Hola hermosas, espero que estén muy bien y más que listas para el fin de semana.
Les recuerdo que la historia NO es para menores de edad, gracias por su comprensión.
LÍNEAS DEL TIEMPO
24
LÍNEA 2
El ajetreo de la máquina de Stear se dejó escuchar en el laboratorio de Lakewood, pero esta vez contrario a lo que esperaba el inventor nadie lo estaba esperando.
-¿Dónde estarán todos? – Se preguntó una vez que había llegado, mirando a su alrededor sin encontrar rastro de alguien.
Salió del laboratorio en dirección a la mansión en busca de su prometida o de su hermano, alguien tenía que estar ahí esperando que regresara. La mansión parecía solitaria, sin embargo la lujosa camioneta de Anthony estaba estacionada al frente de la misma, lo que lo hizo suponer que estaba ahí con su familia.
-Así será más fácil. – Se dijo una vez más para sí mismo al llevar la muestra que necesitaba de cada uno de los Andrew de la línea uno para hacer los estudios de ADN necesarios. No sabía lo que se iba a encontrar en esas muestras de sangre, sin embargo creía que era una manera de hacer ciencia si comparaba las muestras junto con las de su primo y su hermano, así que lo único que le faltaba era tomar las muestras de ellos y revisar qué sucedía, es por ello que creía que era una estupenda idea que Anthony estuviera ahí junto a su familia.
Archie se acercaba a Annie quien había permanecido muy silenciosa desde que había llegado. Axel jugaba junto a Alexander y ambos alegraban a la señora Elroy quien se divertía con sus ocurrencias.
-Hola. – Le dijo con un poco de nerviosismo. Annie lo miró con timidez, no se esperaba que se acercara a ella cuando en el pasado le había pedido de manera tajante que no quería tenerla cerca nunca más.
-Hola. – Respondió Annie con mucha timidez mientras sobaba su brazo con nerviosismo.
-¿Cómo está John? – Preguntó incómodo Archie solo por cortesía. Annie lo miró sorprendida, sin embargo era de esperar que él supiera de su relación con John.
-No lo sé. – Respondió Annie con tranquilidad. Archie la miró confundido por su respuesta. – Terminamos nuestra relación hace unos días. – Dijo de nuevo la tímida joven.
-¿Terminaron? – Preguntó curioso. – Lo siento. – Dijo sincero, ya que sabía que aquel joven era la relación más larga que había tenido la joven desde que terminó con él.
-No supo comprender que Axel tenía derecho a conocer a su padre. – Dijo ya más resignada a haber roto su relación con aquel joven. Archie sonrió con remordimiento al saber que había sido en parte culpa de él.
-Lo siento. – Dijo una vez más, disculpándose por su responsabilidad.
-No es tú culpa. – Dijo Annie sincera. – La verdad es que ya teníamos muchos problemas. – Dijo sin agregar más, no quería revelar que en toda la relación él se la había pasado sintiendo celos del diseñador, no tenía caso revelar algo que para Annie estaba totalmente perdido.
-Muchas gracias. – Dijo Archie de pronto, algo que jamás pensó escuchar la joven de sus labios, mucho menos al ser tan orgulloso.
-¿Gracias? ¿Por qué? – Preguntó Annie insegura del agradecimiento que le daba el joven frente a ella.
-Por permitir que conociera a Axel. – Dijo sinceramente agradecido. Annie le sonrió con una sonrisa tan linda que dejó unos segundos sin aliento al diseñador. Sus memorias lo llevaron a lo sucedido días atrás en el laboratorio de Stear.
-Al contrario, quiero agradecerte que a pesar de no tener los resultados del examen lo hayas tratado como a tu hijo. – Dijo Annie sincera, ella sabía que Axel era hijo de Archie, pero sabía bien que el joven estaba dudoso de que fuese real.
-Independientemente de lo que suceda con esa prueba no puedo negar que se parece mucho a mí también. – Dijo Archie con tranquilidad, suspirando arrepentido por no haberse decidido a hacer la prueba en el pasado.
-Es tú hijo Archie. – Dijo Annie inquieta de que él siguiera dudando el hecho.
-Lo sé. – Dijo para sorpresa de la joven. – No tuve más que tenerlo cerca para reconocer que así era. – Le dijo con una sonrisa que lo delataba en su sentir. – Gracias por mantener una imagen paterna para él. – Le dijo refiriéndose a los regalos que Annie se había encargado de enviar a nombre de él. Ella sabía que la presencia de un padre era importante para el desarrollo de un niño y no quería que su hijo creciera con la constante duda en su mente de que su padre lo hubiera rechazado por culpa de ella.
-Ese era uno de los pleitos con John, ya que no comprendía por qué lo hacía, cuando él siempre estuvo dispuesto a ser su padre. – Dijo Annie mirando a su hijo a lo lejos correr feliz junto a Alexander. Por una extraña razón, Archie sintió unos profundos celos al imaginarse a Annie y a su hijo al lado de aquel hombre como una familia feliz, una familia que por su estupidez había perdido hacía años.
-Te prometo que de ahora en adelante seré una imagen presente en la vida de ustedes. – Dijo Archie para sorpresa de la joven, quien creyó que el elegante diseñador se había equivocado en sus palabras.
-¿Cómo está Terry? – Preguntó Annie recordándole a Archie que él tenía una relación de hacía tiempo con el joven actor. Archie bajó la mirada, no quería recordar eso, por alguna razón sintió pena de recordarlo a pesar de que era un tema que todo Chicago sabía.
-Tampoco estuvo de acuerdo con que investigara acerca de Axel. – Dijo Archie a la joven, quien guardó silencio recriminándose el que su corazón latiera emocionado al escuchar su revelación.
-Lo siento. – Dijo sincera, sabía bien que los sentimientos de aquel joven jamás habían estado a su favor y era algo que tenía que recordarse día a día para poder controlarse.
-Tampoco es tú culpa. – Dijo Archie seguro que así era, ya que el único culpable había sido él por haberlo dejado tomar tantas decisiones en su vida, decisiones que por más que le hubieran correspondido a él lo había dejado tomar por ser más sencillo para su vida. – Terry es así, le gusta su libertad y detestaría sentirse atado a alguien. – Dijo con cierta nostalgia, sabía bien que así era y eso no le gustaba mucho al diseñador. Annie lo escuchó sintiendo que eso no iba con ella, sin embargo había declinado casarse con John pretextando que no estaba lista para ello, cuando la verdad era que no estaba lista para darle el sí a alguien que jamás había considerado como su pareja definitiva. Annie ya no dijo nada, simplemente observó a su hijo correr con aquella sonrisa que iluminaba su tierno rostro.
-Espero que no tengan problemas juntos. – Dijo Anthony al ver que su primo platicaba con Annie. Él sabía bien que la joven era un poco obsesiva con él y su primo era un escurridizo cuando de ella se trataba.
-Ojalá que no Anthony. – Dijo Candy observando también a la antigua pareja que platicaba con cierto nerviosismo en ambos lados. – Annie se ve nerviosa ante él. – Dijo Candy reconociendo que su hermana estaba muy inquieta por volver a tener a Archie de frente.
-Creo que Archie está igual que ella. – Dijo Anthony creyendo que la incomodidad de Archie era por tener a su ex pareja junto a él.
-Es consecuencia de que ella sea la mamá de Axel. – Dijo Candy también segura de que entre ellos había una relación cordial pero tensa.
-Eso es verdad, sin embargo no puedo evitar pensar en lo que sucedió hace unos días en el laboratorio de Stear. – Dijo Anthony recordando en la situación que había encontrado a Archie. Candy se sonrojó al recordar lo que su esposo le había contado había visto aquella tarde.
-Fue solo un sueño Anthony. – Dijo Candy segura de ello. – Archie hace mucho tiempo que dejó en claro que no siente absolutamente nada por Annie. – Dijo la rubia con cierta nostalgia, porque ella siempre había creído que Archie realmente podría enamorarse de ella al descubrir las muchas cualidades que tenía.
-Tal vez. – Dijo Anthony un tanto dudoso por lo que había visto, ya que él sabía mejor que nadie que el inicio de la relación con Terry fue también muy difícil para Archie, quien no se atrevía a confesar que sentía atracción por el actor y que disfrazaba con un aparente "odio" hacía él.
-¿No estás seguro? – Preguntó Candy a Anthony al ver que estaba algo pensativo.
-No estoy seguro que la relación de Terry y Archie esté en su mejor momento. – Dijo Anthony con discreción. Candy lo escuchó sorprendida, ya que ella creía que todo entre ellos estaba muy bien.
-¿Por qué lo dices? – Preguntó Candy observando a su esposo con cierta preocupación. Ella quería mucho a Archie y sabía que sufriría mucho si por alguna razón se distanciara o se separara de Terry, sin embargo tenía que reconocer que distaba mucho de creer que sucedería lo mismo con el actor. Anthony tomó su celular y buscó algo que lo había dejado inquieto, algo que no estaba seguro que fuera cierto y que sabía bien podría ser un motivo más para aumentar la popularidad del actor.
-¿Cuándo salió esto? – Preguntó Candy sorprendida al ver la nota que decía que Terry comenzaba una relación con una actriz de renombre.
-No lo sé, tal vez por la noche. – Dijo Anthony con cierta preocupación. – Lo leí hoy por la mañana. – Agregó una vez más, guardando el dispositivo antes de levantar alguna sospecha, él sabía muy bien que el medio se movía entre chismes e inventos, inventos que su primo había sorteado muy bien con su pareja y hasta el momento habían superado, pero también sabía que Terry no estaba para nada contento con la decisión que había tomado Archie de saber realmente si Axel era o no su hijo.
-Será mejor que no le digamos nada a Archie. – Dijo Candy segura de ocultar todo.
-Tal vez ya lo sabe. – Dijo Anthony creyendo que por eso Archie estaba tan tranquilo junto a Annie. Candy dudó de que esto fuera así, sin embargo guardó sus impresiones para sí misma.
A lo lejos Annie y Archie lucían un poco nerviosos uno al lado del otro, pero a los pocos segundos la pelinegra se disculpó con él para irse al lado de su hijo y Alexander, quienes continuaban jugando sin parar.
Alexander, salió corriendo fuera de la mansión seguido por Axel y Annie, quien caminaba detrás de ellos en un claro intento de alejarse de Archie, no quería volver a caer en la tóxica relación que sabía había mantenido con él tiempo atrás, mucho menos quería volver a ilusionarse cuando sabía perfectamente que el interés del joven elegante era únicamente por el hijo que ambos compartían.
-¿Sucede algo Annie? – Preguntó la tía abuela quien también estaba al pendiente de los niños.
-¿Eh? – Preguntó distraída en sus pensamientos. – No… señora Andrew… - Le dijo con respeto.
-Sé que no es fácil volverte a encontrar con Archie. – Le dijo con cierto arrepentimiento en su voz, ya que ella había estado segura que la relación de Archie y ella había terminado por decisión de ella, algo que le había dicho Archie así era y al saber ahora que todo había sido por la falta de amor por parte de su nieto, la hacía sentir culpable por haberla maldecido tanto tiempo.
-No… no lo es… - Dijo Annie con timidez, sabía que no tenía caso ocultar a los ojos de la mayor algo que era obvio, más sin embargo ella intentaba seguir controlando, no se ganaba nada con aceptar la realidad si de todas formas él estaba interesado en otro tipo de gustos.
-No tengo palabras para alentarte. – Le dijo Elroy con pena, ya que más de una vez ella misma había dicho a la joven que tuviera paciencia con su nieto. Pero en esta ocasión Elroy al igual que Annie estaba dispuesta a dejar que Archie tomara sus propias decisiones aunque fuesen erróneas. Annie sonrió y mantuvo su silencio, silencio que le quemaba el alma pero que seguiría guardando para sí misma, no quería cometer los mismos errores del pasado.
-¡Tío Stear! – Gritó Alexander con entusiasmo al chocar repentinamente con su proclamado tío favorito. - ¡Ya regresaste! ¿Cómo está Candy y Anthony? – Preguntó inocentemente, víctima de la emoción que sentía por ver a su tío de regreso. Stear lo tomó en brazos para evitar que alguien lo escuchara.
-Tranquilo Alexander. – Le dijo con una sonrisa en sus labios. – Recuerda que todo esto debe quedar en secreto. – Le dijo el inventor observando todo a su alrededor cuando de pronto sintió que otro pequeño bulto chocaba contra sus piernas. - ¿Axel? – Preguntó sorprendido al ver que el pequeño que estaba en la mansión. Él conocía muy bien al pequeño gracias a las fotos que Patty compartía con él. - ¿¡Pero qué estás haciendo aquí!? – Preguntó casi en un grito al sentirse confundido por la presencia del pequeño. Levantó la mirada y de pronto se encontró con Annie y la tía abuela que venían detrás.
-Axel vino a visitar a mi tío Archie. – Dijo Alexander sin responder la advertencia que le había hecho su tío segundos atrás.
-¿De verdad? – Preguntó Stear con emoción ya que él siempre había tenido esa discusión con Archie.
-Mi papá por fin está cerca de Chicago. – Dijo Axel convencido de que su papá siempre estaba muy lejos y ese era el motivo por el cual no había ido a verlo. – Y mi mamá me acompañó a conocerlo. – Dijo el pequeño con inocencia. Stear se sintió conmovido por lo dicho por su sobrino.
Bajó a Alexander y se puso al mismo nivel que Axel quien miraba a Stear con cierta curiosidad.
-¿Tú eres también mi tío? – Preguntó el pequeño con intriga, ya que su rostro no le era del todo desconocido.
-Por supuesto que soy tu tío. – Dijo Stear convencido de que aquel pequeño era hijo de Archie, sobre todo por la mirada inocente que tenía su hermano cuando era un pequeño. – Al igual que soy tío de Alexander. – Dijo de nuevo el inventor.
-Mi tío Stear es el mejor tío que hay. – Dijo Alexander emocionado. – Él es un gran inventor y hace poco inventó una máquina que te hace viajar en el tiempo. – Dijo de pronto el pequeño queriendo informar a su nuevo amigo de aventuras de la maravillosa máquina que su tío favorito había inventado.
-Hey, hey, hey! – Dijo Stear a su sobrino al ver que insistía en hablar del tema sin tapujos. – Eso no es del todo cierto. – Le dijo mirándolo con un poco de reclamo. Alexander guardó silencio un poco apenado por haber hablado de más cuando su tío favorito le había dicho que era algo secreto.
-Yo también soy inventor. – Dijo el pequeño Axel quien en su inocencia creía que lo que decía Alexander era completamente imposible.
-¿De verdad? – Preguntó Stear interesado en lo dicho por el pequeño Axel quien asentía emocionado por conocer a otro inventor en persona. – Eso es fascinante, entonces puedo decir que sacaste lo inteligente de tu tío Stear. – Dijo mirando al mini Archie frente a él quien asentía emocionado.
-¡Vaya! Hasta que sales de tu laboratorio. – Dijo Elroy al ver que Stear había "salido" por fin de su escondite. – Es preciso que hable de inmediato contigo. – Le dijo reclamándole de manera terminante su constaste distracción.
-Hola Annie. – Dijo Stear besando la mejilla de la tímida joven quien le sonreía apenada. – Hola tía abuela. – Le dijo a la vieja Elroy quien continuaba mirándolo duramente.
-Hola Stear. – Respondió Annie al saludo de su antiguo cuñado.
-¿Te parece bien que Patty esté con tanto estrés en su estado? – Preguntó Elroy de pronto al inventor quien miró a la mayor con los ojos bien abiertos.
-¿En su estado? ¿A qué te refieres? – Preguntó un tanto inquieto, mientras observaba hacia la entrada principal de la mansión para ver si divisaba a su prometida.
-¿A qué me refiero? – Preguntó Elroy con molestia. – A su embarazo ¿Acaso no lo sabías? – Preguntó dudosa de que eso fuera posible.
Stear no respondió y comenzó a caminar con mayor prisa hasta el interior de la mansión.
-¡Stear! – Dijo Archie quien venía de salida en busca de su hijo. - ¿Cuándo llegaste? – Preguntó de nuevo al creer que tardaría más días en llegar.
-Voy llegando, ¿Dónde está Patricia? – Preguntó buscando a su alrededor a ver si veía a su novia, sin embargo solo pudo apreciar a algunos empleados y a Anthony y a Candy que venían a saludarlo.
-Está en tu habitación descansando. – Dijo Archie respondiendo a la pregunta de su hermano.
-Stear ¿Qué sucedió? – Preguntó Anthony de la mano de Candy, quienes también estaban sorprendido por la repentina llegada de su primo.
-Decidí venir antes. – Dijo simplemente, extendiendo a los médicos el maletín que llevaba con las muestras de sangre de los Andrew de las líneas uno y tres. - ¿Qué pasa con Patricia? – Preguntó a Candy, seguro de que ella ya la había revisado.
-No sucede nada malo, no te preocupes. – Le dijo Candy para su tranquilidad, sin embargo necesitaba verla.
-Voy a verla. – Dijo Stear sin permitir que los demás lo siguieran retrasando.
-¿Le dijiste? – Preguntó Candy con cierto reclamo a Archie.
-Yo no dije nada. – Dijo Archie seguro de ello, ya que sabía bien que Patricia era la encargada de decirle a su hermano que se convertirían en padres.
-No sabía que no lo sabía. – Dijo la tía abuela sincera, sin embargo no lamentaba su indiscreción ya que estaba convencida que debían celebrar la boda de inmediato si no querían buscarse un problema con la familia de la científica. Anthony miró a la tía abuela con reproche, sin embargo ya no había nada qué hacer.
Stear había subido las escaleras de dos en dos para llegar de inmediato a su habitación, sentía una emoción muy fuerte en su pecho al saber que su prometida estaba esperando un hijo y él no tenía ni la menor idea que así fuera.
-Patricia, querida. – Decía Stear con impaciencia abriendo la puerta de su habitación sin siquiera anunciarse.
-¡Stear! – Dijo Patricia al escuchar la voz de su amado inventor. - ¡Llegaste! – Dijo Patricia lanzándose a sus brazos mientras sus ojos se inundaban de lágrimas por la felicidad. Stear la tomó entre sus brazos y la abrazó fuertemente.
-¿Por qué no me dijiste? – Preguntó Stear mientras besaba el rostro de su novia. – Yo debía saberlo desde un principio. – Decía insistente en que no estaba feliz por haber estado ignorante de la noticia y al parecer era el último que se había enterado.
-Vine a decírtelo el día que Alexander se fue con Anthony a la otra línea del tiempo. – Confesó entre lágrimas de emoción por tenerlo de vuelta y enterado de su estado.
-Debiste decírmelo, nada es más importante para mí que tú y ahora nuestro hijo. – Le decía mientras se hincaba frente al vientre de Patricia y la sostenía por la cintura para comenzar a besar aquel lugar que se había convertido en el refugio de su primogénito. – Hola hijo, ya estoy aquí y te prometo que ya no me alejaré de tú mamá. – Decía convencido de que así sería. Patricia reía emocionada por la reacción de su prometido.
-¿Qué sucedió en la otra línea del tiempo? – Preguntó Patricia para saber cómo le había ido a su novio.
-Aún no se entera la tía abuela que Anthony y Stear están de regreso. – Dijo levantando en brazos a la joven para girar con ella.
-¡Stear! – Decía Patty sosteniéndose del cuello de su futuro esposo para no caerse.
-¡No sabes lo feliz que me has hecho querida! – Le decía terminando de girar para colocarla en el centro de la cama y comenzar a besarla apasionadamente.
Patty rápidamente respondió a los besos de Stear, quien al igual que ella se sentía necesitada de sus ardientes caricias, pronto los besos fueron más osados y atrevidos y a pesar de saber que en la planta principal se encontraba el resto de la familia lo pasaron por alto para sumergirse en su entrega.
Patty gimió ante las tibias manos de Stear, las cuales se encargaban de estimular el cuerpo de la joven, quien motivada por el flujo oscilante de sus hormonas se abandonaba a la necesidad que tenía su cuerpo por ser amada.
-Stear... - Gimió con verdadera necesitad. El inventor sonrió por la manera en la que lo llamaba y desnudó su cuerpo en segundos, mostrándose ahora más delgado. Los ojos de Patricia se dilataron ante tal espectáculo, que regalaba a sus ojos la verdadera imagen del amor y del deseo.
Stear levantó el vestido que cubría el cuerpo de su futura esposa y la dejó en ropa interior, la joven usaba un atuendo en conjunto de color rosado. El inventor la observó enamorado sintiéndose más firme de pronto. Ella sonrió por la reacción de su amado y saboreando sus labios con cierta picardía se colocó encima de él para besarlo con verdadera pasión.
-Patty... - Gimió Stear de manera sensual, hasta ese momento el inventor comprendió su urgencia de ella, su cuerpo se levantaba con firmeza cual estandarte y su joven prometida solo jugueteaba con él tentándolo con sus sensuales movimientos que lo orillaban a cerrar sus ojos para intentar controlar sus ganas de invadir su cuerpo.
Patty sonreía por la manera tan desesperante que demostraba su amante la necesitaba ya, sin embargo ella se cobraría cada una de las noches que la había mantenido en vela esperando que llegara y le bajara la temperatura.
-¿Qué haces? - Preguntó Stear al ver que la joven de anteojos se levantaba de la cama e iba al buró a su costado.
-Busco algo. - Dijo Patricia con picardía. Stear la miró con esa mirada encendida que había provocado ante el primer beso.
La joven se acercó a él de manera lenta, sacando el sostén que para ese momento ya le estorbaba, dejando libre sus senos que habían crecido en esas semanas, los ojos de Stear se abrieron complacidos al observar tremendo espectáculo.
-Es normal por el embarazo. - Dijo Patricia divertida ante el gesto de sorpresa de su amante. Stear estiró sus manos para alcanzar aquella parte que sería el futuro amparo para su primogénito. Patty gimió ante la caricia y pronto sintió el calor de sus labios posarse sobre sus areolas oscurecidas por el embarazo.
El inventor se dedicó a besar y acariciar con impaciencia ambos pechos, jugando con uno dentro de su boca mientras con su mano acariciaba el contrario, cambiando de cuando en cuando de posición. Patty temblaba de emoción, soltando lo que había ido a buscar.
-¿Para qué es eso? - Preguntó Stear al ver que su novia había dejado al descubierto lo que se proponía hacer.
-Ya lo verás. - Le dijo con travesura colocándose de nuevo encima de él para después atarlo a la cabecera de la cama.
-Me gusta este juego. - Dijo el inventor con picardía, dejando que la joven lo atara de su mano izquierda a la cama, pero cuando notó que también ataría su mano derecha ya no le simpatizó tanto. - Creo que con una es suficiente querida. - Le dijo intentando evitar que lo hiciera.
-No lo creo. - Le dijo la joven con travesura, con la mirada dilatada. Stear sonrió y aceptó el juego. Pronto los labios de Patricia comenzaron besando los labios del inventor, quien correspondía con ansias sus besos, poco a poco las caricias de la joven se hicieron más osadas y las piernas del inventor eran lo único que podía mover con libertad.
La boca de Patty terminó en el arma del orgullo de su amante, quien sonrió con malicia al notar en la mirada de su novia las intenciones que tenía para con él. Volvió a sonreír malicioso y se acomodó relajado para disfrutar el momento. Pronto los gemidos fueron más intensos, tanto que el pobre inventor ya no podía soportar el clímax que se aproximaba a gran velocidad corriendo el riesgo de llenar la boca de su novia.
-¡Patty! - Le gritó con súplica para que se retirara del sitio, sin embargo la castaña estaba cada vez más entusiasmada como si devorara un caramelo. - ¡Patty, por favor! ¡Ya no puedo! - Le decía impaciente, intentando contenerse. - ¡Por Dios, Patty! - Gritaba buscando la mirada de su novia, quien se esforzaba por robar lo que había ido a buscar. Los ojos de la joven pronto conectaron con los de su novio, quien al momento que lo hizo no pudo aguantar más y estalló por completo. Su respiración estaba agitada y dentro de la culpa por no haber podido soportar unos minutos estaba el placer otorgado. - Lo siento... - Decía sin realmente sentirlo, ya que eso se había sentido realmente bien. Patricia sonrió limpiando sus labios y se acercó a su novio para besar su cuello una vez más. Stear se estremeció y para su sorpresa reaccionaba de nuevo. - Patty... - Gimió una vez más.
-Ahora es mi turno... - Le dijo la joven al oído, con una voz sensual que ponía al delirio al inventor. Se levantó de él y sin pena se deshizo de la última prenda que vestía, prenda que no cubría realmente mucho su cuerpo, pero que le impedía completar su acto, acto que anhelaba bastante.
-¡Magnífico! - Dijo Stear saboreando sus labios al ver la hermosa figura expuesta de su novia. - Ahora desátame. - Le dijo impaciente mientras movía sus manos para ser liberadas. Patty negó con una sonrisa traviesa y se colocó encima de él para que entrara en ella. Un gemido de placer salió de la boca de la joven, quien cerraba sus ojos disfrutando como el cuerpo de su prometido entraba nuevamente en ella. - Patty... - Gimió Stear anhelando acariciar su cuerpo. - Suéltame por favor... - Le decía con súplica, intentando convencer a la joven amante que le permitiera acariciarla, moría por sentir entre sus manos la suavidad y firmeza de su piel. Patty negó con travesura y Stear no podía creer lo que estaba haciendo.
-Eres mío... - Le dijo con total seguridad, con un brillo muy especial en sus ojos mientras subía y bajaba encima de él. Stear no podía negar que le gustaba el juego, pero tampoco podía negar que quería tocar aquel par de senos que se movían libremente frente a él y no podía tocarlos, no podía besarlos y eso era una tortura para él a pesar del placer que estaba sintiendo en su parte baja.
Los movimientos de Patricia se hicieron más intensos, mientras Stear no tuvo más remedio que observar la manera en la que su novia se autocomplacía utilizándolo como un objeto, un verdadero espectáculo para su vista ya que jamás la había visto tan sensual como en ese momento. Después de varios minutos de montar a su hombre el cuerpo de la joven comenzó a vibrar con fuerza... Stear la observaba ansioso, omitiendo su propio placer, cautivado con la belleza de la joven que lo dominaba a plenitud en esos momentos. Para el joven inventor fue maravilloso ver cómo Patricia complacía sus necesidades, se veía tan hermosa y sensual cabalgando cada vez con mayor intensidad, cual amazona experta hasta que alcanzó su propio clímax.
-¡Sí! - Gritó de pronto mientras sus senos libres se colocaban sobre el torso de su novio intentando regular su respiración, sus caderas seguían moviéndose sobre él cada vez más lento, cada vez más cerca de él. De pronto las manos del inventor se aferraron a sus glúteos. - ¿¡Cuándo te liberaste!? - Preguntó Patty en una exclamación de asombro, sorprendida al sentir que su novio la tomaba por sorpresa y comenzaba a acariciarla con anhelo.
-Hace un momento. - Le dijo con una sonrisa traviesa. Stear enderezó su cuerpo y comenzó a moverse poco a poco con mayor fuerza entrando en ella una y otra vez mientras sus manos seguían aferradas a sus glúteos y sus labios besaban con desesperación la boca de su amada, su lengua se introducía en su interior buscando la de ella, quien la encontraba a medio camino en una ruda batalla de dominar aquel intenso beso.
-Te amo. - Decía Patricia ofreciendo su cuello para que lo besara. Stear no puso objeción al pedido y mientras continuaba entrando en ella comenzaba a besar su cuello para después pasarse a sus senos, logrando que la joven culminara una vez más en la cima del placer.
Ella terminó varias veces más encima de él, exhausta, sin fuerza de seguir en un nuevo encuentro, mientras el inventor acariciaba sus lacios cabellos con ternura, aferrándola a su cuerpo.
-No te vuelvas a ir tanto tiempo. - Le dijo Patricia a modo de queja. Stear sonrió por su comentario.
-Si me recibes de esta manera no puedo asegurarlo. - Dijo en respuesta a su comentario.
-Entonces te adelanto que compraré unas esposas para que no te liberes tan fácilmente. - Le dijo la joven con travesura. Stear sonrió porque a pesar de haber disfrutado el juego, prefería tener las manos libres para poder amarla con libertad absoluta.
-No debiste de haber hablado tía abuela. – Dijo Anthony con reclamo a la mayor.
-¿Cómo iba a saber que no sabía? – Preguntó Elroy indignada por ser reprendida. Anthony sabía que tenía un buen punto a favor, ella no sabía que Stear tenía días que se había ido de "viaje" y recién llegaba.
-Bien, tienes razón… discúlpame tía abuela. – Dijo Anthony ante la mirada de reclamo de Candy. - Bueno, creo que es hora de irnos. – Dijo de nuevo el rubio seguro que tenía que llevar las muestras cuanto antes al hospital en Chicago.
-¿Tan pronto? – Preguntó Archie quien creía que se quedarían unos días para disfrutar a su hijo.
-Volveremos después. – Dijo Annie al ver la preocupación del diseñador.
-¿Puedo quedarme mami? – Preguntó Axel seguro de compartir más tiempo con su padre. Annie se puso tensa ante la pregunta de su hijo.
-Por hoy no podrá ser posible hijo. – Dijo Archie consciente de que era demasiado pronto para que Annie le permitiera convivir más de unas horas con su hijo, sabía que debía ganarse nuevamente la confianza de la ojiazul. Annie agradeció con una tímida sonrisa por su comprensión. – Pero te prometo que pronto tú y tu mamá podrán venir a visitarme toda una semana si así lo quieren. – Le dijo mirando fijamente a la joven para anunciarle su invitación. Annie asintió agradecida por incluirla en ese plan. – Anthony, te los encargo por favor. – Le dijo Archie refiriéndose tanto al pequeño Axel como a Annie.
-No te preocupes, sabes que llevo lo más preciado para mí también. – Le dijo seguro de que cuidaría a todos en el camino.
Después de las despedidas y las emociones que habían vivido ese día, Annie y su hijo se retiraban junto con Anthony, Candy y Alexander. El camino fue más relajado de lo que había sido el camino de ida.
-Muchas gracias por todo Candy. – Dijo Annie agradecida con la rubia, quien la dejaba en su lujoso apartamento junto con un Axel totalmente dormido.
-No te preocupes Annie, espero que pronto nos volvamos a ver. – Dijo Candy segura de querer volver a ver a su amiga.
-Eso espero. – Dijo Annie con una sonrisa, caminando hacia el elevador que la llevaría directamente hasta su departamento. Anthony se despidió una vez más desde su auto y pronto la ojiazul desapareció.
-¿En qué piensas amor? – Preguntó Anthony a su esposa al verla tan pensativa. Candy observó al pequeño Alexander que al igual que Axel había caído rendido en el asiento trasero.
-En que no sé qué sucederá entre Annie y Archie de ahora en adelante. – Dijo Candy realmente preocupada por ello. Anthony suspiró igual de desconcertado que ella.
-La verdad no sabría decirte. – Dijo pensativo, sabía bien que la relación de ellos era solamente por Axel, pero sabía bien que debían ponerse de acuerdo para poder convivir todos juntos sin afectar al pequeño. – Pero espero que todo fluya en armonía para el bienestar de Axel. – Dijo Anthony de nuevo pensando en el bienestar del pequeño.
-También yo. – Dijo Candy con un profundo suspiro. Anthony besó su mano para después encaminarse hasta el hospital para llevar las muestras que le había dado Stear.
Llegaron a su mansión ya muy entrada la noche. Anthony llevaba a Alexander a su habitación mientras Candy se daba un baño para relajarse.
-¿Puedo? – Preguntó Anthony integrándose a la gran bañera que Candy disfrutaba. Candy sonrió cuando vio que su marido ya estaba más que dispuesto para unirse a ella en aquel "relajante" baño, algo le decía que no sería del todo como lo había planeado al ver el gran espectáculo que el rubio le regalaba con su maravillosa anatomía.
-Creo que ya no estoy tan cansada. – Le dijo con una sonrisa traviesa, sonrisa que Anthony respondió de la misma manera mientras se colocaba dentro de la tina que compartía con su esposa.
Anthony sabía muy bien cómo relajar a su esposa y sabía que en esos momentos lo necesitaba. La rubia necesitaba relajarse y Anthony pronto comenzó a masajear sus hombros de manera lenta, provocando que la joven comenzara a sentir que el cansancio acumulado se desvanecía entre las expertas manos de su esposo.
Entró en ella con mucho cuidado, buscando la manera de hacerlo sin prisa, explorando un camino ya recorrido, comenzando su invasión lenta y tranquila, mientras la rubia gemía de gozo al sentir como cada una de sus terminaciones nerviosas se activaban ante el calor que le proporcionaba el cuerpo de su esposo. El agua de la bañera se mecía al compás de sus intrusiones y el clímax tan necesitado llegó arrasando con ambos amantes. Un gemido abandonó sus labios, seguido de un suspiro de placer y alivio, sus respiraciones agitadas iban menguando poco a poco y el latir de sus corazones seguía activo.
Candy colocó su cabeza en el pecho de su esposo, cerró sus ojos y dejó que él comenzara a lavar sus rubios cabellos. Anthony cuidaba de lavar su rostro evitando cayera jabón dentro de sus ojos, acarició su vientre y sonrió ilusionado al saber que dentro de ella estaba formándose otro pequeño ser que vendría a conformar su amada familia. La cuidó, la ayudó, y la llevó hasta la cama en brazos dispuesto a amarla una vez más.
Anthony conocía todas y cada una de partes más sensibles de la pecosa, conocía la manera en la que más disfrutaba ser amada. Había explorado muchas veces cada centímetro de piel, conocía su cuerpo a la perfección e incluso sabía cuándo una peca había aparecido. Candy se dejaba querer, confiaba plenamente en él y sabía que para tocar el cielo no tenía más que cerrar sus ojos y decir su nombre.
-Anthony… - Gimió Candy con cadencia, con una sonrisa que lo cautivaba una vez más, sabía que aquella manera de llamarlo era la que indicaba que estaba haciendo lo correcto.
La pasión los consumió lentamente y Anthony se desvivía por lograr complacerla, la conocía perfectamente y pronto estuvo seguro que lo había logrado, el cuerpo de Candy se estremeció y culminó con ello el romántico momento. Una sonrisa apareció en sus labios nuevamente y sus ojos se perdieron en los azules de su esposo, quien la miraba emocionado y enamorado.
-Te amo. – Le dijo con su voz recuperándose del clímax, esforzándose por convencerla una vez más que lo que decía era tan verdadero. Candy sonrió acariciando su rostro.
-También te amo. – Le dijo besando sus labios una vez más. Estaba totalmente convencida de que nadie la amaba más de lo que la amaba Anthony.
La oscuridad de la noche los envolvió junto con el cansancio acumulado del día y pronto la joven doctora se acomodó entre los brazos de su esposo quien la acogió con ternura, protegiendo su cuerpo y acariciando su vientre hasta que el sueño la alcanzó.
En Lakewood la tía abuela se había quedado para hablar con Stear, sabía bien que si no intervenía en la relación el inventor volvería a sumergirse en su laboratorio y lo más seguro era que el nacimiento del futuro Andrew lo sacaría de ahí.
-Stear es necesario que realicemos la boda. – Dijo la tía abuela en cuanto vio al inventor que venía bajando las escaleras con una gran sonrisa, sonrisa que era provocada no solo por la espera del nuevo bebé, sino por la tarde que había pasado junto a su apasionada Patricia.
-Es verdad tía abuela, tenemos que comenzar a planearla. – Dijo Stear seguro que debía ser así.
-No es necesario. – Dijo la matriarca con decisión. Stear la observó confundido. – Ya está todo avanzado, sé que siempre te encierras en tu laboratorio y no pones atención a las demás cosas, así que me di a la tarea de preparar todo para realizar la boda aquí en Lakewood dentro de una semana. – Dijo la mujer sin aceptar una negativa por parte de su nieto.
-¿De verdad tienes todo arreglado? – Preguntó Stear sin molestarse, sabía bien que era necesario a veces que alguien hiciera lo que él no era capaz de hacer por estar con sus investigaciones.
-Tenía que hacerlo, Patricia está muy preocupada por su embarazo y tú ni cuenta te has dado de eso. – Le dijo reclamándole que él se la había pasado "encerrado" por mucho tiempo en su laboratorio. Stear se sintió realmente mal al escuchar lo que decía la tía abuela, sabía que si se hubiera enterado antes no habría estado de viaje tanto tiempo.
-Lo siento tía abuela, la verdad es que no sabía que sería padre. – Dijo disculpándose con verdadera pena.
-¿Entonces estás de acuerdo? – Preguntó a su nieto, quien suspiró mirando hacia arriba donde seguramente su hermosa Patricia continuaba dormida después de la tarde tan apasionada que habían compartido.
-Lo hablaré con ella. – Dijo pensando en su futura esposa.
-Ya lo hablé yo y está de acuerdo conmigo. – Dijo de nuevo Elroy segura de que Patricia quería que todo se hiciera antes de que sus padres se enteraran que serían abuelos. Stear la miró convencido de que así era.
-Si ya lo hablaste con ella… - Dijo estando de acuerdo con lo que habían decidido.
-¿Qué sucede? – Preguntó Archie quien venía bajando las escaleras para incluirse a su hermano y su tía abuela.
-Patty y yo nos casaremos dentro de una semana. – Dijo Stear con una gran sonrisa. Archie lo miró conmovido y decidido a abrazarlo.
-¡Felicidades! – Dijo con los ojos llenos de lágrimas. La tía abuela rodó los ojos al ver la reacción del diseñador.
-Bien, bien, no es necesario hacer un drama de algo que es para sonreír. – Dijo con su voz seria y firme como siempre. Archie intentó controlar su emoción y Stear lo abrazó para que lo lograra.
-Tranquilo hermano, mejor dime cómo te fue con Axel. – Le dijo el inventor para que le comentara todo lo que había sucedido en su ausencia.
-Axel es un niño maravilloso. – Dijo Archie conmovido. – Annie ha hecho un trabajo increíble con él. – Agregó mirando a su hermano realmente convencido de ello. Stear lo miró a los ojos sorprendido por lo que estaba escuchando.
-¿Estás convencido que tú eres el padre de Axel? – Preguntó Stear a su hermano.
-¿No lo crees así? – Preguntó Archie en respuesta. Stear lo miró y sacudió su cabello a pesar de saber que Archie lo odiaba.
-Sé que Axel es tú hijo, lo supe desde la primera vez que vi una fotografía de él. – Le dijo revelándole que él ya conocía a su hijo por medio de fotos. – Es por ello que siempre me enojaba contigo porque ni tú ni Terry me permitían hablar de ello. – Dijo un tanto exasperado por recordarlo.
-No quería escuchar de ello porque estaba seguro al igual que Terry que yo no era el padre. – Dijo avergonzado. – Sin embargo Annie se encargó de incluirme en su vida a pesar de estar ausente. – Dijo recordando lo que Annie había hecho para que su hijo no lo odiara.
-No comprendo porqué Terry te presionaba para que no lo conocieras. – Dijo Stear seguro de que Terry era el que lo convencía de lo contrario cuando tenía dudas.
-Él no lo hacía a propósito… - Dijo Archie intentando darle aún el beneficio de la duda. Stear lo miró escéptico.
-Por cierto, ¿Dónde está? – Preguntó a su hermano, estaba seguro que no lo había visto y sabía que no era porque la tía abuela estaba ahí. Archie levantó sus hombros como si no supiera de él y a Stear se le hizo extraño.
-Se molestó conmigo porque decidí hacerme una prueba de paternidad. – Dijo ante el asombro de Stear.
-¿De verdad? – Preguntó el inventor un tanto entusiasmado por saber que su hermano por fin se había decidido a hacer algo que a pesar de no necesitar reafirmaría lo que todos sabían.
-Sé que estarás feliz por ello… - Dijo Archie un poco melancólico.
-No estoy feliz por ello, estoy feliz porque por fin Axel tendrá el lugar que se merece. – Dijo Stear seguro de que su sobrino podría estar cerca de su padre. – Y ahora mi hijo tendrá otro primo con quien jugar. – Dijo emocionado al recordar que Anthony y Candy tendrían otro integrante más en la familia.
-Tienes razón hermano. – Dijo Archie un tanto nostálgico por recordar a Terry, no había tenido contacto con él desde que había llegado de la otra línea del tiempo, sin embargo no sería él el primero en hablarle, creía que esta vez tenía razón en estar molesto por su comportamiento y estaba cansado de disculparlo. Sin pensarlo la sonrisa de Annie apareció en su mente y se esforzó por desecharla, no comprendía el motivo por el cual la presencia de aquella joven lo había turbado tanto.
Continuará…
Llegamos al final del capítulo, espero que les haya gustado.
Mrs. Nurse:
Hola hermosa, un halago y un placer leer tú comentario. Muchas gracias por tus palabras, tienes mucha razón, la interacción entre los rubios va muy lenta y sé que quieren ver acción, te prometo que ya falta poco para que venzan todos sus miedos y se dediquen solo a amarse. Muchas gracias por comentar, te mando un fuerte abrazo hermosa.
TeamColombia:
Hermosas, por fin las cosas avanzan un poco más para la pareja estrella y aunque en la línea del tiempo dos ya están más que iniciados en su vida de pareja, sé que están esperando que vean estrellitas jijiji. Muchas gracias por comentar hermosas, me alegra que les haya gustado mucho el capítulo, les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.
Rose1404:
Hola hermosa! ¿Cómo estás? Me imagino que muy bien, ya que tienes una excelente compañía a tú lado. Por fin se dio ese acercamiento tan esperado por todos! si! ya son pareja y ya se hablaron abiertamente de sus sentimientos. A este punto creo que ya sabemos que los recuerdos de uno y de otro tarde o temprano llenarán su mente, así que tanto lo bueno como lo malo que compartieron será parte de ellos. Muchas gracias por leer hermosa y sobre todo por comentar, te mando un fuerte abrazo y un beso tronado para tu hermoso bebé.
Cla1969:
Ciao bello, spero che il capitolo precedente ti sia piaciuto, hai ragione, l'atmosfera comincia a scaldarsi e i giovani stanno scoprendo nuove emozioni, non sono più bambini e i loro sensi sono risvegliati dalla vicinanza della persona amata. Grazie mille per la lettura e il bellissimo commento, come sempre vi mando un grande abbraccio e i miei migliori auguri per questo fine settimana.
Mayely León:
Hola hermosa, me alegra el saber que tu pequeña está mucho mejor y por supuesto que me imaginaba que su papá está muy al pendiente de ella y de los otros dos pequeños y por supuesto que de ti también, así que igualmente cuídalo mucho. Que bueno que te gustó el capítulo, te confieso que es uno de mis favoritos hasta ahora, gracias por comentar, te mando un fuerte abrazo amiga.
lemh2001:
Hola hermosa, no te imaginas lo que disfruté al escribir este capítulo, la verdad me encantó y sobre todo me encantó el resultado, me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por las bendiciones! dile a tu mami que se las agradezco en el alma y que deseo de todo corazón se le dupliquen, igualmente para ti amiga. Gracias por leer a pesar de tus ocupaciones, te agradezco doblemente por ello. Te mando un fuerte abrazo amiga.
Julie-Andley-00:
Hola hermosa, el amor está en el aire y definitivamente se respira y se escucha el trino de los pájaros ahhhh. Me alegra que te haya gustado el capítulo, te mando un fuerte abrazo amiga bella.
Silandrew:
¿Cómo vas hermosa? Espero que estés mucho mejor de todas formas sigue descansando. Espero que te haya gustado este capítulo que fue especial para que te sientas mejor. Te mando un fuerte abrazo hermosa y mis mejores deseos.
Muchas gracias a todas y cada una de las personas que están esperando la actualización, gracias por no perderse ningún capítulo, les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.
GeoMtzR
22/09/2023.
