Desclaimer: One Piece pertenece a Oda Eiichiro-sensei.
Akuma no Kimochi (Los sentimientos del demonio)
Capítulo 1: Ballena Blanca
Mientras los Mugiwaras se encontraban en Wano la pelea de Luffy vs. Kaido llega a su final, vencedor: Monkey D. Luffy, aquel que se convertirá en el rey de los piratas. Sabo con su equipo revolucionario se encontraban debajo de Mary Geoise, buscando a Kuma para rescatarlo, por más de que se ha vuelto solamente un arma biológica sin consciencia para los del gobierno, el significaba un invaluable compañero.
—Sabo, tranquilízate.
—¡Es difícil no enojarse!
—Si nos equivocamos y nos atrapan
—El error no es una opción. O bien es el éxito o la muerte.
Karasu observa a Sabo quien se encontraba con los brazos cruzados y lleno de enojo.
—Lo sacaremos de aquí, así como también a los demás esclavos y haremos la declaración de guerra. Lo primero sería… ¿Eh?
—Ya se fue —suspiro Morley.
—Es inevitable —comentó Lindbergh
—¿¡Eeehh!?
Los pasos por un pasillo subterráneo llamaron la atención de una de las prisioneras, por su ritmo sabía que era uno de los guardias quien traía un cuerpo inerte. Pasos de guardia, olor a muerte, los gemidos y los desmayos de algunos a lo lejos que movían pesadas estancas de madera (probablemente ofreciéndole algún beneficio a los que se encuentran arriba del palacio, ¿energía eléctrica quizás? No lo sabía). Sin embargo, se escuchaba alguno que otro azote para que no parasen en su producción y las órdenes de seguir continuando.
—Oi, monstruo, aquí, tu almuerzo —dijo el oficial que estaba abriendo la puerta de barrotes con su llave. El cuerpo inerte se desplomó sobre el suelo, seguramente era de un hombre que se atrevió a hacerle frente a un tenryubito o; probablemente, de un esclavo que ya no dio más y cayó rendido ante la muerte.
La chica esperó a que el guardia se fuera para salir de las sombras que se proyectaban por la escasa iluminación de la antorcha.
Empujo el cadáver hacia el otro lado de la celda y volvió a su lugar resoplando.
—Bueno, ni si quiera está fresco. Nada que hacer.
Se tiró al suelo para abrazarse las piernas y hundir su cabeza en ellas, el olor a muerte ya era costumbre, pero ¿que se sentiría volver a sentir ese aire fresco? Ya no lo podía recordar.
No obstante, luego de unos minutos en su eterno lugar escuchó algo que era atípico, pisadas rápidas.
—¿Qué está sucediendo? —se acercó a la reja. Y vio a un hombre con el pelo rubio y una marca en su ojo izquierdo.
Sabo se sorprendió al verla.
—Tú, vengo a sacarte. Retrocede.
—¿E-eh?
Sabo probó las rejas y se dio cuenta que no fueron hechas con rocas del mar, lo cual le fue fácil destruirlas con el fuego.
—¿Puedes liberarte de esas esposas? —señaló mientras se acercó a la chica.
—N-no, están hechas con azufre.
—¿Azufre? —lo miro extrañado.
Aquella chica miro para el otro lado evitando el contacto visual.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó Sabo mientras se acercaba hacia a la primera cadena—. Te han puesto mucha seguridad. —señalo comentando sobre las que tenía en sus muñecas, tobillos, cintura y cuello.
—Sa-Sami, creo…. —dudo.
—¿Crees? —enarcó una ceja—. Permíteme.
Sami no podía creer lo que estaba sucediendo, este joven vino a sacarla y no le importaba en lo más mínimo el riesgo que él puede correr.
—No, no lo hagas —musitó.
—¿Eh? —la miró estupefacto.
—Yo merezco estar aquí.
—¿Qué has hecho? —preguntó.
—El Gobierno me puso aquí por ser un experimento.
—Que se joda el gobierno —sonrió con malicia por pensar que los sabotearía.
—O-oye…
Pero ya era tarde, Sabo estaba fundiendo sus cadenas.
—No te muevas mucho, puedes quemarte.
—No… no tengo donde ir.
—He liberado a tus otros compañeros, ve hacia la izquierda por el pasillo, al costado derecho encontrarás una puerta que te abrirá paso para ir al exterior.
—Hmm… mm —dijo dudosa—. ¿Eres enemigo del gobierno?
—Soy revolucionario, me llamo Sabo, un gusto Sami. Ahora eres libre.
—¿Li-libre?
—Sí, puedes irte y volver a comenzar de cero.
Sami miró al joven y se abalanzó hacia él para darle un abrazo. Sabo se sorprendió.
—¡Gracias, Sabo-kun!
—No, no te preocupes. Ahora ve que tengo que hacer una declaración de guerra.
Sami lo miró por unos instantes, pensó en ofrecerle su ayuda, pero tanto tiempo encadenada la dejó con un mínimo de poder. Además, debía verle a su pequeña hermana en el pueblo ballena blanca, capaz si tenía a donde ir, pero ¿qué tan buena idea sería?
—Entiendo, cuídate.
—Sí, tú también.
Cuando Sabo la vio salirse, y ella volteó una vez más para despedirse, vio su pelo azabache con una trenza de costado, ojos color verdes intensos cuyos tenían un brillo peculiar, su ropa estaba hecha jirones, aunque cubriéndola lo necesario. Una vez que se fue, se percató de su alrededor, huesos humanos y tres muertos en estado de descomposición, algunos con partes de su carne que faltaban. ¿Qué hacía el gobierno con aquella chica? ¿Qué tipo de experimento llevaron a cabo con ella por eso la quisieron ocultar? Agarro un resto de aquella cadena.
—¿Azufre, eh?
…
Pasaron los días y los mugiwaras se enteraron de la noticia más impactante, de que Sabo era acusado de haber matado al rey Cobra, el padre de Vivi.
—¡Esto es mentira, Sabo nunca haría algo así! —gritó Luffy ante la noticia.
—Tranquilízate, Luffy. El gobierno debe ocultar lo que sucedió y lo están incriminando —dijo Nami con el diario en la mano.
—¡Pero es mentira! —seguía gritando disgustado a más no poder.
—En todo caso, deberíamos ver la posibilidad de averiguar que fue lo que sucedió —planteó Zoro con los brazos cruzados y en calma, pero por dentro se encontraba igual de molesto con la noticia.
—Oigan, oigan, es el gobierno del que estamos hablando —trato de hacerlos retroceder un Ussop quien sabía que se volverían a meter en una riesgosa aventura—. Hace unos días estábamos en la batalla contra Kaido y casi no vivimos para contarlo.
—Ciertamente, Luffy —opinó Robin—. Además, las cosas sucias del gobierno siempre son bien planificadas y eso sin mencionar que el atentado habrá hecho que tomen medidas más defensivas. Nos encontraremos con muchos marinos.
—Nooooo —replicaron Usopp, Chopper y Brook.
—Sabo ya debe estar reunido con el ejército revolucionario planeando la siguiente estrategia, él debería estar bien —acoto Jimbe.
—Pero Vivi debe sentirse muy triste —dijo con pena Chopper y todos miraron para abajo.
—Vivi-chan necesitará de mi consuelo, tendré que abrazarla con fuerza y susurrarle palabras de amor para que no se sienta sola —dice Sanji.
Nami lo golpea y Zoro musita —Idiota.
—¿Qué dijiste cabeza de musgo?
—¿Eh? ¿Quieres pelear cocinero de mierda?
—Bueno, no es que quisiera cambiarles del tema, pero necesitamos cola para Sunny —dijo Franky—. Si vamos ahí o a la siguiente isla, y nos encontramos en una situación problemática tenemos que contar con el Sunny para sacarnos de ella.
—El Log Pose señala… —Nami se fija en las tres puntas y rápidamente quiere tapar una de ellas para que Luffy no la viera, pero ya era tarde.
—Oh, la que apunta hacia ahí no deja de moverse —dijo emocionado.
—¡Nami! —lloró Usopp.
—Luffy, no… —quiso decir Nami pero ante la emoción del capitán era pérdida de tiempo objetar. Además, luego de la reciente noticia probablemente Luffy necesite distraerse, mientras Sabo este bien, él también lo estará. Aunque dentro de ella, moría de ganas por hablar con Vivi y darle fuerzas ante su duelo.
—¡Bien! ¡Iremos hacia ahí! —apuntó Luffy.
El barco tomó dirección hacia el Este.
Durante la mitad del trayecto las olas se volvieron violentas, y de unos treinta a cuarenta y cinco metros de altura, tal reacción parecía proveniente de su punto de llegada.
—¡Agárrense fuerte!
El Océano con furia impacto contra el Sunny pero todos estuvieron a salvo.
—¿Qué es esta sensación? —se preguntó por debajo Zoro mirando del lado contrario al destino creyendo que era esa la dirección luego de haber sido empujado y por ende desorientado.
—Nami-swaaaan, Robin-Chwaaaan, ¿se encuentran bien?
—¿Tú también lo percibiste? —se acercó Brook junto al espadachín.
—Sí. Es una gran sed sangre.
—Se me pone la piel de gallina de solo pensar en el monstruo que lo debió de haber causado… Ah, no tengo piel, yohohoho.
—No, esto proviene de una persona —dice Zoro aun serio ignorando la risa del esqueleto.
…
Dos días más tarde, habían llegado a destino sin problemas, y aquella sensación que percibieron no volvió a repetirse, llegaron al muelle de una isla; cerca se encontraban unos pesqueros y los comercios en la entrada estaban llena de gente. De fondo se veían unas colinas repletas de árboles y el paisaje tranquilizador de una civilización contenta y en armonía con la naturaleza.
El pueblo parecía rústico, sin lujos refinados, pequeño a simple vista, pero aparentemente la mitad de los edificios más al fondo habían sido destruidos, hombres trabajadores saludaban a las personas quienes se encontraban en su camino mientras llevaban toneladas de madera para la reparación.
—Bienvenidos a Ballena Blanca —se acercó un señor de unos treinta y algo de años, alto, musculoso y con barba acompañada de un bigote blanco—. Me presento, me llamo Zirlos, dueño de esta empresa pesquera, dejamos que los piratas se queden en este muelle por el precio de 600.000 berries.
—¿¡600.000!? —chillaron, especialmente Nami.
—Espera un segundo —la navegante del barco comenzó la negociación.
—Mira, Jimbe, ¡ahí hay un puesto de carne! —dijo Luffy ya bajándose del barco.
—Si —se rio. Siguiendo con la mirada al entusiasmado capitán. Por lo menos, ya no está enojado por lo de Sabo.
—¡Cuantas preciosuras! ¡Cuánto belleza! Ah, mi corazón se quedará en Ballena Blanca —salió Sanji con corazones hacia un grupo de mujeres quienes estaban de compra.
—¿Quieres fijarte si hay algodón dulce? —le invita Robin a Chopper.
—¡Sí! —salta—. ¿Zoro, que harás? —Viendo como el espadachín se baja del barco.
—Voy a recorrer un momento.
—Esperen un momento, quien se quedará cuidando el barco —protesta Usopp.
—No te preocupes, ya lo solucioné —dice Nami.
Zirlos estaba con lágrimas en los ojos porque cayó ante la negociación y encantos de Nami dándole 100.000 berries para que vaya de compras dentro del pueblo por agradecimiento de la visita, con la estancia gratuita y segura del barco.
—Este… ¿tú eres Monkey D. Luffy? —se acercó una niña pequeña ante todos y antes de que Luffy llegué al local de carne y se separen.
Los miembros de la tripulación la miraron, tenía casi la edad de Tama. Tenía rizos dorados, unos grandes ojos verdes y una sencilla vestimenta.
—Oh, si soy yo —le dice Luffy.
—Me llamo Azumi. Por favor, ¿podrían ayudarme? —suplicó tirándose al piso. Las personas a su alrededor la miraron con cierto desprecio y otros con tristeza. Esto llamo la atención de los mugiwaras.
—Uhmm… yo quería comer la carne —dijo Luffy mirando el puesto.
—Yo puedo pagarles — se ofreció ella en desesperación—, pero luego si podrían ayudarme a encontrar a mi hermana. Se metió en el bosque hace unos días y no ha regresado a la casa. Se llama Sami, ella protegió el pueblo hace unos días de uno de los comandantes de barba negra que nos quiso saquear y proclamar este como su territorio.
Luffy se puso serio al escuchar que barba negra estuvo involucrado en esta isla, pero aun así decidió preguntar —¿Ya la has buscado? —miró su brazo que parecía haberse lastimado con la rama de un árbol mientras corría, un curita en su mejilla y restos de sangre en su pierna como si los insectos la hubiesen mordido o si se hubiese tropezado intentando de escapar.
—Tu herida se está infectando —se alarmó Chopper por las heridas en las rodillas y del brazo—. Voy a hacerte una curación. Soy doctor, me llamo Chopper.
—Sí, pero hay animales muy grandes y agresivos —dijo cubriéndose la herida más grave avergonzada por la notable infección y rascando su cabeza con la otra mano—. Casi termine como cena de tigre. Lo siento, doctor Chopper.
—¿Por qué se adentró al bosque tu hermana? —preguntó Zoro molesto por las hostiles miradas.
—Pues yo le grité… —dijo Azumi apenada mirando hacia sus pies—. Ella es mi hermana mayor y solo quiso protegerme y, yo… me asuste. No debí decirle que preferiría que haya muerto hace cinco años.
Luffy la miró y recordó la frase de Ace que casi siempre se lo decía cuando tenía la oportunidad. Un hermano mayor debe proteger a su hermano pequeño.
—Si quieres que vuelva, debes decirle tu personalmente —contestó serio—. Si vamos a buscar a tu hermana, debemos ir juntos.
La niña miro hacia arriba y se limpió la primera lagrima que jugó con deslizarse al recordar lo sucedido.
—¡Sí! ¡Gracias, Luffy- taichou!
—¡Azumi-chan! —llamó el propietario de la tienda de carne—. La comida ya está lista.
—Debemos irnos —le sonrió Azumi al grupo—. También le he pedido bebida para Zoro-san.
—¿De verdad? —se emocionó Luffy.
—Hmp, no puedo negarme —sonrío Zoro.
—¿Cómo es que sabes de nuestros gustos? —preguntó Nami un poco maravillada por la astucia de aquella niña.
—Yo los he admirado desde que me enteré lo que sucedió en Dressrosa, estoy trabajando entregando los periódicos para no ser una molestia a la familia que me adoptó luego de que mis padres perdieron la vida, y hace unos meses me encontré con Bartolomeo-san, dice que es parte de su flota —se rio al recordar el momento—. Él vino para expandir la popularidad de Luffy-taichou amenazando a todos.
FLASHBACK
— ¡Todos ustedes deben llevar la insignia de Luffy-senpai! ¡Esperamos que su lealtad este con el futuro rey de los piratas! Oye, tú si te lo quitas, te mato —amenazó a un joven chico quien menosprecio la placa.
—¡S-si! —se aterrorizó el chico.
—Disculpe —se acercó Azumi a Bartolomeo.
—¿Hmm, quien eres tú?
—Me llamo Azumi, un gusto. Por si acaso no tendrías una camisa con el rostro de Luffy-sama, yo soy una gran admiradora de él.
A Bartolomeo en ese entonces se le iluminó la mirada y tenía una sonrisa de oreja a oreja—. Por supuesto, tengo en talle grande, mediano, chico; de colores blanco, negro, rojo, amarillo; con manga, sin manga; con su recompensa, con sus compañeros, de él solo individual de cuerpo entero, de solo su rostro, y del lado contrario con la bandera mugiwara. También poseo collares de sombrero de paja, y bandas con el escrito I love Luffy-senpai. ¿Cuál deseas, niña?
—Esta —dijo Azumi señalando entre todas las cosas una camisa sin manga con el rostro sonriente de Luffy de su anterior recompensa—. Y también historias que sepas sobre él.
—¡Excelente elección!
—Capitán ya nos íbamos a ir.
—Ahora no, nos quedaremos unas horas más. Tengo que contarle cómo surgió la grandeza de Luffy-senpai a esta pequeña saltamonte.
….
—¡Aquí! —Azumi mostró la camisa que Bartolomeo le regaló luego de que haya escuchado toda la historia, ella se encontraba al otro lado de la mesa mientras ya todos se encontraban comiendo y bebiendo—. Siempre la llevo conmigo —dijo con un rostro gatuno por su astucia y brillo en los ojos por la admiración. Algunos quedaron con la boca abierta por la admiración de la pequeña y a otros se les cayó una gotita de sudor ante lo escuchado de Bartolomeo.
Luffy se rio con su pedazo de carne en mano—. Bartolomeo es un buen sujeto.
—Luffy-taichou, ¿puedo unirme a su tripulación? —se atrevió a preguntar Azumi con brillo en los ojos.
Luffy la miró mientras los demás quedaron sorprendidos, el capitán sombrero de paja recordó cuando él le pedía a Shanks convertirse en pirata—. No es posible.
Azumi miró con tristeza su remera y los otros se sintieron mal por ello.
—¡Luffy! —le regañó Nami.
—El mar es muy peligroso, Azumi-chan —le dijo Robin tratando de consolarla—. Tienes que ser más fuerte de lo que eres ahora.
—Es cierto Azumi-chan, nos hemos topado con criaturas y rivales muy difíciles, por su puesto, yo el capitán Usopp derribe a todos ellos, pero no dejan de ser peligrosos y de dar miedo.
—¡Entonces me volveré más fuerte, y me uniré a tu tripulación así vas a cambiar de opinión! —señaló con su dedo y determinación en el rostro a Luffy— Seré tan fuerte que no podrás negarme.
Luffy sonrío para terminar de comer la carne completa—. Veremos lo que tienes en unos años —le dijo con diversión.
—Por cierto, Azumi, ¿qué es lo que sucedió con aquel comandante? —esta vez fue Sanji quien preguntó.
—Ballena Blanca es conocida por su pesca, los pesqueros pasan meses en el mar y siempre vienen con perlas preciosas, es una gran fuente de ingreso y muchos piratas quieren monopolizar aquellas perlas. Por otra parte también, se vio interesado en mi hermana. Pregunto por ella frente a todos, no sé en qué lío se ha metido con Barba Negra pero su capitán parecía querer reclutarla. Onee-san se negó porque vio algunos muertos tendidos a los pies de este hombre, dijo que si así es como opera su capitán no está interesada en ingresar a su tripulación.
—Ah, parece una buena persona —comentó Brook.
Azumi agachó la cabeza— Lo es. Solo que… supongo que los humanos tendemos a querer discriminar a alguien que no es parecido a nosotros.
Jinbe observó a la niña— Ciertamente, hay también personas buenas.
—¿Qué tiene de raro tu hermana? —pregunto Chopper.
—Es híbrida… Mmm… Si se los digo no creo que quieran ayudarme.
—Cielos, ¿No ves el grupo que tenemos? —sonrió Nami para consolarla.
—Ah ¿qué superpoderes tiene? ¿Es un árbol parlante, un zorro con nueve colas, o un elfo? —los ojos de Luffy brillaron en entusiasmo.
—Oh, un elfo —le siguió la corriente Usopp.
—¿Qué pasa Azumi? ¿Eres tan estúpida para pedir que se lleven a un demonio con ellos? Tu hermana debe ir al infierno —se acercó un chico de catorce años con malicia y algunos miembros de la tripulación se exaltaron.
—¿¡U-u-u-un demoniooooo!?
—¡Cállate, Ishi! ¡Ella no es mala! ¡Ni tampoco es por voluntad propia! —se levantó Azumi golpeando la mesa.
—Tonta, se entregó, así como voluntaria para que le hagan experimentos, eso es por voluntad propia y ahora es un monstruo que nadie desea.
—¡Cállate! —le volvió a pedir Azumi con los ojos brillosos camuflando el llanto con el enfado.
Zoro apunto con su espada al molesto niño— Oi, mocoso, no me importa lo que tu pienses, aléjate de aquí.
—¡Zoro, es un niño!
—Mal-maldito —le dijo el niño con terror—. Sólo estoy diciendo la verdad, es por eso que ella está escondida en el bosque y se está dando caza por ella entre nosotros, vamos a entregarla al gobierno.
—¡No pueden hacer eso! —se enfureció aún más Azumi—. Ella nos protegió.
—¡Pues no debió!
—Tú eres el que no debe estar aquí —dijo el dueño del local—. Vete Ishi, si Sami hizo lo hizo fue porque Azumi casi muere a manos de aquel comandante.
Ishi escupió el piso y antes de retirarse dijo—. Sólo te compró para que cuidarás a su hermana, maldito viejo. Con 8.000.000 de berries cualquiera cuidaría así.
—Maldita sea, este niño —se quejó en dueño—. Lo siento, mucho sobre este percance. No quería que sucedie…
Se volteó a verlos a todos. Y Luffy estaba imaginando a un demonio tenebroso, completamente maravillado. Jinbe se sintió incómodo por el niño, pero no podía evitar que su imaginación también volara. Usopp, Chopper y Brook estuvieron abrazados por el miedo que les generó. Zoro se imaginó a alguien realmente fuerte con espadas y alas. Nami quedó sin alma luego de escuchar la cifra pagada por cuidar de su hermana. Franky comenzó a llorar por como aún cuidaba de su hermana, aunque no fuera bienvenida.
Jinbe se aclara la garganta—. Sin embargo, mencionaste que era híbrida.
—S-sí.
—Entonces tú también eres un demonio —señala Usopp.
—No —Azumi se tranquiliza—. En principio Sami y yo somos humanas, pero es cierto que los agentes del gobierno pidieron por ella. Ella quería ser una gran maestra de espadas, y defender a nuestro pueblo de los piratas. Eso llamó la atención del gobierno por lo cual un almirante llegó aquí para enlistarla a la marina. No obstante, había un sujeto con una máscara quien lo acompañaba. Mis padres se opusieron y murieron cuando yo apenas tenía 2 años de edad. Por protegerme, mi hermana aceptó su oferta, pero nunca se escuchó sobre una marina llamada Sami. Ni tampoco los marineros fueron vistos con buenos ojos por nosotros luego de aquel incidente.
—CP-0 —menciona Robin a Luffy. Luffy asiente.
—Mi hermana llegó hace unos días, dijo que un chico con el pelo rubio una y marca en el ojo izquierdo la sacó del calabozo debajo de Mary Geoise.
—¿Ese podría ser…? —comienza Nami.
—¡Sabo! —salta Luffy—. ¡Estoy seguro que fue él!
Azumi asintió— Ella trató de explicarme una vez que vi su transformación, dijo que el gobierno había hecho un experimento con ella, con la sangre de un demonio que encontraron en las profundidades del mar, dijo que había otras seis personas, pero ella fue la única que no resistió y murió hace cinco años, yéndose al infierno por tres días, lo que ahí sería 3000 años, pero al ser humana tampoco fue considerada como tal ahí por cual tuvo que aprender a pelear así continuo caminando hasta que encontró la salida volviendo a nuestro mundo. El gobierno la catalogo como un proyecto fallido y quisieron ocultar su rastro encerrándola. Dijo que por todo el sufrimiento que paso, ya no lo quiere volver a pasar ni que otras personas lo sufran.
—Esta historia es… es… muy triste —Franky lloro y Chopper a su lado con ojos llorosos también.
—Ciertamente, es una vida solitaria, no es aceptada por los humanos ni tampoco por los demonios.
—¿Quiénes se creen los del gobierno para experimentar con una chica así y dictaminar como experimento fallido? —protesto Sanji.
—Bien, vámonos —dijo Luffy estirándose.
—Oye, oye, Luffy, detente, es un demonio —protesto Usopp.
—¿Y eso qué? —la sonrisa palpable en su rostro era innegable—. Se escucha interesante.
—Además si Barba Negra la quiso reclutar es alguien poderoso, además debe de saber sobre espadas. Yo iré a buscarla también —dijo Zoro—. Probablemente haya sido de ella la esencia que sentí mientras veníamos hacía aquí. Sería molesto si se volviera un enemigo —probó su rapidez con su espada para desenvainar.
—Lu-Luffy, piénsalo bien —quiso decir Nami.
—Se ve que consigue mucho dinero en poco tiempo —mencionó Robin y Nami se olvidó de que era un demonio.
—¡Dinerito! ¡Vamos a buscarla! —Robin sonrío porque funcionó su comentario.
—¿Qué haremos cuando la encontremos? —preguntó Azumi.
—Tú le dirás lo que quieras decirle —le dijo Luffy.
—¿Puedes aceptarla en tu tripulación?
—¿Eh, Azumi-san, estas segura de lo que estas pidiendo? —pregunta Brook.
—Sí, yo puedo estar bien sola y Nami-nee tenía razón hay diversidad entre ustedes, creo que se sentirá muy bien adentro.
—No te preocupes, planeaba hacer —Luffy se rio y Azumi sonrio de oreja a oreja; y, Usopp se escondió debajo de la mesa.
—No quiero al infierno. No estoy preparado para morir.
—Ah, Sami-chwaaaan, no me importaría quemarme con tal de que estes en mis brazos y decirte que eres perfecta, así como eres —dijo Sanji imaginándose a una chica muy sexy con forma demoniaca.
Así fue como los Mugiwaras se adentraron al bosque antes que los hombres que iban a dar caza por la cabeza de Sami.
Encima de risco se encontraba la joven sentada mirando el paisaje y a su lado un hombre atado que no dejaba de pedir que se lo desate ahora mismo.
—Mi capitán se enojará por esto, maldita perra.
—Ya cállate —dijo Sami agotada por la insistencia de este.
Burgess seguía protestando y Sami lo miró— Aparentemente, nadie te ha buscado —suspiró y lo comenzó a desatar—. Al Oeste de aquí hay un pequeño barco de pesca, puedes ir junto a tu capitán y decirle que no me interesa el trato.
Burgess trató de darle un puñetazo, pero Sami lo miró fijo y este se congelo en el acto—. Ve y dile que no me interesa, y la próxima vez que intente atacar por aquí, no seré misericordiosa.
El pirata comenzaba a sudar frío, lucho con todas sus fuerzas contra esta joven que ahora tenía los negros opacos y sombríos, una mirada gélida y sin una pizca de dulzura en su voz habitual.
—Hmp, esta bien, sólo porque sé que tarde o temprano te convertirás en nuestra compañera; pero no te vuelvas a hacer la insolente conmigo.
Sami se rio con sorna— Puedo hacer lo que yo quiera. Soy libre.
Pasaron unos 45 minutos, Sami vio a lo lejos como Burgess se iba remando hacia mar abierto lejos de la isla. Su Den den mushi estaba destuido luego de la batallada así que no le quedaba más remedio que expresar su vergüenza ante su capitán de que una mujer lo había vencido.
En tanto, el equipo de Luffy se había dividido, Franky fue a conseguir cola. Zoro salió hacia una playa completamente perdido. Nami, Usopp y Chopper estaban corriendo de una araña gigante. Sanji buscaba a Nami quien se separó del grupo por la persecución.
Robin iba con Jimbe y se entretenía viendo restos de algunos edificios antiguos destruidos, decía que le llamaba la atención la nueva raza y se preguntaba si había algún poneglyph que hablase de ellos.
Brook se había perdido tras seguir a Zoro para evitar que se pierda, pero cuando Zoro comenzó a correr no pudo alcanzarlo, andando con miedo a sus alrededores se encuentra buscando a alguien para no sentirse solito.
—¡Nami-san! ¡Jimbe-san! —gritaba por todo el bosque—. Santo cielo, tengo tanto miedo que cualquier cosa que se aparezca puede ocasionarme un ataque al corazón. Ah, no tengo corazón. Yohohoho.
Del otro lado, más al norte del bosque.
—Luffy-taichou, mira, hay restos de sangre, Sami fue herida al protegerme con su cuerpo.
Luffy miro el camino.
—Entonces debe ser por ahí.
—Ne, Luffy-taichou, Bartolomeo me dijo que tenias dos hermanos. ¿Có-cómo te llevabas con ellos? —preguntó con tristeza Azumi por aquella discusión.
Luffy quedó pensando— Bien —dijo, pero luego miro a Azumi—. Bueno, al comienzo Ace corría dejándome a mi suerte, pero por meses yo lo seguía sin importarme, cuando Ace se enfadó por no delatarlos Sabo lo trató de tranquilizar, pero para mí yo no tenía a nadie más, quería ser su amigo como fuese, no tenía donde volver y si no me quedaba con él, estaría solo, estar solo duele más que muchas heridas —Luffy rio ante el recuerdo—. Luego un día tomamos sake entre los tres y nos prometimos ser hermanos. De hecho, cuando perdí a Ace pensé que me quede solo, Jimbe me ayudó, cuando me reencontré con Sabo en Dressrosa llore tanto. Volver a ver vivo a un hermano que creí perder, me puso muy feliz.
—Lo que le dije a Sami, fue horrible —por fin rompió en llanto Azumi—. Tengo miedo de que no me quiera volver a ver, pero ella misma me lo dijo, no tenía donde ir y no quería estar sola, pero por más de que estaba con esas manchas, mirada fría y alas oscuras yo vi su tristeza al decirle que prefería que hubiese muerto antes que tenerle de hermana a ella. ¡Soy horrible, Luffy-taichou!
—Ya. Deja de llorar. Estoy seguro que le pondrá contenta volver a verte.
Pasaron unos minutos y Luffy se enfrentó a algunos animales peligrosos, entre ellos: gorilas, tigres y osos. Hasta que finalmente Luffy vio más al frente la silueta de unas alas oscuras que iban desapareciendo hacia el cielo como pequeños brillos.
—Uh, are, mira. ¿Qué es eso?
—¡Sami-nee-san!
En el mismo risco, se encontraba Sami quien estaba adoptando una figura humana, sus ojos volvían a ser de verdes cálidos y las manchas de sus brazos y rostro desaparecían. Luffy miró la transición mientras la joven comía la carne que había conseguido y cocinado.
—¡Itadakimasu! —dijo Sami emocionada mirando hacia el mar y comiendo todos los trozos de carne que estaban incrustados por el palito de una vez—. Ah —suspiró satisfecha.
—Sami-nee-san —dijo Azumi escondida detrás de unos árboles, sentía vergüenza—. Luffy-…. ¿Eh? —la figura de Luffy a su lado se encontraba ausente y vio hacia adelante como se acercaba hacia su hermana con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Oye, maravillosas alas las que tenías! Tú eres Sachi, ¿verdad?
Sami se sobresaltó ante las repentinas palabras, pero luego de verle a Luffy le preguntó ingenua—¿Sachi?
—Sí, sí, el demonio del que hablan en el pueblo.
—Oh, sí —dijo primero triste por el reconocimiento—. ¡Oye mi nombre es Sami! ¡S-A-M-I!
—Lo siento, lo siento. —se rio Luffy jugando con sus manos—. Mi nombre es Monkey D. Luffy, y yo seré el rey de los piratas.
—¿Eh? ¿¡Eh!? —Sami no se había reído de lo que Luffy le había dicho, tomo sus palabras seriamente, pero la había pillado de sorpresa tal confianza en sí mismo.
—Muéstrame tu forma completa, la estabas haciendo desaparecer cuando estábamos llegando —le pidió Luffy.
Samira se sonrojó, nadie le había pedido antes aquello—. Hmm… —dudosa comenzó a evaluar la situación.
—Muéstrale, onee-san —dijo Azumi armándose de valor.
Sami se sorprendió aun mas y se comenzó a preocupar cuando vio algunas vendas y parches por su cuerpo— ¡Azumi! ¿Qué te sucedió?
—Trate de buscarte, pero hay muchas criaturas aquí. Así que le pedí ayuda a Luffy-taichou para que me preste su fuerza.
—Tonta —le dijo Sami, secamente y la sombra tapaba su mirada. Sin embargo, se acercó a ella y le dio un abrazo con una ligera sonrisa de alivio—. ¿Por qué eres tan imprudente?
Azumi se rio primero pero luego comenzó a llorar—. Lo siento. Lo siento mucho. No quise decir en serio esas palabras. De verdad, me arrepiento.
—No te preocupes. Es normal decir cosas así cuando uno esta enojado. Yo te sorprendí y tuve que haberte dicho antes la verdad, pero tenía miedo y tampoco quería decirte mucho de lo que había pasado.
—Lo sé.
—Tu nombre es Luffy, ¿no? —dijo Sami mientras Luffy miraba con curiosidad su espalda donde deberían de estar las alas.
—Sí, sí.
—Muchas gracias, por cuidarla y ayudarla.
—No te preocupes. Muéstrame.
Sami suspiró
—Si huyes, es tu problema, eh.
Luffy se rio.
—No lo haré porque serás mi nakama.
Sami suspiró, luego se alteró y por último volvió a exhalar. Azumi la siguió incitando.
Es así como marcas oscuras aparecieron en su rostro y recorrieron su brazo derecho y pecho. Alas de energía oscura aparecieron por su espalda desplegándose a ambos lados. Sus ojos se volvieron negros inexpresivos sin dejar rastro de aquel verde cálido y una cola fina golpeó el suelo con fuerza.
—¡Ohh! ¡Genial! —admiró Luffy y Sami se puso nerviosa.
—Oye, oye. Estas muy cerca —le señalo.
—Me imaginaba con cuernos.
—Oh, si los tengo —agachó su cabeza para que Luffy pudiera ver mejor—. Pero como soy híbrida son muy pequeños. —Encondidos por su larga cabellera oscura se vieron dos pequeñas montañitas a los costados.
—¿¡En serio!? ¡Genial!
A lo lejos por el golpe de la cola se escuchó un estruendo. Los miembros de la tripulación excepto Franky lo escucharon y comenzaron a ir hacia aquella dirección.
No obstante, mientras Franky estaba haciendo las compras comenzó a escuchar— El demonio ha despertado, ¡vendrá por nosotros! ¡por nuestras almas!
El grito de unos pueblerinos armados con palos, rastrillos y piedras se escucharon.
—¡Pero este no es dominio, así que lo expulsaremos!
—Lo siento, señores —Franky se metio—. Pero no puedo permitirles que ingresen al bosque, aquel demonio, será suuuuuupeer nueva compañera.
—¿¡Qué!? —exclamaron.
—Entonces Sabo te rescató, pero no entiendo si tienes tanta fuerza como no pudiste escaparte tu sola —preguntó Luffy con curiosidad.
—Las cadenas tenían una mezcla con azufre que es un elemento químico. Sin embargo, es como un veneno para los demonios.
—¿Ah?
—Sería como la roca de mar para los que consumieron el Akuma no mi.
—Ahh —dice Luffy entendiendo.
—Es decir, soy fuerte y puedo nadar, pero la más mínima exposición al azufre puro me debilita al instante.
—Dijeron que Sabo había matado a un rey —comentó Azumi.
—Oh, no creo que lo haya hecho. Parecía alguien agradable, me había dicho que estaba para declararles la guerra. Aquí… —Sami puso su dedo índice hacia su cien. Y seguidamente apunto a Luffy. Un mínimo rayo ingresó en su mente. Luffy pudo ver la escena del recuerdo donde ella estaba en aquella celda y vio a Sabo.
—Oh, oh. Entonces él está bien —dijo sonriente.
—Oi, Onee-san, aquellos son muchos barcos.
—Eh —se voltearon a ver lo que Azumi estaba señalando hacia el Horizonte.
—¿Una Buster call de la marina?
El Den Den Mushi de Burgess comenzó a sonar, Sami estaba convencida que ya no funcionaría luego de aquella batalla, pero con el daño que tenía aun lo seguía.
—Gotcha
—¿Qué significa esto, Burgess?
No obstante, fue la risa de Barba Negra— Zehahaha. Oye, oye, me lo estas mandando muy mal a mi subordinado.
—¿Tú eres Barbanegra?
Sin embargo, Luffy se pone serio —Kurohige, eres tú Kurohige.
—¿Uhhhmm? ¿Uhhmmm?, pero si es Mugiwara.
—Tú…
— Así es. Zehaha. Uhmm supongo que debo felicitarte, Mugiwara, He leído que has vencido a Kaido.
—¿Qué es lo que quieres, Kurohige?
—¿Yo? —dijo con inocencia del otro lado del den den—. Yo solo estoy ayudando dando una pista anónima al gobierno sobre el paradero de Sami. Oye, ¿sabes? Esa chica esta siento buscada por todas las autoridades y ahora que rechazó mi oferta tendré que buscar a los otros seis experimentos. Que por cierto… han salidos exitosos. ¡Zehahahaha!
—¡Maldito! —Samira se enfuerece.
—Zehahaha, tranquila, todo acabará con la Buster call. Bueno probablemente podrás escapar con Mugiwara pero tu hermanita va a morir con toda la isla que desaparecerá. ¡Zehahaha!
Buenas chicos!
Les dejo esta historia como una nueva aventura. Una vez Oda había mencionado que todo es posible en su obra y pues me estanque con esta posibilidad. Hoy por fin publico la idea de la cual estuve inspirada tanto tiempo. Espero que sigan con esta aventura! y que comenten si les gusto la esencia de ONE PIECE que al escribir trato que se siga manteniendo!
Por otra parte, me alegrara saber si les hizo reír algunas partes, ya que para eso estamos los escritos, para expresarnos y también sacarles sonrisas con nuestras obras,
Sin mas, muchísimas gracias!
