un…- no encontraba palabras para contestar a ese chico, y furiosa lo abofeteó.

Ranma la miró con furia.

-Vuélveme a llamarme afeminado y te demuestro que no lo soy- amenazó al chico.

Akane lo miró y se giró y salió corriendo a cambiarse. Oyó decir a Ranma con sorna.

-Porque que poco se enfada, si sólo le he contestado a su insulto.

Oyó como Ryoga y Ranma se peleaban, esos dos siempre estaban peleándose. Ryoga siempre defendiéndola y Ranma insultándola.

Entró corriendo al vestuario, se quitó corriendo el vestido y el tanga, justo a tiempo, de sus partes intimas empezaron a salir fluidos, nunca había tenido un orgasmo provocado por una pelea, no era inocente, se había masturbado varías veces, la mayoría de veces pensando con Ranma, pero nunca había tenido un orgasmo después de una pelea con el chico de la trenza, pero esa vez no pudo aguantar el calentón.

Miró al vestido, se había sentido tan sexy, había sentido tanta atracción por Ranma vestida así, que no pudo aguantar sus deseos. Cuando él le dijo que le iba a demostrar que no era un afeminado, deseó con todas ganas que él le hiciera el amor allí, delante de Ryoga y del vendedor, le importó poco que la viesen entregarse a Ranma.

Cuando estaba vestida de calle la vergüenza se volvió adueñar de ella, ¿como podía haber tenido esa clase de deseos? Ella no era así, ella era una chica que odiaba a los chicos, quería una relación normal, no lanzarse sobre el primer hombre que viese, como había estado punto de hacer. ¡No deseaba a Ranma!, ¡lo odiaba!... bueno a veces lo deseaba, muy pocas veces, cuando tenía deseos prohibidos en su habitación.

- ¡Y eso pasa sólo pasa una vez cada dos o tres semanas- se mintió, pasaba unas tres veces por semana!

Pero una vez salía de su habitación era una chica muy decente y tímida.

Se acabó de vestir y salió del vestuario, con el disfraz bajo el brazo, estaba avergonzada. De repente se dio cuenta que su pelea con Ranma había evitado preguntar si estaba guapa con ese disfraz.

Miró a los tres chicos avergonzada, bajó la cabeza.

-Siento mi comportamiento, no sé que me pasó, sentí mucha rabia hacía- no siguió miró a Ranma culpándolo.

-Yo no he dicho nada malo- se defendió el joven- sólo he dicho…que…

- ¡Eres un idiota Ranma! - gritó Ryoga- ¡Siempre tratando mal a Akane!, ¡Suerte que estoy aquí para defenderla!, ¡mujeriego! - y se abalanzó sobre Ranma.

Ranma se giró y de un golpe lo mandó al suelo.

-Te falta técnica, antes eras mejor- Ranma estaba furioso- siempre igual Ryoga, siempre acusándome y despreciándome. Yo no persigo a nadie. ¡Son ella las que me persiguen! - miró furioso a Ryoga- queda poco para que vuelva Akari, tu futura esposa, pero tú si que sigues persiguiendo a Akane- y entonces se dirigió a Ryoga en un idioma desconocido para Akane – Ets un porc, Vols un harem?, No tens bastante amb l' Akari?, (eres un cerdo, ¿Quieres un harén?, ¿No tienes bastante con Akari?)

-L' Akari es meva! I l' Akane sera meva!. No podres fer res!. Les dues seren meves, (¡Akari es mía! ¡Y Akane será mía! ¡No podrás hacer nada! Las dos serán mías)

Ryoga había contestado en el mismo idioma que habló Ranma, un idioma desconocido para Akane

Ranma miró a su rival y gruñó.

-Ets molt avariciós , si volts agafar tant et penediras. Saps que tant sols pots tenir una parella, (Eres muy avaricioso, si quieres coger tanto te arrepentirás. Sabes que sólo puedes tener una pareja).

Akane a pesar de no entender lo que decían los dos jóvenes se dio cuenta que se estaban peleandao, no sabía donde esos dos chicos habían aprendido ese idioma. Miró al reloj que había colgado en la pared del local y se espantó- ¡Que tarde es!, ¿Como se ha hecho tan tarde? No lo entiendo.

Ranma miró Akane y se espantó. Ahora tendrían que soportar la bronca del señor Tendo.

-Vamos a casa- dijo el chico- ya nos inventaremos una excusa por el camino.

- ¡Seré yo quien lleve a Akane a su casa! - contestó Ryoga- ¡No dejaré que vaya contigo!

Intentó coger a Akane por la mano, pero Ranma le un golpe lo dejó noqueado.

- ¡Vamos a Akane!, paga el disfraz y vamos al dojo o nos quedaremos sin cena.

Unos minutos después Ranma y Akane corrían hacía el dojo. Para atajar corrían por los tejados. Ranma llevaba a Akane en sus brazos, la chica sonrojada se sentía a gustó, y se preguntaba como había sido que sintió esos deseos insanos hacía Ranma. No era normal.

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Ryoga despertó en la tienda. Ranma se había llevado a Akane, eso no lo soportaba.

- ¡Mataré a Ranma!, ¡y Akane será mía!

- Ya sabes una mujer por cada hombre, o un hombre por cada mujer. No vayas contra la ley. Ya tienes a Akari.

Ryoga se levantó y miró mal a Gonsokugi.

-Pues yo iré contra las leyes, y Akari y Akane serán mías.

El vendedor suspiró ese joven se iba a meter en problemas, y lo arrastraría a él.

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Los dos jóvenes llegaron al dojo, sabían que iba a ser castigados, y debían dar explicaciones, durante el trayecto se pusieron de acuerdo que decir.

El padre de Akane sería fácil de convencer. Kasumi no se metía en nada, ella era feliz si su familia era feliz… pero Nabiki, Nabiki era otra cosa. Nabiki era una harpía.

Bajaron de los tejados, y empezaron a andar, hacía el dojo, Akane se sentía extrañamente unida a Ranma como si fuesen uno, siempre había sentido algo por Ranma, pero no era tan fuerte como en ese momento, ni era tan fuete como lo que sintió en esa tienda., esperaba no volverse a poner como una gata en celo delante de Ranma, se prometió que no volvería a dejarse dominar por esos bajos y sucios instintos.

Al llegar al portón del dojo miraron la puerta espantados. Soun podía un poco tonto, pero cuando se enfadaba podía ser terrible.

- ¿Entramos? - preguntó la chica con miedo.

-Si, entremos- contestó el chico tragando saliva.

Al ir abrir la puerta esta se abrió, y los chicos vieron a Nabiki, esa chica sonreía con maldad, esa cotilla quería información, que luego vendería.

- ¿Dónde habéis estado?, ¿Como que llegáis tan tarde?, y yo sin saberlo- se enfureció- ¿sabéis el dinero que me habéis hecho perder?, al no saber donde habéis estado no he podido haceros fotos y no podré venderlas, ¿Cómo me vais a compensar esto?

Akane se fue enfureciendo, como nunca lo estuvo con Nabiki. Tuvo ganas de saltar sobre ella y morderle la yugular, no podría deprimir ese deseo, debía demostrar a esa chismosa a no meter sus narices en los asuntos ajenos, pero un ligero toque de Ranma en su brazo la calmó.

-No tengo porque darte explicaciones- contestó más calmada Akane. Vio que Nabiki iba a hacerles una foto- en lugar de hacernos fotos a mi y a Ranma, podría hacer fotos a edificios, o la naturaleza, vivirás más.

- Y ganaré menos, y será menos divertido- y cambió de tema- padre quiere hablar con vosotros, no está contento con vuestra tardanza, hoy no habéis dado clase, y llegáis tarde de vuestra cita tortolitos.

Los dos jóvenes se pusieron rojos, Nabiki fue hacerles una foto, pero Ranma le quitó la cámara y la rompió.

- ¿Sabes lo que vale esa cámara?, ¡Tenía fotos vuestras!, ¡Me has hecho perder un dineral! - gritó Nabiki furiosa.

Ranma la miró furioso.

-Te he salvado de visitar el hospital, si nos hubiera hecho una foto – y puso un tono siniestro- tu hermana re hubiera pegado una paliza y yo no la hubiera detenido.

Nabiki se rió, pensaba que Ranma se echaba un farol, hasta que vio como la miraban su hermana y Ranma. El chico no bromeaba hablaba en serio.

Los dos chicos entraron en casa. Akane seguía furiosa con Nabiki, estaba cansada de que su hermana jugara con ella, tenía muchas ganas de darle una, tenía ganas de…

Ranma notó los instintos asesinos de Akane y la llevó a empujones hacía la casa.

-No es hora de pelearte con tu hermana, ahora debemos aguantar el chaparon que nos caerá encima, tu padre estará furioso.

Akane asintió, y bajó su furia, no debía enfadarse con su padre.

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Al llegar al comedor se encontraron al señor Tendo, que los miraba furioso.

- ¿Dónde os habéis metido hasta estás horas? - preguntó el hombre.

-Fui a una tienda a cómprame un disfraz para Halloween, arrastré a Ranma en mi viaje, el sitio estaba lejos, y se nos pasó el tiempo sin darnos cuenta.

Soun miró a su hija y vio que no mentía. Miró a Ranma.

-Te di un trabajo y cobijo, te di un sitio donde comer. Te recogí de la calle porque eres bueno en las artes marciales, pero te puse la condición que cuidarás de ella- y señaló a Akane.

Ranma miró al hombre.

-Cuido a Akane, evito que la ataquen esas locas de Shampoo y Kodachi, pero a cambio esas locas me siguen como si fuese un trofeo. No me arrepiento de cuidar Akane, ni que usted me recogiera. Seguiré cuidando Akane hasta el fin de mis días.

- Y por eso dejaste que Ryoga entrase con ella a esa tienda tan lúgubre- dijo Nabiki, todos la miraron y se preguntaron como lo sabía. - tengo mis informadores, me avisan de todo.

Akane se enfureció.

-Ryoga se ofreció en acompañarme a la tienda, Ranma llegó tarde, esas locas lo atraparon- cosa que no era mentira- mientras me ponía el disfraz llegó Ranma y se peleó con Ryoga y le dio una paliza, se la merecía.

- Creía que Ryoga te caía bien- dijo Kasumi que acababa de aparecer llevando la ceba.

-Si, me caía bien, pero hoy he descubierto que juega a dos bandas- contestó Akane- mientras Akari está de viaje, quiere que yo sea su novia, y cuando vuelva Akari nos querrá a las dos.

-Si, pero Ranma, no es el hombre apropiado para ti, sólo es un empleado.

- ¿Y quién es hombre apropiado para mí?, ¿Ese idiota de Kuno?, sólo es un rico pretencioso, ¡No lo aguanto! - dijo Akane furiosa- si tanto te gusta quédatelo para ti.

Akane volvía estar furiosa, volvía a tener ganas de saltar sobre su hermana y darle una lección, en ese momento sentía odio hacía su hermana, un odio incontrolable.

- ¡Parad ya! - gritó Soun furioso- no permitiré que os comportéis como vulgares niñas de primaria- miró a Nabiki- estoy harto de tus chantajes, tu avaricia, y de tu forma de ver la vida, la vida no es un juego.

-Lo es si yo gano dinero, todo en esta vida tiene un precio, y yo soy la que pone ese precio.

Soun suspiró, su hija mediana estaba perdida, sólo pensaba en su economía, al precio que fuese. El hombre miró a Akane.

- ¡Cálmate!, ¡hoy estás más furiosa que nunca, ¡relájate! - Soun volvió a suspirar. Sus hijas menores eran las que más problemas le daban. Nabiki había sido varias veces denunciada por chismosa, y Akane, su hija pequeña era la más rebelde, no aceptaba que ninguna imposición, siempre se rebelaba cuando alguien intentaba hacerle una jugada sucia. Pero hoy estaba más rebelde que nunca. – ¡estáis castigados por llegar tarde! - sentenció el hombre. - os quedáis sin postre.

Ranma y Akane bufaron, los postres de Kasumi eran excelentes. Bajaron los brazos abatidos, habían perdido ese manjar por distraídos.

- ¡Nos es justo! - exclamaron los dos jóvenes.

Nabiki sonrió con maldad eso era un triunfo para ella

-Eso os pasa por no decirme donde vais. Si yo lo supiera y os hiciera fotos…

¡Nabiki!, ¡tu también estás castigada! Y lo estarás mientras no cambies tu comportamiento.

Nabiki miró a los dos jóvenes con rabia, pero ellos la miraron con furia. Nabiki supo que esa batalla la tenía perdida, al menos por ahora.

La cena se realizó con una tensa calma, en cualquier momento podía estallar una batalla entre varios de los ocupantes de la mesa.

Soun mientras comía miraba a sus hijas pequeñas y a Ranma, este y Akane, aunque enfadados entre ellos, habían formado una débil alianza contra Nabiki, está pensaba como hacer que se pelearan los dos más jóvenes de la casa. Pero a la vez calculaba lo que podía pasarle si atacaba, a uno de los dos jóvenes. Kasumi ajena a todo cenaba con tranquilidad.

Después de cenar Akane subió a su habitación, y todos respiraron tranquilos. Nabiki iba a hacer un comentario, pero la mirada de Ranma la acalló.

El chico también se fue adormir y después Kasumi.

Fue entonces cuando Nabiki se quejó a su padre de los dos jóvenes. Ella nunca estuvo de acuerdo con que su padre acogiera a Ranma, y que Akane heredase el dojo.

-Sé lo que piensas Nabiki, quieres ser la única heredera, y vender el dojo- dijo Soun- debes saber que Akane heredará el dojo. Kasumi tendrá una buena dote- miró a su hija- y tú nada. Has estado vendiendo reliquias de nuestra familia, nos has robado a mi y a tus hermanas, ese dinero será tu dote.

Nabiki se levantó enfadada y se dirigió a su habitación, su padre no era tan idiota como pensaba, se desharía de su familia y de Ranma. Lo haría la noche de Halloween. La gente lo vería como que un loco disfrazado entró y mató a su familia. Ella al estar en el cine viendo un maratón de películas de terror se salvaría. Saldría del cine por una puerta auxiliar, llegaría a su casa disfrazada y cometería el crimen y regresaría al cine, esa sería su coartada. La gente pensaría que fue alguien demasiado influenciado por las películas de terror.

Y la chica se metió en su habitación.

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Akane se veía correr, no veía el paisaje a su alrededor, todo parecía difuminado. Un olor dulce llegó a su olfato, era un olor apetitoso. Delante suyo vio algo y saltó sobre ella y empezó a comer. Lo que estaba comiendo era delicioso, un manjar como nunca había probado.

Lo que se estaba comiendo emitía un sonido desagradable, pero ella arrancó de donde salía ese sonido y todo volvió al silencio y siguió comiendo hasta el final. Se acercó al trozo que había arrancado y también se lo comió.

Después siguió corriendo, buscando, encontrando y comiendo más de esas cosas apetitosas.

Olió un olor nuevo, no era algo comestible, pero si era algo que la atraía. Corrió hacía donde venía ese olor, era una olor penetrante, suave, empalagosa. Lo que fuese que la atrajera la excitaba sexualmente. Ella se sentía como un animal en celo. Sintió que todo su raciocino iba desapareciendo, necesitaba encontrase con el poseedor de ese olor y aparearse.

Y al final lo encontró en lo alto de una montaña. Lo que despendería ese olor no era humano, aunque mantenía cierta forma humanoide. Era un ser monstruoso, sus ojos eran rojos, su boca tenía grandes colmillos, tenía las orejas acabadas en puntas, como los elfos. Era ancho de espalda y muy musculoso. Debía medir casi dos metros de altura, sus brazos y piernas eran enormes y los dedos de sus manos y piernas acababan en garras. Y todo su cuerpo estaba lleno de pelo de color oscuro.

Akane lo miró y no sintió miedo, si no sintió deseo. Ella se acercó y lo miró, descubrió que ese ser era macho. Ese ser se le acercó y la besó. Ella supo lo que venía después, y no se opondría.

Ella besó al ser y él le acarició la espalda, y le calvó la garra y le mordió en el hombro, Akane gritó de placer y excitación. Eso provocó que el monstruo excitado la penetrara. Ella aceptó de buenas ganas esa relación. Él arremetió con fuerza y la empujó contra la pared de la montaña.

Akane gritó de placer, y fue ella la que le mordió a él, fue entonces cuando descubrió que ella tampoco era humana, era una versión femenina de el monstruo con quien ahora tenía sexo salvaje.

Y en ese momento el monstruo habló con voz gutural.

- ¡Es hora de despertar, Akane!, ¡estás soñando!

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Akane se despertó en su cama, estaba sudada, se sentó y descubrió que estaba desnuda, se sorprendió, si cuando se acostó se puso su pijama favorito, lo buscó y lo encontró tirado en el suelo.

Se levantó se lo puso, y decidió ir a tomarse un baño, olía fatal a causa del sudor, aunque también olía a algo que no podía identificar.

Salió de su habitación y miró a todas partes, ese sueño aún la asustaba. Bajó temblorosa y se dirigió al baño y cuando iba a entrar alguien la tocó en el hombro.

La chica, aún pensando en el sueño gritó, se giró e incrustó su pequeño, pero potente, puño en la nariz… de Ranma.

- ¡Ranma! - gritó- ¡Te he dicho mil veces que no me asustes! Algún día te daré con tanta potencia que te mataré.

-Ya estoy inmunizado a tus golpes- el joven se frotó la nariz, y gruñó- me duelen, pero no me mataran. - y se rió burlón. – nunca podrás darme un buen golpe

Ella tuvo sentimientos encontrados, por una parte, tuvo ganas de pegarle una paliza, pero otra parte de ella deseó al chico. Desde que conoció al joven lo odiaba y lo amaba, a veces deseaba matarlo y otras hacerle el amor, en ese momento deseaba ambas cosas.

Akane hizo lo correcto.

- ¡Idiota! - le gritó al chico y se metió en el baño.

Ranma sonrió, esa chica cada vez estaba de peor humor, sería divertido reírse de ella y hacerla cabrear más, se giró y se dirigió a la cocina, prepararía dos vasos de leche, Akane pasaría por la cocina después del baño.

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Akane se desnudó y se metió en la bañera, debía quitarse ese olor desconocido, se enjabonó y cuando se sintió libre de esa peste saló del agua y se secó.

Se puso la bata, subió a su habitación y abrió un cajón, allí tenía varios pijamas idénticos al que llevaba esa noche y se puso uno, tiraría el otro, mejor lo haría desaparecer, y bajó a la cocina.

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Ranma en la cocina preparaba la leche, oyó subir a Akane a su habitación, iría por unos sus pijamas amarrillos, y se desharía del otro, el pijama viejo oía a… como olía la chica.

El joven sonrió, el cambio de humor de la chica, el olor que despedía la chica, todo indicaba que se iniciaba el cambio. Había esperado eso durante mucho tiempo.

Sólo había dos problemas. Uno era el avaricioso de Ryoga, intentaría quitarle a su presa, aunque él ya la había marcado como suya, Ryoga no se estaría quieto. Ese cerdo, a pesar de tener a Akari, también quería a Akane, no se lo debía permitir.

El otro problema era Nabiki, la hermana mediana de Akane quería liquidar a su familia incluso a él. Debía evitar a todo coste que esa mujer pusiera en marcha su plan. No era tan peligrosa como Ryoga, pero podía echar al suelo su plan.

Recordó a Shampoo era muy peligrosa, pero si seguía así no duraría mucho.

Ranma pensó en como llegó al dojo, pareció causal, pero en realidad no existió esa causalidad. Él tenía su plan trazado de tiempo antes. Su objetivo siempre fue Akane, desde hacía años.

Pero por ahora debía mantener el perfil bajo, pero alejar a Akane tanto de Ryoga como de Nabiki, de esta sería relativamente fácil, de Ryoga sería mas difícil y peligroso.

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Akane entró en la cocina y vio a Ranma pensativo, era raro verlo así. El chico siempre burlándose de ella. Pero había veces que él se ponía serio y taciturno. Debía pensar en su pasado, un pasado que nunca contó.

Ranma levantó la vista y sonrió, no era una sonrisa sincera, pero tampoco era falsa. Era una sonrisa de circunstancias. El chico debía estar pensando en algo, algo poco habitual en él

Akane miró al chico, sintió que su libido subía, deseaba a ese chico y notó que quería hacer el amor con él. De repente se preguntó ¿desde cuándo se había vuelto tan pervertida?, el pervertido era él, no ella, y logró reprimir sus deseos hacía ese chico, pero sabía que no sería por mucho tiempo.

- ¿Que te pasa?, ¿Como que te has dado un baño?, ¿Has tenido un sueño subido de tono? - acabó preguntando el joven riendo.

Akane se enfureció, ese chico era tan insensible.

- ¡Eres idiota!, ¡debería pegarte un buen puñetazo- y de repente la chica cambió su humor y puso un tono burlón- ¿O acaso Nabiki te ha contagiado con el virus de la estupidez?

-Pues ahora parece que eres tú la contagiada, estás poniendo la misma cara de cotilla y chismosa que tu hermana.

- ¡No me compares con mi hermana! - dijo Akane, no gritaban, estaban furiosos, pero no querían despertar a la familia.

Ranma la miró y soltó airé, no era hora de pelearse, debían tranquilizarse.

- ¿Que te ha pasado? No es normal que te levantes a media noche.

Ella le contó su sueño, no censuró ningún detalle, mi siquiera el encuentro con el monstruo. Ella no supo porque se lo contó, esperaba que él se riese, pero no lo hizo.

-Yo he soñado con la muerte de mis padres, verlos arder, fue horroroso.

Ranma les había contado que sus padres habían muerto cuando tenía unos diez años, en un accidente de coche.

Akane sintió lastima, y rebajó su mal humor contra el chico, y con ello el fuerte deseo que sentía en ese momento hacía el chico.

Al acabar de beber la leche los dos se fueron a sus habitaciónes y durmieron pocas, pero reparadoras horas.

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Al día siguiente, estaban desayunando. Los dos más jóvenes estaban discutiendo por una por una tontería. Kasumi con su sonrisa habitual, Soun leyendo el periódico. Y Nabiki… con ojeras… como si no hubiera dormido en toda la noche y extrañamente callada e incluso asustada.

Estaban viendo la televisión, cuando…

Cuando cortaron el programa para informar sobre diversas y sangrientas muertes, todas producidas por un animal. De los cuerpos atacados apenas quedaba nada, algún trozo de hueso, sangre, resto de órganos. No se podía reconoce ninguno de los muertos, en algunos días se reconocerían cuando se supiera quienes desaparecieron esa noche.

-Se tienen imágenes recogidas por una cámara de vigilancia. Advertimos que estas imágenes son muy fuertes, aténgase de verlas personas delicadas.

Y en la televisión apareció a una mujer andar y de golpe ser asaltada por un ser que parecía sacado de una película de terror gore. Ese ser fue descuartizando y comiéndose a la mujer, trozo a trozo, incluso mientras estaba viva. Se la comió totalmente, incluso el cerebro y las tripas.

Toda la familia vio las imágenes con horror. Akane que estaba sentada al lado de Ranma le cogió la mano para sentirse segura.

Pero quien más se asustó fue Nabiki, ese ser…- y señaló con terror a la pantalla del televisor

- Ese ser…- gritó asustada- ¡Entró en mi habitación! Se echó encima de mí, y me lamió la cara y el cuello, y me besó en los labios. Me dijo… me dijo… que antes de Halloween sería su cena, aunque con lo corrupta que soy debía saber fatal.

Nabiki se levantó y tuvo un desmayo. Unos minutos después la ambulancia la llevaba hacía el hospital mental, la chica iba sedada y con camisa de fuerza, y aún en ese estado gritaba como una posesa.

Soun se fue con ella, Kasumi se quedó a cargo de la casa.

Y los dos más jóvenes no tuvieron más remedio que ir al Furinkan. Fueron todo el camino callados y tristes, no comprendían como Nabiki había caído en esa psicosis. Debía ser a causa de sus retorcidos planes. Ese sueño debía ser provocado como castigo a su falta de escrúpulos. Ninguno hablaría de lo que le pasó a Nabiki.

Al entrar en el colegio todo el mundo hablaba de los ataques. Tanto los alumnos como los profesores estaban asustados.

Varias alumnas habían desaparecido, entre ellas Kodachi la hija de directot, sólo había quedado de ella su mallot, con rastros de sangre, huesos y líquidos, que la policía estaba analizando.

-Se las han comido-oyeron los dos jóvenes. Quien habló era una compañera de los dos chicos- y está noche ese monstruo volverá a salir y nos comerá a todos.

-He oído que sólo come a jóvenes y vírgenes, que sólo puede comer carne de mujeres que no han estado con hombre.

-Eso no es verdad. Han desaparecido también hombres y mujeres con hijos y nietos. Ese monstruo no hace distinción, come lo primero que se cruza a su lado, incluso animales.

Por todas partes se oían discusiones iguales, Akane agarró con fuerza la mano de Ranma.

-No te preocupes, ese monstruo no te hará daño, no se acercará a ti- la chica lo miró sonriendo, ese joven la defendería de cualquier ataque, siempre la defendía. Y entonces Ranma puso una sonrisa traviesa- ese monstruo no te comerá, no querrá tener problema de estomago, eres bastante indigesta.

El joven se rió. Akane se soltó de la mano de Ranma y hundió su puño en la nariz de Ranma. La joven se alejó furiosa.

- ¡Que mal humor tiene Akane!, ¡es todo un marimacho! ¡Suerte tiene que yo estoy para ser su pareja! - y se rió.

Akane se sentó furiosa, en su silla, ese Ranma siempre tenía que romper los buenos momentos, no sabía que veía en él, sólo era musculo nada de inteligencia.

Ryoga miró la joven y sonrió. Ranma no estaba cerca para pararlo, estaba cumpliría su plan de quedarse con Akane, no pasaría como el día anterior, su rival no le quitaría su presa esta vez.

Se acercó a Akane dispuesto a quedársela, no se la cedería a Ranma, Akane era suya. Tendría a Akari y Akane en su poder. Quedaba poco para que Akari volviese, después de estar un año fuera, antes de la vuelta de su novia debía conseguir a Akane.

Ryoga miró a su alrededor, no vio a Ranma, sonrió, mejor que ese idiota no estuviese cerca. Ranma impedía que su relación con Akane funcionase. Pero hoy, libre de ese idiota haría que Akane cayese en sus redes, y la alejaría definitivamente de Ranma.

- ¡Hola Akane! - dijo el chico- ¿qué estás haciendo?

Akane miró al chico, y quedó seducida por el chico, cayó bajo el influjo del chico, el chico despendía un olor que dejó a Akane sin defensas. La chica no podía pensar bien sólo en que bello era ese semental.

-Esta tarde tengo libre, podíamos quedar tú y yo, y tomar algo. - Ryoga mentalmente se relamió, Akane era una buena presa- ayer me prometiste un dulce, ¿que tal si me lo pagas hoy?

Todo el mundo veía la escena. Akane iba a contestar que si, pero una pequeña parte de su mente le decía que no aceptase esa invitación, pero una fuerza mayor la estaba obligando a decir que si.

Ryoga miraba la chica. Si le contestaba que si, que es lo que haría, esa joven quedaría unida a él. Si contestaba que no…, eso no pasaría. Estaba soltando demasiadas feromonas para que Akane se sintiera atraída por él.

Akane hipnotizada por el olor de Ryoga iba contestar que si, cuando Ryoga recibió un golpe que lo mandó al pasillo.

Ranma el causante de dicho golpe, se abalanzó asustado sobre Akane y la miró, y suspiró aliviado. Akane no había caído por el poder de Ryoga, la salvó a tiempo.

La chica parpadeó, no recodaba los últimos segundos, lo último que recordaba era que se acercó Ryoga, la invadió un olor dulzón y su mente se perdió.

- ¿Estás bien? - preguntó Ranma alarmado.

-Si lo… ¿Estoy? - miró al chico- ¿Que me ha pasado? No recuerdo nada.

-Nada, sólo que Ryoga te ha intentado seducir con una colonia especial. Quería seducirte y…

- ¡Cuidado Ranma! - grito Akane.

Ranma no pudo esquivar de todo el sillazo que le pegó Ryoga. El chico de la trenza sonrió.

- ¡Ahora te mataré! ¡Y me libraré de ti! ¡!Y la bella Akane será mía! - gritó Ryoga y levantó la silla para darle el golpe final a su rival.

Ryoga sonrió, su rival estaba indefenso, no podía salvarse, y él cumpliría sus deseos con Akane y… sintió que le daban una fuerte patada que lo mandó a la pizarra.

Ryoga se levantó y se giró para atacar a quien le dio semejante golpe y vio a la causante. Akane lo miraba furiosa, dispuesta a volver a atacarlo, se interponía entre él y Ranma.

- ¡Vuelve a atacar a Ranma y te mato! - gritó furiosa la joven. - ¡No vuelvas a acércate a Ranma o a mí! - esa chica miró a su ex amigo- ¡Ranma tenía razón contigo, eres un cerdo!, ¡No te quiero como amigo!, ¡Eres rival de Ranma y por lo tanto también lo eres mío!

Ryoga miró a la chica y supo la verdad, no sólo no había alejado a Akane de Ranma, si que la había echado en sus brazos. Ahora sabía que Akane protegería a Ranma.

Miró a la pareja.

- ¡Esto no quedará así!

Y Ryoga salió de esa aula y se dirigió aula, aunque no pensaba que ese plan saliese mal, tenía un plan B. Y para ello necesitaba a las dos rivales directas de Akane. Shampoo y Kodachi estaban locas por Ranma y le ayudarían a destrozar a la pareja. En el almuerzo se reuniría con las dos y la incitaría a intentar quedarse con el chico.

Mientras se dirigía a su aula, le salió al encuentro Gosunkugi.

-Vas a tener problemas, ya tienes a Akari. Akane esta reclamada por Ranma. No se puede tener más de una mujer y menos la mujer de otro. - le dijo el chico- estás teniendo un comportamiento egoísta. Ya fuiste castigado en el pasado por lo mismo. Le intentaste quitar Ukyo a Konatsu. Esta vez serás castigado con más severidad.

Ryoga miró al otro joven y bufó. Seguiría con sus planes le importaba poco que lo castigasen. ¡Que lo castigasen por quedarse con Akane!, llegarían tarde, cuando lo cogiese esa chica ya sería suya.

Sólo encontró a Shampoo, Kodachi había desaparecido, y él y la chica china planearon como separar a Ranma y Akane.

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Había llegado la hora del almuerzo Ranma y Akane fueron al comedor de la escuela, hicieron su pedido y se sentaron juntos a comer. Era una mesa para dos personas, siempre se sentaban en ella, aunque estuvieran enfadados.

A veces sus gritos asustaban a los demás, a la vez que daban vida al recinto. Hoy estaban serios, como si les hubiese pasado algo. Ni se peleaban, ni reían. Tampoco parecían de humor para hablar con ellos, y alguien cometió la equivocación de ir a molestarlos.

-¡Hola Airen!. Shampoo traer comida de restaurante de abuela, comida de escuela ser veneno. – Ranma levantó la cabeza, y miró a esa chica con cansancio y mal humor.

-¡ Shampoo!- bufó el joven como si delante suyo tuviera al recaudador de impuestos- no estoy de humor para aguantar estupideces. Te lo he dicho mil veces, ¡ No soy ni seré tu Airen! Y la comida en este restaurante es sana y equilibrada.

Y el chico la miró con mala cara. Sin palabras estaba diciéndole que molestaba, que se largara, pero Shampoo no hizo caso. Esta chica miró a Akane.

-¡ Fuera!, ¡Aquí sobrar!- dijo Shampoo con desprecio, se sabía vencedora, tenía mejor cuerpo que Akane. Esa pequeña chica japonesa no estaba a la altura de Ranma- ¡Él ser mío!.

Ranma la miró, esa chica era como Ryoga, ya tenía un compañero, Mousse, si intentaba quedarse con él tendría problemas graves.

-¡No te quiero Shampoo!, no puedo no quiero ser tu compañero. – se acercó a Shampoo. – y usando el mismo idioma que usó con Ryoga el día anterior, le dijo al oído en voz baja, para que nadie lo oyese- Això va en contra de les nostres lleis, fer mal a l' Akane i faré que es sapiga que em perseguesixes. No surtiràs be d' això. (Esto va en contra de nuestras leyes, lastima a Akane y haré saber que me estás persiguiendo. No saldrás bien de esto).

Shampoo miró a Ranma, ese chico era capaz de eso y más. No debería desafiarlo, pero tampoco quería dejarlo a esa tonta. Sería ella quien se quedase con Ranma. No quería a Mousse, no lo aceptaba como pareja.

La joven china se giró, pero se prometió que eso no quedará así, acabaría con Akane y de forma susceptible con Mousse, y se quedaría con Ranma.

-Poder usar a Ryoga para acabar con Mousse, él llevase las culpas. Ryoga ser demasiado ambicioso, Shampoo hacerle creer que Mousse querer quedarse con Akari.

Y la joven se rió.

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Akane vio salir a Shampoo del comedor y sintió un odio enorme hacía ella, se iba a levantar a darle una paliza a esa insoportable, por que Ranma era suyo, y Shampoo no se lo quitaría.

Ranma la detuvo y negó con la cabeza.

-No es hora de atacarla aquí- dijo el chico usando una voz casi hipnótica- ya llegará el momento de apartarla de en medio.

Akane asintió con la cabeza y siguieron comiendo.

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Era de noche y Shampoo volvía de una entrega del restaurante, estaba totalmente concentrada en como acabar con Akane, esa chica japonesa era una chica normal, que se interponía entre ella y Ranma. También debía de deshacerse de Mousse, la incomodado tenerlo como acompañante, se lo había impuesto su abuela, y de paso se deshacía de Ryoga, era peligroso, sus luchas contra Ranma lo hacían inestable.

No sabía nada de Kodachi, debía estar en su mansión, o había vuelto a irse de vacaciones, que era como la familia Kuno llamaba cuando la metían en el manicomio.

Ukyo ya no era un peligro, ya tenía a ese tal Konatsu como compañero, ese chico era tan extraño como Ukyo.

Iba por un callejón oscuro y sucio a llevar un encargo.

No sintió el peligro que la acechaba, había bajado sus defensas, se sentía tan superior a los demás que no prestaba la debida atención a lo que la rodeaba, hasta que fue demasiado tarde y algo la atacó.

El golpe fue tan enorme que la lanzó unos metros de su bicicleta. Shampoo miró a quien la había atacado y se sorprendió. Era un ser monstruoso, de casi un metro ochenta, lleno de bello por todo el cuerpo, grandes dientes y afiladas garras.

Shampoo no se asustó, no era primera vez que se enfrentaba a esa clase de seres, en su entrenamiento lo había hecho.

- ¡No me ganarás!, ¡Sólo eres una principiante! - Shampoo se había dado cuenta que su atacante era una hembra- ¡No eres rival para mi!

Shampoo estaba convencida que ganaría a ese ser.

- ¡Eso estar por ver! - gruñó el ser.

Shampoo retrocedió, ese ser, aunque convertido recientemente conservaba parte de su conciencia, aunque cuando volviese a ser humana, no recordaría nada, o lo tomaría por un sueño.

-No sabes nada de lo que te has convertido. No controlas tu poder, aún dependes de tu señor. – Shampoo se rió- tú sólo eres una convertida, yo soy unos de los amos. ¿Quién es tu señor?, ¿Quién te ha mandado?, ¿Ha sido…?

El monstruo dejó de destruir la bici, y se abalanzó sobre Shampoo. Lo hizo a una velocidad increíble, y se puso detrás de Shampoo.

La chica china se sorprendió y asustó, quien había transformado a esa mujer en Gentix primario debía ser muy poderoso y de grado máximo, y sólo sabía de muy poco de ese grado, ella estaba un escalón por debajo de grado máximo.

El ser sin dar tiempo a Shampoo a transformase la atacó por la espalda y la atravesó, cogió la columna vertebral de su presa y estiró y le arrancó parte.

Shampoo gritó de dolor, supo que ese ser no le daría tiempo a transformarse, si lo hubiese hecho ese ser no sobreviviría. La mujer cayó de cara al suelo y el ser la pisó para que no se escapara.

La mujer herida oyó como ese ser se comía la parte de columna que le había arrancado, se supo perdida. El monstruo era un principiante, aún se dejaba llevar por su instinto, no sabía cómo controlarse, pero le había cogido por sorpresa, eso significaba que cuando era humana era fuerte, una gran guerrera.

Una vez que se comió la columna se abalanzó sobre Shampoo, el agarró el vestido y se lo arrancó de un golpe. La chica china quedó en braguitas.

El monstruo se relamió, cogió esa prenda y la bajó, y giró a Shampoo quedando boca arriba, por la herida de la espalda brotaba sangre, en gran cantidad. La chica china sabía que debía librarse del ser, contraatacar, y regenerarse.

Pero ese ser le olió sus partes intimas y las lamió, Shampoo gimió de placer, ese ser sabía lo que hacía, aún asustada no pudo controlar su cuerpo y se corrió. Deseó más, Le dio igual que ese ser fuese un monstruo, uno igual que ella, que fuese hembra, lo que quería era que ese ser le diese placer, estaba excitándose tanto que incluso deseó que ese ser se la comiese.

El ser fue subiendo sus besos hasta llegar a los pechos. El ser con sus garras los apretó, Shampoo, aún sabiendo que se estaba muriendo gritó de placer. Shampoo estaba disfrutando sus últimos momentos, ese ser la mataría, pero antes le daría placer. El monstruo le apretó el pezón, Shampoo se entregó al ser, y besó a la mujer transformada en monstruos, sus lenguas juguetearon, y de repente ese monstruo le mordió la lengua, se la arrancó y se la comió.

Shampoo miró al monstruo horrorizada, eso no podía estar pasando, siempre era al revés, era ella quien se comía a sus presas. Ahora la joven china iba a vivir en sus propias carnes lo que ella había echo cientos de veces.

El ser bajó su garra al vientre de su presa y la abrió en carnal. Shampoo aún viva vio como ese ser le comía las entrañas. No perdió la conciencia, ella también era una Gentix, y era prácticamente inmortal, y era más poderosa que ese ser que se la comía… y aún se podía regenerar, aunque ella sabía que esta vez era el fin.

Shampoo no sabía cómo se había dejado vencer tan fácilmente y entonces se dio cuenta que cuando su rival la mordió le inyectó veneno que la fue paralizando, ese ser fue creado por alguien más poderoso que ella.

El monstruo dejó de comerle las entrañas y la empezó a descuartizar, Shampoo sintió mucho dolor, pero al no tener lengua no pudo gritar. Vio como el monstruo se iba comiendo sus brazos, sus piernas.

Cuando sólo quedaba el cuerpo y la cabeza, Shampoo supo quien creó al monstruo y quien era ese monstruo.

-Tu eres…- pensó Shampoo un instante antes que El monstruo le arrancara la cabeza. Supo quien era la humana que se escondía bajo ese monstruo y supo quien la convirtió en Gentix.

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Desde las alturas, otro monstruo vio como su creación se comía a Shampoo, como vio la noche anterior como ese ser se comió a Kodachi, y otras personas.

Cuando acabó el festín, delante de ese ser apareció una bola negra, y cuando la iba a coger, su creador la detuvo.

-El alma Shampoo esta demasiado corrupta, es venenosa. Debe ser destruida, así las almas de las personas a quien se ha comido se liberarán y podrás cometerlas.

Ese monstruo destruyó el alma de Shampoo, cientos de almas escaparon y fueron comidas por el monstruo femenino, iba a comerse una, pero su creador la detuvo.

- ¡Esa no! - dijo el monstruo macho- pertenecía al novio de Shampoo, debe renacer y ser el compañero de alguien mejor.

Y ese monstruo macho cogió a su creación y salió volando, empezaba a amanecer y no debían verlos bajo ese aspecto.

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En la tienda de disfraces siniestros Gonsokugi se levantó y bajó a una habitación cercana al salón que utilizaba de tienda, se acercó a una vitrina y miró el esqueleto que había dentro

-Tu señora ha muerto, su asesino no le dio tiempo a defenderse. Ya no sirves de nada- dijo Gonsokugi. - ¡adiós Mousse!.

y pulsando un botón se abrió una trampilla el esqueleto cayó a un crisol donde ardió.

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...

...

Continuarà…


Notas del autor:

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Empecé a escribir esta historia a principios de octubre, quería tenerla acabada para el 31 de octubre, pero la historia se ha ido alagando, y veo que será imposible acabarla para ese día.

También sólo la escribo cuando voy y vuelvo del trabajo y eso no me da tiempo para mucho.

¿ Porque uso el catalán cuando Ranma habla con Ryoga o Shampoo? Es el único idioma que domino, a parte del español, y sé que no me equivocaré. Quise que hablaran en latín, pero es un idioma que no sé, use dos o tres traductores de Internet y cada uno me ponía una traducción distinta, y por desconfianza lo dejé en catalán.

Los monstruos que aparecen en el capítulo: se hablará de ellos en los siguientes capítulos, que no sé si será uno largo o varios cortos.

Ni Ranma, ni Ryoga, ni Shampoo, y otros de los que se habla en capítulo son personas normales.

¿ Como y porque Akane encontró el folleto de la tienda?, ¿ Quién se lo dejó?

Agradecimiento a los que han leído la historia y recalco no es una historia para menores, ni para toda clase de lectores, quiero hacer la historia más oscura que he escrito.

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