Disclaimer: Los personajes no son míos, la historia sí.

Para mi querida tía Frozen. Ojalá que sea de tu agrado.

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Cualquiera que la conociera no lo creería porque ella, Elsa Solberg, era la chica estudiosa, amable, inteligente y reservada que con una mirada se ganaba el respeto de cualquier persona, pero él conocía una faceta suya que nadie más había tenido el placer de conocer.

Bueno, casi nadie.

—Entonces…

—No digas nada.

—Solo quería saber si podíamos vernos… otra vez.

La chica le lanzó una mirada y el pelirrojo levantó las manos en señal de paz.

—No lo creo, la semana siguiente.

Hans sonrió, quizá no la vería durante el siguiente par de días, pero estaba seguro que después desquitarían el tiempo perdido.

—Vístete, antes que los demás lleguen.

El bermejo soltó una carcajada.

—Cariño, estoy en mi casa; más vale que tú te vayas ya.

La rubia le mostró el dedo medio, apagó la secadora y se recogió el cabello en una coleta.

—Púdrete, imbécil.

Tomó su bolsa con libros y se marchó. El muchacho miró el reloj de su mesilla de noche, suspiró y se obligó a levantarse de la cama.

—Maldita mujer.


—Enserio Punz, ya cállate.

La pelirroja le dio una colleja a la chica rubia y ésta soltó un alarido.

—¡Carajo! ¿Y eso por qué fue? —preguntó mientras se frotaba la zona adolorida.

—Por decir imprudencias.

Elsa se obligó a sonreír.

—Está bien, Merida— trató de calmar los ánimos—. No tiene nada de malo que Punzie hable de él.

Rapunzel apuntó a Merida, acusadoramente.

—¿Lo ves?, nuestra Elsie es fuerte. Ya lo dejó en el pasado.

Claro que no lo había dejado en el pasado, era imposible en tan poco tiempo; pero debía admitir que su recuerdo le dolía cada vez menos.

—¿Sí? entonces, sí ya lo dejó atrás, que borre las fotos en Instagram que tiene de ambos.

La de cabello corto se escandalizó.

—¡¿Te has vuelto loca?!, tienen miles de reacciones cada una.

Elsa rodó los ojos, pero su corazón se estrujó ante la sugerencia de su prima pelirroja.

—Eso de borrar las fotos es de gente tonta e inmadura, se terminó; pero tengo la suficiente dignidad como para dejar las malditas fotos ahí un poco más.

La pelirroja la miró con los ojos entrecerrados.

—Si tu lo dices.

Elsa asintió y bebió de su taza de chocolate para no decir nada más. Su ruptura con Jack Frost, mejor amigo de sus dos primas, era tema de conversación entre sus amistades; pero la chica agradeció que él no hiciera comentario alguno que aludiera al hecho de que ella lo dejó. ¿Por qué lo hizo? aun no lo sabía del todo y claro que se arrepentía.

Por lo que escuchó de boca de Punzie y de su vanidoso novio, Eugene, después de la escena que le montó Frost, y que gracias a Dios sus padres no se dieron cuenta, el joven de cabello blanquecino tomó sus maletas y se marchó a Londres donde sus padres residían porque, al fin y al cabo, el período vacacional de verano iniciaba en una semana.

Se fue con el corazón roto y ella se quedó de la misma manera.

—Aunque— Rapunzel retomó el tema—, ya no te ves tan mal como antes.

Estuvo bastante reservada al principio, eso lo aceptaba, pero jamás dejó que nadie la viera llorar por Jack.

Primero muerta.


Desabrochó el botón del pantalón hábilmente y metió la mano dentro del bóxer para apretar con fuerza, el pelirrojo gruñó sobre sus labios y, antes que la rubia pudiera hacer nada más, la levantó al tomarla de los glúteos para arrojarla a la cama, Elsa soltó una carcajada.

—Alguien está ansioso— inundó su tono de coquetería—. Apuesto lo que quieras a que hoy discutieron de nuevo.

Westergaard la miró mal.

—Creí que no te importaba.

—Oh, no lo hace— contestó desabrochándose el sostén, liberando sus pechos redondos y cremosos.

Hans no perdió tiempo y se abalanzó sobre ellos.


—¿Aún piensas en él?

Elsa hizo amago de levantarse, pero Hans la detuvo subiéndose encima; repartiendo besos pequeños en su cuello.

—¿Piensas en GoGo* mientras estamos juntos?

El pelirrojo no dejó de besarla.

—Ni un poquito.

Se sintió estúpida por preguntar, claro que no, si se veían era para olvidarse de los problemas que los aquejaban.

—A veces, cuando te vas— comenzó Hans, deteniendo sus caricias—, pienso en lo cabrón que soy llamándola después de acostarnos.

—Calma campeón, no te sientas mal, no la engañas.

Se lo sacudió de encima y tomó camino al baño de la habitación. Westergaard la siguió enseguida, mirando desde la puerta de la ducha como ésta se bañaba.

—Si quieres puedo ayudarte a cambiar la sabana— se ofreció la rubia.

—No cambies el tema, Copito, claro que la engaño contigo, pero ¿Sabes qué? lo más jodido de todo es que cuando peleo con ella, lo único que quiero es verte…

—Voy a detenerte ahí.

—No me vayas a malinterpretar, no es nada serio porque me siento bien donde estoy.

Hans se cuestionó internamente si de verdad no quería nada más que encuentros sexuales con la rubia, y claro que su relación con la chica asiática no estaba nada bien.

—Una vez aclarados, hazte a un lado— tomó la toalla del pelirrojo y volvió a la habitación para alistarse.

—Solo quería decirte que no porque finja que no engaño a GoGo quiere decir no sea verdad— Hans habló de nuevo—, es lo mismo que tú, por mucho que finjas que no echas de menos a Frost, no significa que no lo hagas…

La rubia se giró bruscamente.

—Bueno, ya está bien ¿No? deja de mencionarlo, ni siquiera yo lo hago— espetó—. En lugar de pensar en Jack, por qué mejor no piensas en que te acuestas con la hermana menor de tu mejor amigo.

Hans fingió que se lo pensaba.

—Quiero decir, si ibas a traicionar la confianza de Roy, pudiste elegir entre Merida y Punz.

—Para empezar, la loca de Rapunzel está con el vago de Eugene, mi primo te lo recuerdo; en cuanto a Merida, sí es guapa, pero no puedo verla más que como otro chico del grupo— se acercó a Elsa para besarla apasionadamente—. Además, si ya iba a arruinar todo con Roland, sería en las ligas mayores.

Elsa rodó los ojos.

—¿Las ligas mayores?

Cuando Hans volvió a besarla, ella no puso mucha resistencia.


—No puedo creerlo Merida, enserio— Elsa negó con la cabeza.

—No me digas nada— respondió.

—Si viniste a contármelo es porque claro que quieres que te diga algo— contraatacó la rubia y puso delante de su prima un vaso con té helado.

—Mira, mi única excusa es que estábamos muy ebrios.

"La excusa de todo el mundo" pensó Elsa, recordando a cierto muchacho con cabello del color del fuego.

—Pues quiero saberlo todo.

—Te lo voy a resumir de esta manera— Merida sorbió de la pajilla—. Mi relación con Moana ya estaba bastante mal, sumándole que no estaba cómoda con mi bisexualidad... ¡carajo! ella también lo es y su relación tensa con mi madre tampoco ayuda demasiado— explicó—; quise arreglar las cosas con ella así que estaba por ir a verla, pero Adam, La Bestia, subió una historia a Snap en una fiesta y de fondo estaba con otra tipa y me enfadé; fui a contárselo a Hiccup, sus padres no estaban, bebimos y terminamos en la habitación de los señores Haddock. Adrenalina pura.

Mientras la pelirroja soltaba una carcajada, Elsa se atragantó con su bebida.

—¡Merida!

—¡¿Qué?!

—Él tiene novia.

—Tenía.

La rubia abrió los ojos, asombrada.

—Oh sí, Hiccup se sentía mal de haberla engañado y se lo confesó al tercer encuentro, Astrid le dijo que agradecía su sinceridad, después le dio un puñetazo y se acabó.

—¿Estás consciente que destruiste una relación?

—Sí y no me quita el sueño— respondió descaradamente—. A ver, Hiccup siempre fue mi amigo, él, Jack, Punz y yo fuimos los mejores amigos por años; pero después de esa noche, ha cambiado todo entre nosotros dos.

Elsa negó con la cabeza.

—Sinceramente no sé por qué me lo estás contando.

—Porque sé que tu puedes entenderme

—No sé de que hablas— no pudo evitar ponerse rígida.

—Vamos a llevar esto a segundo nivel— Merida le quitó la bebida de las manos—. ¿Desde cuándo te acuestas con Westergaard?

—¿Cómo dices? —fingió consternación ante tal pregunta.

—No soy tonta, sé que se ven, hace un par de semanas lo vi peleando con Tomago fuera del restaurante ruso, lo llamé en cuanto se fue para saber el chisme; me dijo que iba a sus clases de alemán y me mandó al carajo, después te llamé a ti y dijiste que darías una tutoría de alemán.

—Porque le di la tutoría de alemán— se apresuró a mentir.

—Ay Elsie, me ofendes, su madre es tan alemana como las nuestras, él ha hablado alemán conmigo y tu jamás das tutorías si no son de inglés. Así que, o a ese cabrón ruso se le olvidó la lengua de su madre, o está cogiendo contigo— se cruzó de brazos con gesto triunfante—. Yo me inclino más por lo segundo.

Se quedaron en silencio por largos segundos.

—No puedes decírselo a nadie.

—No voy a hacerlo— prometió—, pero está claro que vas a decirme todo. Joder, no sé como es que Roy no se ha dado cuenta.

Elsa le lanzó una mirada ácida.

—No pongas esa cara, yo te conté mi aventura, es tu turno.

Fantástico.

No sabía si Merida le creería que todo se acabará al final del verano, cuando él tuviera que volver a Rusia. Ni ella misma lo creía del todo.

Ya había perdido a Jack, aún se preguntaba que haría cuando ya no tuviera a Hans para distraerse.


Mas tarde, cuando su prima se fue, Elsa le envió un Snap al cobrizo contándole todo, él solo respondió con una palabra.

"[W]:Carajo".


ACLARACIONES:

Sip, Merida, Rapunzel y Elsa son primas por el parecido que les encuentro haha.

Hans es ruso, porque, bueno, tengo amigos rusos que comparten varios rasgos con nuestro príncipe, NO, no me juzguen, eh leído tantas nacionalidades que...

Merida y Moana son bisexuales, leía algo sobre eso y la verdad me gustó ¡ARRIBA LA DIVERSIDAD E INCLUSIÓN!

Claro que GoGo de Big Hero 6 es novia de Hans, díganme que opinan.

Roy o Roland es el rey Roland de Sofia the first, es mi historia, aquí las familias las hago yo jejeje. En mi historia tiene una apariencia más moderna.

Adam de The Beauty and the Beast también está metido en este asunto.

Y para aclarar, nuestros protagonistas se dan noches de consuelo jojojojo.


Lo único que diré es: ¡HAIL HELSA!

Entonces... ¿Review? ¿No? Ok.

Harry.