¡Muy buenos días a todos! ¡Continuamos con nuestra historia! ¡Que tengan un lindo día!

"UNA DECISIÓN DE VIDA"

CAPÍTULO XXI

Anthony había asistido a las oficinas de la naviera Brower en el Puerto de Norfolk desde la semana anterior y ahora contaba con un asesor de confianza, David Newman, amigo de su padre, y actual CEO de la naviera Brower.

Mientras que Anthony estaba en la oficina ese 23 de diciembre, último día de trabajo para él antes de navidad, los hermanos Cornwell lo habían acompañado y ahora disfrutaban de su guía, mientras su primo les mostraba entusiasmado las instalaciones de la naviera y los barcos de la empresa que en ese momento se encontraban en puerto siguiendo con sus rutas, ignorando el asueto por las fiestas.

"Anthony, no dejo de maravillarme de que todo esto existiera sin que nosotros fuéramos conscientes de ello", dijo sorprendido Archie. "Cuando nos decías que ibas a reunirte con los abogados de tu padre, cuando estábamos en Chicago o en Lakewood, para ver lo de la naviera, pensábamos que solo te decían si la compañía estaba bien o estaba mal. No que te explicaban los avances o que tú pedías informes o que te explicaran los procesos." dijo maravillado Archie, a bordo de uno de los grandes barcos de la naviera Brower en puerto, un carguero con destino a los puertos de Holanda programado a salir el 27 de diciembre.

"Pues ya ves, Archie", dijo Anthony, ataviado en un impecable traje formal gris Oxford, con chaleco gris claro, y corbata negra. "Uno nunca sabe qué le servirá a uno más adelante. Mi intención entonces era solo comprender el trabajo de mi padre, pero como ven, ahora también se ha convertido en mi forma de vida. Ahora ésta es mi realidad…" Les dijo, mostrando con su mano, el mundo donde ahora se movía. "… barcos, cargas, horarios de partida y llegada, plazos qué cumplir, clima en altamar, leyes marítimas, personal de tierra y tripulaciones, contabilidad, impuestos y puertos."

"Te admiro en verdad, Anthony." le dijo Stear. "Lo has hecho muy bien lejos de la familia. Tienes una bella y maravillosa esposa en Candy y ahora te animaste a aprender a dirigir tu propia compañía, como lo hizo tu padre. El tío Vincent se sentiría orgulloso de ti." Le dijo sincero, palmeando su espalda.

"También la tía Rosemary." Le dijo Archie a su otro lado. "Y no solo por esto, vi que trajiste rosales desde Lakewood también. Candy nos los mostró esta mañana cuando los regaba."

Anthony sonrió, "Así es, dos rosales Dulces Candy y otros dos de las estirpes preferidas de mi madre. Por lo pronto trataré de cuidarlos en el pequeño invernadero. Ya en primavera intentaremos sembrarlos, y más tarde intentaré sacarles unos esquejes para crear nuevos rosales y expandir el rosedal."

"¿'Esquejes'?" preguntó Stear curioso.

"Sí, Stear. Unas ramas de unos 15 ó 20 centímetros de largo, cortadas del rosal", explicó Anthony.

"Acuérdate, Stear", intervino Archie "¿recuerdas las ramitas sembradas que mantenía Anthony en el invernadero de Lakewood? Las que no tenían ni flor ni hojas, pero que estaban sembradas."

"Ahhh…. Sí. Ya recuerdo."

"Pues esos." dijo el rubio. "Ellos retoñan y echan raíz y de allí pueden ya sembrarse como un rosal nuevo. Pienso armar un buen rosedal en la propiedad con el tiempo. Por lo pronto, empezaré con estas tres variedades."

"Podríamos pedir que te traigan más rosales desde Lakewood, de las otras especies, si tú lo deseas." le dijo amable Stear.

Anthony los vio serio. "¿Están seguros de que la tía abuela no sospecha nada? Sé que es infantil pensar que una familia tan poderosa como los Andley no sepa a estas alturas dónde estamos. Pero preferiría guardar las distancias."

"Pues 885 millas creo que es una buena distancia de la familia, si lo piensas, Anthony."

"Stear…", le dijo su hermano. "Habla en sentido figurado." Le explicó.

"Ah…", se apenó el inventor.

"Quiero guardar la distancia solo de ella y del resto de la familia, Stear." Aclaró Anthony. "Con ustedes es diferente. Ustedes saben que ésta siempre será su casa, y que siempre serán bienvenidos por Candy y por mí en cualquier momento." Les sonrió. Sus primos asintieron de vuelta sonriendo.

"Señor Brower", se le aproximó a Anthony de pronto una hermosa asistente de cabello castaño y ojos celestes con un lindo uniforme azul. "El señor Newman lo llama a la reunión con los representantes de la White Star Line, para su presentación. Estarán esperándolo en el salón de juntas en 20 minutos."

"Ah, sí, por supuesto. Dígale, por favor, que ya voy para allá." Le dijo amable, y la joven casi que da un suspiro al escucharlo hablar y asintiendo con unos segundos de retrasó, al darse cuenta de que el joven dueño de la naviera había terminado de hablar, asintió otra vez y se giró para marcharse y se resbaló sobre la cubierta por haber dado mal el paso. Anthony extendió su mano, alcanzando a sostenerla. Soltándola poco a poco al ver que mantenía el equilibrio. "¿Está usted bien?" preguntó educado.

La joven roja como un tomate asintió apenada, "Sí. Gracias, señor Brower, y disculpe.", dijo. "Con permiso", dijo a los otros dos guapos jóvenes y se alejó por la cubierta rumbo a la rampa que bajaba a puerto lo más rápido posible, sin perder su dignidad.

Archie silbó. "Vaya, primito. Veo que la traes de un ala."

"Pero ¿qué dices, Archie?" frunció el ceño su primo extrañado. "Es tu imaginación. Ella es la asistente del amigo de mi padre. Se resbaló, eso es todo."

"Sí, claro." Dijo no muy convencido. "Igual, cuídate. Recuerda a la debutante francesa en Londres." Le sonrió pícaro.

"¡Archie!" sonrió Anthony recordando ese vergonzoso interludio. "Mejor vengan, muchachos" les dijo riendo, "vamos a las oficinas para que pueda asistir a la reunión y no hablemos más tonterías", dijo dirigiéndose hacia la misma rampa donde había bajado la joven a puerto. "Ustedes saben bien que Candy es la única mujer para mí."

"De eso sí no hay duda alguna, Anthony." Sonrió Stear convencido. "Lo tenemos bien claro desde aquel primer baile en Lakewood en el que le prestaste las joyas de la tía."

"¿En serio?" dijo Anthony sorprendido, deteniéndose en sus pasos antes de bajar la rampa.

"Por supuesto." Comentó Archie también, "Sabíamos que no se las darías a nadie que no consideraras digna de usarlas."

"Y aunque le dijiste a Elisa que dejara de decir estupideces, cuando meses después te reclamó preguntándote que por qué te gustaba Candy," continuó Stear, "Nosotros teníamos nuestras dudas, porque cuando salíamos los cuatro, de picnic o al pueblo a comprar algo, ustedes siempre se buscaban inconscientemente. Ustedes no lo notaban, pero era suficiente para saber que no solo era amistad la que sentían uno por el otro."

"Sin importar cuánto se esforzaron en aparentar lo contrario", continuó Archie. "al final lo supimos. Pero sí debo admitir que muchas veces ustedes dos nos hicieron dudar si talvez eran solo ideas nuestras o si estábamos mirando más de lo que en realidad había entre ustedes, porque cuando se decidían ¡ustedes podían ser muy buenos actores!", rió Archie. Y sus dos primos se unieron también a su risa.

"¡Nos costó mucho, no crean!", dijo Anthony divertido. "Sobre todo frente a la tía abuela.", recordó borrándosele poco a poco la sonrisa.

"Pero igual no te dijimos nada, Anthony, porque… bueno," se encogió de hombros Stear. "respetamos tu discreción al no comentarnos nada."

Anthony los miró de pronto en silencio. Sabía de los sentimientos de sus dos primos por su pecosa al inicio de la amistad con ella, pero se admiraba ahora de su lealtad al haberles dado su espacio a pesar de ello.

"Se los agradezco." Les sonrió sincero el alto rubio. "No era una situación fácil para nosotros. El mantener nuestra relación al margen de todos, esperando que nadie lo notase antes de tiempo."

"¿Antes de tiempo?", preguntó Stear.

"- Sin importar cómo se dieron las cosas al final, muchachos…- igual pensaba revelarle a la tía abuela mis intenciones de matrimonio con Candy al cumplir yo mi mayoría de edad. Talvez la tormenta inició un poco antes, sin esperarlo, mas ahora creo que el resultado talvez siempre hubiese sido el mismo de yo decírselo", dijo un tanto decepcionado.

Sus primos lo vieron con sincera empatía. Y estuvieron tentados a hablarle de su tía abuela, pero al final mirándose, prefirieron mejor guardar silencio.

"En fin," suspiró Anthony, que por un momento se había quedado pensativo, viendo hacia el puerto, "creo que ya no importa."

"Lo importante es que ambos lucharon, Anthony, y que lograron permanecer juntos." Le dijo Stear. "Como te dijimos antes, no pudimos acompañarlos en su boda, pero nos alegramos muchísimo por ustedes cuando nos enteramos por tu carta de que se habían casado. De alguna manera, al menos tú sí pudiste escoger a tu esposa." Le dijo.

"¿Por qué dices que yo sí, Stear?" dijo Anthony preocupado.

"Bueno… es que…" colocó su mano en su negro cabello, algo apenado, "¿No te dijimos? Nosotros también ya estamos comprometidos."

"¿Con quienes?" se sorprendió Anthony.

"Pues al final tenías razón", dijo Archie, metiendo sus manos en los bolsillos de su fino pantalón de casimir italiano, "el señor Britter me andaba custodiando desde aquella vez en Londres. Annie Britter y yo estamos comprometidos." Dijo sonriente.

"Pero… pareces estar de acuerdo." Dijo Anthony asombrado.

"En cierta forma sí, tras convivir más durante los últimos dos meses con ella, acepté el compromiso. Ella tiene un algo… no sé, que me gusta. Es una joven elegante, y muy educada. Decirte que la amo sería mentirte, claro. Pero me gusta, Anthony. Y mucho."

"¿Y tú, Stear?"

"¿Recuerdas a Patty O'Brien?" sonrió el joven de anteojos.

Anthony asintió.

"Pues… la tía abuela me pidió pasar un mes en Inglaterra, ayudando en las transferencias que quedaron pendientes cuando ustedes se regresaron." Anthony volteó los ojos con incredulidad. "¡Lo sé!" le dijo su primo casi riendo, "¡Era mentira!, pero igual, los O'Brien fueron muy amables de recibirme en su casa de Yorkshire por quince días en uno de los viajes que hicimos y luego ya de vuelta en la mansión Andley, la señora O'Brien y Patty, junto con su dama de compañía, nos visitaron en Londres y ya pudimos platicar más y tuve tiempo de mostrarle mi último invento y pues… como me llevé mi motor de combustión variada en el Benz 10/30 PS que modifiqué, ella me ayudó a hacer dos pruebas de mi nuevo motor."

"¿Terminaron en un lago?" preguntó con una sonrisa divertida Anthony, recordando la vez que con Candy terminaron nadando con el auto de Stear en uno de los lagos cerca de Lakewood.

"No exactamente," le dijo, rascándose la cabeza. "Pues en realidad fue en… el estanque de los peces Koi de la tía abuela", concluyó apenado.

"¡Cielos, Stear!" dijo sorprendido Anthony. "¿Y ella lo sabe?" preguntó preocupado.

"Pues… no. Aún no." dijo, culpable. "George aún está haciéndome el favor de conseguirme otras seis carpas arcoíris para que la tía abuela no note que son menos." Dijo con consternación jugando con sus manos. "Es lo primero que ella sale a ver cada vez que está en Londres."

"¡Cierto!" Anthony sonrió. "Pero ¿y tu compromiso?" se preocupó. "¿Es con ella?"

Stear lo considero… "Debo conceder que esta vez, quizás por lo sucedido contigo, la tía abuela me dio la oportunidad de escoger… entre dos opciones."

"¿Quienes?" dijo con desconfianza.

"Patricia O'Brien o-"

"No me digas", dijo Anthony interrumpiéndole, "¿Clarice Evans?" dijo alzando la ceja.

"¡¿Cómo supiste?!" se sorprendió el despistado inventor, abriendo sus ojos, asombrado, al igual que su elegante hermano junto a él.

"¡Intuición!" le dijo el rubio divertido, viendo su reacción, mientras comenzaba su descenso del buque por la rampa.

"¡Anthony, no es justo! ¡Cuéntanos!" insistió Archie siguiéndolo, mientras el rubio reía, bajando.

"¡Anthony!" dijo Stear. ¡¿Cómo supiste?!, los siguió, bajando también.

"¡Después de la reunión les cuento!" les dijo alegre su anfitrión, caminando rápido por el muelle porque ya se le había hecho tarde para su reunión.

"¡Mmmm….! ¡Sabe delicioso!" dijo la joven señora Brower probando el gravy para el pavo, para la cena de Navidad del 25. Llevaba el cabello recogido con un pañuelo y usaba su gabacha navideña. Se encontraba con la señora Mina en la cocina de su hogar, probando lo que cocinaban, mientras los alimentos aún estaban al fuego en la estufa.

"Es una antigua receta de familia." Le dijo la señora Mina Jones. complacida. "¿Está segura, señora, que podrá mañana con todo usted sola? A Timothy y a mí no nos molestaría quedarnos durante las fiestas."

"No, doña Mina." Le dijo comprensiva Candy. "Éstas son fechas para estar en familia, sus hijos los esperan. Anthony y yo nos haremos cargo aquí, no se preocupe."

"¿El señor también?" se sorprendió la señora de cabello entrecano, en sus cincuentas.

"¡Claro!" sonrió la pecosa divertida. "Además Stear y Archie también estarán aquí con nosotros. Estoy segura de que ellos también nos ayudarán."

"Si usted está segura, señora…" Concedió su ayudante doméstica, no muy convencida, mientras terminaba de lavar unas ollas en el elegante fregadero blanco.

Candy caminó hacia la alacena para tomar un poco de canela para su mezcla de relleno para pastel que preparaba, y al estirarse para alcanzar el frasco en lo alto, al tomarlo, sintió que todo le daba vueltas y dejando caer el frasco, retrocedió y se agarró de la mesa cercana donde cocinaba.

"¡¿Señora?!", se volvió la señora Jones al escuchar el frasco romperse, y secando sus manos en su gabacha blanca, se aproximó a la joven que sostenía su frente con una de sus manos.

"¿Se siente mal, señora Brower?" preguntó angustiada la empleada, y fue lo último que escuchó la pecosa antes de que la oscuridad la reclamara.

Continuará…

¡Gracias por leer!

Muchísimas gracias por comentar el capítulo anterior querida Cla1969 (¡Ciao, di nuovo! ¡Buono a leggerti! Sono contento che ti stia divertendo a incontrare i cugini e la scena teatrale! ¡Benedizioni, amico!) En español: ¡Hola otra vez! ¡Qué bueno leerte! ¡Me alegra que te divierta el encuentro de los primos y la escena en el teatro! ¡Bendiciones, amiga!; querida Julie-Andley-00 (¡Gracias a ti por leer, Julie! Te agradezco mucho el ánimo que me das al seguir la historia. ¡Me alegra muchísimo que te guste!, ¡y que disfrutes del encuentro de los tres primos! ¡Es un milagro navideño para ellos! ¡Un abrazo, amiga!), Anguie (¡Gracias, Anguie, por alegrarte por ellos! ¡Un abrazo!), Sharick (¡A mí también me asustó el auto! ¡Ji, ji, ji!, pero ¡qué bien que te sorprenda la historia! ¡Un abrazo, amiga!), Guest 1 (¡Muchas gracias! ¡Te agradezco y me alegra que te guste la historia! En cuanto a lo segundo… ¿tú qué dices? ¡ji, ji, ji!), Guest 2 (¡Bendiciones también para ti! ¡Un abrazo!), Guest 3 (¡También me encanta ver como disfrutan Stear, Archie y Anthony juntos! Esa es una de las cosas más maravillosas de la historia original. ¡Un abrazo!), Guest 4 (¡Gracias!), Guest 5 (Continuará… ¡Ji, ji, ji!), Mayely león (¡No eres la única! ¡Ja, ja, ja! ¡Un abrazo, amiga!) y GeoMtzR (¡Me encantó tu comentario, Georgy! ¡Ja, ja ja! - "lagartonas!" y "señor celos!" ¡Ji, ji, ji! y "coqueto y sinvergüenza" - ¡Gracias por comentar, amiga!). ¡Me alegra muchísimo que les haya gustado el reencuentro de los paladines! ¡A mí también me alegró un montón! Y en cuanto al encuentro en el teatro… Pero ¡si no dice ni siquiera quién es el actor! - ¡Ja, ja, ja! - Pero igual, lo bueno es que los celosos luego se desquitaron. ¡Ja, ja, ja! – ¡Qué bueno que disfrutaron del capítulo!

Asumo que hay lectores silenciosos, pero ahora el sistema ya no me lo deja saber, así que, si hay alguno por allí, ¡un abrazo también! ¡Ji, ji, ji!

¡Que tengan un feliz día! ¡Y gracias por seguir comentando!

lemh2001

21 de septiembre de 2023

P.D. La continuación se publicará el sábado. ¡Bendiciones!