Inserte Digimon Adventure OST #1 - Butter-Fly (TV Size)
Inserte Digimon Adventure OST #2 – Avant
Odaiba, Tokio, 20 de junio de 2005, 10:21 hrs.
Izuku: En el momento en que nos fuimos de allí, la computadora de Koushiro-san dejó de funcionar. Ninguno de nosotros nos dimos cuenta de que eso era una de las claves para comprender los misterios de ese mundo. – dijo el chico, terminando de dibujar el bosquejo de Taichi y Agumon golpeándose mutuamente.
Cuando el peliverde se giró a su audiencia, veía que todos tenían una expresión de estar procesando aquel fragmento del viaje con ciertas dudas, siendo el rubio con don eléctrico el que levantó el brazo como si estuviesen en clases.
Izuku: ¿Kaminari-kun? – preguntó extrañado de que él fuera el único que quisiera preguntar algo.
Kaminari: Midoriya… temo decirte que… con eso último, suenas como un narrador que da "spoilers" desde el principio. – dijo el chico, con una mirada de completa seriedad.
Terriermon: ¡¿Verdad qué sí?! – dijo el digimon, colgado con una de sus orejas del hombro de Izuku.
Izuku: Terriermon… tú también contaste tu parte con voz seria. – le dijo el chico al digimon.
Terriermon: "Y yo escuchaba aquella conversación sobre "mi humano" en completo silencio". Es la forma más natural que se me ocurrió de contarlo. – dijo el digimon, alzando los brazos en señal de rendición.
Todoroki: ¿Y qué fue lo que pasó con el celular? ¿Ustedes no intentaron llamar una vez que salieron de la fábrica? – preguntó el chico, regresando a todos al tema de la conversación.
Izuku: No. Poco después de que Koushiro-san guardó la computadora fue cuando él me recordó sobre el teléfono. Pero cuando lo sacamos, nos dimos cuenta de que también se había apagado. Y Jo-senpai nos hizo ver que en las alcantarillas no tendríamos señal de todos modos. – terminó de hablar el chico peliverde.
Kirishima: ¿Y a qué lugar los llevó esa ruta? – preguntó el chico, cruzando los brazos detrás de su cabeza.
Izuku y Terriermon se vieron entre sí con evidente nerviosismo de responder la pregunta de Kirishima.
Momo: Espero que no haya sido a algún vertedero. – dijo la chica, colocando una de sus manos en la mejilla.
El digimon y el humano peliverde comenzaron a reír de manera nerviosa luego del comentario de la chica de pelo azabache.
Iida: ¡Midoriya-kun! ¿Qué ocurre? ¿Por qué tú y Terriermon se están mirando tanto? – preguntó el chico, con genuina preocupación por su amigo.
Ochako: ¿Ocurrió algo luego de que salieron de las alcantarillas? – preguntó la chica con la misma preocupación que Iida.
Izuku: Solo… - dijo el niño, dando paso a que su digimon continuara hablando.
Terriermon: Les diremos que… ahora ustedes sabrán por qué Izuku y Mimi tienen tan buena relación. – dijo el digimon perro, sobándose la cabeza donde sentía que caía una gota de sudor.
Inserte Digimon Adventure OST #3 – Subtitle
CAPITULO 06. LA FURIA DE PALMON.
Las voces en grupo de los humanos resonaban a lo largo de la alcantarilla subterránea por la cual estos, junto a los 8 digimons que los acompañaban, se movilizaban lejos de aquella fábrica.
En cierto momento ellos habían encontrado un puente que permitió a humanos y digimons separarse para caminar en extremos opuestos del túnel. Taichi lideraba el grupo de humanos seguido de Sora, Koushiro, Yamato, Jo, Mimi, Izuku y Takeru. Por su parte, Agumon lideraba su propio grupo seguido de Biyomon, Tentomon, Gabumon, Gomamon, Palmon, Terriermon y Patamon. Como forma de matar el aburrimiento, surgió la idea de tomar una letra y retar al grupo contrario a cantar una canción que comenzara con aquella letra seleccionada.
Mientras Izuku veía un muñeco flotando en el canal que rodeaban los grupos, el reto para los humanos fue la letra "e", quienes respondieron a los digimons con una canción que Izuku cantaba en la escuela, por lo que este pudo cantar con el resto. El desafío para los digimons fue la "d", el cual los digimons contestaron con una canción desconocida para todos. Pero cuando Agumon le lanzó el reto a los niños de cantar una canción que empezara con la letra "i", todos quedaron mudos.
Cada uno fue repitiendo la letra avergonzándose por no conocer ninguna canción con esa letra. Esto parecía ser una derrota definitiva para los humanos, hasta que la voz de Mimí se escuchó cantando una canción que el niño peliverde nunca había escuchado…y al parecer el resto de los niños tampoco.
Jo: ¿Qué canción es esa? – preguntó Jo a la niña detrás de él.
Mimi: Es una canción que tararea mi papá, cuándo está feliz. – respondió ella con felicidad a Jo-senpai.
Izuku compartió el pensamiento que Takeru expresó antes que él.
Takeru: Yo jamás la había escuchado. – respondió el niño pequeño confundido.
Koushiro comenzó a cantar otra canción con la letra "i", la cual el niño peliverde y el resto si se sabían, por lo que pudieron completar el desafío. Todo parecía indicar que la diversión continuaría normalmente, pero entonces el grito de alguien puso en alerta al peliverde y al resto.
Ambos grupos se detuvieron y vieron a Sora temblando de miedo, con ella de ojos cerrados y puños a la altura del pecho.
Taichi: ¿Estás bien? – le preguntó el niño de gran cabellera a ella.
Yamato: ¿Qué te pasó? – preguntó de inmediato el niño de playera verde.
Sora: Es que me cayó una gota de agua… - dijo la niña, saliendo de su momento de pánico y mirando el techo junto a los otros.
En ese momento, el niño peliverde sintió que una gota le mojó la cabeza, dando crédito a lo que decía ella.
Koushiro: Se ensució tu blusa. – le señaló el niño pelirrojo a esta, luego de que una gota cayera en el hombro izquierdo de Sora.
Ella miró a la mancha con incredulidad, y soltando un murmuro de molestia, se talló el agua en la blusa con la mano para secarla. El niño peliverde vio a Sora comenzar a mostrar la expresión que él mismo tenía al recordar su hogar.
Sora: Quiero lavar mi ropa. – dijo débilmente ella, ocultando tristeza en su voz, pero comenzando a mostrar lágrimas en el borde de sus ojos mientras veía hacia el agua del canal.
Inserte Digimon Adventure OST #5 - Straight From The Heart ~Sora no Theme~
Taichi: A mí me gustaría tomar un baño tranquilamente… - dijo el niño, en un intento de que a su amiga no se le decayeran los ánimos.
Takeru: Yo quiero… - dijo Takeru, mirando fijamente al agua mientras se agachaba y movía sus manos como si tuviera un control de videojuegos.
Yamato: Takeru, ¡no me digas que quieres divertirte con videojuegos! – dijo el hermano del niño, comenzando a reír por la "ocurrencia" del pequeño.
Pero cuando este sintió las miradas del resto viéndolo "burlarse" de los deseos de su hermano, Yamato dejó de reír e hizo frente a las críticas.
Yamato: Está bien, prometo no reírme de Takeru. – respondió este a las miradas del resto. - En este momento cómo me gustaría… asar carne. - dijo este comenzando a mover los labios en clara señal de babear. -¡Y satisfacer mi estómago! – dijo el niño, con una sonrisa de ojos cerrados mientras se imaginaba aquella comida.
Jo: Claro que nadie se reirá. A mí me gustaría estudiar y hacer muchas, muchas tareas. – dijo el niño peliazul, sumándose a la dinámica grupal.
Izuku: Yo quiero… dijo este, sacando su muñeco de All Might y mirando la sonrisa que el juguete tenía. – ¡Quiero ver las peleas que no he podido ver estos días, y anotar todo lo genial en mi libreta! – dijo el niño con emoción en su voz.
Sin que Izuku se diera cuenta, pero Terriermon si, Taichi fue detenido por un brazo de Sora, la cual le indicaba a este que no dijera nada. A su vez, el digimon perro se fijó en cómo el niño peliazul se ajustó las gafas justo después de lo que dijo el niño pequeño.
Mimi: Qué extraño son ustedes. – les dijo la niña sin piedad a los niños peliverde y peliazul. - ¡Yo quiero beber una deliciosa soda helada! – dijo ella mientras extendía los brazos como si estuviera recibiendo el sol en la playa.
Takeru: ¡Eso me parece excelente, Mimi-san! – dijo con emoción Takeru.
Mimi: ¿Verdad? – preguntó ella, feliz de que a alguien más le pareciera genial eso.
El niño peliverde sentía que, a pesar de lo dicho por la niña días antes en el vagón de tren, ella lo miraba de la misma forma de quienes le decían a él "quirkless".
Koushiro: Y yo quisiera enviar correos electrónicos a todos mis amigos. – dijo el niño, reprimiendo un impulso de presionar teclas en el aire, cerrando los puños y mirando el agua del túnel.
Al final, los digimons podían ver a todos los humanos sumidos en la nostalgia.
Gabumon: Todos están muy cansados. – dijo el lobo a los otros digimons.
Gomamon: ¡Pobres de ellos! – exclamó el digimon foca.
Terriermon: Y también extrañan su mundo. – dijo este, fijando la mirada en el niño que sujetaba su muñeco de acción, con la misma mirada que el resto de niños. - ¿Eh? – exclamó Terriermon de inmediato, levantando sus orejas para escuchar mejor algo que llamó su atención.
Tentomon: Ese ruido… - habló el digimon insecto, mirando hacia la parte del túnel que ya habían dejado atrás.
Terriermon / Gabumon: ¡Numemon! – dijeron ambos a la vez, mientras el resto de digimons y humanos volteaban a ver hacia el origen del ruido.
Izuku: ¿Numemon? – preguntó el niño peliverde en voz alta.
Gomamon: Son Digimon sin conocimiento de nada. Les gusta estar en lugares oscuros y con mucha humedad. – les informó el digimon foca a los humanos.
Koushiro: ¿Son muy fuertes? – preguntó el niño, apretando el agarre a su mochila.
Tentomon: ¡Son débiles! – respondió el digimon insecto de inmediato.
Patamon: ¡Pero muy sucios! – completó la explicación el digimon alado.
Takeru: ¿Eh? ¡¿Son sucios?! - Preguntó el niño, demostrando cierto temor en su voz ante aquella información.
Agumon: Se les conoce como los Digimon más desagradables. – dijo el dinosaurio, comenzando a ver algo acercándose a lo lejos.
Jo: ¿Los más desagradables? – preguntó el niño peliazul, sin entender por qué había tanta tensión en el aire.
Izuku entrecerró los ojos para intentar ver mejor, encontrando una masa verde que se desprendía en varias más, como si fuera una monstruosidad babosa.
Agumon: ¡Lo sabía, son Numemons!, ¡Huyan! – gritó el dinosaurio a todos, humanos y digimons.
Inserte Digimon Adventure OST #12 - Bokura wa Itsumo
Los niños comenzaron a correr imitando a los digimons, quienes corrían como si un enemigo muy poderoso estuviese pisándoles los talones. Izuku volteó hacia atrás y vio a babosas verdes de ojos alargados, siendo estos casi tan grandes como los de Gabumon o Gomamon.
Taichi: ¡Ustedes dijeron que ellos eran débiles! ¡No veo la necesidad de corre...! – decía el niño antes de que su propio digimon lo interrumpiera.
Agumon: ¡Pronto te darás cuenta! – gritó el digimon dinosaurio sin dejar de correr.
Izuku era quien se iba quedando rezagado respecto a los demás, siendo notado esto por el digimon de orejas grandes, quien bajó la velocidad para gritarle algo al niño peliverde.
Terriermon: ¡Izuku, corre más rápido por favor! – le gritó el digimon al niño.
Izuku: ¡Estoy cansado! ¡¿Qué es lo que los Numemon pueden… hacer?! – decía el niño, viendo un excremento de color rosa cayendo al agua, el cual evidentemente iba a golpearlo a él… lanzado por los Numemons.
De inmediato el niño peliverde corrió como si el mismo All Might lo estuviese persiguiendo, alcanzando finalmente al grupo. Este podía ver como los otros proyectiles lanzados por los Numemon se estrellaban en las paredes del túnel, siendo visto por los demás niños y desatándose un frenesí por escapar.
Izuku superó rápidamente al resto de niños mayores, alcanzando a Takeru, quien ahora lideraba el grupo. El niño se había detenido en seco frente a una desviación en el alcantarillado.
Takeru: ¡Por aquí! – señaló el niño el agujero antes de que este e Izuku entraran.
De inmediato y sin cuestionar, el resto de niños y digimons huyeron por aquella abertura, pero todos se dieron cuenta enseguida que los Numemon los perseguían de todos modos. Izuku corría y corría sintiendo que sus piernas no daban para más, pero el sonido de los Numemon todavía podía escucharse detrás de ellos.
Conforme iban cruzando aquel túnel, el niño peliverde comprendió el significado de la frase "la luz al final del túnel", mientras los rayos de sol iluminaban la salida como si hubiesen vivido por años bajo tierra.
Taichi y Agumon habían sido los últimos en salir, por lo que estos habían quedado de espaldas a la entrada de la cueva. Izuku estaba parado junto a esta, pero cuando escuchó a los Numemon acercarse intentó correr, tropezándose y cayendo al suelo… encima del muñeco de All Might que llevaba en sus manos.
Taichi: ¡Izuku! – gritó Taichi jalándolo del brazo para llevárselo.
Al escuchar el nombre del niño, Mimi volteó genuinamente preocupada por este.
Mimi: ¡Rápido! ¡Ahí vienen! – gritó ella rápidamente, haciendo que ambos voltearan.
Taichi, Izuku y Agumon miraron asustados el lugar de dónde se aproximaba el sonido del enjambre de Numemons, pero de un momento al otro… el miedo fue reemplazado por confusión. El niño peliverde podía ver al grupo de babosas verdes arremolinándose en un punto y comenzando a retroceder, como si estos estuviesen huyendo de algo… al igual que los vampiros huían del sol.
Agumon: No soportan los rayos del sol., por eso huyen al verlo. – dijo el dinosaurio al confundido niño a su lado.
Terriermon: ¡Muchas gracias Sr. Sol! – gritó este abriendo los brazos al cielo.
Odaiba, Tokio, 20 de junio de 2005, 10:24 hrs.
Izuku y Terriermon veían al resto de adolescentes de la clase 1-A, con la mandíbula abierta. Incluso el renegado de Bakugo mantenía la mirada de shock que los otros adolescentes le daban al niño peliverde.
Kaminari: ¡EPISODIO DE COMEDIA! – gritó en su mente el chico de don eléctrico.
Todoroki: Él… él no hace eso, ¿verdad? – dijo el chico, señalando con cierto temor al digimon perro, el cual negó fuertemente con la cabeza.
Jirou: Creo… que ahora tendré cierto recelo con las babosas… Puedo manejar insectos, ¡pero esto es demasiado! – se dijo la chica mentalmente, intentando mantener una cara de poker.
Lejos se podía escuchar todavía a Uraraka vomitando en el baño… esta vez sin destellos de arcoíris. Luego de oír que la cadena fue jalada, la chica salió sosteniendo su estómago y avanzó débilmente hasta su silla.
Uraraka: Continúa… por favor… Deku-kun. – decía la chica, tomando respiraciones entre palabras.
Iida veía a la chica con preocupación, ya que esta corrió al baño cuando el peliverde y el digimon todavía relataban el escape de los Numemons.
Izuku, resignándose a que esto solo empeoraría conforme la historia avanzara, se giró de nuevo al pizarrón, borrando el bosquejo de un Numemon lanzando un proyectil.
Luego de caminar por un rato los niños llegaron a una pradera, pero debido al sol que los había salvado hace unos momentos, estos se hallaban exhaustos. Izuku miraba los trozos de plástico que él llevaba en su mano, mirándolos como si este hubiese perdido lo más valioso. Delante de este, Mimi no podía explicarse porque la destrozaba la mirada del pequeño, cuando ella no se había sentido así por nadie que no fueran sus amigas de la escuela.
Flashback
Terriermon: ¡Muchas gracias Sr. Sol! – gritó este abriendo los brazos al cielo.
La niña de sombrero vaquero sintió la necesidad de acercarse para ver si el niño peliverde se había vuelto a lastimar por aquella caída, pero entonces ella sintió que pisaba algo muy duro bajo su bota. Cuando Mimí bajó la mirada, se topó que su pie izquierdo pisaba el brazo separado del muñeco de aquel superhéroe. De inmediato la niña recogió ambas partes y se acercó al dueño de este.
Mimi: Esto es tuyo, ¿no? – le dijo la niña, extendiéndole a este aquellas piezas.
Izuku miraba conmocionado el estado de su juguete favorito mientras levantaba los brazos y aceptaba las piezas en completo estado de shock.
Izuku: Gra-gracias. – dijo el niño recordando que él mismo era el que lo había roto al caerle encima.
Fin de Flashback.
Inserte Digimon Adventure OST #8 - Sweet Innocent ~Mimi no Theme~
Sumergido en el recuerdo de lo que acababa de ocurrirle a una de sus posesiones más valiosas, el niño peliverde comenzó a sentir que sus labios se resecaban.
Izuku: Tengo sed… - dijo el niño en un tono bajo, pero aun así siendo escuchado por la niña de vestido vaquero.
En ese momento, Mimi comenzó a sentir algo que jamás había experimentado en toda su vida: la necesidad de saciar aquel mal que aquejaba al niño pequeño.
La mirada de honestidad y sinceridad en Izuku, la cual había visto desde aquella noche a la orilla del lago, hicieron nacer en ella un sentimiento de calidez particular, el cual otras niñas en la escuela le dijeron que se sentía por pocas personas en especial. No por un niño, no por sus padres o abuelos… sino por los hermanos menores.
Justamente después de que Mimi se volviese consciente de ello, al final de la colina comenzaron a vislumbrarse objetos familiares para ella y para el resto.
Mimi: Hay muchas máquinas expendedoras en este lugar, ¿Por qué? – preguntó ella, admirando el mar de máquinas expendedoras esparcidas por todo el lugar.
Los niños permanecieron algunos segundos en silencio, contemplando el raro, pero ya no inusual hallazgo. Palmon miró la expresión de Mimi mientras esta veía a las máquinas, teniendo un mal presentimiento al respecto.
Palmon: Mimi, no me digas que quieres beber algo… - le dijo Palmon a Mimi.
Mimi: ¡Acertaste, Palmon! – le respondió ella a su digimon, corriendo sin pensárselo dos veces colina abajo.
Jo: ¡No vayas, Mimi-kun! ¡Esas máquinas no funcionan! - le gritó el mayor de los niños a esta, pero Mimi continuaba acercándose a la máquina más cercana.
Taichi: ¡Es el colmo! – dijo el niño, sintiendo pena ajena por Mimi.
Sora: Esto es inevitable, aún es una niña. – dijo la niña de gorro azul, con las manos a la cadera.
Mimi: ¡Palmon! ¿Quieres beber algo? – preguntó ella, seleccionando una máquina.
Palmon: ¡No quiero! – le respondió la digimon, algo nerviosa producto del mal presagio que sentía.
Mimi: Pero no te enfades conmigo. – se volteó ella, reclamando por esa respuesta.
Mimi sacó una moneda con el suficiente valor para cubrir una botella de refresco, ya que esta máquina no tenía botellas de agua. Mientras ella pensaba que podría buscar alguna otra maquina con agua que saciase la sed de Izuku, Mimi presionó "comprar", pero en vez de recibir su bebida, la caratula entera de la maquina cayó al suelo, dándoles apenas tiempo de esquivarla.
Numemon: ¡Hey, preciosa! – dijo el digimon babosa, oculto dentro de la máquina.
Palmon: ¡¿Un Numemon?! – preguntó Palmon en shock.
Numemon: ¿No quieres tener una cita conmigo? Jajaja… jajaja… - decía el digimon con una risa perturbadora. - ¡Estoy invitándote a salir! – le dijo el digimon, llevándose las gelatinosas manos a las mejillas.
Palmon: Él está invitándote a salir. ¿Qué vas a hacer? – le preguntó la digimon planta a ella, sin entender bien a qué se estaban refiriendo.
Mimi: ¡Nada! ¡No estoy loca! – respondió Mimi con visible molestia.
En ese momento Izuku ya había salido de su estado de lamentación, guardando rápidamente su juguete destrozado en la parte frontal de su mochila, sin poder apartar la mirada del desastre que se avecinaba luego de ver el cielo encima de las máquinas expendedoras.
Izuku: ¡Mi-Mimi-san! – gritó el niño tímidamente, pero la furia de la niña no hizo más que aumentar.
Mimi: ¡¿Por qué debo de aceptar una cita con esa criatura tan asquerosa?! – dijo ella, con visible irritación ante tal propuesta.
Sora: ¡Mimi-chan, regresa! – gritó la niña pelirroja, habiendo sido la única que notó lo que el niño peliverde había visto.
Palmon: ¡No lo hagas enfadar! – le pidió Palmon a Mimi, percatándose de nubes en el cielo.
Mimi: ¡No importa! Los rayos del sol nos protegen… - decía ella antes de notar que Palmon se oscureció un poco, mirando al cielo y observando al sol siendo cubierto por una espesa nube. - ¡Ahy… no! – gritó ella en completo pánico.
Numemon: ¡No soy asqueroso! ¡No soy asqueroso! – gritó el molesto digimon… lanzándole un proyectil a la niña.
Inserte Digimon Adventure OST #12 - Bokura wa Itsumo
Palmon: ¡Ahhh! ¡Otra vez nos va a atacar! – gritó Palmon, corriendo ella de inmediato con su humana para escapar del proyectil lanzado.
Izuku y los demás vieron a Mimi corriendo de regreso con ellos, mientras detrás de esta, todas las máquinas expendedoras se abrían revelando el mar de Numemons saliendo libremente, uniéndose a la persecución.
Sora: ¡Creo que son demasiados! – dijo Sora, señalando esta con el dedo a los Numemons mientras se congelaba del miedo.
Taichi: No puede ser… - decía el niño junto a Sora, igual de perplejo que ella.
Terriermon: ¡Huyan! – gritó el digimon de grandes orejas, siendo el primero en reaccionar y comenzar a escapar.
Una vez que Izuku vio de reojo a Mimi correr, él y el resto comenzaron a seguir a la niña de vestido vaquero y a Terriermon, para escapar de aquel mar de digimons.
Yamato: ¡Separémonos! – logró gritar el niño rubio, dándose cuenta de que si permanecían en grupo era más probable que los Numemons los alcanzasen.
Taichi: ¡Si! – gritó el niño jadeando por aire al correr.
Izuku se mantuvo junto a Taichi mientras ambos corrían detrás de Mimi hacia una zona boscosa. Pero un inesperado grupo de Numemons que salieron de la nada se encargaron de separar al niño de gran cabellera y al peliverde.
Terriermon: ¡Izuku! – gritaba el digimon del niño, siendo obligado a escapar junto con Taichi y Agumon.
Izuku: ¡Terriermon!¡Ah! – gritó el niño antes de aumentar la velocidad, para evitar que el mar de babosas digimons lo alcanzaran.
Una vez que Izuku tomó distancia de sus perseguidores, este ya se encontraba en medio de la zona con árboles, pero no veía a nadie por ningún lado, ni siquiera a Mimi y Palmon, las cuales iban delante de este hace un momento.
Proyectiles rosados comenzaron a volar encima de la cabeza de Izuku, volteándose este ligeramente para ver un grupo pequeño de Numemons atacándolo. De manera sorpresiva, el niño sintió que alguien lo jaló bruscamente del brazo, atrayéndolo hacia si mismo. Cuando Izuku fue consciente de su nuevo entorno, este se hallaba siendo abrazado protectoramente por Mimi, la cual junto con Palmon se habían ocultado detrás de unos árboles.
Izuku: ¡Mimi-san! – dijo el niño, alegre de encontrar a alguien otra vez.
Palmon dejó su escondite y decidió plantar cara a los digimons que las amenazaron a ellas e Izuku.
Palmon: ¡HIEDRA VENENOSA! – dijo la digimon planta el nombre de su ataque especial, pero para sorpresa de Izuku, los dedos de Palmon no se alargaron como antes, como si ella estuviese fingiendo atacar a los Numemon para asustarlos.
La suposición de Izuku fue comprobada cuando el grupo de Numemons que lo perseguían se detuvo en seco, y corrieron con miedo por dónde habían venido.
Mimi: ¿Estás bien, Izuku-kun? – preguntó la niña, liberando al pequeño del abrazo.
Izuku: S-si… Gracias, Mimi-san. – dijo el niño, tocándose la cabeza para asegurarse de seguir intacto, saliendo del escondite junto con Mimi.
Mimi: ¡Palmon, estuviste genial! – le gritó con alegría ella a la digimon planta.
Palmon: ¡Qué extraño!, Aún no he hecho nada. ¿Qué los hizo huir? – se preguntó esta colocando las manos en la cadera, mirando al grupo de Numemons alejándose cada vez más.
Los oídos de Izuku comenzaron a escuchar enormes pisadas a lo lejos, cosa que el pequeño confirmó cuando las sacudidas en la tierra le eran perceptibles a través de los pies. El movimiento hizo a los tres perder el equilibrio, haciendo que se alejaran corriendo del árbol que los había protegido. Cuando todos voltearon a ver lo que había causado aquellas sacudidas, se toparon con lo que Izuku solo pudo describir como "un oso de peluche gigante".
Palmon: ¡Monzaemon! – gritó la digimon planta al oso amarillo de ojos rojos.
Monzaemon: ¡BIENVENIDOS A LA CIUDAD DEL JUGUETE! – dijo el enorme digimon, mirando con sus penetrantes ojos a los niños.
Izuku: ¿Monzaemon? – preguntó el niño con miedo en su voz.
Mimi: ¿También es un digimon como ustedes? – le preguntó la niña a su digimon acompañante.
Palmon: Sí, pero no te dejes llevar por su apariencia. ¡Es un digimon extremadamente fuerte! Él adora los juguetes y los juguetes a él. Es el alcalde de la Ciudad de los Juguetes. – dijo la digimon, notando que Izuku resistía el impulso de sacar la libreta y anotar todo lo que ella acababa de decir.
Mimi: Así que es un Digimon bueno. – dijo Mimi tranquilizándose y mirando feliz al digimon oso.
Palmon: Sí, eso creo. – respondió Palmon con algo de inseguridad, preocupando de nuevo al niño pequeño.
Monzaemon: NIÑOS, ¿ESTÁBAMOS ESPERÁNDOLOS? – preguntó el digimon, con una forma de hablar que preocupó más al niño peliverde.
Izuku: ¿Mi-Mimi-san? – llamó el niño jalando un poco el vestido de Mimi, quedándose él sin palabras al ver brillar los ojos de Monzaemon.
Sin tiempo para procesar lo que ocurría, Mimi volvió a tomar bruscamente a Izuku del brazo y lo jaló corriendo lejos del oso, logrando alejarse unos metros antes de que ambos niños y Palmon sintieran que un rayo láser era disparado al suelo… con dirección hacia ellos.
Inserte Digimon Adventure OST #16 - Kyoufu no Ashiato (x1.5)
Mimi: ¿Por qué un digimon bueno nos está atacando? – preguntó la niña, corriendo a más velocidad que antes.
Palmon: ¡No tengo idea! – le respondió la digimon a ella jadeando mientras corría.
Izuku: Mimi-san, me lastimas… - dijo el niño antes de cerrar los ojos por la onda expansiva de otro disparo fallido de Monzaemon.
Monzaemon: ¡DIVIÉRTANSE TODO LO QUE QUIERAN EN ESTE LUGAR! – gritó el digimon oso, lanzando otro disparo a los niños y la digimon planta. - ¡ES PARA MÍ UN HONOR EL HABERTE CONOCIDO! – dijo este, atacando nuevamente.
Mientras corría, Izuku empezaba a pensar que esto era demasiado parecido a cuando conocieron a Meramon y Andromon.
Palmon: ¡Monzaemon no es el mismo de antes, luce muy extraño! – gritó Palmon antes de sentir un nuevo ataque fallido de Monzaemon.
Mimi: ¡Me hubiera gustado conocerlo cuando era normal! – gritó la niña huyendo.
Izuku, el cual intentaba seguir el paso todavía aferrado al agarre de Mimi, se percató de un Numemon saludando desde lo que parecía un agujero en el suelo.
Izuku: ¡Mimi-san! ¡Por allá! – le dijo el niño a Mimi, la cual volteó a donde este le señaló, topándose con la babosa digimon y deteniéndose al instante.
Numemon: ¡Jovencita, por aquí, sígueme! – dijo el digimon a la niña.
Mimi: ¿Numemon? – preguntó ella, volteando hacia atrás y viendo a Monzaemon asomándose entre los árboles.
Palmon: ¡Tenemos que escondernos! – gritó la digimon planta a los dos humanos.
Izuku: ¡Si! – dijo el niño antes de saltar a la trinchera, seguido de Palmon y Mimi.
Monzaemon: ¡¿USTEDES NO QUIEREN JUGAR CONMIGO?! ¡¿NO QUIEREN?! – preguntó este, sonando como un niño pequeño.
Izuku mantuvo una mano en la boca, pegando su espalda lo más que podía a la pared de tierra. Mimi imitaba al niño, pero en vez de taparse la boca, ella la mantenía abierta sin emitir sonido debido al miedo. Los niños solo cerraron los ojos cuando vieron las piernas del digimon oso cruzando el agujero en el suelo.
Poco a poco, Izuku fue sintiendo que las pisadas de Monzaemon se alejaban, y cuando este abrió los ojos, Mimi y Palmon se hallaban paradas mirando al digimon oso alejándose.
Mimi: ¡Él se fue! – exclamó ella en voz baja.
Palmon: ¿Habrá sucedido algo malo en la Ciudad de los Juguetes? – preguntó de inmediato esta.
Numemon: Jovencita, ¿no quieres tener conmigo una cita en la Ciudad de los Juguetes? – se paró la babosa digimon a la izquierda de Mimi, haciendo a la niña voltear su cara hacia Izuku en señal de rechazo.
Mimi: ¡No, señor! - le dijo ella tajantemente al Numemon. - ¡Palmon, Izuku-kun, vámonos! – les ordenó la niña a ambos, saliendo del agujero y dejando atrás a Palmon e Izuku.
Palmon: ¡Espéranos! – le gritó la digimon a ella, saliendo primero que Izuku.
Numemon: ¡Esa jovencita es muy honesta al hablar! – escuchó Izuku la voz del Numemon, volteando a ver al digimon sumergirse dentro del agujero.
Inserte Digimon Adventure OST #13 - Iya na Yokan
El niño peliverde pudo observar dos cosas cuando salió de la trinchera: 1) Mimi se dirigía en la misma dirección a la que iba Monzaemon, lo cual era mala idea hasta para el niño pequeño y, 2) más allá del bosque, se alzaban torres de castillos europeos multicolores.
Izuku: ¡Espera, Mimi-san! – le gritó el niño peliverde a Mimi, haciendo que tanto esta como Palmon se detuvieran y voltearan a verlo.
Palmon: ¿Qué es lo que ocurre, Izuku? – le preguntó la digimon al niño.
Izuku: ¡Por allá alcancé a ver un castillo muy colorido! ¡Quizás Terriermon y los demás estén allí! – dijo el niño, externando su idea.
Mimi: ¿Qué?, ¡¿Dijiste un castillo?! – preguntó la niña con mucha más emoción que el niño peliverde.
Palmon: No lo sé Mimi. Monzaemon podría seguir por aquí. - intentó razonar la digimon con la humana.
Mimi: ¡No importa, quiero algo de beber! ¡Vamos! – dijo Mimi, tomando el brazo del niño, arrastrándolo con ella.
Palmon / Izuku: ¡Mimí! / ¡Mi-Mimi-san! – gritaron el niño y la digimon inútilmente.
Así continuaron los tres el camino a través del bosque, y poco a poco, los edificios que Izuku había mencionado emergieron de entre los árboles, maravillando a todos por un momento.
Palmon: ¡Esa es la Ciudad de los Juguetes! – dijo la digimon, contenta de ver el lugar que ella mencionó antes.
Mimi: ¡Es bonita!, ¡Parece un parque de diversiones! – exclamó la niña contenta, admirando las construcciones del lugar, con una paleta de colores muy nutrida en cada edificio.
Izuku: ¿Terriermon y los demás estarán allí? – se preguntó el niño, preocupado por su compañero, observando el lugar que en casa le era motivo de felicidad, pero que ahora lo hacía ser más precavido debido a los alocados 3 días que él llevaba vagando por este extraño mundo.
Sin más, la niña comenzó a avanzar a la ciudad, siendo seguida por sus dos acompañantes sin poder protestar.
Inserte Digimon Adventure OST #18 – Eyecatch
Para los ojos de Izuku, todo el lugar parecía un típico parque de diversiones: globos de colores por todos lados, edificios pintados con alegres colores y combinaciones, música infantil de fondo… todo indicaba que este era un lugar tranquilo, hasta que un detalle hizo que el niño dejara atrás su despreocupación y volviera a mirar todo con temor.
Izuku: ¿Mo-Monzaemon es el alcalde de este lugar? – preguntó el niño, tratando de mantenerse detrás de la niña mayor.
Palmon: Sí, así es, pero… - dijo la digimon, volviendo a ver hacia todos lados.
Mimi: Creo que no hay nadie en esta ciudad... – dijo Mimi en voz baja, pero lo suficientemente alta para ser escuchada por Palmon e Izuku.
Palmon: Alguien viene... – dijo la digimon planta luego de escuchar el sonido de un tren aproximándose.
Taichi: ¡Qué divertido es esto! ¡Qué divertido es! ¡Qué divertida es la Ciudad de los Juguetes! – gritaba Taichi mientras era perseguido por un auto de juguete.
Mimi / Izuku: ¿Taichi-san? / ¿Taichi? – preguntaron ambos mientras los tres veían a Taichi ser perseguido por el auto, hablando con una voz monótona que Izuku solo escuchaba de algunos de sus maestros.
Mimi: Eso no se ve muy divertido que digamos… - dijo la niña en voz alta.
Sora: JAJAJA, ¡Es muy divertida! – gritó la niña, con la misma voz monótona de Taichi, siendo perseguida por un mono aplaudiendo un par de platillos dorados.
Palmon: ¿Qué le encuentran de divertido a eso? – preguntó ahora Palmon.
Koushiro: ¡Qué emocionante! ¡Qué emocionante! ¡No hay nada más emocionante que esto! ¡Sí! – pasó corriendo el niño pelirrojo, con los brazos extendidos a los lados, siendo perseguido por un ejército de soldados de juguete.
Izuku se talló los ojos y se palmeó la cara, creyendo que aquello era un sueño.
Mimi: No se ve muy emocionante. – dijo de nuevo la niña, mirando a Koushiro alejarse y con Palmon asintiendo en confirmación.
Izuku: ¿Qué es lo que les pasa a ellos? – preguntó el niño, preocupado por sus nuevos amigos.
Yamato: ¡Qué feliz estoy! ¡Qué feliz me siento! ¡Qué feliz es esta ciudad! – pasó el niño rubio corriendo, con la misma voz monótona que los demás, siendo perseguido por un tren de juguete.
Jo: ¡Esto es perfecto! ¡No puedo quejarme porque es perfecto! – fue el turno del niño mayor, siendo perseguido por algo que Izuku y Mimi coincidieron que era más inusual… un juguete de pájaro bebedor gigante.
Izuku: ¡¿Ta-Takeru-kun!? – preguntó sorprendido de ver al niño pequeño rubio, hablando igual que todos mientras lo perseguía un avión a control remoto.
Takeru: ¡Hurra! ¡Hurra! ¡Viva! – pasó gritando el niño con los brazos alzados, con la misma voz sin emociones que el resto.
Mimi: Parece… como si todos hubieran perdido sus emociones. ¿Qué sucedió? – peguntó la niña, mirando a Takeru alejarse y perderse entre las casas.
Palmon: Qué extraño. Se supone que ellos estaban en compañía de Agumon y los demás. – se cuestionaba a sí misma la digimon planta.
Izuku: Tampoco veo a Terriermon por ningún lado. – dijo el niño, estirando la cabeza para ver más arriba de algunas ventanas.
Por inercia los tres comenzaron a caminar por la calle, mirando los edificios vacíos que hacían lucir a la Ciudad de los Juguetes como un pueblo fantasma.
Izuku: Terriermon… - murmuró este, mirando las baldosas de la calle antes de que un fuerte golpe se escuchara. - ¿Oyeron eso? – les preguntó él a Mimi y Palmon.
Mimi: ¿Qué cosa? – preguntó ella antes de que otro golpe fuerte fuera escuchado.
Izuku: ¿Terriermon? – preguntó el niño, oyendo otro sonido de golpe en respuesta.
Mimi: Izuku-kun, espera… - le dijo la niña, corriendo tras el infante que buscaba algo entre los edificios.
El niño peliverde corrió algunas casas antes de detenerse frente a una puerta. Mimí al ser más alta podía ver dentro de aquel lugar un baúl rojo moviéndose, del cual emanaban sonidos de alguien encerrado.
Izuku probó suerte con la puerta, y para gracia del niño esta se abrió, dejándolo entrar seguido de Mimi y Palmon.
Palmon: Hay alguien allá adentro. – dijo ella, acercando su oído al baúl.
Izuku: ¿Terriermon? – preguntó el niño, pegando su oído al baúl también.
Terriermon: ¡Izuku! ¡Sabía que eras tú a quien oí hablando! – le dijo el digimon perro desde dentro del cofre.
Mimi: ¿Estás ahí también tú, Agumon? – preguntó la niña, mirando el cofre quedarse quieto.
Palmon: ¡Biyomon, Tentomon, Gabumon, Gomamon, Patamon!, ¿Están están ahí? – preguntó la digimon.
Agumon: ¡Sí, estamos todos! – respondió el digimon dinosaurio.
Mimí: ¡¿Qué les pasó?! – preguntó la niña mayor al cofre.
Agumon: ¡Monzaemon nos encerró! – dijo con firmeza Agumon.
Terriermon: ¡Después de que nos separamos, él fue capturándonos uno a uno con los demás! Intenté atacarlo con un minitornado, pero solo le hizo cosquillas. – gritó el digimon perro para que su voz llegase al otro lado del baúl.
Agumon: Yo lo ataqué con mi flama bebé y no le hizo daño. Entonces Monzaemon usó su "Ataque de corazones", y Taichi, Terriermon y yo nos llenamos de una tristeza tan grande que no nos pudimos mover. Y cuando nos dimos cuenta... – dijo el digimon, cayendo su voz poco a poco.
Biyomon: …aquí estábamos. – dijo la digimon ave ahora.
Tentomon: Yo usé mi supertrueno, pero tampoco le hizo nada. – dijo el insecto.
Gabumon: Ni mi fuego azul tampoco. – agregó el digimon lobo.
Patamon: Ni yo. – dijo el digimon alado.
Mimi: Pero, no entiendo qué fue lo que él les hizo a Taichi-san y los demás… -externó la niña su duda principal.
Izuku: Ellos parecían muñecos sin emociones. – dijo el niño, recordando el extraño comportamiento de sus amigos.
Terriermon: Monzaemon dijo que a nosotros nos iba a encerrar en esta caja de juguetes. – respondió el digimon parcialmente la duda de Mimí.
Agumon: Y a los niños, él les quitaría sus emociones para que se convirtieran en los juguetes de los juguetes. – terminó de explicar el dinosaurio.
Mimi: ¿Los juguetes de los juguetes? – preguntó confundida la niña.
Izuku en su mente reproducía una vez más los momentos en los que observaron a los niños vacíos de emociones, siendo perseguidos por juguetes en la ciudad.
Mimi: Los juguetes estaban jugando con ellos. – dijo la niña, comprendiendo ahora que era lo que les ocurría a sus amigos.
Palmon: ¿Qué fue lo que le sucedió a Monzaemon? – preguntó con tristeza la digimon planta.
Agumon: No lo sé. – respondió el digimon dinosaurio.
Mimi: Oigan, ¿y no pueden salir de este baúl? – preguntó Mimi, colocando esta sus manos en el baúl.
Terriermon: Lo tratamos, pero no pudimos romperlo. – le respondió el digimon perro a la niña.
Gabumon: No se preocupen por nosotros. Mejor rescaten a Yamato y los demás. – pidió el digimon lobo a estas.
Palmon: ¿Y cómo? – preguntó la confundida digimon.
Biyomon: La única manera es derrotando a Monzaemon. – respondió ella.
Izuku: ¿Eh? – exclamó con sorpresa el niño ante ello.
Mimi: ¡Imposible! ¡Terriermon, tú estás allí! ¡¿Cómo Palmon va a poder con esto sola?! – preguntó ella en shock.
Agumon: ¡Palmon, Mimi! ¡Por ahora sólo podemos confiar en ustedes dos! – dijo el digimon dinosaurio con seguridad.
Terriermon: Mimi, ¡protege a Izuku por favor! – le gritó el digimon de grandes orejas a la niña.
La niña y el niño se miraron mutuamente luego de la petición del digimon perro. Ninguno de ellos dijo nada, volviendo a mirar al baúl cerrado.
Palmon: ¿Qué haremos? – le preguntó ella a su humana, volteando a ver después al niño peliverde.
Mimi: No tengo ni la menor idea. – dijo la niña, cambiando su mirada entre Palmon, Izuku y el baúl.
Izuku: Mi-Mimi-san… - llamó el niño, cerrando los puños y alzándolos a la altura de su pecho. – Yo-yo quiero ayudar a rescatar a Taichi y los otros. – dijo el niño con una resolución que Mimi solo había visto cuando este corrió hacia Shellmon o salvó a Takeru de caer al lago.
Mientras buscaban entre los edificios a Monzaemon, Izuku revisaba el perfil que había escrito de Palmon en la libreta, a su vez que agregaba el del propio Monzaemon, con el objetivo de encontrar alguna debilidad, al igual que lo había hecho con Andromon hace unas horas.
Palmon: Se supone que el "Ataque de corazones" de Monzaemon sirve para sacar toda esa felicidad del corazón del oponente, es decir, es un ataque muy alegre, pero... – dijo la digimon planta algo decaída al final.
Izuku, Mimi y Palmon vieron a Takeru pasando junto a ellos, en el mismo estado sin emociones.
Mimi: Él no se ve muy alegre. – dijo ella con un dejo de lástima.
En ese momento, Taichi pasó chocando levemente con Izuku, lo cual solo hizo al niño pequeño caer al piso, haciendo que soltase su libreta y mochila a medio abrir. El movimiento brusco había hecho que los pedazos del juguete de All Might se esparcieran en las baldosas del piso.
Casi de inmediato, el mono con platillos que perseguía a Sora se hallaba detrás de Mimi, lo que hizo a la niña voltear para ver el juguete solitario, sonando una y otra vez los instrumentos musicales.
Mimi: ¡Qué escándalo haces! ¡Cállate! – le gritó ella al muñeco, pateándolo y tirándolo al suelo.
Luego de que Izuku viera ese episodio de furia de la niña, este se disponía a recoger los pedazos de su juguete desmembrado, pero entonces el piso y las piezas comenzaron a moverse producto de sacudidas familiares.
Inserte Digimon Adventure OST #15 - Hirogaru Fuan
Monzaemon: ¡BIENVENIDOS A LA CIUDAD DEL JUGUETE! – dijo el digimon, saliendo desde una esquina, cargando globos de colores con cara de oso.
Palmon: ¡Monzaemon! – gritó la digimon, alejándose junto a Mimi e Izuku, dejando él sus pertenencias en el suelo.
Monzaemon: NIÑOS, LOS HE ESTADO ESPERANDO. – dijo este, mientras Izuku veía los penetrantes y terroríficos ojos rojos del digimon oso.
Mimi: ¡¿Qué quieres?! ¡No sé qué fue lo que te pasó, pero no tenías por qué quitarles las emociones a mis amigos! ¡Oye, te estoy hablando! – reclamó la niña, mirando que el digimon oso veía a la mochila de Izuku tirada frente a él.
Izuku, Mimi y Palmon reaccionaron levantando sus brazos en defensa mientras veían a Monzaemon agacharse para recoger el muñeco All Might del suelo.
Izuku: ¡O-oye! – gritó el niño, a pesar de su miedo.
Mimi: ¡Oye, eso no es tuyo! ¡Eres un aprovechado! ¡Devuélvelo y devuélvenos a nuestros amigos como estaban! – dijo la niña, señalando con una mirada molesta al digimon oso que se alzaba de nuevo.
Monzaemon: ¿ESTE JUGUETE ES TUYO, JOVENCITO? – preguntó el digimon, volteando a ver al niño pequeño el cual lo veía completamente aterrado junto a Palmon, tanto por él mismo oso como por lo que Mimi había vociferado a este.
Izuku: ¡Sí! – gritó el niño, tragando saliva por el miedo todavía en su estómago.
Para temor de los niños y Palmon, Monzaemon dejó ver una expresión furiosa.
Desde lejos, un Numemon pudo ver varios globos de colores con forma de oso volando libremente, seguido de un estallido que lo asustó, y lo hizo volver a esconderse en un agujero.
Inserte Digimon Adventure OST #24 - Shuugeki! Soshite...
Mimi: ¡Esto es una locura! ¿Por qué un oso gigantesco de felpa tiene que perseguirme en una Ciudad de juguete? – gritó ella, mientras jalaba a Izuku del brazo nuevamente, corriendo mientras Monzaemon los perseguía con la misma mirada alegre, pero a mayor velocidad que en el bosque.
Palmon: ¡No lo sé! – dijo la digimon, manteniendo el paso.
Mimi: ¡¿Y por qué él se enojó luego de que Izuku dijera que era suyo ese muñeco?! – preguntó ella, mirando al niño que intentaba mantenerle el paso.
Izuku: ¡No lo sé… p-pero creo que está más molesto conmigo ahora! – gritó el niño, intentando que sus piernas no le fallaran.
Monzaemon: USTEDES PUEDEN DIVERTIRSE TODO LO QUE QUIERAN. – dijo el digimon, soltando otro disparo desde sus ojos que levantó otra nube de polvo por la ciudad.
Izuku corría con sus últimas fuerzas, pero en un momento tropezó con una baldosa mal puesta, provocando que se soltase de la mano de Mimi. Ella se dio cuenta a los pocos segundos, pero siendo suficientes como para separarlos algunos metros.
Mimi / Palmon: ¡Izuku-kun! / ¡Izuku! – gritaron ambas preocupadas por ver al digimon oso llegando detrás.
Numemon: ¡Nena, hemos venido a salvarte! – dijo uno de los Numemons que lideraba un gran grupo de estos digimons, los cuales empezaron a atacar a Monzaemon con sus proyectiles rosados.
Uno de estos disparos, dio directo en la frente del digimon oso, provocando que este volviera a mostrar la expresión furiosa de hace unos momentos.
Mimi: ¡Numemons! – gritó de sorpresa la niña, volteando a ver a sus salvadores.
Palmon: ¿Por qué los Numemon nos ayudan? – preguntó la digimon planta.
Monzaemon alzó uno de sus pies, y dando un fuerte pisotón mandó a volar lejos a los Numemons.
Mimi: Ellos pelean desesperadamente para que no me pase nada, pero la única técnica de ellos es la de arrojar estiércol… - decía la niña sin comprender por qué ellos hacían eso por ella, a pesar de haberlos rechazado.
Monzaemon pateaba y pateaba Numemons, y en un instante, tomó a Izuku por el pie y lo sujetó del tobillo, haciendo que el niño se asustara de muerte mientras lo acercaba hacia su cara.
Monzaemon: AHORA YO JUGARÉ DEL MISMO MODO QUE JUGASTE CON ESE MUÑECO. – dijo el digimon de manera tranquila, sujetando el brazo de Izuku con la otra mano intentando arrancárselo, pero siendo detenido conforme los Numemons regresaban a atacarlo por la espalda, y el oso los pateaba.
Mimi: ¡Izuku-kun! – gritó la niña llevándose las manos a la boca.
Palmon: ¡Yo también puedo pelear! – gritó la digimon, decidida a rescatar al niño y proteger a Mimi.
Mimi: ¡Palmon, cuidado! – le gritó la niña asustada a su digimon.
Palmon: ¡HIEDRA VENENOSA! – invocó la digimon su técnica especial, sujetando el brazo de Monzaemon que intentaba arrancar el brazo de Izuku.
El movimiento que Monzaemon tuvo que hacer para liberarse de Palmon provocó que este soltara a Izuku, el cual gritó al ver que se estrellaría contra el piso.
Izuku: ¡AHH! – gritaba el niño, en una caída que parecía ocurrir en cámara lenta.
Mientras el niño peliverde escuchaba la voz de Mimi gritar su nombre, este sintió que se estrellaba contra algo blando y resbaloso, deslizándose al igual que en un tobogán hasta que quedó al alcance de la niña de vestido rosa.
Mimi: ¡Los Numemons salvaron a Izuku-kun! ¿Te encuentras bien, Palmon? – le preguntó la niña a la digimon en el suelo mientras ayudaba al niño a levantarse.
Palmon: ¡Mi hiedra venenosa no funciona! – gritó la digimon triste por no poder combatir a Monzaemon.
Monzaemon: ¡ATAQUE DE CORAZONES! – invocó el oso una vez más su técnica especial, esta vez destinada a atrapar a Mimi, Izuku y Palmon.
Palmon: ¡Huyan, rápido! – les gritó la digimon planta al niño y niña.
Todos intentaron correr, pero el tiempo y distancia volvía inútil cualquier forma de escape. Así que la niña de sombrero rosa colocó al niño detrás de ella y extendió sus manos para sacrificarse por este, cerrando los ojos y aceptando su destino.
Pero cuando Mimi no sentía nada y escuchó las voces de los Numemons gritando, esta abrió lentamente los ojos, encontrando un escenario que la sorprendió.
Mimi: ¡Numemon! – gritó la niña, al ver que los digimons habían formado una barrera entre ellos y el ataque de Monzaemon, haciendo que estos cayeran víctimas del ataque de tristeza, flotando por toda la ciudad.
Palmon: Los sucios ignorantes de los Numemon están protegiendo a Mimi a como dé lugar. – dijo la digimon planta, frunciendo el ceño con furia hacia Monzaemon.
Izuku captó en el perfil derecho de Mimi que el extraño aparato que todos tenían comenzó a acumular barras de carga rapidamente.
Inserte Digimon Adventure OST #25 - Brave Heart (TV Size)
Secuencia de evolución.
En medio de un vacío la pantalla del extraño aparato comienza a acumular barras horizontales, las cuales salen despedidas del dispositivo una vez que alcanzan su límite. Estas se arremolinan en un cilindro rodeadas de extrañas formas de escritura, reuniéndose todo en un punto que explota en rayos de luz.
Palmon gira en sentido contrario al reloj sobre una plataforma circular hecha de luz, con el nombre de ella escrito en varios idiomas humanos y siendo rodeada por el nombre TOGEMON en forma de cilindro.
PALMON DIGIVOLS A….
El cuerpo de PALMON se vuelve hecho completamente de luz, y casi de inmediato, adquiere la forma de un enorme cactus antropomórfico, con agujeros simulando su boca y ojos, un mechón de pelo en la cima de color naranja, así como guantes de boxeo en cada mano.
TOGEMON.
Fin de evolución.
Togemon: ¡Aquí voy! – gritó la enorme digimon cactus golpeando sus puños, recordándole al niño peliverde a All Might en acción.
Togemon comenzó a caminar, abriéndose paso entre el mar de Numemons capturados en burbujas azules con forma de corazón. Por su lado, Monzaemon caminaba también al encuentro con Togemon.
Togemon lanzó un gancho derecho a la cara de Monzaemon, el cual luego de recibirlo de lleno devolvió el golpe a esta. Izuku y Mimi veían lo que parecía una pelea de box de su hogar, mientras los dos digimons continuaron la ronda de golpes, sin que ninguno de los dos cediera o fuera noqueado.
Monzaemon entonces hizo brillar sus ojos, en clara señal de estar por usar su ataque de ojos láser.
Izuku: ¡Togemon, cuidado con sus ojos! – le gritó el niño peliverdea ella, viendo este como Togemon lanzaba un golpe que elevó el rostro de Monzaemon al cielo, haciendo que este fallara su tiro.
Togemon: ATAQUE DE ESPINAS. – invocó la digimon su técnica especial, abrazando sus brazos en el pecho y extendiéndolos para dejar salir una lluvia de espinas que golpearon al digimon de felpa.
Izuku y Mimi podían escuchar a Monzaemon gritar de dolor conforme las espinas de Togemon se clavaban a su cuerpo, haciéndolo doblarse sobre si mismo para intentar protegerse. Cuando un cierre en la espalda del digimon oso quedó visible, este se abrió dejando salir un objeto antes de desplomarse en el suelo. Togemon brilló encogiéndose de nuevo a Palmon.
Mimí: ¡Palmon, estuviste genial! – gritó la niña que había corrido para abrazar a la digimon planta como a un muñeco de felpa.
Palmon: Estoy muy agotada… - dijo la digimon, notoriamente cansada.
Mientras Mimí sacudía de un lado a otro a la digimon victoriosa, Izuku veía a lo lejos el engrane negro que salió de la espalda de Monzaemon rodando como una moneda por las calles de la ciudad.
Mimi: ¡Izuku-kun, me alegra que estés bien! – gritó la niña, soltando a Palmon y ahora apretando en un abrazo al niño peliverde.
Izuku: ¡Mi-Mimi-san, espera! – gritaba el niño de manera inútil.
Mimi: ¡Desde ahora, juro que voy a ser una mejor "hermana mayor", y no voy a dejar que te lastimes! ¿oíste? – dijo la niña, mirando a los ojos al niño cuando lo liberó en el suelo.
El niño se quedó sin palabras ante aquellas palabras de la niña, bajando la mirada avergonzado.
Izuku: Gra-Gracias… - dijo el niño, sobrellevando la vergüenza.
Monzaemon se despertó preguntando que había sucedido. Mimi, Izuku y Palmon se encargaron de decirle en pocas palabras lo que había pasado, gracias a la observación del niño de aquel engrane negro. De inmediato, el digimon oso les dio la llave de la caja de juguetes para liberar a los digimons, mientras este reventaba telepáticamente las burbujas que había usado para atacar a los Numemons.
Como si fuesen retrasados en una carrera, los demás digimons acompañantes llegaron a donde estaba Monzaemon, justo a tiempo para ver caminar a los demás niños, quienes arrastraban los pies con tal cansancio que parecían ser zombies.
Mimi e Izuku se miraron entre sí cuando Taichi, Sora, Yamato y los otros preguntaron qué era lo que había sucedido, como si no recordaran el haber sido juguetes de juguetes. Esta complicidad entre ambos niños hizo que soltaran una risa que confundió más a los desorientados humanos.
Monzaemon: Jovencito, ¿dijiste que este muñeco era tuyo, tu le hiciste esto? – preguntó el digimon oso al niño, mostrándole entre sus manos de felpa los pedazos del muñeco roto de All Might.
De inmediato, el niño corrió a esconderse detrás de Mimí, la cual se mantuvo alerta por si el digimon oso los atacaba de nuevo luego de responderle.
Izuku: S-sí… pero fue un accidente. No quise hacerlo. – dijo el niño, con miedo.
Mimi: ¡El no tuvo la culpa! Cuando escapábamos de las alcantarillas, él se tropezó y cayó sobre él. – dijo la niña, poniéndose en modo de "hermana mayor".
Poco a poco, el resto de niños y digimons comenzaron a hacer una barrera entre el digimon oso y el niño peliverde, el cual era abrazado por Terriermon.
Inserte Digimon Ost - Kanashimi 2 [Full Version]
Monzaemon: Ya veo. Cuando los niños se cansan de los juguetes normalmente los tiran, los rompen y hasta los olvidan sin importarles los sentimientos de ellos. Eso me molesta mucho. Como alcalde de la Ciudad del Juguete, pensaba construir un santuario para todos los juguetes maltratados. – dijo el digimon manteniendo los pedazos rotos del muñeco con él.
Mimi: ¿Construir un santuario para los juguetes? – repitió la niña las palabras del digimon, haciendo a la vez que el niño dejara de ocultarse detrás de ella.
Jo: Sí, así estarían protegidos. Bueno, eso creo… - dijo el niño peliazul rascándose la cabeza con un dedo.
Monzaemon: Efectivamente. Los juguetes no son para divertirnos, sino para que nos divirtamos junto con ellos. – dijo el digimon, todavía sentado en el suelo.
Taichi: Vaya, ahora entiendo por qué ellos jugaban con nosotros. – dijo el niño, llevándose una mano detrás de la nuca, mientras los otros niños que habían sido capturados se reían de la ironía.
Monzaemon: Lo siento mucho. Me obsesioné con la idea. – se disculpó el digimon.
Sora: Escuchen, el engrane negro se rompió. – dijo la niña, volteando junto a los otros hacia donde había escuchado venir el sonido.
Taichi: ¿Ustedes creen que la obsesión de Monzaemon fue por la culpa de ese engrane negro? – preguntó Taichi, mirando al niño peliverde, el cual se mostraba pensativo luego de aquella pregunta del niño de pelo castaño.
Mimi: Entiendo muy bien el amor que siente Monzaemon hacia los juguetes. – le dijo la niña a su digimon.
Palmon: ¡Si! – respondió en apoyo ella.
Inserte Digimon Adventure OST #29 - Happy End
Monzaemon: Palmon, te agradezco mucho que me hayas ayudado a regresar a la normalidad. Demostraste ser muy valiente. – dijo el digimon, levantándose del suelo e incorporándose de nuevo. – Izuku, yo puedo reparar tu juguete en el taller de la ciudad, estará como nuevo en unas pocas horas. – dijo este al niño peliverde, llenándose de una felicidad que tranquilizó al resto de los niños y digimons. - Y como regalo, los pondré muy contentos. Este es el verdadero "ATAQUE DE LOS CORAZONES". – dijo el digimon oso, dejando salir las burbujas de corazón, esta vez de color rojo.
Poco a poco, los niños fueron siendo atrapados nuevamente en aquellas burbujas, pero en lugar de sonar deprimidos, reían de felicidad casi sin control. Cuando Izuku fue absorbido por una, el niño sintió que su corazón rebosaba de una felicidad que lo hacía reír en contra de su control y sus pensamientos, como si no pudiera resistirse a aquella felicidad. A menos que sus ojos lo estuvieran engañando, pudo ver en Mimi y en Terriermon dos corazones en el lugar donde debían estar los ojos de ambos.
Numemon: ¡Dame un beso, linda! – gritó un Numemon, saliendo de una alcantarilla de la ciudad.
Mimi: ¡No quiero! – respondió la niña con la mayor felicidad del mundo.
Numemon: ¡Ella sigue siendo la niña honesta de siempre! – dijo el digimon, desplomando su cara en el suelo.
Odaiba, Tokio, 20 de junio de 2005, 10:32 hrs.
Izuku terminaba de dibujar bosquejos de todos atrapados en burbujas, mientras Terriermon se dibujaba a sí mismo dentro de la burbuja, pero con una sonrisa más visible que el resto.
Izuku: Y después de que Monzaemon reventó las burbujas, el reparó mi muñeco y nos dejó pasar la noche en la Ciudad del Juguete. – dijo el niño, terminando de dibujar a Monzaemon.
Jirou: Pfff… Debió ser gracioso ver a todos siendo controlados por los juguetes. – decía la chica, intentando sofocar una risa.
Momo: Pero, en este punto ya hay suficiente evidencia para suponer que esos engranes negros son los que vuelven locos a los digimons, y que están dispersos al azar por toda la isla. – dijo la vicepresidenta de la clase.
Iida: ¡Si!, Meramon, Andromon y ahora Monzaemon fueron víctimas de ellos, volviendo malvados a digimons puros. – respondió Tenya apoyando aquella teoría.
Kirishima: ¿Ninguno de ustedes se dio cuenta de eso? – preguntó el chico de cabello rojo sin gel.
Kaminari: ¿Nisiquiera Izumi? – preguntó sorprendido el rubio eléctrico.
Izuku negó con la cabeza antes de hablar.
Izuku: Llevábamos 3 días vagando en un lugar extraño. Nuestra prioridad seguía siendo encontrar el modo de regresar a casa, o en el caso de Jo-senpai, encontrar más humanos aparte de nosotros. – aclaró el niño a ambos chicos.
Uraraka: Mmmh, por favor tomemos un pequeño descanso. - dijo la chica, estirándose hacia delante mientras se sujetaba la espalda baja.
Todoroki: Buena idea. – dijo Shoto, mirando a Bakugo salir antes que todos.
El resto de estudiantes fue abandonando la sala, para salir al pasillo a despejarse un poco y caminar, dejando solos al digimon perro y al humano peliverde. Una vez que la chica con jacks en las orejas salió, el digimon saltó sobre un asiento y le indicó al humano que se acercara a él.
Terriermon: Psss… ¿por qué no les dijiste lo que en verdad pasó al final? – le dijo el digimon susurrando al oído.
Izuku: Yo… - balbuceaba el peliverde, trayendo a su memoria aquel recuerdo.
Flashback
Inserte Digimon Adventure OST #44 – Wonderland
Izuku: Mimi-san… - llamó el niño a ella, tomando aire entre la ronda de risas. - ¿Puedo… llamarte igual que como Takeru-kun le dice a Yamato-san? – terminó de preguntar el niño, luchando para mantener los ojos abiertos mientras miraba a Mimi en su burbuja.
Mimi: ¡Eso sería encantador, Izuku-kun! – le dijo la niña, ahora mirando al peliverde con su cara de felicidad.
Izuku: ¡De acuerdo, Mimi "oniichan"! – dijo el niño en voz alta, siendo precedido por un silencio inundado de las risas de los demás, producto del ataque de Monzaemon.
El niño peliverde escuchó a Mimi reír de un modo diferente, y escuchó al resto de humanos y digimons morir de risa.
Jo: Izuku-kun, ese término se usa sí tienes un hermano mayor. Debiste decirle "onessan". Jajaja… - reía el niño mayor, cubriéndose los ojos mientras reía.
Izuku: ¡Lo siento, Mimi-nessan! – gritó el niño todavía riéndose.
Mimi: ¡Ya verás cuando salgamos de aquí, Izu-niichan! – le dijo la niña riendo.
El niño no podía dejar de sentir la felicidad que le imbuían las burbujas de Monzaemon, pero en su mente, el niño ahora estaba muerto de miedo de lo que le haría la niña de sombrero vaquero.
Fin de flashback.
El digimon perro se hallaba parado sobre el pecho del humano derribado en el suelo, golpeándolo con las orejas para intentar sacarlo de su estado de terror.
Inserte Digimon Adventure OST #30 - I Wish (TV Size)
ULTIMA EDICIÓN: AGO 29 2023
FECHA DE PUBLICACIÓN: SEP 22 2023
Inserte Digimon Adventure OST #31 – Yokoku
HOLA A TODOS, OTRO CAPÍTULO MÁS DE ESTE AU DEL ESTUDIANTE MÁS PROBLEMÁTICO DE LA UA. EL EPISODIO DE HOY SE SOSTIENE CON LA IDEA DE QUE, EN EL FONDO, MIMI SIEMPRE TUVO DESEOS DE TENER UN HERMANITO, PERO EL CANON DICTABA QUE FUESE LA HIJA ÚNICA MÁS MIMADA DE LOS NIÑOS ELEGIDOS.
IZUKU, CON SU GRAN CAPACIDAD DE ANÁLISIS, ESTA DEDUCIENDO QUE LOS ENGRANES NEGROS SON RESPONSABLES DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO QUE VARIOS DIGIMONS ESTÁN TENIENDO. A SU VEZ, SE MUESTRA EL MOTIVO DE TERROR DEL CHICO DÍAS DESPUÉS ANTES DE LA BATALLA CONTRA ALPHAMON (CONTEXTO, LEAN MY DIGIMON ADVENTURE ACADEMIA TRI).
EN FIN, SOLO FALTA UN CAPÍTULO PARA INTRODUCIR LAS DIGIEVOLUCIONES DE NIVEL ADULTO QUE NO SON ANGEMON, EL MOMENTO DE TERRIERMON LLEGARÁ EN EL CAPÍTULO 8. SIENTO QUE ESE JUNTO AL CAP 7 (BAJO EDICIÓN) DE MDAAT SON EN LOS QUE MÁS ESFUERZO HE PUESTO PARA QUE SEAN COHERENTES Y NO SE SIENTAN APRESURADOS LOS EVENTOS. SE ACERCA UNA PAUSA EN LO QUE CONCRENTRO LOS CAPITULOS DONDE LOS DEMÁS NIÑOS SE SEPARARON, EL DE TAKERU Y EL FINAL DEL ARCO DE DEVIMON. DESPUÉS CREO, LAS ACTUALIZACIONES SERÁN CONFORME VAYA TERMIRMINANDO CADA ARCO.
HAGAN LO QUE HACÍAN TODOS ANTES EN INTERNET: DENLE LIKE, COMPARTAN Y SUSCRÍBANSE (TAMBIEN DENLE UNA MIRADA A MIS OTROS FICS, ALGUNOS ESTAN BAJO REVISIÓN GRAMATICAL).
ESTE FIC SE PUBLICA EN SIMULTÁNEO EN FANFICTION, WATTPAD Y AO3. EN LOS ÚLTIMOS DOS PUEDEN ENCONTRAR FANEDITS DE LOS CAPÍTULOS. LOS COMENTARIOS SON BIENVENIDOS, ASÍ COMO PM'S DE LAS TRES PLATAFORMAS, Y SI YA LOS MANDARON, ENVIEN UN RECORDATORIO... EL ANIME DISTRAE MUCHO. ESO... Y LA PRÓXIMA TEMPORADA DE ANIME ESTA ENCIMA.
