Buenas noches lectoras y lectores. Aqui de nuevo para presentarles un nuevo capitulo, poco a poco avanzando al final ¿Qué tal les ha estado pareciendo? La batalla final es inminente pero ahora depende de las Sailor Scouts y sus aliados parar a Imperia Júpiter o ¿acaso hay algo más? ¡Descubranlo hoy! Muchas gracias por el apoyo dado, me motivan más que nunca porque el destino me ha dicho que debo terminar la trama :) Ahora vamos con el capitulo.

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Y ahora sí, vamos al capitulo de esta noche que esta siendo publicado.

Sailor Moon le pertenece a Naoko Takeuchi y no lo hago para ganar dinero y esas cosas, solo para fines no lucrativos valga la redundancia.

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Relámpago oscuro

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Capitulo 81: Reloj de arena

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Los cuatro generales y Sailor Pluto estaban combatiendo en una lucha encarnizada, ni siquiera ellos se esperaban que la batalla fuera tan larga y brutal. Ío esta testigo del poder que Setsuna había recuperado todo este tiempo al chocar sus armas mientras la gran hidra del templo eran voraz contra el resto de los generales, sus rayos si bien podían hacer daño a las cabezas del animal no era suficiente cuando le volvían a creer otras dos mientras Sailor Pluto podía seguir y una prueba de eso era como le clavó la parte filosa de su báculo al pecho de Ío.

El general pelirrojo golpeó el estómago de Setsuna y quitarse de encima la presión de la Sailor Scout, la lanza de rayo blanco era más intensa gracias a los sentimientos de Ío y la arrojó con todas sus fuerzas pero Setsuna le revirtió la jugada al desviarla con su báculo y redirigirla a él.

-¡Mierda!- Ío esquivó con facilidad su propia arma mientras la lanza clavó en el suelo generando una poderosa explosión que liberaba rayos blancos, Setsuna se cubría de la mayoría pensando en su siguiente movimiento cuando ya tenía enfrente a Ío quien le propino una patada a la cara pero no era más que un recurso del general para intentar algo nuevo.

Ío se tocó la herida en su cuerpo y la cantidad de sangre que le salía, le había perforado hasta la armadura mientras Sailor Pluto volvía a generar una grieta de tiempo y tomar otro báculo del tiempo al ver el anterior totalmente partido a la mitad.

-¿Cuánto tiempo tu cuerpo va aguantar? El general que dices ser es sólo una máscara de lo que quieres ocultar. No eres un soldado, eres un niño perdido llora por mamá y papá cada noche.-

-¡Maldita puta, cállate!-Ío soltó de sus manos varios rayos blancos que chocaban con el báculo de Setsuna.- ¡¿Crees que eres más poderosa que yo?! ¡Mi fuerza me la he ganado! ¡Con mi sangre y sudor!-

-¡Porque eso era lo único que te quedaba! Un general con traumas infantiles que va a llevar a su ejército a la ruina, no te queda más que el orgullo- Sailor Pluto hizo que su gema del planeta enano liberara orbes color verde oscuro y chocaran contra los rayos blancos de Ío generando muchas chispas-. Lo he visto Ío, soy la guardiana del tiempo y he visto tu pasado, no hay forma que puedas escapar de mi mirada. Tu ego y poder son tan grandes por la necesidad de sentirte amado. Eres una víctima de la guerra ¡Sigues a Imperia porque ella te acogió como a un hijo!-

Ío perdió los estribos y aunque recibiera los ataques de Setsuna fue directamente a su corazón con tal de darle fin de la pelea. Sailor Pluto hizo lo mismo hacía Ío pero las dos fuerzas mágicas hicieron reacción cual pólvora explotando enfrente de ellos y dejándolos en el suelo con algunas quemaduras menores.

La Hidra era implacable, Ganimedes lograba parar la boca de una de las cabezas que lo iba a devorar mientras Europa con su rayo rosa decapitaba una de las cabezas, la joven general estaba más que tensa y nerviosa la verse superara, una de las cabezas atrapó a Europa para apretarla.

-¡Ahh!-

Ganimedes escuchó el grito desgarrador de la general, sin dudarlo se lanzó al ataque con sus manos envueltas en el aura de un rayo dorado, golpeando con todas sus fuerzas haciendo que el cielo retumbara.

-¡Libérala criatura despreciable!- Aquel general que nunca había perdido la calma y no dejaba ver otra expresión facial, ahora mostraba rabia al ver a Europa siendo lastimada. Un rayo dorado impacto en la Hidra que explotó en miles de pedazos y Ganimedes tenía a la joven rubia en sus brazos pero estaban asediados por las múltiples cabezas de hidra, todas listas para liberar un rayo de energía cósmica.

-Parece que este es el fin Lord Ganimedes- Dijo Europa aceptando su derrota, no pensó que fuera a morir así ante un enemigo muy poderoso.

-No Europa, aún no hemos terminado. ¿Ya terminaste Calisto?- El general albino miró atrás de él, Calisto estaba preparando un rayo índigo en forma de una esfera, esperando el momento para liberar un ataque, gracias a Ganimedes ella podía hacerlo sin ser el blanco de la hidra.

-Lista ¡Futuro caótico!-

El rayo índigo salió volando al cielo y explotó con la misma fuerza que Futuro fragmentado. La magia cósmica fue tan grande que todos los que estaban a su alrededor terminarían o muriendo o gravemente heridos, todo para librarse de la hidra. Incluso sonando la alarmar sísmica y destruyendo algunos edificios las cosas no iba a cambiar. La hidra había desaparecido pero los generales estaban en el suelo con partes de sus armaduras rotas y heridos, mientras Sailor Pluto e Ío continuaban luchando.

-Contigo muerta, El Milenio de Plata ya no tendrá con que defenderse.-

-Tu orgullo te ciega. Yo sólo soy una pieza en este ajedrez así como ustedes-

Los dos combatientes estaban dando lo que les quedaba de fuerza, habían usado mucho de su poder actual para matar al otro pero era Setsuna quien más se cansaba, apenas y podría recobrar la fuerza, de no ser por de Caronte ella estuviera desmayada en el suelo. Ío fue llevado al límite pero tenía más trucos bajo la manga al crear otra lanza de rayo blanco pero esta brillaba menos en representación de su poder.

-Sólo necesito lanzarte esto a la cabeza pero sólo quiero preguntarte algo antes de que mueras ¿Por qué protegen un reino que no prosperara? ¿Por qué gritan en su nombre? ¿Qué los motiva a pelear?- Ío se limpiaba la sangre del rostro. Sailor Pluto clavó la punta de su báculo en el suelo. La gema de su tiara brillo en magenta, llevando a los dos a un lugar que no había nada. Un suelo blanco en mitad de la nada, Ío se quedó sin palabras al ver el lugar en donde estaban.

Enfrente de los dos apareció un reloj de arena gigante, con arena de color blanca avanzando lentamente.

-En estos momentos tú y yo estamos en un lugar donde el tiempo es infinito, lejos de cualquier plano existencial. Contestaré tu pregunta con otra ¿Por qué obedecer un imperio cuya motivación es la venganza? Apuesto que te lo has preguntado.- Sailor Pluto buscó serenidad a la situación mientras el general pelirrojo no confiaba en lo que podría pasar.-Puedes hablar aquí y sólo yo sabré lo que me dirás y viceversa.

-Es una venganza justificada. Apuesto que nunca has escuchado de lo que la galaxia Kino pasó…ni siquiera sobre su existencia.- Ío empezó a caminar de lado a lado observando el reloj. –Yo no lo llamo venganza, sino justicia…la emperatriz exige justicia sobre lo que ustedes le hicieron ¿cómo se atrevieron a dejarla? -

Setsuna suspiró poniéndose en guardia en caso de que Ío intentará algo sorprendente.

-Un historia contada por dos lados. Llena de odio y tristeza. No somos inocentes al reconocer que nuestros errores la llevaron a descender a la oscuridad pero tampoco somos culpables de sus crímenes. Lastimó a personas inocentes, impuso su voluntad sobre alguien más y amenazó a mi princesa por un delirio que le nublaba su mente. Esa es la verdad de las cosas Ío, no pretendo que me entiendas y mucho menos hacerte ver de tus errores y arrepentirse. Es tu verdad contra la mía y al final no nos corresponde a nosotros llegar a la respuesta: Sino de Makoto Kino o como tú la conoces como Imperia Júpiter.-

El reloj de arena detuvo la caída de la arena y alrededor de Ío aparecieron imágenes estáticas de Makoto, cuando su corazón mostraba odio. Una chica que sonreía, que sentía pasión por la cocina, que era amable con sus amigas, una protectora de la tierra como Sailor Júpiter. El general pelirrojo miraba dichas imágenes sorprendido, la imagen de su emperatriz imponente y temible era eclipsada por su antiguo ser. Se quedó en silencio mirando la imagen de Sailor Júpiter liberando un rayo esmeralda.

-Si tanto la amaban, si tanto la apreciaban ¿porque le dieron la espalda?- Ío no dejaba de echar sal a la herida, Setsuna apretaba los dientes y apretó el puño mirando al piso.

-Por ignorancia y miedo. A pesar de ser la usuaria del tiempo sentí que no me quedaba sin él. Un efecto mariposa que se desencadenado aquel día- Setsuna le mostró a Ío el momento en el que Makoto Kino le confesaba sus sentimientos a Ami en la fiesta de cumpleaños y siendo rechazada de forma cruel.- Aquel día despertamos a Imperia Júpiter y libramos esta guerra, hubo alguna vez esperanza de salvarla pero ahora la muerte es lo único que le espera.

Ío miró a los ojos de Sailor Pluto, su expresión podría mostrar arrepentimiento o dolor pero sólo encontró frialdad, el general pelirrojo había tomado una decisión.

-Entonces así será: La emperatriz vivirá. Como tú misma lo dijiste, fue un efecto mariposa que cambio no solo mi destino, sino el de toda una galaxia y sería estúpido arriesgarlo todo por el destino de unas víboras como ustedes. Morirás aquí.-

-Inténtalo Ío-

El reloj de arena se reactivó y el tiempo comenzó a correr de nuevo. Sailor Pluto corrió con su báculo en mano e Ío con la lanza de rayo blanco en una última avanzada. Sólo uno iba a morir este día.

En ese momento varios virotes de ballesta aparecieron al costado de los dos combatientes, Sailor Pluto e Ío retrocedieron viendo la munición de relámpago en el suelo. El general pelirrojo se dio la vuelta al ver al responsable de esto con una cara de enojo.

-¡Eres un imbécil Eteros! ¿Qué haces aquí? En tu condición eres una molestia- Ío miró al joven guardia real en pésimas condiciones, incluso con un brazo fracturado por el ataque de Sailor Pluto pero él no tenía intención de irse.

-Ya me cansé de esto Ío, ver como ustedes los generales alardean de su poder y son unos incompetentes. Ver como esta mujer se burla de nosotros. En estos momentos el castillo está siendo invadido ¡Ella es una distracción! Los estuvo usando como juguetes todo este tiempo. ¿Se dicen superiores de nosotros? Aquila me insistió en no volver aquí pero prefiero morir luchando que se un lastre y si ustedes los auto proclamados poderosos no pueden con una...tal vez es momento de un cambio de guardia ¿no lo crees?- Eteros apuntó con su ballesta improvisada de Sailor Pluto y disparó en una gran ráfaga de disparos, Setsuna los bloqueaba pero notó que el guardia imperial estaba canalizando su furia en los virotes para hacerlos más intensos y con una carga explosiva más poderosa. Ío miraba como Eteros era tan impulsivo como él.

-Y después seguirá aquella que llaman Hotaru, Adrastrea la va a torturar hasta la muerte y su cabeza se verá bien en una pica...-

Setsuna sintió una punzada en su corazón, Hotaru seguía siendo prisionera en el castillo y ella se imaginó escenario donde le podía pasar lo mismo que a Michiru y a Haruka. El símbolo de Plutón en su frente brilló con todas sus fuerzas. Ío sintió el poder creciendo en el interior de Setsuna.

-¡Eteros lárgate, antes de que sea tarde!-

-¡Nadie va a tocar a Hotaru mientras yo viva!- El báculo de Setsuna se volvió negro como la misma noche y de la punta lanzó varias cadenas para atrapar a Eteros. Las puntas de las cadenas eran afiladas, clavándose al suelo y mantenerlo de rodillas. Ío quiso intervenir pero fue empujado por el poder acumulado de Sailor Pluto, observó que el cielo se oscurecía como la misma noche y se veían las estrellas.

Sailor Pluto se elevaba enfrente de Eteros con sus ojos brillando en color magenta mientras el guardia trató de liberarse.

-No habrá compasión para los enemigos de la princesa, no habrá piedad: Noche primigenia de Nix- De las estrellas mismas, que emanaba una luz negra atacaron a Eteros como si fuera una lluvia intensa, el guardia empezó a gritar de dolor a gran velocidad su cuerpo era atravesado y se estaba quemando por el poder de Sailor Pluto. El joven guardia no podía hacer nada para defenderse, había tocado un nervió sensible para la guardiana del tiempo y lo único que logró pensar en ese momento fue en que las cosas hubieran sido diferentes.

"Emperatriz...le fallé"

Lo único que quedaba de Eteros era su esqueleto mientras Sailor Pluto cayó de forma pesada, estaba llegando al límite de su poder actual, si tan solo tuviera la parte que Makoto le quitó, todo sería más fácil. Jadeaba la mujer rastrándose en el suelo y tratar de mirar hacia el cielo pero fue "ayudada" por Ío con una patada y quedar él arriba de Sailor Pluto, tampoco era que estuviera en mejores condiciones.

-Ahora estas a mi merced Sailor Pluto, esta eterna lucha que hemos tenido va a terminar- Ío se preparó para clavar la lanza de rayo blanco en el pecho de Sailor Pluto. La Sailor Scout tomó su báculo de forma débil, no iba a morir sin llevárselo a él también.

-Aquí termina todo-

En ese momento Ío sintió una apuñalada en su espalda, una espada de rayo color índigo y que le hizo daño en cantidades impresionantes, el general estaba muy cansado para responder mientras Sailor Pluto estaba sin palabras al ver a Ío siendo neutralizado por aquellos rayos índigo.

El pelirrojo cayó inconsciente en el campo de batalla a lado de Setsuna. Ella intentó responder pero recibió una patada en su cara para dejarla inconsciente también.

-No es nada personal Ío pero si queremos asegurar la victoria de la emperatriz, hay que hacer sacrificios. Me lo vas a agradecer cuando despiertes.- Dijo Calisto mirando el esqueleto de Eteros por unos segundos y luego mirar el castillo bajo asedio.

-El tiempo se nos está terminando, si queremos ganar debemos hacer que la emperatriz expulsé todo su poder. Es ahora o nunca.-

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-Saturno-

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En tanto Pandora había hecho un portal especial para las Sailor Scouts, que las llevaría a la tierra. Sailor Moon estaba con una actitud calmada mientras Sailor Mars junto con Sailor Venus listas para la batalla. Sailor Mercury tenía la mirada hacia abajo pensando en lo que pasaría ahora.

-Escuchen con atención, este portal sólo está diseñado para transportarlas a Japón, no habrá vuelta atrás. Con el poder que tiene Impería ahora será complicado que las defensas del palacio aguanten. Está en juego nuestra galaxia- Pandora se mantuvo tranquila ante la crisis.

-Lo entendemos Pandora. Han pasado muchas cosas en un año pero ahora es tiempo de finalizar esta batalla. Rei...Mina...Ami...-

-No digas más Serena, estamos en esto juntas. Juntas luchamos y juntas ganaremos. Tal vez no pudimos controlar nuestra oscuridad pero no podemos dejar a su suerte la tierra- Dijo Rei con enojo en su rostro.

-No hay vuelta atrás chicas, desde que empezó esto lo sabíamos- Mina no tenía más palabras para expresar. Pandora miró a Ami con duda, ella había sido la única en aceptar su oscuridad interna.

-Sailor Mercury...si tiene miedo en enfrentarla, entonces le pediré que se quede en el planeta. Como un último recurso...-

-No-

Una respuesta lapidaria por parte de la peli azul, levantó la mirada observando el portal que las llevaría a la tierra.

-Tú misma lo dijiste, no hay vuelta atrás. No puedo huir al enfrentamiento que viene. Sé que Imperia Júpiter me estará esperando así que la enfrentaré en la tierra.- La peli azul se mostró fuerte y caminó hasta ponerse a la altura de Sailor Moon. Pandora asintió mientras tomaba una caja hecha de plata para ponerla enfrente de Sailor Venus.

-¿Y esto Pandora?- Preguntó la rubia de Venus curiosa.

-Hace mucho tiempo la necesitó para salvar un reino, es justo que vuelvas a blandirla- Pandora abrió la caja y ahí estaba la espada sagrada, más que restaurada. Un mango nuevo así como un filo reparado. Mina estaba sin palabras tomando la espada con cuidado y sentir lo liviana que era.

-Afortunadamente pude recuperarla cuando las cosas estaban en movimiento, la espada sagrada le ayudará a combatir a estos enemigos.- Pandora enfundó el arma para que Sailor Venus pudiera ponérsela en la cintura, luego se acercó a Sailor Mars con una caja más pequeña y revelar dos pergaminos con el símbolo de Marte.

-Me tomé la libertad de crear estos pergaminos para ti Sailor Mars, cuando enfrente a alguno de los generales, le ayudarán mucho-

Rei tomó los pergaminos con cuidado, sintiendo un poder espiritual en cada uno de ellos, alimentados por el gran fuego de Marte, Rei asintió y los ató con una correa en sus piernas. Pandora se acercó a Sailor Moon y sólo pudo hacer una reverencia de forma respetuosa.

-Tan bella y fuerte como su madre. Lamento no tener nada para usted...sin embargo si necesita ayuda, no dude en romper estos cristales- Pandora le dio a Serena cuatro cristales con el símbolo de Saturno- Tenga cuidado, úselos cuando sean de vital importancia.-

-Así será Pandora, gracias por todo- Dijo Serena con una sonrisa. -¿Están listas chicas?- Las Sailor Scouts asintieron y entraron al portal de una en una con Pandora quedándose atrás, ella vería el desenlace de esta batalla. El reloj había marcado hora cero.