Capítulo XXV:


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MIENTRAS LLORAS

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Bienvenido al infierno, hijo de perra.

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Pequeña―

Sakura sonrió entre las lágrimas al oírlo llamarla así. Como le gustaba la forma en que el hermano mayor de Sasuke la llamaba y la trataba. Aunque a veces quisiera que fuera Sasuke quien la tratara así.

―¿Qué te paso?― Le preguntó arrodillándose a su lado y Sakura apretó los labios aguantando el llanto.

Desvió los ojos a la rodilla desnuda de la pelirrosa y observó el raspón del cual brotaban unas hilillos de sangre.

―Me caí― Lloro ―Y Naruto y Sasuke me ignoraron ― Chillo formando un puchero en sus labios.

Itachi largo una carcajada y volteó a ver a su pequeño hermano jugando a la pelota con Naruto en el medio del jardín de su casa.

―Vamos― Susurró tomándola entre sus brazos para levantarla del suelo y para tener ocho años de edad Sakura se veía mucho más grande o quizás era Itachi que la veía así para sentirla más cercana a su edad, después de todo solo se llevaban dos años ―Mamá te curará la herida―

Sakura asintió y dejo que Itachi pasara sus brazos por su cintura ayudándola a caminar sobre la pierna sana hasta el interior de la casa.

―Itachi― Lo llamo.

El pelinegro volteó a verla, tenía el cabello revuelto, las mejillas sonrojadas y los ojos llorosos. Jamás había visto unos ojos tan verdes y hermosos en su vida.

―Gracias―

―Yo siempre te cuido, pequeña―

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Cuando Itachi despertó lo primero que vio fueron esos ojos verdes.

Sakura sonrió.

―Bienvenido― Lo saludo.

Intento moverse pero tenía las manos esposadas a cada lado de su cuerpo en aquella camilla, observó a su alrededor aún medio mareado, estaba en el cuarto de un hospital, el aroma a alcohol se impregnó en su nariz, llevaba una bata holgada color blanca, la cobija azul lo tapaba hasta la mitad de su abdomen, el sonido de la máquina que monitoreaba sus signos vitales perforó sus oídos.

―¿Estás bien? Itachi― Dijo divertida aún parada en los pies de la cama.

La observó con odio y la vio tomar el control de la cama, apretó el botón de subir y la parte superior de la cama se elevo hasta que acabo sentado. Sakura saco una jeringa del bolsillo de su chaqueta de jean.

―¿Qué crees que haces? ― La reto y tiro tan fuerte de sus manos que sintió el frío metal de las esposas clavarse en la piel de sus muñecas.

Sakura largó una risita baja.

―Te vas a lastimar― Comentó aproximándose a él ―Izumi esta bien por si quieres saberlo― Dijo clavando sus ojos en él.

―Que alivio― Ironizó.

―Sasuke se recupera― Hablo más seria.

Saco su móvil del bolsillo y le enseño aquel video que habían grabado en casa de Sasori, Itachi bufo observando la pantalla frente a él.

―Púdrete― La insulto entre dientes ―¿Crees que te tengo miedo? Pequeña― Sakura guardo el móvil en su bolsillo y jugo con la jeringa llena de un líquido amarillento entre sus dedos ―Mi tío me liberará de todo, como lo hizo con Pain―

―Quizás si― Susurro ―O quizás no― Se burlo.

Se aproximo hasta la sonda que conectaba el suero colgado al lado derecho de la cama a la vía incrustada en el dorso de la mano del chico.

―¿Qué haces? ― Chillo ―Detente― Le ordeno a los gritos ―Debe haber un policía afuera. Si estoy esposado es porque me detuvieron― Razono y escucho el sonido del capuchón de la jeringa al chocar contra el suelo cuando Sakura la destapo.

―Si, es verdad― Murmuro ―El capitán Yamato― Le informó inclinándose sobre él y rozando su brazo desnudo con su pecho.

―¡Policía!― Grito desesperado.

―Es el mejor subordinado de Kakashi― Dijo divertida e Itachi sabia que nadie iba a interrumpirlos ―¿Sabes lo que es la castración química?― Le preguntó acercando la aguja a la vía.

Itachi palideció tirando de sus manos con fuerza en un vano intento de liberarse.

―Maldita perra loca― La insultó ―Detente―

―Detente. Detente― Se burlo ―Yo también les pedí que se detuvieran y ¿Sabes algo?― Murmuró apretando los dientes con furia ―Ninguno se detuvo―

Clavo la aguja en la vía e inyecto el liquido. Itachi lo vio bajar despacito mezclándose con el suero hasta llegar a la vía conectada al dorso de su mano y atravesar sus venas.

―Estas loca― Chillo ―Voy a matarte― La amenazo a los gritos.

Ella largó una carcajada y paso la yema de sus dedos por el brazo desnudo del chico.

―Ay, Itachi― Se burlo ―Es solo un calmante― Anuncio, se agacho a tomar el capuchón de la jeringa del suelo y la tapo ―La castración te la hizo mi madre mientras te operaron― Se burlo dando unos pasos hacia la cama y quedo tan cerca que el Uchiha pudo sentir ese aroma a cerezas impregnar el ambiente ―Fue la enfermera que asistió a Tsunade― Explico ―¿No te has preguntado porque aún no te has excitado al tenerme tan cerca?― Le preguntó inocente y volvió a acariciar su brazo despacito con la yema de sus dedos.

Itachi bufo furioso y la miro con un inmenso odio, recién ahí lo noto, Sakura llevaba unas zapatillas blancas, unas leggins negras muy pegadas a sus piernas, la holgada remera blanca y no llevaba sostén. Cuando se inclinó sobre él noto sus pezones duros traslucir por la tela, la chaqueta de jean desprendida dejaba ver el frente de su cuerpo. Creyó que era por la rabia y el odio que sentía que su cuerpo no había respondido al estar tan cerca de ella pero no.

Era que ya no sentía excitación por nada.

―Maldita―

El lívido le había bajado a cero. Sakura sonrió acariciando su mejilla y se acercó tanto que rozo su nariz con la suya.

―Bienvenido al infierno, hijo de perra―

Los ojos le empezaron a pesar y la vista se le desenfoco. Lo último que vio antes de caer dormido en esa camilla fueron esos ojos verdes.

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El video se viralizo.

Obviamente, una confesión grabada de forma clandestina no fue aceptada en el juicio pero fue suficiente para iniciar una investigación en contra de Madara Uchiha y re abrir los casos de Konan Haruno y Pain Uzumaki.

Madara Uchiha fue separado de su cargo, Kakashi Hatake fue nombrado capitán de la policía de forma interina.

El juicio inicio.

―Sakura ¿Puedes relatar lo que recuerdas de esa noche?―

Itachi Uchiha fue declarado culpable por violación a Sakura Haruno y por el homicidio en primer grado de Pain Uzumaki y Konan Haruno. Las drogas suministradas a esta última fueron encontradas en la habitación de Itachi y en el sistema de Izumi después de casi ser asesinada aquella noche. Se le declaró culpable de violación, posesión de drogas, dos cargos de homicidio, un cargo de intento de homicidio y fue condenado de diez a doce años de prisión con posible reducción por buena conducta.

La versión de Rin sobre el homicidio de Pain fue finalmente secundada por Sasori y Deidara quienes llegaron a un acuerdo con Kakashi y fueron declarados culpables por abuso sexual a dos años de prisión siendo liberados por buena conducta a los catorce meses.

Hidan fue declarado culpable por violación y homicidio en segundo grado de cinco a ocho años también con posible reducción de pena por buena conducta.

En cuanto a Naruko Uzumaki no fue declarada culpable de ningún cargo, no hubo pruebas suficientes que sustentaran que había participado en la violación en grupo a Sakura, excepto breves mensajes con Itachi encontrados en su móvil que no sirvieron para enjuiciarla pero si para expulsarla del Colegio por posesión de drogas. Naruto no volvió a dirigirle la palabra y Jiraiya opto por enviarla a finalizar el último semestre escolar a un internado de señoritas a la ciudad vecina; Amegakure.

Luego del juicio fue la primer noche que Sakura logró dormir en paz.

―Que descanses, cielo

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―¿Cómo estas? ―

Sakura suspiro profundo y apretó sus brazos entorno a sus piernas, Rin se sentó junto a ella en la escalerita de madera que adornaba el exterior de la casa.

―Bien, supongo― Murmuró y le sonrió.

La castaña le alcanzó la taza de café y paso su brazo derecho por los hombros de su hermana menor acercándola a ella.

―Ya acabo, Sakura―

La pelirrosa apretó la taza entre sus manos sintiendo el calorcito entre sus dedos. Hacía tanto frío esa tarde. El coche de Kakashi llegó a los diez minutos, ambas lo vieron bajar elegantemente del mismo y aproximarse a ellas. Sakura sonrió al notar el sonrojo en el rostro de su hermana mayor.

―Buenas tardes― Saludo amable y le tendió a Sakura aquel sobre color beige.

―Kakashi― Susurro Rin con una sonrisa.

La pelirrosa dejo la taza de café a su lado y lo tomo de prisa. Las manos le temblaron al sacar aquella pulcra hoja blanca y leer la sentencia de Itachi Uchiha escrita en perfecta letra de computadora, al final la firma del juez.

Kakashi le sonrió.

―Te dije que nunca íbamos a dejarlo por la paz―

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Hikari Haruno jamás podría enojarse con sus hijas, sobre todo con Sakura porque no solo era la más parecida a ella físicamente, mismo color de ojos, mismo color de cabello sino que era igual de hermética que ella porque Hikari Haruno al igual que su hija guardaba muchos secretos.

Hikari jamás les contó a sus hijas que el verdadero amor de su vida fue el padre de Rin, que era un hombre casado mayor que ella por quince años. Tampoco les contó que la razón por la cual no le gustaba Pain Uzumaki para su hija Konan era porque le hacía recordar al padre de esta. Un guitarrista rebelde, alcohólico y pasado de cocaína que se la cogió un par de veces en su camerino luego de tocar en los bares de Konoha y que la abandono dos meses después cuando su banda siguió la gira a otra ciudad.

Tampoco les comento que el amor de su vida había logrado divorciarse, había regresado con la intención de casarse con ella y hacerse cargo de sus tres hijas -Rin, Konan y Sakura- pero murió cuando quedó embarazada de Matsuri sin poder darle su apellido a ninguna.

Pero el secreto más grande que guardaba era que el padre de Sakura era un ex convicto del cual se enamoro locamente y acabo embarazada en una de sus visitas conyugales a prisión.

―Hikari―

La pelirrosa lo miro a través del vidrio que los separaban y apretó aquel teléfono negro que les permitía comunicarse. Clavo sus ojos en aquel hombre de unos cincuenta años, las arrugas se marcaban en su frente y bajo sus ojos, tenía la piel bronceada, el cabello negro y los ojos marrones. Sakura no había heredado nada de él.

―Ishida ―

Excepto su capacidad de meterse en problemas.

―Alguien le hizo daño a nuestra niña― Hablo seria apretando el teléfono de plástico contra su oído ―Y llega este lunes a prisión―

El hombre sonrió de lado.

―Yo me encargo―

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Cuando a Sasuke le dieron el alta fue Naruto quien estuvo en la puerta del hospital para llevarlo a su casa. Se sintió bastante solo cuando ingreso a la enorme mansión y no vio ni a su hermano, ni a su tío.

―¿Me puedo quedar si quieres?― Habló el Uzumaki dejando el bolso del pelinegro sobre el sillón de la sala.

Sasuke camino despacito hasta el mismo y se tiro sobre los almohadones, un leve quejido escapo de sus labios cuando se sentó.

―No es necesario―

A Naruto lo embargo una profunda lastima al verlo solo y lastimado, se sentó a su lado y respiro profundo.

―Ella te extraña― Susurró rompiendo el silencio, Sasuke se tenso a su lado pero no pronunció una palabra ―Deberías hablar con ella―

―Sakura me odia― Afirmo caris bajo ―Ya deja de tenerme lastima, idiota― Hablo serio ―Y lárgate de mi casa―

Naruto largo una carcajada.

―Vámonos― Comentó levantándose del sillón, Sasuke lo miro confundido ―Yo también estoy solo en casa. Naruko ya se marcho al internado― Informó.

Sasuke se tenso al oír su nombre.

―No puedo creer aun que nuestros hermanos hayan planeado hacerle algo así― Hablo en voz baja ―Nos conocemos desde niños―

Naruto asintió.

―Pero esta es mi casa y debo quedarme aquí― Informo Sasuke sin voltear a verlo.

La puerta se abrió en ese momento y Madara ingreso a la casa, dejó las llaves en la vasija junto a la puerta y se aproximó a ambos adolescentes.

―Olvide que hoy te daban el alta― Murmuro y Naruto apretó los puños furioso ―¿Estás mejor? ―

―Esta vivo y no gracias a Ud.― Grito el rubio.

―Naruto― Lo reto el pelinegro.

―No, Sasuke― Hablo el Uzumaki ―¿Cómo pudo encubrir el asesinato de mi hermano? Ud. Basura― Lo insulto.

Madara largo una carcajada, ya bastante tenía con que su sobrino mayor estuviera preso y a él lo hubieran destituido de su cargo como para soportar a ese mocoso.

―Lárgate, niño―

Naruto lo miro furioso cuando lo vio avanzar al mini bar y servirse un vaso de wiski. Madara bebió un gran trago y se sentó frente a ellos saboreando el líquido alcohólico en la boca.

―Sasuke, vámonos― El pelinegro estaba por negarse cuando Naruto lo tomo del brazo con fuerza y lo levanto del sillón ―Este no es tu hogar―

―Es el único que tiene― Se burlo el adulto presente.

―Sasuke― Lo miro suplicante el rubio ―Por favor, vámonos― Le rogo Naruto.

Sasuke suspiro y clavo sus ojos en su tío.

―Este no es mi hogar y tu no eres mi familia―

Lo siguiente que sintió el Uchiha mayor fue el portazo que pegaron ambos chicos al marcharse de la casa. Sasuke condujo en silencio hasta la casa del Uzumaki y cuando llegaron Jiraiya ya los esperaba con la cena. Naruto sonrió dejando el bolso de Sasuke en el sillón e ingreso a la cocina seguido del Uchiha.

―Bienvenido, Sasuke― Lo saludo Jiraiya dejando un tercer plato en la mesa.

Sasuke lo agradeció en silencio sentándose a comer con ellos. Por primera vez desde la muerte de sus padres se sintió en un hogar.

―Gracias, Naruto―

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No crean que Naruko no tendra castigo.

Que creen que le depare el futuro a nuestra rubia desquiciada?

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