¡Hola! xD
Antes qué cualquier otra cosa, primero quiero dar las gracias a todos los que han leido esta historia. Y también gracias a las personas que comentaron.
fdms24, gracias por su comentario :) espero que este capítulo te guste.
AleexCrazy, gracias por tú comentario ;) espero que te guste esté chap.
Gracias a igualmente a los que comenzaron a seguir la historia y han dado favorito.
¡Gracias chic@s! xD
pd: gracias a mi amis, Negima sekai, que me colabora con correcciones apesar de su tiempo super ocupado.
Pronto subire sus redes sociales para que lo sigan en ytb, fb y otras redes. Si te gusta genshi impact seguro que te diviertes viendo sus streaming. .
Bueno, luego del pequeño comercial xD ahora si, nos leemos luego y nuevamente, gracias!!!
Espero que este chap sea de su agrado :D sin mas los dejo leer.
Julio 20 de 1820
Habían pasado días desde el cumpleaños de mi padre y desde ese día no dejaba de molestarme con el doctor Uchiha. Qué el doctor esto, que el doctor aquello. Si no conociera a mi padre, diría que era una clara insinuación a qué el doctor Uchiha tenía su aprobación total para cortejarme cuándo él así lo quisiera.
Pero yo no tenía prisa por contraer matrimonio, y toda mi familia lo sabía. Me gustaba sentirme libre, quería vivir a mi manera sin tener que preocuparme por conseguir un marido. Aunque sabía que eso no sería así por siempre y así lo dejaron ver mis padres.
Nos encontrábamos reunidos en el salón principal de la casa, mi hermana, su esposo y mis padres. Mi padre leía el periódico y mi madre tejía una carpeta nueva. Mi hermana y su esposo charlaban de las decoraciones que le harían a su hogar. Mientras tanto yo bordaba una servilleta que si bien no era de las mejores bordando me hacían matar el tiempo.
-Hoy vendrá el Doctor Uchiha a comer…- soltó mi padre repentinamente, mientras tanto mi demás familia giraron sus rostros hacia mí claramente esperando una respuesta.
-Espero que no esté pretendiendo nada raro, padre- dije sin dejar de bordar mi servilleta.
-No sería mala idea, estás en edad de casarte Sakura – mi hermana que era un par de años mayor que yo se había casado tres años atrás.
Mi hermana Hinata se había casado con el chico más apuesto de la ciudad, todas las chicas de su edad lo querían de marido pero para su pesar, él siempre había tenido solo ojos para mi hermana. Mi cuñado Naruto era muy amoroso con ella, se llevaban muy bien y nunca ha presionado a mi hermana con tener hijos pronto ni en que cumpla con las obligaciones del hogar. Ellos simplemente se han complementado como pareja, aunque es mi hermana la que suele ser algo odiosa, como ahora con el asunto de que ya tengo que casarme.
-Hinata, no todas tenemos la suerte de encontrar un marido cómo Naruto. Él te ama y yo no pretendo menos del hombre que pretenda ser mi marido- y así lo pensaba, pues yo quería casarme no solo por la conveniencia económica, quería hacerlo por amor, aunque sonara demasiado cursi. Mi cuñado solo asintió a lo que yo decía y tocó delicadamente la mano de mi hermana.
-¿Hasta cuándo piensas que tu padre va a mantener Sakura?- Todos giramos la vista hacia mi madre, incrédulos por lo que acabamos de oír.
-No creí que fuera una carga para esta casa…- me puse de pie indignada aguantando las lágrimas -… Con su permiso padre, necesito aire- salí de la estancia rumbo a mi habitación, no quería que me vieran llorar.
-Un marido es lo que necesitas querida hija- escuché a mi madre decir antes de salir, no me quise detener, aunque escuché a mi padre y hermana decirle algo a mi madre a modo de reclamo.
Pasado un rato llorando en mi habitación, pensando en lo que mi madre había dicho, decidí que no estaría presente en la comida. Si la intención de mi familia era que me emparejara con el Doctor Uchiha no les daría el gusto. Así que tome mis guantes, me puse mi sombrero y salí de mi habitación, aunque quizás hubiera sido mejor quedarme ahí, así no hubiera escuchado esa plática que tenía mi madre con alguien en su salón personal.
Con mucho cuidado fui bajando los últimos peldaños de las escaleras y poco a poco fui acercándome a la puerta del salón de mi madre. Podía escuchar la charla, pues mi madre y compañía no eran las más modestas a la hora de hablar.
-Hace tiempo que perdí la fe en Sakura, no creo que pueda conseguir un marido y hacer una familia. Simplemente, Sakura no está a la altura de mi Hinata, mírala, ella se casó con el mejor partido de la ciudad- poco a poco fui alejándome, mi propia madre siempre había hecho comparaciones entré sus hijas. Y saber que aún seguía siendo la menos favorecida me dolía.
Me dirigí a la puerta y justo al abrirla los ojos negros del doctor Uchiha me encontraron.
-¿Va de salida señorita Sakura?-
-A si es doctor Uchiha – por un momento el silencio invadió el ambiente hasta que note el ramo de flores que sostenía en sus manos. -¿Son para mi madre?- señalé las flores, aunque sabía que eran para mí, quise poner algo de tensión, pero él sonrió y su sonrisa me gustó.
-No, señorita Sakura, son para usted – me ofreció las flores sin dejar de mirarme a los ojos. Ahí pensé que tal vez si no fuera nada impuesto, tal vez mi agrado hacia el señor Uchiha sería natural y no lo vería como una imposición.
-Gracias doctor, ¿gusta acompañarme a caminar? Necesito salir a tomar aire- solté sin más, ya no podía estar más en casa, quería pensar y aclarar mi mente.
-Si me lo permite, estaría encantado de dar un paseo con usted – tan formal y caballeroso se hizo aún lado para que pasara, mientras tanto yo deje las flores en la mesa de la entrada.
Podía escuchar el latido de mi corazón, sabía que el doctor Uchiha pretendía mi mano y si este paseo resultaba al menos tolerable sabía que en las próximas semanas la familia Haruno estaría de fiesta nuevamente.
Enero 1821
-Doctor Uchiha, los resultados son los mismos. Alta contaminación en el agua. Creo que tiene razón en cuanto clausurar los pozos-
Sasuke miro a su nuevo asistente, hacía semanas que se había instalado en su nuevo laboratorio. Suspiro hondo pensando en cómo le daría la noticia a la jefa de la aldea, todo esto estaba sobrepasando sus expectativas respecto a lo que pensó encontrar al venir aquí. Las personas morían como moscas una tras otra, los síntomas los tenían de un momento para otro y en cuestión de días, la enfermedad mortal y muy contagiosa, los llevaba a la muerte.
-Kabuto, tenemos que dar un aviso. Fórmula el informe, señala los puntos importantes de la enfermedad. Iremos a solicitar la clausura de esos pozos de agua lo antes posible, ya no es seguro beber de ellos-
-De inmediato Doctor Uchiha – el joven salió del laboratorio dispuesto a ejecutar la orden. Sasuke miro sus notas, pensando en las posibles consecuencias de lo que estaban a punto de hacer. Cerrar los únicos suministros de agua "potable" de la aldea, acarrearía muchos problemas entre las personas.
-Solo espero que esto no se convierta en una revuelta – exclamó cansado mientras quitaba sus gafas para descansar sus ojos un momento. Por un momento vino a su mente su esposa ¿Qué estaría haciendo ella en este momento? Seguramente tratando de incendiar la casa, pensó. Hacía días que se había dado cuenta de que ella incursionaba en la pequeña cocina y que la casa ya no estaba tan polvorienta cómo las primeras semanas.
Sonrió de lado pensando en ella, se creía muy lista creyendo que no se daría cuenta de que la señora Chiyo entraba a la casa en cuánto él salía por la mañana. Los guisados que ponía en la mesa, si bien no estaban quemados, le daban esa presentación de quien apenas está aprendiendo hacer algo decente de comer. Pero esto por de ninguna manera había solucionado su problema marital, las cosas seguían como en un principio. Ella servía los platos de la cena, sin decir una palabra, y él simplemente la ignoraba. Sabía de su esfuerzo a diario pero no podía reconocerlo. Aún le dolía su orgullo y eso era difícil de sanar, o quizá solo no quería perder lo único que sentía que le quedaba. Ya que podía ver los ojos de Sakura más tristes cada día que pasaba, cuando ella creía que él no la veía podía darse cuenta de su infelicidad. Pero él también era infeliz, aún dolía su traición.
-Necesito descansar, o un trago de whisky – soltó al aire colocando nuevamente sus gafas.
-Si me lo permite Doctor, yo podría ayudarle con eso- Sasuke giro para ver a la dueña de esa voz.
-Karin… ¿Cómo llegaste aquí? – Sasuke no podía creer lo que veía, la mujer frente a él sonrió al ver la cara de sorpresa de Sasuke.
-De la misma manera que tú estás aquí querido- y sin más se abalanzó sobre él, uniendo sus labios rojos con los de un anonadado Sasuke.
-Señora Chiyo, ¿usted cree que es buena idea venir aquí? No sé si a Sasuke le agrade verme-
-Tonterías, estoy segura de que al Doctor Uchiha le hará feliz ver qué a su esposa le preocupa su bienestar, además usted ha avanzado mucho aprendiendo en la cocina-
Sakura no estaba segura de que a Sasuke le agradará la idea de verla, hacía semanas que estaba en Konoha y las cosas entre ellos no mejoraban. Los primeros días de su llegada se había ignorado al punto de que ella no lo veía cuando se iba ni cuando llegaba, era cómo estar sola en un lugar al cual nunca quiso ir. Ella se sentía realmente miserable, su pecho dolía y estar en esas circunstancias ya era insoportable. Había llegado al punto de querer morir, de lanzarse al vacío y quizás la caída al río o algún punto del acantilado que había en el traspatio acabará con su dolor y miseria.
Y así fue cómo la encontró la señora Chiyo, llorando al punto del colapso, dispuesta a lanzarse al precipicio.
-¡Señora Sakura!- le gritó la anciana corriendo hacia ella para detenerla. -Baje de ahí, por favor, ningún problema puede ser tan grave cómo para que usted termine con su vida, venga señora, todo se arreglará –
-No, señora Chiyo, nada se puede arreglar- Sakura se había dejado bajar del alfeizar de dónde se encontraba, dejándose llevar por la anciana que la veía preocupada. -Mi marido, él no me mira, me odia- y se soltó a llorar en los brazos de la anciana.
-Todos pasamos por un dolor cuándo amamos señora, el doctor Uchiha la perdonará, sea lo que sea que usted le haya hecho- la mujer acariciaba a Sakura, dándole quizá el consuelo que ella necesitaba.
-Lo engañe, traicione su confianza y ahora me odia-
La señora Chiyo se separó un poco de Sakura, la miro detenidamente y le sonrió un poco. -Él la ama señora, solo que su orgullo no lo deja ver-
Sakura soltó el llanto aún más fuerte, quería recuperar a su esposo, quería que él la Volviera Amar nuevamente. Que fuera el hombre que conoció en un principio, que le dijera lo mucho que la haría feliz y que le dijera cuánto la amaba.
Poco a poco se fue calmando, la señora Chiyo la había llevado al interior de la casa, le preparo un poco de té y mientras se sentaban en la mesa. Sakura tomo el té, bebiendo poco a poco y respirando profundamente. Se sentía un poco mejor, miro a la señora que la observaba con mucha calidez.
-Gracias señora Chiyo-
-De nada, señora, ¿ahora quiere hablar de lo que pasó?- pregunto serena la señora Chiyo.
Sakura bajo la mirada, algo avergonzada pero decidió que tenía que sacar todo lo que tenía dentro. Quería hablar con alguien, pues nadie sabía lo que estaba pasando más que Sasuke y ella. Levanto su mirada y asintió a la señora Chiyo. Le contaría todo, le diría lo que estaba pasando y quizá podría tener algún consejo de la anciana. Y así fue, la señora Chiyo había escuchado a Sakura de principio a fin, sin juzgarla, sin mirarla de mala manera. Palmeando su mano cuando el llanto amenazaba con romperla.
Después escucharla, la señora Chiyo se había levantado de la mesa, miro a Sakura y le dijo que vendría por la mañana para ayudarla con los quehaceres de la casa y que le enseñaría cosas útiles y la manera de cocinar. Además de que también podría enseñarle arbolaría, para que así también ayudará a su esposo cuando su ciencia no le diera los resultados que él buscaba. Y así había sido, a la mañana siguiente, en cuanto se fue Sasuke, la señora Chiyo estaba ahí, con una canasta de suministros listos para ser preparados.
Pasaron los días y la señora Chiyo venía todos los días en cuanto Sasuke salía, y Sakura la recibía con gusto. Le estaba enseñando mucho, preparaba la cena y por la tarde, antes de que Sasuke llegara, ella salía de la casa. Al llegar Sasuke a casa, ella solo le servía la cena sin decir nada. Aún recordaba su cara la primera noche que hizo la cena, estupefacto se sentó a la mesa y comenzó a comer, con algo de desconfianza al principio, lo que le causó gracia. Ella le había dicho que comiera sin preocupaciones, que no pretendía envenenarlo, y Sasuke solo la miro por un segundo con recelo, para luego comer hasta no dejar nada. Y así habían pasado los días, poco a poco la tensión disminuía más durante la cena, aun sin mencionar una palabra. Ella sentía que era un avance, pues si podían sentirse cómodos sin decir palabras, en algún momento estaba segura de que hablar sería muy cómodo entre ellos. Estaba dispuesta a romper el muro que Sasuke había levantado frente a ellos, lo derrumbaría, estaba decidida.
Y ahora aquí estaban, con una cesta de comida. Lista para sorprender y dar el primer paso para conquistar a su esposo.
Aunque quizás ahora la sorprendida fuera ella.
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
Sasuke están en shock, sentía los labios de Karin sobre los suyos y de alguna manera no le desagradaron. La tomo por la cintura y la pego más a él, ella llevó sus manos alrededor del cuello de Sasuke y profundizando más el beso. Unos minutos después de besarse apasionadamente, y teniendo que tomar aire adecuadamente se separaron un poco, Karin dio cortos besos a Sasuke en los labios, los cuales para su satisfacción él no rechazo.
-Había extrañado mucho tus besos querido- la chica robo otro beso corto pero apasionado de los labios del pelinegro.
La cabeza de Sasuke estaba totalmente en blanco, miraba a Karin pero sus pensamientos no cuadraban nada. ¿Qué estaba haciendo? ¡¡¡Él estaba casado maldita sea!!!
Si bien su esposa y él no llevaban una relación marital cómo tal, eso no le permitía comerte el mismo error que ella había cometido. Soltó a Karin y se alejó de ella, rodeo la mesa donde minutos antes habían compartido como soporte para besarse, tenía que poner distancia, tenía que pensar.
-¿Qué pasa Sasuke?- Karin le formuló la pregunta, algo sorprendida de ver qué él ponía distancia entre ellos.
-Estoy casado Karin, y ese beso no debió de haber ocurrido – Sasuke paso sus manos por sus cabellos, frustrado por lo que acababa de suceder, pero también tremendamente excitado por tener el cuerpo de una mujer contra él.
Karin sonrió de lado, ella sabía eso, pero no le importaba en lo absoluto. Había viajado hasta esa aldea con la intención de quitarle el amor de Sasuke a esa mujer, ella sabía lo que había pasado. Y sabía que la esposa de Sasuke no era la señorita refinada que todos creían.
Karin rodeo la mesa y se acercó a Sasuke.
-Mi amor, eso no me importa, yo quiero estar contigo sin importar nada- Karin comenzó a besar el cuello de Sasuke, lo cual él no opuso resistencia
Si no la detenía, estaba seguro de que no podría contener las ganas de tenerla ahí mismo. Pero no, Sakura, ella era su esposa.
-¡Basta Karin! Este es mi lugar de trabajo- exclamó Sasuke tomando por los brazos a la chica para alejarla un poco de él. Ella le sonrió complacida, había comprobado sus sospechas.
-Está bien amor, me iré, aquí te dejo la dirección de la posada donde me estoy quedando– saco un papelito donde había anotado la dirección de lugar y se la tendió a Sasuke. -Espero que me visites hoy mismo, o vendré a verte mañana – Karin dio un corto beso a Sasuke antes de salir del laboratorio.
Sasuke tomo la nota y sin más la metió en su bata de trabajo, no entendía que demonios hacía ella ahí, que había hecho él, que no había detenido nada de lo que pasó, porque su cuerpo estaba hirviendo de pasión.
-¡Demonios!- grito Sasuke, justo antes de escuchar cómo alguien tocaba la puerta de su laboratorio. Pensó que si hoy nadie lo dejaría trabajar, y estaba a punto de despachar a quien sea que fuera el que tocaba hasta que la vio a ella.
-¿Puedo pasar?- escucho la voz de su esposa.
-Sakura, ¿qué estás haciendo aquí? - pregunto nervioso el pelinegro. No podía creer lo que estaba pasando.
-Te traje algo de comer pero si estás muy ocupado yo…- Sasuke no dejo terminar a Sakura, se había abalanzado sobre ella robando el aliento de sus labios, acallando las palabras de su esposa en un beso arrebatador.
La cesta de la comida que llevaba Sakura había caído ante el demandante beso que le estaba dando Sasuke. Sus bocas danzaban en un torrente de emoción, Sasuke al probar los labios de su esposa había quedado emocionado. Hacía meses que no probaba los labios de Sakura, que no sentía su cuerpo junto a él, que no lo sentía suyo. Y es que ella sé estaba entregando en ese beso, ella le estaba dando un beso que nunca le había dado, podía sentir como algo nuevo emanaba de ella.
Sakura por su parte estaba sorprendida, Sasuke nunca la había besado así. Pero no le desagradaba, su cuerpo reaccionó ante su esposo y se dejó llevar, de sus labios escapaban leves gemidos y pudo sentir cómo el cuerpo se Sasuke también reaccionaba a ella. Pero aquí no podían seguir, alguien podía entrar.
-Sasuke…- llamo Sakura a su esposo, quien le besaba la curvatura de su cuello. -Alguien puede entrar y…- y de la misma manera en que Sasuke la había besado, así tan fácil la había soltado, dejando a la ojijade atónita.
-Vete Sakura…- Sasuke se giró, no queriendo mirar a su esposa. Estaba mal, había tomado a Sakura entre sus brazos por un arrebato carnal. No es que no la deseara pero no podía imaginar hacerle el amor a su esposa justo después de haber estado tocando a otra.
Sakura cuadro los hombros dolida e indignada, arreglo sus ropas y sin decir una palabra salió del laboratorio. Solo entonces cuando se vio fuera de la vista de Sasuke soltó el llanto. Salió corriendo en cuanto pudo, quería llegar a su casa y encerrarse para no verlo más. No había manera de arreglar esto, esta era la prueba de que Sasuke jamás olvidaría lo que había hecho.
Mientras tanto, Sasuke recogía la cesta de comida que había llevado Sakura, vio el ramo de flores que había en la cesta. Ella había comenzado algo y él estaba levantando más muros, frente a ella. Y se preguntaba, cuál era el propósito de Sakura, que era lo que ella quería.
Y aún más importante, que quería él.
Bueno chicos, es todo por hoy.
Espero leerlos pronto :)
Y recuerda que si quieres que Sasuke venga en sueños y te de besitos apasionados deja tú comentario ;)
Gaby :p
