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Disclaimer:

Los personajes de SAINT SEIYA no me pertenecen.

Yo soy fan de los Caballeros del Zodiaco desde los 9 años,

y es por este amor de fan que escribo y no para ganar dinero;

también escribo para hacerte pasar un rato agradable,

a ti estimado lector,

que pasas a leer mi divagación.

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EL REGALO DE CUMPLEAÑOS

Se acercaba un día muy importante, y una chica pelirroja, como de 15 años de edad, estaba muy emocionada por ello, pero también estaba preocupada.

Su hermano Seiya iba a cumplir siete años.

El niño moreno y de cabello rebelde era toda la familia que la chica tenía, por eso el cumpleaños era muy importante, y estaba feliz de poder celebrarlo, pero no sabía qué podía regalarle; eso es lo que la deprimía.

Hacía varios minutos que había despertado, pero se quedó varios más en la cama pensando en cuál podría ser el mejor regalo del mundo para su pequeño hermano, pero se hacía tarde, así que se puso de pie con mucho entusiasmo. No iba a permitir que su hermanito se diera cuenta de lo triste que estaba y tampoco de lo feliz que estaba.

La chica y su hermano vivían en un orfanato, lo que para ella no era excusa para no ayudar, y le gustaba ayudar, así que fue a la cocina a ayudar con la elaboración del desayuno para los niños pequeños.

En otros años, no había podido regalarle nada a su hermano, en parte porque aún era pequeño, aunque también era porque no tenía dinero… ¡pero este año iba a ser diferente!

Por la emoción que le invadió al pensar que su hermanito tendría su primer regalo, casi se corta un dedo…

(Por conseguir el obsequio de su hermanito, había estado aceptando las propinas que le daban.)

La chica tuvo que dejar de pensar en ese regalo perfecto que quería conseguir, porque tenía que estar atenta, o la siguiente vez sí iba a cortarse.

Con toda la comida que debía preparar, no fue difícil olvidarse, por unos momentos, del regalo.

Después de estar en la cocina, fue al comedor.

Seiya, apenas la vio, corrió a su encuentro…

- ¡Seika! –

- ¡Hola Seiya! –

… y Seika lo cargo, con mucho esfuerzo, claro.

- ¡Cada día pesas más! -

- ¡Jajajajaja! – fue toda la respuesta del pequeño Seiya.

Ella y su hermano se sentaron juntos a desayunar.

- Gracias Seika. – le dijo Seiya a su hermana con una gran sonrisa.

Seiya sabía que su hermana hacía el desayuno, por eso le agradecía a ella por la comida antes de dar gracias como la costumbre lo imponía.

- De nada. – ella le respondió con una sonrisa pequeña…

… porque en realidad quería decirle que su cumpleaños estaba cerca, y que le iba a dar un bonito regalo.

Tuvo que contenerse, o arruinaba la sorpresa.

Mientras desayunaban no hablaron mucho… (bueno, Seiya no habla mucho mientras devora la comida); esto le ayudó a Seika a seguir pensando en el regalo, sólo que no pudo pensar por mucho tiempo, porque se hacía tarde para las clases.

Estando en la cocina no fue problema concentrarse en preparar el desayuno. Donde las cosas se complicaron fue durante las clases.

En vez de anotar las explicaciones del profesor en su libreta, hacía dibujos de lo que podría ser el regalo: una pelota, un cochecito, un robot, una caja de crayolas… pero fue sorprendida por el profesor, y siendo un profesor muy estricto, ni siquiera le preguntó a la jovencita el motivo de no poner atención a la clase; lo que hizo fue dejarle tarea extra que debía entregar al siguiente día.

Al terminar las clases, Seika no se preocupó por el extra de deberes escolares. Volvió a enfocarse en su deber de hermana mayor, y para ello, fue a buscar a su hermanito.

Quizás si le hacía algunas preguntas discretamente, él mismo le diría qué quería como regalo de cumpleaños.

Ya habían terminado las clases de los niños más pequeños.

Después de las clases, los niños veían un poco de televisión antes de la comida, así que Seika tuvo que darse prisa si quería hablar con su hermano, o no lo vería hasta una hora después.

Llegó justo a tiempo.

- ¡Seika! – le gritó Seiya al verla.

- Hola Seiya. – ella le dijo con una sonrisa a su hermanito, pero de inmediato se enfocó en el "interrogatorio" - ¿Cómo te fue con las clases? -

Pero a Seiya no le interesaban las clases.

- ¡Date prisa! - tomó la mano de su hermana y la llevó adentro - ¡Que ya va a empezar! –

- ¿Qué va a empezar?

Seika no sabía qué es lo que iba a empezar porque no siempre veía la televisión con su hermano, ya sea por ocuparse de los deberes escolares, o si la cocinera le pedía que la acompañara a comprar la despensa, la acompañaba. Uno y otro lo hacía con gusto, porque sabía que su hermanito estaba viendo algo que le gustaba mientras ella se ausentaba.

- Algo que le gusta… - dijo Seika para sí al sentarse en el suelo junto a su hermano.

- ¡EEEEHHHHH! – gritaron los niños de emoción al comenzar la canción de su programa favorito.

Muchos sueños tengo yo

que quisiera realizar.

Bellos sueños y deseos

que quisiera yo lograr.

El bolsillo mágico todo vuelve realidad.

Por el cielo libremente me gustaría volar.

El Gato Cósmico te puede ayudar.

¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!

¡Todos queremos al Gato Cósmico!

¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!

¡Todos queremos al Gato Cósmico!

Todos los niños coreaban perfecta y alegremente la letra de la canción, mientras...

Seika estaba apenada.

Había sido una tonta.

¿Cómo había podido olvidar que a su hermanito le encantaba Doreamon, el Gato Cósmico?

Pero la pena le duro apenas un pestañeo.

Una gran sonrisa se dibujó en su cara.

Había hallado el regalo perfecto.

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Subido mi fic 13, ya puedo subir otros fics.

Doraemon, el Gato Cósmico es una serie clásica en Japón. Se transmitió desde 1979 hasta 2005, siendo la segunda serie animada más larga en toda la historia del anime.

Me gusta Doraemon, y ya que Seiya es japonés, seguro lo vio de peque 8)

Ojalá te haya gustado esta primera parte.

Muchas gracias por leer y por tus comentarios.

^.^