THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

Capítulo 25. Los hermanos de la lady son... Pt. 2

⊹。・゚ ゚・。・゚ ゚・。⊹。・゚ ゚・。・゚ ゚・。⊹。・

Tal y como su novia le había anticipado que sería, recolectar la cosecha resultaba algo calmante y hasta terapéutico una vez que se comenzaba. Es decir, sí, hacia un poco de calor y llevaba de pie unas cuantas horas, pero la simple tarea de cortar las fresas maduras de los arbustos, en conjunto con el silencio en el ambiente mientras todos trabajaban, le parecía tan agradable que le hizo plantearse lo mucho que se diferenciaba de verdadero trabajo.

A unos cuantos metros de distancia pudo ver a su novia ocupándose de lo suyo con una tenue sonrisa que denotaba lo contenta que estaba de volver a una de sus actividades favoritas desde que era niña. Probablemente ella estaba pensando lo mismo que él y deseando poder abandonar sus vidas en la ciudad para quedarse ahí por siempre.

Sasuke aspiró y expulsó una gran bocanada de aire limpio contemplando a su adorada novia y, como ya era una costumbre diaria suya, agradeció al universo poder estar con ella y disfrutar experiencias como esa en su compañía.

Tras unos cuantos minutos más y volviendo a enfocarse en su labor, el Uchiha terminó alejándose demasiado de su novia y sin querer acercarse a uno de sus cuñados.

—Lamento interrumpir este agradable silencio Sasuke... — al menos tuvo la pequeña fortuna de que se tratara de Nagato —. Pero quería volver a disculparme por lo de anoche, créeme cuando te digo que en realidad no estábamos conspirando ni nada por el estilo.

—Tu hermano dijo quererme fuera de aquí con mucha claridad — el Uchiha respondió sin apartar la mirada de las fresas que recolectaba.

—En realidad no estaba hablando en serio. Sasori suele exagerar ante cualquier cosa que tenga que ver con Sakura, así que, aunque no fue apropiado, su comportamiento tampoco es sorprendente — Nagato suspiró audiblemente y le dio una contemplativa mirada a su hermana menor, quien estaba demasiado ocupada como para darse cuenta de que ellos estaban hablando —. Si bien los tres siempre hemos querido cuidarla, admito que hubo muchos momentos durante nuestra infancia en los que nos convertimos precisamente en eso de lo que ella necesitaba protección.

—Me parece simplemente horrible como a pesar de lo incomoda que está a su alrededor ustedes no puedan intentar llevarse bien con ella — señaló con toda franqueza.

—Lo cierto es que las cosas que hicimos cuando teníamos diez o doce años a modo de juegos para incluirla le causaron un daño tan irreparable que... — intrigado por la razón detrás de esa pausa, Sasuke se giró a ver a su acompañante, dándose cuenta de cómo este lucia genuinamente triste —. Ahora que veo lo mucho que te ama y lo fácil que es para ella demostrar su cariño, me doy cuenta que ni a mis hermanos ni a mi nos ha querido ni siquiera un poco.

—Ella los quiere — "aunque no se lo merezcan" se contuvo de añadir.

—Sí, pero no mucho. En realidad, siempre ha sido así de cautelosa con nosotros y para cuando crecimos y nos propusimos dejarnos de tonterías y esforzarnos por encontrar la manera de hacerla sentir cómoda ya era demasiado tarde — soltó una pequeña risa sin gracia y enmascaró el dolor que le producían sus recuerdos volviendo al trabajo —. Se fue de casa cuando tenía dieciséis años después de una broma que terminó por arruinar nuestra relación con ella para siempre y desde entonces solo la vemos un par de veces al año.

—¿Qué fue lo que le hicieron?

Sabiendo que ante la fiereza del Uchiha no tenía de otra más que responder, Nagato se armó de valor para contar eso que le seguía remordiendo la consciencia hasta la fecha y de lo que nunca había vuelto a hablar desde que sucedió.

—Fue en su cumpleaños... Mi madre le había hecho un bonito pastel de betún rosado que decía "te amamos Sakura". Ella estaba muy contenta y en todas las fotos que le tomaron ese día sonrió como si realmente fuera la niña más afortunada y feliz del mundo — cada detalle seguía vivido en su memoria y dudaba que algún día pudiera dejar de ser así —. En un momento mis hermanos y yo nos colocamos detrás de ella para una foto y... Y Sasori simplemente me miró y con un gesto me dijo "hazlo", Gaara puso esa sonrisa traviesa que anunciaba el inicio de un desastre y yo simplemente hice caso a mi inmadurez y empujé a Sakura de cara contra su pastel. — las manos de Sasuke se volvieron puños furiosos a sus costados y eso que aún no escuchaba la peor parte —. Pero de alguna manera el pastel se movió a un lado y ella terminó golpeándose contra la mesa. Durante un par de segundos se quedó quieta mientras su cuerpo comenzaba a temblar, hasta que levantó la mirada y la sangre que nacía de su nariz manchó su pastel junto con sus lágrimas.

—¿Luego de eso qué pasó? — el Uchiha estaba haciendo un trabajo magnífico por no despotricar contra su acompañante y sus otros dos hermanos en una serie de coloridos insultos.

—Esa fue la primera vez que la escuchamos gritar, lo que le habíamos hecho fue la gota que rebasó el vaso. Ella se levantó de la mesa y comenzó a decirle a mamá que ya no quería estar aquí, que necesitaba irse y comenzó a suplicar que la dejaran marcharse. Para el mes siguiente mi hermana se montó en un tren con rumbo a la ciudad sin despedirse de nosotros — Nagato hizo una mueca con los labios, mordiéndoselos como si le costará seguir hablando —. Mi madre no dejaba de llorar todos los días y papá parecía estarse esforzando con toda su alma en no guardarnos rencor y aunque yo fui quien lastimó a Sakura, Sasori fue el que más sufrió por lo que pasó. Recuerdo que la llamaba todos los días y nunca paró de intentar hasta que nuestra hermana cumplió 21 años y finalmente le respondió... Tardamos cinco años en volver a escuchar su voz y saber de ella.

—Era lo menos que se merecían.

—Ciertamente no fue un castigo justo y aún hoy en día seguimos pagando los platos rotos por nuestras acciones... Sakura nunca ha venido a casa por su cumpleaños y dudo que algún día lo haga, eso y confiar en nosotros, aunque como ves, aun no nos rendimos con ella y jamás lo haremos — viéndolos a la distancia, ambos fueron testigos de cómo Gaara se acercaba a su hermana menor con una paleta de hielo para compartir y del como con un gesto inseguro y apenado la pelirrosa aceptaba la mitad de ella —. Por eso el nuevo plan es estar bien contigo y apoyar su relación tanto como ustedes nos lo permitan.

—¿Piensan que pueden usarme para congraciarse con ella? — Sasuke se mostró reacio a creer que tenían buenas intenciones y acto seguido fue sorprendido con la sinceridad de su cuñado.

—De cierta forma sí... Porque, con los años pasando, cada vez estamos más desesperados por conseguir, aunque sea un gramo de verdadera aceptación de su parte — el hombre de cabellos rojos como las frutas que recogían tomó su cesta y se dispuso a marcharse, no sin antes darle una última mirada al abogado —. También queremos aprender de ti un poco sobre cómo hacerla feliz y obtener su cariño.

Justo en el momento en que volvió a quedarse solo, Sasuke sintió su teléfono vibrar anunciando un mensaje entrante.

"¿Necesitas ayuda para esconder los cadáveres?" Se trataba de Madara.

"Todavía no sé si voy a tener que matar a alguien hoy" respondió con sinceridad. Esa conversación con Nagato lo había dejado bastante confundido sobre lo que debía hacer en adelante.

Un poco más tarde ese día el señor Haruno le pidió que lo acompañara al pueblo por un par de horas mientras resolvía unos cuantos asuntos y aunque no se sentía para nada seguro de separarse de Sakura, terminó aceptando cuando Konan le aseguró que ella se encargaría de mantener enjaulados a los perros.

—No te angusties demasiado hijo, anoche hable con ellos y tienen muy claro lo que va a pasarles si intentan molestarla — su suegro intentó animarlo cuando emprendieron camino a bordo de su camioneta.

—¿Usted no está preocupado por que puedan desobedecerlo? — le agradaba mucho el hombre, pero no podía evitar pensar en que muchas cosas que le pasaron a su novia pudieron haberse prevenido si él hubiera sido más activo al protegerla.

—Siempre lo estoy, pero ellos también son mis hijos y no puedo evitar darles el beneficio de la duda. Sobre todo, porque a pesar de sus muchos fracasos intentando acercarse a Sakura sus intenciones son buenas — aunque tenía una sonrisa en el rostro su expresión estaba ensombrecida con un rastro de pesar —. Todos en casa compartimos ese deseo de aprovechar el poco tiempo que ella está con nosotros y conseguir que desee venir con más frecuencia.

—Ella siempre quiere venir señor, es sincera cuando afirma que su trabajo no se lo permite — Sasuke no era muy bueno consolando a los demás, pero aun así trató de hacerlo —. A pesar de todo ella nunca dice nada malo de sus hermanos y mucho menos de ustedes. Creo que nada podría hacer que los quiera menos.

Sus palabras se ganaron una pequeña mirada de parte del hombre que comunicó una mezcla de contemplación, cariño y agradecimiento. No solo por su amable gesto sino por el completo hecho de llegar a sus vidas.

—Gracias hijo, realmente eres tan dulce como Sakura dijo.

La visita al pueblo no se extendió demasiado, ni siquiera por más que Kizashi se detuvo a comprar cosas para él y Sakura o para hablar con cada persona que se cruzó en su camino, presentándolo orgullosamente a todos como su adorable yerno. Más de uno se mostró realmente alegre de que Sakura tuviera novio, algunos incluso mencionaron la palabra "esposo" y sorprendentemente en ninguno de esos contados incidentes Kizashi hizo ademan de aclarar que no lo era. Era un hecho que ya lo consideraba de la familia y no pensaba dejarlo ir jamás.

Visto a grandes rasgos había sido un día excelente y estaba seguro de que Sakura se la había pasado tan bien como él o bueno, lo estuvo hasta el momento en que regresaron a casa. Porque apenas llegaron a la entrada pudieron escuchar un montón de gritos que venían desde el interior y que anunciaban que todo se había salido de control durante su ausencia.

—Ay no... — Kizashi murmuró agobiado entrando rápidamente y tirando a un lado las compras en el recibidor.

—¡Ni siquiera sabes algo sobre mi más allá de mi nombre y cuánto mido! ¡¿Por qué habrías de creer que sabes lo que es mejor para mí?! — conmocionados escucharon como Sakura arremetía contra Sasori en la sala de estar, con todos los demás miembros de la familia como testigos —. ¡No puedes pensar que tienes derecho de darme consejos sobre cómo llevar mi vida!

—¡No estoy tratando de hacerte ningún mal! Te juro que fue una simple pregunta — el hombre de cabellos pelirrojos gritó lleno de desesperación mientras trataba de acercarse tanto como ella se esforzaba en poner distancia —. Como tu hermano mayor lo único que trato de hacer es comprenderte y ayudarte.

—Sakura por favor dale la oportunidad de... — Nagato intentó intervenir, pero ella lo mandó a callar con un simple gesto manual.

Kizashi también detuvo a su yerno cuando éste hizo ademan de ir hasta ellos y con una simple mirada le rogó que esperara. Sasuke solo aceptó porque no quería acabar con el momento en el que la chica finalmente se ponía firme con sus hermanos y expresaba todo su sentir.

—Puedo pasar por alto que siempre intenten hacerme sentir una tonta que no puede cuidarse a sí misma y que desprecien mi elección de marcharme y vivir en la ciudad. Incluso puedo perdonar todo lo que me han hecho desde que era niña — la pelirrosa los apuntó con su dedo índice mientras su mirada se volvía todavía más furiosa —. ¡Pero no voy a dejar que cuestionen mi relación con Sasuke!

—¡No quería cuestionarlo Sakura! ¡Solo trato de entender por qué estás con él! — nuevamente Sasori trató de defenderse.

—Aunque te lo explicara no lo entenderías porque para empezar no eres capaz de creer que alguien pueda estar conmigo sin intenciones de terminar lastimándome — para ese punto las lágrimas en sus orbes verdes ya se habían derramado por su rostro y aunque se veía completamente fuera de sí no permitió que ni siquiera su madre o cuñada se le acercaran para calmarla —. Es de esperar que lo veas de esa forma porque eso es precisamente lo que ustedes me hicieron, pero te informo que gracias a la infancia que tuve me volví muy buena captando las intenciones ocultas de los demás y alejándome de ellos.

—Sakura, n-nosotros no... — Gaara parecía que también estaba a punto de llorar.

—He estado sola desde que tengo memoria y nunca les he reclamado por ello. A pesar de todo el dolor que me causaron jamás les dije nada ni intenté cambiarlos, en cambio resolví que la que no encajaba aquí era yo y por lo tanto lo mejor era irme — la mujer se cubrió la cara con ambas manos y sollozó un par de segundos antes de continuar. Sasuke nunca la había visto tan descompuesta y ello le rompió el corazón —. Pensé que con el tiempo podría al menos ganarme un poco de su respeto... Pero ya me di cuenta de que ni siquiera ahora que he encontrado a alguien que amo con todo mi corazón y que lo he traído para que lo conozcan podrán mostrar un poco de apreció por mí.

Harta de todo, Sakura decidió que debía salir de ahí y sin hacer caso a los llamados de su madre pidiéndole que no se fuera, la pelirrosa corrió rumbo a las escaleras con destino a su habitación. Aunque se detuvo abruptamente cuando vio a su novio plantado cerca y observándola con una expresión de completa angustia. Lamentablemente había escuchado y visto todo.

Sin pensarlo dos veces, la pelirrosa se lanzó a sus brazos, ignorando que su padre también se encontraba ahí y con aún más rapidez Sasuke la tomó y la sacó de la casa.

Entre lágrimas y sollozos ahogados contra el pecho de su novio, Sakura fue llevada a uno de esos sitios especiales que le mostró en su recorrido de bienvenida. Aquel árbol en una pequeña colina cercana al que de niña siempre solía acudir cuando necesitaba estar sola.

Habiendo comenzado a atardecer, la luz anaranjada los cubrió a ambos cuando se recostaron sobre la hierba y conforme el tiempo pasaba y el relajante silencio en el ambiente los envolvía, la pelirrosa consiguió comenzar a calmarse.

Su novio la había estado sosteniendo contra su costado, con ambos brazos sobre ella para acariciar su cabello y espalda en un masaje consolador. Ella acababa de pasar por algo realmente duro y necesitaba que él fuera un firme apoyo mientras conseguía digerir el hecho de que, luego de muchos años guardándoselos, sus sentimientos por fin habían salido a la luz.

—Fuiste muy valiente — Sasuke susurró dándole un beso en la frente.

—Fui una idiota. Mira que perder la cordura de esa manera — ella sonó genuinamente mortificada —. No pude quedarme callada cuando comenzaron a preguntarme sí realmente confiaba en ti y quería estar contigo, pero no era mi intención terminar lastimándolos a todos en el proceso.

—Todos entienden que estés molesta, incluido yo y por ello te aseguro que nadie te culpa de haberte expresado de esa manera.

—Ya no sé qué debo hacer Sasuke-kun. Me fui porque estaba sufriendo aquí, pero al parecer mi familia la pasa muy mal por mi ausencia — ella ya no estaba llorando, pero su dolor y confusión seguían presentes en cada palabra que salía de su boca —. Lo peor es que estar aquí no lo soluciona, de hecho, empeora todo.

—El asunto es que no puedes cargar tú sola con toda la responsabilidad de lo que sucede... Y no puedes obligarte a estar en un sitio que a pesar de que te hace feliz también te trae mucha tristeza — Sasuke se incorporó ligeramente en la hierba para así poder verla a los ojos —. Sé que pensabas que lo estabas, pero tal vez aún no estás lista para perdonar e ignorar el hecho de que tú y tus hermanos no son una buena combinación.

—¿Y cuándo lo estaré?

—No lo sé, pero te aseguro que siempre has estado en el camino correcto y por tu parte has hecho todo bien — le acarició la mejilla con dulzura —. Prueba de ello es que gracias a tu valentía al marcharte de casa llegaste al lugar donde un día nos encontraríamos... Donde encontrarías al hombre que más te ama en el mundo y que sin importar lo que suceda con tu familia o con el resto del mundo en general, siempre te va a proteger y acompañar.

—Sasuke... — su voz apenas fue un pequeño susurro conmovido.

—De ahora en adelante solo importamos tú y yo, así que ya no debes afligirte por nadie más ¿De acuerdo?

Sakura no pudo evitar derramar nuevas lágrimas tras escucharlo, pero esta vez eran de enorme alivio y felicidad por saber que, aunque siempre se sintió muy sola e incapaz de encontrar un lugar al que pertenecer, tenía todo lo que alguna vez pudo haber deseado con él, incluso habiendo superado todas sus expectativas.

Estuvieron abrazándose y besándose un rato más, hasta que la oscuridad se hizo presente, obligándolos a volver a casa y no fue para nada una sorpresa que adentro todo el mundo siguiera sumido en la angustia y el temor de que la pelirrosa quisiera sacarlos de sus vidas permanentemente.

El par de novios se mantuvo inmóvil en la entrada de la sala de estar mientras Sakura se debatía entre lo que quería y debía hacer, luego, tras unos cuantos segundos que a los demás les parecieron mil años, atinó a decir lo único que se le vino a la mente.

—¿Mamá todavía queda pay de manzana?

La señora Haruno se levantó del sillón de un brinco y, nerviosa, comenzó a asentir varias veces mientras se acercaba a su hija para llevarla a la cocina. Estando con alguien más de confianza, Sasuke se permitió soltarla y él por su lado se acercó a su suegro y sus cuñados tomando asiento silenciosamente.

Varios pares de ojos se posaron sobre él, intrigados y al mismo tiempo desesperados por escuchar algún reclamo de su parte o que les contara cómo había logrado calmar a Sakura, sin embargo, el Uchiha simplemente les dio una mirada carente de emociones.

—¿Qué?

—Sasuke lo lamento muchísimo, en serio traté de detenerlos, pero cuando vi que Sakura-chan se lanzó contra todos creí que lo mejor era que tuviera la libertad de expresarse, así que decidí no meterme — Konan fue la primera en hablar y lo hizo apresuradamente.

—Descuida hiciste bien — él respondió sin más.

—E-ella está muy enojada con nosotros ¿No? — Gaara cuestionó con las manos temblando de una forma imposible de ignorar —. Ahora realmente nos odia ¿Verdad?

—Desafortunadamente lo dudo.

—¿Entonces qué?...

—No tengo obligación de ayudarlos a calmar su consciencia, la única persona a la que me interesa ayudar es a Sakura — Sasuke hizo uso de su demasiado practicada diplomacia de abogado y todos parecieron estremecerse con la firmeza de su voz —. Por eso lo único que puedo decirles es que, por lo pronto, todo sigue igual entre ustedes.

Nagato, Sasori y Gaara sopesaron mentalmente esa declaración con una mezcla de emociones que pasaron por el alivio de no haber arruinado por completo las cosas hasta la frustración por seguir sin conseguir arreglar su relación con Sakura. Al menos ni ella ni su novio parecían querer olvidarse de su existencia y mandarlos definitivamente al demonio.

—¿Y ahora qué debemos hacer? — Sasori cuestionó en voz alta, aunque fue más bien una pregunta hecha para sí mismo.

—¿Tú no puedes darnos algún consejo Sasuke? Por favor — la súplica de ayuda por parte de Gaara se ganó una mirada irritada del Uchiha y aunque se temió que éste se negaría a dárselos sí terminó haciéndolo.

—Mi consejo sería que la dejen en paz... — aunque bueno, tampoco hizo la sugerencia más elaborada y reveladora del mundo.

El par de novios tenía que marcharse al día siguiente y, aunque fue una despedida un poco triste cuando se tomaban en cuenta los sentimientos de aflicción de Mebuki y Kizashi por ver alejarse a su hija nuevamente, también hubo alegría ante la perspectiva de que Sakura siguió considerando ese lugar como su hogar.

"Volveré a casa en cuanto pueda, no se preocupen" les había dicho al abrazar a sus padres y su cuñada en la estación de tren.

"Gracias por cuidar todo aquí, hablamos después" fue como se despidió de sus hermanos, apenas concediéndoles una palmada en el brazo y una pequeña sonrisa antes de regresar al lado de su novio.

No le gustó irse dejando a su familia tan triste, pero tampoco encontró motivación suficiente en ella para aliviar su pena sin terminar dejando de lado sus recientemente descubiertas nuevas convicciones.

Tal y como Sasuke le había dicho, de ahora en adelante lo más importante siempre seria ella misma y su relación con él.

Concentrarse en su actual vida junto a su hermoso y amado novio era el plan con el que pretendía conseguir esa felicidad y tranquilidad que tanto buscaba. Incluso ese fin de semana se convertiría en un ejemplo de ello.

Podría ser que sus hermanos y ella fueran un desastre juntos y eso hubiera hecho tropezar el perfecto fin de semana que había estado planeando con tanto anhelo tener, pero todavía había conseguido crear hermosos recuerdos que tenían al maravilloso hombre a su lado como protagonista. Eso era más que suficiente para sentirse satisfecha.

Demasiado contenta por esa innegable verdad se abrazó a él con fuerza y besó sus labios una vez que estuvieron en la privacidad del vagón del tren, para después darle una larga contemplación con un millón de positivas emociones en sus brillantes y enamorados ojos verdes.

—Gracias por todo Sasuke-kun, te amo.

...

NOTAS FINALES:

Me debatí mucho entre si debía darle a Sakura y sus hermanos una reconciliación o no hacerlo, pero al final me decidí por la segunda opción porque una vida completa de bullying no se borra tan fácilmente y ella todavía no estaba lista para perdonarlos. Aun así, el resto de la convivencia de los suegros con Sasuke salió bien y con eso me doy por servida... En esta ocasión.

Todavía habrá más de la familia Haruno en el futuro.

.

En fin, amixes, sé que este par de capítulos fueron bastante diferentes a lo que veíamos viendo en la historia, pero a partir del siguiente regresamos a la programación habitual jajaja. Cuéntenme qué les pareció y déjenme ver su apoyo por favor, se los ruego, se los imploro, les suplicó.

Se los agradecería muchísimo en serio.

.

Eso sería todo por esta ocasión así que sin más por añadir nos vemos en la siguiente actualización. Bye!