Capítulo tres: situaciones inesperadas

Ranma

Respiro profundo, tengo la mente en blanco, el cuerpo en tensión. Todos los ataques deben ser medidos y precisos, la energía no se gasta en vano. La victoria requiere método. Golpeo con fuerza y velocidad, el sudor me recorre la frente, me siento invencible. Los trofeos y premios alrededor del dojo confirman que soy el mejor.

Mi rutina de todas las mañanas permanece invariable. El perfeccionamiento de mi arte es mi prioridad, y por eso hoy estoy de tan mal humor. Acompañar al inútil de Ryoga a una cita no está precisamente entre mis actividades favoritas, no soy su maldita niñera, pero Ukyo me lo ordenó muy seriamente esta mañana. Al parecer alguien está dispuesta a pagar un muy buen dinero a cambio de una cita para una boda, y el negocio es lo primero.

Cuando U-chan tuvo la idea hace menos de dos años pensé que no hablaba en serio, pero pronto me aseguró que dedicaría todos sus ahorros a fundar una agencia de novios de alquiler, y estuve seguro de que preparar okonomiyaki día tras día finalmente la había hecho enloquecer. Claramente me equivoqué. El negocio es excelente y el dinero que invertimos juntos se ha multiplicado a gran velocidad. Actualmente contamos con más de cien posibles "novios" dentro de nuestro catálogo. Hombres de todo tipo, preparados para impresionar a cualquier jovencita en búsqueda de compañía masculina.

Yo me encargo de entrenarlos para ser capaces de mostrarse heróicos en caso de que la situación lo requiera. Ninguna chica apreciaría que su pareja no sea capaz de cargarla en caso de necesidad o de liberarse de asaltantes; lo usual dentro de una ciudad como Tokyo. Ukyo debió conformarse con mi rol de maestro de artes marciales, ya que las pocas veces que accedí a acudir a una cita siempre terminó de la peor manera posible. Mi timidez natural y la extraña obsesión por mí que desarrolló más de una de mis citas causaban más pérdidas que ganancias.

Ryoga es uno de nuestros mejores activos, es amable con sus citas y tiene cierta actitud infantil que a ciertas chicas les resulta adorable. Sus conocimientos de combate son decentes, aunque muy por debajo de mi nivel. Su problema es su nula capacidad de orientación que roza en lo ridículo. Es incapaz de llegar a ningún lugar nuevo para él, ni los mapas ni las indicaciones le son suficientes.

Es así como terminé siendo designado como su acompañante. Debo conseguir que se presente a tiempo en una cafetería del centro para entrevistarse con nuestra potencial cliente, luego del turno de Kuno y Mousse. Siempre me sorprenderá su popularidad de esos dos con las chicas, sin duda ambos deberían estar internados en un psiquiátrico, pero tal vez sólo sea mi absoluta falta de romanticismo, como me recalcó un día una de mis citas.


-La señorita Tendo Akane busca a un joven apuesto y conocedor de artes marciales -repite Ryoga por quinta vez consecutiva mientras repasa sus hojas de anotaciones. -El evento en cuestión se trata de la boda de su hermana mayor… -continúa mientras hojea en búsqueda de la respuesta correcta.

-Kasumi y su otra hermana se llama Nabiki -interrumpo, bastante cansado. -Llevas repitiendo esos nombres toda la tarde y eres incapaz de recordarlos aún -digo mientras camino con las manos detrás de la nuca y lo miro de reojo.

-Si estuviera en juego la posibilidad de que Akane Tendo te contrate, también estarías nervioso -se defiende avergonzado. -Es una belleza, no me molestaría nada acompañarla gratis.

-Ni se te ocurra -le advierto. -Ukyo hace bien al cobrar directamente y no a través de ustedes, inútiles.

-Si tan solo vieras la fotografía adjunta a su solicitud Ranma, es perfecta -suspira en medio de su ensoñación.

-Ya casi llegamos, sólo debes doblar esa esquina. Ni siquiera tú podrías perderte Ryoga.

-Acompáñame y quédate detrás para que no te vea, no quiero que piense que soy un perdedor. Pero debes verla Ranma, así vas a entender.

-Yo paso… -comienzo a decir cuando pasan frente a nosotros, a toda velocidad Mousse persiguiendo a una joven de cabello azul en bicicleta.

Ryoga y yo intercambiamos miradas preocupadas, el chico pato claramente decidió demostrar su obsesión por Shampoo en medio de su entrevista. Seguramente esa tal Akane ya debió irse, y con razón.

Caminamos hacia el lugar y alcanzamos a ver a dos chicas a lo lejos, una de ellas de espaldas a nosotros y la otra mirando hacia la dirección por la que se perdían los gritos de Mousse. Me detengo, aunque Ryoga sigue avanzando, tal vez puede que obtenga su entrevista después de todo.

-Esto va más allá de mí Rin, nos vamos.

Su voz llama mi atención, pero me mantengo oculto. Tal vez escuchar a Ryoga mencionar a esta clienta ha terminado por generarme la suficiente curiosidad como para quedarme a mirar desde lejos. Ryoga no pierde el tiempo, se acerca y dice algo que llama la intención de las chicas,entonces ella se da la vuelta y lo mira con cierta desconfianza, pero él la guía hacia dentro del lugar.

Es verdad que la he visto por menos de cinco segundos, pero ha sido más que suficiente. El maldito de Ryoga tenía razón, es linda. Sus grandes ojos castaños en contraste con su blanca piel y su cabello largo con un toque de azul impactan desde el primer momento, su aire de inocencia capta las miradas. De repente algo me molesta, ¿qué no me había dicho Ukyo que el primer entrevistado sería Kuno? ya me puedo imaginar la reacción del idiota al verla, espero que ella haya podido alejarlo sin problema.

Pronto me doy cuenta de que estoy apretando mis puños con demasiada fuerza. Soy ridículo. Quisiera irme de allí lo más rápido posible, pero debo volver con Ryoga, estoy atascado. La veo sonreir desde mi escondite entre las sombras, su semblante parece más tranquilo. Seguro que la entrevista está yendo bien. Es obvio que lo llevará a la boda de su hermana.

Una vez más debo recordarme que es la primera vez que la veo en mi vida, y muy probablemente sea también la última.

Se levantan y se acercan a la puerta, debo evitar que ella y la chica que la acompaña se den cuenta de mi presencia. La luminaria de la calle me permite verla con claridad una última vez mientras se despide, y mi corazón parece latir un poco más rápido que antes de conocerla.


-¡Fue un éxito! -la emoción en su voz me molesta, pero sólo me limito a asentir y sigo caminando.

-Gracias Ranma, pude recordar los nombres de sus hermanas que practicamos antes de llegar. La convencí y ahora soy oficialmente su cita.

-Me da igual, sólo recuerda cuál es tu trabajo.

-Qué carácter -dice Ryoga, pero pronto se vuelve a animar. -Por cierto, voy a necesitar que me acompañes el día de la boda. Debo llegar hasta su casa, desde donde tendremos transporte, así que no necesitarás esperarme todo el día.

-Como sea -contesto, pero en mi mente acaba de surgir una idea que no estoy seguro de poder ignorar.


Akane

Con mi problema más grande resuelto por ahora me puedo concentrar en acompañar a Kasumi en los preparativos lo mejor posible. El día de hoy Nabiki, Kasumi y yo iremos a la peluquería, gracias a la generosidad de Toshio quien pagó por adelantado por nuestros tratamientos.

El edificio es enorme, de aquellos en los que puedes obtener desde un manicure hasta botox, todo en un mismo lugar. Se llevan a Kasumi casi de inmediato, el paquete de novias incluye una cantidad de procedimientos aparentemente infinitos que le tomarán todo el día. Siento que cada vez estoy más lejos de ella. Nabiki también mira hacia la puerta por la que se llevaron a nuestra hermana por unos segundos, pero se recupera pronto y se dirige hacia el área de masajes.

-Deberías venir también Akane, te ves tensa. No querrás espantar a ese supuesto novio tuyo, si es que viene -sonríe mirándome de arriba a abajo.

Ni siquiera me digno a mirarla. Me doy la vuelta directo a la sección de peluqería. No tenía pensado hacerme un corte, pero puede que sea una buena idea aprovechar la ocasión.

El encargado de cortar mi cabello es poco ortodoxo, por decir lo menos. El filo de su larga espada se inclina peligrosamente sobre mi cuello y estoy a punto de desarmarlo de un golpe cuando se mueve rápidamente y corta de un solo tajo la mayor parte de mi cabello. La impresión me ha dejado muda. Me llevo las manos a la boca ¡me acaba de hacer el mismo corte que tenía a los cinco años!

-Pero qué… -comienzo a decir mientras me levanto torpemente de la silla. El estilista parece no darse cuenta de lo que me acaba de hacer, porque hace un gesto rápido con la mano mientras sonríe con suficiencia.

-No tienes que decir nada, sólo hago mi trabajo.

Voy a matarlo. Me perderé la boda mientras cumplo mi condena, en este punto parece una fantástica idea.

-Oh Akane, hace tanto tiempo que no te veía con ese corte. Es tan nostálgico -interrumpe Kasumi con una sonrisa, que acaba de entrar a la sala cubierta por una mascarilla de algas en el rostro.

Su presencia basta para calmarme lo suficiente.

-¿Te gusta? -digo dubitativa.

-Te ves preciosa Akane. Ahora nadie podría confundirte con un muchacho si es lo que te preocupa. Creo que un cambio exterior es bueno para reflejar los cambios que ocurren por dentro.

Mi hermana siempre ha tenido el poder de hacerme ver el lado bueno de las vez por eso el reflejo que me devuelve la mirada sonríe, es un bonito corte.

-No puedo esperar a verte una vez que termine tu prueba de peinado Kasumi.

Y así hemos vuelto a ser aquellas niñas pequeño que cepillaban su cabello la una a la otra mientras compartíamos secretos.

-Me pregunto qué pensará tu novio Akane, es un gran cambio. Aunque estoy segura de que le gustará.

No respondo, no se siente correcto mentirle, y no me preocupa en absoluto mi novio falso, así que cambio de tema:

-¿Crees que hoy nos de tiempo de ir a probarte vestidos de novia? -estoy segura de que Kasumi se verá como una princesa, siempre quise ser parte de este momento.

-Escuché a Toshio mencionar que Kasumi usará el kimono tradicional de su difunta madre, y que el vestido de la fiesta ya estaba listo -menciona Nabiki mientras se sienta a nuestro lado con un té frío en la mano.

-Es correcto -es lo único que dice mi hermana, mientras suspira ligeramente.

La tristeza me invade por un momento, aunque intento justificar la decisión. Sería muy complicado escoger recién ahora el ajuar cuando la boda se encuentra a días de distancia. Pero esto únicamente me devuelve la sensación de que todo esto es demasiado apresurado.


Hola, hola.

Muchas gracias por leer y por sus reviews. Al fin se incorpora Ranma a la trama, espero que les esté gustando esta historia.

Nos vemos en el próximo capítulo.

:)