Todos aman a alguien

Everybody loves somebody sometime
Everybody falls in love somehow
Something in your kiss just told me
My sometime is now.

Everybody finds somebody someplace
There's no telling where love may appear
Something in my heart keeps saying
My someplace is here.

"Everybody Loves Somebody" escrita por Sam Coslow y Irving Taylor. Interpretada por Dean Martin.

No saben cuántas ganas tenía de hacer este capítulo. Espero que lo disfruten.


La primera mañana juntos, fue mágica. El alba encontró a Tanjiro y Shinobu acurrucados uno contra el otro. La posibilidad de una vida en que todas las mañanas pudieran ser así, llenó a los dos amantes de felicidad.

Se fueron a desayunar todos juntos. Luego de comer, Suma se retiró de regreso a su casa, prometiendo guardar el secreto del compromiso de Tanjiro y Shinobu. Después de eso los tórtolos se fueron al consultorio de Shinobu, para poder hacerle una evaluación médica a Tanjiro.

Terminado su examen, Shinobu envió la carta a la central del cuerpo de cazadores, notificando que Tanjiro estaba listo para retomar sus labores como cazador.

―Probablemente solo tengamos algunas horas antes de que te asignen una misión― dijo Shinobu.

―¿Qué quieres hacer hasta entonces?―

La doctora no respondió. Tomo a Tanjiro de la mano y lo hizo seguirla hasta el patio, directos al kiosco.

―¿Te gustaría recostarte en mis piernas?― ofreció Shinobu.

―¿P-puedo?― inquirió un muy sonrojado Tanjiro.

―De hecho, eres el único que puede, rayo de Sol― dijo Shinobu, invitando a Tanjiro a recostarse, dándose palmadas sobre los muslos.

Tanjiro se recostó al lado de Shinobu, dejando su cabeza reposar sobre las piernas de ella.

―¿Cómodo?―

―Totalmente―

Shinobu no tardó en ponerse a acariciar la cabeza de Tanjiro, peinando con sus dedos el alborotado cabello del muchacho. Tanjiro se relajó por completo bajo los cuidados de su prometida. Shinobu sonrió al ver la serena expresión de su amado, para luego voltear su vista al cielo.

Querida hermana… Por primera vez desde que te fuiste, soy muy feliz.

Shinobu no se equivocó al decir que no tardarían en darle una nueva misión a Tanjiro. Lo que no anticipó fue la aprensión que sentiría al verlo alistarse para salir.

Lo había visto marchar docenas de veces, pero esta era la primera vez en que lo despediría no solo como su doctora, sino como su amante y prometida.

Tanjiro también se sentía de alguna manera ansioso. Pero de una forma completamente diferente. La Finca ya no era solamente el lugar al que regresarían para recuperarse y descansar.

―Se siente muy diferente―

―¿Qué cosa?―

―Irnos de cacería― aclaró, mirando hacia las puertas de la casa ―Se siente diferente dejar este lugar. Ahora ya no es solo un hospital que pertenece a una amiga― Tanjiro se volteó hacia Shinobu ―Ahora es mi hogar, donde también viven mi hermoso rayo de Luna y sus hermanas. Mi familia―

Shinobu se conmovió y sonrojó con las palabras de su amado.

―Por eso, esta vez no me voy con la esperanza de volver. Hoy me voy con la promesa de regresar a toda costa―

Shinobu suspiró encantada con las palabras de Tanjiro. Agradecida de que sin saberlo, el muchacho calmara todas las inquietudes que ella tenía y no se había atrevido a pronunciar.

―Exactamente. Pase lo que pase, debes volver a casa― dijo ella, acercándose a él para darle su beso de despedida.

Tanjiro se agachó un poco para el encuentro con su prometida. Shinobu lo tomó por los hombros y cerró los ojos a espera de que él cortara el resto de la distancia.

Su beso fue suave y tierno, pero desbordante de amor. Una promesa silenciosa de que aquella despedida solo sería temporal y muy pronto volverían a estar juntos.

―Ten mucho cuidado― musitó ella una vez que se separaron.

―Lo tendré. No te preocupes―

―Siempre dices eso, pero cada que regresas es como si un rebaño de vacas te hubiera usado de alfombra― dijo la sarcástica Aoi.

Tanjiro so supo fingir demencia.

Se dieron un par de besos más y palabras de aliento, hasta que por fin se despidieron. No sea que a Zenitsu se fuese a quedar calvo de envidia de tanto ver a la feliz pareja demostrarse su amor.

―Por un momento pensé que tendríamos que separarlos―

―Perdón. ¿Fue demasiado?― se disculpó Shinobu, aunque no lamentaba nada.

―Considerando que estás perdidamente enamorada, yo diría que no. Pero ahora a trabajar. Tengo varias ideas para tu tratamiento― exclamó con autoridad, dándose vuelta de regreso a la casa.

―Si, por supuesto― dijo Shinobu, siguiendo a la enfermera y preguntándose en qué momento Aoi se volvió la jefa del hogar.

Más tarde ese día, llegaron a la finca algunos cazadores heridos. Ninguno con heridas demasiado graves afortunadamente. Shinobu dio gracias que su rayo de Sol no estuviera entre ellos. Si bien lo quería de regreso en casa lo antes posible, preferiría que no llegase echo girones.

Al día siguiente, Shinobu se encontraba cambiando los vendajes de los cazadores heridos cuando llegó a la finca un cuervo.

―¡Caw! ¡Mensaje para la Pilar Insecto de parte del cazador Tanjiro Kamado!―

Shinobu requirió de todo su auto control para no salir corriendo a leer la carta y dejar caer la pierna herida de su paciente en el proceso.

―Está bien. Yo terminó aquí― dijo Aoi.

―¡Gracias!―

Shinobu nunca había despojado a un cuervo mensajero de su mensaje con tanta emoción. Desdobló la nota a toda prisa y comenzó a leer.

"Para mi hermosa rayo de Luna.

Espero que esta carta te encuentre bien.

Los chicos y yo logramos vencer al demonio. No era muy fuerte, pero su habilidad nos hizo las cosas algo difíciles. Tenía el poder de crear ilusiones y hacer las cosas invisibles, por lo que no parábamos de estrellarnos en contra de árboles y paredes, o tropezarnos con ramas y piedras. Tuvimos que depender del oído de Zenitsu. Inosuke no para de presumir que él fue quien decapitó al demonio.

Ninguno sostuvo heridas significativas. Así que probablemente hoy nos den una nueva misión.

No sé cuando podré verte de nuevo, pero no dejo de pensar en ti ni un instante. Volveré tan pronto como sea posible, no lo dudes.

Con todo mi amor, Tanjiro."

Shinobu suspiró. Tomó la carta con ambas manos y la apretó contra su pecho, sintiéndose bendecida y soñada.

¿Cómo pudo sobrevivir tanto tiempo privada de semejante felicidad?

Se fue a su habitación en busca de un cofre o algo en que poder empezar a resguardar las cartas que Tanjiro le enviase a partir de ese momento.

Después se armó con papel, pluma y tinta para empezar a escribir su carta.

"Para mi amado rayo de Sol.

Me llena de alegría y alivio saber que estás bien. Y que igual que tú, todo tu equipo está a salvo.

Yo también pienso en ti en todo momento. Mis oraciones son para que regreses sano y salvo a casa. Y para que yo pueda estar de vuelta entre tus brazos, donde pertenezco.

Aoi y yo ya hemos preparado un tratamiento para purificar mi organismo del veneno. Aunque no podré iniciar del todo inmediatamente. Ya que algunas de las planas que necesito tendrán que ser importadas del extranjero. Pero no te preocupes. Aunque aún no tenga todos los medicamentos, ya he dejado de ingerir veneno y empezaré a tratarme con los fármacos de los que dispongo.

Cuídate mucho y no dejes de escribir.

Saludos a mi cuñada y los muchachos.

Eternamente tuya, Shinobu."

Shinobu sonrió para sus adentros mirando al cielo, luego de mandar de regreso al cuervo con su carta.

―¿Puedes creerlo, hermana? Estoy intercambiando cartas de amor con mi prometido― exclamó a los cielos, soltando después una risilla traviesa.

―El amor en verdad tiene el poder de sanar todas las heridas―

De esa forma se pasaron los días, hasta que llegó la noche de la reunión de los Pilares en la casa del Patrón.

Tras la derrota de dos Lunas Menguantes y cuatro Lunas Superiores, la actividad de los demonios parecía estarse desplazando hacia zonas urbanas, cuando siempre se habían concentrado en zonas rurales. De momento no era posible determinar a ciencia cierta cuáles eran los motivos de estos cambios ni su función.

Sin embargo, las recientes derrotas de tantas Lunas en un lapso de tiempo tan corto completamente sin precedente, hacía que en toda la organización creciera un sentimiento de valentía y esperanza.

Por primera vez en siglos, la victoria parecía estarse acercando.

Si los ataques en zonas urbanas eran el resultado de Muzan y sus esbirros cayendo en desesperación, no faltaría mucho tiempo para que finalmente comenta un error que los cazadores puedan aprovechar para acorralarlo y ponerle fin de una vez por todas.

―Todos los cazadores que veo parecen estar más motivados que nunca. Entre ellos se habla de que la caída de Muzan por fin se acerca― dijo Mitsuri con esperanza.

―No se equivocan. Pero si el enemigo está sintiendo la presión, no debemos bajar la guardia― respondió Obanai.

―Es verdad. Estas últimas victorias han sido una bendición. Por eso hoy como nunca antes, debemos permanecer vigilantes― dijo Gyomei.

―Todos han hecho un trabajo espléndido, hijos míos― dijo Ubayashiki, lleno de orgullo ―Su trabajo y el de todos los cazadores está dando frutos. Quisiera poder decirles que se merecen un descanso, pero como ustedes mismos han dicho, es preciso que continúen con su ardua labor―

―No se preocupe patrón. Tendremos mucho tiempo para descansar cuando estemos muertos― respondió Sanemi.

―Todos nosotros, querido Sanemi. Pero no hay que apresurarnos. Y me gustaría terminar esta reunión con una nota alegre. Shinobu, querida. ¿No tienes algo que compartir con nosotros?―

Shinobu se sorprendió al escuchar la pregunta. Ciertamente había acudido a la reunión con intenciones de revelar su compromiso con Tanjiro. Pero nunca se esperó que el patrón la pondría en evidencia de esa forma.

¿Cómo lo supo? Tanjiro y yo acordamos no decirle a nadie.

―Claro que si no estás lista, me disculpo por ponerte en una posición comprometedora―

―No, no es eso patrón. Es solo que, no esperaba que usted ya estuviera enterado―

―Kocho ¿A qué se refiere el patrón?― preguntó Obanai.

La pilar Insecto no respondió inmediatamente, en su lugar, dejó que un rubor rojo le coloreara las mejillas. Al ver lo que estaba pasando a Sanemi casi se le salen los ojos.

No. Me. Jodas. Lo logró… Ese pelirrojo hijo de perra lo logró...

―Habla Shinobu. No nos dejen en suspenso― demandó Tengen.

―Muy bien. Pero antes de confesar… ¿Patrón, me podría decir cómo se enteró?―

Mientras hacía su pregunta, Shinobu giró su vista hacia Mitsuri, quien al reconocer la acusadora mirada de la doctora sintió que se le helaba la sangre.

―¡Shinobu no me mires así!― gritó muerta de miedo, para luego correr a ocultarse detrás de su maestro ―¡Yo te lo juro que yo no fui!, ¡Soy inocente!―

―Tiene razón. Fui yo quien le contó al patrón― dijo Kyojuro, saliendo a la defensa de su aprendiz.

―¿¡Tú Kyojuro?!― dijo Shinobu, con asombro.

―¡Oigan no es justo!, ¡Dejen de hablar entre ustedes y ya cuéntenos que está pasando!― reclamó Tengen, que no estaba nada complacido de estar fuera de la burbuja los otros tres pilares y el patrón.

―Está, bien, está bien. Ehem. Me hicieron una propuesta de matrimonio y he decidido aceptar. Me casaré con Tanjiro Kamado―

Se hizo el silencio durante unos instantes en la habitación, y Shinobu tuvo temor de que sería juzgada por sus semejantes, pero sus dudas fueron rápidamente aliviadas por el alegre grito de parte del segundo maestro de Tanjiro.

―¡SÍ SEÑOR!― gritó Tengen, para luego aplaudir en celebración.

El patrón, Mitsuri, Kyojuro y, sorpresivamente, Sanemi se unieron a los aplausos.

―¡Venga esa mano Kyojuro! ¡Nuestro muchacho conquistó una pilar!, ¡¿Somos buenos maestros o qué?!― felicitó Tengen al primer maestro de Tanjiro.

―¡Tú lo haz dicho, mi estimado Tengen!― respondió con entusiasmo, estrechando la mano del pilar del Sonido. Luego se volvió a felicitar a la pilar Insecto ―Que en tu futuro y el del joven Kamado solo haya días llenos de felicidad, Shinobu―

―Que día más dichoso. Muchas felicidades Shinobu. Rezaré con mucha dedicación para que tu matrimonio con Tanjiro sea uno lleno de dicha y amor― dijo Gyomei, con ríos de lágrimas de felicidad cayendo de sus ojos.

―Muchas felicidades, Kocho― dijo Sanemi.

Obanai no estaba de lo más convencido. En su opinión, Shinobu estaba muy por encima de la liga de Tanjiro. Pero viendo que Mitsuri estaba muy feliz con la noticia, decidió que no le haría daño mostrar un poco de cortesía.

―Mis felicitaciones, Kocho―

―Oigan, esperen…― dijo Muichiro, que junto a Giyu fue el único en no reaccionar a la noticia de forma efusiva ―¿Tanjiro ya tiene edad para casarse?―

Todas las miradas se voltearon en dirección al pilar de la Niebla, excepto Shinobu que se encogió de hombros.

―¿Y qué no Shinobu es mayor que Tanjiro? Creía que los hombres solo se casan con mujeres más jóvenes que ellos mismos―

Eso último sí le consiguió la mirada de Shinobu. Advirtiendo del peligro en que el risueño joven se estaba metiendo con esos comentarios, Mitsuri se apresuró a desviar la conversación.

―¡Hay Muichiro, esos son solo cuentos tradicionalistas! El amor no sabe de edades―

―Mitsuri tiene toda la razón― añadió Tengen ―Creo que Tanjiro y Shinobu hacen una perfecta combinación. La respetada Pilar Insecto y el prodigioso novato de fuego. ¡Un romance de lo más extravagante! ¡Me encanta!―

―Yo mismo era un poco más joven que Tanjiro cuando me casé. Si ambos se aman, nada más importa― dijo Ubayashiki.

―Mmm, ya comprendo. En ese caso, también espero que tú y Tanjiro sean muy felices, Kocho―

Aunque a Shinobu le habían ofendido los comentarios de Muichiro, sabía que no lo dijo con mala intención. Simplemente era su manera de ser.

―Está bien, Tokito. No te preocupes. Muchas gracias por tu apoyo. Muchas gracias a todos―

―No todos― dijo Sanemi, para luego voltearse hacia el pilar del Agua ―Tomioka, estás muy callado. ¿Qué acaso no planeas felicitar a la novia de tu kouhai?―

Giyu, con su estoica expresión de siempre, se mantuvo en silencio. Y Shinobu decidió aprovechar para hacer una broma a sus expensas, como siempre.

―¿Qué ocurre Tomioka?, ¿Acaso estás triste porque perdiste en el juego del amor contra tu propio kouhai?―

Giyu respondió en su voz monotónica de siempre ―No, no es eso. Simplemente que la situación me parece un poco extraña―

Si los comentarios de Muichiro habían alterado el ambiente de la habitación, lo dicho por Giyu fue como hacer que al termostato dar un giro de mil ochenta grados.

―¿Perdón?―

―Dijiste que fue Tanjiro quien te hizo la propuesta de matrimonio. ¿Correcto?―

―Sí―

―¿Qué sucede Tomioka, acaso dudas de las palabras de Shinobu?― inquirió Kyojuro.

―No digo que esté mintiendo. Pero por más que lo pienso no me parece que formen una buena pareja. Es más, ni siquiera me imagino por qué un hombre como Tanjiro se fijaría en una mujer como Kocho―

Ni Kyojuro ni nadie se esperaba esa respuesta. Menos aquellos en la habitación que sabían que Tomioka estaba poniendo la vida en riesgo con cada palabra que salía de su boca.

Cielos, Tomioka… Estoy a favor de la honestidad, pero hay un tiempo y lugar para todo.

¡¿Qué le pasas a esté imbécil?!, ¡¿Qué tiene muchas ganas de morir?!

¡Y yo que pensé que morir peleando con una Luna superior sería una forma extravagante de estirar la pata! Tu de verdad me superaste Tomioka.

Oh, qué tristeza. Al parecer esta feliz noche tendrá un final muy trágico.

―¡T-T-Tomioka, eso es muy grosero de tu parte! ¡Discúlpate ya mismo!― gritó Mitsuri, en nombre de su amiga y su amor por Tanjiro.

Tomioka miró confundido a la pilar del Amor, sin entendiera por qué estaba tan indignada.

―M-Mitsuri tiene razón, Tomioka. Esa es una opinión muy impropia― dijo Obanai, dando la razón a Mitsuri, como siempre.

―Solo estoy siendo honesto. ¿De verdad a nadie más le parece raro que un hombre tan amable, honesto y cándido como Tanjiro se vaya a casar con una mujer tan brabucona e insufrible como Shinobu?―

Si estuvieran en una caricatura, en ese momento a cinco de las personas dentro de la habitación se les habría caído la quijada hasta golpear el suelo. Incluido Ubayashiki, quien por primera vez en mucho tiempo no tenía la menor idea de qué decir.

Shinobu jamás había sentido tantas ganas de matar a un ser humano como ese momento. Había tantas venas hinchadas sobre la piel, que su cara parecía un aguacate pasado.

―¿Es idea mía o está empezando a hacer calor?― preguntó Muichiro, quien como Tomioka, era el único que no advertía el peligro de muerte que asechaba al pilar del Agua.

―Tomioka, creo que te estás pasando de la raya―

―Kyojuro, tú como maestro de Tanjiro, ¿Acaso no deseas que tenga una buena esposa?―

―¿Y qué hay de malo con Shinobu? Es una mujer inteligente, formidable y hermosa. Cualquier hombre que se case con ella debería sentirse bendecido―

―Quizás, pero francamente creo que a Tanjiro le vendría mejor una esposa como Mitsuri―

Obanai estaba a punto de protestar a la sugerencia de Giyu, pero la propia Mitsuri tenía algo que decir.

―¡Tomioka a mi no me metas! ¡No sé tú pero yo no quiero morir joven y sin haber amado!―

Tan pronto como exclamó su protesta, Mitsuri se dio cuenta que eso también podría ofender a Shinobu. Pero antes de que pudiera seguir atándose la soga al cuello con otra imprudente declaración, Kyojuro amablemente le cubrió la boca con una mano.

―Insisto, aquí está haciendo calor― dijo Muichiro, quien empezó a agitar su túnica para ventilarse el pecho ―¿No eres tú Rengoku o sí?―

Nadie se atrevió a responder a la pregunta del pilar de la Niebla. El único ruido que se escuchaba en la habitación era el de pequeños escapes de aire, que no era otra cosa que Sanemi y Tengen tratando de contener las carcajadas inducidas por los insultos de Giyu, quien todavía no se daba por enterado de que estaba a punto de morir a manos de Shinobu.

¡No te rías, Tengen! ¡Eres muy joven para morir, y tienes tres esposas esperándote en casa! ¡Debes luchar! ¡Debes luchar!... ¡Debes luchar!... ¡CARAJO, PERDÍ!

Decidido a salvar su pellejo de la ira de Shinobu, Tengen le dio un empujón en el hombro a Sanemi, que estaba al frente de él, haciendo que el pilar del Viento perdiera la concentración y soltara sus risas contenidas.

―¡PFFFF! ¡Hahahahaha! ¡Uzui, eres un desgraciado!― gritó Sanemi, arrojándose sobre Tengen, con intenciones de estrangularlo.

―¡Lo siento! ¡Hahaha! ¡Pero yo tengo tres esposas esperándome en casa!―

―¡¿Yo que culpa tengo, fenómeno de circo?!―

―¿Sabes qué es lo peor del caso? ¡Qué esta es la segunda reunión más extravagante que jamás hemos tenido! ¡Hahahaha!―

―No entiendo de qué se están riendo―

―¡Y no te va a hacer falta cuando estés muerto, imbécil!― le contestó Sanemi, quien en ese momento había perdido todo su respeto por Giyu.

Quizás lo más increíble de la situación era que hasta el momento Shinobu no había dicho nada, ni reaccionado a ninguna de las críticas de Giyu.

Ubayashiki seguía sin tener idea de qué hacer o decir. Por un lado le conmovía ver a sus hijos tan expresivos y llenos de vida. Por el otro… bueno, por el otro le dolía en el alma la idea de que se maten entre ellos.

Ahora lo primordial, era tratar de poner a Giyu a salvo.

―Giyu, hijo mío, creo que es mejor que te retires. Nos vemos después―

Al recordar que el patrón estaba con ellos, Sanemi y Tengen dejaron de forcejear.

―¿Solo yo, patrón?―

―Eh… S-sí. Es que hay algo que debo confirmar con el resto de los pilares―

―Entendido, hasta luego patrón―

―Disculpe patrón, yo también tengo que retirarme ya. Dejé unas cosas en mi laboratorio― dijo Shinobu, alzando la mano.

―B-bueno Shinobu, la verdad―

―¡Gracias!― replicó la doctora, interrumpiendo al patrón.

A Mitsuri, Kyojuro,Tengen, Sanemi y hasta Gyomei casi se les salen los ojos al escuchar a la pilar Insencto interrumpir al patrón, pero como ninguno tenía deseos de morir esa noche, prefirieron quedarse cayados y observar en silencio como el pilar del Agua y la pilar Insecto salían de la habitación.

Una vez que salieron, Gyomei fue el primero en hablar.

―Dios, te suplico que escuches mi plegaria. Por favor, que los ataques de Shinobu sean fulminantes y certeros para que así Tomioka tenga una muerte rápida y con el menor dolor posible―

―Himemija, hasta yo sé que no se le debe pedir a Dios la muerte de otra persona― carraspeó Sanemi.

―E-están exagerando― dijo Mitsuri, tratando de defender a su amiga ―Digo, Shinobu si estaba molesta pero no creo que―

De pronto se escuchó el sonido de espadas chocando fuera de la habitación, seguido de un par de choques más y los gritos de Giyu.

―¡Oye! ¿¡Qué pasa contigo?!―

―¡¿Con que soy insufrible, he?! ¡YO TE VOY A ENSEÑAR SUFRIMIENTO! ¡QUÉDATE QUIETO!―

A la amenaza de Shinobu le siguieron más ruido de choques de espadas.

―¡Vez! Es por esto que Tanjiro debería buscar una mejor esposa―

―¡AAAAARGGGGHHHH!―

Más que un grito de guerra, Shinobu parecía rugir con la furia de todos los demonios del infierno.

―No me da vergüenza confesar que aunque no le temo a ningún demonio, esa cosa de ahí afuera me da miedo― dijo Sanemi.

―Tú lo dijiste― confirmó Tengen.

―Hijos míos, sé que la situación está fuera de lo normal, pero ¿Podría alguien evitar que Shinobu mate a Giyu, por favor?― suplicó Ubayashiki.

―¡No se preocupe Patrón, tengo un plan! ¡Himemija, conmigo!― gritó el siempre valiente Kyojuro, saliendo de la habitación.

―Yo te sigo― dijo el monje.

―¡Señor Rengoku, yo también voy!― dijo Mitsuri, corriendo detrás de su maestro.

―¡Mitsuri, espera, es peligroso!― advirtió el pilar de la Serpiente, corriendo detrás de su amor secreto.

―Carajo, pues ya qué― dijo Sanemi, uniéndose al escuadrón.

―¡Sí, vayamos todos! ¿Qué es lo peor que puede pasar?― dijo Tengen, mientras se reía de su propio chiste.

Finalmente el patrón se quedó solo, oyendo los gritos y ajetreo del exterior.

―Que noche tan alegre y llena de vida―


¿Será que Shinobu va a matar a Tomioka o solo se conformará con hacer un espiráculo?

Quédense atentos al siguiente capítulo para averiguarlo.

Ah, por cierto. No se los había dicho, pero en la continuidad de esta historia Kyojuro está vivo.

Su aparición en el capítulo "Hombre estrella" fue una alucinación de Tanjiro, pero la de "¡Recupera el amor!" si fue él en físico yendo a visitar a nuestro héroe.