"Cuando se trata del amor, incluso los héroes más grandes parecen indefensos"
Tigre y Dragón
El merodeador caminó por el callejón con pasos lentos, arrastrando a un hombre golpeado y ensangrentado.
La luz purpura iluminaba tenuemente la oscuridad. El cielo nocturno estaba nublado, anticipando una tormenta. El sonido de algunos truenos se escuchaban a los lejos.
Con una sacudida El Merodeador lanzó al hombre contra la pared del callejón. El hombre gimió de dolor, sentándose en el suelo para encarar al hombre de la máscara purpura.
-¿De verdad crees que tendrás algo de mí, Merodeador?
El Merodeador solo lo observó, luego se agachó y tomó por el cuello al hombre herido.
-Mmm… creo que sí
La garra de metal se apretó con fuerza contra la piel pálida del hombre mayor. Gotas de sangre comenzaron a chorrear.
-De acuerdo, bien… no me pagan lo suficiente por esto – gimió con dolor el hombre tratando de alejar sin éxito la garra de metal de su cuello.
La garra aflojó el agarre, pero no lo alejó del cuello.
-Habla. ¿Por qué estás rondando cerca de Vision Academy?
El hombre suspiró con dolor, pero una sonrisa apareció en su rostro.
-Vigilancia. Kingpin me pagó para vigilar y espiar a una alumna de esa escuela.
Miles se tensó. Los ojos del hombre frente a él parecían divertidos, como si todo esto hubiera sido su plan desde el principio.
-¿Quién?
-¿No crees que te diré todo, no?
Miles volvió a apretar el cuello, pero esta vez cortándole totalmente la respiración. El hombre abrió los ojos con desesperación tratando de alejar la garra.
-De acc..cuerdo. Te ..lo..diré – gimió entre sollozos. Las lágrimas comenzaban a descender por las mejillas grasosas.
Miles relaja nuevamente el apretón. Saca un par de esposas metálicas y las envuelve en ambas manos del hombre.
-Oye, no es necesario. Colaboraré – gimotea el hombre. Miles lo ignora y lo esposa contra un tubo que sale de la pared.
-Habla
El hombre respira hondo y vuelve a mirar a su captor.
-El nombre de la chica es Gwendolyn Stacy. Es hija del Capitán de policía y por lo que tengo entendido, estaba investigando a Kingpin junto a Urish.
Miles sintió como todo su cuerpo temblaba de rabia. El miedo se apoderó de él. Las ganas de matar al hombre frente a él se multiplicaron, pero respiró hondo tratando de calmarse, necesitaba toda la información posible.
-¿Qué podría saber una adolescente sobre Kingpin? – pregunta Miles fingiendo desinterés.
El hombre en el suelo ríe.
-Oh, esa chica sabía mucho. Ella se metió a las instalaciones de Kingpin junto a Urish. Ambos planeaban revelar los trabajos sucios de Kingpin y de ti, Merodeador.
-¿De mí? – preguntó Miles con fingida sorpresa, que no fue notada por el hombre en el suelo.
-Sí, ella estaba planeado revelar tu identidad. Esa chica es toda una temeraria.
"Lo sé" pensó Miles con los ojos en blanco.
-¿Kingpin mandó a matar a Urish? – preguntó el Merodeador jugueteando con una daga que había sacado de uno de sus bolsillo.
El hombre asintió rápidamente con miedo.
-¿Por qué lo mató? Ni siquiera había sacado algún artículo o dicho algo.
-Lo mató porque se había atrevido a desafiar a Kingpin.
El Merodeador murmuro en entendimiento. La daga seguía girando entre las garras de metal.
-¿Cómo supieron que la chica estaba involucrada en esto?
El hombre se río un poco antes de contestar.
-La muy tonta dejó caer su teléfono celular en el lugar donde el jefe estaba haciendo sus experimentos.
Miles dejó de juguetear con la daga por un par de segundos, pero luego siguió girando entre los dedos metálicos. Miles recordó que Gwen había perdido su teléfono celular durante la huida, pero no esperaba que Kingpin lo encontrara. Esto era malo.
-Los informáticos del jefe encontraron las conversaciones de la chica con Urish. Kingpin tuvo de primera mano fotografías de la chica, su círculo familiar y de amigos. Conversaciones…Todo.
Miles sintió como la sangre comenzaba a hervirle de ira. Con un movimiento lanzó la daga contra la pared solo a un par de centímetros de la oreja del hombre.
-HEY, HEY ¿QUE HACES TE ESTOY CONTANDO TODO LO QUE SÉ? – grita consternado el hombre, revolcándose en el suelo.
-Continua. Sigue hablando.
El hombre horrorizado asintió, pero una sonrisa maliciosa apareció en sus labios.
-La chica es bonita. Rubia, ojos azules, buen cuerpo. Todo un sueño para ser apenas una adolescente – murmuró el hombre mirando con burla a la máscara del Merodeador.
Miles cerró los puños con furia, dio un paso para romperle la mandíbula del hombre, pero volvió a calmarse. Necesitaba más información, luego lo mataría por solo poner los ojos encima de Gwen.
-¿Por qué Kingpin aún no ha mandado a matar a la chica?
La sonrisa del hombre se ensanchó más. Miles supo que esto era una trampa, el hombre había planeado esto o algo similar.
-Una cámara de seguridad grabó al merodeador huyendo con ella. Apenas es un video borroso, pero estoy seguro que ella estaba huyendo contigo.
Miles comenzó a caminar frente al hombre asintiendo.
-¿Entonces crees que la chica huyó conmigo? Ni siquiera la conozco.
El hombre solo se encogió de hombros.
-Puede ser que no la conozcas, pero pudiste haberla salvado porque era una chica en el lugar equivocado que estaba huyendo. ¿Quién sabe? – dijo el hombre de forma sarcástica.
Miles detuvo su caminata. Observó al hombre que parecía muy confiado para alguien que estaba desangrándose.
-Kingpin no la mandó a matar porque espera que ella te lleve a mí.
El hombre sonríe complacido.
-Bingo, señor Merodeador.
El Merodeador ríe. La risa sale distorsionada.
-Vaya pérdida de tiempo. No conozco a esa chica. Nunca la he vist…
-El jefe sospecha que El Merodeador podría ser alguien del círculo cercano de la chica.
Miles se calla por un momento. Un trueno se escucha. Gotas de lluvia comienzan a caer.
-Acabo de decir que no conozco a la chica.
-Ese video no miente. Esa chica fue salvada por ti. Y desde que la vigilamos, siempre parece andar de forma sospechosa. Podría ser que ella no sepa quién eres tú, pero tú si la conoces y que yo esté aquí golpeado y desangrándome es la prueba.
Miles observó al hombre impasible.
-¿Me pregunto quién eres? ¿El chico con lentes que es muy tímido para su propio bien o el chico negro con trenzas que siempre parece estar atrás de la chica como un idiota enamorado?
Miles sintió como todo se derrumbaba a su alrededor. Cerró y abrió los puños un par de veces tratando de calmarse. Podía escuchar el latido de su corazón en sus oídos.
El hombre gimió de dolor al tratar de sentarse de forma cómoda, pero la sonrisa maliciosa no desaparecía de la cara del hombre mayor.
-Apuesto a que eres el chico negro. El novio de Gwen Stacy. Miles Morales ¿no es así?
Otro trueno se escuchó a lo lejos. La llovizna comenzó a caer con más fuerza mojándolos a ambos.
Miles siguió impasible observando al hombre.
-No pensé que un adolescente de 16 años sería el gran Merodeador que aterroriza a los más poderosos de New York – el hombre ríe casi con burla.
-Nunca dije que yo fuera alguna de esas personas que mencionaste.
-No es necesario. Todo esto solo me lo confirma.
Miles vuelve a caminar. Trata de pensar que hacer. Necesita saber si Kingpin ya tiene esta información. No solo Gwen estaba en peligro, también su madre y su tío.
Miles apoya una rodilla frente al hombre acercado su rostro al hombre que retrocede casi cayendo de espaldas. Miles busca en la ropa del hombre algún aparato o micrófono. No hay nada. Solo un teléfono celular.
-Oye, eso es privado – grita el hombre.
Miles revisa el teléfono y encuentra fotografías de Gwen, Peter, MJ, el Capitán Stacy incluso una foto de Miles y Gwen besándose en el patio de Vision.
Miles aprieta los dientes de enojo cuando ve varias fotografías de Gwen en ropa interior. Gwen parecía estar cambiándose el uniforme.
Salió de la galería y revisa los mensajes de texto. La mayoría están borrados, menos una conversación.
"Sospecho que el novio de la chica es el Merodeador. Tiene un comportamiento extraño"
"¿Cómo se llama?"
"Miles Gonzalo Morales, es todo lo que tengo por ahora. ¿Investigo más de él?"
"Vigílalo a él y su familia"
Era el último mensaje que había recibido antes de que Miles lo haya encontrado escondido en unos de los edificios cerca de Vision Academy.
-¿Desde cuando estás siguiendo a la chica? – pregunta Miles casi con indiferencia. Sus manos tiemblan mientras saca un pendrive y lo coloca al celular del hombre para poder copiar toda la información del teléfono, incluso los mensajes borrados.
-Oye, oye ¿Qué estás haciendo? – pregunta el hombre tratando de levantarse, pero las esposas no se lo permiten.
Miles lo patea en el pecho tirándolo al suelo. El hombre gruñe de dolor.
-Te hice una pregunta
-Desde hace un par de semanas. Luego del asesinato de Urish – el hombre gime de dolor. La patada le había roto un par de costillas.
-¿Con quién estabas hablando antes de que yo te atrapara? ¿Kingpin?
-Con uno de los guardaespaldas del jefe. Kingpin no lleva este asunto personalmente aún. Está esperando a que te atrape.
Miles asiente. Guarda el pendrive en uno de los bolsillos. Con un movimiento de la mano destruye el teléfono celular con las garras de metal.
-¿Alguien más sabe de esto?
-No, no, no… Solo yo y el guardaespaldas del jefe. Kingpin está ocupado tratando de destruir a sus competidores. Él no tenía mucho tiempo para esto, se calmó más cuando Urish murió.
Miles sintió una oleada de alivio. Podía deshacerse del guardaespaldas antes que Kingpin se involucre de lleno en esto.
Miles observó al hombre que gemía débilmente de dolor. Sintió como la rabia se apoderaba de él. ¿Cómo no se había dado cuenta que este hombre estaba siguiendo a Gwen? En las última semanas había estado muy distraído. Tenía que arreglar esto.
-¿Cuál es el nombre del guardaespaldas?
-No lo sé. Solo sé su apodo.
-¿Cuál es?
-Scorpion.
Miles asintió. Conocía al hombre, había peleado un par de veces con él, pero nunca lo había eliminado porque Aaron le había dicho que era peligroso atacar a los más poderosos. Podían servirnos en el futuro había dicho su tío. Miles solo esperaba hacer desaparecer a ese hombre lo antes posible.
-Bien. Me alegro que hayas cooperado conmigo.
Miles pone una rodilla en el suelo frente al hombre. El hombre tiembla al sentir la ira dirigida hacia él. La lluvia se vuelve casi espesa.
-No te hubiera eliminado ¿sabes? No eres peligroso. Solo un mirón que ni siquiera sabe cómo esconder información y cree tener la verdad.
La lluvia caía con fuerza encima de ambos.
-Pero que hayas sacados fotografías de mi novia en ropa interior, eso no te lo puedo perdonar.
El hombre abre los ojos con sorpresa.
-¿Hiciste cosas sucias con esas fotografías?
El hombre tembló.
-Responde con la verdad – gruñe Miles asustando al hombre que cayó hacia atrás golpeándose la cabeza.
-Sí, si…lo siento. Es muy bonita. Lo siento – lloriqueó el hombre.
La máscara purpura tembló.
-Yo también lo siento por ti.
La garra de metal golpeó al hombre. Un grito se escuchó siendo ahogado por la lluvia.
Gwen se despierta sobresaltada al sentir el cuerpo húmedo de Miles abrazarla.
-¿Miles? ¿Por qué estás empapado?
Gwen mira por la ventana. Ella ve la lluvia caer con furia. Miles la abraza y esconde su rostro en el cuello de la chica.
-¿Miles?
-Fue una noche pesada. Te necesito – murmura Miles haciéndole cosquillas con su aliento a la rubia.
Gwen lo envuelve con los brazos. Le acaricia la cabeza húmeda.
-¿Quieres hablar de eso?
Miles se queda en silencio por un momento.
-No, te lo diré más tarde. Ahora solo quiero estar contigo.
Gwen lo besa en la sien, mientras se acomoda contra el cuerpo de su novio.
-Ok – susurra ella. Miles la aprieta más contra él, deseando sentirla más.
Ambos se quedan dormidos mientras la tormenta golpea con fuerza la ciudad.
