Agosto MPreg 2023
Prompt 73:
—No quiero ir—se quejaba como por décima vez un chico guapo y rubio.
—Solo vamos a ir un rato, nunca sales a socializar, deberías de conocer a más gente.
Su amigo Murata en verdad lo decía por su bien, no le gustaba ver a su mejor amigo tan solo, aunque él siempre lo apoyaba, quería que conociera a más personas.
—No quiero conocer más gente.
—Necesitas amigos.
—Te tengo a ti.
—Necesitas más amigos.
—¿Por qué?
Murata decidió dejar de intentar convencerlo, no tenía caso, solo lo empujó y jaló hasta llegar a la casa de uno de sus ex compañeros de la universidad.
Una vez en la fiesta, Wolfram solo se sentó a beber sin hablar con nadie.
—No deberías de tomar tanto.
—Déjame hacer lo que quiera, tú me obligaste a venir, si no quieres que me vaya, déjame en paz.
Su amigo suspiró. Se sentó a su lado, mientras conversaba con algunos otros conocidos, hasta que notó algo que llamó su atención. Había un chico que no dejaba de mirar a Wolfram y de hecho hasta lo reconocía, aunque no del todo, no era la primera vez que lo notaba interesado, incluso se lo había dicho a su amigo, quien, por supuesto no le creyó ni media palabra, pero su intuición nunca fallaba y dado que esa era una buena ocasión, un empujoncito no estaría mal, ¿verdad?
No le había contado ni a su propio mejor amigo que había sido admitido en el laboratorio de la Mujer Veneno Anissina, estaba aún de prueba y no quería decepcionarse después, pero se suponía que entre los experimentos que debía probar era una poción de amor, la cual no creaba los sentimientos de la nada, solo lograba ver en detalle a las personas, enfocándose en sus puntos buenos y que podrían atraer a aquel que lo tomara, así que en un pequeño momento en el que Wolfram se distrajo, puso la poción en su bebida.
Sonrió mientras observaba como aquel chico poco a poco se decidía a acercarse, se notaba nervioso y quien no, con la apariencia angelical de Wolfram, aunque esperaba que ya supiera que eso solo era superficial.
—Hola—saludó tímidamente aquel chico.
—Hola—respondió el otro sin mucho entusiasmo, lo cual puso más nervioso al pobre chico.
Murata esperaba pacientemente a que la poción surtiera efecto y definitivamente le gustó lo que vio. ¡La mujer veneno era genial!
—Me llamo Yuuri Shibuya, te he visto antes ya que pasas siempre por mi lugar de trabajo.
Wolfram lo miró detenidamente. Era bueno recordando caras, así que sí lo reconoció.
—Ah sí, tienes razón, te he visto antes.
Después de ese pequeño saludo, la magia se dio solita. Murata observó como platicaron durante un buen rato, mientras bebían juntos. Nunca había visto a Wolfram hablar tan animadamente con otra persona que no fuera él y eso estaba bien. Aunque un par de horas después, Murata debía irse ya a su casa o no despertaría para ir al laboratorio de la Mujer Veneno a tiempo.
—Wolfram, debo irme, ¿vienes?
—No te preocupes por mí, adelántate.
—Pero, yo te traje.
—Y no es como si no pudiera sobrevivir sin ti.
¿Estaba siendo un amigo irresponsable si lo dejaba allí? Ya era un adulto, no se veía ebrio, y no es como si alguien le fuera a hacer algo, él sabía defenderse bien de manos largas, pero no se sentía bien al respecto.
—Wolfram, en serio, ya vámonos.
—No te preocupes—le dijo el tal Yuuri—yo lo cuidaré de tu parte, lo prometo.
En verdad parecía un buen chico, no parecía tener segundas intenciones, así que después de pensarlo, accedió.
—Hablamos mañana, ¿de acuerdo?
—Sí, no te preocupes.
.
Murata llegó al laboratorio con un dolor de cabeza tremendo, pero estaba más tranquilo, Wolfram ya le había mandado un mensaje diciendo que estaba en su casa y que era un exagerado, pero por más que intentó sacarle algo de información sobre Yuuri, su amigo no confesó, pero tenía tiempo aún para observar los resultados de la pócima.
—Me alegro de que sí hayas aceptado a usar la pócima—le mencionó de repente la Dama Veneno.
—Quiero hacer lo posible para que me aceptes en tu equipo de forma permanente.
—Y podrás lograrlo si obtenemos buenos resultados de estos, sé que esta nueva pócima para el embarazo masculino tendrá mejores resultados que la anterior.
—¿Qué? —preguntó Murata sin comprender.
—Ya he hecho que la prueben un par de personas, ya sabes sí la anterior funcionó esta les gustará más.
—Pero…
No estaba comprendiendo, la pócima anterior para el embarazo masculino era prácticamente como fecundación in vitro, pero la nueva donde había apoyado a su elaboración era una que ayudaría que el embarazo se dé por el método natural, pero entre dos hombres, pero él no había usado esa pócima en Wolfram, su amigo no deseaba un embarazo, solo quería darle un empujón…
Corrió hacia el armario dónde se encontraban las dichosas pócimas, revisó rápidamente y encontró la que se supone que le había dado a su amigo, ¡no podía ser! De entre todos los frascos que él debía probar faltaba la nueva. ¡¿Le dio la equivocada?! ¡¿En qué momento?!
Las revisó detenidamente. La única diferencia que el nuevo frasco tenía hasta ese momento con la que se suponía que le creyó dar a su amigo, era un poco el color, ambas eran rosas. ¡¿Había cometido tal error?!
Durante semanas realmente intentó sacarle información a Wolfram sobre lo que había pasado con Yuuri esa noche, aún si hubiera tomado la pócima del embarazo masculino, si no tuvo relaciones con él, no había ningún problema. Pero, conforme los resultados de los experimentos de Anissina daban positivo, comenzaba a preocuparse más y más.
Fue hasta mes y medio después que Murata fue a visitar de emergencia a Wolfram después de enterarse de que no fue al trabajo, por estar muy enfermo y como buen amigo que era, decidió ver cómo estaba, solo esperaba que sus sospechas no fueran ciertas…
Cuando llegó lo primero que vio fue a su amigo totalmente pálido.
—Pareces un fantasma.
—Cállate, no puedo comer ni oler nada, me da asco y ya saqué todo lo que comí ayer.
Murata no sabía cómo decirle, pero en verdad estaba a punto de confirmar sus sospechas.
—Wolfram, te lo pregunto una vez más, ¿qué pasó esa noche entre tú y Yuuri?
—Y yo te digo otra vez, que no pasó nada, ¿por qué sacas ese tema ahora?
—Es que, creo que deberías hacerte una prueba de embarazo.
Wolfram lo miró como si le acabara de salir otra cabeza.
—¿Estás loco? Por si no lo sabes, soy hombre y la única manera actual en la que podría estar embarazado es tomando esa poción de la Mujer Veneno y yo no he tomado nada de eso…a menos qué… ¡maldita sea!
Murata no supo por qué, pero Wolfram corrió a una farmacia y se hizo la dichosa prueba.
Positivo.
—Te lo dije…
—¡Es un maldito! ¡¿En qué momento?!
Sin poder creerlo aún del todo, Wolfram le exigió a Murata que lo llevara a los laboratorios de la Mujer Veneno para confirmar su estado.
Positivo de nuevo.
—Creo que deberías hablar con Yuuri.
—¡Oh por supuesto! ¡Me va a escuchar!
Wolfram casi tira la puerta de la casa de Yuuri.
—¡Wolfram! —saludó Yuuri demasiado feliz—¿por qué no me has llamado? Desde ese día no sé nada de ti y estaba pensando…
—Cállate y escúchame.
Yuuri tuvo que hacer caso al escucharlo tan enojado.
—¿Cuándo fue? ¿Y cuál es la razón por la que lo hiciste? ¿Querías un hijo y me utilizaste para eso? ¡Lo hubieras tomado tú!
Yuuri lo veía confundido.
—¿De qué hablas?
—¡No finjas! ¡Me diste una pócima para quedar embarazado! ¡Y ahora tú te harás responsable de esto!
La expresión de Yuuri cambió instantáneamente.
—¡Estás embarazado! ¡¿Es mío?! ¡¿Pero cómo?!
Wolfram quiso golpearlo al ver que comenzaba a llorar.
—¡¿En verdad me estás preguntando cómo?! ¡Tú dime!
—¿Yo? Pues había escuchado que la Mujer Veneno estaba haciendo una nueva poción para que pasara por el método tradicional, pero solo son rumores y obviamente no tendría forma de conseguirla.
—¡¿De qué nueva poción hablas?! Yo hablo de la única que ya está aprobada, ¡tú me la diste!
—¿Por qué crees eso? Yo no te di nada.
—¿Y entonces, cómo sucedió esto si tú no me diste nada? Solo estábamos nosotros dos y…
Ambos miraron a Murata y éste comenzó a reír por los nervios.
—Perdón…
—¡¿Perdón?! ¡Murata, ¿en qué momento me diste esa poción?!
—Déjame explicarte, por favor.
—Habla de una vez.
—No te he dicho que entré como posible candidato a trabajador oficial con la Mujer Veneno, entonces entre mis prácticas, debía darles ciertas pócimas y comprobar sus resultados, según yo, no te di ninguna de las que Yuuri menciona, pero al parecer me equivoqué y en lugar de darte una de amor simple, en la que verías los puntos buenos y compatibles de las personas, te di la nueva…
—¿La experimental del método tradicional? —preguntó Yuuri.
—Sí, por eso te estuve preguntando qué había pasado entre ustedes, si no durmieron juntos, no iba a tener efecto, pero parece que así fue…y estos son los resultados.
Wolfram estaba rojo, tanto de la impresión como de la ira.
—¡¿Por qué te atreviste a darme una pócima?! ¡¿Qué clase de amigo eres?! ¡No experimentes conmigo!
—Tranquilo Wolf, al final obtuvimos un buen resultado, ¿no crees? —intervino Yuuri.
—¡¿Y tú por qué lo defiendes?!
—¿Acaso no estás feliz? Gracias a tu amigo vamos a ser padres.
—¡Estas cosas se planean, Yuuri!
—Pero no pasa nada, yo me haré responsable, no te preocupes, te cuidaré, es más, ¡hay que casarnos!
—Así que si hay algo entre ustedes…—murmuró Murata—¿por qué no me dijiste Wolfram?
—¡No tienes derecho a reclamarme nada!
—De hecho…—Murata y Wolfram fijaron su atención en las palabras nerviosas de Yuuri—Wolf, ¿recuerdas que te dije que ya te conocía? Bueno, pues esa es la razón por la que te hablé esa noche, llevaba meses mirándote en silencio, admirando tu belleza y pensando la manera en la que podría acercarme a ti, así que esa noche fue la mejor oportunidad y no dude en tomarla, aunque como ya sabes, yo no tengo nada que ver con la pócima, sin embargo—Yuuri tomó las manos de Wolf entre las suyas—no sabes lo feliz que me ha hecho esta noticia, sé que te dije que me haría responsable, pero Wolf, ¿serías capaz de aceptarme en tu vida?
Murata comprendió que ese era el momento para retirarse, ya hablaría con Wolfram después y, de hecho, fue él mismo quien le envió un mensaje al día siguiente para explicarle todo.
—Simplemente todo se salió de control—le dijo—me estaba llevando de maravilla con Yuuri, había una chispa entre nosotros que nunca había sentido y ni siquiera era capaz de explicarlo. Cuando Yuuri me preguntó si quería ir a su casa, fue esa misma chispa que me hizo aceptar y para cuando me di cuenta, ya estaba en la cama con él. Pero, tú sabes que nunca había tenido una relación de ese tipo, así que hui y a pesar de que ya teníamos el número telefónico del otro, no contesté sus llamadas ni intenté buscarlo y probablemente no lo hubiera hecho si esto no hubiera pasado, así que al final de cuentas te lo agradezco, pero jamás vuelvas a darme nada ¿entendido?
Murata rio.
—Te lo prometo, pero dime, ¿para cuándo la boda?
—Aún no lo sé, yo te aviso.
—Lo espero con ansias.
—Pero, dime Murata, ¿por qué no me habías dicho nada de que trabajabas con la mujer Veneno?
—Porque aún no era un puesto fijo, pero ya le comenté acerca de ti y ya me dio el puesto definitivamente.
—Solo me utilizas—gruñó Wolfram.
—Tranquilo, ya sabes que no fue así, además si no te hubieras acostado con Yuuri no hubiera pasado nada.
Murata tuvo que quejarse de dolor por el golpe que su amigo le dio en el hombro.
—Por eso no te quería decir nada al respecto, solo te burlas.
—Ya está bien, ya no diré nada, pero Wolfram necesito que vengas conmigo con la Mujer Veneno.
—¿Ella supervisa estos embarazos, no?
—Sí, es necesario. Vamos de una vez si tienes tiempo.
—Sí, le voy a avisar a Yuuri para que nos vea allí.
—Su bebé tendrá dos padres totalmente responsables, ¿eh?
—Por supuesto, no lo hubiera aceptado como su otro padre de no ser así.
—Sé que esto no sucedió de acuerdo con tus planes, pero me alegra que hayas encontrado a alguien como Yuuri.
—Te hubiera hecho caso cuando me hablaste de él la primera vez.
—Pero, todo salió bien, ¿no?
—Salió mucho mejor de lo que hubiera imaginado, Murata.
