Hay muchas cosas extrañamente que la memoria olvida o simplemente descarta, quizás sea porque las considera detalles sin importancia sin saber que a veces aquellos eventos son los más deseados de recordar.
Hubiese querido decir que podía recordar la sonrisa de su madre o los ojos de su padre, recordar su voz o como olían pero ellos habían muerto cuando era solo un bebé así que no importa cuanto lo intentara simplemente aquellas memorias no acudían a su mente.
_ Juro que hay un viejo de mil años atrapado en ese cuerpecito Draco. Merlin primo, solo tienes 6, ¿podrías dejar de comportarte como un amargado?- dijo una voz alegre y despreocupada.
Se giró levemente para ver a la recién llegada y sonrió relajando sus facciones. Siempre era bueno ver a su prima. La extrañaba horrores cuando estaba en Hogwarts a pesar de que si estaba mucho tiempo a su alrededor resultaba ser un incordio. No podía seguir su ritmo ni aunque lo intentase.
_Me alegra que estes de vuelta prima - ofreció cortésmente. Ella lanzo un suspiro exasperado y se abalanzo hacia él para abrazarlo con todas sus fuerzas. A pesar de ser asfixiante no podía negar que aquellas muestras de cariño le hacian mucha falta cuando se iba a la escuela.
_Cuéntame que hiciste en este tiempo que no estuve - demando mientras lo arrastraba hacia el sillón más cercano.
_¿Yo? - hizo una sonrisa que más que pasar por una sabía que solo sería una mueca. Según su tía había demasiada sangre Malfoy en sus venas como para resultar beneficioso. Aun cuando sabia que no había dobles intenciones en sus palabras aquel tipo de comentario siempre lo lastimaban haciendolo sentir como si hubiese algo malo con él solo por el hecho de ser descendiente de su padre. ¿Acaso no era por eso que se ocultaba? La gente creía que su sangre estaba maldita después de todo y le temían. Draco solo tenía que existir para causar temor.
_Tierra llamando a Draco - menciono la chica agitando su mano frente a él - ¿estás aquí? - pregunto a modo de broma
_Sí, lo siento. He hecho lo mismo de siempre Dora, Tía Andromeda me ha enseñado sobre el legado familiar de los Black y lo que conoce de los Malfoy. Tío Ted me ha traído más libros muggles y me ha dicho que esta orgulloso de lo bien que leo ahora. Severus viene cada fin de semana que puede y me ha prometido que si continuo aprendiendo sobre pociones me comprará un kit de principiantes - comentó con tranquilidad - mejor dime tu que has aprendido en Hogwarts este año.
Su prima habló por lo que le parecieron horas hasta que finalmente su tía los llamó a cenar. Su padrino prometió buscarlo en un par de días más para ir a casa pero antes tenia que atender unos asuntos. Si bien no podía evitar extrañarlo, tampoco iba a quejarse, le gustaba estar en casa de sus tíos sobre todo cuando su prima volvía de la Hogwarts.
Mientras comían desvió su mirada a la foto que estaba en la pared donde su madre y sus tías estaban sonriendo a la cámara. Claramente eran mucho más jóvenes y mostraban una mirada clara y sin preocupaciones. El corazón se le apretaba un poco deseando que ella estuviera a su lado en esos momentos.
_ ¿Escuchaste eso primo? - dijo Tonks mientras le sacudía fuertemente el hombro para llamar su atención. Se sonrojo ante ello por perderse en sus pensamientos nuevamente mientras escuchaba el regaño de Andromeda a su hija por ser tan brusca.
_Lo siento - se disculpo - ¿decías?
_¡Papá dijo que va a llevarnos al Mundial de Quidditch este año! - comentó exaltada
_¿De verdad? - preguntó con la voz tomada por la emoción. No quería ilusionarse. Tenía que cumplir normas tan estrictas todo el tiempo para "mantenerlo a salvo" que era muy rara la ocasión en que lo dejaban salir y si lo hacia siempre era bajo la custodia de algún Auror.
_Sí - comento con una sonrisa comprensiva su tío - he hablado con Arthur Weasley al respecto. Me ha costado un poco convencerlo pero dado a que es un evento tan importante estará lleno de Aurores custodiando las instalaciones además irán los Potter junto con Remus Lupin y Severus. Creo que no podrías estar más seguro aún si lo intentáramos. - su tono estaba lleno de cariño y se mordió los labios tratando de contener la emoción.
No era algo que pudiera hacer usualmente. No salía a jugar con otros niños, ni tenia actividades como ellos, no iba a una escuela ya que su educación era en casa así que casi no interactuaba con nadie que no fuera su familia cercana. De los Weasley y de los Potter casi no sabia nada salvo los nombres de las cabezas de familia porque eran ellos quienes generalmente lo custodiaban en algunas ocasiones. Aun así no le molestaba el tener que estar ante la presencia de ellos si esta era una condición para asistir.
_ ¿Es seguro? - preguntó Andromeda a su esposo y aquello hizo que su corazón se saltara un latido. Si su tía decía "no" entonces no importaba que tantas ganas tuviera Draco de asistir, no sería posible.
_Completamente - afirmó el hombre - Arthur irá con sus hijos mayores ya que Molly tuvo una bebé hace poco e incluso también James asistirá con Lily y su hijo. Además estarán Remus y Severus querida - dijo mientras tomaba su mano para apretarla suavemente - no hubiese propuesto la idea si pesara que para Draco sería peligroso.
_ ¿No es genial primo? - exclamó Dora
_Sí - respondió con la voz tomada por la emoción. Casi podía jurar que iba a estallar intentando contenerse.
_Bien - autorizó su tía - sin embargo hasta que el día llegue no debes descuidar tus estudios Draco ¿entendido?
_Sí tía - dijo volviendo a comer con tranquilidad.
Su prima hizo una mueca de burla ante su actitud que ella reprendió y su tío secundo mientras él escondía su felicidad detrás de su vaso.
Su tía si bien era estricta no era severa, le había dicho que quería darle la educación que su hermana probablemente hubiese querido para él y por eso le exigía tanto.
Contrario a lo que las personas pudieran pensar aquello no le desagradaba ni se sentía como una carga. Le daba actividades para hacer durante el día y de esta forma el tiempo no se sentían tan pesado.
Estaba siendo instruido en una formación escolar básica tanto de la manera muggle como mágica a pesar de que aun no había mostrado su primer estallido mágico. Además de etiqueta y en artes, al final se había decantado por el cello y el dibujo que eran las clases que más disfrutaba. De vez en cuando, y si tenía suerte, sus tíos lo llevaban al mundo muggle e iban a algún museo, al zoológico o algún evento especial acompañados siempre de algún Auror. A veces se preguntaba si no se cansaban de seguirlos. Probablemente sí. Quizás y hasta odiaban que les asignaran un trabajo tan aburrido.
