Desclaimer: Fairy Tail no es mío, pertenece a Hiro Mashima.
Un Corazón Hecho Por Lágrimas
Capítulo 10: Luz.
CON LUCY
—Puedo pelear contra quien sea que quiera lastimarte, pero no contra ti misma.
—Tu no lo entiendes, Sting… —nos obligué a separarnos—. Yo no quiero lastimar a nadie, pero tengo una sed de venganza que no me dejará tranquila hasta que acabe con esto.
—Lucy… —colocó sus dedos sobre mi mentón obligándome a mirar aquellos zafiros— el problema es que te conozco aún si vas en contra de Makarov y tienes su sangre en tus manos no te sentirás liberada, sentirás un profundo vacío en tu corazón, tus ojos perderán aquel brillo y tu sonrisa será difícil de que la recuperes.
Aparté su mano de un bofetón y la ira me consumía. Mis piernas flaqueaban, sentía terror, tristeza y rabia. Me caí sobre mis rodillas al ver su expresión de sorpresa ante tal rechazo.
—¡Es golpe tras golpe! ¡Una y otra y otra y otra vez! No… ya no aguanto más esta penuria. Quiero acabar con todo esto pero a medida que doy un paso siempre hay alguien quien está traicionándome. Fairy Tail, mis compañeros. Makarov, el maestro que me dio la bienvenida. Son personas preciadas en mi corazón y cada una de ellas han hecho cosas que me hacen cuestionarme, yo misma te traicioné las veces que me alejé de ti —solté una risa incrédula mientras trataba de dejar de temblar—. No soy muy diferente a ellos. Te he hecho daño, he hecho que Sabertooth se preocupe por mí e inclusive aun así me seguí alejando. No puedo negarlo, aquellos días en los que estuve con ustedes, contigo, se sintieron tan bien, me he divertido, y te he amado… —me apreté el pecho como si pudiera arrancarme el corazón para dejar de sentir tanto—. Te sigo amando y me quema por dentro la idea de que por todo esto tu vida corra riesgo, si tan solo no nos hubiéramos encontrado en el aquel tren… si tan solo tu no te hubieses involucrado conmigo… si tan solo no me hubiesen ayudado…
—Detente…
—¡Aún podrías vivir sin un riesgo tan grande!
—¡Detente!
Mis lagrimas empañaban mi vista, aquella orden sacudió en mi interior y dirigí mi vista hacia arriba. Los ojos de Sting no lograba verlos por una sombra, sus puños estaban tan apretados que comenzaron a caer pequeñas gotas sangre de ellos, los labios apretados y la seriedad sobre el asunto era palpable.
—Ya, basta —se agachó agarrándome de los brazos para ayudarme a levantarme. Su mirada se suavizó—. No me arrepiento de nada e iré contigo hasta los confines del mundo si es necesario. Fairy Tail había sido manipulado, tu te alejaste de mí por querer protegerme de Zeref, en cuanto a Makarov, probablemente él también tenga una buena razón para lo que hizo, aunque te duela el corazón. Así que basta de culparte… tú no eres responsable. Lucy, entiende de una vez, tu no estás sola…
En Fairy Tail
—¿¡Que demonios fue lo que hiciste maldito bastardo!? —dijo Natsu con enojo hacia al maestro.
—Natsu, cálmate —ordenó Erza con los brazos cruzados, pero mandando una mirada mortal hacia el anciano—. Sigue siendo el maestro.
—¡Maestro mis cojones! ¿¡Por qué asesinaste a la madre de Lucy!?
—Natsu… Chicos… —comenzó a hablar sobre una mesa—. Estuve obligado.
—¿¡Que dijiste!? —esta vez fue Gray el quien habló con una vena notoriamente saliente—. ¿Obligado por quién?
—Por Layla…
Todos en el gremio soltaron una exclamación.
—Oye, viejo, ¿a qué te refieres? Explícate — pidió Laxus.
—Cuando Lucy nació la señorita Layla me había invitado a su residencia, yo vi a Lucy cuando era bebé, pero en cuanto quedé a solas con ella, me dijo que por orden del rey de los espíritus fue junto a él. Su salud se había deteriorado debido a esto, pero aun conociendo aquel riesgo y las advertencias de Aquario había ido.
—¿Para qué la cito el rey?
—Dijo que le dio una advertencia, que había alguien en aquel limbo espiritual que quedó atrapado, las puertas eclipses de todas las dimensiones habían sido cerradas y aquella presencia permaneció ahí. Ella era misma de joven…
—¿¡Cómo puedes decirnos eso ahora!? ¡Te lo guardaste todo este tiempo!
—Natsu… —advirtió Erza.
—Es por ello que la salud de Layla comenzó a empeorar de un día para otro. Algo había hecho que el tiempo pasado no siga las reglas y aquellas repercutieron en Layla, en cuanto al rey quien pudo escucharla pidió que no la habrá, que no habrán la puerta por nada del mundo, que aquello estaba bien, que mientras Lucy pudiera vivir todo estaría bien, pidiendo a todos los seres celestiales que cuiden de ella como si fuera su propia hija. Sin embargo… —Makarov miró al piso con tristeza—, ella sufrió una crisis, a cada tanto la tenía y Aquario siempre apartaba a Lucy para que no la viera así, su marido no supo que hacer para cuidarla y la impotencia en la familia era absoluta. Layla tenía arranques de abrir aquella puerta, decía que quería vivir mucho tiempo, ver a Lucy crecer, y cuidar de ella, verla casarse, darle consejos y abrazarle todo lo que quisiera; pero por otro lado, su yo misma había pedido explícitamente que no se abriera. Layla comenzó a hundirse en un abismo de su propia conciencia. Por momentos, aceptaba la muerte que se acercaba, y por otros, tenía grandes ganas de vivir a tal punto que pareciese otra persona. La desesperación… puede llevar incluso a las personas más honorables a la perdición.
Flashback.
—Por favor, Makarov —suplicó Layla en la cama con fiebre y una fina capa de sudor—. Aunque lo intente, detenme, por favor.
—Layla podemos abrir la puerta, no puedo dejarte morir así, si hay una salvación para ti.
—No —negó con la cabeza—. Quiero vivir, pero en el fondo sé que no es lo correcto. Si esa puerta vuelve a abrirse, un caos podría ser desatado. No sabemos que fue lo que intentaron retener o cambiar y por suerte, enmendaron rápido la situación por ello no se vio ningún cambio aquí.
—mmm —comenzó a pensar Makarov—. Ciertamente, no lo sabemos ni tampoco tenemos pistas de quienes estuvieron involucrados.
—Makarov, Acnologia vendrá esta tarde.
—¿¡A-a-acnología!?
—Sí… le pediré que también cuidase mi último deseo estando cuerda. El 7 de julio… me buscarán los del reino para que la habrá.
—Layla, lo que me estás pidiendo es…
—Lo sé, es egoísta pero la otra opción es aún más. Lucy, tendrá…. —los ojos chocolatosos comenzaron a derramar unas lágrimas—. Que ser fuerte, deberá tener compañeros fieles como lo son en tu gremio, deberá enamorarse y también pasar por el corazón roto, deberá estudiar y capacitarse, pero nunca olvidarse de sus amigos espirituales, estoy segura… que será una gran maga celestial —dijo con una sonrisa.
—Será tan grande como tú.
—¿Tú crees?
—Por supuesto —asintió la cabeza Makarov tomando la mano de Layla—. Yo la cuidaré no te preocupes, si elige entrar en Fairy Tail será como mi hija y tendrá grandes amigos.
—Me alegra escuchar eso.
Las manos se sentían frías ante el tacto, y Makarov trataba de mantener la calma con una sonrisa para que Layla se sienta de alguna manera mejor. Le dolía el pecho al ver así a su querida amiga.
Unos golpes en la puerta llamaron la atención.
—Pase —musitó Layla con una débil voz.
—Acnologia… —llamó Makarov con sorpresa aún al verle a aquel hombre-dragón.
—Lo he escuchado todo… sé lo que sucedió —ingresó a la habitación para ponerse de lado de Layla—. Hablé con otros espíritus lo que me dijeron es, que tu hija será una gran maga como tú y desatará una gran envidia especialmente de una pelirroja que no aceptó su destino de soledad y su desesperación la llevó a Zeref.
—¿Qué dices? —exclamó Makarov.
Layla sonrío —Entonces, si será una gran maga.
—Sí... Lo que sientes es la magia de Zeref que se embulló en tu interior del pasado, afectándote aún en este tiempo. Hará que tus caprichos personales sean más importantes que cualquier otra cosa.
—Lo sé, lo siento en mi interior, pero cuéntame, que más te han dicho —pidió Layla—. Si no abro la puerta, ¿cuál es el futuro de mi niña? —sonrió con ternura.
Acnologia empezó a contarle lo que las almas en la via láctea le han dicho.
En Fairy Tail de vuelta.
—Su nombre es Yumiko Sarashi —señaló Makarov a los chicos—. Es la viajera en el tiempo que está ocasionando estragos y costó la vida de su madre.
Natsu golpeó con fuerza uno de los pilares mandando a volar todo con fuego, Erza apretaba sus brazos. Levi miró a Gajeel quien estaba con el ceño fruncido. Gray maldijo por lo bajo. Wendy se sobaba y limpiaba sus lágrimas.
Con Lucy
—Entonces, ¿para qué necesitas los servicios del gran Sting Eucliffe? —bromeó.
—Tonto —dijo con cansancio mientras caminaba lejos de la zona de muertos que se acercaba a ellos.
La llave de Acnologia no dejaba de brillar y los espíritus tenían prohibido salir para darle cualquier mensaje.
—Deberías hablar con él primero.
—No lo sé. Estoy algo cansada, no puedo pensar claramente.
—¿Vamos a Sabertooth?
—No puedo ponerlos en peligro a todos —le negué.
—¿Quieres ir a tomar algo? Digo, no es como que un gremio oscuro te este persiguiendo dia y noche con el mago más peligroso del mundo, pero, de vez en cuando uno debería permitirse la relajación.
Solté una risa y me aferré a su brazo—. ¿Y que les dirás? Un momentito por favor, receso. Quiero que mi novia acepte unos tragos conmigo.
Sonrió con arrogancia—. Unos tragos y unas cuantas cosas más, rubia. Creo que me entenderían.
Mis mejillas ardían— ¡Sting!
—El mismo y grandioso.
—¿Qué habrá pasado con los compañeros?
—De seguro estarán bien, Natsu-san es muy poderoso y además el objetivo principal eres tú.
—Pues si… pero…
—¡Relájate, rubia! —golpeó despacio mi espalda—. Ellos estarán bien. De seguro deben de reagruparse, además todo el alboroto se hizo para llamar tu atención, al ver que te fuiste no volverán a amenazar ya que creerán que no te importa nadie.
—Nadie excepto tú.
—Hay que tomar riesgos al irse detrás de ti frente a todos.
—Zeref debe pensar que cobraré venganza.
—Probablemente.
Un silencio se instalo entre nosotros. Yo sabía que lo quería preguntarme era si lo haría pero tampoco sabía la respuesta, Sting tenía razón, sin mencionar que el pasado tiene sus circunstancias e igual perdone a todos.
—Oye… —llamó y miro con superioridad—. No atiendes a tu dragón, todos creen que odias este mundo, hasta tu oscuridad está enamorada de mí.
—¡Insolente, abeja!
—Bella bruja —se llevó las manos sobre la cabeza y sus abdominales estaban más expuestos.
—¿Cuál es tu punto, Sting?
—De que es hora de que te escapes conmigo, ¿no?
—¿¡Qué!?
—Hmm… entonces eso es un sí para nuestra cita.
—¡Sting-kun! —llamó Lector a lo lejos.
—Oi. ¡Lector! ¿Dónde estabas?
—Supongo que será una cita de tres —dije al mirarlos. Demonios, este hombre no entiende que el mundo se cae a pedazos, las peores calañas nos están persiguiendo y de que tengo un enorme desequilibrio emocional.
En un lugar escondido viendo la escena.
—Maldición, maldita, maldita, maldita, te odio, aléjate de él —una persona cubierta con una túnica con capucha musitaba y se mordía las uñas al punto de hizo que sangrara—. Duele. Nunca te dejaré que te lo quedes, tendré que volver a incitar que se abra puerta para viajar de vuelta. Perra, aun cuando lo intentas lastimar, sigue aferrándose a ti. Sting-sama… no la merece. Maldita.
En el mundo espiritual
—¿Estás seguro de esto? —le preguntó al espíritu de Acnologia.
—Aún no la encontré, y Lucy ya vio la visión por lo que me dijo Raiton.
—Sí, en cuanto salió de ahí me quedé reteniendo a algunos miembros que vayan detrás de ella, pero en cuanto su magia se tranquilizó decidí volverme. Ahora ella tiene mi llave.
—Tampoco deja que le hable —señaló Acnologia.
Raiton camina hacia Grandine— Tu llegas bien a Lucy, podrías tratar de explicarle.
Ella niega con la cabeza—. Necesita espacio. Probablemente, el hijo de Weisslogia la cuide, son muchas cosas.
—Es por eso que estoy buscando de Yumiko ahora. Probablemente como el resultado de su cambio en el pasado no haya funcionado quiera volver a intentarlo.
—También tenemos el asunto de Tártaros con el proyecto E.N.D y Zeref.
—Acnologia tienes que hablarle —replicó Raiton.
—No puedo —el comenzaba a sentir vergüenza. En cuanto Lucy la mire con esos ojos chocolatosos llenos de furia él no sabría que hacer, prometió a Layla cuidarla, y le alejo de todos lo que ella amaba.
—A veces ser padre es complicado y cometen errores sobreprotegiendo a los niños, Makarov también debe estar apenado.
Acnologia sonrió con molestia—. Tsk, maldito Zeref.
En Sabertooth
El maestro se encontraba en su silla frente a todo su gremio.
—Por los caídos en la guerra con Tártaros nos han invitado al velorio de todos ellos que se realizará en la gran ciudad.
Minerva dio un paso al frente—. Lucy debe estar destrozada, seguramente acudirá.
—No, no lo hará —respondió Rogue—. Está con Sting, y aparentemente su estado mental no está bien. Lector se ha ido junto a ellos, merece un descanso.
—Me parece bien —dice el maestro—. No obstante, nadie debe enterarse del destino de esos mocosos.
—Deberíamos reunirnos junto con los de Fairy Tail para saber que fue lo que pasó en la batalla y aprovechar el velorio para recabar más información—aconsejó Rufus.
El maestro asintió— Rogue, ¿puedes mantener contacto con Sting?
—Sí
—Frosch también —dice el gato con traje de sapito temblando.
—Las cosas van a ir complicándose a este paso —advierte el maestro y todos lo miran con seriedad—. Los quiero más fuertes que nunca, ni una sola derrota bastardos o yo mismo los mataré.
—¡Sí, maestro!
Hola Chis! Les dejo este capitulo para su disfrute, aun armando la historia e inclusive con más cosas que se agregarán en el futuro dando una forma que les recompensará tanta espera
Les quiero mucho!
Los leo siempre y gracias por el apoyo :3 me hacen muy feeeeelizz3
