Disclaimer: Personajes Y Escenarios, Propiedad De J.K Rowling. Historia Mía.
El amanecer llegó al enorme castillo y mientras la luz empezaba a colarse por los ventanales, una joven comenzaba a despertar.
Mientras la consciencia volvía a ella, los recuerdos también regresaban;
Él
Todo lo que le hizo en ese lugar
Y estaba también lo ocurrido en el bosque prohibido
Sintió como empezó a faltarle el aire y casi al instante, como la forzaban a tomar un líquido. Luego de eso, sintió como todo su cuerpo se relajaba.
Lo último que escuchó antes de que sus ojos se cerraran nuevamente, fue una voz que reconocería siempre;
"Todo va a estar bien, Granger"
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POV DRACO
Me desperté por unos quejidos suaves. Al abrir los ojos y mirar directo a la cama, supe que era ella.
Fui directo a la mesa donde tenía las posiciones y tomé una que yo mismo había creado. Dicha poción era una variante de la de dormir sin sueños.
No era lo más conveniente, pero ella necesitaba descansar. Al verla así, no pude evitar hablarle mientras veía como sus ojos empezaban a cerrarse otra vez.
"Todo va a estar bien, Granger"
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Luego de eso, me encaminé a la puerta, caminé hasta llegar a nuestra sala común y me detuve un momento para poder observarla, anoche estaba más preocupado por Granger que por la decoración.
Una enorme alfombra cubría todo el suelo de la sala, un sillón grande donde cabría cuatro o cinco personas seguido de cuatro sillones individuales del color de la casa de cada uno, rodeaban una grande y bonita chimenea sobre la cual reposaba colgando de la pared el estandarte de Hogwarts. El león, la serpiente, el tejón y el águila.
Entre el sillón y la chimenea había una mesita de centro.
A mi derecha se encontraba una cocina bien equipada y a la par de dicha cocina había una mediana mesa circular color café con cuatro sillas. A mi parecer era un perfecto lugar para vivir este año.
Unos golpes suaves en la puerta de la entrada de la torre me sacaron de mis pensamientos, así que rápidamente me encaminé a abrir, apenas lo hice el sonido de un fuerte rayo me sorprendió, había olvidado que había insonorizado la torre antes de irme al baño por si las dudas.
— Buenos días profesora — me hice a un lado para que pudiera entrar
La mujer mayor se veía contrariada pero antes de poder decirle algo, ella suspiró y habló.
— ¿Ya despertó?
El joven negó, caminó hasta llegar al primer sofá individual de la sala y se sentó.
—Hace un rato lo intentó pero empezó a quedarse sin aire como si estuviera recordando lo que vivió, así que le di una pocion para que pudiera volver a dormir
Ahora fue el turno de la profesora de asentir.
—Venia a informarles que se cancelan las clases del día, por orden del director y que nos avise cuando despierte para que podamos hablar con ella.
El rubio asintió aún sin mirar a la profesora a la cara.
—También que ya revisamos, con la debida discreción, la mayoría del área desde el punto de aparición pero aún no logramos encontrar algo.
—Entiendo
Y de verdad lo hacía, era demasiado esperar que encontraran algo. Sería demasiada suerte que ese imbécil hubiera dejado algún detalle suelto.
Suspirando nuevamente, levantó el rostro y observó el rostro contrariado de su profesora, se levantó del sofá y caminó hasta ella.
— En cuanto despierte les avisaré y trate de estar tranquila, ella tendrá todo el apoyo que necesite y acepte. No se lo que le ocurrió a detalle pero estaré para ayudarla todo lo que ella me lo permita.
La mujer no pudo evitar sonreír levemente. Le sorprendía que precisamente este chico la estuviera ayudando así pero había algo que le tenía preocupada.
—Yo creo que deberiamos informarle a los amigos de la señorita Granger
Lo vió negar y empezar a hablar antes de que ella pudiera reclamarle algo.
—No sabemos si ella está dispuesta a que alguien más se entere, con ustedes fue necesario ya que de no hacerlo, probablemente alguna otra estudiante podría correr algún peligro pero no sé si ella quisiera que alguien más sepa lo que pasó. Quisiera permitirle tomar esa decisión cuando despierte, creo que al menos eso se merece.
La vio fruncir el entrecejo un momento pars luego suspirar y asentir y despedirse para después salir de ahí.
Vi la puerta cerrarse tras ella y caminé hacia las escaleras para subir al dormitorio cuando escuche el grito.
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Corrí escaleras arriba y al llegar abrí la puerta de golpe. Ahí estaba ella retorciéndose entre las sábanas y llorando en sueños. Me acerque, me senté a su lado y acaricie su cabello mientras le hablaba;
—Tranquila, todo estará bien, ese bastardo ya no te puede lastimar
Poco a poco la castaña se fue calmando y dejó de retorcerse. Me levanté, la cubrí mejor con la colcha y caminé a la ventana de la habitación. Moví un poco las cortinas para poder ver el cielo el cual estaba gris y se iluminaba con cada trueno.
—Te juro que nada malo volverá a pasarte, a partir de hoy te cuidare de todo y de todos
No sabía de dónde me había salido ese instinto protector por ella, pero desde que la encontré esa tarde bajo la lluvia, deprimida, llorando y sola, desde ese momento quise evitar que ella siguiera sufriendo.
Ahora lo que también tenía en mente era buscar a ese bastardo y matarlo, eso sería poco comparado con lo que el maldito se merecía.
Luego de que la luz del relámpago interrumpió mis pensamientos, cerré las cortinas, caminé hacia la puerta y tras mirarla por última vez, salí de ahí para bajar a la cocina a preparar café, en un rato debo despertarla y no sé cuál será su reacción.
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POV NORMAL
Tendría unos minutos que el rubio había salido cuando la chica se removió en la cama despertando de a poco.
Temía que al abrir los ojos todo volviera a estar oscuro y sintiese otra vez a ese sujetó sobre ella. Que volviera a estar encerrada en ese lugar. Sabía que él ya no estaba porque aún recordaba cuando despertó en el bosque. Como lloró mientras se vestía la poca ropa que le quedaba entera y como había sacado fuerza quien sabe de dónde para lograr caminar hasta el castillo.
Aún estaba consciente cuando vislumbró este y aun recordaba los fuertes brazos que la sostuvieron antes de perder el conocimiento y ese rico olor a menta.
Ese olor que mantenía en sus recuerdos desde ese día.
Lentamente abrió los ojos y se enderezó de a poco en la cama, lo último que recordaba era a él acariciando su cabello y diciéndole que todo estaría bien.
—Ya nada estará bien — ella suspiro para tratar de no volver a llorar
Se destapó y se levantó despacio, le dolía todo el cuerpo y evadiendo el preguntarse quién la cambió, se puso la bata y se dirigió a la puerta sin ver bien la habitación, ya sabía de quién era, pero necesitaba hablar con él y suplicarle por amor a Merlín que no dijera nada.
Al salir vio un cortó pasillo que supuso, la llevaría hasta donde estaba. Tras suspirar, empezó a caminar por este muy lentamente.
Al llegar a la que parecía la sala suspiró, estaba segura de seguir en el colegio, pero esa torre donde estaba no la conocía y la confundió más el encontrar el escudo del colegio colgado de la pared.
Caminó hasta el centro de esta y se sostuvo del respaldo de uno de los sofás cuando sintió que se quedaba sin fuerza.
Escuchó voces de lo que parecía ser la cocina y sosteniéndose de la pared, caminó hasta la pequeña puerta que la separaba de las demás personas. Estaba por entrar cuando un par de voces que no conocía, seguido de otra que conocía muy bien, comenzaron a hablar;
— ¿Que dijo Mcgonagall?
La voz le era algo familiar de no recordaba de quién era.
— Quería saber si ya había despertado y como seguía pero le dije que aún no.
Escuchar eso la hizo empezar a asustarse, ella quería evitar que los demás se enteraran. Pero antes de empezar a hiperventilar, la voz de una chica la distrajo
— Se que la ayudamos lo suficiente pero creo que talvez deberíamos de pedir llevarla a San Mungo.
—Seguro que Granger entiende y agradece su preocupación, pero no haré nada que ella no quiera y para saber lo que ella quiere, debo esperar a que despierte
La castaña suspiró, le agradecía a Malfoy el haber decidido eso. Lo que ella menos quería era que todos supieran lo que pasó. Aunque creía saber que Mcgonagall y por asociación, Dumbledore, ya lo sabían.
Estaba por tocar la puerta de madera que la separaba de los demás, cuando un dolor agudo en el estómago la hizo doblarse mientras se sostenía con ambas manos dicho lugar. En ese instante, la puerta se abrió y lo último que escucho la castaña antes de desmayarse fue su nombre ser gritado y como los mismos brazos de la última vez evitaban su caída.
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Él la cargó, le pidio algo de espacio a los otros, subió hasta su habitación y la recostó delicadamente sobre la cama.
Unos minutos después, ella recobró la conciencia y se atrevió a preguntar por su ubicación;
— ¿Dónde estoy? — preguntó con la mirada baja
—En la torre de premios anuales, en mi habitación — respondió el rubio aun de pie cerca de la cama
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POV DRACO
La observé, se notaba que ella quería preguntar algo más pero no sabía cómo hacerlo.
— Ellos lo saben —ella me miró con miedo —Hace un rato hablé con Mcgonagall, le dije que aún no despertabas pero que avisaría. Aunque hubiéramos querido, era necesario avisarles al menos a ellos al ser tu jefa de casa y el director — caminé hasta una silla cercana y me senté — Y era necesario también ya que te atendimos aquí por privacidad y Pomfrey no está en el castillo.
— ¿Por qué me ayudas? — ella mordió su labio inferior en un fatal intento por no llorar, cosa que no logró ya que varias lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas — ¿Por qué me ayudaste aquella vez?
Me levanté y sorprendiéndola, me senté a su lado y pasé un brazo por sobre sus hombros, pero sin tocarla, dándole a ella a elegir si acercarse a mi o no.
Note el miedo en sus ojos, pero aun así se acurrucó en mi pecho y cerró los ojos. Seguía llorando así que la pegué más a mí y deje que se desahogara
— No me gusta llorar frente a nadie, no me gusta que vean lo débil que soy — su voz sonó en un susurro roto y eso me dolió
— Llorar no es señal de debilidad. A veces la gente llora no porque sean débiles, sino porque llevan demasiado tiempo siendo fuertes
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Muy lindo este Draco verdad, él quiere cuidar de la castaña.
¿Creen que ella lo deje?
