Capítulo 36

Hola de nuevo.

Bueno acá va la advertencia, en este capítulo hay escenas sexuales explicitas consensuadas, si no son de su interés les recomiendo saltarse esa escena hasta 15 diálogos previos al final del capítulo. Sin más que decir nos vemos en la nota al final.

Los siguientes días Harry parecía haber regresado a un estado normal justo como antes, como si la agresión al hombre que acoso a Draco no hubiese sucedido, aunque Draco por su parte no podía evitar mantenerse atento buscando evitar que Harry experimente otro de esos ataques, Ron por otro lado no había regresado al departamento y Harry tampoco le había hablado.

Ambos estaban cocinando como siempre lo hacían cuando escucharon el sonido del timbre de la puerta principal.

—Iré yo —aviso Harry tomando el secador que tenía en el hombro para secarse las manos.

—Antes, prueba esto — ordenó Draco colocando su dedo índice cubierta con un poco de una crema blanca a la altura de los labios del pelinegro, Harry le dio un lengüetazo y sonrió satisfecho.

—Está deliciosa —Draco le devolvió la sonrisa y continúo moviendo la salsa, Harry camino hacia la sala y luego hacia la puerta principal —¿Sí? — preguntó a la par que abría la puerta, delante suyo estaba Hermione —Hermione —soltó atónito mientras las comisuras de sus labios bajaban borrando su sonrisa.

—Harry —su tono de voz era serio pero educado —¿Puedo pasar? —él pelinegro dejo escapar un suspiro y señaló la sala con un movimiento de cabeza, Hermione ingreso recorriendo de inmediato el lugar con la mirada.

—¿Qué sucedió ahora? —pregunto Harry cerrando la puerta.

—Vine a verificar si seguías vivo y aparentemente lo estás —la chica giro a verlo con los brazos cruzados sobre su pecho.

—Sigo vivo, gracias, ¿Algo más?

—No necesitas tener esa actitud conmigo Harry, yo no soy Ron.

—Pero sabes lo que sucedió —al igual que ella cruzo sus brazos sobre su pecho.

—Y también sé que mi prometido es malo contando lo que sucedió, así que dime tú — ambos se retaron con la mirada.

—¿Quién es Harry? —la voz de Draco en vez de relajar a Harry lo hizo sentir más tenso, de inmediato y por reflejo se colocó frente al rubio que miraba atónito a Hermione y ella le devolvió la misma mirada bajando lentamente los brazos.

—Si vas a hacerle algo no me culpes por lo que pase después — amenazó Harry con la mandíbula tensa y los brazos a los costados listo para sacar su varita en de ser necesario.

—Así que él es la persona misteriosa —murmuró Hermione parpadeando lentamente como si estuviese por colocar la última pieza de un rompecabezas especialmente complicado —relájate Harry no le haré nada — aseguro alzando las manos en son de paz, pero el pelinegro seguía sin relajar su postura.

—Potter —murmuró Draco tras suyo mientras sujetaba su hombro —estoy bien, creo que ustedes dos necesitan hablar, estaré en la cocina, solo... Llama si necesitas algo —Harry lo vio por encima del hombro y asintió con la cabeza, Draco le lanzó una mirada afilada a la castaña como si le recordara que el también era un mago bastante hábil y volvió a la cocina.

—Si vas a comenzar reclamándome sobre Draco puedes irte ahorrando las palabras y seguir el mismo camino que Ronald —ordenó Harry, Hermione suspiro.

—Eres lo suficientemente grande para saber qué hacer con tu vida Harry y yo no soy quién para decirte con quién debes y no estar —se encogió de hombros —el ataque... ¿Fue por Malfoy?

—El idiota atacó a Draco, ¿Qué hubieses hecho tu si era Ronald? ¿O cualquiera de los Weasley?

—¿O tu? —Harry trago saliva al escucharla —lo hubiese hechizado sin duda —soltó un suspiro y con la yema de sus dedos masajeo su sien —¿Tomemos asiento quieres? —sin esperar respuesta se sentó en el sofá y Harry en otro que quedaba al frente aún tenso como un gato —se vagamente lo que le pasó a Malfoy, solo pude enterarme que fue por su caso que encontraron a varios de esa... Secta— pronuncio la última palabra con repugnancia como si con solo nombrarla sintiera un asco recorrer su cuerpo —pero después no supimos nada de ellos ni de Malfoy.

—¿Y no hiciste esfuerzo en saberlo verdad?

—Nadie lo hizo Harry —negó con la cabeza con pesar —fueron épocas complicadas para todos, incluido tu — el pelinegro sintió un nudo en la garganta —no te lo digo como reproche, sé que necesitabas tiempo, inclusive yo lo necesité con lo de mis padres, Harry fui a terapia, esto Ron tampoco lo sabe —el pelinegro sintió como su pie comenzaba a moverse con nerviosismo —necesito que me ayudes a comprender que sucedió y que sucede.

—Draco fue secuestrado junto a su madre, pasaron... Pasaron por un maldito infierno —Harry apoyo sus codos en sus rodillas mientras veía la venda de sus manos —su madre está muerta y esa escoria suelta, por qué... ¿Por qué yo no puedo hacer nada?

—Por qué matar a Voldemort no les dio el derecho de hacerle eso a quienes no estaban con nosotros y no te da el derecho a ti para impartir justicia —Harry soltó una risa carente de gracia, solo llena de desprecio.

—¿Y quién lo hará eh? —alzó la mirada para verla —¿Quién? ¿El ministerio? Si el ministerio hubiese hecho su trabajo yo no habría casi asesinado a esa escoria —alzó ambas manos —no puedo hechizarlo, pero tengo suficiente fuerza para hacerlo sufrir —volvió a bajar las manos apoyando sus muñecas contra sus rodillas.

—El Ministerio tiene fallas Harry cómo cualquier institución, si Malfoy testificara... No sé, si tú les hablaras, quizá —soltó un gruñido frustrado mientras palabra una mano por su cabello ondulado —no se Harry no se realmente no sé qué decirte, puedo ver lo frustrado que estás y por lo de hace un momento se nota que Malfoy confía en ti, pero si solo se cierran al resto del mundo no conseguirán nada.

—También podemos irnos.

—¿Irse? —la castaña enarco una ceja al escucharlo.

—Si, lejos de todo, lejos de toda esta mierda.

—¿Realmente quieres irte? —ambos se vieron a los ojos y Harry volvió a suspirar.

—No —ahogó un sollozo en su garganta —solo… quiero mantenerlo a salvó, no quiero que nadie, ni siquiera yo le haga daño —quería llorar, pero se contuvo de hacerlo enfocándose en el dolor de sus nudillos al abrir y cerrar las manos.

—Pensaremos en algo Harry solo... Solo confía en nosotros, soy tu amiga ¿Verdad? —el pelinegro asintió con la cabeza sintiendo como el nudo de su garganta se iba aflojando —y tú eres como un hermano para mí —ella estaba llorando —si Malfoy te hace feliz o cualquiera, yo lo protegeré contigo y si por protegerlo te intentan hacer daño yo te protegeré a ti —Harry se incorporó a la par que Hermione y ambos se fundieron en un abrazo —pensaremos en algo —aseguro cuando lo soltó, Harry sonrió en respuesta, con sus ojos aun cristalinos por las lágrimas contenidas —pero no puedes ir golpeando a todos por la calle, no es bueno para ti.

—Está bien —acepto Harry ambos quedaron en silencio —¿Qué dijo Ronald? — pregunto nervioso.

—Oh —ella retrocedió un par de pasos —bueno, estaba enojado, dijo que era difícil hablar contigo.

—Dijo que soy un idiota —dedujo Harry —él también lo fue.

—Lo sé, sé que ambos son idiotas.

—¿Que dijo sobre Draco?

—¿Lo vio? —Harry negó de inmediato con la cabeza.

—No, no realmente, solo sabía que estaba con el cuándo ataque al otro tipo —Hermione suspiro y asintió con la cabeza.

—Bueno no dijo nada, pero creo que está más molesto por la pelea que tuvieron que por qué estés saliendo con Malfoy, están saliendo ¿Cierto?

—Algo así — respondió Harry moviendo la cabeza a ambos lados mientras sonreía nervioso.

—Bueno, cómo sea deben arreglarlo ustedes dos, ya no tenemos 14 y Ron no querrá otro padrino para la boda, sé que dirá que sea Neville, pero se odiara por años cuando ustedes dos arreglen las cosas, así que mañana tu y Malfoy vendrán a mi departamento a cenar y lo hablarán como los adultos que son —ordenó.

—¿Draco? ¿Estás segura? — pregunto dudoso, Hermione asintió y suspiro.

—Si él te hace feliz quien soy yo para detenerlos, vengan y traigan tarta de calabaza... Aunque mejor olvídalo, la compraré yo, la haré aparecer aquí y tú traerás la tarta —ordenó sería, se masajeo las sienes con ambas manos como si estuviese calmando una jaqueca, abrió la boca para hablar, pero la cerró de inmediato —Hablaremos mañana —ordenó, depósito un beso en la mejilla del pelinegro —Si no pueden venir... Si alguno se siente mal, avísenme y pensaré en otro día ¿Vale? — Harry asintió y beso también su mejilla.

—Gracias Hermione — sonrió ampliamente y la vio alistar su varita.

—Nos vemos Harry —tomo aire —nos vemos Malfoy — grito y no espero una respuesta antes de desaparecer, Harry regreso a la cocina donde encontró al rubio dándole una probada a la salsa intentando lucir como si no hubiese escuchado nada.

—¿Qué tal todo? — preguntó el rubio mientras apagaba la hornilla y giraba para verlo.

—Todo bien con ella, Ron... Él es otro asunto, pero mañana estamos invitados a su departamento — se acercó para colocar sus manos en su cintura sintiendo que ya no estaba tan delgado.

—¿Yo? ¿Están seguros? — pregunto dudoso, Harry asintió con la cabeza.

—Hermione dice que si me haces feliz está bien contigo.

—¿Te hago feliz? — pregunto sorprendido.

—Creí que era bastante obvio considerando que no puedo apartar la vista de ti ni mis manos —masajeo suavemente sus costados con sus pulgares y lo vio tragar saliva —si no quieres ir está bien, solo debemos avisarle.

—Está bien —respondió Draco mientras pasaba las manos por el cabello del pelinegro —solo... Evita que Weasley escupa en mi comida —Harry soltó una risotada.

—La probaré por ti lo juro —ambos sellaron el momento con un beso delicado y Harry lo soltó —muero de hambre y huele delicioso —paso un dedo por la salsa que iba entibiando lentamente, cuando se lo llevó a la boca sintió un golpe en el brazo.

—Lávate las manos —gruño el rubio con el ceño fruncido, Harry sonrió travieso y obedeció.

Al día siguiente Draco sujetaba con ambas manos la tarta de melaza que había aparecido dos horas antes en la sala con una nota dando la hora.

—¿Nervioso? — pregunto Draco al notar como Harry no paraba de morderse la uña del pulgar.

—Solo un poco — admitió con una sonrisa ladina, Draco suspiro y detuvo la mano del pelinegro que estaba a punto de tocar la puerta.

—Escúchame —ordenó viéndolo —sostén el pastel y tranquilízate, si algo se pone feo nos aparezco en el departamento y comeremos el pastel de maneras que te dejarán sorprendido —aseguro con un tono coqueto acompañado de un guiño de ojo, todo con el fin de distraerlo de sus nervios, lo cual pareció surtir efecto ya que el pelinegro trago saliva y sujeto la tarta obedientemente —buen chico —soltó Draco divertido por su reacción tocando la puerta con sus nudillos.

—¿Quien? —pregunto la voz de Ron antes de abrir la puerta quedando petrificado con solo verlos —ustedes... Cómo... —boqueo durante un par de segundos incapaz de formar una frase coherente hasta que frunció el ceño y sus ojos azules se movieron rápidamente —Hermione —murmuró —oh no, no lo hiciste —agrego mientras giraba y se marchaba dejando la puerta abierta.

—Vamos —ordenó Draco empujando al pelinegro para que entre al departamento.

—Oh genial ya llegaron —saludo la castaña con una sonrisa amplia mientras secaba sus manos, el departamento estaba lleno de un delicioso aroma de pasta.

—No puedo creer que lo hicieras —espeto Ron antes de encerrarse en la cocina.

—Denme un momento —pidió la castaña siguiéndolo, Draco alzó una ceja y vio como Harry lucia más nervioso.

—Solo piensa en las maravillosas formas en las que mi mano puede distraerte —le susurro causando que el pelinegro se sonroje y clave la mirada en sus zapatos claramente avergonzado.

Aparentemente Hermione y Ron estaban susurrando, pero la realidad es que las paredes eran increíblemente delgadas lo que les permitía escuchar su pequeña charla.

—No puedo creer que los hayas invitado.

—Deja de ser un cabeza dura y solucionen todo —respondía la castaña.

—No hasta que el admita que es un idiota.

—Bien —soltó Hermione y salió de la cocina —Harry, Ron dice que es un idiota.

—¡No dije eso! —chillo Ron apareciendo tras suyo —dije que él es un idiota —la castaña giro encarándolo y Draco sonrió divertido al notar como el pelirrojo dio un pequeño brinco hacia atrás, le pareció divertido como un tipo de casi 2 metros aún temblaba ante una chica que con suerte pasaba los 1.70.

—Ron, Harry dice que es un idiota —dijo ella y volvió a girar —bien ya que todos nos entendemos, Mal... Draco —se corrigió —¿Puedes ayudarme con los platos mientras estos dos ponen la mesa y la tarta? —pidió borrando la sonrisa del rubio.

—¿Eh? Ah... Claro — respondió y siguió a la castaña hasta la cocina dejando a ambos amigos atónitos —¿Estás segura de que no van a matarse?

—Oh lo intentarán y eso será algo bueno, me preocuparía más que no se intenten matar —respondió ella sin verlo mientras abría una alacena.

—Granger... —comenzó Draco, la castaña quedó quieta por un momento —realmente lo siento, yo... Quería decirlo antes, pero... —ella giro y lo vio a los ojos.

—Está bien —respondió —sé que no fue fácil para ti así que está bien, todo está en el pasado de todos modos, solo... No rompas el corazón de Harry ¿Quieres? —el rubio asintió con la cabeza repetidas veces —ahora ayúdame con los platos —pidió señalando la alacena que había abierto, Draco comenzó a sacar los platos y sintió algo más en esa cocina, generalmente él podía ser capaz de sentir las fluctuaciones en la magia y esa vez... Pudo sentir una más aparte de la de ambos.

—Granger... ¿Estás?... —su pregunta quedó en su garganta, la castaña lo vio a los ojos y posteriormente se sonrojo.

—¿Cómo lo sentiste? —pregunto sorprendida.

—Siento fluctuaciones en la magia, oh Merlín, Potter... ¿Harry lo sabe? — pregunto sintiéndose de inmediato en pánico como si hubiese dicho algo que no debía.

—No —de inmediato compuso una sonrisa que ilumino hasta su mirada —pero quiero decírselo, debes ayudarme para que mi prometido y su padrino arreglen sus malentendidos —ordenó y Draco asintió con la cabeza rápidamente —puedes llamarme Hermione si quieres, ¿Puedo llamarte Draco?

—Claro, Hermione —murmuró sintiéndose extraño, la chica aligeró el ambiente dedicándole una sonrisa y volvieron a lo suyo.

Al otro lado de la puerta, en el comedor, Harry y Ron se habían lanzado miradas retadoras antes de obedecer a Hermione, iban colocando los cubiertos sin dirigirse la palabra ni la mirada, ni siquiera cuando ambos quisieron tomar un cuchillo al mismo tiempo, simplemente quitaron sus manos como si el otro fuera radiactivo, así también tomaron asiento en lados opuestos de la mesa.

—Oh dejen de ser ridículos —ordenó Hermione que venía con un plato con ensalada de macarrones mientras tras suyo venía Draco con platos en una mano y una cacerola en la otra, Harry se incorporó de inmediato para ayudar al rubio preguntándose por qué su amiga había hecho eso —Ron siéntate donde siempre y Harry tú también —ordenó y ambos obedecieron con Ron farfullando por lo bajo —bien, creo que solo faltan las patatas asadas.

—Aquí están —aviso Draco que había hecho levitar una bandeja con patatas colocándolas en la mesa, de inmediato tomo asiento a lado de Harry y sintió como el pelinegro estaba tenso.

—Bien, ya que están aquí y espero que hayan solucionado sus problemas... — comenzó Hermione.

—No hasta que Harry admita que es un idiota

—Tú también eres un idiota Ronald — acuso Harry y ambos se vieron molestos antes de bufar y apartar la mirada como si fuesen un par de niños.

—Por Morgana ya no tienen 14 háblenlo cómo el par de adultos que son — ordenó Hermione y nadie hablo —Draco —llamo.

—Tiene un punto Harry, ya no son niños — Harry vio a Draco como si de repente le hubiese crecido un brazo en la cabeza.

—Bien —cedió —Ronald soy un idiota —su amigo sonrió triunfante —y tú también, ambos somos unos idiotas —la sonrisa se le borro al pelirrojo.

—Si, eres un idiota — Hermione le lanzó una mirada amenazante —y si también soy un idiota —cedió, ambos se vieron y sonrieron nerviosos —admito que en el pasado no he demostrado confiar todo el tiempo en ti Harry y si, es por qué no te comprendía y me llenaban las inseguridades, pero siempre serás mi mejor amigo, mi hermano, daría mi vida por ti, ¿Eso lo sabes?

—Yo también daría mi vida por ti Ron, hay muchas cosas que me guarde y nunca les dije así que entiendo que a veces duden de mí, pero... Prometo intentar ser más comunicativo — ambos chicos se vieron nerviosos.

—Oh ya abrácense — soltó Draco con un tono de fastidio fingido, ambos obedecieron palmeando con fuerza sus espaldas y Draco rodó los ojos con una sonrisa en los labios —ya entiendo por qué piensas que es necesario romperme las costillas cada que me abrazas —soltó mientras tomaba un sorbo de su agua, ambos chicos de separaron y volvieron a sus lugares.

—Malfoy yo... Lo siento, por lo de tus padres y lo que pasó —murmuró Ron apenado, Draco dejo de beber agua y tenso la mandíbula.

—De hecho, yo lo siento —sus ojos grises encontraron los azules del pelirrojo —no debí ser tan cretino contigo y tu familia durante el colegio —Ron pestañeo sorprendido por qué no se vio venir aquello —no me mires así, solo era un niño malcriado, no soy un monstruo ¿Sabes?

—No lo eres — aseguro Harry besando su cien, Ron boqueo por la muestra de afecto que estaba viendo.

—Y ustedes ¿Son novios? — pregunto señalándolos, Hermione golpeó su hombro de inmediato —au ¿Eso por qué? —se quejó sobando su hombro.

—No los presiones —respondió ella entre dientes, Harry rio y encogió sus hombros.

—Si, somos novios —la sonrisa se le borro a Harry al escuchar decir aquello a Draco, girando la cabeza de inmediato para verlo sorprendido —¿Qué? ¿Pensabas que después de todo lo que pasamos iba a dejarte ser mi juguete sexual? —bromeó con sus cejas rubias arqueadas, Ron se atoro con su propia saliva tosiendo estrepitosamente y Harry enrojeció de inmediato.

—No, no, solo... Es la primera vez que lo dices —se sintió inmediatamente feliz queriendo besarlo en ese instante pero la mirada de Draco le decía que se quede quieto y Harry obedeció agradeciendo de inmediato como el rubio deslizaba una de sus manos para apretar su muslo por debajo de la mesa.

—No era necesario darme tantas ideas, o por Merlín Hermione pásame el jabón — pidió Ron frotando sus ojos.

—En otro momento te ofrecería una mejor vista de mi maravillosa figura Weasley pero estoy seguro que no le agradará a tu prometida y mi novio no estará muy contento —bromeó Draco arrancándole una risa a Hermione y Ron se frotó con más ímpetu los ojos.

—Oh yo si pagaría por ver eso —Hermione sonrió con complicidad y el rubio le guiño un ojo juguetonamente.

—¡Amor! —chillo Ron viéndola sorprendido, la castaña volvió a reír —magnífico, magnífico, todos se ríen de mí, ¿Que soy? ¿Un payaso? —todos rieron —bueno antes de que se enfríe —Ron fue el primero en colocar comida en su plato.

El ambiente fue tranquilo entre los cuatro, bromeando ocasionalmente acerca de las habilidades de Ron en la cocina o sobre como el cabello de Harry continuaba siendo rebelde a pesar de todos esos años y el avance en la industria cosmética.

Un caso perdido —decía Jay cada que hablaban del cabello de su amigo.

Los cuatro pasaron a tomar asiento en los sofás para disfrutar de la tarta de melaza con una taza de café como el postre.

—¿Cómo se encontraron ustedes dos? — pregunto Ron sin poder aguantar más por hacer esa pregunta.

—Eh... Cosas — respondió Harry evasivo dándole un sorbo a su taza de café.

—Tu estimado amigo con complejo de héroe me salvo una noche que fui drogado —respondió Draco con simpleza dejando asombrados a los amigos del pelinegro —luego, cosas pasaron y aquí estamos —dió un sorbo a su café con calma.

—¿Fuiste drogado? —pregunto Ron atónito.

—Ah sí, a veces pasaba, cómo sea, mi núcleo mágico filtra rápido las drogas, pero creo que esa dosis era muy alta —soltó un bufido.

—¿Denunciaste a quien te drogo? —pregunto Hermione preocupada.

—Nah, era un muggle además si me hacían un examen hubiesen encontrado muchas cosas en mi sistema —dio un mordisco a su tarta de melaza tan tranquilo como si estuviera hablando del clima, noto la mirada preocupada que le lanzaban ambos y se apresuró en tragar —estoy limpio ahora gracias a su magnífico amigo —señaló al pelinegro quien quiso acariciar su brazo pero se mantuvo quieto solo ampliando sus piernas un poco para que su rodilla tocase la del rubio en una muestra de afecto bastante íntima.

—En realidad tu hiciste todo el trabajo, soportaste todo —aseguro Harry viéndolo, Draco encogió sus hombros y vio su café como si encontrará algo realmente interesante en él.

—Felicidades Draco, el desintoxicarse es algo realmente difícil —celebro Hermione, Draco sonrió y asintió con la cabeza sintiéndose bien por ser alagado por alguien que no sea el pelinegro o Pansy o alguno de los chicos de su grupo de apoyo.

—Realmente la tuviste dura Malfoy — murmuró Ron —yo... No tenía... Oh Dios, si soy un cretino dímelo, tienes permiso —Draco soltó una risa y lo vio a los ojos.

—No necesito que me des permiso para que te diga que eres un cretino Weasley pero tomaré la invitación.

—Ay a veces eres insufrible —soltó Ron sin enfadarse realmente, Draco le guiño un ojo —me pongo cariñoso y se pone mamón —se excusó agitando las manos

—Solo es divertido molestarte —soltó Draco divertido —cómo sea, eso está en el pasado, estoy limpio y con un magnífico novio —sin pena alguna coloco una de sus manos en el muslo del pelinegro quien de inmediato sonrió y deslizo su mano hasta que sus dedos se entrelazaron con los del rubio.

—Chicos creo que debemos hablar de lo que pasó —dijo Hermione y de inmediato el ambiente se puso tenso —Ron ¿Puedes decirnos lo que sucede? —el pelirrojo trago con dificultad un pedazo de tarta y asintió con la cabeza.

—El tipo que atacaste sigue en San Mungo, está estable, pero aún no despierta, afortunadamente solo tres personas sabemos de su memoria, Seamus, Shacklebott y yo.

—¿Se lo dijiste a Shacklebott? —exclamo Harry sorprendido.

—Es el ministro Harry entre en pánico —se excusó —Seamus prometió no hablar y Shacklebott... Realmente no sabe qué hacer, sabemos el tipo de escoria que es ese tipo solo que si usamos su memoria... —Ron vio apenado al rubio —muchas cosas se harían públicas y no se...

—Úsenla —ordenó Draco de inmediato su mano encontró la de Harry y la apretó con fuerza —a mí no me importa, úsenla.

—¿Harry? —pregunto Ron viendo a su amigo.

—¿Por qué me preguntas a mí? Draco sabe lo que pasó, si para él está bien...

—No me refiero a eso —le corto —si la gente ve que tú eres el atacante... —Ron quedó en silencio como si no supiera como decir lo siguiente.

—Podrían molestarte Harry, a ambos — agrego Hermione alternando la mirada entre ambos chicos.

—A mí no me importa —afirmó Draco —pero Harry... Tu... –con nerviosismo giro la cabeza para ver al pelinegro.

—No intento ser un héroe ni lo intente nunca, así que no me importa si la gente opina que no debí hacerlo por qué lo haría un millón de veces —Harry alzo la mano de Draco para depositar un beso suave y cariñoso en el dorso, sintiendo la curvatura de sus venas contra sus labios.

—Eso es muy lindo Harry —alago Hermione con sus ojos cafés brillando con afecto —pero creo que aun así necesitarás decir algo después de que el caso salga, ¿Quieres que te ayude a preparar algo?

—No te preocupes —respondió el pelinegro esbozando una corta sonrisa —ya diré algo —su amiga asintió con la cabeza.

—Le pediré a Shacklebott estar a cargo del caso —aseguro Ron con voz firme.

—Gracias —dijo Draco conectando su mirada con la de Ron el cual solo asintió con la cabeza con una expresión solemne.

Una semana después el caso del hombre atacado de nombre Jack Davies salía a la luz siendo rápidamente el centro del interés tanto del ministerio como de la población en general. La respuesta de la gente cuestionando por qué Harry Potter, él tan aclamado salvador del mundo mágico, estaba involucrado no se hizo esperar, por su parte Harry y Draco se encontraban a salvo ya que de no ser por qué su departamento se encontraba bajo cientos de hechizos protectores era bastante probable recibir la inmensa cantidad de vociferadores.

—¿Cómo te sientes? —murmuró Draco mientras pasaba sus manos por el cuello de la túnica de Harry arreglando la ropa —no necesitas salir y decir algo, ¿Lo sabes? —pregunto mientras mordía su labio inferior en una clara muestra de nerviosismo.

—Lo sé, pero necesito hacerlo — con lentitud acomodo con sus dedos un mechón rubio tras su oído —espérame aquí ¿Vale? —esbozo una corta sonrisa antes de depositar un beso en sus labios y vio a Hermione quien esperaba en silencio tras Draco —cuídense —rogo viéndola a los ojos, la castaña asintió con la cabeza y tomo el brazo del rubio para tirar de el lo suficiente para que se situé a su lado.

—Harry ¿Si lo harás? —pregunto Ron con la voz agitada el cabello desordenado y ojeras marcadas bajo sus ojos azules.

—Si —afirmo con confianza, ambos caminaron hacia un telón que los dividía de los cientos de reporteros que apenas los vieron comenzaron a vociferar preguntas y apuntarlos con sus cámaras —primero buenas tardes y voy a pedirles que escuchen atentamente lo que voy a decirles —hablo Harry con voz segura, aunque en realidad sentía un leve temblor en las manos que intentaba controlar al entrelazar sus dedos.

—Señor Potter, Señor Potter, ¿Que tiene que decir ante las acusaciones del señor Davies?

—¿Fue a visitarlo señor?

—No responderé nada hasta que hayan guardado silencio —hablo con calma y todos guardaron silencio inmediatamente —gracias —carraspeó un poco para aclarar su voz y vio de reojo a Ron quien estaba bastante atento recorriendo la sala con la mirada, examinando a todos los presentes y todos los rincones, listo para atacar a quien sea que se atreva a alzar su varita, lo cual en cierto modo le dio una sensación de alivio —primero quiero aclarar que mi tiempo fuera del país ocasionó un desequilibrio bastante evidente con respecto a la normalidad —un reportero intento hablar y otro lo callo al instante —el señor Davies junto con otro grupo auto denominándose salvadores procedió a tomar como prisioneros a varios ex mortífagos y gente relacionada con la casa de Slytherin, entre ellos Narcissa Malfoy y Draco Malfoy —hubo algunos murmullos al fondo pero nada que interrumpa a Harry —cómo es de dominio público, yo personalmente hablé en el juicio de ambos ya que la difunta señora Malfoy salvó mi vida en el bosque Oscuro y Draco Malfoy también en su mansión, ambos completamente conscientes de lo que podría pasarles por traicionar a Voldemort decidieron ayudarme —hubo un silencio general por solo escuchar el nombre del antiguo mago oscuro —la secta a la que pertenece el señor Davies consciente de la condena de la familia Malfoy y tomando ventaja de sus limitaciones en cuanto al uso de la varita decidieron atacarlos, la Señora Malfoy tras sufrir innumerables e indescriptibles torturas sacrificó su propia vida para salvar la de su único hijo Draco Malfoy.

—¿Que tiene eso que ver con todo? — pregunto un reportero joven osado y probablemente bastante tonto ya que de inmediato se encogió al sentir la gélida mirada de Harry encima suyo, hubo un par de murmullos al fondo de nuevo.

—Que el señor Davies al igual que el resto de sus compañeros no actuaron de manera diferente a como actuaron los seguidores de Voldemort —todos volvieron a guardar silencio —ustedes no necesitan enterarse de lo que sucede en mi vida privada, pero en vista de que hubo este incidente me veo obligado a dar el siguiente comunicado —enderezó la espalda tenso la barbilla y soltó sus manos dejándolas colgando a sus costados, viéndose más alto de lo que nunca lo habían visto, más maduro y sin duda más intimidante —estoy en una relación amorosa con Draco Malfoy —de inmediato los reporteros comenzaron a hablar, algunos preguntando desde cuándo, otros reclamándole que era un mortífago, otros sin decir nada coherente y una vocecita pequeña que decía "lo sabía, lo sabía" —no necesito el permiso de nadie en esta sala o en este país para decidir con quién quiero hacer mi vida —todos guardaron silencio al escucharlo hablar, incluida la vocecita emocionada —yo cumplí con la profecía de eliminar al mal de vol... No, Tom Riddle —tomo aire —así que estoy en todo mi derecho de tener una vida privada.

—Señor Potter el Señor Malfoy por más que usted lo intente ocultar es un mortífago, ¿Cómo estamos seguros que no lo tiene hechizado? —pregunto el mismo reportero osado, está vez no se encogió al sentir la mirada del pelinegro y Harry se juró recordar su rostro.

—Yo derrote a Tom Riddle, yo sé cuándo estoy hechizado, no intenten pensar por un solo segundo que soy un idiota —pronunció como una amenaza —lo que diré puede que lo interpreten de buena o mala manera, no me importa —inclinó su torso para recorrer con la mirada todos los rostros de los reporteros reconociendo a Luna entre la multitud —pero lo que le sucedió a la escoria del Señor Davies debe servir como una advertencia para cualquiera que intente usar todo por lo que he luchado, por lo que mis padres y mis amigos se sacrificaron, para actuar de una manera ruin contra cualquier persona, sea ex mortífago o parte de mi familia, por qué no dudaré ni por un segundo en actuar de la misma manera y créanme nadie quiere tenerme como enemigo —el salón entero quedó en silencio con los pelos de punta, Harry rara vez se mostraba imponente o molesto, pero en ese momento lucia como una verdadera amenaza —quiero que esto aparezca en sus periódicos —con elegancia volvió a enderezar su postura —al siguiente imbécil que crea que tiene el derecho de hacerle daño a Draco Malfoy, que sepa que tiene también el derecho de terminar como el señor Davies —dicho aquello regreso por dónde vino dejando a sus espaldas a una turba de periodistas curiosos, intento caminar lo más recto posible ya que sentía su cuerpo tembloroso.

—Wow Harry eso fue wow —soltó Ron caminando detrás suyo con una sonrisa en el rostro.

Dios se me pararon las puntas del cabello y ni siquiera sé si eso es posible —soltó Jay eufórico.

—¿Cómo estuve? —pregunto Harry en cuanto vio a Draco, solo le importaba el rubio en ese instante.

—Creo que ese reportero tendrá pesadillas está noche —se burló Draco quien había estado viendo y escuchando todo a través de un espejo que Harry tenía transfigurado y tenía oculto en su túnica con la forma de un broche.

—Oh Merlín siento que me voy a desmayar —soltó Harry sonriendo sintiéndose poderoso y tembloroso a la vez.

—Eso fue mucho más agresivo de lo que tenía pensado, pero creo que surtió efecto —dijo Hermione observándolo con cierto orgullo en la mirada.

—Y créanme nadie quiere tenerme como enemigo —repitió Ron con una voz grave —Harry si me gustarán los chicos te aseguro que yo saltaba a tus brazos y te pedía matrimonio —bromeó.

—Oh descuida Weasley yo me encargo de la parte de saltar —soltó Draco con un guiño de ojo Harry soltó una risa y los rodeo a los tres con sus brazos.

—Oh Merlín me siento tan bien, los amo —beso la cabeza de los tres a pesar del quejido de Ron por qué él era más alto y tuvo que flexionar su cuello para aceptar el beso.

—Bueno, será mejor que regresen a su departamento, mañana podremos ver cómo salió todo —dijo Hermione empujándolos suavemente para romper el abrazo.

—Si, si estaremos en contacto —acepto Harry antes de entrelazar sus dedos con los de Draco para desaparecer.

Una vez estuvieron en el departamento Harry apenas tuvo tiempo para asimilar como Draco lo besaba con ansia, tan ansioso que fue retrocediendo hasta que su espalda quedo pegada a la pared.

—¿Draco? —pregunto el pelinegro ligeramente atontado cuando sintió que el rubio abandonaba sus labios.

Oh magnífico es hora de irme, maldita sea nunca puedo estar cerca de ustedes perros en celo —soltó Jay antes de desaparecer.

—Harry, creo que no podrás hablar por un par de minutos —aviso el rubio mientras pasaba su lengua húmeda por su cuello a la par que dejaba pequeñas marcas con sus dientes, el pelinegro trago saliva y dejo que Draco lo llevara hasta su habitación.

Harry podía sentir el ansia de Draco por la manera en la que lo recorría con sus manos, por como chupaba y lamia su cuello o clavículas, inclusive por como lo empujo para que cayera de espaldas sobre la cama, podía notar sus ojos grises llenos de deseo y como su respiración se agitaba, lo que no podía distinguir era si ese incesante martilleo en su pecho era de su corazón o del de Draco.

Mientras Harry vio como Draco se despojaba de su camisa no pudo evitar ser contagiado por el deseo, las ganas que tenia por pasar sus manos por su pecho, besar todas y cada una de las marcas que quedaron como secuela del Sectumsempra pidiendo perdón en silencio por ser el causante de que su piel tenga esas marcas. De repente su mente pensó que casi siempre era Draco el que dominaba su relación, no de una manera desagradable, mas bien como si Harry realmente no conociera como actuar y Draco lo guiaba, eso también incluía los momentos íntimos que compartían. Mientras lo sentía besar su cuello, clavículas, pectorales y abdominales, dejando un rastro húmedo a su paso hasta verlo detenerse a la altura de su pelvis Harry no pudo evitar preguntarse si Draco hacia eso siempre, considerando su previo trabajo, ¿Estaría acostumbrado a hacer eso? Una incertidumbre lo iba inundando haciéndolo sentir incomodo, pero no con el toque de Draco, sino consigo mismo por preguntarse cuantas veces Draco había hecho aquello.

—Espera —pidió con voz ahogada cuando vio que el rubio estaba a punto de llevarse su miembro a su boca, Draco lo observo desde abajo aun con los labios entreabiertos y húmedos, con sus ojos grises brillantes y sus pupilas dilatadas.

—¿Qué? —su voz ronca y llena de deseo, como si Harry hubiese interrumpido algo verdaderamente importante para él.

—Yo… am… —un sonrojo subió a sus mejillas y sus oídos haciéndolo sentir mas caliente de lo que ya de por si se sentía. — Me preguntaba… si… agh no se como decir esto —suspiro sintiéndose frustrado por no poder expresarse.

—¿Es necesario decirlo ahora? Mi amigo de acá parece bastante ansioso —su aliento cálido chocaba contra la punta del falo del pelinegro enviando corrientes de placer por todo su cuerpo haciéndole aún más difícil pensar.

—Si… ahhh —soltó un gemido al sentir los labios de Draco en su piel —Solo que… me preguntaba… si estas bien con esto.

La mirada que le envió el rubio cambio del deseo a una de confusión, lentamente aparto su rostro de la pelvis del pelinegro, pero no dejo de sostener su miembro con una mano.

—Estoy básicamente desnudo con tu polla en la mano ¿Y en serio me preguntas si estoy bien? —había cierto tono de molestia en su voz y Harry quiso matarse, matar la parte de su mente que le había hecho pensar en Draco prestando ese tipo de atención a otras personas.

—Si, yo… ah… olvídalo —con la palma de su mano cubrió sus ojos sintiéndose increiblemente avergonzado y dejo de sentir la mano del rubio rodeando su miembro, un sentimiento de culpa apretó su pecho haciéndole pensar que había matado el momento.

—Oye, si no me dices lo que piensas no puedo adivinar —con calma Draco quito su mano de sus ojos, encontrando su mirada, Draco no lo veía con reproche, ni enojo, solo con duda y curiosidad.

—Es que va a sonar tonto —Harry pudo notar como la comisura de los labios del rubio temblaba como si se contuviera para no estallar en risas.

—Siempre eres tonto —soltó con un tono irónico y casual, Harry sonrió de costado agradecido por que Draco no este molesto —Así que, dime ¿Qué te molesta?

—No sé si deba decirlo —murmuro Harry borrando su sonrisa Draco enarco una ceja con curiosidad — bien —exhalo y tuvo que contenerse para no mover la pierna con nerviosismo —pensé… en que ya habías hecho esto con alguien mas —una risa entre dientes salió de Draco.

—Obviamente tonto, no es la primera vez que lo hacemos —con cariño paso sus dedos por las hebras oscuras de Harry alisando su cabello hacia atrás revelando su cicatriz en la frente.

—Me refiero a que… bueno, tu trabajo… yo… agh —no pudo evitar cubrir su rostro nuevamente con vergüenza y culpa, ¿Qué tal si Draco se molestaba? ¿Si se sentía culpable por lo que tuvo que hacer para sobrevivir? El silencio que siguió después de que hablo no hizo las cosas mas llevaderas, Harry comenzaba a sobre pensar lo que había dicho y sabia que eso no lo llevaría a nada bueno.

— Oye, mírame —la voz de Draco era grave y segura, Harry fue bajando sus manos lentamente para observar al rubio que ahora estaba sentado en sus abdominales con una expresión totalmente seria. —Si lo que hacia antes te resulta molesto o incomodo… —

—¡No! —exclamo el pelinegro cortándolo de inmediato —perdón —añadió con un tono mas calmado, apoyo parte de su peso en sus codos para elevar ligeramente el torso —No me molesta, solo que… pensé que tu siempre eres tan dominante y…

—¿Y? —presiono Draco al notar como el pelinegro tenia dificultad en expresarse, entendiendo en el fondo que probablemente se debía a que no sabia como decirlo sin hacerlo sentir culpable.

—No se si tu… alguna vez… —Harry mordió su labio inferior con fuerza antes de volver a hablar —Yo… quiero decir… —sintiéndose aun mas nervioso aparto su mirada de la de Draco.

—Solo dímelo —ordeno Draco mientras sus manos sostuvieron el rostro del pelinegro obligándolo de nuevo a verlo a los ojos sintiendo su mandíbula tensa contra sus palmas.

—Siempre eres el que recibe, me preguntaba si mientras trabajabas debía ser siempre así y si te sentías cómodo con eso —hablo tan de prisa que a Draco le tomo un par de segundos procesar lo que había escuchado, rápidamente batió sus pestañas rubias para alejar la sorpresa de su mirada. —Es tonto —añadió Harry con una mirada mortificada.

—No, de hecho, no lo es —el miedo que Draco había estado experimentando por pensar que Harry podría rechazarlo debido a sus antecedentes íntimos fue rápidamente reemplazado por la calidez de un sentimiento agradable, de repente se sentía tan poderoso y protegido, Harry no había pensado en cómo se sentía sí mismo, sino en cómo se sentía el con respecto a sus roles en la cama.

Con un cariño infinito Draco sonrió y sus dedos acariciaron la piel del rostro del pelinegro, sintiendo su barba naciente y la calidez que desprendía su piel.

—Creo que nunca hablamos de esto, pero si, casi siempre me tocaba tener un rol de receptor mientras trabajaba —hablar de aquello con Harry hizo que Draco más allá de sentirse ansioso se sintiera protegido y seguro, como si por fin pudiese expresar todo lo que había estado ocultando. —Nunca había considerado otro rol porque no tenía una relación como ahora, solo era trabajo.

—Entonces… ¿Si quieres estar en otro rol? —una sonrisa burlona cubrió el rostro de Draco.

—¿Por qué? ¿Te ofreces para cambiar de rol? —no hablaba en serio, su tono era burlón y solo quería bromar con Harry.

—Si tu quieres, yo quiero que te sientas cómodo —la firmeza con la que hablo y la seriedad que brillaba en sus ojos esmeraldas sorprendió a Draco, el solo había arrojado una broma aparentemente sin sentido, paro Harry había escuchado una petición seria.

—No lo había considerado —admitió Draco y era cierto, en todo ese tiempo jamás había considerado aquello. —Pero la pregunta es, ¿Tú te sentirías cómodo? —claro que Draco se sentía curioso por saber como seria estar en el otro rol, era natural ser curioso, pero no era egoísta como anteponer su curiosidad ante lo que Harry quería.

—Si es contigo, si —la respuesta de Harry ocasiono que algo en el estomago de Draco se agitara, no con desagrado, no con temor, sino algo tan agradable y cálido que casi podía sentir que lloraría entre risas. —Confió en ti —de nuevo algo se agito esta vez en su pecho haciéndolo sentir el hombre mas poderoso y feliz del mundo.

—¿Quieres probar? —con lentitud Draco fue inclinando su cuerpo contra el de Harry, con su mirada perdida en sus labios entreabiertos, Harry no necesito responder con palabras, sintiéndose de maravilla alzo su rostro hasta que sus labios encontraron los del rubio para compartir la respuesta con un beso.

Harry podía sentir como las manos de Draco recorrían los costados de su abdomen, sus costillas y como las yemas de sus dedos acariciaban sus pezones enviando señales placenteras a todo su cuerpo, pudo sentir como deslizaba su cuerpo para que sus erecciones se encuentren, con calma Harry movió una pierna hasta colocarla al costado de la de Draco elevando su cadera para sentir mayor fricción con su miembro.

—¿Estás seguro? —pregunto Draco después del beso pasando su lengua rosada entre sus labios delgados.

—Muy seguro —empujo sus caderas hacia las de Draco notando como el rubio se contenía por soltar un gemido.

—¿Es tu primera vez? —Harry asintió con la cabeza y noto como el rubio tensaba la mandíbula con los ojos ardiendo en ansia. —Debes avisarme si te duele.

—Lo hare —afirmo Harry con voz suave, sintió como Draco se acomodaba entre sus piernas, él estaba completamente desnudo, pero Draco aún conservaba sus boxers con un bulto bastante notorio y un segmento de la tela húmedo.

La suavidad con la que Draco lo acariciaba por los costados de su cadera, como besaba sus pectorales, su cuello y mordía suavemente sus hombros le hacían notar como el rubio lo trataba como si se tratara de una pieza de arte extremadamente delicada, las manos de Draco siempre fueron delgadas, estilizadas y elegantes, no eran torpes ni toscas como las suyas, sus dedos eran suaves haciéndole sentir que su piel ardía levemente ahí por donde tocara.

—Relájate —murmuro a su oído mientras Harry sentía uno de esos dedos acariciar su entrada junto con un liquido viscoso, pudo sentir como el mismo dedo entraba lentamente en su cuerpo haciéndolo sentir extraño por la intromisión, pero no molesto —puedes morderme si te duele —la voz de Draco era baja cargada de emoción como si contuviese el aliento, Harry asintió con la cabeza incapaz de hablar, pudo sentir como ese digito entraba y salía de su ser con una lentitud casi agónica.

No pudo evitar soltar un gemido cuando sintió el segundo digito acompañar al primero, de inmediato llevo uno de sus brazos para rodear los hombros de Draco, clavando sus uñas en su hombro, la sensación de algo entrando y saliendo de su cuerpo era nueva, placentera y dolorosa a partes iguales.

—Creo que no aguantare mucho mas —la voz de Draco era mucho mas ronca y ahogada, como si realmente le estuviera tomando demasiado de su fuerza mental y física el contenerse, Harry bajo su brazo dejándolo a un costado de su cuerpo y observo como el rubio enderezaba la espalda, los músculos de su abdomen estaban tan tensos que se marcaban por debajo de la piel al igual que una vena que sobresalía en su bajo vientre logrando un camino hasta su miembro erguido.

Harry se preguntó mentalmente si él se vería tan bien como lo hacia Draco desde esa posición, porque Draco tranquilamente podía calificar como la escultura de un dios griego, una que había cobrado vida, con las mejillas sonrojadas, los labios entreabiertos brillantes por la saliva y sus ojos ardiendo.

Sintiéndose nervioso por la espera observo como Draco se colocaba el preservativo, con una mano el rubio sostenía su falo mientras la otra sostenía la cadera del pelinegro.

—Debes decime —murmuro Draco mientras ingresaba en la humanidad de Harry, el pelinegro contuvo el aliento cuando sintió la intromisión, el miembro de Draco no podía ser nada comparable con sus dedos.

Harry intento enfocarse en la maravillosa vista de Draco frunciendo el ceño por la excitación y en como los músculos de su cuello se tensaban junto con su mandíbula mientras lo sentía ingresar lentamente, dolía, pero tampoco era completamente desagradable.

—¿Estas bien? —gimió Draco inclinando su torso sobre el cuerpo de Harry haciéndole sentir que ahora si estaba por completo dentro suyo.

—Mhm —consiguió responder Harry sintiendo que respirar era difícil pero no imposible.

—Me moveré lento —aviso Draco con un suave movimiento de caderas logrando que Harry saque todo el aire que había estado conteniendo. —¿Seguro…?

Harry corto su pregunta al rodear su cuello con su mano y tirar de su rostro para besarlo, podía notar lo nervioso que estaba Draco, pero también podía sentir lo excitado que estaba en ese momento, lo cual lograban despertar un sentimiento de ternura en Harry, ver a Draco tan controlado y protector lo hacía sentir muchísimo mejor.

Fue difícil para el adaptarse al vaivén de caderas de Draco, pero su cabeza no tenia oportunidad de solo sentir el dolor ya que el placer que el rubio le ofrecía al besar sus labios o acariciar sus costados o su miembro lo hacían sentir que estaba en el paraíso ¿Draco se sentiría de la misma manera con él? Entreabrió sus labios, dispuesto a formular la pregunta cuando sintió como el miembro del rubio tocaba algo dentro suyo, algo que envió corrientes eléctricas por todo su cuerpo, logrando que de su garganta nazca un gemido y sus ojos por un momento vean estrellas.

Escucho a Draco gruñir en su oído y algo liquido humedeciendo en su interior, sintiendo los espasmos del cuerpo del rubio encima suyo.

—Mierda —Harry se sorprendió del brinco que dio su corazón al escuchar al rubio maldecir con su voz grave y casi sin aliento. —Pensé que duraría más —el transcurrir del tiempo no le parecía importante a Harry en ese momento, bien podían haber pasado horas o minutos, lo importante es la relajación que llenaba su cuerpo y lo relajado que sentía el cuerpo de Draco encima suyo. —¿Estará mal preguntar cómo estuvo? —Draco casi nunca se mostraba cohibido, pero esta vez con ese tono dudoso Harry sintió como el rubio se mostraba como un niño esperando la aprobación.

—Maravilloso —respondió, sintiendo aun sus músculos laxos alzo los brazos para sujetar el rostro del rubio, clavando su mirada esmeralda en el par de tormentas. —Realmente maravilloso —algunos mechones de cabello rubio se pegaban a la frente de Draco, sus mejillas aun conservaban el sonrojo y sus ojos brillaban con inocencia.

—Me alegro, porque… yo siempre me siento así —la duda que Harry había sentido hasta antes de su orgasmo se vio completamente disipada, atrajo su rostro lentamente para besar sus labios intentando hacerle saber lo satisfecho que se sentía en esos momentos.

Fue un beso lento y cargado de todas las emociones que ambos habían estado experimentando.

—Aun así, si me permites opinar, sigo prefiriendo mi rol usual, así que espero que te recuperes ¿O estas listo? —hablo mientras salía de su interior, Harry hizo una media mueca y una media sonrisa al escucharlo hablar, sintiendo un cosquilleo en su bajo vientre mientras lo veía quitarse el preservativo hacerle un nudo y lanzarlo con total precisión al basurero que tenían en el cuarto.

—Para ti, siempre estoy listo —los ojos de Draco brillaron con deseo al escucharlo decir eso.

Horas después cuando Harry sintió que el rubio había drenado todo su cuerpo, quizá hasta parte de su alma, a pesar de sentir punzadas en su espalda baja estaba recostado boca arriba en la cama sintiendo su cuerpo increíblemente pesado con el rubio encima de su pecho con sus dedos jugueteando con su cabello oscuro, haciendo rizos o peinándolo hacia atrás.

—Harry —murmuró suave.

—¿Mhm? —respondió el pelinegro sin fuerzas para levantar la cabeza o siquiera mantener los ojos lo suficientemente abiertos, si de por si sin lentes estaba ciego, con los ojos entrecerrados básicamente veía manchas.

—¿Por qué no lo dijiste?

—¿Decir qué? —podía sentir su cuerpo deslizarse lentamente hacia los brazos de Morfeo.

—Que me amas —Harry abrió los ojos de golpe con tan solo escucharlo, bajo la mirada lo suficiente para encontrar el par de ojos color tormenta que lo miraban fijamente.

—Yo... Por qué... —comenzó a balbucear sintiendo como el sueño era completamente desplazado por el nerviosismo —no sabía si correspondías tampoco te quería presionar, ¿Fui… Fui muy obvio? —Draco sonrió y asintió con la cabeza mientras bajaba sus manos y deslizaba su cuerpo lo suficiente para verlo de frente.

—¿No quieres una respuesta? —susurró entre sus labios casi besándolo, con su cálido aliento chocando con los labios morenos.

—Si, digo no, digo... —Harry estaba increíblemente nervioso lo que le dificultaba pensar o hablar y Draco quiso reír de solo verlo, a cualquiera le parecería irreal ver al hombre que amenazó a todo el mundo mágico siendo el joven que estaba nervioso frente suyo.

—¿Por qué estás tan nervioso? —se burló mientras frotaba la punta de su nariz contra la del pelinegro, cómo cada vez que Harry intentaba demostrarle lo loco que estaba por él.

—Por qué... Estás aquí, y yo... Ah Merlín, no quiero que te sientas presionado o —Draco paro su parloteo con un beso fugaz.

—¿Cómo estás tan ciego? — pregunto, Harry no llevaba puestas sus gafas, pero tenía tan cerca al rubio que podía verlo con todo detalle —en serio, cómo puedes estar tan ciego para no notar que estoy loco por ti — Harry alzo las cejas y entreabrió los labios por la sorpresa.

—¿En serio?

—Harry Potter —llamo Draco sujetando su barbilla con una mano alzando lo suficiente para que Harry le mantenga la mirada —estoy locamente enamorado de ti —lo sintió suspirar y no pudo evitar depositar un beso en su manzana de Adán —y eres mío, solo mío —pronunció con una voz posesiva y grave, Harry gruño e invirtió las posiciones para atrapar al rubio entre su cuerpo y la cama aun cuando su espalda baja grito de dolor por el rápido movimiento.

—Y tú...

—Soy tuyo —pronunció Draco con una sonrisa divertida descifrando lo que los ojos verdes del pelinegro decían, pero no llegaban hasta sus labios.

—Mío —murmuró Harry con un brillo de posesividad en los ojos —solo mío.

Hola.

Ahh realmente me tomo bastante publicar este capítulo, debido a ciertos problemas no pude corregirlo a tiempo y cuando tenía tiempo no sentía la inspiración entonces decidí tomarme más tiempo.

Sin embargo, este capitulo es de los mas largos que escribí (Si estoy en lo correcto) así que en cierto modo me siento satisfecha.

Se que muchx están acostumbrados al Draco top! Y Harry Bottom! Pero en lo personal me gusta mas el Harry top! Sin embargo, sentí que en esta historia ameritaba la versatilidad.

Por cierto, pueden pasarse por mi insta que ahí subí un par de cosas.

Gracias por continuar leyendo esta historia 3

Hasta la siguiente^^.