Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.

Gracias por leer y nos veremos después.

Tengo una marcada obsesión por el daddy kink y el omegaverso, por eso estamos aquí uwu.


Aromas dulces fue lo primero que detectó en cuanto entro al ostentoso burdel de su mejor amigo.

Odiaba los olores dulces.

Su mejor amigo, Kuroko Tatsuya, un lindo y temido omega de cabellos celestes y ojos del mismo tono junto con su alpha y pareja destinada, un peli rojo con cara de pocos amigos y cejas partidas de nombre Kagami Taiga abrieron recientemente un pequeño burdel a las afueras de Tokio, aunque no era el más ostentoso aquello lo compensaba en su buen servicio y las novedades en el servicio.

Y si hablamos de esto, no había otro ser humano en la tierra capaz de hablar sobre ello que él, Aomine Daiki.

Conociendo a Tetsu, sabía que no lo defraudaría.

-Llegas tarde, Aomine-kun- expreso su amigo quien estaba de brazos cruzados mientras esperaba la llegada de su amigo.

Aomine se alzó de hombros -me perdí camino aquí- se justificó esperando que el omega se lo creyera.

No fue así.

-¿Estás seguro que no tiene que ver con tu visita al burdel de Mayuzumi-kun? Sabes, el que sea mi hermano eso no es justificante para que me quite potenciales clientes- agrego ceñudo. Su hermano Chihiro le estaba poniendo las cosas difíciles a acusa de ser nuevo en el negocio.

Maldito sea su alpha, Nash Gold Jr.

Aomine se tensó al verse descubierto por su amigo -bueno, soy un alpha sin lazo además de jodidamente rico. Tengo mis necesidades Tetsu-

El peli celeste alzo la ceja molesto -Kagami-kun también es un alpha además de jodidamente rico. No justifiques tus perversiones con ese argumento Aomine-kun- se quejó el de ojos azules -además, eres el principal accionista en todo esto, deberías estar más al pendiente de tu negocio- agregó.

Aomine se alzó de hombros y movió la mano restándole importancia al asunto -ya, no te enojes Tetsu. Hare mi trabajo como todo buen accionista que soy ¿tienes lista mi habitación?-

El ojo celeste vio su reloj de pulsera y después respondió -desde hace dos horas- explico -vamos, no quiero perder más dinero hablando contigo- luego de eso escolto personalmente al moreno a su habitación quien veía con atención todo a su alrededor.

Buena iluminación, buena decoración. Excelente música y ambiente. Lástima que los olores dulces que omegas y betas tenían incomodaban al alpha.

Pasaron por varios pasillos siendo testigos de cómo los clientes desbordaban pasión con los trabajadores del burdel incomodando al omega. Tendría que hablar seriamente con su personal. Llegaron a una puerta de caoba y decoraciones metálicas.

Aomine alzó la ceja mientras detectaba un aroma distinto proveniente de la habitación. Olía a menta y café en perfecta sincronía.

Olía delicioso.

-Te veo en treinta minutos- fue todo lo que dijo el peli celeste antes de darle un control remoto y un par de juego de llaves -llama si necesitas algo. Puedes tomar todo lo que quieras del bar y la despensa. Nos vemos Aomine-kun- tan luego mencionó eso se alejó del moreno.

Aomine por su parte trago con dificultad saliva. Sus caninos querían salir de sus labios. Su alpha estaba inquieto y no sabía por qué.

Tomo el pomo de la puerta y la abrió. El aroma salió y dio directo a su rostro. Gruño mientras sus colmillos salían. Había un omega en celo ahí dentro.

Su omega estaba en celo.


-¡Tetsu!- el peli celeste irrumpió sus pensamientos cuando su alpha le llamo. Taiga venia corriendo hacia él, estaba agitado -tenemos un problema-

-¿Qué pasa Taiga-kun?- pregunto el peli celeste.

-Erika-san no vendrá hoy a trabajar, tuvo su celo y no quiso arriesgarse en el trabajo- empezó a explicar -además... hubo un inconveniente con uno de tus amigos-

-¿Qué tipo de inconveniente? ¿Les paso algo malo?- preguntó preocupado por sus amigos.

Mal momento para hacer una reunión con sus amigos de preparatoria.

-Sakurai entro en celo. Está en la habitación que se le había asignado a Erika-san, Takao lo llevó ahí debido a que era la única habitación disponible y no queríamos arriesgarnos a que algo más le pasara- explicó el alpha viendo impresionado como el rostro de su omega cambiaba de una de indiferente a una impresionada.

Oh.

Ese era un gran problema.

Una pequeña sonrisa se dibujó en las facciones de Kuroko asustando a Taiga ¿qué estaba planeando su benévolo y lindo omega?

-Parece ser que Aomine-kun tardara más de lo previsto para que llegue a nuestra reunión de esta tarde- acoto el peli celeste colgándose del brazo izquierdo de su alpha -vamos Taiga-kun. No te preocupes, Ryou-san estará bien al igual que Aomine-kun- le tranquilizó.

Ayudar de vez en cuando al destino no hacía daño a nadie.

Kagami suspiro, si su omega decía que todo eso iba a estar bien, confiaba plenamente en Tetsu.

Solo esperaba que Aomine no fuera tan bruto.