Reencuentro de hermanos
La primera impresión que Tiff tuvo de Daroach no fue tan negativa como ella había esperado en un primer momento. El ratón le recordaba tanto en su tono educado como en su estilo en general a los caballeros ladrones de cierto género de novelas. ¿Tendría él también un gran detective rival siguiéndole la pista?
Tras presentarse a Tiff de manera muy cortés, el ratón procedió a guiarles por su guarida mientras conversaba con el grupo. No era el más acogedor de los lugares, pues era frío y un poco oscuro, pero Tiff suponía que era el ambiente adecuado para unos roedores.
–Me alegra ver que estéis sanos y salvos, ¿ha ido bien el viaje?–dijo Daroach mientras pasaban por un puente sobre una especie de hangar. Por el rabillo del ojo, Tiff pudo ver una nave voladora reposando en él, siendo limpiada por unas criaturas con orejas de ratón de colores verdes, amarillo, azul y rojo.
–Sí, pero nos ha costado un poco encontrar el sitio. Si Tiff no hubiera dado con la trampilla, aun estaríamos buscando–respondió Bandana Waddle Dee.
–Oye, ¿cómo es que habéis puesto un tobogán?–quiso saber Gooey.–¿Queréis convertir esto en un parque de atracciones y hacerle la competencia a Magolor?
–Ah, eso fue idea de Spinny–respondió Daroach.–Dijo que era una buena forma de entrar a la base rápidamente y de incluso introducir las mercancías directamente en el almacén, así que decidimos probarla. ¿Qué os ha parecido?
–De 10, poyo. ¡Ha sido muy divertido!–exclamó Kirby. A su lado, Gooey asintió con su cuerpo.
–Yo lo veo poco práctico–comentó Tiff con desdén. Al contrario que el resto de sus acompañantes no había disfrutado de ese viaje en tobogán para nada.–Además, creo que la mercancía delicada corre mucho riesgo de romperse.
–Doc opinó lo mismo en un primer momento. Creo que tú y él os llevaríais bien–rió Daroach.–En realidad deberíamos haber abierto la trampilla cuando os vimos en las cámaras, pero Tuff pensó que sería más divertido darte un susto.
–¿Cómo está mi hermano?–preguntó Tiff, tan preocupada que no le importó que fuera el propio Tuff quien había tenido la culpa de aquello.
–Está bien. Te está esperando en la habitación que le asignamos–le respondió este.–En cuanto a su estado, cuando lo encontramos estaba bastante débil y dolorido, pero no ha tardado en recuperarse. Eso sí, ha dormido como once horas. No sé que os lo que ha pasado para acabar en nuestra dimensión, pero parece haber sido una experiencia extenuante–añadió en un tono más serio.
Tiff no respondió. Había desistido en su intento de recordar lo que había ocurrido cuando tras haber dormido como "un angelito", como solía decir su madre, y sentirse muy descansada había vuelto a tratar de recordar algo sólo para acabar con dolor de cabeza y una sensación horrible en el cuerpo. No había durado mucho, pero sí lo suficiente para desanimarla. Le habían dicho que no tenía que forzarse a recordar y que la memoria volvería de manera natural, pero no podía evitar sentirse frustrada, sobre todo porque sentía que había olvidando algo incluso más importante que el cómo habían llegado allí.
–Bueno, ya hemos llegado–anunció Daroach al detenerse frente a una puerta. Al decir eso, Bandana Waddle se estremeció–¿estás bien, coleguilla?
–Sí, ha sido una tontería. Una corriente de aire que me ha debido de dar escalofríos...–dijo el Waddle Dee rápidamente, como quitándole importancia. Kirby le dio unas palmaditas en la espalda.
–Mmm, igual el aire acondicionado está un poco fuerte–dijo Daroach pensativamente.–Le diré a Doc a ver si podemos subir un poco la temperatura.–A continuación, dio unos toquecitos a la puerta y llamó:–Tuff, ya están aquí nuestros invitados, ¿podemos pasar?
–Adelante.
El corazón de Tiff dio un vuelco al oír la voz de Tuff. Era como si incluso aunque supiese que él hubiera estado allí desde el principio, algo dentro de ella no se lo hubiera terminado de creer hasta que le había oído.
Entusiasmada, Tiff entró en la habitación deseando reencontrarse con su hermano. Era un espacio pequeño pero acogedor, con una cama, un armario que seguramente estaría vacío y un escritorio, junto al cual estaba Tuff de pie.
–¡Tuff!–gritó mientras corría hacia él y le daba un abrazo.–¡Menos mal que estás a salvo!
Tuff no respondió al abrazo, lo que hizo que Tiff se separara de él. Su hermano se había quedado muy callado y parecía distante, mirándola una manera muy rara. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué no le había devuelto el abrazo o al menos se había quejado ante el gesto efusivo de cariño que para él debía ser una "ñoñería"?
–Bueno, nosotros nos vamos–dijo Daroach. Debía haber notado el ambiente enrarecido que se había formado entre los dos hermanos.–Os esperaremos en el comedor.
–Pero yo quería conocer al hermano de Tiff–se quejó Kirby.
–Creo que sería mejor dejarlos a solas para que hablen tranquilamente–le dijo Daroach.–Además, Storo ha preparado una tarta de queso que tiene una pinta deliciosa.
–¡Te esperamos en el comedor Tiff!–se despidió Kirby mientras salia corriendo.
–Espera, ¿pero sabes dónde está el comedor?¡Yo también quiero tarta!–exclamó Gooey mientras saltaba tras la bolita.
Daroach se río por lo bajo a la vez que Bandana suspiraba con exasperación. A continuación, ambos procedieron a marcharse y asegurarse de que Kirby y Gooey no se perdían o causaran algún problema, dejando a Tiff y Tuff solos en la habitación.
–Bueno Tuff, ¿se puede saber que te pasa?–le preguntó Tiff de manera un poco brusca.–Estás muy raro.
–Perdona, ¿quién eres?
A Tiff se le valló el alma a los pies al oírle decir eso.
–Soy tu hermana Tuff ¿no me recuerdas?–le preguntó con voz temblorosa. Tuff negó con la cabeza.–No puede ser... ¿Acaso a ti te ha afectado tanto lo que sea que nos ha pasado que has perdido todos tus recuerdos? Esto es terrible.
Tiff sentía que estaba a punto de echarse a llorar, pero entonces Tuff empezó a reír. En cuestión de un instante, el miedo y la pena se transformaron en confusión, la confusión en descubrimiento y el descubrimiento en ira. En un rápido movimiento, Tiff agarró los hombros de su hermano.
–¡¿Pero serás sinvergüenza?! ¡Por un momento pensé que habías perdido la memoria de verdad!–le gritó Tiff mientras le sacudía.
–Tendrías que haber visto tu cara–se reía Tuff.–Ojalá haberlo grabado en vídeo.
–¡Ha sido muy cruel!–le echó en cara Tiff mientras le soltaba, Tuff dejándose caer en la cama.
–Lo siento, lo siento. Solo ha sido una bromilla de nada. No sabía que te iba a sentar tan mal...–se disculpó Tuff mientras se incorporaba, quedándose sentado.
–Es que no es momento para bromas de este tipo, Tuff. ¡Estamos en una situación muy seria!–exclamó Tiff.–No sé si te has dado cuenta, pero estamos en otro mundo sin idea de cómo hemos llegado ni cómo podemos volver.
–Ya empieza a ponerse histérica...–masculló Tuff. No era difícil imaginarse que bajo su flequillo había puesto los ojos en blanco.
–¡Ni si quiera sabemos donde están Kirby o Meta Knight!–continuó Tiff optando por ignorar el comentario de su hermano.–Los que hemos llegado aquí hemos perdido parte de nuestra memoria y a ti no se te ocurre otra cosa que hacer una bromita con eso.
–Espera, ¿no somos solo nosotros?–le detuvo Tuff.–¿Quién más ha acabado en esta dimensión?
–Por lo que parece, somos como máximo seis personas, pero solo nos hemos encontrado a cuatro hasta el momento: tú, Dedede, Escargoon y yo.
–Ay, ¿Escargoon y Dedede también están aquí? Menudo rollo–se quejó Tuff.
–Y tengo el presentimiento de que Kirby, nuestro Kirby, también está aquí–siguió Tiff.
–¿Sabes algo de él?–preguntó Tuff. Aunque no podía verla, Tiff sabía que su mirada estaba llena de preocupación por la manera en la que había formulado la pregunta.
–Nada, de momento–respondió tras suspirar con añoranza, mientras se sentaba en la cama. A pesar de que apenas llevaban veinticuatro horas separados, echaba mucho de menos a su Kirby
–¿Y cómo es que estás tan "tranquila"? Es decir, normalmente estarías de los nervios debido a la preocupación.
–Creo que que de algún modo la estrella remolque me esta comunicando que Kirby está bien–respondió Tiff llevándose la mano al colgante que escondía al estrella remolque, oculto bajo el cuello de su camiseta.–Igualmente, espero que lo encontremos pronto. Debe estar muy asustado...
–Espero que no haya causado ningún problema sin querer. Podría meter en un lío al Kirby de aquí y parece bastante majo–respondió Tuff.
–¿Te diste cuenta de que no era el nuestro?
–Ah, es que Daroach ya me había hablado del Kirby de está dimensión. Tampoco era muy difícil darse cuenta de que es diferente: es más grande, su color es un poco más brillante y habla.
–Cuando lo conocí pensaba que estaba soñando–reveló Tiff, recordando su reacción al ver las fotos y al propio Kirby. Parecía mentira que sólo hubiese pasado un día desde que se había despertado en la cama del héroe de ese Dreamland.
–No me extraña. Todo este sitio, esta situación tan rara... parece algo salido de un sueño–dijo Tuff.–Pero el dolor que sentía cuando desperté era real.
–¿Qué clase de dolor era?–preguntó Tiff, recordando Daroach le había comentado que habían encontrado a su hermano dolorido, pero el ratón no había dado más detalles.
–La cabeza me dolía como cuando tienes fiebre, pero lo que más me dolía era el cuerpo. Daroach dice que cuando Doc me examinó vieron que había recibido un golpe muy fuerte y que tuve suerte de no haberme roto nada–respondió Tuff. Sus palabras dejaron a Tiff bastante preocupada, pero al mismo tiempo aliviada de que su hermano no hubiese salido peor parado de lo que quiera que hubiese pasado. No pudo preguntarle acerca del tema, porque Tuff siguió explicando:– la cosa es que no recuerdo nada acerca de eso, y mira que he tenido tiempo para recordar. Me pasé casi todo el día de ayer entre descansar en la cama y explorar la guarida cuando me encontraba mejor. Este sitio es muy guay y los Squeaks son bastante majos. Storo me dio un poco de miedo al principio por lo grande que era, pero es un pedazo de pan. ¡Y Doc me ha reparado el tirachinas!
Tuff se acercó al escritorio y recogió el tirachinas nuevo que Iro le había regalado por su cumpleaños, para desagrado de sus padres. Aunque Tuff les había prometido que no haría un mal uso del juguete, a veces lo había empleado para gastarle bromas a Dedede. Tiff le había regañado varias veces porque si Dedede le pillaba disparándole bolitas de papel se iba a meter en un buen lío.
–Espera, ¿cuándo se rompió tu tirachinas?–quiso saber Tiff.
–No lo sé. Ya estaba roto cuando me encontraron. He intentado recordar cómo ocurrió, pero solo consigo que me duela la cabeza. ¿Crees que puede tener algo que ver con ese golpe?
Así que Tuff estaba igual que ella. Estaba claro que fuera lo que fuera lo que no pudiesen recordar, ambos habían pasado por lo mismo antes de acabar en aquel mundo. El agotamiento y el dolor, el juguete/arma roto de Tuff, la exposición a altas concentraciones de energía oscura...¿Acaso habían sido atacados por algo?
–¿Pasa algo, Tiff? No le estarás dando vueltas innecesarias al asunto, ¿verdad?–Tuff interrumpió sus pensamientos.
–Es que yo también estoy teniendo problemas para recordar lo que pasó antes de despertar en este Dreamland–le reveló.–Y tengo la sensación de que no fue algo bueno. En especial después de lo que nos contó Magolor.
–¿Quién?
–Creo que será mejor que te lo cuente desde el principio.
Tiff procedió a contarle a su hermano todo lo que había vivido el día anterior, desde el momento en el que había despertado en la casa de Kirby. Cuando le habló del Whispy antipático, su hermano se quedó bastante perplejo, aunque no tanto cuando relató el combate entre el Dedede de su mundo y el de esa dimensión. Tal y como Tiff había intuido, Tuff lamentó habérselo perdido. Por último, Tiff relató su encuentro con los Waddle Dees "glitcheados", a lo que Tuff preguntó algo que la desubicó bastante:
–¿No se parecen esos Waddle Dees al monstruo que nos atacó poco después de que empezara a llover?
–¿De qué hablas?–preguntó, intrigada y confundida a partes iguales. Parecía que su hermano recordaba algo que ella no.
–El monstruo que nos atacó poco después de que empezara a llover. También tenía ese aspecto como si fuera un glitch de un videojuego–repitió Tuff, pareciendo no entender por qué Tiff estaba confusa.–¿ No te acuerdas de esa parte?–le preguntó. Tiff confirmó que así era con un gesto.–Te pusiste echa una furia porque pensabas que Dedede había vuelto a encontrar una manera de comprar monstruos. Y encima fue justo el día que Meta Knight volvía de su viaje–intentó recordarle.
Al oír la última frase, algo hizo clic en la cabeza de Tiff.
–¡Eso es, Tuff!¡ El viaje de Meta Knight!–exclamó eufórica, su repentino grito dándole un susto a su hermano.–¡Con todo lo ha pasado no me había parado a pensar que podría estar relacionado con todo esto! Seguro que si le encontramos se aclarará todo.–A continuación, decidió volverse a centrar en el tema.–Pero dejemos eso para luego, ¿qué pasó con ese monstruo?
–Pues empezó a perseguirnos. Como estaba lloviendo mucho, pensaste que era muy peligroso que Kirby volase en la Estrella Remolque, por que decidimos retirarnos al castillo para pensar en un plan en calma y... lo siento, no recuerdo nada más.
–No pasa nada. ¿Recuerdas al menos que aspecto tenía a parte de el efecto "glitch"?
–Pues era clavadito a ese monstruo con forma de nube que Dedede alquiló una vez, el de la tormentas. ¿Kracko se llamaba?
–¡¿Has dicho Kracko?!
Aunque había pasado bastante tiempo, el día del ataque de Kracko sería algo que nunca olvidaría. La agresiva nube cíclope les había atacado controlando una tormenta, persiguiéndoles incesantemente en un intento de destruirle. Durante la huida, ella y Kirby se habían acabado separando. Había sido durante dicha separación cuando Meta Knight le había revelado a Tiff el cómo Dedede estaba consiguiendo los monstruos, la historia de los Guerreros Estelares y la verdadera naturaleza de NME y su líder, así como los motivos por el que el caballero estaba al "servicio" del rey. Pero la revelación más importante había sido acerca de la Estrella Remolque de Kirby y el papel que Tiff jugaría en el desarrollo del joven Guerrero Estelar.
Hasta que Kirby creciera, dependería de ella cuidar e invocar la Estrella Remolque, pero, ¿qué pasaría después? ¿Qué pasaría cuando él no la necesitara? ¿La dejará atrás para irse a vivir sus propias aventuras? Y si ella decidía acompañarle en esas aventuras, ¿no se volvería una carga?
Aunque esos angustiosos pensamientos le llevasen un tiempo acosándola, conocer al Kirby de esa dimensión y ver lo independiente y fuerte que era pese a que, por su forma de actuar, aún seguía siendo un niño, sólo los había acentuado. "Si Kirby está destinado a seguir enfrentándose a peligros cada vez mayores, ¿qué clase de futuro nos espera?¿Acabaremos... separándonos?"
–Dreamland raro llamando a Tiff.
La voz de Tuff la sacó de sus pensamientos.
–Te has quedado un tanto ida, ¿estás bien?–le preguntó su hermano.
–Sí–mintió Tiff parcialmente, tragándose y ocultando su angustia.–Estaba recordando el día que nos atacó el Kracko original. Es normal que tuviésemos que huir: ya fue difícil para Kirby derrotarlo en una tormenta seca, imaginate lloviendo. Pero ahora no puedo evitar preguntarme qué son esas cosas–continuó, decidiendo centrarse en el presente.–Es decir, los "Waddle Dees" no eran tales en realidad, o al menos el Dedede de aquí dijo que sólo estaban copiando su apariencia. Si como tu dices aquel Kracko también tenía ese aspecto, es bastante probable que tengan el mismo origen y estén relacionados con el cómo llegamos aquí.
–Creo que deberíamos hablar con los demás de esto y del viaje de Meta Knight. Es demasiada casualidad que ocurra algo así justo el día que volvió, ¿no te parece?–sugirió Tuff
–Cierto. Quizás el sitio al que viajó Meta Knight tenga un equivalente en este mundo y podría ser una pista importante.
Con su decisión tomada, los dos hermanos abandonaron la habitación de Tuff, quien guió a Tiff hacia el comedor. Al llegar allí, no les sorprendió encontrar a Kirby y Gooey comiendo mientras el primero conversaba animadamente con Daroach y Bandee tomaba un zumo. En otra mesa, Tiff podía ver a más roedores de aspecto peculiar: uno era azul y enorme, otro amarillo con unas llamativas gafas triangulares rojas y, el más pequeño de los tres , era de color gris tenía gafas en espiral y montaba en una especie de OVNI en miniatura. Tuff le dijo rápidamente que se trataban de Storo, Spinny y Doc, en ese orden. El grupo de roedores estaba jugando a las cartas mientras se apostaban lo que parecían ser monedas de oro y joyas. De momento, Spinny parecía ir ganando.
–Bueno Daroach, ¿y cómo habéis estado tu y tu banda?–oyó Tiff preguntar a Kirby.
–Bien, hemos estado yendo de un lado para otro en mi nave, que sigue siendo mejor que la Halberd, buscando tesoros y haciendo algún que otro encargo–respondió el ratón.–¿Es verdad eso de que se abrieron portales a un nuevo mundo hace un par de meses? El incidente me pilló fuera del planeta.
–Sí, fue toda una odisea–respondió Kirby.–¡Pero volvimos sanos y salvos y encima hicimos nuevos amigos!
–Esa "Tierra Olvidada" debe de estar repleta de tesoros abandonados a listos para ser rescatados, ¿me equivocó?–preguntó el ratón con un un mirada pícara,
–¿Rescatados o robados?–inquirió Bandana Waddle Dee mirando a Daroach, la sospecha reflejada en su rostro. Parecía que no se fiaba de las intenciones de Daroach.
–¿Se puede llamar robar si sus antiguos dueños desaparecieron hace mucho tiempo?–discutió Daroach.
Fue entonces cuando Kirby reparó en Tiff, cortando así de raíz una posible discusión sobre la moralidad de "agenciarse" objetos que civilizaciones perdidas habían dejado atrás.
–¡Ah, Tiff y Tuff! Holiiii–saludó la bolita rosada.–¡Os hemos guardado un poco de tarta!
–Ha requerido mucho auto-control no comérsela entera–admitió Gooey.
Tiff y Tuff se sentaron a la mesa y Daroach les pasó un trozo de tara a cada uno.
–Creo que no nos hemos presentado como es debido–le dijo Kirby a Tuff.–¡Yo soy el Kirby de está dimensión! Y estos son mis mejores amigos Gooey y Bandee– añadió señalando a los aludidos, quienes sonrieron a Tuff.
–Encantado de conoceros–saludó Tuff de vuelta.–Mi hermana no os habrá causado jaqueca con sus charlas de sabelotodo, ¿verdad?
–¡Tuuuff!–se quejó Tiff.–No es momento para bromas. Tenemos algo que importante que hablar con vosotros.
Los habitantes de ese Dreamland se quedaron callados, el ambiente jovial que había reinado en la mesa de pronto tornándose serio.
–Tranquilos no es nada grave. Es sólo que creo que tenemos una pista más sobre lo que está pasando–les tranquilizó Tiff antes de que ella y su hermano empezasen a compartir lo que habían averiguado con su charla.
Primero les hablaron del ataque del Kracko glitcheado, aunque, con el fin de mantener la explicación breve, no consideraron necesario revelar la identidad del monstruo. Lo único que dijeron acerca de este es que había tomado la forma de un monstruo que su Kirby había derrotado en el pasado.
–¿Creéis entonces que esas cosas os han seguido desde vuestra dimensión?–preguntó Banda Waddle Dee cuando Tuff terminó de repetir lo que le había contado a su hermana.
–Es posible, pero no puedo afirmarlo con certeza–respondió Tiff.–Además hay algo más, y tiene que ver con nuestro Meta Knight.
–Como no, Meta Knight siempre metido en todo independientemente del universo–gruñó Daroach. Entre ese comentario y el de la Halberd, parecía que había cierta rivalidad entre el Meta Knight de esa dimensión y Daroach aunque fueran aliados. "Quizás este Meta Knight sea su 'gran detective'," pensó Tiff.–Lamento la interrupción, por favor continua– se disculpó Daroach al ver que los otros habitantes de ese Dreamland le miraban con reproche.
Tiff y Tuff se miraron antes de empezar a contar la siguiente parte de su historia.
Una semana atrás, los hermanos habían sorprendido a su Meta Knight, junto a Sword y Blade, en el jardín. El caballero cargaba con dos maletas, mientras que sus ayudantes arrastraban una máquina Air Ride. Temerosos de que Dedede les hubiera despedido y el caballero se hubiera visto obligado a marcharse, los niños se habían acercado corriendo para rogarle que no se fuera.
–Tranquilos. La GSA me ha encomendado una misión, así que voy a irme unos días– les había dicho el caballero para tranquilizarles.–Blade y Sword os asistirán en todo lo que necesitéis– añadió, sus dos aprendices asintiendo.
–¿No vais con él?– preguntó Tiff, extrañada. Normalmente, Blade y Sword iban donde fuera su maestro.
Blade respondió algo en ese acento casi imposible de descifrar tan característico suyo, pero Tiff de milagro puedo entender que decía algo en la línea de "nos habría gustado ir, pero alguien tiene que vigilar a Dedede". Sword por se dispuso a poner a punto la máquina Air Ride.
–Me sorprende que Dedede te haya dejado marchar– señaló Tuff.
–Digamos que he canjeado mis día libres de los próximos siete años para convencerle– reveló Meta Knight, sin esforzarse en ocultar su frustración.
–Menuda cara. ¡Demasiado es que la GSA le dejara irse de rositas después de haber colaborado con NME como para encima ponerte trabas para irte en una misión!–bramó Tiff.
–Lo sé, pero tampoco quiero perder mi posición aquí– dijo Meta Knight.–Además, la misión es de alta importancia así que es un sacrificio necesario.
–Pero, ¿dónde vas? ¿a otro planeta? ¿Vas a estar lejos mucho tiempo?–le interrogó Tiff.
–Esto no debería de tomarme más de una semana. Mi misión es en Floralia, por lo que no es necesario que abandone el planeta. Si pasa algo grave, debería ser capaz de volver rápido.
–Oh,recuerdo haber leído sobre Floralia en un libro que me dejó el profesor Curio–comentó Tiff, muy interesada en el destino del caballero.
–¿Qué es Floralia?– preguntó su hermano.
–Es un reino de islas flotantes que ubicado en la atmósfera de Pop Star. De acuerdo al libro, está habitando por hadas florales y otras especies, y que son capaces de hacer magia de manera natural–expuso Tiff, aunque Tuff parecía haberse aburrido a la mitad de la explicación.–Pero pensaba que no era más que una leyenda–añadió en un tono dubitativo.
–Floralia existe, pero su magia lo mantiene oculto del resto del planeta y del universo–dijo Meta Knight.–Solo hay dos formas de entrar: que los habitantes del cielo reúnan sus sueños y esperanzas en una semilla para conectar así el cielo y la superficie o que un miembro de la familia real te conceda el paso.
–¿Y por qué te enviaría la GSA a Floralia?–quiso saber Tuff.–Si es algo relacionado con los Guerreros Estelares, debe ser importante.
Por el color verde de sus ojos, Meta Knight parecía estar debatiendo consigo mismo acerca de lo que iba a contar. Sus ojos volvieron a su color habitual cuando finalmente decidió satisfacer la curiosidad de los niños.
–Durante la guerra contra las fuerzas de eNeMeE, la GSA mantuvo una alianza secreta con la familia real de Floralia durante generaciones. Si bien no participaron de manera activa, nos suministraban una gran variedad de plantas curativas que nos permitieron elaborar medicinas e incluso antídotos contra los monstruos venenosos de eNeMeE. Fueron unos aliados muy valiosos hasta nuestra caída.
–¿Y qué pasó después?–preguntó Tiff con voz un poco trémula, temiéndose lo peor. Dudaba que alguien tan despiadado como eNeMeE no tomase represalias contra un reino que se había aliado con sus enemigos. Tiff tenía la esperanza de que lo que Meta Knight dijera a continuación fuera "por suerte, los de NME nunca descubrieron que Floralia nos ayudó."
Esas esperanzas sin embargo quedaron totalmente aplastadas.
–Lo último que supe de ese reino es que NME había arrasado y tomado el control de las islas celestiales. Ocurrió un tiempo después de la caída de la GSA. Había un traidor entre los miembros de la familia real y accedió a colaborar con NME, dándoles acceso a los recursos de Floralia, a cambio de que le ayudasen a ascender a un trono que de lo contrario no le correspondería. eNeMeE sin embargo no tenía intención de ponerle como rey así que una vez la invasión finalizó con éxito, él y los suyos se deshicieron de él.
Tiff se estremeció. Todo lo que tenía que ver con la guerra entre eNeMeE y los Guerreros Estelares siempre la dejaba con mal cuerpo, pero nunca se habría imaginado que algo así hubiese ocurrido en su planeta, tan cerca de su hogar.
–Una vez Kirby venció a eNeMeE, solo fue cuestión de semanas que la Resistencia que se había formado contra los invasores consiguiese retomar sus tierras–terminó Meta Knight, dándole un final más o menos feliz a la historia. Estaba claro que los habitantes de Floralia no podría recuperar todo lo que habían perdido, pero al menos habían sido liberados de las garras de Nightmare Enterprises.–Su líder consiguió contactar con Sir Arthur poco después y se lo contó todo. Se han pasado los últimos meses tratando de reconstruir su reino.
–Oh, ¿entonces vas a ir a ayudar en las tareas de reconstrucción?–supuso Tiff.
Después de la derrota de eNeMeE, los pocos Guerreros Estelares supervivientes y sus dos nuevos miembros se habían volcado en cuerpo y alma en realizar proyectos de reconstrucción en lugares que habían padecido bajo el yugo del tirano, así como en expulsar a los debilitados aliados de este de los lugares que habían ocupado. Siendo tan pocos, la labor les estaba llevando bastante tiempo pero de momento estaban teniendo éxito y la luz y la esperanza poco a poco habían vuelto a la galaxia.
–No exactamente–negó Meta Knight.–Al parecer, durante la reconstrucción, han encontrado "algo extraño". Creen que puede tratarse de alguna clase de experimento de Nightmare Enterprises que se ha quedado atrás . La líder de la Resistencia ha solicitado nuestra ayuda con la investigación. Los demás miembros de la GSA están ocupados, así que como yo ya estaba en este planeta, la responsabilidad ha caído sobre mi.
–Pero, ¿cómo vas a llegar allí? ¿No habías dicho que sólo un miembro de la familia real puede darte acceso? Porque lo de la semilla suena mucho a cuento, la verdad–cuestionó Tuff.
–¡Oh, ya sé! ¡Entre la Resistencia debe haber algún miembro de la familia real!–adivinó Tiff.
–La líder de la Resistencia, de hecho, era la legítima heredera. Sin embargo, ha pedido expresamente que no la tratemos con formalismos reales. Creo que ha rechazado su título–confirmó Meta Knight en un tono triste que bajó los ánimos de Tiff. Por un segundo, se había imaginado a la líder de la Resistencia como una heroína que se había enfrentado a la adversidad para recuperar su reino, pero en ello había ignorado la posible tragedia que podía ocultarse detrás.
–Señor, ya está todo listo–anunció de pronto Sword.
–Gracias por tu ayuda Sword–agradeció Meta Knight se acercaba a la máquina.–En fin, llegó el momento de partir. Cuanto antes alga, antes volveré.
–¿No vas a despedirte de Kirby?–le preguntó Tiff con un tono acusador.–Si te vas sin decirle nada, se va a preocupar.
–Iba a hacerlo– respondió Meta Knight en un tono conciliador mientras se subía a la máquina–Pensaba pasar por su casa antes de ascender y explicarle donde iba brevemente. También le había dejado una carta a Sword y Blade para vosotros por si me iba antes de que despertaseis, pero al final no ha hecho falta. Seré un tanto críptico y a veces incluso "extremo" en mis métodos de enseñanza, pero no soy tan desalmado como para dejaros en vilo y sin ninguna explicación de donde voy.–Una vez terminó de decir eso, la máquina se puso en marcha y empezó a flotar.–Cuidaos mucho y Tuff sé más prudente con esa tirachinas: Dedede ya sospecha que eres tú quien está detrás de las bolas de papel que le golpean en la nuca.
–Vaya. Pensé que nunca se daría cuenta–lamentó Tuff.
–Ten cuidado tu también Meta Knight–le pidió al niña al caballero.
–Confío en vosotros, Sword y Blade. Nos veremos pronto–se despidió el Guerrero Estelar antes de salir volando en la máquina de Air Ride, su capa ondeando al viento, mientras sus aprendices y los dos niños miraban como su estela se perdía en el horizonte.
Y así terminaron su relato. Aunque ni Tiff y Tuff recordasen el momento reencuentro, al menos gracias a Dedede sabían que Meta Knight había cumplido con su palabra y había regresado una semana después. Pero las circunstancias que rodeaban su regreso seguían siendo un misterio.
Tiff miró a los habitantes del Dreamland alternativo. Todos, menos Gooey, mantenían una expresión pensativa en su rostro
–Floralia...–oyó Tiff decir al Kirby alternativo por lo bajo, una expresión afligida reflejándose en su rostro.
–¿Qué pasa, Kirby? ¿Existe ese reino aquí también?¿Has estado allí alguna vez? –quiso saber Tiff un tanto consternada por el inusual estado de la bolita rosada. ¿Por qué lucía tan abatido?
–Sí. He estado allí en una de mis aventuras–admitió en un tono decaído.
"¿Por qué áctua así? ¿También pasó algo malo en la Floralia de está dimensión y Kirby se vio envuelto?" pensó Tiff, pero no se atrevió a preguntar.
–¿Y dices que Meta Knight iba a reunirse con la superviviente de la familia real de Floralia, su legítima heredera?–preguntó Bandana Waddle Dee, un tanto nervioso. Tiff asintió como confirmación.
–Entonces, ¿ eso significa que Sectonia está viva en tú dimensión?–preguntó Kirby, aún en ese tono lleno de pena que hacía que se le encogiese el corazón.
¿Sectonia? Por algún momento, al oír ese nombre, unas palabras resonaron en la mente de Tiff:
"Encantada de conocerte, guardiana del Guerrero Estelar Kirby. Mi nombre es Sectonia. Soy la persona que os ha robado a Meta Knight durante una semana. Me ocuparé de protegerte durante la misión."
En ese instante, la mente de Tiff empezó a correr a gran velocidad. ¿Cuándo había ocurrido esa conversación? Dado el margen de tiempo, la única posibilidad que se le ocurría era que Sectonia debía ser la persona misteriosa de la que había hablado Dedede. Había dicho que le has había robado a Meta Knight una semana, por lo tanto ¿era también la líder de la Resistencia de Floralia? ¿Por qué había bajado a Dreamland con Meta Knight? ¿Y cómo que la iba a proteger durante la misión?¿Qué misión?¿Y por qué el Kirby alternativo había preguntado si seguía viva? No entendía nada. Creía que había encontrado una pieza del puzzle, pero sólo había topado con un puzzle aún más grande. Esa misión... ¿qué objetivo tenía? ¿Tendría que ver con la de Meta Knight? ¿Estaría relacionada con los monstruos "glitcheados"? ¿Habían acabado en esa dimensión alternativa como parte de la misión o había sido todo un accidente? Si ya antes le preocupaba lo que no podía recordar, ahora le aterraba.
–Tiff, cálmate. Respira hondo–oyó decir a la suave voz de Daroach. Tiff reparó entonces que estaba hiperventilando, probablemente a todos los pensamientos que le habían venido de golpe a la cabeza. El resto de los presentes, incluidos el restó de la pandilla de Daroach, la miraban muy muy preocupados. La niña hizo como Daroach había dicho para serenarse.
–He recordado algo–dijo lentamente, una vez recuperó la compostura.–La persona misteriosa de la que habló el Dedede de mi mundo se llamaba Sectonia.
Un silencio sepulcral cayó sobre el comedor. Este se vio interrumpido sólo cuando Gooey dijo:
–Oye, la Sectonia de la que habla Tiff no es la misma que la reina insecto tiránica a la que Kirby tuvo que matar, ¿verdad?
Una expresión dolorida cruzó el rostro de Kirby al oír aquello.
–¡Gooey! ¿Puedes tener un poco más de tacto cuando hablemos de este tema?–regañó Bandana Waddle Dee al limo.
–Lo siento–dijo este, dándose cuenta ahora del error que había cometido al soltar ese comentario de golpe.
Tiff y Tuff miraron a Kirby, quién seguía con esa expresión en el rostro. ¿Él había matado a la Reina de Floralia de ese mundo? "Gooey la ha llamado tiránica. Supongo que aquí debió de ser una villana tan terrible como Nightmare, de lo contrario dudo que Kirby hubiese acabado con ella..." dedujo Tiff.
–Estoy bien. No pasa nada–intentó sonreír la bolita rosada.
–Kirby, recuerda que...–comenzó a decir Bandana Waddle Dee.
–Lo sé, Bandee. Lo sé– respondió este.–Pero no puedo evitar sentirme triste cuando pienso en ella.
De pronto, las luces de la base comenzaron a parpadear. Tiff volvió a sentir esa sensación de sentirse acechada por algo, pero esta vez era más fuerte. El resto, menos Gooey, se pusieron en alerta.
–Algo va mal–dijo Daroach mientras miraba a las luces parpadeando.–Doc, ¿puedes comprobar si nos estamos quedando sin energía?–preguntó al ratón de las gafas en espiral, quien tras sacar y consultar un pad, negó con la cabeza.–Esto es raro.
De pronto, los pequeños ratoncitos de colorines que Tiff había visto antes entraron corriendo en el comedor.
–¿Qué pasa, pequeñines?–preguntó Daroach a los recién llegados, quienes respondieron con pequeños chillidos.–¿Cómo? ¿Habéis oído un intruso en la base? Doc, pásame la tablet, quiero ver las cámaras.
El aludido se acercó a Daroach y le entregó su pad. Inmediatamente, todos los presentes se agruparon alrededor del ratón para intentar ver las cámaras con él, Kirby y Gooey ocupando los hombros de Storo de un salto. Por su parte, Tiff y Tuff se asomaron por lado derecho a la vez que Bandana y Spinny se asomaban por el izquierdo. La señal de las cámaras parpadeaba constantemente, y cuando la imagen no tenía una cantidad excesiva de ruido visual solo se veía estático. Daroach iba cambiando las cámaras activa con frustración, hasta que por fin se detuvo en una en la que se podía distinguir algo.
–¡¿Qué diablos?!–exclamó Daroach al ver la silueta que aparecía en la cámara, girada directamente hacia esta como si supiera que le estaban observando.
Porque aunque sus colores eran diferentes, la figura semi-distorsionada que les devolvía la mirada a través de la cámara era la del propio Daroach.
En principio, el capítulo anterior iba a llegar hasta la parte en la que Tuff decía "Perdona, ¿quién eres?", pero incluso sin saber que iba a estar un mes sin publicar, no quería dejar un cliffhanger en algo que al final iba a resultar ser una broma. Eso ha provocado que el capítulo se quede bastante largo. Ahora toca sufrir para traducirlo.
Creo que lo dije en mirando a las estrellas, pero repito que ahora me llamo igual en aquí y en ao3.
