Como la mayoría de mis historias las escribí en clase, para no dormirme.

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¿Qué suenan?
Son balas
Me alcanzan
Me atrapan
Resiste

Matador, te están buscando
Matador te están matando

¡Matador, matador!
Si todo estuviera mejor
¡Matador, matador!
¿A dónde vas matador?
¡Matador, oh yeah!
¡Matador, matador!

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Después de la fuga de reos, Peter Lewis incluido, fui de campamento a las montañas por unos días. Cuando regresé nos llamaron a la sala de reuniones para discutir un nuevo caso, pero para nuestra sorpresa, los cuerpos encontrados eran de todos los asesinos que habían escapado durante la fuga, todos ellos en una casa en un suburbio fuera de la ciudad, incluyendo a Mr Scratch.

Habló Penélope- Anoche a las 10 pm llamaron al 911 diciendo que habían visto a una niña desaparecida en esa dirección. Cuando los oficiales llegaron, no encontraron signos de ningún niño, sin embargo, los cuerpos fueron hallados. Todos parecen haber muerto de la misma forma que sus respectivas víctimas, lo que tienen en común, son los tatuajes de llamas purpuras en sus abdómenes. Un trabajo increíble, si me permiten decirlo, tanto que parecen que se están moviendo. La siguiente nota fue encontrada en la puerta de la escena-

"Pagué mi deuda, estrella de fuego" La carta era un pequeño pedazo de papel con manchas en algunos lugares que parecían no tener sentido.

-No sabemos quién hizo esto, no se encontraron huellas ni adn en la escena. Reid, Black analicen la carta, los demás iremos a la escena- dijo Hotch.

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Cuando nos trajeron la carta ya procesada, me di cuenta de algunas cosas en específico, cosas que Reid no había visto aún, porque estaba tratando de descubrir algo en la lingüística.

Era pergamino, no papel.

Las manchas no eran por haber hecho presión en el papel con el lapicero, si era tinta, pero no de la de un lapicero, sino de la que usas con pluma, la que los magos usamos.

Las posiciones de los puntos picaban mi mente, pero no fue hasta que los traspuse en otra hoja que me di cuenta de que eran. Llamé a Hotch sin tiempo que perder.

-Hotch. Sácalos de ahí, no dejes que toquen algo más, ya sé lo que está pasando-

Yo había llegado a la UAC, transferida del departamento de Aurores de la MACUSA, quienes, temiendo que ahora que se fomentaba la relación entre muggles y magos, hubiera quien decidiera matar a más muggles con magia. Hotch y el Jefe de Sección, Matheo Cruz sabían a grandes rasgos, que era yo.

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Al llegar a la escena del crimen, todos estaban afuera y parecían sorprendidos y molestos por haber sido sacados. –Necesito una lista de todos los que estuvieron aquí y ahora- Había un protocolo para estas situaciones y Hotch ya la tenía listas para mí.

Cuando me aseguré de que nadie tuviera un núcleo mágico o un rastro de magia en ellos, entré a la casa. Saqué mi varita y abrí mi vista, mi cuerpo y mi núcleo mágico a la casa. Se sentía oscuro y sucio, no putrefacto, solo perturbador.

Los tatuajes de llamas, no eran tatuajes, era la maldición que casi mata a la Tía Hermione en el Departamento de Misterios. No había rastros de magia en la casa fuera de los cuerpos.

Pero era débil, sabía que se necesitaba mucha magia para hacerlo, pero no sabía cómo podía minimizar la potencia de su magia, usando su varita.

Analicé toda la casa, las piedras angulares, las bases, todo. Pero no fue hasta que oscureció, que mis ojos vieron algo, o, mejor dicho, Moony lo hizo. Había rastros de sangre en el techo y era algo asombroso, una obra de arte macabra increíble.

Era la línea patriarcal Black desde Sirius I hasta mí. Todo indicaba que sus deudas o las deudas de la Casa Dolohov a la casa Black estaban pagadas, pero yo no había dado la orden, por lo que no contarían como pagadas.

Regresé a donde estaba el cuerpo de Peter Lewis y encima de su corazón, había orificios que en runas decían el lema de la Familia Malfoy.

Al salir de la casa, el equipo seguía ahí, esperando.

-Ya lo tengo Hotch, necesitamos ir a la oficina- Al llegar a la sede, noes estaba esperando la Presidenta de la MACUSA y alguien más, alguien a quien no esperaba, pero que relajaba mi alma.

-Tío Harry- grité. En ese momento no parecía una exitosa y seria agente de #2 años del FBI, sino más como la pequeña Cass cuando se bajaba del Expresso de Hogwarts a los 11 años. La hija pródiga regresando a casa.

Me separé de él e hice las presentaciones correspondientes. -Señora, Señor, el Jefe de la UAC el SSA Aaron Hotchner y los SSA Jennifer Jareau, David Rossi, Tara Lewis y el Dr Spencer Reid. -

Después de la presentación, el tío dijo-Parece que Dolohov les hizo una visita-

-Aún no les hablo de él-

Pasamos a la sala de juntas y les presenté a nuestro "salvador".

-Antonin Dolohov, 75 años, ciudadano ruso-británico. Es un psicópata, pero no mata por placer, tortura por interés, por conocimiento. Las llamas en su abdomen son su sello, tienen la intención de quemarte de adentro hacia fuera, mata rápidamente. Formó parte de un grupo terrorista entre 1978-1981, escapó de prisión en 1995, regresó 6 meses, se fugó de nuevo con otros reos. En 1998 atacaron Hogwarts y se dio por muerto, pero jamás se encontraron su cuerpo- Habló la Presidenta de la MACUSA.

-Se perdió todo rastro de él, no se detectaron señales de él en ninguno de los círculos que frecuentaba-dijo el tío.

Suspiré y fuera hora de mi participación.

-Ahora, lo que les voy a contar es confidencial. Son secretos de mi familia. La Antigua y Noble Casa de los Black se remonta hace 6 mil años. Para saltarnos mucha historia, mi familia ha hecho muchos favores, cuando las líneas que nos debían mueren, sus deudas se transferían al familiar más cercano. Los contratos así se firmaban, y los tres testigos eran esos miembros de la familia a los que se les pasaría la deuda. Y estas deudas se cobraban con altos intereses. La familia de Dolohov le ha debido a la mía desde hace 2 mil años.

Esas deudas se pagan solo si el Patriarca de la Casa está de acuerdo con el pago, pero yo soy la matriarca de la Casa y jamás he aceptado el pago de esa forma.

Los puntos en la carta son las estrellas de Cassiopeia. Estrella de Fuego es el apodo que me dieron los sobrevivientes del grupo terrorista al que perteneció, porque mi nombre es el de una estrella y mientras mi madre murió en el fuego, yo viví. La carta estaba escrita en pergamino y con pluma, no papel y lapicero, en Hogwarts nos enseñaron a solo usar pergamino y pluma. –

-Cuando Cass nos avisó, buscamos a Dolohov en el área, lo encontramos rápidamente, pero se mató. Dolohov confesó que lo hizo solo, jamás fue bueno con el trabajo en equipo, así que descartamos eso. -

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Aunque todos estábamos felices porque Mr Scratch ya no era un problema, yo sabía que había algo más.

-Los Malfoy también vinieron, están en tu casa hermosa- dijo el tío Harry.

-Vayamos a casa. Estoy cansada, podemos comer y platicar ahí. –

Entrar a mi casa y ser recibida con esta vista, era algo que realmente extrañaba. Me hacía sentir a salvo, era exactamente como cuando llegaba a la Mansión y padre e hijo estaban sentados con un libro en la mano izquierda sosteniendo un vaso de whiskey de fuego en la otra.

Me miraron entrar y el tío Draco me abrazó y besó en la frente, pero cuando el Tío Lucius me saludó, todo mi escudo, mi frente se derrumbó. Lloré hasta que no tuve más lagrimas que sacar. Había tenido tanto miedo, en la prisión mientras los asesinos nos acechaban a Tara y a mí, Mr Scratch llendo detrás de Jack y Hotch. Dolohov viniendo a arreglar las cosas, aterrándome y aliviándome a la vez.

Puse la mano sobre el corazón del Patriarca Malfoy y repetí –Sempre Virtus. – Me apretó fuertemente y no pude resistir a dejar salir toda la presión que sentía.

Había omitido hablar de los Secretos de la Familia Malfoy, así como al morir la línea se traspasaban las deudas a los familiares más cercanos, la Casa Black tenía todo el derecho de usar esas deudas como pagos o como partes de las dotes. El abuelo Arcturus dio como parte de la dote de la Tía Cissy, parte de las deudas de las Casas Dolohov, Crabbe, Burke a los Malfoy. Esas deudas valían 20 mil millones de galeones de oro, yo le había contado al tío Lucius lo que le había hecho a Hotch y como sabíamos que no pararía ahí y él hizo que pararan. Hizo que no hubiera razón para que yo temiera y como buen Slytherin, no fue atrapado.

Mi padre y mi madre pudieron haber muerto y yo no pude haberlos tenido mientras crecía, pero eso no significaba que yo hubiera estado sola, que no tuviera quien me defendiera. Porque lo hacía, tenía al Tío Lucius, al Tío Draco, al Tío Harry, a la Tía Andy, la Tía Cissy, la Tía Tori y la Tía Ginny.

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Y yo sabía, siempre supe, que sin importar que pasara, tal como en ese momento, yo estaba a salvo en los brazos de mi padre.