Mechamaru iba caminando entristecido por la vida por las calles de Japón. Así, con ese semblante desprovisto de color y bastante lúgubre, caminaba sin rumbo y sin mirar al frente, porque ¿qué importaba la vida si el amor de tu vida te rechazaba? No había cura, ni remedio ni medicina que curara su temple de ánimo bastante apagado. Y como a veces la vida puede ser malévola, Mechamaru chocó con alguien, y si, no era nada más ni nada menos que el mejor hechicero de todos los tiempos, el único e inigualable Gojo Satoru. Mechamaru lo vio, y Gojo lo quedó mirando con extrañeza, si él usaba ese uniforme era porque era un estudiante de la escuela de hechicería, pero algo no concordaba con él. ¿Quién era ese sujeto?

一Gojo Satoru 一dijo Mechamaru mirándolo con rencor, sabía que no debería de odiarlo, sin embargo, él se interponía de alguna u otra forma en un romance feliz entre él y Miwa, y eso era imperdonable一. Geto Suguru, Mahito y los demás, te tenderán una trampa el 31 de octubre en Shibuya. Por lo mismo, si caes en su trampa, intentarán matarte. Por eso, deberías de ir al lugar en donde se esconden y aniquilarlos.

Mechamaru no quería esperar a que él lo interrogara, así que prosiguió diciéndole en donde se escondían los enemigos y luego hizo amago de irse, sin embargo, algo lo detuvo.

一Ah, y no olvides hacer feliz a Miwa.

Satoru, quien usaba su típicas ropas, se volteó a verlo porque él estaba por irse.

一¿Quién es ella? 一dijo Gojo Satoru.

Pero, o bien Mechamaru no lo escuchó porque había emprendido el camino muy lejos de él, o bien fingió no escucharlo. Sea como sea que haya sido, el temple de Mechamaru no lo hacía feliz en ese momento. Y encontrarse con su rival amoroso, contribuía menos a que su estado de ánimo cambiase.

Sin embargo, la vida debía continuar ¿no? Tal cual como en Broadway: "el show debe continuar aún con el corazón roto" y Mechamaru no iba a ser la excepción. Así que miró hacia el frente y vio a Yuji Itadori con una chica alta, y parecía que estaban teniendo un buen momento.

Miwa se sentía confundida. Era verdad, ella tenía como amor platónico a Gojo Satoru y no lo disimulaba con sus cercanos, pero algo no se sentía bien luego de lo que pasó con Mechamaru. Era como, si tuviese que escoger entre un amor inalcanzable y otro alcanzable. Ella miraba las flores que le regaló mientras divagaba en posibles soluciones a su problema amoroso y nada se le venía a la mente. Llego la hora de la cena y Mai tocó la puerta.

一¿Estás bien?

一No, entra. Creo que necesito un consejo.

Así, Miwa le contó con lujo y detalle lo que le había pasado con su amigo de la infancia, porque si, para ocultar la verdadera identidad de Mechamaru, ella le dijo que el chico que la había visitado era un amigo lejano de la infancia que no veía hace mucho. Mai entendió todo y mientras pensaba en cómo podría aconsejarle, Mai se dio cuenta de que el muchacho le había regalado esas bonitas flores celestes.

一Deberías de llamarlo y decirle que quieres verlo para enmendar la situación. Como te sientes confundida, deberías de comentarle tu confusión, pero que a pesar de ello, quieres volver a retomar contacto con él. De esa forma, le crearás alas de esperanza, pero de forma sutil y al final, podrás tomar la decisión que él espera que tomes, pero con calma.

Miwa calló.

Luego, la chica atribulada asintió.

一Es verdad, eso debería hacer. No quiero que esto termine mal 一Miwa la abrazó一. Muchas gracias, Mai. No se que haría sin ti.

一Para eso estamos las amigas 一Mai sonrió.

Luego, fueron a cenar al comedor y después de eso, Miwa anotó de forma mental en llamarlo.

Mechamaru se acercó a Yuji Itadori con el fin de preguntarle un par de cosas. Aprovechó que se había despedido de la chica con la que estaba paseando, y tomó la oportunidad de oro.

一Disculpa, eres Yuji Itadori, ¿verdad? 一dijo Mechamaru.

一Sí, ¿y tú eres?

一Mech…digo soy Kokichi Muta, te ubico porque al igual que tú, soy un estudiante de la escuela de hechicería 一dijo Mechamaru.

一Oh, ya veo 一dijo Itadori con una sonrisa, siendo cordial y amable.

一Te quería preguntar cómo puedo conquistar a la chica que me gusta. Te vi pasear con esa chica.

Itadori calló y sonrió.

一Oh sí, estaba paseando con Ozawa, una ex compañera de mi escuela 一dijo Itadori explicando con quien había salido.

La noche estab fría, pero nada de eso importaba para Mechamaru. Ya que, sólo quería que le aconsejaran y nada más. Se sentía perdido en la nebulosa de un corazón roto y sólo podía pedir ayuda, ya que, creía que él sólo jamás podría encontrar la manera de conquistar a Miwa.

一En primer lugar, creo que debes acercarte a ella y darle detalles. Unas rosas, unos chocolates y ese tipo de cosas, jamás estarán de más.

一¿Eso fue lo que hiciste con esa muchacha?

Itadori sonrió.

一No, pero lo estoy considerando 一dijo Itadori一. Y luego de darle detalles, debes demostrarle que te interesa de forma sutil, preguntándole como está, cuáles son sus intereses, etc y luego de eso, si todo sale bien invitarla a salir, sin decir, por obvios motivos, que es una cita.

一¿Y qué lugares serían buenos para ir a una cita?

Entonces, Itadori le comentó los lugares que la mayoría de la gente escogía para salir a una cita. Mechamaru le agradeció de forma sincera y genuina. Ya que, sin su guía sería imposible haber cambiado su estado anímico. Pero ahora todo tenía sentido, se sentía poderoso y con mucha esperanza. Tenía fe en que podría conquistar a Miwa, sólo debía seguir al pie de la letra la estrategia de Itadori y ya. ¿Qué podría salir mal?

Itadori y Mechamaru se despidieron.

La noche estaba tranquila y las estrellas en el firmamento le indicaban que todo saldría bien. Que él y ella serían una pareja sana y compatible. Porque sí, él la adoraba. Sólo esperaba poder robar su corazón, para así poder disfrutar de un bello romance y uno muy feliz. Y como si la hubiese invocado, alguien lo llamaba a su celular. Él vio quien era y no pensó dos veces en responderle.

一¿Miwa?

To be continued…