Capítulo 84: Como cuando éramos amigos...

En nuestro capitulo anterior, las preparaciones antes de la batalla pactada se estaban dando. Ash ha entrenado con Paul durante toda esa semana. Ambos preparándose para batallas que serian cruciales para su carrera como entrenadores pokemon. El azabache tenia decidido contarle la verdad a Serena sobre su pasado y su titulo real como Campeón juvenil de Kanto. Ambos se citaron para poder pasar un momento juntos pero lo que no sabían es que varios ojos estaban puestos sobre ambos.

Dos jóvenes paseaban por lo que era uno de los centros comerciales mas grandes de la región. Debido a que estaba situado en la capital de la región era una zona perfecta para el comercio. Luego de haberse encontrado, ambos caminaban en paz y armonía la cual disfrutaban en exceso cuando se acompañaban. En ese momento, el azabache trataba de pensar como contarle todo. Sin embargo, Serena le interrumpía de sus pensamientos al tomarle de la mano. Ella decidió que ese día tomaría la ofensiva total. Sin que el kantoniano lo supiese, ella también tenia un objetivo esa tarde y era el formalizar su relación con el chico de sus sueños. Desde ya un tiempo, Rose le ha estado empujando y brindándole valor para que siguiese el próximo paso. Su amiga siempre le decía que ella era todo el bien que Ash necesitaba para seguir adelante. Aun se preguntaba la razón de esa frase, pero si era ella, lo iba a hacer sin necesidad que se lo pidieran.

- ¡Ash! ¡Vamos a aquella tienda! – Jalado por el magnetismo de Serena, el chico simplemente sonreía al verla toda emocionada. Era una tienda de ropa la cual era de las mas sofisticadas del centro comercial. Siempre que visitaba el lugar, le encantaba ver todos los trajes nuevos. Es entonces cuando la chica se le ocurrió una ofensiva total.

- Quiero comprar unas cosas Ash. ¿Qué tal si me pruebo algunos trajes para ti? – El chico abrió sus ojos muy sorprendido por la propuesta de la peli miel. No pudo ni siquiera formular palabras y solo se dejo llevar por el ritmo que la chica imponía.

- ¡Genial! ¡Vamos! –

De lejos, una chica apretaba sus puños en señal de victoria. Rose celebraba que la joven atacaba mientras Blake le quedaba viendo a su mueca extraña parecida al orgullo maternal.

¿Y a esta que le pasa?

**** En otra zona del centro comercial ****

Clemont estaba sumamente nervioso al punto que se podía ver como le temblaban las piernas. Desde ese beso que recibió después de su batalla, no había podida pensar en otra cosa que no fuese la chica que le regalo esa primera experiencia. Jamás en la vida espero algo así. Ha estado con los nervios de punta desde que se decidió que saldrían juntos. Tenia muchas cosas que conversar con la joven, pero aun sentía ese terror de inexperiencia. Tuvo que incluso realizar un tabú y pedirle ayuda al casanova de Blake.

"¡Llegaste con la persona indicada galán! Veras como la chica caerá rendida a tus pies cuando apliques mis técnicas de seducción. "

Solo de recordarlo, se daba cuenta que había sido un error pedirle consejo. Pero Blake si le ha brindado algo que pensó perdido durante este tiempo que ha sido su amigo. Confianza en si mismo. Blake ha sido de sus pilares de ayuda desde que llego por el caso suyo y de Ash. Aun le parecía increíble que fuese realmente un agente de la policía internacional. Eso también le genero muchas preguntas acerca de quien realmente era. ¿Cómo se puede ser un agente importante desde tan joven? ¿Era posible? Bueno, según lo que entendía de la jerarquía policial, se necesitaba logros bastante importantes para escalar rangos. Ha visto como tiene autoridad sobre la policía kalosiana. ¿Qué rango poseía? Se ha preguntado esas cosas, pero ha desistido de preguntar debido a que seria tal vez imprudente de su parte.

- ¡Clemont! ¡Aquí estoy! –

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la razón de su nerviosismo. Se podía ver a la rubia correr con una sonrisa de oreja a oreja desde largo no importándole lo que la gente pensara al llamar al chico dueño de su afecto. Una rubia despampanante corría hacia el joven que se quedo rígido al recibirla. Muchos de los solteros del lugar se preguntaban algo…. ¿Cómo rayos ese nerd lo hizo? La razón de esa pregunta era porque la joven llevaba un traje blanco que acentuaba sus curvas esculpidas por su entrenamiento diario. Era una belleza que no se veía todos los días y esa misma se abalanzo sobre el chico para darle un abrazo fuerte.

- ¡Que bueno verte! ¡Espero no haberte hecho esperar! ¡Quería verte! – La chica le estaba diciendo muchas frases mientras le inundaba en su calidez. El rubor en rostro se convirtió casi como una tetera hirviendo ya que incluso humo salía de su cabeza.

- Igual yo…. – Tímidamente el pobre rubio respondía ante la calidez que le brindaba la entrenadora la cual le tenia confundido.

- ¡Vamos, tampoco es para estar tan serios! ¡Ven conmigo! – Y con una energía que abrumaría hasta un corredor de una maratón, la chica tomo la mano del joven que le dio una gran batalla y le guio por todo el centro comercial. Fueron de tienda en tienda, visitando cada rincón. Poco a poco la familiaridad de ambos se fue adaptando y ambos sonreían al son de sus corazones. A pesar de que los nervios estaban a flor de piel para ambos, los dos se sentían a gusto con la presencia del otro.

Luego de un par de horas, ambos se sentaron en una de las bancas en los corredores del centro comercial. Ambos estaban cansados, pero con una sonrisa enorme. Para Clemont, era el momento de tocar el tema con el cual sentía conflicto.

- ¡Eso fue bastante divertido! Aun no me creo que sepas tanto de computación y tecnología. Eso me sorprendió. En ese sentido soy una inmensa novata. – El chico le sonrió y luego puso una cara determinada.

- Korrina, yo quiero preguntarte…. – Sin embargo, la chica de cabellera rubia larga y elegante tapo sus labios con su dedo índice y le sonrió con un carmesí escarlata en sus mejillas.

- No se pregunta lo obvio Clemont. Hemos pasado mucho ambos en tan poco tiempo, pero mis sentimientos han sido como una onda certera. Así que no preguntes lo obvio ya que cada pregunta que me hagas será un si para ti nada más. En este pequeño mundo, solo mis ojos están posados en ti. - ¡Poof! El pobre aspirante a científico parecía una bombilla de color rojo y sus orejas echaban humo ante tales palabras. Todo lo que tenia preparado que practico con Blake no fue ni necesario. La chica tomaba su mano con un afecto inmenso y lo obvio se hacia notar. Incluso recibía ciertas miradas de envidia de solteros que codiciaban estar en su lugar.

- Eres bastante intrépida… - Es lo único que pudo responder ya que la joven le daba una sonrisa tan brillante como el sol. Ambos ya tenían sus caminos cruzados. Sin embargo, en medio de la melosidad que se podía percibir en la pareja, existía una razón mas por la cual ella se encontraba visitándolo.

- Clemont, hay otra razón por la cual yo estoy aquí. Es encargo de mi abuelo. Digamos que con eso pude convencerle de que me dejara venir, ya que también le interesa. – El rubio quedo un poco confuso ante tal confesión. Sinceramente no le molestaba, pero quedo extrañado cuando ella le comento el tema de conversación que deseaba tocar.

- ¿Qué tanto sabes de Ash Ketchum? – Una pregunta escabrosa como si de un filo de rocas se tratase. Quedo realmente extrañado ante ello.

- ¿Por qué lo preguntas? –

- Quiero saber que tanto conoces de él. Hay cosas muy delicadas que…. – Ahora le tocaba al rubio tapar la boca de la rubia con su dedo. Una mirada seria la cual le indicaba que conocía todo lo de Ash.

- ¿Como te diste cuenta? –

- No es difícil si eres parte de la asociación pokemon. Al principio no le reconocí bien, pero al ver como su Pikachu fue capaz de soportar con cierta facilidad la agresividad de mi Lucario, me dio una sensación de que era fuerte, lo confirmé también en el incidente en el almacén. Sin embargo, cuando lo vi enfrentarse a Hau, me parecía conocerlo mejor. Al final mi abuelo lo confirmo. El campeón juvenil de Kanto en la sección juvenil. El único entrenador que pudo hacer algo increíble contra el campeón mundial juvenil actual. –

- Conozco esos detalles. Me los conto en confianza desde el primer día. –

- Entonces conoces lo de… -

- Si. Lo conozco. Se mucho sobre ese incidente en Ciudad Azafrán. –

- Yo no puedo juzgar si es verdad o no. ¿Pero sabes que fue encarcelado por eso? –

- Lo sé, y se también que es inocente de ello. No debes de tener una mala concepción de mi amigo. –

- No te preocupes, de hecho, estoy en deuda con él después de todo lo que nos ocurrió. Pero si te pregunto esto, es porque debes de saber que tiene una batalla oficial pronto. – Debido a la tanta presión que ha tenido las ultimas semana, había olvidado por completo sobre el duelo que iba a tener. No conocía los detalles exactamente.

- Clemont, su oponente esta entrenando con mi abuelo. – Eso fue una sorpresa para el rubio.

- ¿En serio? –

- Si, pero eso no es lo sorpresivo. Ellos tienen una historia, y esta relacionada a ese incidente. Mi abuelo me lo conto en privado. De hecho, al ser amigo con el profesor Oak en Kanto, es como se pudo dar cuenta.

- Eso quiere decir …. –

- Es el nieto del profesor Oak. Ambos son del mismo pueblo. Por lo que me di cuenta, estaban ciertamente relacionados en ese problema. No sabemos todos los detalles, pero se ve que es grave al menos en parte del chico. Hay algo que no me gusta de su actitud, y no me refiero a lo social. Es más, como un sentimiento muy intenso y malo. –

Esta confesión puso pensativo al chico. Ash le había comentado un poco sobre esa persona, aunque nunca entro en detalles específicos. Pero si de algo estaba seguro, es que su amigo era una persona que estaba casi en contra de toda una región. Por la misma curiosidad, este investigo los periódicos de la región de Kanto y se dio cuenta de todas las pestes que se escribían de su amigo. Sin embargo, muchas de las publicaciones de información de ese día se han suprimido por parte de la federación pokemon. Eso siempre le pareció muy extraño. Incluso le pregunto a Blake sobre ello y este simplemente le decía que era información clasificada.

- Entiendo. ¿Pero que desea saber tu abuelo? –

- Yo quería hablar directamente con Ash, él tiene información que yo deseo conocer. – Eso era nuevo. El chico estaba entrando sin querer a la vorágine del pasado de su amigo. Aunque conocía los detalles, no era a profundidad como haberlo experimentado en vivo.

- ¿Quieres que te ayude con eso supongo? –

- No quisiera pedírtelo y que pensaras que estoy contigo por conveniencia. –

- Se que no es así, además igual estoy curioso por saber de ello. Quiero ayudar a Ash. Aunque no lo creas, también me ha ayudado mucho desde que vino a Kalos. Estoy en deuda al igual que tú. –

- Te lo agradezco y pido disculpas de nuevo. –

- No te preocupes, después podemos ir a…. –

El joven ni siquiera pudo hacer la propuesta porque se escucha una gran conmoción en el centro comercial, específicamente cerca de los restaurantes. Se podía escuchar como la gente hacia alboroto.

**** Minutos antes cerca de la Zona de Restaurantes ***

Ash y Serena han disfrutado mucho de la cita que han postergado por diversas razones. Ellos se encontraban agarrados de la mano, yendo para la zona de comidas. Estaban cansados luego de divertirse mucho, su cercanía era bastante notoria. La peli miel era la que más soñaba despierta. A veces no podía creer lo cercanos que ambos eran en ese momento. Todo se pintaba perfecto para sus planes. Todo estaba saliendo muy bien y se encontraba entusiasmada.

El joven kantoniano igual se encontraba bastante feliz al punto de olvidar todos sus problemas solo con estar junto a la joven. Ella poco a poco se hacia un soporte emocional para su vida. No era la primera vez que sentía una conexión con alguien, aun tenia ciertas memorias con aquella lejana persona de su pasado. Sin embargo, conocía bien que no debía de aferrarse a las malas experiencias.

- Podemos tomar esta mesa si gustas Serena. – La chica asentía y felizmente tomaba asiento.

- ¿Iras a comprar la comida? –

- Así es. - El chico asentía y le sonreía.

- Pero… –

- No te preocupes, debes de sentirte cansada. Además, no esta tan lleno. Solo espérame. ¿Qué deseas comer? –

- Una ensalada y un te frio si no te molesta. –

- ¡Claro que no! Vuelvo en seguida. –

Con ello, el joven se alejaba y se iba al puesto de comida mas cercano. La chica solo suspiraba al verle partir. Ella se encontraba realmente feliz. Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos por su teléfono. Empezó a sonar y vio en el identificador de llamadas que se trataba de Shauna.

- Extraño, hace tiempo no me llama para conversar como antes. Siempre que le escribo o le hablo, ella no contesta. – Era cierto que su relación se ha enfriado mucho. Aun no sabe porque, ya que ella siempre le acompañaba cuando iban al instituto. Pero muchos de sus comportamientos eran extraños, en especial cuando se tocaba el tema de Ash.

- ¿Bueno? –

- Serena, que bueno escucharte. ¿Te encuentras ocupada? Quisiera tu ayuda. ¿Nos podemos ver en mi casa en media hora? – Extrañeza era lo que sentía, ella no era de hacer planes improvisados. Siempre quedaban en reunirse con antelación. Ella era una persona que le gustaba ser organizada.

- Shauna, en este momento no puedo. –

- ¿Por qué? No creo que estés ocupada. ¿Somos amigas y estamos en las buenas y en las malas no es así? –

- Claro, igual pienso eso. Te conozco desde que éramos niñas, pero en este momento no puedo. Puedo ir en la noche si gustas, ahí te contare todo lo que estoy viviendo. Estoy muy feliz. –

- ¿Viviendo? –

- ¡Si! Estoy en una cita…. –

- ¡¿En serio?! ¡Qué bien! Al final todo el esfuerzo de Calem fue efectivo. –

- Espera… ¿Qué? –

- Me conto lo que hicieron ambos en el campamento. Imagine que en algún momento estarían juntos… - La joven peli miel estaba furiosa al escuchar eso. ¿Ahora les contaba a todos? Con esto comprendía que ha estado fuera de contacto con Shauna. Tenia que terminar con esa farsa inmediatamente.

- Shauna, no es con Calem con quien tengo una cita. Yo estoy con Ash y quien me gusta es Ash. – Hubo un silencio incomodo cuando ella confeso con quien estaba.

- ¿Por qué entonces engañas a nuestro amigo? Eres cruel… -

- ¿De que estas hablando? Siempre he sido franca contigo, con él y con cualquiera que me ha dicho que le gusto. Shauna, no puedes juzgarme sin escucharme. Además, desde el principio sabes que quien me gusta es… -

- ¡Yo creo que estas mal con eso! ¡Desde que ese chico llego a Kalos, te has alejado de todos nosotros! Solo te veo con esa tonta y ya ni siquiera pasas tiempo con nosotros. ¡Incluso cuando estamos juntos, tienes la cabeza en las nubes a cada momento! ¡Ya no quiero hablar contigo! ¡Ya no quiero nada! –

En ese momento, la chica colgó molesta. Serena se sentía incomoda. Esos cambios de actitud que ella tenia no eran normales. Incluso desde la primera vez que se toparon con Ash, ella incluso bromeaba con ella con el kantoniano. Poco a poco sin darse cuenta, ella se alejaba y parecía también estar en otra orbita. Ella conocía que no le gustaba su amigo en común. Fue clara siempre. ¿Por qué estaba en esa situación? ¿Por qué reaccionaba así?

Suspiro y luego sintió la mano de alguien en su hombro. Supuso que era Ash y su sonrisa fue automática, pero al voltear a ver, vio a varios sujetos atrás de ella. Parecían ser rufianes y lo confirmo cuando vio que la mayoría de la gente a su alrededor se habían apartado. Debido a su discusión con Shauna, ni siquiera se percató de que venían.

- Chicos, miren. Una que no nos tiene miedo. He de admitir que nos ganamos la lotería con tal belleza. ¿No lo creen? – El que parecía ser el líder de la banda de inadaptados se sentaba a la par de la kalosiana. Todos se reían ya que la tenían rodeada. Serena decidió quedar en silencio.

- ¿Te comió la lengua el Rattata? No deberías de ser tan tímida con nosotros. Somos conocidos en la zona. Creo que este pequeño símbolo debería de ser suficiente para que entienda en que estas metida. – Le mostro en su chaqueta la F del equipo Flare. Serena trato de guardar la calma. Sin embargo, no pudo hacerlo porque el hombre intento propasarse con ella. En ese momento debido a la furia que tenía por la conversación con Shauna y la presión que sentía, le dio un terrible puñetazo al rufián al punto que le rompió la nariz.

- ¡¿Qué demonios!? Maldita desgraciada… ¡Te romperé la nariz también! – Serena cerro los ojos al ver que se levantaba y procedía a responderle el golpe. Sin embargo, alguien desde atrás agarro la cabeza del tipo y lo estrello en contra de la mesa rompiéndola en dos. Dos tipos que intentaron detenerlo, estaban inconscientes. Serena volteo a ver, conocía esos arrebatos violentos y su corazón latía a mil por hora al ver como Ash venia en su auxilio. Pero su sorpresa fue inmensa al ver que era otra persona.

- La señorita estaba tranquila esperando su comida antes que ustedes aparecieran. Ya que son tan descorteses y tan impacientes, decidí que era mostrarle a su compañero el sabor del plástico y la madera. – La persona quien decía esto y se mostraba ante Serena…. Era Gary Oak.

- ¡Maldito Infeliz! ¡Como osas enfrentarte a nosotros! –

- No me malentiendan, simplemente pasaba por aquí para encontrarme con un conocido y ustedes me interrumpieron. – Varios de los hombres intentaron golpearlo, pero este los esquivaba fácilmente. Su confianza era grande y se notaba al punto que les hacía arder de colera.

- ¡Eres un estúpido! ¿¡Que vas a hacer contra nosotros!? ¡Tu solo y somos 30 aquí! –

-No creo estar solo tanto tiempo si les soy sincero. – Cuando varios de ellos iban a atacarlo, estos fueron noqueados al instante por otra persona la cual sostenía una silla de madera que había tomado para atacar. La rompió en la cabeza de uno de los que iban a atacar a Gary y solo quedo con las patas de la misma en sus manos. La kalosiana pudo ver que esta vez si se trataba de Ash. –

- Busque la mejor silla para darles la cortesía que iban a tener con Serena. Lamento si me tarde por eso. – Estaba bastante furioso, de las pocas veces que se le veía así. Si algo ha aprendido el azabache en su estancia en Kalos, es que si tocas a Serena evocas su ira.

- Ash… -

- ¡Malditos! ¡En serio se atreven a! – No pudieron terminar ni siquiera la oración ya que Gary y Ash los atacaron sin piedad. Ambos se encontraban sincronizados dando puñetazos y patadas por toda la zona. Eran fuertes, físicamente y como entrenadores. Recibían los golpes, pero ni se inmutaban. Sangraban, pero no les dolía para nada. De hecho, hasta cierto punto parecían divertirse.

Serena les observaba asombrada, asustada e impactada. Conocía el temperamento de Ash, aunque de niño nunca le vio así. Aunque fuese poco tiempo que convivio, siempre fue muy dulce. No le molestaba que la defendiera, pero era extraño verle que estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones. El primer matón se levantaba con furia para atacar a la chica que causo esto desde su punto de vista, pero este ni siquiera pudo hacer nada ya que sintió una corriente eléctrica potente que lo desmayo al instante. Serena volteo a ver atrás de ella y abrió los ojos par en par al ver quienes estaban ahí.

- ¿¡Porque rayos traes un taser contigo!? ¡Estás loco Blake! –

- Siempre tengo que venir preparado cuando estoy contigo Whitely. –

- ¿¡Que quieres decir con eso¡? – El dúo de fisgones se encontraba ahí para ayudar en la trifulca.

- ¿Qué hacen aquí? –

- Creo que ya nos conoces bien para saber qué hacemos aquí Serenita. – La chica actriz sacaba la lengua y le hacia una pose tierna a su amiga.

- Ya dejen de bromear ustedes dos, tenemos que salir de aquí. –

- Pero Ash y Gary…. –

- Creo que deberías de estar mas preocupada por los pobres tipos que hicieron enojar a tu enamorado. – La joven se sonrojo cuando Blake dijo eso, pero no pudo ni responder porque se la llevaron a fuerza para evitar que la lastimaran. –

- Me debes otra Ash. – Decía Blake a si mismo al ver como los dos kantonianos peleaban y daban la paliza de sus vidas a esos rufianes. Lo que menos quería es que Serena se diese cuenta de esa manera del nexo que tienen esos dos. Sabía que sería inevitable, pero conocía los planes de Ash en contarle.

Ambos kantonianos golpeaban, mandaban a volar a un par de canallas y rompían las cosas en ese vaivén de adrenalina. Igual, la gente les veía hacer ese alboroto pero de alguna manera apoyaban con vítores y algarabía.

- Veo que aun pegas como niña Ketchum… -

- Solo veo golpecitos de dama delicada de tu parte Oak. –

Gary rompía una charola en la cabeza de uno de sus adversarios y Ash golpeaba sin clemencia a otro con golpes rápidos y certeros. Después de mucho, ambos terminaron y se veían cansados luego de dar y recibir golpes. Ambos se veían, sonriendo un poco, pero agitados.

- Como cuando éramos amigos…. –

- Si, como cuando éramos amigos…. –

Ambos parecía que no tenían suficiente. Estaban con ganas de golpearse. Se posicionaban para continuar entre ellos. Al parecer la batalla se adelantaba….

Caos y un frenesí de golpes se daban en el centro comercial. Gary y Ash estaban dispuestos a comenzar temprano sin sus pokemon. Esta historia continuara…

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Creo que ya deberia de tener una habilidad de desaparecer de repente. Lamento la demora nuevamente. Gracuas por su paciencia! Lo unico que les puedo decir, la vida es una cabrona! He pasado muchas cosas! Pero aqui estamos a paso de tortuga. Estoy de vacaciones del trabajo asi que escribire al menos cada dia para adelantar. Las cosas se encienden poco a poco. Espero el capitulo les guste mucho! Por ahora, no contestare reviews ya que estoy publicando esto rapido jajaja! Prometo responderlas en el siguiente capitulo y tambien responder a preguntas si las tienen! Les veo luego! Ya-Ha!