Los personajes de Candy Candy pertenecen a sus autoras Mizuki e Igarashi. Esta historia solo es para entretenerme y entretener

Advertencia: Este es un Neilfic (CandyxNeil) Si no es de su agrado, tienen a su disponsición literalmente miles de otras historias en la página ;)

Aclarado esto, la historia es la prometida precuela de "Soledad". Espero les guste

Acompáñame

"Algún día todo tendrá perfecto sentido.

Entonces, por ahora, ríete de la confusión,

sonríe entre lágrimas,

sé fuerte y sigue recordándote a ti mismo

que todo sucede por una razón".

Capítulo 1.

Lo que sentimos

-.-.-Francia. Agosto 1918 .-.-

El soldado "Daniel Reagan" tenía un mal presentimiento.

Sentía un hormigueo y un ligero temblor en la mano derecha

Quiso atribuirlo al cansancio, o los nervios por pasados enfrentamientos.

Pero solo se estaba engañando

-.-.-.-.-.-.-.

Llegaron al siguiente punto marcado en el mapa de misión

En el desolado pueblo, los edificios que alguna vez fueron vivendas familiares o pequeños negocios, ostentan manchas negras causadas por las llamas.

El las calles llenas de escombros no se veía ni un alma

Una cruz señalaba las ruinas de un pequeño hospital

El líder de su cuadrilla decidió explorar.

El soldado Reagan apretó su arma contra su pecho con más fuerza, antes de seguir a sus compañeros

La sensación extraña volvió con más fuerza, el mal presentimiento aumentaba.

-.-.-.-.-.-

En el interior del recinto hospitalario, los cadáveres se encontraban dispersos por los pasillos.

Médicos y enfermeras, pacientes: hombres, mujeres y niños

—No hay sobrevivientes…..

Reagan miró el cadáver de una enfermera, que en sus últimos momentos había intentado proteger el cuerpo de un paciente con el suyo.

se parece a ella …

El solo pensamiento era insoportable.

—No llegamos a tiempo —murmuró para sí mismo girando la cabeza hacía otro lado

La culpa se clavaba como miles de agujas, tenía un nudo en la garganta que le impedía tragar.

Miró por la ventana rota y de pronto abrió los ojos en grande, al divisar unos puntos a lo lejos.

Aviones de combate se dirigían al lugar.

Estaban acabados.

Gritó para alertar a su líder, quien al momento ordenó salir del lugar.

.-.-.-.-.-.-..-.-

Una carga cayó al lado del edificio, explotando y rompiendo las paredes.

Escombros volaron. Los pilares crujieron, amenazando con ceder…

—¡TODOS FUERA!

Numerosas explosiones hacían temblar el hospital, provocando que el techo colapsara en diversos lugares sin aviso.

Reagan, mientras huía, miró hacia atrás y vió como varios de sus compañeros rezagados desaparecían bajo una gran losa de concreto.

Paró impactado por la terrible vista. Negándose a creerlo, a su lado, el recluta Salieri, volvió rápidamente sobre sus pasos.

Pronto estuvo en el lugar, crispadas las manos sobre la losa, intentando levantar la pesada carga

—¡NO PUEDES HACER NADA, YA ESTÁN MUERTOS!…— Reagan, lo jaló con fuerza, apartándolo —...!¿QUIERES MORIR, TAMBIÉN TÚ, SALIERI?!

Salieri negó con la cabeza, sin poder pronunciar palabra

Reagan bufó, soltándolo y empujándolo lejos de él. Arrepentido de haberlo seguido.

Debía recordar nuevamente por qué no interactuaba más allá de lo preciso con sus compañeros.

—¡Los sentimentalismos te hacen tomar decisiones estúpidas!….

.-.-.-.-.-..-.-. .-.-. Mansión Andley, Chicago-.-.-.-.-.

Candy observaba la fiesta

Sentada en el rincón más apartado del salón, veía a todos bailar y divertirse mientras ella solo sostenía una vaso que contenía una bebida rojiza.

Se aburría terriblemente

A su lado su amiga hacía todo lo posible por animarla, pero lamentablemente Candy estaba, como siempre, inmersa en sus pensamientos.

Cuánto tiempo más, Candy…. ¿Cuánto tiempo más vas a esperarlo? – pensó Annie sin atreverse a decirlo en voz alta

Apretó los puños molesta.

Candy debería estar feliz y disfrutar como todos la fiesta, reír, bailar con Albert o con alguno de los muchachos que se lo habían pedido y disfrutar su juventud

Pero no tenía caso, ese día como cualquier otro, la expresión melancólica y la actitud seria, se estaban encargando muy bien de ahuyentar a cualquier posible interesado.

Si al menos Alberth estuviera aquí, seguramente él podría convencerla...En cuanto George vuelva presentarse frente a mí, no se salvará de una severa llamada de atención ...¡Cómo pudo atreverse a llevarse al anfitrión en plena fiesta! ….¡¿Qué asunto puede ser tan importante?!

Un suspiro salió de sus labios, ¡no era justo!

—¡Candy!... ¿Es que piensas quedarte sentada toda la noche?

Candy frunció los labios antes de contestar

— No toda la noche, Annie, solo lo suficiente como para terminar yo sola con este rico ponche y los bocadillos, hay que aprovechar —comentó relamiéndose e intentando sonreír, tomando un poco más de su vaso

—¿Crees que voy a tragarme eso?...

Candy la observó perpleja

—Mira, Candy, yo sé que viniste prácticamente obligada,... pero al menos deberías tratar de disfrutarla,... ¡No quedarte aquí sentada! ...— dijo señalándola – … ¡desperdicias ese lindo vestido!

Candy observó su vestido nuevo y soltó un suspiro.

El hermoso vestido rosa y negro, había sido un regalo de Alberth en agradecimiento por haberle ayudado a organizar la tradicional fiesta a los socios y amigos de la familia Andley

No debí aceptarlo,…ni venir

Annie con gesto preocupado posó su mano en el hombro de su amiga

— Sé lo que te agobia

— No sé a qué te refieres, Annie.

— En verdad no tienes remedio — dijo negando suavemente.

Candy cerró los ojos brevemente, bajando la cabeza

— Ya has pasado mucho tiempo conmigo...Será mejor que sigas tu consejo, y disfrutes de la fiesta... apuesto a que Archie debe estar buscándote— dijo forzando nuevamente una sonrisa – tienes que estar con tu novio...

—¡Candy!, no quiero dejarte sola— protestó frunciendo los labios

—No te preocupes, estaré bien — comenzó a despacharla, empujándola de los hombros— Y ni se te ocurra volver por aquí hasta que la fiesta termine

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. frente de batalla.-.-.-.-.-.

Como cualquier recluta casi recién salido del campo de entrenamiento, Reagan podía disparar un rifle, pero todavía no sabía mucho más que eso

Cualquiera puede apretar un gatillo.

¿Pero saber cuándo o dónde disparar cuando estás rodeado?

Una bala lo rozó por encima de la cabeza.

Sintió la carne abrirse, pero no hubo dolor.

No sabía si eso era bueno o malo.

"El dolor te permite saber que aún no estás muerto"

No había tiempo para comprobar su estado.

Era hora de volver a disparar y olvidar todo lo demás. Maldijo por lo bajo y casi al instante notó algo en su boca

La sangre de la herida en la cabeza había llegado hasta sus labios

El sabor a hierro.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Candy se dispuso a llenar nuevamente su vaso de ponche, encontraba ese líquido dulce y rico y la ayudaba a distraerse un poco

Sin darse cuenta ya había ingerido una buena cantidad.

Rió tontamente y se dirigió al balcón más cercano

Otro día más terminaba y allí estaba ella mirando las estrellas, como lo había hecho todas las noches desde hace mucho tiempo

no tiene sentido pensar en él…. — se decía a sí misma — si quisiera volver ya lo habría hecho ...

Sacudió la cabeza, las noticias no habían tardado en llegar.

Después del apropiado tiempo de luto por el lamentable fallecimiento de su prometida, Terrence "Terry" Graham Grandchester, estelarizaba una obra de teatro en Nueva York

mientras él sigue con su vida, TÚ, estás aquí, esperando que regrese...— dijo nuevamente una voz en su cabeza

Sus ojos empezaban a escocer

Se sentía vacía, sin vida.

Demasiado sola.

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Reagan sonrió con amargura. En aquel momento, quizás, en los cielos se estaba decidiendo su suerte. ¿Cuál sería?

Su mente se llenó de los recuerdos de su vida, sus padres, su hermana, y ella

La recuerda a ella, a la chica cuya sonrisa era capaz de iluminar todo a su alrededor.

La que con sus hermosos ojos verdes parecía mirar a través de él.

—... fui tan idiota…

Su corazón se retorció de dolor y quiso gritar de frustración, ya que tal vez no podría volver a ver a la chiquilla rubia que tanto había llegado a querer

Al fin las vendas que cubrían sus ojos caían

Tal vez fuera por los malos actos que había cometido

Tal vez fuera por hacer daño a la persona que amó y amaría siempre

... le hice tanto daño…quizás …este sea mi justo castigo

Se estaba quedando sin balas y la herida en su cabeza sangraba profusamente

— …morir en un maldito campo de batalla,...

La certeza de su mortalidad, embebía sus sentidos.

... morir en un lugar olvidado por Dios…..

Maldijo el día en que, cegado por su orgullo, y sin medir consecuencias decidió emprender el camino hacia la "Gran Guerra" , pese a la férrea oposición de sus padres.

...ni siquiera tendré una lápida con mi nombre real…..

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—¡¿Cómo se atreven a organizar una fiesta?!— espetó Eliza Leagan furiosa llamando la atención de todos los invitados

La voz de la pelirroja reflejaba todo el dolor, furia, rabia, pena y la amargura que sentía

— ¡SEGURAMENTE FUE IDEA TUYA, MALDITA HUÉRFANA!…

Se acercó a ella y la agarró por el hombro, para que Candy pudiera mirarla directamente a los ojos

—¡NO TIENES VERGÜENZA!

Los ojos de la menor de los Leagan, desprendían tantos sentimientos mezclados, amargura y desolación, como nunca en su vida había sentido.

— …si algo le ocurre a mi hermano ¡No te perdonaré! —le gritó en la cara

Eliza quería desahogarse, las lágrimas comenzaron a salir y no hizo nada por detenerlas

— No sé qué le diste o hiciste para que se encaprichara tanto contigo,...

Le dolía, le dolía tanto, una de las personas más importantes de su vida, estaba ausente y en peligro.

Era más de lo que podía soportar

—¡Él hasta estuvo dispuesto a casarse contigo!…¿Y tú qué hiciste? Despreciarlo, …. ¡humillarlo en la fiesta de compromiso! … –le recriminó con grandes lágrimas en los ojos opacados por el dolor, y la tristeza —...¡nunca te importó lo que sintiera!

— Eliza…. Tranquilízate…. ¡No entiendo a qué te refieres!

— ...estás aquí, bastarda… ¡celebrando con todos estos hipócritas, a quienes no les importa ni un poco si mi hermano vive o muere!... —le dijo con todo el odio posible —¡MALDIGO EL DÍA EN QUE TE CRUZASTE EN NUESTRAS VIDAS!

—¡Eliza!

Alberth alertado por George, se interpuso entre ellas

—Eliza, por favor,. … creo que deberías calmarte …

—calmarme… ¿calmarme?… ¿es eso todo lo que se te ocurre decirme, Alberth?...— su mano temblorosa de furia contenida, puso un mechón suelto tras su oreja, en un inútil intento de recomponerse, antes de encarar al patriarca de los Andley —... Mi hermano está en peligro, …. quizás hasta esté muerto y ...y….¡LA FIESTA ANUAL DE LOS ANDLEY NO SE SUSPENDIÓ!¿CÓMO QUIERES QUE ME SIENTA CON ESO!

—Disculpa, Eliza,...¡Acaban de informarme!...Estoy muy consternado…— Alberth intentó explicarse—...¡suspenderemos la fiesta de inmediato!

—¡Que no lo supieran es algo que no creo!

—Eliza…yo…

Alberth tragó seco, sintiendo que las mejillas le quemaban a no más poder. Si la tierra se lo hubiera tragado en dicho instante, no le hubiera importado en lo absoluto.

—No necesitas explicar nada…siempre tuve muy clara la posición que tenemos en la familia…— replicó con amargura y volvió a dirigirse a la rubia antes de marcharse —...quiero que tengas esto en claro, …..si algo le pasa a mi hermano en la maldita guerra,… será tu culpa y escucha bien, Candy… te mostraré todo lo que mi odio es capaz de hacer…..!NO TE LO VOY A PERDONAR!...

Candy quedó en shock ante los gritos de la pelirroja. Recién lo entendía

¡Neil Leagan había cumplido su amenaza!

¡Estaba en el frente!

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Notas

Hola!

Un gusto tenerlos por aquí, lo prometido es deuda y hoy al fin puedo cumplir.

El primer capítulo de la historia precuela de "Soledad".

Siento el retraso, ya saben que tengo mala pata. Les cuento que caí con el famoso COVID y la pasé bastante mal.

Pero, como "hierba mala nunca muere", estoy de vuelta; con muchos ánimos y bastante nerviosa, esperando esta historia sea de su agrado.

Gracias por leer, comentar y acompañarme en este nuevo viaje.

Cuídense mucho

Bye