Nota de autor: Hola a tod s! Este capítulo es POV Draco. Al principio tenia la idea de escribir toda esta historia en POV de Hermione, pero sin embargo creí que era importante entrar un poco en la mente del para saber que es lo que piensa y siente. Si les gusta déjenmelo saber, y quizás escriba desde su perspectiva cada dos o tres capítulos. Gracias por leer saludos. Nico :)
Draco vio salir a Hermione de su oficina y suspiro. Le había mentido a Granger sobre las razones que tenía para fingir salir con ella. Con un movimiento de su varita puso seguro a la puerta de su oficina, no quería que nadie lo molestara.
Busco en su mente la habitación que había creado para ella, estaba muy escondida, detrás de muchas puertas, designadas a su infancia, años en Hogwarts, su trabajo en el ministerio. Cuando la encontró se dio cuenta de lo mucho que había cambiado, al principio era una pequeña caja, que en estos dos años se hizo cada vez más grande, hasta ocupar una propia habitación en su mente. Solo abría la puerta para esconder otro recuerdo de ella, ahora dejo cuidadosamente la conversación que tuvieron recién.
No pudo resistirse a explorar en los estantes que ocupaban la habitación, cada uno de sus recuerdos estaba cuidadosamente clasificado por fecha, elegido el de cuando la conoció.
En la vida de todo hombre hay un momento único, definitivo. Un momento tan trascendental, tan fuerte que se siente como si le dieran a uno una patada en el pecho, que lo deja sin poder respirar y con la absoluta certeza de que su vida cambio para siempre.
Para Draco ese momento llegó el día que vio por primera vez a Hermione Granger.
17 de septiembre de 2001
El estaba muy molesto con el laboratorio improvisado que le habían designado, como podía creer que ese era un lugar adecuado para manipular las pociones altamente peligrosas con las que el trabajaba. Lo peor no era el espacio reducido, si no la ridícula estructura de las paredes formadas por la unión de varios cubículos. Podía escuchar a todos los ruidosos afuera.
Había elegido el horario de entrenamiento de aurores para probar una nueva pócima para contrarrestar el Gas agarrotador, ya que quería estar concentrado y evitarse los ruidos. Pero llevaba más de veinte minutos escuchando suspirar a alguien tras una de sus paredes, cuando un bufido se hizo extremadamente irritante y decidió hablar.
""Por curiosidad, ¿hay alguna razón específica por la que estés quejándote en la espalda de mi laboratorio?" al no recibir respuesta volvió a preguntar "¿y bien?"
"Yo... lo siento, ¿este es el departamento de regulación y control de criaturas mágicas?"
Una mujer perdida pensó irónicamente. Dudo por un momento si era lo mejor responder o ignorarla, pero ante la perspectiva de que siguiera incomodándolo con sus suspiros de decidido por un simple "no".
"¿Estás seguro?".
¿Qué si estaba seguro? "si".
"¿De verdad?"
Que absurdo, ¿porque le mentiría?, ya estaba empezando a irritarlo "Bastante, ya que este es mi laboratorio".
Él pensó que se había ido cuando de pronto escucho "Hola, soy Hermione Granger"
¿Es que no lo iba a dejar trabajar en paz? "No deberías estar aquí Hermione Granger" dijo el concentrado en lo que estaba haciendo, traspaso un poco de esencia de acónito en un recipiente que contenía el gas. Generando un vapor molesto que se dispersa con su mano.
"¿Entonces este no es el cuarto piso?"
¡Que no!, quería gritarle, ¿qué parte no entendía? Que irritante, juntando toda la paciencia que pudo le respondió. "Este el segundo piso, estas el departamento se seguridad mágica, más concretamente el Departamento de Sustancias Intoxicantes, como ya te dije antes mi laboratorio." Ahora si podría quedarle claro.
"¿Cómo es que estoy en el segundo piso, cuando paso por muchos antes de llegar aquí?"
Suficiente, ¿que no había nadie más a quien pudiera molestar con sus preguntas? Estaba una vez decidido ya no contestarle.
"¿El ardor suele durar mucho tiempo?".
¿ardor? ¿Qué ardor? Draco miro en dirección de donde provenía la voz, y ahí estaba ella sobresaliendo del pecho para arriba de una de las paredes del cubículo. ¿Cómo había llegado ahí?, ella lo miraba esperando una respuesta, y el se quedó sin palabras mirando sus intensos ojos marrones tan oscuros que si no se prestaba atención podía parecer negros, su cabello castaño con pequeños rizos que embarcaban su rostro, contrastaba tanto con el tono de su piel que la hacia parecer transparente. Draco quería entrar en su mente y descubrir que hacía brillar sus ojos. Se dio cuenta que la llevaba mirándola como una idiota más de un minuto "Solo unos minutos, ¿estás bien?" pregunto, recordando que ella le dijo que ardían sus ojos, seguro por la mezcla que acababa de hacer.
"Si eso creo, ¿Cómo logro llegar al cuarto piso?"
"Con el ascensor, solo no dejes que te manipule, concéntrate en el piso al que quieres llegar, le gusta hacer travesuras. ¿Estás haciendo una entrevista para un trabajo en el ministerio?" de pronto se encontró a si mismo queriendo saber más de aquella chica, no podía trabajar allí por que el nunca la había visto antes.
"Sí. Para el departamento de regulación y control de criaturas mágicas ¿Y tú?"
"¿yo?" su cabeza no estaba trabajando como debería, no podía concentrarse con ella mirándolo.
"si tu ¿Cuánto tiempo llevas aquí?"
"aquí en este laboratorio dos semanas, y en el ministerio dos años" logro contestar si que se le trabe la lengua.
"Oh. ¿Te gusta entonces?"
"Yo..." ¿Qué si le gustaba que cosa? Estaba distraído y por primera vez en su vida se sintió nervioso.
"Espera, no tienes que decírmelo. Primera regla del ministerio: no preguntes por las actividades de otros departamentos".
El la contempla en silencio, ¿Quién era esta chica? Parecía que podía soltar mil palabras por minuto. Y él no sabía que decir "bueno".
"Lo siento." Dijo ella y él podía ver el leve rubor en sus mejillas "realmente lo siento no quise parecerme a tus padres en Navidad".
Eso sí que le dio gracia, ella no tenía idea. sonando "Nunca podrías".
"Oh." Ella sonrío también y maldición si esa sonrisa no lo hizo sentirse mareado. "¿Padres molestos?"
"Y aún peores navidades".
"Eso es lo que les pasa a los ingleses cuando dejan el nido". Extendió la mano hacia abajo sobre el cubículo en su dirección, el vio su mano si saber que hacer "Soy Hermione, aunque creo que ya lo dije" si lo había dicho, pero él no podía dejar de mirar su mano en trance.
Contrólate, Draco, se dijo así mismo. Se acercó decidido, se quitó los guantes que llevaba y envolvió su mano sobre la de ella, sintió una electricidad recorrer todo su brazo, su mano era pequeña y cálida y la estaba tocando una emoción desconocida lo embargo "Draco Malfoy"
Salió de ese recuerdo, lo volvió a dejar en su lugar. Pero ahora que había empezado a sentir que no iba a poder parar, el siguió rebuscando.
18 de octubre de 2001
Draco estaba caminando hacia los ascensores con Blaise, cuando la vio. Ella estaba tan hermosa como la recordaba, desde su encuentro el había averiguado que fue contratado y se encontró en una misión en Escocia.
Ella caminaba en su dirección con esa enorme sonrisa con la que había soñado las últimas noches, habla enérgicamente gesticulando con las manos. El estaba hipnotizado, estaba tan atento a ella que no se dio cuenta con quien hablaba hasta que estuvo a un par de metros. Alfarero. Maldición.
Por que tenia que hablar con el de esa manera, como si se conocieran de toda la vida. El empezó a ver rojo, los celos eran un sentimiento horrible que el nunca había experimentado, y no se dio cuenta que dejo de caminar hasta que Blaise le pregunto si estaba todo bien. El no le concurso. Por qué justo en ese momento Hermione lo miro, el pudo apreciar el pequeño instante en que lo reconoció, la luz en su mirada, ella levantó la mano hacia el haciendo un saludo exagerado "Hola Draco" su nombre en sus labios sonaba tan bien.
Maldición estaba paralizada de nuevo, aun molesto por como se refería a Potter. Solo pudo mover la cabeza en su dirección. Ella se apago en ese momento, Potter dijo algo en su oído. Luego siguió caminado pasando los de largo.
Maldito Potter. Por su culpa no había podido hablar con Hermione, se dijo a sí mismo que la próxima vez sería diferente.
No ubo la próxima vez.
26 de diciembre de 2001
Había tenido una navidad terrible. Hacia un tiempo su padre lo estaba tratando de convencer de acompañarlo a unas reuniones exclusivas para magos sangre pura. No entendía que las creencias de Draco hubieran cambiado, de niño le inculcaron lo que significaba la supremacía de la sangre. Siempre le enseñaron que el era superior por provenir de una familia con un linaje ilustre, le enseñaron que todos los impuros son ciudadanos de segunda clase, indignos de practicar la magia.
Draco podía haber creído esas estupideces de niño, pero ahora ya era un hombre, para ser completamente sincero el no pensaba mucho en el asunto y siempre le seguía la corriente a su padre. Pero todo cambio desde que descubrió que Hermione era hija de muggles.
Ahora se encontraba en la cafetería del ministerio mirándola desde la distancia, ella estaba sentada escribiendo enérgicamente un pergamino tras otro. Su nariz respingona estaba roja por el frío y tenía una pequeña mancha de tinta en su mejilla desde que se había apartado el cabello del rostro. Su cara era un libro abierto. El podía pasar horas mirándola.
Como podía considerarla impura, cuando todo lo que ella reflejaba era transparencia, ella era una bruja brillante, extraordinaria. Si ella no era digna de practicar magia, entonces nadie lo era.
Draco no podía decirle eso a su padre, así que se resignaba a escucharlo, pero jamás lo había acompañado. Para su desgracia su padre había invitado a pasar la navidad a muchos de sus amigos, y el se vio obligado a escuchar sus ideas, eso lo termino de convencer que eran un montón de fanáticos elitistas que no tenían nada que hacer con su tiempo.
Hermione seguía concentrada en su escritura cuando el idiota se Weasley se le acerco por atrás y le acaricio la espalda para llamar su atención. Ella le irrita.
Los celos volvieron y lo consumieron por completo.
28 de junio de 2002
El verano se había empezado a sentir, los días eran cada vez más cálidos.
El había notado el cambio de estaciones en la piel de Hermione, ahora lucía ligeramente bronceada y le habían salido pequeñas pecas sobre la nariz y los hombros por exceso de sol.
Hacía dos días que se encontraba en el Atrio repartiendo volantes, por lo que se sabia había iniciado una especie de huelga a favor de los derechos de los elfos. Algo muy típico de Hermione.
Vestía ropa completamente muggles, y todo lo que puedo ver son sus piernas y lo bien que lucen sus caderas con ese pantalón que se dicen llamar jeans, su camisa es ligera y corta, y se puede apreciar algo de la tersa piel de su espalda.
Definitivamente el verano era la mejor época del año.
15 de noviembre de 2002
Draco fingía oír la conversación de Blaise y Theo, mientras buscaba con los ojos una cabellera rizada, los tres estaban sentados en la cafetería.
"Se rumorea que esta saliendo con Weasley" ¿Qué? Eso si que llama la atención, el miro a Blaise que junto con Theo miraban la entrada de la cafetería. Ahí estaba ella parada sonriendo como siempre a ese par de idiotas.
"No, todos saben que están viviendo con Potter", dijo Theo, y por fin entendió que hablaban de Hermione. Es verdad que últimamente ella llegaba y se iba con Potter, pero Draco no había encontrado la excusa para preguntar si era verdad que estaban viviendo juntos. Su amigo lo acaba de confirmar.
"Sí vive con Potter, pero sale con Weasley, el otro día los vieron juntos en Florean Fortescue besándose" Draco empezó a ver rojo, la sangre se agolpaba en sus oídos, no lo dejaba pensar. Apretó sus puños hasta que sus nudillos eran blancos.
¿Weasley?
Él podía vivir con la idea de Hermione con Potter, aunque los celos lo atormentaran. Pero en parte lo entendía, el respetaba a Potter, el respeto que se siente al reconocer a un rival como su igual. Admitía que Potter era listo e ingenioso, ambos habían vivido toda su etapa escolar midiéndose uno al otro. Comparándose en quien sobresalía más en clase, quien era mejor buscador, quien ganaba más puntos para sus casas.
Si Draco podía entender que Hermione estuviera con Potter, después de él, Potter era la mejor opción, aunque le costara admitirlo.
¿Pero la comadreja de Weasley? Totalmente inaceptable.
Weasley tenía la inteligencia de un mosquito, era más lento que una babosa, Draco ni siquiera hacia el esfuerzo de molestarlo ya que una discusión con él era tan entretenía como un discurso de la profesora Trelawney sobre la importancia de la adivinación. ¿Que podia ver a Granger en un tipo como el?
"¿Tu qué opinas Draco?" el no tuvo que contesta por que ese fue el momento que la comadreja saludó con beso en los labios a Granger, y luego se alejó dejándola sola con Potter. "bueno los rumores son ciertos entonces" termino Theo...
"¿Draco está ahí?"
Le tomo solo un segundo se dio cuenta de que la voz te Theo no provenía de su cabeza, si no que estaba golpeando su puerta y llamándolo. Se apresuro a guardar de nuevo a Granger junto con cada recuerdo y cerro la puerta de la habitación de su mente, y luego la empujo, muy lejos, muy en el fondo, detrás de todo, donde nadie pudiera encontrarla. Le abrió a Theo.
